[Todos los personajes son marcas registradas de sus respectivos autores. Esta historia se ha realizado sin fines de lucro. Únicamente se escribió con fines recreativos gratuitos]
Todo es posible en la imaginación
Si puedes pensarlo puede existir
DUNGEONS&FLAMES
Por: Triste Iori (crossover from heaven to hell and more)
CAPÍTULO 4: ENCUENTROS CERCANOS DEL CUARTO TIPO
Al principio, Randy estaba preocupado por regresar a casa, de hecho, lo estaba tanto, que
no guardó el código de acceso de la dimensión de Jubei.... Lástima que Jubei no lo
sabía...
Antes que cualquier otra cosa ocurriera, Jubei envió con guardia escoltada, el
licosanurio de la hermana de Randy (Quien por cierto, se llamaba "Motita") con
un recado para el Shogún, en el cual le prometía conseguirle una "caballería"
con éstos animalitos y así conseguir una victoria total y absoluta.... Por supuesto,
antes de enviarlo, solicitó a los niños que le especificaran los cuidados de esas
monturas, para después él mismo asesorar a sus enviados, entre algunos de los detalles
se contaban que son frugívoros, se les puede educar basándose en estímulos dulces (y
dulces) y, que son tan brillantes, que uno de sus pasatiempos favoritos son los juegos de
mesa como "damas peligriles" y cosas así...Y que, si los hacen enojar,
acostumbran sentarse sobre el agresor...
Jubei partió al día siguiente al sitio donde encontró a Randy por vez primera,
acompañado por éste (sentado delante de él en el mismo caballo) y seguidos por
"Coconut" la hermana menor de Randy, montada en el Lico de éste. Tras varios
fallidos intentos y una pequeña reparación, el aparatito aquél abrió una puerta
luminosa, en la cual, tras reunir valor, Jubei entró llevando a los niños....
Avanzaron unos cuantos pasos cegados por la azulona luz, al final de ella, salieron a un
lugar con un cielo grisáceo y un verde prado.... Jubei Estaba extremadamente alerta.
Sintió que la tierra retumbaba un poco y se puso en guardia.... una manada de
licosanurios corría directamente hacia ellos y, por poco y no logran esquivarlos....
- ¡Oh, No!- Gritó "Coconut"
- ¡Mi tío me va a matar!- Exclamó Randy
- ¡Rápido, Randy; cierra la puerta "esa"! ¡Que no escapen!- Dijo el
samurai...
Randy actuó rápidamente, desafortunadamente de los 150 licosanurios alcanzaron a
escaparse alrededor de 25.
A lo lejos se divisaba la casa propiamente dicha. Coconut se adelantó a toda velocidad...
Jubei dejó hacer a la pequeña... Mejor para él.
Un par de extrañas criaturitas del tamaño de las gigantes tortugas galápagos (y con
caparazones iguales) sacaban unas alargadas cabezas con trompas como de armadillo y
observaban....Coconut les llamó cariñosamente, para después atarles a un árbol
cercano. Luego entró corriendo a la casa para poner rápidamente al tanto a su tío....
Con toda la paciencia de una formación geológica el viejo "Naf" detuvo su
mecedora, dejó de comer sus "gogomeras", Se colocó sus anteojos, dejó la
cesta de frutas a un lado, se levantó despacio de ella, y le dijo:
- ¿Ahora entienden porqué no me agrada que tomen mis cosas? Me tenían preocupado, -
Mientras, se dirigía con ese solemne y pausado paso a la entrada
- ¿Randy está bien?-
- Sí tío,, pero "Zancas largas" está herido de una pata, y el señor que
tiene a mi hermanito como "periodiquero de guerras " ó algo así se ha quedado
con "Motita...." Y como tiene un "cuchillo muy grande" guardado en una
bolsa pegada al costado, decidí atar a nuestros perros, por si acaso...-
Alzando una mano de manera solemne, Naf dijo:
- Bueno, por ahora no quiero que me cuentes más. Estoy muy molesto con ambos y el
guerrero ya va a llegar a la entrada, así que me haces de inmediato tres litros de jugo
de "gogomeras" y sacas unas galletas de la alacena...-
- S-sí tiíto.... - Dijo la pequeña vampirita de color naranja mientras agachaba las
orejas al pensar en qué castigo se habrían ganado en esta ocasión.
A punto de llegar y ver al azulado vampirito alzando una mano, Jubei llegó a pensar que
era un saludo para él...
- Buenos días, noble guerrero, mi nombre es Naf, ¿Qué se le ofrece?-
- Shimada Jubei. Un honor. .. Aquí le traigo estas pequeñas ovejas descarriadas...-
- Ya veo... Y le estoy muy agradecido. Pase, por favor..... Randy, encárgate de la
montura del señor; Y más te vale que hagas un buen trabajo, ¿Entendido?-
- Ajá...-
Los muebles en cuestión dada las estaturas de los peligritos le venían como muebles
orientales a Jubei.... Naf le pidió tomar asiento. Al hacerlo, Jubei desenfundó muy
despacio su arma, y la colocó con cuidado en la mesa como prueba de sus buenas
intenciones (porque si la espada permanecía en su funda, podría interpretarse como que
en cualquier momento podría retroceder y blandirla)
De todas formas, Naf malinterpretó el acto de Jubei como: "Mira, tengo aquí una
espada enorme y filosa, mírala bien, ni se te ocurra hacer algo porque te meterías en
problemas..."
- Así que usted ha encontrado a mis sobrinos-
- Disculpe que me meta donde sé que no me llaman, pero... ¿Dónde están sus padres?-
- Por desgracia murieron el año antepasado...-
- Vaya... lo lamento....-
- Está bien... Dígame, le dieron muchos problemas?-
- No, nada, en absoluto....- Decía, mientras observaba asombrado que las rejas y
protecciones de la casa estaban hechas nada más y nada menos que de oro.... oro en las
chapas de las puertas... oro en las llaves, en donde ellos utilizaban acero, bronce ó
cobre, los "peligritos" usaban oro....
En esos momentos, "Coconut" llegó con una jarra, un par de vasos y un plato con
galletas. Los dejó en la mesa y se retiró tan desapercibidamente como pudo....
- Naf continuó: No son malos chicos... Tan sólo que ese acontecimiento los dejó algo
afectados, y; como yo no tengo hijos no sé cómo atenderlos de manera adecuada...-
- Comprendo...-
- ...No son como los licosanurios, con ellos es más fácil: Si quieres que se queden
quietos, les das un tablero de juego, y permanecerán tranquilos por al menos, ocho horas,
si desobedecen, basta con un periodicazo, si se enojan, se acontentan con algo dulce....
No... con los niños es distinto....-
Naf le ofreció jugo al samurai, quien realmente se quedó asombrado ante tan dulce
bebida....
