Fanfic por Tanzanite

The Rainbow Tour

Capitulo 6 .- Escape a la Media noche

-Creo que sería mejor que termináramos- me dijo con la vista hacia el suelo y yo asentí.

-Te vas con él –le dije fríamente, es fácil después de haber sido enemigos por tantos años- ¿O que?

-No Kyo –fue su respuesta, el también estaba calmado-Es sólo, que me he dado cuenta que te veo como un hermano, nada más.

-¿Un hermano? –pregunté con todo el sarcasmo que me era posible- ¿Era eso lo que veías cada vez que te acostabas conmigo? ¿Un hermano?-No quería llorar, pero mis ojos se nublaron en ese momento- ¡Maldición, Yagami! ¡Se sincero por primera vez en tu vida! ¿TE VAS A IR CON EL?

-No tengo porque responderte, Kusanagi –dijo con el mismo tono de voz con que lo habría dicho hace seis meses- Mi vida personal no te incumbe.

-Entonces... ¿Ahora que? –le pregunté sin dejar de lado mi orgullo.

-Mañana, a la hora que ya sabes y en donde tu ya sabes –dijo con fastidio- Aunque en mi opinión sería inútil volver a lo mismo.

-Entonces, hasta Mañana, Yagami –dije ignorando su último comentario- Somos enemigos de nuevo.

-Kusanagi –me dijo con algo que parecía compasión- Ya madura...

-¿Madurar? –respondí molesto- Mañana veremos quien es el que tiene que madurar..

Se encogió de hombros y salió de la habitación que compartimos durante mes y medio. Cuando cerró la puerta, las lágrimas brotaron de mis ojos; él no dijo nada, pero yo sabía con quien se iba. Me ha dejado, a mí, al campeón Kyo Kusanagi, por un pobre músico sin futuro .

Esto no se queda así, Nanakase, me la vas a pagar con tu vida. Desde hoy, yo, Kyo Kusanagi, dedicaré mis días y mis noches a perseguirte. ¿Lo quieres? ¿Quieres estar con él para siempre? ¿Quieres correr su misma suerte? Nunca lo entenderás, ¿Verdad?.

Siglos, ese es el tiempo que nuestras familias llevan peleando; siempre, por un Kusanagi, un Yagami y viceversa. ¿Qué papel juega en esta historia un restante como tú? Ninguno, a menos que tu también quieras unirte a la pelea. Que te cuente tu amado cuan agotador es tener que estar peleando diario con la misma persona.

Pronto lo sabremos, ¿No?, con él, yo soy el perseguido, contigo seré el perseguidor. Y un día, frente a mi , se derramará la sangre Orochi de dos cuerpos.

Salí de la habitación; terminar con Kyo fue algo muy desagradable, pero tenía que hacerlo si no quería que esta farsa de relación se prolongara por más tiempo. Al principio, me pareció que Kyo estaba reaccionando con mucha madurez; hasta que volvió al cuento de nuestras familias. ¿Qué pasa contigo, Kusanagi? ¿acaso nuestra relación tiene que encontrarse en uno de los dos extremos forzosamente? ¿Amantes o Enemigos?

-Madura, Kyo –volví a repetir, pero esta vez para nadie en particular.

-¿Cómo salió todo? –lo vi recargado contra el muro del pasillo y me tranquilizó su presencia.

-Sigue siendo solo un niño –le respondí con tristeza.

-¿Qué esperabas? –Me dijo con su hermosa sonrisa.

-¿Podemos irnos de aquí? –le pregunté.

-¿a dónde quieres ir, amor? –siempre me ha gustado la forma en que sus ojos brillan cuando me llama 'amor'.

-A donde sea, pero vamos a algún lugar –le dije y ambos salimos caminando del edificio.

* * *

-Como sabrás, mañana es el duelo de bandas –el platinado se sentó en el borde del catre- Supuse que sería bueno avisarte.

Los ojos escarlata recorrieron las paredes acolchadas de la celda; millones de escritos ilegibles escritos por un hombre con camisa de fuerza, que lo miraba fijamente.

-¿Bueno? –le repuso este intentando zafarse- si quieres hacer algo bueno por mi, podrías empezar por aflojar esta cosa.

