Fanfic por Raziel
IKKIICHIYÛ
PRIMERA PARTE:
Como Romeo y Julieta
Capítulo XVII: Asu no egao no tame ni
Se dice que en las noches, las brujas realizan sus aquelarres y convertidas en grandes bolas de fuego comienzan a danzar brincando y chocando entre si para celebrar la llegada del diablo…
Durante el recorrido de Apizaco a “El Peñón” un pequeño pueblo situado a media hora de camino de donde se encontraba hospedada la familia Kusanagi, Yuri relataba a su amigo las leyendas del lugar, eran aproximadamente las seis de la mañana y el frió empañaba los vidrios del coche, aún estaba oscuro y la neblina se hacia mas densa a medida que iban acercándose al pueblo.
– A esta curva se le conoce como la “Loca”, cuentan que una vez un coche se fue para el fondo de este pequeño barranco, y todos murieron a excepción de una mujer, la cual al ver a todos sin vida se volvió totalmente loca – la voz de la joven sonaba misteriosa y Kyo sólo callaba, sin mostrar el miedo que fluía desde el interior de su corazón
– Hemos llegado – exclamó Takuma-san al estacionarse junto a una escuela primaria, la neblina era muy densa poco faltó para que no pudiesen ni ver más allá de su nariz.
Todos bajaron del coche, Ryu y Robert caminaban como si nada entre la niebla, era de verse que ya conocían muy bien el lugar, Yuri se acercó al moreno y tomándolo del brazo le dijo que no se preocupara, que ella estaría con él por cualquier cosa extraña que pudiese pasar. Cabe mencionar que al decir esto el gesto de la joven era un poco tétrico y burlón.
– ¿A donde vamos? – preguntó Saisyu-san a su amigo
– Bueno, pues, sólo hemos pasado a comprar un par de provisiones, y después nos iremos al bosque a acampar – contestó este con gran ánimo
– ¿Oi Kyo? (¿Oye Kyo?) – la voz de la joven hizo que Kusanagi , el cual estaba tratando de caminar sin caerse, volteara a su lado derecho – sabes… en este lugar aproximadamente entre dos y cuatro de la tarde, el cementerio desaparece – silencio incomodo – y ves ese pequeño río de allí – la joven señaló en dirección de un pequeño puente por debajo del que pasaba un angosto aunque veloz riachuelo – la gente de este lugar cuenta que, si pasas por la noche, puedes ver a una hermosa mujer vestida de blanco que esta lavando ahí, pero cuidado – una mirada seria por parte de Yuri hacia su compañero – no te acerques a ella
– ¿Naze? (¿Por qué?) – preguntó nerviosamente Kyo
– Es un espíritu en pena, el cual lanza desesperados gritos “Ay Mis hijos” – la voz de Yuri resonó por el lugar – y si te acercas demasiado es probable, muy probable – recalcó – que se lleve tu alma hacia el más allá
– ¿Y por qué grita eso?
– No sé, hay muchas suposiciones con respecto a ella, una es, que era una joven abandonada, que había muerto a vísperas de casarse, a veces una viuda que venía a llorar a sus tiernos huérfanos; ya la esposa muerta en ausencia del marido a quien venia a entregar el ósculo que no había podido darle en agonía, o la mujer vilmente asesinada por el celoso cónyuge quien se aparecía para lamentar su fin y protestar su inocencia, además – continuó – se dice que cuando oigas sus lamentos cerca de ti, es porque ella se encuentra lejos; pero cuando los oigas lejos, ¡corre!… porque podría estar… ¡detrás de ti! – en eso el moreno sintió unas manos sobre sus hombros
– KYAAAAAAAAAAAAAAA – el grito del muchacho resonó en todo el lugar, mientras Robert se carcajeaba a todo lo que le permitían sus pulmones, ya que él fue el que lo había tomado por los hombros
Tiempo después la neblina se disperso, eran aproximadamente las siete treinta cuando acabaron de comprar todo, listos estaban para regresar al auto cuando…
– ¡Cuidado! – el grito llegó tarde, un casi inconsciente Kyo yacía en el suelo, con las rodillas juntas y sus manos cubriendo sus partes nobles – perdón, pero es que mi hermano lanza fuerte los balonazos – el moreno alzo el rostro, y frente a él, un chiquillo moreno, de ojos grandes color avellana y pestañas largas y tupidas de aproximadamente siete años le tendía la mano para ayudarlo a levantar
