Fanfic por Tanzanite

The Rainbow Tour

Capitulo 5.- Siempre juntos, ¿Verdad?

Shermie se paseaba molesta de un lado a otro de la sala –Claro... ya sabes... puedes mandar al demonio el plan cuando quieras –decía sarcásticamente- O mas bien dicho, cuando a tu adorado se le ocurra.

-Tranquilízate, el plan sigue vigente –se defendía Yashiro- Lo que cambian son las tácticas..

Chris se limitaba a observar; había dejado de idolatrar a Yashiro hacía bastante tiempo.

-¡¿Cómo? Si cada que se le ocurre llamarte vas corriendo a su lado- La voz de Shermie estaba cargada de furia y, mas que nada, de celos- Es increíble que sigas enamorado de él...

-¿Celosa? –el platinado volteo a verla con una de esas miradas, habituales en él, que parecían leer la mente.

-Nueva filosofía- remató Chris con fingida solemnidad- Orochis de todos los pueblos unios.

-¡Cállate Chris! –dijeron los otros dos al mismo tiempo.

-Sher... –Yashiro abrazó a la joven- tu sabes que el plan es lo primero –el tono de su voz era de sincera conciliación- y que eres tu y nadie más.

Chris bajó la vista "Nadie más...". desde que Yashiro y Shermie habían comenzado su relación, no podía evitar verse como algo más que un estorbo. Desde entonces se había esforzado por dejar de ver a Yashiro como el gran amor de su vida; pero cuando se ama a alguien por encima de todas las cosas es difícil olvidarlo, y más aun, dejar que se vaya con alguien más. Se levanto y los dejó solos, necesitaba pensar.

-Dime que ya no estas enamorado de Iori –dijo Shermie a Yashiro mientras este besaba su cuello- Necesito saberlo.

Nanakase se detuvo en seco y se separó de ella.

-no puedo... –dijo al tiempo que se tumbaba en el sillón y encendía un cigarro.

-¿Por qué? –preguntó la joven.

-Porque... tu sabes que no es así –respondió él- ¿No te basta saber que siempre estaré contigo?

-Entonces solo eso soy... un sustituto de él...

-No, tampoco es así –los ojos escarlata de Yashiro se nublaron ligeramente- te quiero por que eres tu

-¿Y a él? –Shermie se sentó al lado de Yashiro; llevaban ya demasiado tiempo evadiendo esa conversación.

-A él lo quiero por distintas razones –repuso el platinado- lo quiero por que es hermoso, por que es inalcanzable... son tantos los motivos.

-¿Y Rainbow?

-Es una gran oportunidad...

-¿Para que? –preguntó Shermie aunque ya conocía la respuesta : Rainbow era la mejor oportunidad que tenían para triunfar como músicos.

-Ni él, ni yo podemos hacerlo solos –respondió Nanakase- nos necesitamos mutuamente si queremos salir de aquí... es lo que siempre habíamos soñado, aún antes del plan, aún antes de conocernos; tanto tu, como Chris, como él y como yo, ya sabíamos que nuestro camino era la música.

Kyo se despertó al escuchar el telefono; "Maldición ¿Por qué tienen que llamar a media noche cuando tengo que ir a la escuela" pensó Kyo mientras se dirigía al telefono.

-Bueno... ¿Llamada por cobrar de Los Ángeles?... ¿Para mi?... si, acepto... bueno... ¡Yuki!... ¿Qué estas haciendo en... ¿QUÉ?... ¿Cuándo llegas?... Hmh... ok, iré por ti al aeropuerto y hablamos... si, cuidate... adios –"Voy a asesinar a Kianu" pensó Kyo. Acababa de recibir una llamada de Yuki; la chica, por consejo de Kianu, había decidido ir a probar suerte en Hollywood y por obvias razones: su falta de talento histriónico y el hecho de ser una niña bastante simplona y muy poco agraciada, Yuki no consiguió mas que un papelucho en una cinta porno y un boleto de regreso a Osaka. No podía decirse que Kyo estuviera molesto; deseaba con toda el alma asesinar a Kianu por inducir a una jovencita inocente a cometer tales locuras, pero no estaba del todo enojado.