- ¿Así que usted viene de muy lejos?-
- Pues... así es....-
- Dígame; ¿No le gustaría que entre su nación y la nuestra se entablara una ruta
comercial?...-
A ambos les brillaron los ojos de la avaricia...
- Disculpe, "Venerable" Naf, pero si usted desea que eso ocurra, me temo que
necesitaremos primero que nos ... Eh.... venda algunas de sus magníficas criaturas...
porque... bueno, nosotros estamos por ahora en guerra con otra nación y,
desgraciadamente, no podremos darles a sus negocios y a su pueblo la seguridad que se
merecen, pero si ustedes nos ayudaran de esa manera, seguramente muy pronto podríamos
abrir una ruta comercial... y, bueno... creo que en especial a usted le convendría, por
ser el primero.... usted sabe...-
Naf asentía pacientemente....
- ¿Cuántos licosanurios te interesa comprar?-
- Bueno, eso depende en cuanto los vendan.....-
- Un kilo de miel por kilo de licosanurio..... sea vivo ó muerto....-
- ¿Miel? - Preguntó visiblemente extrañado...-
- Claro, ¿Qué esperabas dar a cambio por ellos...? ¿Oro? ¡Ja!,
¡Ja!, ¡Ja!, ¡Ja!, ¡Ja!,...... ¡Por supuesto que miel! - Digo sonriente, mientras
señalaba amistoso con su pipa antes de encenderla...-
- S...sí... he, he, he, claro....-
Un creciente zumbido Llamó la atención del paladín, Naf lo tranquilizó explicándole
que se debía a una de las enormes libélulas de transporte que pasaban por el lugar...
- ¿Y, no puedes venderme alguna como ésa?-
Preguntó expectante, dado que ahora imaginaba cómo se podría organizar un fabuloso
batallón aéreo (Al fin guerrero...)
- Desafortunadamente yo no tengo posibilidad alguna, la adquisición de libélulas más
cercana la posee la familia Cellín, quienes viven en el nivel 5.....-
- Este.... ¿Cómo es eso?-
El tío Naf con su paciencia característica le explicó la intrincada manera en que
estaba estructurada la dimensión "Haunted House":
- En niveles que son semejantes a mundos unidos unos con otros de manera paralela y
separados por "puertas", las cuales para ser abiertas requieren de un código de
acceso que proporcionan unos "aparatitos" con pilas si se desea ir de un nivel a
otro...-
- ¿Y, a cuantos días de camino queda eso de aquí?-
- A no más de diez...-
- Eso me parece algo lejos, sobre todo porque no puedo ausentarme mucho del lugar del que
vengo...-
- Bueno, lamento decirte que es al parecer tu única opción, pero si lo deseas podría
prestarte uno de mis Licosanurios, de hecho, incluso podría regalártelo, dado tu acto de
buena fe al traer aquí a mis sobrinos sanos y salvos, con un licosanurio podrías hacer
el recorrido en sólo seis días...-
- ¿No hay un modo más veloz? Como las libélulas...-
- Por desgracia yo no tengo libélulas, nadie en estos niveles tiene, el acceso a ellas es
muy restringido debido a su precio y costo de mantenimiento, Si tuviese una lancha con
peces domesticados, podría hacer el recorrido en aproximadamente cuatro días.-
Jubei tuvo que conformarse.
Naf le proporcionó al Samurai un traductor de más alcances lingüísticos y un abre -
puertas internivel para que pudiera llegar a donde la familia Cellín.
Una vez comprendido sus respectivos usos cayó en la cuenta de que necesitaría poner
sobre aviso a sus compatriotas pidiéndoles "moneda Hauntedhousiana" para pagar
las libélulas y licosanurios que pensaba adquirir....
- ¿Podría usted, Naf-san abrir una puerta de regreso a mi mundo para que avise a mis
compatriotas sobre la compra de esas criaturas?-
- Caray, bueno, yo no sé cuál es tu mundo, pero.... ¡Randy! ¡Muchacho de porra! Ven
aquí inmediatamente...-
Tras unos segundos, el pequeño murciélago arribó....
- Dime, tío...-
- Permíteme MI "Accesador"-
Después de recibirlo, darle un coscorrón a Randy y revisar, Naf movió la cabeza
apesadumbradamente y dijo...
- Randy no guardó la clave de acceso a tu lugar de origen, lo más que puedo hacer es
abrir una puertita a él de sólo pocos centímetros, dado que todos los portales de este
tipo dejan un poco de energía en el ambiente antes de cerrarse, pero no podemos
rastrearlo así....-
El pobre Jubei comenzaba a preocuparse un poco...
- Pero no te preocupes, Fantasmín tiene muchos recursos, seguramente él podrá
regresarte....-
(N de A :¿Habéis notado cómo todos los jodidos problemas de Haunted House los tiene que
resolver Fantasmín?)
Consolado con esta idea, Jubei puso cuidadosamente codificada una solicitud de producción
de miel en cantidades industriales, poniendo especial cuidado en dejar bien claro que era
miel lo que solicitaba y no otra cosa.... Enrolló el documento, le puso su sello y lo
arrojó por la mini puerta dimensional....
(N de A:Uno de los grandes misterios de la historia de la humanidad ha quedado resuelto
aquí: Uno de los motivos por los cuales China no logró conquistar a Japón en el pasado,
es que fueron los Chinos quienes encontraron el mensaje, una vez descifrado quedaron
confundidos por la exótica orden de este general consistente en mandar a su pueblo a
fabricar miel ^^`)
Unos momentos antes de salir, Jubei solicitaba que Randy (por enterarse que era conocido
del tal Fantasmín) le acompañara al castillo, mas, como Naf aún recordaba la espada de
aquél, insistiera en que Jubei fuera solo, pero no sabía como realizar el movimiento;
tocaron a la puerta... Naf abrió.... Al ver quienes eran, tuvo una idea....
- Buenas tardes, señor Naf, ¿Se encuentra Randy? Preguntó una rosada murcielaguita....-
- Sí, pero no puede salir porque está castigado....-
- ¿Porqué? ¿Qué hizo ahora?- Preguntó otro azulado murcielaguito junto a la chica
Naf abrió por completo la puerta, y mostrándoles a Jubei dijo:
- Porque ha traído hasta aquí a este respetable señor y no podemos regresarlo a su
mundo....-
- ¡Ah! Pero nosotros podemos llevarlo con nuestro amigo Fantasmín para que le ayude....-
Naf preguntó:
- ¿No es molestia?-
Ellos contestaron a coro:
- ¡Claro que no! Justamente vamos hacia allá....-
En vista de aquello, Jubei se vió forzado a dejar su caballo al cuidado de Naf..
Así, después de las presentaciones, Jubei abordó esa pequeña embarcación, aunque con
cierta cara interrogante porque no veía remos ni maquinaria de gnomos por ningún lado...