– Shimpai de ha arimasen, daijôbu desu (no te preocupes, estoy bien) – el niño lo miró fijamente
– ¿Que qué? – preguntó sorprendido – hablas chistoso – una sonora carcajada de parte del infante
– Es que es de Japón – la intervención de Yuri calló al pequeño
– ¿Es de Japón? – un brillo en sus ojos
– Si, ¿como te llamas? – preguntó la joven y después le traducía al moreno la conversación
– Oliver Atom – decía el niño mientras tomaba el balón de soccer entre sus manos, Yuri sonrío alegre – bu…bueno en realidad me llamo Daniel García, pero me gustan mucho los Super Campeones
– Captain Tsubasa – interrumpió el moreno después de que su amiga le había explicado que a Tsubasa Ozora, en México se le conocía como Oliver Atom – Hola – Kusanagitrataba de hablar español – yo soy Kyo to wa… iie… yo Japonés – le extendió la mano a Daniel y este correspondió el saludo
Después el moreno con ayuda de Yuri, le preguntó a su amiguito si le gustaría ver un truco; el niño respondió que si, y cuando regresó de devolverle el balón a su hermano que estaba comprando algunas cosas, quedó asombrado al ver que de la mano del japonés una llama escarlata aparecía y desparecía como el fuego de un encendedor.
– ¡WOW! – gritó Daniel
– Daniel – una voz de hombre a lo lejos – ya vámonos o se va a enojar mamá – el hermano mayor del niño caminaba cuesta abajo
– Ya voy – Daniel torció la boca en gesto de resignación – me tengo que ir – dijo tristemente – se despidió de los jóvenes, pero después de dar unos cuantos pasos se volteó mirando de manera extraña al joven, y se acercó a ellos nuevamente – ¿sabes? – Dijo con seriedad – algún día cuando sea grande iré a Japón y te visitaré – acto seguido emprendió carrera, sin dar tiempo a que Yuri acabara de traducir sus palabras
– Te recibiré con gusto – gritó el moreno, y vio, aún en la distancia como el pequeño Daniel alzaba su brazodespidiéndose con alegría
– Muchachos – una voz hizo que voltearan los dos, Takuma estaba metiendo varias cosas a la cajuela del auto ayudado por su hijo y su pupilo – suban al auto es hora de irnos – a los pocos minutos se encontraban nuevamente en la carretera que conducía hacia lo que según Sakazaki-sama era el mejor lugar para acampar.
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Cuando llegaron al lugar desempacaron todo, desde las casas de campaña hasta el repelente de insectos. Instalaron todo, a unos cuantos pasos de campamento había una pequeña poza de agua, conocida como “el ojo de agua”. Según la creencia del pueblo, se dice que en esa poza se aparecen los “chaneques”que son pequeños duendecillos con apariencia de niños, que invitan a jugar a las personas que se encuentran, pero cuando, a los que invitaron a jugar, se acercan lo suficiente, sin compasión los ahogan y los vuelven uno de ellos. Estas y más historias concernientes al pueblo y sus alrededores se contaron esa noche, en torno a una fogata; mientras cubiertos sólo por ligeras mantas, los ahí presentes trataban de calentar su cuerpo que a cada momento tiritaba y sentía escalofríos no sólo de temor.
Aproximadamente a las tres de la mañana se fueron a dormir, Kyo en medio de Saisyu y Shizu, Yuri junto a su padre, y en otra tienda Robert y Ryu dormían placidamente sin que sus cuerpos sintieran como el ambiente se iba helando poco a poco. El día siguiente todo fue diversión, jugaron bádminton, voleibol, fútbol, y demás deportes o juegos que se les ocurrían para pasar el tiempo; terminaron sucios pero contentos, Kyo estaba pasando unas vacaciones que no se había imaginado. Y la pequeña Sakazaki era una compañía que no hubiese cambiado por nadie en esos momentos, a excepción claro de la única persona que ocupaba sus pensamientos varias horas: Yagami Iori. El moreno hubiese querido que su amigo lo acompañase en aquel viaje, seguramente se habría divertido lo doble, pero trató de no pensar en cosas que lo entristecieran y decidió irse a la cama, puesto que iban a ser las doce de la noche y al otro día habían quedado que visitarían las aguas termales de Chignahuapan para relajarse de los ajetreados días que habían tenido anteriormente.
