[Todos los personajes son marcas registradas de sus respectivos autores. Esta historia se ha realizado sin fines de lucro. Únicamente se escribió con fines recreativos gratuitos]



Todo es posible en la imaginación
Si puedes pensarlo puede existir

DUNGEONS&FLAMES

Por: Triste Iori (crossover from heaven to hell and more)



CAPÍTULO 4: ENCUENTROS CERCANOS DEL CUARTO TIPO

Al principio, Randy estaba preocupado por regresar a casa, de hecho, lo estaba tanto, que no guardó el código de acceso de la dimensión de Jubei.... Lástima que Jubei no lo sabía...
Antes que cualquier otra cosa ocurriera, Jubei envió con guardia escoltada, el licosanurio de la hermana de Randy (Quien por cierto, se llamaba "Motita") con un recado para el Shogún, en el cual le prometía conseguirle una "caballería" con éstos animalitos y así conseguir una victoria total y absoluta.... Por supuesto, antes de enviarlo, solicitó a los niños que le especificaran los cuidados de esas monturas, para después él mismo asesorar a sus enviados, entre algunos de los detalles se contaban que son frugívoros, se les puede educar basándose en estímulos dulces (y dulces) y, que son tan brillantes, que uno de sus pasatiempos favoritos son los juegos de mesa como "damas peligriles" y cosas así...Y que, si los hacen enojar, acostumbran sentarse sobre el agresor...

Jubei partió al día siguiente al sitio donde encontró a Randy por vez primera, acompañado por éste (sentado delante de él en el mismo caballo) y seguidos por "Coconut" la hermana menor de Randy, montada en el Lico de éste. Tras varios fallidos intentos y una pequeña reparación, el aparatito aquél abrió una puerta luminosa, en la cual, tras reunir valor, Jubei entró llevando a los niños....

Avanzaron unos cuantos pasos cegados por la azulona luz, al final de ella, salieron a un lugar con un cielo grisáceo y un verde prado.... Jubei Estaba extremadamente alerta. Sintió que la tierra retumbaba un poco y se puso en guardia.... una manada de licosanurios corría directamente hacia ellos y, por poco y no logran esquivarlos....

- ¡Oh, No!- Gritó "Coconut"
- ¡Mi tío me va a matar!- Exclamó Randy
- ¡Rápido, Randy; cierra la puerta "esa"! ¡Que no escapen!- Dijo el samurai...
Randy actuó rápidamente, desafortunadamente de los 150 licosanurios alcanzaron a escaparse alrededor de 25.


A lo lejos se divisaba la casa propiamente dicha. Coconut se adelantó a toda velocidad... Jubei dejó hacer a la pequeña... Mejor para él.
Un par de extrañas criaturitas del tamaño de las gigantes tortugas galápagos (y con caparazones iguales) sacaban unas alargadas cabezas con trompas como de armadillo y observaban....Coconut les llamó cariñosamente, para después atarles a un árbol cercano. Luego entró corriendo a la casa para poner rápidamente al tanto a su tío.... Con toda la paciencia de una formación geológica el viejo "Naf" detuvo su mecedora, dejó de comer sus "gogomeras", Se colocó sus anteojos, dejó la cesta de frutas a un lado, se levantó despacio de ella, y le dijo:
- ¿Ahora entienden porqué no me agrada que tomen mis cosas? Me tenían preocupado, -
Mientras, se dirigía con ese solemne y pausado paso a la entrada
- ¿Randy está bien?-
- Sí tío,, pero "Zancas largas" está herido de una pata, y el señor que tiene a mi hermanito como "periodiquero de guerras " ó algo así se ha quedado con "Motita...." Y como tiene un "cuchillo muy grande" guardado en una bolsa pegada al costado, decidí atar a nuestros perros, por si acaso...-
Alzando una mano de manera solemne, Naf dijo:
- Bueno, por ahora no quiero que me cuentes más. Estoy muy molesto con ambos y el guerrero ya va a llegar a la entrada, así que me haces de inmediato tres litros de jugo de "gogomeras" y sacas unas galletas de la alacena...-
- S-sí tiíto.... - Dijo la pequeña vampirita de color naranja mientras agachaba las orejas al pensar en qué castigo se habrían ganado en esta ocasión.
A punto de llegar y ver al azulado vampirito alzando una mano, Jubei llegó a pensar que era un saludo para él...
- Buenos días, noble guerrero, mi nombre es Naf, ¿Qué se le ofrece?-
- Shimada Jubei. Un honor. .. Aquí le traigo estas pequeñas ovejas descarriadas...-
- Ya veo... Y le estoy muy agradecido. Pase, por favor..... Randy, encárgate de la montura del señor; Y más te vale que hagas un buen trabajo, ¿Entendido?-
- Ajá...-

Los muebles en cuestión dada las estaturas de los peligritos le venían como muebles orientales a Jubei.... Naf le pidió tomar asiento. Al hacerlo, Jubei desenfundó muy despacio su arma, y la colocó con cuidado en la mesa como prueba de sus buenas intenciones (porque si la espada permanecía en su funda, podría interpretarse como que en cualquier momento podría retroceder y blandirla)
De todas formas, Naf malinterpretó el acto de Jubei como: "Mira, tengo aquí una espada enorme y filosa, mírala bien, ni se te ocurra hacer algo porque te meterías en problemas..."
- Así que usted ha encontrado a mis sobrinos-
- Disculpe que me meta donde sé que no me llaman, pero... ¿Dónde están sus padres?-
- Por desgracia murieron el año antepasado...-
- Vaya... lo lamento....-
- Está bien... Dígame, le dieron muchos problemas?-
- No, nada, en absoluto....- Decía, mientras observaba asombrado que las rejas y protecciones de la casa estaban hechas nada más y nada menos que de oro.... oro en las chapas de las puertas... oro en las llaves, en donde ellos utilizaban acero, bronce ó cobre, los "peligritos" usaban oro....
En esos momentos, "Coconut" llegó con una jarra, un par de vasos y un plato con galletas. Los dejó en la mesa y se retiró tan desapercibidamente como pudo....

