Fanfic por Tanzanite
The Rainbow Tour 7
Capítulo 7.- Los primeros polvos de aquellos días
No sé si alguien, aparte de nosotros tres recuerde aquellos años: los primeros torneos, los antiguos equipos, no sé si alguien recuerde a Sahori.
Era aquel el año de 1965, cuando Gabriel llegó a las mesas de inscripción: su padre había formado parte de la resistencia española en épocas de la guerra civil; de él había aprendido varios estilos de pelea y, en aquellos días en que el dinero escaseaba, el premio del torneo le era algo tentador.
Necesitaba un equipo, pero apenas había llegado a Osaka y no conocía a nadie capaz de ayudarlo. Fue en ese momento cuando dos jóvenes se le acercaron: el primero era Yukio Yagami, uno de los juniors de la Yakuza, su padre controlaba toda la parte sur de Osaka y el era el heredero de toda su fortuna; el otro Kian Sagano era prácticamente un don nadie. Gabriel quedó intrigado por ambos y decidió entrar al torneo con ellos como su equipo; dejando como referencia un diario.
* * *
25- Noviembre- 1965
Ya hemos tenido nuestro primer encuentro; fue contra un equipo bastante mediocre y salimos airosos de la batalla.
Al principio, mi enfrentamiento contra el teniente Heidern fue muy duro, ya que ese hombre maneja técnicas muy avanzadas; no pude negar que me sentí algo intimidado por aquel gigante, que además de todo poseía la agilidad de un gato; pelee con todas mis fuerzas, pero me sentía agotado ya que unas horas antes había tenido otro encuentro y había vencido; este había sido con otro militar, cuyo nombre no recuerdo: parece ser que todo el equipo estaba compuesto de Milicos.
Kiaqn tuvo que salir como refuerzo, cuando Heidern me dejó demasiado dañado como para seguir peleando; fue entonces cuando me retiré al vestidor y encontré a Yukio: la imagen del estoicismo. Yukio es de esas personas que no parecen tener sentimientos, su mirada está siempre fría y su expresión es, pase lo que pase, serena. Estuvimos charlando un poco, en lo que Kian terminaba la pelea; al parecer su padre lo ha prometido en matrimonio con una joven de Tokio llamada Hikaru Tsukino. Me ha contado que su razón para entrar al torneo era una especie de querella familiar contra los Kusanagi; he visto al heredero de la familia un par de veces y me ha caído bastante mal. Saisyu tiende a pelear sucio y luego se escuda detrás de sus compañeros: Takuma Sakasaki y jeff Bogard, quienes lo defienden, aún a sabiendas de que hace trampa.
Kian entró al vestidor y Yukio salió a hacerle el relevo esta vez contra un comandante retirado del ejercito chino: un tal Chin Gentsai, que pese a estar siempre en estado de ebriedad es muy buen peleador.
Nuestro próximo encuentro será contra el equipo de Kusanagi, en Roma.
30- Noviembre- 1965
llegamos a Roma y el organizador del torneo nos ha invitado a ver la ópera; no puedo decir que eso sea del todo agradable para mi o para Kian, ya que ambos preferiríamos ir a un buen bar y divertirnos de verdad. Yukio también manifestó su desagrado.
31- Noviembre- 1965
Escribo esto después de lo que fuera una gran velada; fuimos a la ópera y vimos una excelente adaptación de "Carmen. La soprano que interpretó el protagónico, una joven italo- japonesa, llamada Sahori D´Angello poseía una voz extraordinaria, y una belleza que superaba en gran medida la de cualquier mujer que yo hubiera visto en mi vida. Al parecer, Saisyu lo notó también, ya que no le quitó los ojos de encima.
La joven llegó a la fiesta que ofrieció el organizador del torneo para después de la función, seguida de otras tres comparsas; casi tan hermosas como ella las tres jóvenes, Ambar, Rubí y Esmeralda, resultaron ser edecanes del torneo. Como ya lo he mencionado, Sahori era una autentica belleza: su cabello rubio y ensortijado caía hasta la mitad de su espalda; su piel era de un color muy pálido y parecía hecha de porcelana: pero el rasgo más notable en ella, eran sus enormes ojos color violeta. No era una dama muy sociable, más bien era bastante arisca con todos; apenas llegó, saludo educadamente y se retiró a un rincón a observar la fiesta.