-Voy a matar a tu guitarrista –dijo al pelirrojo que todavía estaba medio dormido.

-¿Qué hizo Yashiro ahora? –preguntó Iori entre sueños- ¿Sigue con su estúpido plan de dominar al mundo?

-No, Kianu –respondió el trigueño- Se le ocurrió convencer a Yuki de irse a Hollywood, ¿recuerdas?

-Que bien, que la chica haga su sueño-comentó el Yagami con un bostezo.

-IORI –la voz de Kyo se elevó lo bastante como para despertar al pelirrojo por completo.

-Tranquilízate, yo hablaré con él –dijo al fin Iori- Además, no es culpa de él; estúpida ella por hacerle caso.

-¿Y como iba ella a saber que Kianu está loco? –protestó Kyo

-Pues existen varias razones –"A pesar de todo no me parece que se hable mal de Kianu" esta idea sorprendió al pelirrojo - Empezando por ser guitarrista de MI banda... además, Kianu no está loco.

-Nooooooo –dijo Kyo con sarcasmo- si está radicalmente equilibrado, tan equilibrado como Yashiro.

-¿Celoso? ¿O porque lo sacas a cuento? –los ojos violeta miraron a Kyo con cierta traición.

-Solo digo que ninguno de los dos esta en su juicio – el trigueño trató de defenderse; era cierto, estaba algo celoso de Yashiro y su relación con Iori.

-Yashiro está bastante cuerdo, solo es ambicioso –replicó el pelirrojo con una media sonrisa- Y a veces creo que tiene razón.

-Apresúrate o llegaremos tarde –dijo la joven morena a su acompañante que también iba corriendo.

-De cualquier forma no puede empezar el ensayo sin nosotros –respondió "Pinhead" mientras que ambos abordaban el monorriel.

Sakura se limitó a hacer un encogimiento de hombros. El trayecto de Tokio a Osaka no era largo, menos cuando ya se está acostumbrado; así ocurría con Sakura y su compañero. "Tantos años tocando en Osaka y nosotros seguimos viviendo en Tokio". Pensaba "Pinhead".

-¿Qué tal te cayeron nuestros nuevos integrantes? –la voz de Sakura lo distrajo de sus pensamientos.

-Shermie y Chris, a ellos no los conocía y no parecen malos- comenzó "Pinhead"- pero Yashiro, a el lo conocí hace unos años, creo que tuvo algo que ver con Iori y realmente...-El baterista negó con la cabeza; era un gesto habitual en él cuando quería decir que algo no le daba buena espina .

-A mi tampoco me acaba de caer bien –dijo la joven- es demasiado... turbio, no creo que sea bueno que Iori esté con él.

Los dos jóvenes se miraron; ambos sentían una cierta admiración por el bajista, ya que lo consideraban un gran músico y, a pesar de todo, una excelente persona.

-¿Y que tal su nuevo... querido? –preguntó Sakura haciendo una abierta mueca de desdén.

-¿Kyo Kusanagi? –"Pinhead" bajó la vista –Es demasiada mercadotecnia para mi gusto...

Legaron a Osaka, donde Kianu ya los estaba esperando; estaba recargado en un auto afuera de la terminal fumando un cigarro. "Pinhead" pudo notar que el guitarrista estaba bastante callado; "Tu también lo notaste..." pensó el baterista al ver el rostro de su amigo. De todos los integrantes de lo que fuera "Violett Flames", a excepción de Iori, Kianu había sido siempre el más perceptivo; sin importar lo impulsivo de su carácter, Kianu infaliblemente sabía cuando algo andaba mal.

-¿Todo bien? –preguntó al fin Sakura.

-Si, perfecto –el ligero temblor en la voz de Kianu señalaba que estaba mintiendo, pero Tanto Sakura como "Pinhead" sabían que lo mejor era no presionarlo.

Leona despertó al escuchar el timbre y fue a abrir la puerta -¿quién? –preguntó con voz de quien no quiere abrir.

-Somos el nuevo equipo de Athena –dijo la voz de Andy Bogard al otro lado de la puerta- Venimos por ella, para ir a entrenar.