- Naf continuó: No son malos chicos... Tan sólo que ese acontecimiento los dejó algo afectados, y; como yo no tengo hijos no sé cómo atenderlos de manera adecuada...-
- Comprendo...-
- ...No son como los licosanurios, con ellos es más fácil: Si quieres que se queden quietos, les das un tablero de juego, y permanecerán tranquilos por al menos, ocho horas, si desobedecen, basta con un periodicazo, si se enojan, se acontentan con algo dulce.... No... con los niños es distinto....-

Naf le ofreció jugo al samurai, quien realmente se quedó asombrado ante tan dulce bebida....
- ¿Así que usted viene de muy lejos?-
- Pues... así es....-
- Dígame; ¿No le gustaría que entre su nación y la nuestra se entablara una ruta comercial?...-

A ambos les brillaron los ojos de la avaricia...
- Disculpe, "Venerable" Naf, pero si usted desea que eso ocurra, me temo que necesitaremos primero que nos ... Eh.... venda algunas de sus magníficas criaturas... porque... bueno, nosotros estamos por ahora en guerra con otra nación y, desgraciadamente, no podremos darles a sus negocios y a su pueblo la seguridad que se merecen, pero si ustedes nos ayudaran de esa manera, seguramente muy pronto podríamos abrir una ruta comercial... y, bueno... creo que en especial a usted le convendría, por ser el primero.... usted sabe...-

Naf asentía pacientemente....
- ¿Cuántos licosanurios te interesa comprar?-
- Bueno, eso depende en cuanto los vendan.....-
- Un kilo de miel por kilo de licosanurio..... sea vivo ó muerto....-
- ¿Miel? - Preguntó visiblemente extrañado...-
- Claro, ¿Qué esperabas dar a cambio por ellos...? ¿Oro? ¡Ja!,
¡Ja!, ¡Ja!, ¡Ja!, ¡Ja!,...... ¡Por supuesto que miel! - Digo sonriente, mientras señalaba amistoso con su pipa antes de encenderla...-
- S...sí... he, he, he, claro....-

Un creciente zumbido Llamó la atención del paladín, Naf lo tranquilizó explicándole que se debía a una de las enormes libélulas de transporte que pasaban por el lugar...
- ¿Y, no puedes venderme alguna como ésa?-
Preguntó expectante, dado que ahora imaginaba cómo se podría organizar un fabuloso batallón aéreo (Al fin guerrero...)
- Desafortunadamente yo no tengo posibilidad alguna, la adquisición de libélulas más cercana la posee la familia Cellín, quienes viven en el nivel 5.....-
- Este.... ¿Cómo es eso?-
El tío Naf con su paciencia característica le explicó la intrincada manera en que estaba estructurada la dimensión "Haunted House":
- En niveles que son semejantes a mundos unidos unos con otros de manera paralela y separados por "puertas", las cuales para ser abiertas requieren de un código de acceso que proporcionan unos "aparatitos" con pilas si se desea ir de un nivel a otro...-
- ¿Y, a cuantos días de camino queda eso de aquí?-
- A no más de diez...-
- Eso me parece algo lejos, sobre todo porque no puedo ausentarme mucho del lugar del que vengo...-
- Bueno, lamento decirte que es al parecer tu única opción, pero si lo deseas podría prestarte uno de mis Licosanurios, de hecho, incluso podría regalártelo, dado tu acto de buena fe al traer aquí a mis sobrinos sanos y salvos, con un licosanurio podrías hacer el recorrido en sólo seis días...-
- ¿No hay un modo más veloz? Como las libélulas...-
- Por desgracia yo no tengo libélulas, nadie en estos niveles tiene, el acceso a ellas es muy restringido debido a su precio y costo de mantenimiento, Si tuviese una lancha con peces domesticados, podría hacer el recorrido en aproximadamente cuatro días.-

Jubei tuvo que conformarse.
Naf le proporcionó al Samurai un traductor de más alcances lingüísticos y un abre - puertas internivel para que pudiera llegar a donde la familia Cellín.
Una vez comprendido sus respectivos usos cayó en la cuenta de que necesitaría poner sobre aviso a sus compatriotas pidiéndoles "moneda Hauntedhousiana" para pagar las libélulas y licosanurios que pensaba adquirir....

- ¿Podría usted, Naf-san abrir una puerta de regreso a mi mundo para que avise a mis compatriotas sobre la compra de esas criaturas?-
- Caray, bueno, yo no sé cuál es tu mundo, pero.... ¡Randy! ¡Muchacho de porra! Ven aquí inmediatamente...-
Tras unos segundos, el pequeño murciélago arribó....
- Dime, tío...-
- Permíteme MI "Accesador"-
Después de recibirlo, darle un coscorrón a Randy y revisar, Naf movió la cabeza apesadumbradamente y dijo...

- Randy no guardó la clave de acceso a tu lugar de origen, lo más que puedo hacer es abrir una puertita a él de sólo pocos centímetros, dado que todos los portales de este tipo dejan un poco de energía en el ambiente antes de cerrarse, pero no podemos rastrearlo así....-
El pobre Jubei comenzaba a preocuparse un poco...
- Pero no te preocupes, Fantasmín tiene muchos recursos, seguramente él podrá regresarte....-

(N de A :¿Habéis notado cómo todos los jodidos problemas de Haunted House los tiene que resolver Fantasmín?)

Consolado con esta idea, Jubei puso cuidadosamente codificada una solicitud de producción de miel en cantidades industriales, poniendo especial cuidado en dejar bien claro que era miel lo que solicitaba y no otra cosa.... Enrolló el documento, le puso su sello y lo arrojó por la mini puerta dimensional....

(N de A:Uno de los grandes misterios de la historia de la humanidad ha quedado resuelto aquí: Uno de los motivos por los cuales China no logró conquistar a Japón en el pasado, es que fueron los Chinos quienes encontraron el mensaje, una vez descifrado quedaron confundidos por la exótica orden de este general consistente en mandar a su pueblo a fabricar miel ^^`)

Unos momentos antes de salir, Jubei solicitaba que Randy (por enterarse que era conocido del tal Fantasmín) le acompañara al castillo, mas, como Naf aún recordaba la espada de aquél, insistiera en que Jubei fuera solo, pero no sabía como realizar el movimiento; tocaron a la puerta... Naf abrió.... Al ver quienes eran, tuvo una idea....


- Buenas tardes, señor Naf, ¿Se encuentra Randy? Preguntó una rosada murcielaguita....-

- Sí, pero no puede salir porque está castigado....-

- ¿Porqué? ¿Qué hizo ahora?- Preguntó otro azulado murcielaguito junto a la chica

Naf abrió por completo la puerta, y mostrándoles a Jubei dijo:
- Porque ha traído hasta aquí a este respetable señor y no podemos regresarlo a su mundo....-
- ¡Ah! Pero nosotros podemos llevarlo con nuestro amigo Fantasmín para que le ayude....-

Naf preguntó:
- ¿No es molestia?-
Ellos contestaron a coro:
- ¡Claro que no! Justamente vamos hacia allá....-