Y así fue, a las cinco de la mañana todos despertaron, para los Kusanagifue extraño ver unas aguas termales tan diferentes a las de Japón, sin embargo el ambiente en aquel lugar era muy calido (no solo por el agua hirviendo) la gente los trató muy bien y al entrar en las piscinas techadas les agradó sentir el agua casi hirviendo. Unas horas después, al ya estar completamente relajados y descansados, se dispusieron a regresar a Apizaco.
Los demás días de vacaciones los ocuparon para visitar otros sitios importantes, como Cacaxtla, el ex–convento de San Francisco y el centrohistórico de la capital. Para Kusanagiel tiempo en México le pareció una experiencia, además de divertida, muy interesante, hizo varios amigos, aprendió palabras nuevas (entre ellas alguno que otro albur)sin contar los entrenamientos con los tres Sakazaki. Al momento de la despedida prometió a Yuri que regresaría algún día para la revancha (Yuri no aceptó su derrota ante el moreno por tal motivo le pidió dicha revancha). Los Kusanagi felices, regresaban a Japón, y desde el avión Kyo vio perderse en la distancia a las cuatro personas que hicieron de sus vacaciones algo especial.
Fin flash back
– Y… así concluyo el relato de mis vacaciones en México – Kyo dio un hondo suspiro y miró a sus amigos, quienes habían estado atentos al relato de principio a fin
– Interesante – exclamó Yagami sereno
– Hai – pronunció Athena mientras cerraba los ojos y una sonrisa enmarcaba sus labios en un tierno gesto
En esos momentos sonó el timbre de salida.
– ¡Kyaaaa! – chilló la joven Asamiya levantándose de golpe, tal reacción alarmó a los otros chicos
– ¿Dôshita no? (¿qué pasa?) – exclamaron preocupados y parándose también
– He perdido clase – el gesto de la chica era verdaderamente angustiante, sus ojos llorosos por haberse volado clases enternecieron al pelirrojo
– Ike Athena-chan, shimpai deha arimasen (vamos Athena no te preocupes) – dijo Iori tomando a la joven de la barbilla haciendo que alzara el rostro – es la primera vez que lo haces,no creo que los profesores te regañen por ello
– Demo… (Pero)
– Shh – Yagami le sonrió a la joven y poco a poco se fue tranquilizando, pero a quien le pasó todo lo contrario fue al moreno, el cual se enojó por que lo ignoraron por completo en ese instante.
Minutos después, al haber ido por sus cosas llegaron a la entrada del colegio, donde la mamá de Athena la estaba esperando desde hace unos momentos. Los otros dos se despidieron y cada uno se fue por sus respectivos caminos hacia su casa.
******
Miércoles 27 de Noviembre de 1991, aula H-2…
La segunda hora del grupo 1-I fue suspendida, puesto que la profesora Brigitte decidió que aprovecharían ese tiempo de clases para ensayar la obra, y de paso reprender al moreno que aun no se aprendía nada de su papel…
Romeo y Julieta acto I, Escena en la que la señora Capuleto (Hachidori Michino) y Julieta (KusanagiKyo) conversan sobre el matrimonio de esta última con Paris (Kushinada Yuki)
– Respóndeme con una palabra: ¿será de tu agrado el amor de Paris? – pregunta la señora Capuleto a su bella hija que mira distraída por el ventanal
– Procuraré que me sea grato, si el hacerlo puede procurar que llegue a sérmelo – una gota por parte de los ahí presentes
– Si el procurarlo puede hacer que llegue a sérmelo – la voz del apuntador junto al moreno
– Hai… sore (Si… eso) – sonrisa inocente por parte de Kyo que voltea a ver a su hermano, este le sonríe con gesto divertido
Tiempo después…
Romeo y Julieta acto I, Escena IV
– ¿Decimos nuestra arenga para excusarnos, o entramos sin disculpa alguna? – exclama Romeo a su amigo Benvolio antes de entrar a la casa de los Capuleto
– Todo cuanto digamos es tiempo perdido. No vamos a sacar Cupido con venda y arco de madera pintada – los jóvenes miraban atentos las actuaciones de sus amigos, en especial la del pelirrojo…
– Estáis enamorado; pide al amor sus alas para elevarte más allá de la altura ordinaria – irónico comentario por parte de Mercucio a un romeo que exclama con pasión
– El amor me ha disparado una saeta que traspasa harto cruelmente para que pueda emprender el vuelo con sus leves alas – cuando Iori interpretaba su papel el moreno quedaba embobado – y encadenado como estoy, no puedo elevarme por encima de mi tristeza: sucumbo bajo la pesada carga del amor – los ademanes y tonalidades en la voz de Yagami, provocaban escalofríos que recorrían cada centímetro del cuerpo de Kyo que vibraba al igual que los demás con la actuación de su hermano.