-¡Athena!!aquí te buscan!-Leona gritó leona, mientras que abría la puerta. El equipo de Athena estaba integrado por Andy Bogard y... ¡Chang Koehan!. La chica del cabello celeste, se quedó petrificada al ver a aquel hombre descomunal, que la miraba con ojos de borrego a medio morir y una sonrisa de oreja a oreja.

-¡A...Athena, apresurate o llegaras tarde! –volvió a gritar, esta vez con voz temblorosa.

-Diles que me esperen un momento, todavía no me he peinado- La inocente voz de Athena respondió desde el baño.

Leona sudó una gota: Sabía cuanto se tardaba Athena en peinarse, y sabía que ese tiempo era demasiado en compañía de Chang, quien tenía la extraña costumbre de acosarla.

-Dice que la esperen un momento –anunció la joven militante con una sonrisa muy forzada- ¿Gustan... pasar?

"Ay, Dios mio, haz que Chang no me vaya a corretear esta vez... estoy demasiado cansada como para correr". Los ruegos de Leona fueron, al parecer, escuchados ya que, justo en ese momento, apareció por el pasillo, la figura de cierto pelirrojo que ponía los cabellos azules de Leona de punta. Haciendole señas con la mirada para que la ayudase con Chang y rogando por que hubiera algo de solidaridad entre Orochis, Leona logró atra er la atención de Iori, quien se dirigía a ensayar en el cuarto de su hermana. El pelirrojo la miró con cara de "¿Estas loca?"; pero cuando vió que se trataba de Chang, comprendió que Leona necesitaba ayuda; se encogió de hombros, volteo a ver que no hubiera nadie mas viendo y caminó hacia ella.

-¿Cómo estas, mi amor? –le dijo, besándola con pasión.

Chang y Andy se quedaron boquiabiertos; ninguno se esperaba que Iori y Leona fueran una pareja. "No sé si felicitarla o compadecerla" pensó Andy; mientras que Chang levantaba su pesada bola de hierro, dispuesto a aplastar la pelirroja cabeza del Yagami.

-¡Alto ahí, Koehan! –dijo una voz al tiempo que un cuerpo se interponía entre Iori, quien seguía ocupado con Leona, y la bola. Chang casi se suelta a reír, al ver a Chris haciendo hasta lo imposible por detener la bola, que pesaba más que todo él.

Iori se separó de Leona bruscamente al oír el bullicio; el pelirrojo midió la distancia con los ojos y se lanzó corriendo hacia Chang, lanzándole al suelo.

-SHINE – gritó Iori mientras descargaba una explosión púrpura sobre Chang. El Coreano quedó tirado en el piso sin poder moverse. –Esto es por molestar a Leona.

Chris dejó caer la bola, que accidentalmente cayó sobre el pie de Andy .

-DEMONIOS –gritó este- TEN MÁS CUIDADO; IDIOTA.

-¿Cómo le dijiste? –Iori encaró molesto a Andy- Nadie se mete con alguno de mis músicos y sale ileso, enano.

-Lo siento, Chris – Andy frunció el ceño; sabía, por algo que le había escuchado comentar a Billy Kane, que no era recomendable buscarse un problema con Iori Yagami.

-¡Demonios¡ -protestó Athena, molesta- Que no pueden estar ni tres segundos sin ocasionar problemas; tenían que ser Orochis...

-Nadie se mete con alguno de mis congéneres y sale ileso –exclamó Leona parodiando el estilo de Iori, momentos antes- Marinerita.

-¿Qué insinúas, terrorista? –Athena se volvió hacia Leona.

-Ouch, eso dolió –exclamó Chris al ver la cara de esta.

-Callate, Chris –dijo la joven militante, para después volver a encarar a Athena- Y para tu información, Cantante de cabaret, no estoy insinuando nada, estoy AFIRMANDO que nadie se mete con los Orochis.

-Pues mira, soldado raso de tercera categoría...

-Chicas, no peleen –Andy se interpuso entre las dos jóvenes- Athena, ya vamonos a entrenar.

-Si, Leona –dijo Iori tomando a la joven por el hombro- vamos adentro.

La joven del cabello azul asintió y ambos entraron en la habitación, seguidos por Chris.

-¿Qué hay en las cajas? Dijiste que hoy nos lo ibas a mostrar -Preguntó Chris.