Robertín, el murciélago azulado, abrió una pequeña escotilla en el fondo de la lancha,
extrajo del pequeño compartimento cuatro manzanas y arrojó éstas un poco delante de la
proa. Se vió un burbujear, Golosina arreó a los peces mientras Robertín le explicaba al
samurai lo que jalaba la lancha, (Exacto: peces domesticados") y partieron hacia el
nivel "5".
Iban navegando en medio del pacífico río, Roberto Robertín y Golosina Chiquitina
estaban concentrados con las riendas de los peces y el timón, Jubei iba alerta ante
aquél nuevo y exótico medio que se abría ante sus curiosos ojos por si
"acaso"...Repentinamente le pareció escuchar un ruido semejante al de algo
moviéndose entre los arbustos que crecían en un islote por donde pasaban en esos
momentos, y que alguien decía en un perfecto y entendible japonés:
- ¡Deja de hacer tanto ruido, bobo; ¡No queremos que nos descubran, recuérdalo!-
- Señorita Golosina, jovencito Robertín, ¿Me harían un favor?- Preguntó Jubei en voz
baja
- ¿Síiii?- Respondieron a la vez
- ¿Podrían orillarse unos momentos a aquél islote?-
- Por supuesto -, respondió la chica.
Al llegar a tierra el Paladín les dijo:
- Quédense unos momentos aquí, por favor, en seguida vuelvo....
Por supuesto, Jubei no sabía que pedirle a Golosina y a Robertín que se quedaran quietos
en un mismo lugar era como no saber magia ni telekinesis y pedirle a las rocas que se
pusieran a levitar...
El guerrero se asomó cuidadosamente... Aproximadamente a 20 metros del lugar vió nada
mas ni nada menos a Oeste y a Norte, el primero con un detector de metales y el segundo
cargando un pico y una pala.... (Si Iori y Kyo los hubiesen visto, habrían pensado no
sólo en retirarse, sino en que sus mudas de ropa eran todas iguales)
Jubei preguntó a los chicos:- ¿Qué tan común es encontrar personas como yo en esta
dimensión?-
A lo que ellos respondieron:
- Extremadamente extraño.... -
Si Jubei entendiera lo que era el sarcasmo, se habría dado cuenta de que últimamente era
sumamente "extraño", Lo que lo impulsó a salir e intentar entablar
conversación fue lo que escuchó:
- Creo que por fin la encontramos -, dijo emocionado Oeste, mientras desenterraban una
larga espada...
Jubei al ver ciertos rasgos familiares en el chico de cabello azul marino salió
decidido...
- Oigan, ¡Ustedes!... ¡ Hola....!-
Por algunos momentos ambos estuvieron a punto de ahogarse con su propia saliva...
(Dirigiéndose a Oeste)- Oigan, ¿Qué es eso?-
Y seguía aproximándose....
Al punto, Oeste apagó el detector, lo colocó en su delgado pero fuertemente musculado
hombro, y dijo:
- No te importa...-
Confundiendo a Oeste con un sirviente dadas sus poco lujosas ropas, respondió:
- Vaya, pues yo creo que sí, y mucho... ¿Para qué sirve?
Norte dijo:- Para buscar objetos....-
Una gota de sudor apareció en la frente de Oeste....
Jubei pensó en voz alta al ver en la otra mano de Oeste la recién desenterrada espada:
- ¡WOW! Una máquina para encontrar ítems mágicos... ¿Dónde puedo encontrar uno
así?-
- ¡No te diremos nada!, ¿Me oyes, imbécil? ¡Ni un paso más! -
Amenazó Oeste, mientras Norte dejaba a un lado la pala para tomar sus voluminosas hachas
- Te arrepentirás de habernos interrumpido... - Dijo Oeste.... en los siguientes segundos
ambos invocaron sus puntiagudas armaduras.... Jubei se encontraba a menos de 15 metros ya,
al ver tan horrendas protecciones, supuso que algo andaba mal.... Realizó un hechizo de
detección de maldad (El cual era una habilidad nata) y sintió escalofríos... Realmente
esos trajes estaban envestidos de una pasmosa maldad total y absoluta.
... por detrás, Jubei oyó una vocecita:
- ¿Te ayudamos? -
Eran los niños.
- Por favor, distraigan al gigante, mientras me encargo del otro...-
- ¿Ustedes saben qué tipo de armaduras tienen puestas en realidad?- Cuestionó
precautoriamente...
- ¡Así es!- Dijeron al unísono - ¡Las conocemos y ellas nos conocen!-
Oeste susurró a Norte: - Si necesito ayuda, te la pediré... Por ahora, cuida tus
hachas.-
Como era de esperarse, el combate comenzaría:
Oeste llevó a cabo su golpe múltiple:
- ¡Cápsulas de fuego!-
Pero la distancia que le separaba del paladín aún era demasiada.... Esquivando los
cometas, cargó contra Oeste, Su espada al lado, levantaba una fina polvareda por su
velocidad..... Y arreció un poderoso golpe que, a pesar de ser detenido por el escudo de
Oeste, le obligó a retroceder unos pasos... Ahora blandió su espada. Comprendió que no
podría subestimar al paladín.
Jubei intentaba quitarle a Oeste su casco a punta de espadazos para después someterlo,
cosa que desafortunadamente no lograba dada la firme manera en que el casco estaba sujeto,
por otra parte, Oeste intentaba cercenarle la cabeza de un solo tajo sin resultado alguno
debido a la monumental destreza del samurai al defenderse. Norte contemplaba ansioso el
combate.... Cuando atrás de él se oyó una vocecita:
- ¿Quieres un dulce?-
Eran Robertín y Golosina. Quienes sostenían ante ellos una canasta repleta de
caramelos....-
- ¿Qué?-
- Que si quieres un dulce...-
-¿Qué es eso?-
- Mira, es rico y se come,- Dijo el pequeño mientras se llevaba un par de colaciones a la
boca....
Dubitativamente Norte probó un caramelo de piña....:
- ¡Vaya! ¡Qué agradable! - Dijo.
Tomó todos los caramelos y se los acabó en un santiamén.
- ¿Tienen más?- Preguntó ansioso
- Sí, allí, - Dijo la vampirita, y haciendo a un lado los arbustos, dejó al descubierto
unos cien metros más adelante, una enorme pila de dulces...
Robertín tomó su inmensa mano amistosamente, y entre los dos lo sentaron ante la pila de
caramelos, bombones, chocolates y otras cosas más.... Mientras que a lo lejos se oían
los choques de las armas.
- ¿Conoces los walkmans?- Preguntó Robertín
Jubei por fin logró cortar la tira de cuero que ataba el casco a la cabeza de Oeste,
provocando una herida considerable, que seguramente le dejaría cicatriz...Más por ser
herido en amor propio, que por el hecho de que lo enardecieran las heridas, Oeste logró
abrir una brecha en la armadura de Jubei, aunque sin dañarlo...