Tiempo despuésen la hora del almuerzo los tres jóvenes se intercambian sus alimentos, habían decidido intercalarse diariamente para que así les tocase compartir a todos con todos, un día Athena llevaría el lunch para el pelirrojo y al otro día para el moreno; pero en la hora libre no solo pretendían comer, también ensayarían sus papeles, entre Athena e Iori ayudarían a Kyo con el suyo, puesto que era el que más requería la ayuda…
– Porque no ensayamos la escena del balcón – propone Asamiya a sus amigos quienes se atragantan al oír aquello
– ¿Por… – tose – porque precisamente esa escena? – la mirada de Iori era de preocupación
– Si, ¿Por qué? – el moreno también se sentía incomodo – mejor practiquen tu y Yagami
– Porque es una de las escenas más difíciles… – hondo suspiro – además Kyo-san, necesita practicar más que Iori-san y yo – ante este comentario no se dijo nada más
– Ved como se apoya esa mano en la mejilla… ¡Quien fuera guante de esa mano para poder tocar esa mejilla! – el pelirrojo empezó con el dialogo mientras el moreno leía el libreto tratando de aprenderse su papel
– ¡Ay!... – Kusanagientrecerró los ojos y miró hacia donde estaba Athena – me siento estúpido gritando así – dijo en voz muy baja
– Shimpai deha arimasen Kyo-san, todo por la obra
– Esta hablando… habla más ángel radiante, pues en medio de la oscuridad que sobre mi cabeza se extiende […] – Iori miraba hacía arriba, a la rama en que estaba sentado Kyo que se había trepado al árbol más cercano, para según él, darle más realismo a la escena
– ¡Oh Romeo¡ Romeo... ¿Por qué eres Romeo?... reniega de tu padre y rechaza tu nombre; y si no quieres hacerlo, júrame que me…– en esos momento se detuvo, no pudo seguir leyendo más, su mirada se clavo en la de su amigo
– ¿Dôshita no? (¿Qué pasa?) – la joven de cabello morado lo miró con extrañeza, no comprendía lo que ocurría, y quedó más confundida cuando se dio cuenta de que Yagami se había quedado estático mirando fijamente a su hermano, sin embargo como un impulso el pelirrojo comenzó a hablar
– ¿Debo seguir escuchando o he de contestar a eso? – al instante, como si hubiese aprendido en tres segundos el libreto, Kusanagitambién habló
– Solo es enemigo mío tu nombre; pues tu siempre eres el mismo – el moreno entrecerró sus ojos, pero ahora en un gesto de suplica – Despójate de tu nombre, Romeo, y en un trueque de ese nombre, que no forma parte de ti mismo, tómame a mi entera
– Te cojo la palabra. – La pasión en las palabras del pelirrojo se hizo presente – Llámame tu amante y recibo otro bautismo, dejo de ser para siempre Romeo…
Una lluvia de aplausos los despertó de su letargo, y aturdidos aun por aquella sensación extraña, ambos jóvenes voltearon y se dieron cuenta que a su alrededor varios estudiantes habían presenciado aquella escena. Sin más, Kusanagibajó del árbol, sacudió su pantalón y se dirigió junto con su hermano y su amiga hacia el salón mientras sonaba la campana que anunciaba el termino del receso. Durante el tiempo restante no cruzaron palabra ninguno de los tres. Iori y Kyo estaban confundidos, al igual que la joven que trataba de entender aquel brillo extraño en los ojos de sus compañeros cuando habían interpretado a sus personajes, un brillo tal que se hubiese podido decir que el amor brotaba por cada uno de los poros de los dos actores; y el cual le produjo a ella un escalofrío y llenó su corazón de infinita tristeza. El resto de las clases pasaron volando, pero el recuerdo de lo pasado aun seguía presente, por tal motivo la despedida de los jóvenes fue rápida y sin sonrisa alguna.