-Son un par de guitarras y un stick – respondió Iori con un encogimiento de hombros- un regalo por parte de Gabriel.

-¿El tipo raro que llegó al final del concierto? –preguntó Chris.

-Ese mismo –el pelirrojo se detuvo a pensar un momento y volteo a ver a Chris, extrañado- A todo esto, Chris, ¿Qué estas haciendo aquí?

El chico bajó la vista al suelo y un ligero rubor apareció en sus mejillas.

-Es que Yashiro y Shermie estaban discutiendo –dijo –y me sentí como un estorbo en ese momento.

-¿Y se te ocurrió venir aquí? –preguntó incrédulo el pelirrojo.

-¿a dónde más querías que fuera? –respondió el chico.

-No lo sé, a cualquier otra parte, pero está bien –dijo el Yagami, pensativo –no es bueno que andes por ahí vagando.

-Mira quien lo dice... –dijo Chris con sarcasmo.

-¿Y ellos saben que tu estas aquí? –preguntó Leona, preocupada.

-No

-Se van a preocupar mucho... –comentó la joven.

-¡Claro que no! –dijo Chris exaltado- A ellos ya no les importa si estoy o no estoy .

El chico apretó los puños con fuerza; pero sabía que era cierto, había pasado a segundo plano: antes ellos dos se preocupaban más por él que por ellos mismos, incluso más que por el plan; en el torneo del 97, le habían protegido tanto. Pero después de que comenzaron a estar juntos, lo abandonaron y cada día les iba importando mucho menos. No debía llorar, pero una lagrima corrió por su mejilla, de inmediato fue secada por una mano suave; levantó la vista para encontrarse con los ojos verdes de Leona.

-No llores, Chris –le dijo suavemente.

-A que adivino –dijo una voz femenina- El chico se siente abandonado.

Leona se volvió a ver a Sahori. La pelirroja estaba recostada en el sillón todavía un poco adormilada.

-No tienes razón –dijo Iori a Chris- eres injusto con Yashiro al decir y pensar que no le importas.

-Eres injusto con... Yashiro –repitió la pelirroja, mientras le dirigía una mirada a Leona.

-El siempre te ha protegido, siempre se ha preocupado por ti –el pelirrojo miro al chico, molesto- Eres como un hijo para él y tu haciendo que se preocupe

-Sin olvidar que también está Shermie... –dijo Sahori más como un recordatorio para su hermano que para Chris- No es que Yashiro esté solo.

-Si, claro, también a Shermie –repitió el pelirrojo, algo avergonzado de que su hermana le corrigiese.

-No sean tan crueles con él –Leona defendía a Chris- Es perfectamente normal que se sienta así.

El chico miró a la joven y le sonrió, mientras el pelirrojo se paseaba de un lado a otro de la habitación. Estas pensando demasiado en Yashiro le decía una voz en su cabeza; el golpe en la puerta lo salvó de seguir atormentándose a si mismo. Fue a abrir la puerta, encontrándose con Kianu, Sakura y "Pinhead". Iori sonrió para sus adentros al verlos.

Kianu se quedo mirando fijamente al pelirrojo que abrió la puerta; una punzada de dolor le golpeó las entrañas.

-¿Cómo estas? –le dijo tranquilamente, como si nada hubiera pasado.

-Bien, en lo que cabe –le respondió Iori.

-Me alegra –Kianu entró a al habitación y se encontró con las dos chicas y Chris; Sakura y "Pinhead" lo siguieron.

-¿Qué le pasó? –preguntó Kianu al ver los ojos hinchados de Chris.

El chico levantó hacia él sus grandes ojos azules. Kianu se quedó mirándolos por largo tiempo: era de reconocerse que en unos años, Chris se convertiría en un hombre muy hermoso.

-Tuve una discusión con Yashiro –respondió Chris suavemente- Nada de importancia.

-Si no fuera algo de importancia no estarías así –le dijo el moreno con una sonrisa de complicidad -¿Te hizo algo?

-No, simplemente... sentí que hacía mal tercio –Chris sostenía con dificultad la mirada en los ojos verdes de Kianu; sólo se sentía de esa manera con Yashiro.