En vista de aquello, Jubei se vió forzado a dejar su caballo al cuidado de Naf..
Así, después de las presentaciones, Jubei abordó esa pequeña embarcación, aunque con cierta cara interrogante porque no veía remos ni maquinaria de gnomos por ningún lado...
Robertín, el murciélago azulado, abrió una pequeña escotilla en el fondo de la lancha, extrajo del pequeño compartimento cuatro manzanas y arrojó éstas un poco delante de la proa. Se vió un burbujear, Golosina arreó a los peces mientras Robertín le explicaba al samurai lo que jalaba la lancha, (Exacto: peces domesticados") y partieron hacia el nivel "5".
Iban navegando en medio del pacífico río, Roberto Robertín y Golosina Chiquitina estaban concentrados con las riendas de los peces y el timón, Jubei iba alerta ante aquél nuevo y exótico medio que se abría ante sus curiosos ojos por si "acaso"...Repentinamente le pareció escuchar un ruido semejante al de algo moviéndose entre los arbustos que crecían en un islote por donde pasaban en esos momentos, y que alguien decía en un perfecto y entendible japonés:

- ¡Deja de hacer tanto ruido, bobo; ¡No queremos que nos descubran, recuérdalo!-
- Señorita Golosina, jovencito Robertín, ¿Me harían un favor?- Preguntó Jubei en voz baja
- ¿Síiii?- Respondieron a la vez
- ¿Podrían orillarse unos momentos a aquél islote?-
- Por supuesto -, respondió la chica.

Al llegar a tierra el Paladín les dijo:
- Quédense unos momentos aquí, por favor, en seguida vuelvo....

Por supuesto, Jubei no sabía que pedirle a Golosina y a Robertín que se quedaran quietos en un mismo lugar era como no saber magia ni telekinesis y pedirle a las rocas que se pusieran a levitar...
El guerrero se asomó cuidadosamente... Aproximadamente a 20 metros del lugar vió nada mas ni nada menos a Oeste y a Norte, el primero con un detector de metales y el segundo cargando un pico y una pala.... (Si Iori y Kyo los hubiesen visto, habrían pensado no sólo en retirarse, sino en que sus mudas de ropa eran todas iguales)
Jubei preguntó a los chicos:- ¿Qué tan común es encontrar personas como yo en esta dimensión?-

A lo que ellos respondieron:
- Extremadamente extraño.... -

Si Jubei entendiera lo que era el sarcasmo, se habría dado cuenta de que últimamente era sumamente "extraño", Lo que lo impulsó a salir e intentar entablar conversación fue lo que escuchó:

- Creo que por fin la encontramos -, dijo emocionado Oeste, mientras desenterraban una larga espada...
Jubei al ver ciertos rasgos familiares en el chico de cabello azul marino salió decidido...
- Oigan, ¡Ustedes!... ¡ Hola....!-

Por algunos momentos ambos estuvieron a punto de ahogarse con su propia saliva...

(Dirigiéndose a Oeste)- Oigan, ¿Qué es eso?-
Y seguía aproximándose....
Al punto, Oeste apagó el detector, lo colocó en su delgado pero fuertemente musculado hombro, y dijo:
- No te importa...-

Confundiendo a Oeste con un sirviente dadas sus poco lujosas ropas, respondió:
- Vaya, pues yo creo que sí, y mucho... ¿Para qué sirve?

Norte dijo:- Para buscar objetos....-
Una gota de sudor apareció en la frente de Oeste....
Jubei pensó en voz alta al ver en la otra mano de Oeste la recién desenterrada espada:
- ¡WOW! Una máquina para encontrar ítems mágicos... ¿Dónde puedo encontrar uno así?-

- ¡No te diremos nada!, ¿Me oyes, imbécil? ¡Ni un paso más! -
Amenazó Oeste, mientras Norte dejaba a un lado la pala para tomar sus voluminosas hachas
- Te arrepentirás de habernos interrumpido... - Dijo Oeste.... en los siguientes segundos ambos invocaron sus puntiagudas armaduras.... Jubei se encontraba a menos de 15 metros ya, al ver tan horrendas protecciones, supuso que algo andaba mal.... Realizó un hechizo de detección de maldad (El cual era una habilidad nata) y sintió escalofríos... Realmente esos trajes estaban envestidos de una pasmosa maldad total y absoluta.

... por detrás, Jubei oyó una vocecita:
- ¿Te ayudamos? -
Eran los niños.
- Por favor, distraigan al gigante, mientras me encargo del otro...-

- ¿Ustedes saben qué tipo de armaduras tienen puestas en realidad?- Cuestionó precautoriamente...
- ¡Así es!- Dijeron al unísono - ¡Las conocemos y ellas nos conocen!-

Oeste susurró a Norte: - Si necesito ayuda, te la pediré... Por ahora, cuida tus hachas.-
Como era de esperarse, el combate comenzaría:
Oeste llevó a cabo su golpe múltiple:
- ¡Cápsulas de fuego!-

Pero la distancia que le separaba del paladín aún era demasiada.... Esquivando los cometas, cargó contra Oeste, Su espada al lado, levantaba una fina polvareda por su velocidad..... Y arreció un poderoso golpe que, a pesar de ser detenido por el escudo de Oeste, le obligó a retroceder unos pasos... Ahora blandió su espada. Comprendió que no podría subestimar al paladín.
Jubei intentaba quitarle a Oeste su casco a punta de espadazos para después someterlo, cosa que desafortunadamente no lograba dada la firme manera en que el casco estaba sujeto, por otra parte, Oeste intentaba cercenarle la cabeza de un solo tajo sin resultado alguno debido a la monumental destreza del samurai al defenderse. Norte contemplaba ansioso el combate.... Cuando atrás de él se oyó una vocecita:
- ¿Quieres un dulce?-
Eran Robertín y Golosina. Quienes sostenían ante ellos una canasta repleta de caramelos....-
- ¿Qué?-
- Que si quieres un dulce...-
-¿Qué es eso?-
- Mira, es rico y se come,- Dijo el pequeño mientras se llevaba un par de colaciones a la boca....
Dubitativamente Norte probó un caramelo de piña....:
- ¡Vaya! ¡Qué agradable! - Dijo.
Tomó todos los caramelos y se los acabó en un santiamén.
- ¿Tienen más?- Preguntó ansioso
- Sí, allí, - Dijo la vampirita, y haciendo a un lado los arbustos, dejó al descubierto unos cien metros más adelante, una enorme pila de dulces...
Robertín tomó su inmensa mano amistosamente, y entre los dos lo sentaron ante la pila de caramelos, bombones, chocolates y otras cosas más.... Mientras que a lo lejos se oían los choques de las armas.

- ¿Conoces los walkmans?- Preguntó Robertín

Jubei por fin logró cortar la tira de cuero que ataba el casco a la cabeza de Oeste, provocando una herida considerable, que seguramente le dejaría cicatriz...Más por ser herido en amor propio, que por el hecho de que lo enardecieran las heridas, Oeste logró abrir una brecha en la armadura de Jubei, aunque sin dañarlo...