Sus tres acompañantes, sin embargo, hicieron gala de cordialidad, hablando y bailando con todos los peleadores. Creo que Heidern quedó prendado de Esmeralda, ya que maldijo un par de veces el hecho de ser casado. Ambar era la mayor de todas, tenía apenas dieciocho años; su cabello era de un color cobrizo y sus ojos eran muy azules; ella provenía de Francia, de un pequeño poblado a las afueras de Paris. Esmeralda era la siguiente, tenía un extraño cabello color azul y unos hermosos ojos verde claro, su piel era dorada como las arenas de Líbano, de donde era proveniente. Rubí tenía el cabello rojo y era bastante joven, ella provenía de Suiza.
Pero el ángel de la noche, permanecía inmóvil en un rincón, al igual que Yukio, quien estaba recargado contra una columna en la esquina opuesta. A veces pienzo que no fue una mera casualidad que él se decidiera a sacar a bailar a Sahori, ni mucho menos que fuera por molestar a Saisyu Kusanagi; era algo más, como si algún dios ignoto hubiera querido que Yukio y Sahori se conocieran esa noche.
1-Diciembre-1965
Ayer, Sahori fue a ver la pelea, ella y Yukio estuvieron charlando un largo rato; después, sin más, ni siquiera importándole nuestra presencia en el vestidor; la dama, que la noche anterior había sido todo un ejemplo de lo que es el recato femenino, le propuso matrimonio. Yukio dudó un momento y luego aceptó, convencido de que no existía en todo el mundo otra mujer que igualase a Sahori.
10- Diciembre- 1965
Kian y yo estuvimos presentes cuando Yukio le escribió a su padre para comunicarle la noticia. Por desgracia, para el padre de Yukio, cuando llegó la carta donde manifestaba su desaprobación, era ya demasiado tarde.
Yukio y Sahori se casaron ayer, en la Basílica de San Pedro; fue una boda pequeña pero muy hermosa, ella parecía un angel con su vestido blanco. Sahori provenía de una de las pocas familias católicas de Japón y su mitad italiana contribuía a la decisión de que la boda se realizase en Italia y en una catedral.
* * *
Gabriel esperó paciente en el lugar donde pelearon el último torneo, recordando cada uno de los momentos que él y su equipo vivieron a lo largo de veinte años; hubo tres torneos que los dejaron marcados para siempre, el primero fue el del 65; cuando se conocieron y cuando Yukio se casó con Sahori; todo registrado en un viejo diario.
El torneo del 72 también fue muy importante; de ese quedó testimonio en el diario de Esmeralda, el cual pudo conseguir después de la muerte de la joven.
* * *
13- Marzo- 1972
Se ha inaugurado un nuevo torneo King of Fighters; nos han llamado de nuevo a mi y a las chicas a fungir como edecanes. Estoy muy emocionada por ver a todos los participantes otra vez. Tengo tantas cosas que contarle a Gabriel, que dudo que nos alcance el tiempo para escucharlas todas.
Me han llegado noticias muy tristes, Sahori tuvo su tercer aborto; parece como si alguna extraña maldición, impuesta por el padre de Yukio, les impidiera tener hijos. Sin embargo, Ambar me contó que, cuando fue a visitarla, su rostro no se veía en absoluto demacrado. Yo no he podido ir a verla, ya que he tenido mucho trabajo; a diferencia de Ambar y de Rubí, que son hijas de familias muy ricas y no tienen que trabajar para vivir, yo tengo que ingeniármelas para no morir de hambre. Ellas me han ofrecido su casa muchas veces, pero no me gusta depender de otros; espero que si algún día tengo hijos, estos sepan ser independientes.
15-Marzo - 1972
Han entrado nuevos participantes al torneo, entre ellos está él; parece mantenerce siempre muy distante de su equipo y todo su ser irradia un gran misterio. A mi me llamó la atención desde que lo escolté a su vestidor para su primera pelea: se llama Masato Nanakase y es originario de Tokio. Creo que yo también le he gustado, ya que no me deja de mirar.
También me da gusto ver de nuevo a Sahori; vino a acompañar a Yukio, ni siquiera se le nota el daño que ha sufrido su salud: sigue tan bella y tan orgullosa como siempre. Anoche cenamos juntas, y me ha contado que lleva varios meses soñando que yo muero asesinada por una niña muy parecida a mi; que estaba muy preocupada. Yo le dije que eso era un buen presagio, ya que soñar con la muerte de alguien significa que esa persona está próxima a casarse; Sahori sonrió simplemente.
Yukio no se nos unió en la cena, él también parece estar muy deprimido por los repetidos abortos de Sahori; sin embargo ninguno de los dos ha perdido la esperanza de tener un hijo: ella me cuenta, con una sonrisa, que son tantas las esperanzas de Yukio en que su hijo sea un gran peleador, que ella está casi segura de que será músico. Yo deseo lo mejor para ellos dos, ya que siempre han sido muy buenos conmigo.