- Este....sí, Ix Mantis tiene unos, pero no se los presta a nadie.....-
- Si quieres, te presto los míos -, dijo solícito Robertín, al tiempo que extraía un
par de su mochila... Y de espaldas al combate, con un par de audífonos puestos, Jubei
podría olvidarse de Norte por un buen rato... Lo que Ahora intentaba el paladín, era
partir el enorme sello de su cinturón, pues de él había surgido la armadura... Logró
hacer varios impactos, pero aparte de que saltaran chispas, nada ocurría
Y antes de que Norte se percatara del engaño, Roberto Robertín y Golosina Chiquitina se
esfumaron del lugar...
Jubei probaba un par de tajos ascendentes más, ahora era la armadura la que salvaba a
Oeste, en vez de su espada.
- ¡Maldito, no lograrás vencer...!- Gritó Oeste, quien dando un gran salto hacia atrás
para ponerse fuera del alcance de Jubei, extendió su mano hacia delante:
- ¡Anematrum!...-
Jubei se vió rodeado de un océano de flamas que se movía sin cesar, como no sentía
calor alguno, supuso que era tan sólo una ilusión. Cerró los ojos, y se concentró en
escuchar las pisadas y la respiración de su oponente, quien a pesar de ser silencioso, no
pudo evitar que el mínimo ruido de su armadura al correr hacia Jubei le delatara...
Con un veloz tajo, logró herirlo. Oeste se fue de espaldas, La ilusión se desvanecía...
A unos metros, Oeste cubría su abdomen con la mano que tenía libre. Se notaba que
sangraba...
- ¡Norte!- Gritó...
- ¡Ven aquí de inmediato, so burro!-
- Creo que tu amigo no vendrá...- dijo entre risas Jubei
- ¡Norte! ¡Donde diablos te has metido, maldito imbécil!-
- Vamos, ríndete y no pasará nada más...-
Mientras se lanzaba totalmente cegado por la ira, Oeste gritó:
- ¡Ukyo Yamazaki Shimada nunca se rindeeee!-
Sorprendido por semejante reacción Jubei se defendió a la desesperada, e instintivamente
soltó un golpe mortal hacia la garganta del chico....Que logró hacerse hacia atrás lo
suficiente como para no morir en el instante, pero no lo necesario como para sobrevivir
más de tres minutos sin atención médica especializada.
Oeste cayó al suelo. Jubei estaba fuera de balance. ¿Había dicho que se apellidaba
Shimada? Se acercó a Oeste, quien por estarse desangrando se encontraba desmayado. Lo
primero que hizo, fue quitarle (con trabajos) el cinturón. Una vez logrado esto, le
lanzó un hechizo de curación a Oeste para evitar que muriera, cerrando así sus heridas.
Retrocedió para examinar el cinturón. Inclusive este se encontraba lleno de agresivas
púas... se imaginó que sería poco menos que imposible colocarse manualmente ese tipo de
armaduras sin recibir cuando menos, una docena de lesiones en las manos durante el
proceso. Estaba a punto de guardárselo para examinarlo mejor después cuando un ruido
metálico lo obligó a voltear hacia donde Oeste estaba tirado.
Esa condenada armadura se había desprendido de su dueño, se había "armado" a
modo de criatura cuadrúpeda, un redondo y rojizo brillo a modo de luminosas canicas se
encontraba en las "cuencas" espectrales de lo que semejaba los ojos de la
armadura... La cual, a modo de hablar a través de un micrófono para hacer voces
"electrónicas" rugía y se dirigía hacia el samurai...
- ¿Me... entiendes? - Todavía se atrevía a decir el samurai...-
La armadura comenzaba a atacarle; con maestría el paladín esquivaba sus veloces
arremetidas, muchas de las cuales provocarían que el mejor torero español se muriera...
Si no de envidia, al menos de la risa.
Cansado de aquellas tonterías el samurai extrajo el sello de donde lo había guardado, y
trató de partirlo con su espada... Todo en vano. Algo más ocurrió: La armadura cometió
el error de pedirle en lengua común que se detuviera, mientras tanto, la cinta de música
"pop" que escuchaba Norte, había llegado a su fin, éste se quitó los
audífonos, y al darse cuenta de las verdaderas intenciones de los vampiritos para con
él, decidió que era hora de regresar.
- Ah, ¿Con que, hablas, ne?-
La armadura se quedó quieta como estatua.
- Muy bien, dime ahora mismo, quién es tu amo, y por qué razón han poseído a estos
pobres humanos para conseguir sus maléficos planes...-
- ¿Qué ocurre si no?-
Jubei a modo de respuesta colocó la punta de su espada contra el sello del cinturón.
- Ante todo, estás en un error, humano mortal, en ningún momento nosotros hemos forzado
a estos chicos a que nos lleven, por propia voluntad ellos lo han decidido así, respecto
a mi gran amo, su verdadero nombre es "Abraxas"-
Se oyó un atronador grito... Era Norte, quien salía de entre los arbustos... Furioso por
el engaño, y blandiendo sus inmensas hachas; lanzó una de ellas hacia Jubei, mas, debido
a la falta de práctica no logró acertar ni de lejos... El arma fue a incrustarse casi
hasta el mango a una roca de gran tamaño. Levantando una enorme polvareda muy al estilo
anime, Jubei se dirigió hacia Norte...Con una feroz y candente armadura llena de
cuchillas tras él.
Norte tomó con ambas manos su otra hacha, calculando el momento en que Jubei estaría
llegando con él, soltó veloz el golpe con todas sus fuerzas..... Jubei se deslizó entre
las piernas del grandulón al tiempo que colocaba el sello de la armadura del Oeste en el
blanco del hacha de Norte. Tras una gran explosión producto de aquél impacto que liberó
una parte de la energía contenida en el sello, Jubei, Norte, y la armadura de Oeste
salieron despedidos unos cuantos metros....
- ¿Cuánto a que el paladín muere? - Preguntó Robertín a su hermana.
- No digas tonterías, Robertín, es tan guapo y tiene una tan bella sonrisa; que, en
definitiva no creo que muera... Es... Un sueño, es apuesto, es alto, es fuerte, parece en
verdad uno de esos galanes superhéroes que matan dragones, salvan princesas, y... Y...-
- No creo que su grandiosa sonrisa colgate le ayude a vencer a esa... Eh, cosa, ¿Sabes?
Vamos, apuesta, hermana.-
- Doblo cualquier apuesta a que el paladín gana-
- Muy bien - Replicó Robertín. - Entonces yo apuesto una libélula del tamaño de tu
grandiosa "Antares" ó en su defecto, su peso en oro....-
- ¡Acepto! - Dijo entusiasmada la chiquilla, mientras Norte y Jubei se ponían de pie.
La armadura del Oeste no se incorporaba, Norte volvía a la carga, como el samurai ya no
tenía que cuidarse de la armadura, pudo concentrarse mejor en su enemigo.