-No creo que les hagas mal tercio- Kianu fue acercando su rostro al de Chris hasta que quedaron a unos pocos centímetros- Eres demasiado...

-KIANU –la voz de Iori hizo que el moreno se apartase rápidamente de Chris- Es tan solo un niño, clamado con él.

-Te defiende mucho –Le dijo el moreno a Chris, pero con toda la intención de que fuera Iori quien escuchara- aquí tu... padrastro.

-Cállate, Kianu –dijo el Yagami con fastidio.

Antes de que pudieran comenzar a discutir, el teléfono sonó y el pelirrojo tuvo que ir a contestar.

-Bueno... –Un pequeño rubor cruzó por sus mejillas- ¿E... eres tú?... Si, claro... no, como crees que va a haber problema... ¿Un problema?... ¿Se te perdió algo?... ¿No es por casualidad algo que mide un metro con sesenta centímetros, pesa cuarenta y ocho kilogramos y, se llama Chris?... Si, está aquí... Si, está bien, un poco deprimido, pero bien... ¿Entonces vienes para acá?... Te tengo un regalo, bueno es de parte de Gabriel, pero sé que te gustará... está bien, te espero... Adiós... Oye, Yashiro... No, nada... Adiós.

Cuando Iori colgó el teléfono, pudo escuchar un coro de risitas atrás de él. En esos momentos se dio cuenta que su cara estaba tan roja como su cabello. ¿Qué te pasa? ¿No que mucho amor a Kyo? Le dijo la misma voz dentro de su cabeza.

-Guarden silencio todos –refunfuñó y sujetó a Kianu por la muñeca- tu ven conmigo, también a ti te mandó algo Gabriel.

Los dos jóvenes se aproximaron a los tres estuches; Iori levantó el que contenía a Rubí y se lo entregó a Kianu.

-Por alguna extraña razón, creo que deberíamos usarlas para el duelo –dijo el Yagami a su compañero.

El moreno abrió la caja y levantó en sus brazos la guitarra roja; Ya había escuchado sobre Rubí antes. De hecho, ya sabía que Gabriel pensaba entregarles los instrumentos una vez que estuvieran juntos los tres. Conocía el sonido del instrumento y sabía que Rubí requería un especial cuidado.

Yashiro y Shermie llegaron al poco rato; cuando entraron, el rubor volvió a aparecer en las mejillas de Iori. No debes pensar en esas cosas se repitió una vez más, mientras le entregaba a Ámbar al platinado.

-Gabriel me las dio, esta se llama Ámbar – le dijo a Yashiro mientras el otro miraba la guitarra fijamente –Como tu maldita urraca.

-No es una urraca –dijo Yashiro, demasiado embobado con la guitarra como para ofenderse- es un halcón.

-Como sea –dijo el pelirrojo, admirando el perfil de su compañero. Se ve bien, ¿No? Le dijo la voz con algo de burla; pero era cierto, Yashiro se veía bastante bien: su rostro era fuerte, pero sin perder la armonía; sus ojos escarlata escudriñaban el instrumento con precisión, mientras que su boca se curvaba ligeramente hacia arriba, en una especie de sonrisa.

-¿Por qué tan rojo, amor? –le preguntó al fin, apartando la vista de Ámbar.

-Yo no estoy rojo –respondió el pelirrojo –Vamos a ensayar, de una vez.

So tell me how to do it,

How to do what i'm gonna do,

How to sep the knife from incide of you,

Baby, now you're lower too...

Te equivocaste de nuevo –Kianu interrumpió la canción, exasperado- ¿Se puede saber que te ocurre?

-No lo sé –Se defendió el pelirrojo- Todos podemos tener quince minutos de estupidez de vez en cuando, ¿No?

-Pues si, pero abstente de tenerlos durante los ensayos –protestó el moreno.

-Está bien –el pelirrojo se volvió al resto de la banda – Chicos, vamos desde arriba...

¿Tres veces en un ensayo? Es humillante y mucho más enfrente de... La voz volvió a atormentar al pelirrojo.

-IORI –gritó Kianu. Cuatro veces.

-¿Les parece si paramos el ensayo un momento? –dijo Yashiro- Creo que necesito hablar con nuestro bajista.