Me parece muy extraño que la esposa de Kian nunca lo acompañe a los torneos; y eso no es lo único raro en el carácter del Señor Sagano. Parece mostrar cierta hostilidad para con Masato, pese a que solo se han dirigido la palabra dos veces. Anteayer, cuando yo regresaba de hacer unas compras Kian me jaló a un rincón y me dijo algo que no acabo de comprender. Me dijo que me cuidara de Masato porque estaba loco; yo creo que el que está loco es otro, pero loco de celos, ya que Kian lleva seis años cortejándome y, honestamente, yo no siento nada por el.
20-Marzo-1972
Ayer pasé todo el día con Masato; es una persona realmente fascinante. Después de cenar fuimos a su habitación y pasé la noche más apasionada de mi vida. Creo que me estoy enamorando.
Hoy en la mañana me dijo que yo era la mujer más bella que hubiera visto en toda su vida, me dijo que se había enamorado de mi y que quería pasar el resto de su vida conmigo; yo le dije que sentía exactamente lo mismo por él. Me siento tan feliz, que creo que estoy soñando.
El peleador mas reservado del torneo (después de Yukio, claro), el más galante, el más atractivo de todos se ha enamorado de mi, de una pobre chica de la calle. No creo que exista una mujer más afortunada que yo.
15- Abril- 1972
Hoy fui con Ambar y Rubí a celebrar otra victoria del equipo de Gabriel, Kian y Yukio; creo que ha nacido algo de química entre Rubí y Gabriel; pero no quiero aventurarme más en el asunto o pensaran que soy una entrometida.
Me siento, sin embargo, algo preocupada: Masato ha estado actuando de una forma muy extraña desde que su equipo fue derrotado por el equipo de Saisyu Kusanagi. Al principio tuvo un ataque terrible de ira, golpeó la ventana con tal fuerza que el cristal quedó hecho pedacitos; en ocasiones como esa, Masato me asusta mucho. No les he comentado nada a mis amigos, ya que las cosas podrían ponerse muy feas si Kian se llega a enterar. Aún así, yo no creo que Masato esté loco, tan solo tiene un carácter fuerte.
5- Mayo- 1972.
Los ataques de ira de Masato son cada vez más frecuentes; ya van varias veces que se desquita conmigo si algo le sale mal. A veces se pasea por la habitación hablando solo, diciendo cualquier cantidad de incoherencias. Tengo mucho miedo.
Ayer llegó enojado, lanzándome acusaciones falsas, pero estaba tan seguro de lo que decía, que me hizo sentir mal tan sólo de escucharlo; me escondí en la cocina, tratando de escapar de una inminente golpiza, pero me encontró. El hecho de que yo tratara de esconderme sólo lo hizo enojar más, y ya se iba a abalanzar sobre mi con uno de los cuchillos, de no ser por que le imploré piedad por el hijo suyo que estoy esperando. Masato pareció calmarse entonces, y me dejó en paz por el resto de la noche.
A veces pienso en la criatura que llevo en mis entrañas y lloro; no sé que es lo que le espera a este niño, ni sé si podré protegerlo de los arranques de su propio padre. También temo por que herede la esquizofrenia de Masato, y haga sufrir a las personas como su padre me ha hecho sufrir a mi.
16- Enero- 1973
En la víspera de Año Nuevo nació mi hijo, por fortuna, Masato no ha aparecido por aquí desde hace por lo menos dos meses. Mi hijo tiene la misma cara de su padre cuando está sereno; sus ojos son escarlata. He decidido darle por nombre Yashiro; ya que Masato me dijo, en uno de sus momentos de cordura, que ese era el nombre que debía llevar nuestro hijo. Masato pareció saber desde siempre que sería un niño.
Gabriel se saltó unas cuantas páginas en el diario de la joven, hasta llegar a la parte que realmente le interesaba.
2- Abril- 1975
Estoy muy triste, Sahori ha muerto; murió dando a luz a dos gemelos, al parecer no resistió el parto ya que los dos niños venían muy juntos, con tan sólo seis segundos de diferencia. A escondidas de Masato fui a ver a los dos hijos de Sahori.
Yukio está completamente destrozado; el brillo, que una vez resplandeció en sus ojos escarlata, se ha perdido por completo y su carácter se ha tornado frío y distante. Por otra parte, puede verse una luz de esperanza entre las sombras que la perdida de Sahori le dejó, cuando mira a sus dos hijos: un niño y una niña.