Un hachazo más que se extraviaba, Jubei se escurrió hábilmente entre las piernas como
columnas del coloso nuevamente, dando un gran salto para quedar parado en los hombros del
grandulón aquél y tratar de quitarle su enorme casco. El movimiento de Jubei provocó
que ambos cayeran al piso, pero de quitarle el casco al tipo, nada de nada...
Por lo mismo, Norte perdió su hacha de las manos, y sin tregua alguna, Jubei dio con su
espada un golpe veloz y mortal al cuello de Norte.
Extrajo al momento el cinturón de Norte, y no bien limpiaba su arma para regresar cuando
la armadura del difunto guerrero hizo lo mismo que su predecesora: Salir del cuerpo del
dueño, y volver a armarse sobre sí misma, pero a cuatro patas para luego gruñir.
- A mí no me engañas -, dijo Jubei, mientras mostraba a la armadura la precaria
situación en que esta se encontraba al tiempo que colocaba el sello de Norte en una roca
y blandía una de las hachas en ademán amenazador hacia el sello de la misma:
- Yo sé que hablas, puedes entenderme y que sabes que si me atacas, tu sello será roto,
al igual que el de la otra armadura.
La armadura del norte volteó al suelo, donde se encontraba el sello del oeste. Una fina
cuarteada recorría por él. La armadura dijo:
- Ahora tú tienes el sello, ¿Qué quieres de mí?- Preguntó la armadura con su gélido
aliento.
- Dejarás a estos jóvenes, habrás de retirarte a las profundidades del abismo de donde
han salido, y nunca más se colocarán en ningún otro ser vivo.-
- No puedo irme -, Replicó la armadura lastimosamente.
- ¿Por qué eso?-
- Porque mientras tú tengas el sello, tú eres el AMO, y yo te seguiré a donde vayas.-
A Jubei no le agradaba la idea. Las energías negativas de la armadura le impedirían
detectar la posible cercanía de un enemigo, otros guerreros paladines como él podrían
confundirlo con un perverso guerrero, y, por si eso fuera poco, estaba la posibilidad de
que, a la larga, la diabólica armadura terminara poseyéndolo. Pensando en ello, Jubei
concentró su Santo poder para lanzar un hechizo denominado "Command" y ordenó:
- Regresarás con Abraxas, llevándole los sellos y la otra armadura, y nunca más te
colocarás sobre ser vivo alguno, ni les poseerás para tus actos ruines. Dame tu palabra,
júralo por tu señor "Abraxas". -
A la enorme armadura no le quedó al parecer de otra; arrojando un gélido viento como
protesta por su "boca" y "orejas" dijo:
- Por mi dios y señor Abraxas, yo, Glacius, el demonio del norte, juro llevar la noticia
que encomiendas a mi amo y creador....Y, que no volveré a colocarme como armadura sobre
ningún ser ..........VIVO...-
Después de lo acontecido, Jubei dejó aquél sitio, incluyendo los sellos; excepto el
detector de metales, el cual se echó al ancho hombro y se dirigió hacia la lancha, donde
Robertín esperaba algo enojado, y Golosina con ojos soñadores.
- ¿Para qué cargas eso?- Cuestionó Robertín
- Es que quiero encontrar una fabulosa espada como la que esos tipos desenterraron al usar
esta "cosa"...-
- Pero señor Jubei, eso es sólo un detector de metales...Y, de los más comunes y
corrientes.- Dijo Golosina
- Puede detectar metal, pero también basura hecha de metal, no es mágico, se lo puedo
asegurar -. Agregó sonriente Robertín
Jubei miró algo decepcionado el artefacto...
- Entonces, ¿Qué rayos hago ahora con esto? -
- ¿Entonces, no lo vas a querer? - Preguntó Robertín
- ¿Me lo regalas?- Quiso saber Golosina.
El rubio dijo al final tras meditarlo unos instantes:
- Si no es mágico y en vistas de que me la podría pasar mi vida entera desenterrando
sólo chatarra, pues creo que no lo.....-
- ¡Dámelo a mí! - Gritaron ambos al mismo tiempo mientras se lo arrebataban de las
manos:
- ¡Es mío, yo lo necesito para juntar las tapas de botellas por la promoción!- Gritó
Robertín mientras jaloneaba el mango del aparato tratando de imponerse.
- ¡Es mío, yo lo utilizaré para seguir reuniendo más latas para mi colección! -
Gritó Golosina, al tiempo que tomaba el aparato del otro extremo.
- ¡Dámelo, me pertenece!-
- ¡No es verdad! ¡Jubei me lo dio a mí!-
- Suéltalo ya, Golosina; es mío-
- Suéltalo tú-
- ¡No, suéltalo tú!-
- ¡Es mío!-
- ¡No!, ¡Es mío!-
- ¡No!, ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
Seguían diciendo una y otra y otra vez más mientras tiraban respectivamente hacia uno y
otro lado del aparato. Una gruesa gota de sudor corría por la frente del paladín, quien
sabiamente decidió hacer uso de su paciencia Japonesa, y fue, se paseó por todo el
islote, le preguntó a la armadura por qué razón no habían partido, la armadura del
norte le respondió que, a pesar de no poder colocarse sobre alguien, eso no le impedía
su deber de cuidar que alguien dañase al otro guerrero, y que, estaría a salvo. Así que
Jubei siguió recorriendo el islote, se detuvo a oler las flores, contempló un rato el
cielo mientras trataba de buscarle forma a las nubes color lavanda, a los quince minutos
volvió esperando que ambos hermanos hubiesen podido resolver sus diferencias dado que a
él le urgía llegar cuanto antes a donde el tal "Fantasmín Cellín" sólo para
encontrar:
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
Con su japonesa paciencia nuevamente fastidiada, el guerrero se acercó a los chicos,
tomó suavemente a Golosina del hombro (Al hacerlo, ambos chicos detuvieron su jaleo por
unos momentos)y dijo algo desesperado:
- Disculpe, señorita Golosina, ¿No debiéramos partir YA?-
A lo que la rosada vampirita respondió:
- ¡Claro, lo haremos! - Entrecerró ferozmente sus ojos al tiempo que miraba a su azulón
hermano y agregaba:
- Partiremos en cuanto este ENANO entienda que el detector de metales es ¡Mío!-
- ¡Que no es tuyo, NECIA, que es mío!-
- ¡No, es mío!-
- No!, ¡Es mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
- ¡Mío!-
Por espacio de otros quince minutos, Jubei se dio tiempo para tomar un refrigerio, llegó
a pensar que acaso hubiera sido mejor que el tal Randy y su hermana regresaran solos a su
mundo, ó, que al menos; hubiera aceptado viajar solo en el licosanurio, que Naf le había
ofrecido porque no le latía para nada el hecho de estar allí detenido por culpa de unos
caprichosos niños.... Ya desesperado, se volvió nuevamente al sitio donde ellos estaban,
Los peces que jalaban la lancha ya incluso habían decidido broncearse un poco en la
orilla (porque son peces semi-evolucionados, pues, y, si solo esa razón no bastara, pues
porque son de esa dimensión, y; si ni aún así me crees, todavía se puede argumentar
que estaban cansados de estar nadando y decidieron curiosear por la playa del islote....)