- Este....sí, Ix Mantis tiene unos, pero no se los presta a nadie.....-
- Si quieres, te presto los míos -, dijo solícito Robertín, al tiempo que extraía un par de su mochila... Y de espaldas al combate, con un par de audífonos puestos, Jubei podría olvidarse de Norte por un buen rato... Lo que Ahora intentaba el paladín, era partir el enorme sello de su cinturón, pues de él había surgido la armadura... Logró hacer varios impactos, pero aparte de que saltaran chispas, nada ocurría
Y antes de que Norte se percatara del engaño, Roberto Robertín y Golosina Chiquitina se esfumaron del lugar...
Jubei probaba un par de tajos ascendentes más, ahora era la armadura la que salvaba a Oeste, en vez de su espada.

- ¡Maldito, no lograrás vencer...!- Gritó Oeste, quien dando un gran salto hacia atrás para ponerse fuera del alcance de Jubei, extendió su mano hacia delante:

- ¡Anematrum!...-
Jubei se vió rodeado de un océano de flamas que se movía sin cesar, como no sentía calor alguno, supuso que era tan sólo una ilusión. Cerró los ojos, y se concentró en escuchar las pisadas y la respiración de su oponente, quien a pesar de ser silencioso, no pudo evitar que el mínimo ruido de su armadura al correr hacia Jubei le delatara...
Con un veloz tajo, logró herirlo. Oeste se fue de espaldas, La ilusión se desvanecía... A unos metros, Oeste cubría su abdomen con la mano que tenía libre. Se notaba que sangraba...
- ¡Norte!- Gritó...
- ¡Ven aquí de inmediato, so burro!-

- Creo que tu amigo no vendrá...- dijo entre risas Jubei

- ¡Norte! ¡Donde diablos te has metido, maldito imbécil!-

- Vamos, ríndete y no pasará nada más...-

Mientras se lanzaba totalmente cegado por la ira, Oeste gritó:
- ¡Ukyo Yamazaki Shimada nunca se rindeeee!-

Sorprendido por semejante reacción Jubei se defendió a la desesperada, e instintivamente soltó un golpe mortal hacia la garganta del chico....Que logró hacerse hacia atrás lo suficiente como para no morir en el instante, pero no lo necesario como para sobrevivir más de tres minutos sin atención médica especializada.
Oeste cayó al suelo. Jubei estaba fuera de balance. ¿Había dicho que se apellidaba Shimada? Se acercó a Oeste, quien por estarse desangrando se encontraba desmayado. Lo primero que hizo, fue quitarle (con trabajos) el cinturón. Una vez logrado esto, le lanzó un hechizo de curación a Oeste para evitar que muriera, cerrando así sus heridas. Retrocedió para examinar el cinturón. Inclusive este se encontraba lleno de agresivas púas... se imaginó que sería poco menos que imposible colocarse manualmente ese tipo de armaduras sin recibir cuando menos, una docena de lesiones en las manos durante el proceso. Estaba a punto de guardárselo para examinarlo mejor después cuando un ruido metálico lo obligó a voltear hacia donde Oeste estaba tirado.
Esa condenada armadura se había desprendido de su dueño, se había "armado" a modo de criatura cuadrúpeda, un redondo y rojizo brillo a modo de luminosas canicas se encontraba en las "cuencas" espectrales de lo que semejaba los ojos de la armadura... La cual, a modo de hablar a través de un micrófono para hacer voces "electrónicas" rugía y se dirigía hacia el samurai...

- ¿Me... entiendes? - Todavía se atrevía a decir el samurai...-
La armadura comenzaba a atacarle; con maestría el paladín esquivaba sus veloces arremetidas, muchas de las cuales provocarían que el mejor torero español se muriera... Si no de envidia, al menos de la risa.
Cansado de aquellas tonterías el samurai extrajo el sello de donde lo había guardado, y trató de partirlo con su espada... Todo en vano. Algo más ocurrió: La armadura cometió el error de pedirle en lengua común que se detuviera, mientras tanto, la cinta de música "pop" que escuchaba Norte, había llegado a su fin, éste se quitó los audífonos, y al darse cuenta de las verdaderas intenciones de los vampiritos para con él, decidió que era hora de regresar.
- Ah, ¿Con que, hablas, ne?-
La armadura se quedó quieta como estatua.

- Muy bien, dime ahora mismo, quién es tu amo, y por qué razón han poseído a estos pobres humanos para conseguir sus maléficos planes...-

- ¿Qué ocurre si no?-

Jubei a modo de respuesta colocó la punta de su espada contra el sello del cinturón.

- Ante todo, estás en un error, humano mortal, en ningún momento nosotros hemos forzado a estos chicos a que nos lleven, por propia voluntad ellos lo han decidido así, respecto a mi gran amo, su verdadero nombre es "Abraxas"-
Se oyó un atronador grito... Era Norte, quien salía de entre los arbustos... Furioso por el engaño, y blandiendo sus inmensas hachas; lanzó una de ellas hacia Jubei, mas, debido a la falta de práctica no logró acertar ni de lejos... El arma fue a incrustarse casi hasta el mango a una roca de gran tamaño. Levantando una enorme polvareda muy al estilo anime, Jubei se dirigió hacia Norte...Con una feroz y candente armadura llena de cuchillas tras él.
Norte tomó con ambas manos su otra hacha, calculando el momento en que Jubei estaría llegando con él, soltó veloz el golpe con todas sus fuerzas..... Jubei se deslizó entre las piernas del grandulón al tiempo que colocaba el sello de la armadura del Oeste en el blanco del hacha de Norte. Tras una gran explosión producto de aquél impacto que liberó una parte de la energía contenida en el sello, Jubei, Norte, y la armadura de Oeste salieron despedidos unos cuantos metros....

- ¿Cuánto a que el paladín muere? - Preguntó Robertín a su hermana.
- No digas tonterías, Robertín, es tan guapo y tiene una tan bella sonrisa; que, en definitiva no creo que muera... Es... Un sueño, es apuesto, es alto, es fuerte, parece en verdad uno de esos galanes superhéroes que matan dragones, salvan princesas, y... Y...-
- No creo que su grandiosa sonrisa colgate le ayude a vencer a esa... Eh, cosa, ¿Sabes? Vamos, apuesta, hermana.-
- Doblo cualquier apuesta a que el paladín gana-
- Muy bien - Replicó Robertín. - Entonces yo apuesto una libélula del tamaño de tu grandiosa "Antares" ó en su defecto, su peso en oro....-
- ¡Acepto! - Dijo entusiasmada la chiquilla, mientras Norte y Jubei se ponían de pie.