Ambos heredaron el cabello rojo, tradicional de los Yagami; pero, fuera de eso, todo lo demás son rasgos de Sahori: los grandes ojos color violeta, la piel blanca y el rostro angelical. Se me hizo un nudo en la garganta, al ver a mi queridísima Sahori reflejada en sus dos hijos.
23- Noviembre-1976
Ya no soporto más a Masato, esta noche pienso escapar de él para siempre. He juntado un poco de dinero para pagar mi boleto de vuelta a Líbano; me voy, llevando en mi vientre a nuestro segundo hijo, y con el corazón destrozado, por tener que dejar aquí a mi pequeño Yashiro.
Yo sé que mi hijo es lo bastante fuerte como para cuidarse solo, y sé que sabrá valerse por si mismo. Se acerca la hora. Adiós, hijo mío, espero algún día puedas perdonarme.
20- Enero 1977
Hace diez días nació mi hija Leona; nació en Líbano, en una pequeña comunidad no-islámica; su padre adoptivo es un explorador, ingles, al cuál conocí a mi regreso de Tokio y me ha brindado su ayuda y su amor desinteresadamente desde entonces. Leona ha salido a mí; al parecer, lo único que fue constante en mis dos hijos ha sido el color de la piel, dorada como la mía.
No pasa ni un solo día sin que piense en Yashiro, lo extraño con toda mi alma, pero me era imposible seguir viviendo con su padre, y arriesgar a Leona a sufrir por ello. Pero, a cambio, he dejado a mi primogénito martirizado por la enfermedad de su padre.
Gabriel cerró el diario, al fin que él ya sabía el final de la historia: el ataque por parte de los musulmanes, la impresión que provocó en Leona su primera posesión Orochi e hizo que asesinara a sus padres; todas esas cosas que, por el momento, eran irrelevantes.
Lo primero que vio llegar fue el Rolls Royce Negro con el escudo de los Yagami; de alguna forma o de otra, los tres excombatientes sabían donde encontrarse en caso de que aquello escapara de su celda. Kian Sagano fue el último en llegar, este, a diferencia de los otros dos, venía acompañado de si hijo. Yagami-sama frunció el ceño, ya que el joven le resultaba extrañamente conocido.
-Señores comenzó Gabriel- Creo que todos sabemos por que estamos aquí; en mi opinión , lo más prudente que podemos hacer es dejar que los jóvenes cumplan con la profecía ellos solos.
-¿De que profecía estas hablando? comentó exasperado Yukio.
-La profecía para terminar de una vez por todas con la maldición de Orochi, la que encontré anotada en un papel aquí mismo, justo cuando aquello ocurrió...
-Estúpido Yagami-sama cortó en seco las palabras del español- No existe ninguna maldición Orochi.
-Ah, entonces la enfermedad de tu familia es perfectamente normal... respondió gabriel con sarcasmo.
-Hemofilia; se trataba de hemofilia comenzó el pelirrojo- Los varones de nuestra familia, siempre se habían casado con las hijas de un clan muy cercano al nuestro: todas ellas poseían el gen recesivo de la hemofilia. Al principio se creyó que era una maldición debida a nuestro supuesto pacto con Orochi, pero conforme la ciencia fue avanzando, se descubrió la verdadera causa de la muerte prematura de los Yagami. Mi madre era hija ilegitima de su clan, aunque esto no se supo si no hasta mucho después de que se casó con mi padre. Yo no heredé la enfermedad; y, ya que yo no me casé con la mujer que mi padre me eligió, si no con Sahori, ninguno de mis hijos padece hemofilia. Iori está perfectamente sano. No existe ninguna maldición, ni mucho menos ninguna profecía.
-Todo fue una de las artimañas de Masato suspiró Sagano- dentro de su locura, cree que se debe de sacrificar, además de a las nueve vírgenes humanas, a una virgen de sangre Orochi; para mantener el poder de la fuerza negra Kian miró a su hijo y luego a sus compañeros- Mi hijo, Kianu, se ha mantenido siempre muy cerca de Iori y de Sahori, ya que creemos que ella puede ser la persona a quien Masato tiene en mente.
-En ese caso, será mejor tomar medidas... sentenció al fin el Yagami.
Era muy doloroso para los tres volver a ese lugar donde habían peleado su último torneo; ahora ya no eran más que unas ruinas carbonizadas, que el paso del tiempo había ido desgastando aún más. En sus mentes se revolvía la idea de que masato hubiera escapado del asilo y estuviera de nuevo suelto por la ciudad.
* * *
Fin del capitulo 7; creo que por fin le voy agarrando sabor a esta historia
* * *
Continúa
[ Capítulo 8: Lágrimas Azules ]
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Julio, 2002