Bueno, el caso es que Jubei les arrebató en un tris el detector de metales y furioso,
arrojó este al agua. Una sensación de alivio recorrió sus venas al percatarse la
velocidad con que los chicos dejaban de pelear, y dijo:
- ¿Nos vamos YA?.-
Al punto, Una violenta descarga de color del rayo se apoderó de las aguas, segundos
después Robertín, Golosina y Jubei vieron cómo un gran número de peces muertos
afloraba a la superficie. Robertín y Golosina miraron acusatoriamente a Jubei más por el
hecho de que les quitó y estropeó el detector que por lo ocurrido a los peces, pero
Jubei pensaba que esa mirada se refería a los inocentes cadáveres con branquias...Se
encogió de hombros y dijo con cara de niño regañado:
- Bueno, ¿Yo cómo iba a saber?-
Con ciertas dificultades lograron convencer a los peces que se introdujeran al agua para
seguir jalando la lancha, dada la descarga anterior que por poco los achicharra a ellos
también; pronto seguían su camino.
Llegaron después de dos días de camino ante un enorme muro que parecía hecho de Mitrhil
(+) y que se extendía al parecer indefinidamente hacia arriba e indefinidamente hacia los
lados. Golosina sacó uno de esos aparatitos que Jubei ya había visto antes, apuntó
éste hacia la pared, apretó una combinación de botones, tras lo cual se oyó una corta
y particular escala musical que iba de manera ascendente, que no duró más de tres tonos
graves, mientras una fina línea de una bella luz dorada de aproximadamente ocho metros de
alto, contados a partir del nivel del agua se abría dejando paso al "nivel -6"
(seis negativo), dejando ahora a la vista, un sitio donde las aguas eran de un color
violeta claro con un cielo levemente anaranjado.
Robertín arreó a los peces para que se apresuraran a entrar antes de que la enorme
puerta comenzara a cerrarse.
[N. De A. : (+) El Mithril es plata en su estado más puro, hasta 3 veces más sólida que
el titanio, hecha por Elfos. Creo...]
El camino transcurría tranquilamente. En el nivel uno se detuvieron a comer algo antes de
proseguir su viaje a través de las aguas.
Por en medio viajaban ellos, la barca se deslizaba silenciosamente sobre las tranquilas
aguas violeta; a un lado y a otro a una distancia de 200mt de cada lado se veía tierra
firme cubierta de verdes bosques cuyos árboles tenían una coloración aguamarina y
verdes metálicos. Extrañas parvadas de aves semejantes a aves del paraíso con cabezas
de osos hormigueros cruzaban el río ocasionalmente. Tímidas y exóticas criaturas,
delgadas unas, rechonchas otras, daban ocasionalmente pruebas de su huidiza existencia al
paso de la embarcación. Curiosos ruidos amenizaban el ambiente. Así siguieron las cosas
durante el tercer día. Pronto amaneció el cuarto. Mientras iban por el río
repentinamente parecía que la barca incrementaba un poco su velocidad.
A ratos, la pequeña volteaba a ver inquieta hacia atrás. Jubei preguntó:
- ¿Qué ocurre, Golosina?-
- Creo que estamos en problemas con "p" de "pez"-
Al voltear, los tres pudieron constatar que un inmenso pez del tamaño de un
"Ferry" se dirigía velozmente hacia ellos, Robertín arreó a los peces
domesticados para que fueran más de prisa; aunque ellos ya habían percibido el peligro y
se dirigían a toda velocidad por el agua.
- ¡Hay que soltar lastre para aumentar velocidad! - Gritó el niño.
Golosina comenzó a tirar por la borda enormes bolsas de croquetas para peces, algunos
sacos con fruta, paquetes de alimento seco, cecina de licosanurio, latas de alimentos en
conserva; al tiempo que Jubei sacaba su arco y flechas y disparaba flechas certeras al pez
que, por desgracia parecía tener un exterior extremadamente resistente, lo suficiente
como para que las flechas rebotaran en él.
Repentinamente, el enorme animal saltó sobre la barca con todas las ganas de caerles
encima con las fauces abiertas de par en par:
- ¡Es inútil, nos alcanzará! - Gritó Golosina
- ¡Tendremos que saltar! ¡Abandonen el barco!- Gritó Robertín.
Ambos murcielaguitos saltaron y extendieron sus alas, Jubei también saltó...Al agua, por
supuesto, pero no duró en ella mucho. No bien trataba de salir a la superficie, el enorme
depredador abrió su bocaza y se tragó al paladín antes de que éste llegara a la
superficie.
Por encima del agua, Golosina y Robertín revolotearon algunos instantes tratando de ver
al pez ó a Jubei. Luego aterrizaron a la orilla.
- Te dije que ese tipo no iba a sobrevivir en esta dimensión, Golosina...-
- Hay...- Suspiró profundamente- Yo creía que, al menos nos iba a durar un día más su
agradable compañía...
- Me debes el peso de tu libélula "Antares" en oro, no creas que se me ha
olvidado...-
En ese preciso momento, Un enorme pez muerto salía flotando a la superficie, y a los
pocos segundos, un suertudo samurai asomaba sobre las aguas...En menos de lo que se
escribe Jubei Shimada fue ayudado a salir, ya los tres estaban en camino al castillo de la
familia Cellín por la orilla del río.
En unas cuantas horas llegaban a la siguiente puerta. Aquella que les permitiría pasar
del nivel cuatro al nivel cinco.
A la entrada de éste nivel ya había un crecido número de construcciones que en común
con Venecia tendrían que las calles tenían agua...Pero hasta allí terminaría la
semejanza, ya que también había una completa variedad de puentes que unían unas calles
con otras, y por las cuales, transitaban personas...Ejem, peligritos y licosanurios. Más
arriba volaban algunos vampiritos y fantasmitas, y, de manera ocasional, todavía más
arriba, llegaba a presenciarse ocasionalmente alguna libélula de considerables
proporciones.
Pasaban por las calles siendo víctimas de los saludos de muchos conocidos y las curiosas
miradas de muchos extraños dado el aspecto de Jubei. Cerca de las afueras de la ciudad
(Donde ya no había mas que unos delgados canales de agua que salían de él) Se levantaba
imponente, en la distancia, un gran castillo que por fuera parecía cubierto de una lisa
pared de mármol de unos quince metros de altura, coronado por amenazadores alambres de
púas. Lo de adentro no parecía tan imponente como el muro, porque los acabados semejaban
cantera; aunque ese castillo era algo muy particular. Ante la llegada de Golosina
Chiquitina y Roberto Robertín las enormes rejas de oro ya habían sido abiertas. Una vez
en la entrada, Golosina le advirtió:
Señor Jubei, tendremos que comenzar a correr hacia la entrada una vez que nos adentremos
al patio. ¿Comprende?