El platinado jaló al Yagami por la muñeca hasta la cocina. Era increíblemente raro que Iori se equivocara en las notas, después de toda la formación musical que tenía el pelirrojo, era algo prácticamente imposible.

-¿Qué te pasa, amor? –le preguntó cuando los dos estuvieron solos.

-No lo sé, simplemente no me están saliendo las cosas –Respondió Iori –No lo sé, creo que tengo que ir a ver a Kyo, ¿Sabes a lo que me refiero?

-Seguro, amor –Nanakase acarició la mejilla del pelirrojo con suavidad- continuaremos el ensayo sin bajo.

-Gracias, Yash –respondió el Yagami con una sonrisa.

¿Qué si sé a que te refieres? Pensó Yashiro mientras veía al pelirrojo salir Pues yo sólo sé, Iori, que últimamente ya no te molestas cuando te llamo 'amor'.

Yagami subió a su habitación corriendo, algo agitado y ruborizado hasta la raíz del cabello. Eso es, vamos con Kyo, que es con quien debemos estar y dejemos de pensar tonterías. Levantó la sabana negra que tenían en lugar de puerta y se aproximó lentamente hacia la figura que dormitaba placidamente recargado en la mesa, con la cabeza apoyada en un libro de texto. Los labios del trigueño estaban entreabiertos y sus ojos color miel estaban cerrados, mostrando sus largas pestañas en todo su esplendor. Se ve increíblemente... patético pensó con desengaño el pelirrojo; la imagen que en otro momento pudo haberle parecido la más tierna del mundo, le parecía simplemente patética, en esos momentos. Reacciona, Yagami, llevas un mes y medio con él; hasta has llegado a decir que es el amor de tu vida y de un momento a otro, ¿Se te fue la magia? Iori se mordió los labios y siguió contemplando a Kyo. El Kusanagi abrió los ojos y se quedó mirando al pelirrojo que lo miraba con extrañeza.

-¿Cómo estas, querido? –le dijo con una sonrisa, mientras se levantaba para ir a besar los labios de su amante.

-Bien –Iori esquivo al trigueño, que se inclinaba hacia él en esos momentos- en lo que cabe...

-¿Qué tienes, Iori? –le pregunto Kyo preocupado.

-Nada, solamente estoy cansado, voy a mi habitación –el pelirrojo abrió la puerta de su cuarto, no el que compartía con Kyo, si no el que originalmente era suyo- Kyo, no quiero que nadie me moleste, ¿Entendido?, nadie.

-Si, claro, descansa –El Kusanagi vio desaparecer por la puerta a su compañero, sin saber que más decir. Iori...

Kyo se volvió a intentar concentrar en el libro que tenía enfrente. La electronegatividad es... ¿Qué pasa con Iori?... la medida variable... ¿Estará molesto por algo?... del poder de atracción... Lleva un rato que está bastante distante, desde el concierto de San Valentín, y de eso hace ya dos semanas... entre dos átomos... Es más, no hemos tenido relaciones desde el día del concierto... unidos entre si por un enlace químico... Esto no está bien, debo hablar con él, pero no quiere verme... El valor más alto es de 4.0 ... al demonio, voy a hablar con Beni, él sabrá que hacer

El trigueño se dirigió a la habitación contigua, Ahora, solamente tengo que inventarle algo bueno para que no sepa que estoy hablando de Iori. Toco la puerta y Kim Kaphwan le abrió; el hombre tenía una cara de preocupación tremenda.

-¿Qué te pasó, Kim? –preguntó sorprendido el Kusanagi.

-Pasa y velo por ti mismo –respondió el Coreano con cierto desagrado.

Kyo entró a la habitación y alcanzó a escuchar unos sollozos; casi salta del susto al ver a Shingo llorando como Magdalena, en el hombro de Benimaru.

-Es que no puedo creer que esté enamorada de Kim... –Yabuki repetía entre lágrimas.

-Yo tampoco me lo creo –protestaba el Coreano- esa chica además de ser una escoria de Orochi, quiere nublar mi sentido de la justicia con sus encantos.