La armadura del Oeste no se incorporaba, Norte volvía a la carga, como el samurai ya no tenía que cuidarse de la armadura, pudo concentrarse mejor en su enemigo.
Un hachazo más que se extraviaba, Jubei se escurrió hábilmente entre las piernas como columnas del coloso nuevamente, dando un gran salto para quedar parado en los hombros del grandulón aquél y tratar de quitarle su enorme casco. El movimiento de Jubei provocó que ambos cayeran al piso, pero de quitarle el casco al tipo, nada de nada...
Por lo mismo, Norte perdió su hacha de las manos, y sin tregua alguna, Jubei dio con su espada un golpe veloz y mortal al cuello de Norte.
Extrajo al momento el cinturón de Norte, y no bien limpiaba su arma para regresar cuando la armadura del difunto guerrero hizo lo mismo que su predecesora: Salir del cuerpo del dueño, y volver a armarse sobre sí misma, pero a cuatro patas para luego gruñir.

- A mí no me engañas -, dijo Jubei, mientras mostraba a la armadura la precaria situación en que esta se encontraba al tiempo que colocaba el sello de Norte en una roca y blandía una de las hachas en ademán amenazador hacia el sello de la misma:
- Yo sé que hablas, puedes entenderme y que sabes que si me atacas, tu sello será roto, al igual que el de la otra armadura.

La armadura del norte volteó al suelo, donde se encontraba el sello del oeste. Una fina cuarteada recorría por él. La armadura dijo:
- Ahora tú tienes el sello, ¿Qué quieres de mí?- Preguntó la armadura con su gélido aliento.

- Dejarás a estos jóvenes, habrás de retirarte a las profundidades del abismo de donde han salido, y nunca más se colocarán en ningún otro ser vivo.-
- No puedo irme -, Replicó la armadura lastimosamente.
- ¿Por qué eso?-
- Porque mientras tú tengas el sello, tú eres el AMO, y yo te seguiré a donde vayas.-

A Jubei no le agradaba la idea. Las energías negativas de la armadura le impedirían detectar la posible cercanía de un enemigo, otros guerreros paladines como él podrían confundirlo con un perverso guerrero, y, por si eso fuera poco, estaba la posibilidad de que, a la larga, la diabólica armadura terminara poseyéndolo. Pensando en ello, Jubei concentró su Santo poder para lanzar un hechizo denominado "Command" y ordenó:

- Regresarás con Abraxas, llevándole los sellos y la otra armadura, y nunca más te colocarás sobre ser vivo alguno, ni les poseerás para tus actos ruines. Dame tu palabra, júralo por tu señor "Abraxas". -
A la enorme armadura no le quedó al parecer de otra; arrojando un gélido viento como protesta por su "boca" y "orejas" dijo:
- Por mi dios y señor Abraxas, yo, Glacius, el demonio del norte, juro llevar la noticia que encomiendas a mi amo y creador....Y, que no volveré a colocarme como armadura sobre ningún ser ..........VIVO...-

Después de lo acontecido, Jubei dejó aquél sitio, incluyendo los sellos; excepto el detector de metales, el cual se echó al ancho hombro y se dirigió hacia la lancha, donde Robertín esperaba algo enojado, y Golosina con ojos soñadores.

- ¿Para qué cargas eso?- Cuestionó Robertín
- Es que quiero encontrar una fabulosa espada como la que esos tipos desenterraron al usar esta "cosa"...-
- Pero señor Jubei, eso es sólo un detector de metales...Y, de los más comunes y corrientes.- Dijo Golosina
- Puede detectar metal, pero también basura hecha de metal, no es mágico, se lo puedo asegurar -. Agregó sonriente Robertín
Jubei miró algo decepcionado el artefacto...
- Entonces, ¿Qué rayos hago ahora con esto? -

- ¿Entonces, no lo vas a querer? - Preguntó Robertín
- ¿Me lo regalas?- Quiso saber Golosina.

El rubio dijo al final tras meditarlo unos instantes:
- Si no es mágico y en vistas de que me la podría pasar mi vida entera desenterrando sólo chatarra, pues creo que no lo.....-

- ¡Dámelo a mí! - Gritaron ambos al mismo tiempo mientras se lo arrebataban de las manos:

- ¡Es mío, yo lo necesito para juntar las tapas de botellas por la promoción!- Gritó Robertín mientras jaloneaba el mango del aparato tratando de imponerse.
- ¡Es mío, yo lo utilizaré para seguir reuniendo más latas para mi colección! - Gritó Golosina, al tiempo que tomaba el aparato del otro extremo.
- ¡Dámelo, me pertenece!-
- ¡No es verdad! ¡Jubei me lo dio a mí!-
- Suéltalo ya, Golosina; es mío-
- Suéltalo tú-
- ¡No, suéltalo tú!-
- ¡Es mío!-
- ¡No!, ¡Es mío!-
- ¡No!, ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
Seguían diciendo una y otra y otra vez más mientras tiraban respectivamente hacia uno y otro lado del aparato. Una gruesa gota de sudor corría por la frente del paladín, quien sabiamente decidió hacer uso de su paciencia Japonesa, y fue, se paseó por todo el islote, le preguntó a la armadura por qué razón no habían partido, la armadura del norte le respondió que, a pesar de no poder colocarse sobre alguien, eso no le impedía su deber de cuidar que alguien dañase al otro guerrero, y que, estaría a salvo. Así que Jubei siguió recorriendo el islote, se detuvo a oler las flores, contempló un rato el cielo mientras trataba de buscarle forma a las nubes color lavanda, a los quince minutos volvió esperando que ambos hermanos hubiesen podido resolver sus diferencias dado que a él le urgía llegar cuanto antes a donde el tal "Fantasmín Cellín" sólo para encontrar:
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
Con su japonesa paciencia nuevamente fastidiada, el guerrero se acercó a los chicos, tomó suavemente a Golosina del hombro (Al hacerlo, ambos chicos detuvieron su jaleo por unos momentos)y dijo algo desesperado:
- Disculpe, señorita Golosina, ¿No debiéramos partir YA?-
A lo que la rosada vampirita respondió:
- ¡Claro, lo haremos! - Entrecerró ferozmente sus ojos al tiempo que miraba a su azulón hermano y agregaba:
- Partiremos en cuanto este ENANO entienda que el detector de metales es ¡Mío!-
- ¡Que no es tuyo, NECIA, que es mío!-
- ¡No, es mío!-
- No!, ¡Es mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-

Por espacio de otros quince minutos, Jubei se dio tiempo para tomar un refrigerio, llegó a pensar que acaso hubiera sido mejor que el tal Randy y su hermana regresaran solos a su mundo, ó, que al menos; hubiera aceptado viajar solo en el licosanurio, que Naf le había ofrecido porque no le latía para nada el hecho de estar allí detenido por culpa de unos caprichosos niños.... Ya desesperado, se volvió nuevamente al sitio donde ellos estaban, Los peces que jalaban la lancha ya incluso habían decidido broncearse un poco en la orilla (porque son peces semi-evolucionados, pues, y, si solo esa razón no bastara, pues porque son de esa dimensión, y; si ni aún así me crees, todavía se puede argumentar que estaban cansados de estar nadando y decidieron curiosear por la playa del islote....) Bueno, el caso es que Jubei les arrebató en un tris el detector de metales y furioso, arrojó este al agua. Una sensación de alivio recorrió sus venas al percatarse la velocidad con que los chicos dejaban de pelear, y dijo:
- ¿Nos vamos YA?.-