-Ya quisieras, ¿No? –dijo Yashiro con sarcasmo- ¿Por qué no mejor sacarte de aquí? Para que me mates como mataste a tantas personas.

-Esa no es forma de hablarle a tu padre –gruñó el hombre.

-Voy a casarme, eso era lo que venía a decirte –el platinado clavo sus ojos en los de su padre.

-¿Casarte? –Nanakase-sama soltó una carcajada y perdió su mirada en el vacío -¿Ya lo oíste, Yamatano?

Yashiro se pasó una mano por el cabello; ya estaba acostumbrado a escuchar a su padre cuando hablaba, o creía que hablaba con Yamatano Orochi.

-Si, con Shermie, la chica de la que te he hablado, ¿la recuerdas? –el platinado hablaba más por cortesía que por verdadera convicción.

Su padre, Masato Nanakase había sido internado el Asilo para dementes de Osaka cuando Yashiro tenía tan solo doce años, y su madre los había abandonado a ambos cuando Yashiro teñía cinco; había huido, embarazada de una niña, a la cual Yashiro nunca conocería. Después de eso, la esquizofrenia de su padre había ido empeorando hasta que en 1985, en uno de los primeros KOF; su padre había matado a muchas personas, argumentando que el espíritu de Yamatano Orochi le había dicho que lo hiciera. La única manera de salvarlo de ir a prisión, fue internarlo en un manicomio. Yashiro iba a visitarlo una vez al mes; realmente nunca hablaban mucho, tan solo le comunicaba lo que había ocurrido en su vida, soportaba dos o tres insultos, pero ya no lo tomaba en serio. Está enfermo, trata de entender... se decía a si mismo cuando sentía que su paciencia iba a llegar al limite.

-Ella todavía no lo sabe, pero se lo voy a decir esta noche –le comentó, ya sin mirarlo a los ojos.

-¿Y supones que te dirá que si? –Otra carcajada por parte del hombre.

-A veces no sé ni para que me molesto en hablar contigo –Yashiro se levantó para irse- Al final ni siquiera me escuchas.

-¿Vas a dejarlo ir así de fácil? –Nanakase-sama preguntó a su hijo antes de que este llegara a la puerta.

-No sé de que me hablas –mintió Yashiro.

-De él, del chico pelirrojo –fu ahora él quien clavo sus ojos en los de Yashiro- Tantos años sufriendo por él y lo vas a dejar ir.

-Eso ya no es tu asunto, padre –el platinado abrió la puerta y salió de la celda; asegurándola de nuevo por fuera.

-No estoy tan loco como tu crees, Yashiro –murmuró el hombre antes de volver a caer bajo los efectos del sedante.

Yashiro salió del hospital, algo cansado, caminó por las calles de Osaka. No es que lo esté dejando ir, pero ya fue demasiado tiempo esperándolo se dijo a si mismo. Esa noche le propondría matrimonio a Shermie, probablemente después se casaría con ella, adoptarían a otro chico y tendrían una vida normal. Así tal vez lograría olvidarse de Iori. De pronto, una sombra saltó frente a él. Una figura que se le había vuelto bastante conocida en las últimas semanas.

-¿Eres tú, de nuevo? –preguntó, harto de que esa persona lo estuviera siguiendo- ¿Qué quieres?

La figura soltó una risita y una llama roja se encendió en su mano. Yashiro suspiró y se preparó para pelear; aunque sabía que no era tan fuerte como su oponente.

-YAMI BARAI – gritó la sombra, que no era otro si no Kyo Kusanagi, lanzándose contra Yashiro. El platinado esquivó el ataque milagrosamente, Si no hago algo, me va a matar pensó: llevaba ya dos semanas en las que Kyo, sin ningún motivo aparente, lo perseguía y atacaba, casi siempre lograba escapar por algún callejón, y, si no se encontraba muy cansado, utilizaba su transformación Orochi para provocar un terremoto que le diera tiempo de correr. En esos momentos, no tenía la energía ni para echar a correr, pero contraatacó con un fallido "SLEDGE HAMMER".