-Que malo, ¿No? –Benimaru respondía indiferente; el rubio era uno de los pocos peleadores que no consideraba que el hecho de tener sangre Orochi fuera así como que un defecto, en el estricto sentido de la palabra. Al ver a Kyo, inmediatamente se levantó dejando a los otros dos.-Kyo, que gusto que te dejas ver.

-Beni, ya sé que no es buen momento, pero tus consejos son los mejores del torneo y... –dijo el trigueño pensativo.

-Pues, no es buen momento –El rubio lo jaló hacia la puerta de la habitación- pero si es tan urgente como dices, será mejor que vayamos a tomar una cerveza para discutirlo con más calma..

-Pero ¿Y Shingo...? –preguntó Kyo preocupado por su disipulo.

-Lleva así como una semana, tiene que superarlo –Benimaru se volvió hacia los otros dos- Bueno, chicos ahí se quedan, yo me voy.

Llegaron a un pequeño bar en el circuito musical: "La Tarasca". Era un lugar más o menos bohemio en el que un tipo cantaba trova en un escenario; la mayoría de la musica era de origen hispano y la decoración del lugar también lo era. Era uno de los pocos lugares en Osaka donde se podía comprar cerveza mexicana.

-Entonces, Kyo –dijo Benimaru cuando se sentaron- ¿De que querías hablar?

-Pues, dejémoslo en que hay una persona a la cual llamaré 'X' –comenzó el trigueño.

-Es alguien del torneo –dijo el rubio. No era una pregunta.

-Eso no importa, el caso es que 'X', después de varios años de llevar una relación bastante tormentosa, decide comenzar una relación con otra persona, 'Y', llevan juntos mes y medio, pero las cosas se están enfriando entre ellos ¿Qué puede hacer 'Y' para remediar la situación? –Los ojos avellana reflejaban una gran preocupación.

-Pues mira, según he visto –Comenzó Nikaido- esta persona 'Y', se dio cuenta que quería algo con 'X' a instancias de una persona 'Z', ¿Me equivoco?

-No.

-Bueno, el caso es que según lo que yo tengo entendido, 'X' y 'Z' llevan bastantes años en tramites –el rubio bajó la vista- y, lamento decirlo, pero 'Y' tuvo la suerte de agarrar a 'X' en un momento de confusión durante el cual acababa de salir de una mala relación amorosa.

-Toda la razón –respondió el trigueño, dándose cuenta de su triste realidad.

-Ahora 'X' se encuentra mejor y tiene a 'Z' más cerca que nunca, por lo tanto, yo creo que 'Y' sale sobrando aquí. –Los ojos azules se clavaron en los de Kyo –El consejo es este, tómalo o déjalo: Si realmente te importa en algo lo que él quiere, deja que Iori y Yashiro lo intenten.

-¿Cómo supiste que se trataba de Iori? –Preguntó sorprendido el trigueño.

-Ay Kyo, que casualidad que cinco minutos después que Yashiro te retó a que negaras tu amor por Yagami, saliste corriendo detrás de él –Benimaru sonrió tiernamente- a veces no sé si me subestimas o me sobreestimas, Kyo.

-¿A poco ya llevan mucho tiempo él y Yashiro? –Preguntó el trigueño con cierta tristeza.

-Desde el 94, tuvieron una relación de tres meses y luego se separaron –replicó Nikaido sin darle mucha importancia al asunto, y en parte para no atormentar a Kyo.

-No importa –los ojos de Kyo brillaron decididos- Habrá tenido mucho que ver con Yashiro, pero a mi me tiene que ver diario, por el resto de su vida hasta que alguno de los dos tenga un hijo. Él no podrá tener un heredero legitimo si se queda con Yashiro. Tengo tiempo para reconquistarlo.

-Olvídalo, Kyo –Benimaru suspiró con fastidio; increíble que Shingo lo hubiera copiado hasta en la terquedad.

-¿Y darme por vencido? Primero dejo de ser Kusanagi –respondió el trigueño arrogante- La persona capaz de derrotarme en el amor o en la arena, todavía no ha nacido.

~ * ~

Fin del capitulo 5, este capitulo me tardó un poco más que los otros, ya que se borro de la computadora (un virus...)

~ * ~

Continúa...

[ Capítulo 6: Escape a la Media noche ]

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Febrero, 2002

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