Al punto, Una violenta descarga de color del rayo se apoderó de las aguas, segundos después Robertín, Golosina y Jubei vieron cómo un gran número de peces muertos afloraba a la superficie. Robertín y Golosina miraron acusatoriamente a Jubei más por el hecho de que les quitó y estropeó el detector que por lo ocurrido a los peces, pero Jubei pensaba que esa mirada se refería a los inocentes cadáveres con branquias...Se encogió de hombros y dijo con cara de niño regañado:
- Bueno, ¿Yo cómo iba a saber?-
Con ciertas dificultades lograron convencer a los peces que se introdujeran al agua para seguir jalando la lancha, dada la descarga anterior que por poco los achicharra a ellos también; pronto seguían su camino.
Llegaron después de dos días de camino ante un enorme muro que parecía hecho de Mitrhil (+) y que se extendía al parecer indefinidamente hacia arriba e indefinidamente hacia los lados. Golosina sacó uno de esos aparatitos que Jubei ya había visto antes, apuntó éste hacia la pared, apretó una combinación de botones, tras lo cual se oyó una corta y particular escala musical que iba de manera ascendente, que no duró más de tres tonos graves, mientras una fina línea de una bella luz dorada de aproximadamente ocho metros de alto, contados a partir del nivel del agua se abría dejando paso al "nivel -6" (seis negativo), dejando ahora a la vista, un sitio donde las aguas eran de un color violeta claro con un cielo levemente anaranjado.
Robertín arreó a los peces para que se apresuraran a entrar antes de que la enorme puerta comenzara a cerrarse.
[N. De A. : (+) El Mithril es plata en su estado más puro, hasta 3 veces más sólida que el titanio, hecha por Elfos. Creo...]
El camino transcurría tranquilamente. En el nivel uno se detuvieron a comer algo antes de proseguir su viaje a través de las aguas.
Por en medio viajaban ellos, la barca se deslizaba silenciosamente sobre las tranquilas aguas violeta; a un lado y a otro a una distancia de 200mt de cada lado se veía tierra firme cubierta de verdes bosques cuyos árboles tenían una coloración aguamarina y verdes metálicos. Extrañas parvadas de aves semejantes a aves del paraíso con cabezas de osos hormigueros cruzaban el río ocasionalmente. Tímidas y exóticas criaturas, delgadas unas, rechonchas otras, daban ocasionalmente pruebas de su huidiza existencia al paso de la embarcación. Curiosos ruidos amenizaban el ambiente. Así siguieron las cosas durante el tercer día. Pronto amaneció el cuarto. Mientras iban por el río repentinamente parecía que la barca incrementaba un poco su velocidad.
A ratos, la pequeña volteaba a ver inquieta hacia atrás. Jubei preguntó:

- ¿Qué ocurre, Golosina?-
- Creo que estamos en problemas con "p" de "pez"-
Al voltear, los tres pudieron constatar que un inmenso pez del tamaño de un "Ferry" se dirigía velozmente hacia ellos, Robertín arreó a los peces domesticados para que fueran más de prisa; aunque ellos ya habían percibido el peligro y se dirigían a toda velocidad por el agua.

- ¡Hay que soltar lastre para aumentar velocidad! - Gritó el niño.

Golosina comenzó a tirar por la borda enormes bolsas de croquetas para peces, algunos sacos con fruta, paquetes de alimento seco, cecina de licosanurio, latas de alimentos en conserva; al tiempo que Jubei sacaba su arco y flechas y disparaba flechas certeras al pez que, por desgracia parecía tener un exterior extremadamente resistente, lo suficiente como para que las flechas rebotaran en él.
Repentinamente, el enorme animal saltó sobre la barca con todas las ganas de caerles encima con las fauces abiertas de par en par:

- ¡Es inútil, nos alcanzará! - Gritó Golosina
- ¡Tendremos que saltar! ¡Abandonen el barco!- Gritó Robertín.

Ambos murcielaguitos saltaron y extendieron sus alas, Jubei también saltó...Al agua, por supuesto, pero no duró en ella mucho. No bien trataba de salir a la superficie, el enorme depredador abrió su bocaza y se tragó al paladín antes de que éste llegara a la superficie.
Por encima del agua, Golosina y Robertín revolotearon algunos instantes tratando de ver al pez ó a Jubei. Luego aterrizaron a la orilla.

- Te dije que ese tipo no iba a sobrevivir en esta dimensión, Golosina...-
- Hay...- Suspiró profundamente- Yo creía que, al menos nos iba a durar un día más su agradable compañía...
- Me debes el peso de tu libélula "Antares" en oro, no creas que se me ha olvidado...-

En ese preciso momento, Un enorme pez muerto salía flotando a la superficie, y a los pocos segundos, un suertudo samurai asomaba sobre las aguas...En menos de lo que se escribe Jubei Shimada fue ayudado a salir, ya los tres estaban en camino al castillo de la familia Cellín por la orilla del río.

En unas cuantas horas llegaban a la siguiente puerta. Aquella que les permitiría pasar del nivel cuatro al nivel cinco.
A la entrada de éste nivel ya había un crecido número de construcciones que en común con Venecia tendrían que las calles tenían agua...Pero hasta allí terminaría la semejanza, ya que también había una completa variedad de puentes que unían unas calles con otras, y por las cuales, transitaban personas...Ejem, peligritos y licosanurios. Más arriba volaban algunos vampiritos y fantasmitas, y, de manera ocasional, todavía más arriba, llegaba a presenciarse ocasionalmente alguna libélula de considerables proporciones.
Pasaban por las calles siendo víctimas de los saludos de muchos conocidos y las curiosas miradas de muchos extraños dado el aspecto de Jubei. Cerca de las afueras de la ciudad (Donde ya no había mas que unos delgados canales de agua que salían de él) Se levantaba imponente, en la distancia, un gran castillo que por fuera parecía cubierto de una lisa pared de mármol de unos quince metros de altura, coronado por amenazadores alambres de púas. Lo de adentro no parecía tan imponente como el muro, porque los acabados semejaban cantera; aunque ese castillo era algo muy particular. Ante la llegada de Golosina Chiquitina y Roberto Robertín las enormes rejas de oro ya habían sido abiertas. Una vez en la entrada, Golosina le advirtió:

Señor Jubei, tendremos que comenzar a correr hacia la entrada una vez que nos adentremos al patio. ¿Comprende?
A la cuenta de dos y medio para las tres, se dirigieron raudos hasta la entrada propiamente dicha. Al terminar la carrera a través del angosto pasillo rodeado por agua, pudo el samurai percatarse de que el agua era un hervidero de lagartos.
Al entrar al enorme castillo, Encontraron...Mejor dicho, no encontraron nada.
Un inmenso salón completamente oscuro y vacío estaba ante ellos.
Mientras los ojos de Jubei se acostumbraban a la oscuridad reinante, Robertín y Golosina le explicaron que cuando ellos llegaban de visita con Fantasmín, siempre jugaban un juego. Obviamente el paladín los interrogó al respecto. Ellos respondieron que el juego consistía en ser el primero en encontrar a Fantasmín buscándolo por TODO el castillo. Entonces, sin decir más, Robertín corrió hacia un lado, y Golosina hizo lo propio hacia otro. Tras unos instantes se escuchó un par de puertas cerrándose de golpe, ya el samurai se percataba de que había, alineadas contra las paredes una inaceptable y antiestética cantidad de puertas en ese lugar.

- Supongo que eso quiere decir que me invitan al juego.- Dijo resignado; al tiempo que cerraba una puerta tras de sí.
Sin embargo, no se lo tomaba tan a la ligera. A la entrada del pasillo, el cual descendía en forma de escaleras en espiral había una antorcha, la cual sacó y usaba para alumbrarse el camino donde se notaba que otras teas ya se habían consumido. Mientras bajaba, observaba las paredes de ladrillo, así como los pilares que salían a medias de ambos muros. Había humedad en el silencioso pasaje, y un silencio de esos que calan hasta los huesos. Repentinamente se escuchó con toda claridad cómo la puerta por donde había entrado hace un trío de minutos se abría y luego cerraba. Escuchó cómo algo venía bajando a una considerable velocidad las escaleras de cinco en cinco (ó al menos no las bajaba de uno en uno)
Algo grande: Trump, trump, trump...
Algo que hacía retumbar el entorno: Trump, trump, trump...
Con todo el cuidado y sigilo posibles; el guerrero trató en la medida posible, "hacerse uno" con la pared junto a un pilar, para que, fuese lo que fuese, no le sorprendiera, por lo menos, no antes de que Jubei le sorprendiera primero....

A su lado, a una buena velocidad, pasó un blanco licosanurio, el cual; siguió bajando las escaleras en espiral de cinco en cinco escalones para después perderse en la obscuridad.
Al ver que el animal tenía riendas y montura, decidió seguirlo en silencio.
Los pasos del animalito se escuchaban cada vez más lejanos, pero sin perderse. Repentinamente dejó de oírse el ruido.
Al terminar de bajar las aparentemente interminables escaleras, llegó ante una enorme puerta de oro forjado, en la cual había unos grabados de "Sasabosan" ya muy desgastados por el tiempo. La puerta no tenía cerradura, pero se encontraba cerrada. Jubei soltó un pequeño suspiro:

- Aahh, ¿dónde se habrá metido ese animalito?
- Güinch! - Se escuchó a sus espaldas.

Al voltear se dio cuenta de que el licosanurio se encontraba firmemente parado en el techo.

- Güinch -
- Vaya -, Dijo asombrado, no creí que también pudieran hacer eso...
Afortunadamente, el guerrero ya había sido instruido sobre cómo tratar con ellos, así que; ni tardo, ni perezoso, graduó su traductor para comunicarse con el bicho:

- Hola, pequeño, ¿Cómo te llamas?-
- Güinch. ¿ Güinch?- (Mi nombre es "Luna". ¿Cuál es el tuyo?)
- Jubei. Oye, ¿Sabes dónde está Fantasmín Cellín?-
- Güinch. ¿ Güinch?- (Claro que sí. ¿Te llevo?)
- Por favor, "Luna", si no es mucha molestia.-
- Güinch, Güinch (Sólo sujétate bien) - Dijo Luna, mientras descendía caminando del techo para colocarse delante de Jubei.

Tras pasar por un viaje semejante por el que tuvo que pasar anteriormente el Yagami (Aunque sin quedar ridículamente colgado como este) Luna se detuvo frente a la misma puerta en cuestión.
Jubei entró después de dar las gracias al lico y pedirle que por favor lo esperara hasta que terminara de hablar con Fantasmín, tras lo cual le dio un dulce a Luna, quien obedientemente se sentó a la entrada.
Al entrar se puso a examinar detenidamente la decoración, así como los espejos, en los cuales contempló lo siguiente:
Espejo 1-    El símbolo del clan Kusanagi con flamas carmesí de fondo.
Espejo 2-    El símbolo del clan Yagami con flamas púrpura de fondo.
Espejo 3-    Una enorme espada de doble mano cuya empuñadura tenía forma de delfín.
Espejo 4-    Un enorme murciélago rojo aleteando en un fondo negro.
Espejo 5-    Un símbolo estilizado de una cobra con un círculo sobre ella.
Espejo 6-    Algo semejante a un shuriken de seis puntas girando lentamente.
Espejo 7-    La silueta de una persona patinando.
Espejo 8-    Una oscura estatua del Dios egipcio Anubis.
Espejo 9-    Una serpiente como círculo que mordía su propia cola.
Espejo 10-    Una pirámide.
Espejo 11-    Robertín y Golosina corriendo por el castillo.
Espejo 12-    Su propia imagen.
Extrañado por no saber qué diablos significarían todas las cosas vistas (Exceptuando a Golosina y Robertín, por supuesto) se quedó por momentos contemplando su propia imagen. Se acomodó el casco, la imagen se acomodó el casco. Sacó su espada de la funda para lucirse un poco y.... Su imagen lo atacó:
- ¿Qué diablos significa esto? - Preguntó molesto Jubei
La imagen seguía atacando.
Jubei intentó una estocada definitiva, pero falló, rompiendo el espejo situado atrás de su "doble", quien, tras un idéntico golpe fallido, quebraba el espejo que se encontraba tras Jubei. Por fin Jubei "original" logró lanzar un buen golpe a Jubei "copia". Jubei "copia" no emitió sonido alguno. Sólo seguía luchando. Tras un fabuloso golpe ascendente (Que partiría fácilmente en dos a un humano normal) Jubei "copia" se esfumó en el aire.
¡Clap!, ¡Clap!, ¡Clap! - Escuchó a su espalda