Al día siguiente, nuevamente a la hora del receso Iori, Kyo y Athena después de haber terminado su almuerzo empezaron a ensayar…
– Creo que deben repetir la escena de ayer – decía Asamiya mirando el libreto
– ¿Otra vez? – dijeron al unísono los otros dos
– Mâ si no quieren pueden practicar la escena del beso – comentario sarcástico de la joven – también es una de las más importantes y…
– ¿Qué te parece si te subes a ese árbol otôtô?
– ¿Cuál… ese alto onî-chan?
– Hai, sore desu (so, ese) – tanto el pelirrojo como el moreno decidieron tomar la primera propuesta de su amiga a quien dejaron parada sudando una gotita
Lo extraño de ese ensayo fue que no tuvieron la misma reacción que el anterior, al parecer todo había sido una jugarreta del destino. Todo salio bien, Kyo estaba aprendiendo rápido su papel, incluso Yuki se había unido al ensayo, Athena había decidido perdonarla por lo que los chicos al termino de su hora libre se fueron en parejas al salón: Athena y Yuki e Iori y Kyo. Las clases siguieron su curso normal, a excepción de la primera hora de biología en la que hubo un desmayado. El pobre Maruko Adzumi que no soportó hacer la disección a su rana y que al momento de acercar el bisturí al estomago del animal sufrió un serio mareo y cayó cuan largo era en el suelo del laboratorio, fuera de eso todo bien. Las clases llegaron a su fin sin más percances y todos los alumnos de Hitsuji se fueron a sus casas sin tardanza.
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Mansión Yagami
– ¿Dôshita? (¿Qué pasa?) – Iori ve con sorpresa que su padre se dirige a la puerta, y se da cuenta que junto al guenkan esperan cuatro maletas grandes de viaje – ¿te vas de viaje? – pregunta nervioso
– Acaso no se nota – responde Yume-sama con su gentileza característica – Kaoru date prisa – grita molesto y enseguida un joven muy parecido a Iori, sólo que mas joven y de cabello negro, baja las escaleras a gran velocidad
– Estoy listo Otô-san – una reverencia por parte del chiquillo
– Vamos a América por dos semanas – la mirada de Yagami-sama fija en el pelirrojo – NO quiero llegar y enterarme que desapareces nuevamente por cuatro días ¿Wakarimashita?
– Lin desu yo (está bien)
– Kaoru
– ¿Hai? (¿Sí?)
– Sube a la limusina y espérame ahí
– Hai (sí) – el chico de ojos negros sale de la mansión no sin antes darle un codazo a su hermano al pasar junto a él
– Tú hermana estará a cargo, y me dirá detalle a detalle todo lo que hiciste, así que no te atrevas a holgazanear. Entrenaras en mi ausencia tal y como si yo estuviese aquí – la voz de Yume-sama aumentó su tono – es una orden – salió de la casa azotando la puerta, Iori cambió sus zapatos y se dirigió a la ventana que estaba junto a la puerta.
En cuanto vio que el coche en que iban su padre y su hermano se alejó de la casa gritó de alegría a todo lo que lo permitieron sus pulmones, el grito fue tal que incluso Yukari pudo oírlo y salió de la habitación aun con los audífonos puestos; le preguntó a su hermano que le pasaba, después de que éste le respondiera “nada” un poco penoso y sudando una gotita volvió a su cuarto a encerrarse para seguir jugando con su consola. Mientras tanto el pelirrojo seguía feliz, por fin podría disfrutar de dos semanas completas sin su padre ni el odioso de su hermano, y asícontento como estaba decidió subir a su alcoba para pasar una tarde de lo más tranquila posible, sin entrenamientos ni golpes. Y, lo más importante, podría ensayar sus diálogos sin tener que cuidarse de su padre.
Continúa
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Enero, 2005