A la cuenta de dos y medio para las tres, se dirigieron raudos hasta la entrada
propiamente dicha. Al terminar la carrera a través del angosto pasillo rodeado por agua,
pudo el samurai percatarse de que el agua era un hervidero de lagartos.
Al entrar al enorme castillo, Encontraron...Mejor dicho, no encontraron nada.
Un inmenso salón completamente oscuro y vacío estaba ante ellos.
Mientras los ojos de Jubei se acostumbraban a la oscuridad reinante, Robertín y Golosina
le explicaron que cuando ellos llegaban de visita con Fantasmín, siempre jugaban un
juego. Obviamente el paladín los interrogó al respecto. Ellos respondieron que el juego
consistía en ser el primero en encontrar a Fantasmín buscándolo por TODO el castillo.
Entonces, sin decir más, Robertín corrió hacia un lado, y Golosina hizo lo propio hacia
otro. Tras unos instantes se escuchó un par de puertas cerrándose de golpe, ya el
samurai se percataba de que había, alineadas contra las paredes una inaceptable y
antiestética cantidad de puertas en ese lugar.
- Supongo que eso quiere decir que me invitan al juego.- Dijo resignado; al tiempo que
cerraba una puerta tras de sí.
Sin embargo, no se lo tomaba tan a la ligera. A la entrada del pasillo, el cual descendía
en forma de escaleras en espiral había una antorcha, la cual sacó y usaba para
alumbrarse el camino donde se notaba que otras teas ya se habían consumido. Mientras
bajaba, observaba las paredes de ladrillo, así como los pilares que salían a medias de
ambos muros. Había humedad en el silencioso pasaje, y un silencio de esos que calan hasta
los huesos. Repentinamente se escuchó con toda claridad cómo la puerta por donde había
entrado hace un trío de minutos se abría y luego cerraba. Escuchó cómo algo venía
bajando a una considerable velocidad las escaleras de cinco en cinco (ó al menos no las
bajaba de uno en uno)
Algo grande: Trump, trump, trump...
Algo que hacía retumbar el entorno: Trump, trump, trump...
Con todo el cuidado y sigilo posibles; el guerrero trató en la medida posible,
"hacerse uno" con la pared junto a un pilar, para que, fuese lo que fuese, no le
sorprendiera, por lo menos, no antes de que Jubei le sorprendiera primero....
A su lado, a una buena velocidad, pasó un blanco licosanurio, el cual; siguió bajando
las escaleras en espiral de cinco en cinco escalones para después perderse en la
obscuridad.
Al ver que el animal tenía riendas y montura, decidió seguirlo en silencio.
Los pasos del animalito se escuchaban cada vez más lejanos, pero sin perderse.
Repentinamente dejó de oírse el ruido.
Al terminar de bajar las aparentemente interminables escaleras, llegó ante una enorme
puerta de oro forjado, en la cual había unos grabados de "Sasabosan" ya muy
desgastados por el tiempo. La puerta no tenía cerradura, pero se encontraba cerrada.
Jubei soltó un pequeño suspiro:
- Aahh, ¿dónde se habrá metido ese animalito?
- Güinch! - Se escuchó a sus espaldas.
Al voltear se dio cuenta de que el licosanurio se encontraba firmemente parado en el
techo.
- Güinch -
- Vaya -, Dijo asombrado, no creí que también pudieran hacer eso...
Afortunadamente, el guerrero ya había sido instruido sobre cómo tratar con ellos, así
que; ni tardo, ni perezoso, graduó su traductor para comunicarse con el bicho:
- Hola, pequeño, ¿Cómo te llamas?-
- Güinch. ¿ Güinch?- (Mi nombre es "Luna". ¿Cuál es el tuyo?)
- Jubei. Oye, ¿Sabes dónde está Fantasmín Cellín?-
- Güinch. ¿ Güinch?- (Claro que sí. ¿Te llevo?)
- Por favor, "Luna", si no es mucha molestia.-
- Güinch, Güinch (Sólo sujétate bien) - Dijo Luna, mientras descendía caminando del
techo para colocarse delante de Jubei.
Tras pasar por un viaje semejante por el que tuvo que pasar anteriormente el Yagami
(Aunque sin quedar ridículamente colgado como este) Luna se detuvo frente a la misma
puerta en cuestión.
Jubei entró después de dar las gracias al lico y pedirle que por favor lo esperara hasta
que terminara de hablar con Fantasmín, tras lo cual le dio un dulce a Luna, quien
obedientemente se sentó a la entrada.
Al entrar se puso a examinar detenidamente la decoración, así como los espejos, en los
cuales contempló lo siguiente:
Espejo 1- El símbolo del clan Kusanagi con flamas carmesí de fondo.
Espejo 2- El símbolo del clan Yagami con flamas púrpura de fondo.
Espejo 3- Una enorme espada de doble mano cuya empuñadura tenía forma
de delfín.
Espejo 4- Un enorme murciélago rojo aleteando en un fondo negro.
Espejo 5- Un símbolo estilizado de una cobra con un círculo sobre
ella.
Espejo 6- Algo semejante a un shuriken de seis puntas girando
lentamente.
Espejo 7- La silueta de una persona patinando.
Espejo 8- Una oscura estatua del Dios egipcio Anubis.
Espejo 9- Una serpiente como círculo que mordía su propia cola.
Espejo 10- Una pirámide.
Espejo 11- Robertín y Golosina corriendo por el castillo.
Espejo 12- Su propia imagen.
Extrañado por no saber qué diablos significarían todas las cosas vistas (Exceptuando a
Golosina y Robertín, por supuesto) se quedó por momentos contemplando su propia imagen.
Se acomodó el casco, la imagen se acomodó el casco. Sacó su espada de la funda para
lucirse un poco y.... Su imagen lo atacó:
- ¿Qué diablos significa esto? - Preguntó molesto Jubei
La imagen seguía atacando.
Jubei intentó una estocada definitiva, pero falló, rompiendo el espejo situado atrás de
su "doble", quien, tras un idéntico golpe fallido, quebraba el espejo que se
encontraba tras Jubei. Por fin Jubei "original" logró lanzar un buen golpe a
Jubei "copia". Jubei "copia" no emitió sonido alguno. Sólo seguía
luchando. Tras un fabuloso golpe ascendente (Que partiría fácilmente en dos a un humano
normal) Jubei "copia" se esfumó en el aire.
¡Clap!, ¡Clap!, ¡Clap! - Escuchó a su espalda
- ¡Bravo! ¡Eres muy bueno!- Decía el aparecido Fantasmín mientras aplaudía gustoso.