- ¡Bravo! ¡Eres muy bueno!- Decía el aparecido Fantasmín mientras aplaudía gustoso.
- Le has ganado por completo a Golosina y Robertín, te felicito- (Decía el pequeño espectro, en lengua común)
Pero Jubei no parecía muy contento, así que para salir de dudas preguntó:
- ¿Tú hiciste eso del espejo?-
- Bueno, los espejos son mágicos, te muestran cosas que tienen que ver contigo, pero la imagen peleando, eso sí lo hice yo.-
- ¿Me hubiese podido hacer daño la imagen que derroté?-
- Claro que no, ya te lo dije, es un juego. No me gusta que nadie salga lastimado mientras juega. Dime, ¿Qué tal me salió?-
- Pues, bastante buena, pero te falló un pequeño detalle.-
- ¿A si? ¿Cuál?-
- Que yo soy mejor y más guapo - Dijo Jubei dándose sus aires.
- ¿Tú eres Fantasmín Cellín, verdad?-
- Claro, el mismo y el único, porque no hay más, je, je, je. Por favor dime tu nombre y dime cómo llegaste aquí.-
- Yo soy Shimada Jubei, vengo como lo habrás notado, de otro mundo.-
- Ajá....-
- Llegué aquí gracias a un murcielaguito verde de nombre "Randy", y su tío "Naf" me dijo que tú podrías ayudarme a volver al sitio de donde soy;-
- Ajá...-
- Además estoy interesado en comprarte libélulas, y no solo eso, sino en la apertura de una ruta comercial de mi mundo y el tuyo....-
- Me parece muy buena tu idea, Jubei, pero tengo unos problemas muy graves que, al menos por ahora, me dificultan tu petición.-
-¿Cuáles son, si se puede saber?- Preguntó algo preocupado, porque urgíale volver a su mundo.
- Bueno, en primera, necesito que haya un registro previo del lugar de donde vienes.
¿Tú lo tienes?-
- Me temo que no. Naf dijo que no podía rastrear mi lugar de origen y que tú podrías ayudarme.-
- De acuerdo, lo intentaré. Para lograrlo necesito que mi consejo de sabios se ponga a investigar y deliberar, Mas, ahora están ocupados porque buscamos la solución al problema de los niveles superiores, el cual, nos ha estado quitando el sueño literalmente. -
- ¿En qué consiste el problema?-
- Endochbalamatl, conocido popularmente bajo el nombre de "Bata", es un enorme monstruo de cuatro patas, que cada luna llena se coloca en el "monte quejumbroso" y se pone a lanzar unos gritos tan desgarradores que no hay pared alguna, por gruesa y acolchonada que esta sea, que mitigue sus escandalosos rugidos. No deja descansar a nadie durante las tres noches que dura la luna llena. Esto altera drásticamente nuestras actividades laborales, escolares y de todo tipo.-
- ¿Y, no han pensado aún en una solución efectiva?-
- Vamos, Señor Jubei, nosotros no hemos sido belicosos desde hace miles de años, nadie sabe como pelear, dominar ó convencer a "esta cosa"... Y tenemos fe en que tú podrás detener las dificultades que Endochbalamatl nos causa.
Existen además en este lugar otros "peligritos" que no están en absoluto de acuerdo con nuestros sistemas de gobierno y, se han aliado con unos monstruos que ocasionalmente nos exigen un tributo de proporciones absurdas, además de saquear toda Haunted House. -
- ¿Quiénes son ellos?-
- La cucaracha del nivel 7, la mosca del nivel 54 y el terrible alacrán Efebos Gurrumino del nivel 1115. -
- ¿Y, cada cuando vienen para acá?-
- Por desgracia no lo sabemos. Si así fuera, ya habríamos podido tenderles una buena trampa.
Si tú eres lo suficientemente fuerte para exterminarles, podremos pagarte bastante bien, además de regresarte a tu mundo.
- ¿Yo? ¿Solo? Preguntó Jubei todavía no muy convencido-
- Bueno, creo que podré proporcionarte ayuda "extra". Elige de este castillo a quien desees que te acompañe. Tienes hasta mañana por la noche para darme tu elección, porque pasado mañana es luna llena. Mientras la llevas a cabo, mis científicos buscarán tu dimensión para ayudarte a regresar a ella. Por ahora, serás mi invitado de honor......-
- Oye, ¿Tampoco tienen armas que me proporcionen para atraparlo?-
- Bueno, sí, te conduciré a la sala de armas, donde tenemos antiguas armas que posiblemente podrían ayudarte... Oye, ¿Me puedes hacer un favor antes de que "Luna" el animalito que te trajo, te lleve a la habitación donde quedarás hospedado?-
- Por supuesto, Fantasmín, de qué se trata?-
- Por ningún motivo vayas a abrir otra puerta que no sea la de tu cuarto, verás, aquí hay muchos seres distintos hospedados, esta regla es para evitar que se metan en pleitos unos con otros dadas sus diferencias, ¿Comprendes?-
- Claro, Fantasmín. Así será.-

Al momento, Golosina y Robertín llegaban sigilosamente por detrás de Fantasmín, mientras Robertín le guiñaba un ojo a Jubei y se llevaba el dedo índice a la boca para pedirle silencio. Tras unos instantes, Golosina jaloneó a modo de campana el rabito del espectro:
- ¡Hooolaaa!-

Furioso, Fantasmín volteó y muy enojado le gritó a Golosina:

- ¡Ya les he dicho que no hagan eso!-

Jubei se volteó a un lado, para que Fantasmín no se diera cuenta de que le había hecho reír esta situación. Después de asegurarse que no se reiría de él en su cara, preguntó:

- Disculpe, pequeño y respetable Fantasmín, ¿Dónde queda la biblioteca?-

- Lamento no poder llevarte yo mismo, tengo que atender una puesta de huevos de Licosanurios en la granja 32, y necesito que Golo y Robertín vengan conmigo; pero puedes pedirle a "Luna" que te lleve. El desayuno está listo de manera constante en el comedor a partir de las 4:30 AM, como regla general.-
- Gracias, Fantasmín-san.- Dijo, mientras Luna se acercaba a recogerlo. Jubei le pidió ir primero a la biblioteca y tras un montón de pasillos y vueltas (No tantas esta vez) por fin llegó a ella. Esperó un poco a que se le quitara lo mareado antes de desmontar, y después se encaminó hacia la enorme puerta de madera rojiza.
Tocó primero la puerta, de manera fuerte y pausada.

- ¿Quién es? Respondió una ronca y amargada voz.-

- ¿Esta es la biblioteca? - Preguntó el paladín sin fijarse en que la pregunta la había formulado en japonés
- Sí, si lo es- Dijo la voz un poco menos amargada. Unos veloces pasos se oyeron aproximarse a la puerta. Tras descorrer una rendija previamente hecha en la madera, unos humanos ojos ya familiares para ustedes, pacientes lectores, observaban a Jubei. Al ver que se trataba de un humano, el Yagami dijo:

Abriré.

***

Continúa

[ Capítulo 5: Jubei ]

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Algunos personajes pertenecen a SNK ^^U
el resto no tengo idea
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Junio, 2001

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