-¿Eso es todo lo que puedes hacer, Nanakase? –el Kusanagi rió con sarcasmo, pero en el fondo se le oía triste- Es una pena que él me haya cambiado por ti.

Lo tengo pensó Yashiro, y en sus labios se dibujó una sonrisa.

-Así que es eso, estas celoso por que Yagami me prefiere a mi –le dijo al trigueño, sonriendo abiertamente- ¿Y crees que si me matas volverá contigo? Pobre ingenuo, como se ve que no conoces a Iori.

Los ojos de Kyo se empequeñecieron y una flama apareció en sus manos. Te tengo, Kusanagi se repetía Yashiro en su cabeza.

-Yo fui el primero, ¿sabes? –le dijo, acercándose con cautela- Pudo haber tenido muchos amantes antes de que tuvieras la oportunidad de tocarlo siquiera, pero antes de mi no hubo nadie. ¿Quieres saber como estuvo esa primera vez?

Kyo retrocedió, su mirada llena de ira.

-Fue algo magnifico, tenía diez y nueve –Yashiro clavo sus ojos en los de Kyo; si había algo en lo que el platinado era bueno, además de la guitarra, eso era la tortura psicológica- Su cuerpo estaba intacto, ni un hombre, ni una mujer habían pasado antes por él. Déjame decirte que lo disfrutó; le salió bastante sangre, casi como si lo hubiera hecho con una chica virgen; y es que, lo que sea de cada quien, yo estoy de muy buen tamaño y él siempre ha sido bastante estrecho...

-No sigas, cállate si no quieres que te mate –gruño el trigueño.

-Mátame, Kyo –la voz era amenazante- De cualquier forma tu nunca vas a saber lo que se siente estar dentro de él; porque según tengo entendido nunca te permitió...

-CÁLLATE –El trigueño apretaba sus puños con fuerza.

-¿Qué pasa contigo, Kyo? –Yashiro se acerco más al Kusanagi- Si no puedes soportarlo, será mejor que te vayas -le dijo al oído.

Kyo asintió débilmente y se dio la vuelta. Nanakase se recargó contra la pared del callejón; observando al trigueño que caminaba cabizbajo. Yo tampoco puedo soportarlo pensó y un ligero temblor lo recorrió al recordar esa primera vez; apagó sus pensamientos con un suspiro y se encamino hacia las villas.

* * *

Chris salió de la escuela en cuanto sonó la campana; normalmente se quedaría un rato más con sus amigos, pero esa tarde lo esperaba alguien más.

-¡Chris! –una voz familiar lo detuvo en la puerta- Espera.

El chico Orochi volteó a ver a Sie Kensou, quien tenía la casualidad de ir en la misma escuela que él. Chris arqueó sus cejas con impaciencia; no quería hacer esperar demasiado a Kianu.

-¿Cuándo es el duelo de bandas? –preguntó Kensou.

-Mañana, empieza a las 12 del día y no sé a que hora termine, ¿Por qué? –respondió Chris algo extrañado, en todos los años que él y Kensou llevaban en la misma escuela, nunca se habían dirigido palabra.

-Es que como al "señorito Kusanagi" se le ocurrió la idea de asistir, es probable que Athena también vaya –Chris sonrió ligeramente ante la forma tan despectiva con la que Kensou se refería a Kyo.

-No te agrada, Kyo, ¿verdad? –preguntó el chico todavía sonriendo.

-Claro que no –respondió Sie con visible desprecio- siempre sintiéndose la gran cosa y realmente es un pelele.

-Toma –Chris le entregó un volante- Aquí están los horarios de las presentaciones, nosotros somos Rainbow y somos los ante-penúltimos; calculo que toquemos a las nueve de la noche, más o menos. Ahora si me disculpas...

Chris echó a correr en dirección a la puerta; afuera, el joven de largos cabellos negros le esperaba recargado en un auto. Llevaba el cabello recogido atrás de la nuca y unos lentes obscuros cubrían sus ojos verdes.

-Perdón por la tardanza, no quise hacerte esperar –dijo Chris con una sonrisa

-No hay ningún problema –sonrió Kianu- ¿Nos vamos?