- Le has ganado por completo a Golosina y Robertín, te felicito- (Decía el pequeño
espectro, en lengua común)
Pero Jubei no parecía muy contento, así que para salir de dudas preguntó:
- ¿Tú hiciste eso del espejo?-
- Bueno, los espejos son mágicos, te muestran cosas que tienen que ver contigo, pero la
imagen peleando, eso sí lo hice yo.-
- ¿Me hubiese podido hacer daño la imagen que derroté?-
- Claro que no, ya te lo dije, es un juego. No me gusta que nadie salga lastimado mientras
juega. Dime, ¿Qué tal me salió?-
- Pues, bastante buena, pero te falló un pequeño detalle.-
- ¿A si? ¿Cuál?-
- Que yo soy mejor y más guapo - Dijo Jubei dándose sus aires.
- ¿Tú eres Fantasmín Cellín, verdad?-
- Claro, el mismo y el único, porque no hay más, je, je, je. Por favor dime tu nombre y
dime cómo llegaste aquí.-
- Yo soy Shimada Jubei, vengo como lo habrás notado, de otro mundo.-
- Ajá....-
- Llegué aquí gracias a un murcielaguito verde de nombre "Randy", y su tío
"Naf" me dijo que tú podrías ayudarme a volver al sitio de donde soy;-
- Ajá...-
- Además estoy interesado en comprarte libélulas, y no solo eso, sino en la apertura de
una ruta comercial de mi mundo y el tuyo....-
- Me parece muy buena tu idea, Jubei, pero tengo unos problemas muy graves que, al menos
por ahora, me dificultan tu petición.-
-¿Cuáles son, si se puede saber?- Preguntó algo preocupado, porque urgíale volver a su
mundo.
- Bueno, en primera, necesito que haya un registro previo del lugar de donde vienes.
¿Tú lo tienes?-
- Me temo que no. Naf dijo que no podía rastrear mi lugar de origen y que tú podrías
ayudarme.-
- De acuerdo, lo intentaré. Para lograrlo necesito que mi consejo de sabios se ponga a
investigar y deliberar, Mas, ahora están ocupados porque buscamos la solución al
problema de los niveles superiores, el cual, nos ha estado quitando el sueño
literalmente. -
- ¿En qué consiste el problema?-
- Endochbalamatl, conocido popularmente bajo el nombre de "Bata", es un enorme
monstruo de cuatro patas, que cada luna llena se coloca en el "monte
quejumbroso" y se pone a lanzar unos gritos tan desgarradores que no hay pared
alguna, por gruesa y acolchonada que esta sea, que mitigue sus escandalosos rugidos. No
deja descansar a nadie durante las tres noches que dura la luna llena. Esto altera
drásticamente nuestras actividades laborales, escolares y de todo tipo.-
- ¿Y, no han pensado aún en una solución efectiva?-
- Vamos, Señor Jubei, nosotros no hemos sido belicosos desde hace miles de años, nadie
sabe como pelear, dominar ó convencer a "esta cosa"... Y tenemos fe en que tú
podrás detener las dificultades que Endochbalamatl nos causa.
Existen además en este lugar otros "peligritos" que no están en absoluto de
acuerdo con nuestros sistemas de gobierno y, se han aliado con unos monstruos que
ocasionalmente nos exigen un tributo de proporciones absurdas, además de saquear toda
Haunted House. -
- ¿Quiénes son ellos?-
- La cucaracha del nivel 7, la mosca del nivel 54 y el terrible alacrán Efebos Gurrumino
del nivel 1115. -
- ¿Y, cada cuando vienen para acá?-
- Por desgracia no lo sabemos. Si así fuera, ya habríamos podido tenderles una buena
trampa.
Si tú eres lo suficientemente fuerte para exterminarles, podremos pagarte bastante bien,
además de regresarte a tu mundo.
- ¿Yo? ¿Solo? Preguntó Jubei todavía no muy convencido-
- Bueno, creo que podré proporcionarte ayuda "extra". Elige de este castillo a
quien desees que te acompañe. Tienes hasta mañana por la noche para darme tu elección,
porque pasado mañana es luna llena. Mientras la llevas a cabo, mis científicos buscarán
tu dimensión para ayudarte a regresar a ella. Por ahora, serás mi invitado de
honor......-
- Oye, ¿Tampoco tienen armas que me proporcionen para atraparlo?-
- Bueno, sí, te conduciré a la sala de armas, donde tenemos antiguas armas que
posiblemente podrían ayudarte... Oye, ¿Me puedes hacer un favor antes de que
"Luna" el animalito que te trajo, te lleve a la habitación donde quedarás
hospedado?-
- Por supuesto, Fantasmín, de qué se trata?-
- Por ningún motivo vayas a abrir otra puerta que no sea la de tu cuarto, verás, aquí
hay muchos seres distintos hospedados, esta regla es para evitar que se metan en pleitos
unos con otros dadas sus diferencias, ¿Comprendes?-
- Claro, Fantasmín. Así será.-
Al momento, Golosina y Robertín llegaban sigilosamente por detrás de Fantasmín,
mientras Robertín le guiñaba un ojo a Jubei y se llevaba el dedo índice a la boca para
pedirle silencio. Tras unos instantes, Golosina jaloneó a modo de campana el rabito del
espectro:
- ¡Hooolaaa!-
Furioso, Fantasmín volteó y muy enojado le gritó a Golosina:
- ¡Ya les he dicho que no hagan eso!-
Jubei se volteó a un lado, para que Fantasmín no se diera cuenta de que le había hecho
reír esta situación. Después de asegurarse que no se reiría de él en su cara,
preguntó:
- Disculpe, pequeño y respetable Fantasmín, ¿Dónde queda la biblioteca?-
- Lamento no poder llevarte yo mismo, tengo que atender una puesta de huevos de
Licosanurios en la granja 32, y necesito que Golo y Robertín vengan conmigo; pero puedes
pedirle a "Luna" que te lleve. El desayuno está listo de manera constante en el
comedor a partir de las 4:30 AM, como regla general.-
- Gracias, Fantasmín-san.- Dijo, mientras Luna se acercaba a recogerlo. Jubei le pidió
ir primero a la biblioteca y tras un montón de pasillos y vueltas (No tantas esta vez)
por fin llegó a ella. Esperó un poco a que se le quitara lo mareado antes de desmontar,
y después se encaminó hacia la enorme puerta de madera rojiza.
Tocó primero la puerta, de manera fuerte y pausada.
- ¿Quién es? Respondió una ronca y amargada voz.-
- ¿Esta es la biblioteca? - Preguntó el paladín sin fijarse en que la pregunta la
había formulado en japonés
- Sí, si lo es- Dijo la voz un poco menos amargada. Unos veloces pasos se oyeron
aproximarse a la puerta. Tras descorrer una rendija previamente hecha en la madera, unos
humanos ojos ya familiares para ustedes, pacientes lectores, observaban a Jubei. Al ver
que se trataba de un humano, el Yagami dijo:
Abriré.
***
Continúa
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Algunos personajes pertenecen a SNK ^^U
el resto no tengo idea
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Junio, 2001