Subieron al auto del moreno y llegaron a una cafetería cerca del circuito. Chris había llamado a Kianu, ya que necesitaba hablar con él.

-A los otros no les agrada que estemos en el grupo, ¿verdad? –dijo Chris con timidez.

-¿A Sakura y a "Pinhead"? –preguntó Kianu sin darle mucha importancia al asunto- Así son siempre, al principio no te aceptan, pero ya después...

-Es que he visto como nos miran a Yashiro, a Shermie y a mi –Chris seguía sin levantar la vista.

-No te preocupes –el moreno sonrió suavemente- A mi me caen bien, los tres; y tu padrastro está feliz de tener a Yashiro con nosotros.

-No digas que Iori es mi padrastro – el chico sacó la lengua.

-Si no lo es, pronto lo será –Kianu rió tiernamente al ver la expresión de Chris.

* * *

-¿QUÉ? –Iori se quedó boquiabierto al escuchar la noticia de Yashiro.

-Le voy a pedir matrimonio a Shermie –el platinado sonrió para sus adentros al ver la expresión del Yagami.

-¡Pero es muy apresurado! –el pelirrojo argumentó desesperado.

-Llevamos muchos años de conocernos, no es algo apresurado -Yashiro clavó sus ojos en los de Iori- ahora que... si tienes algún otro inconveniente... estoy totalmente dispuesto a escucharlo.

-Eso, precisamente –Iori levantó su vista hasta que sus ojos encontraron los del platinado- tu todavía me quieres, ¿no es cierto?

-Por eso te lo estoy diciendo primero –Yashiro puso sus manos en los hombros del Yagami- te quiero muchísimo y dudo que pueda llegar a querer a alguien más de la misma forma; pero tampoco te voy a esperar toda la vida... respóndeme ahora mismo, ¿Quieres estar conmigo?

-Dame un día más –Los ojos violeta se nublaron imperceptiblemente- para que pueda hablar con Kyo y arreglar las cosas... No quiero lastimarlo, al menos no moralmente, y no quiero que tu tampoco salgas lastimado...

Yashiro se dio media vuelta y se asomó a la ventana; Kyo llegaría de la escuela en cualquier momento, y, por alguna extraña razón, el pelirrojo no le permitía estar presente en la habitación si el Kusanagi estaba ahí también.

-Hagamos un trato; te ayudará a salir de tu confusión –El platinado ni siquiera volteó a ver a Iori- Mañana en la noche, si ganamos, te quedas conmigo y yo termino con Shermie; pero si perdemos, me caso con ella y tú te regresas con Kyo. La definitiva, ya me harté de que andes por ahí, de cama en cama y sin sentar cabeza con nadie.

Iori bajó la vista y caminó hasta quedar junto a Yashiro. ¿Harás todo lo posible por ganar mañana? ¿O qué? Le dijo la voz en su cabeza, que lo venía atormentando desde hacía tiempo.

-Eso es injusto, tu sabes bien que el chiste es ganar –el pelirrojo protestó sin muchas ganas.

-Pero existe el riesgo de que perdamos, Accursed viene muy pesado; al parecer han estado ensayando y... – comenzó Nanakase.

-No, somos mucho mejores que ellos –lo interrumpió el Yagami.

-De cualquier forma, las decisiones se toman en caliente –Yashiro mantenía la mirada en el horizonte- Mañana vas a tocar con el corazón y, si es que me quieres algo, lo vas a hacer mejor que nunca.

-Tienes razón, trato hecho –Iori volteó a ver a su compañero- Será hasta mañana

* * *

Esa noche, al filo de las doce, Gabriel se despertó de golpe; tenía un mal presentimiento, como si algún fantasma recluido años atrás hubiera roto las rejas de su prisión y escapase, sin que nadie pudiera hacer algo.

En la mansión Yagami la luces de la alcoba principal se encendieron también, Mature volteo a ver a su esposo, que se vestía apresuradamente para salir.

Y en la vieja casa con el escudo de la estrella; el hombre vestido de negro emprendió el camino hacia el lugar donde los tres compañeros habrían de encontrarse.

~ * ~

Continúa...

[ Capítulo 7: Los primeros polvos de aquellos días ]

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Julio, 2002