Fanfic por Raziel

IKKIICHIYÛ

PRIMERA PARTE:
Como Romeo y Julieta

 

Capitulo X: Henna yatsu ya


Significado de algunas palabras que se usaran en el capitulo:

*Pocky: Dulce japonés, palitos de galleta cubiertos con chocolate (u otros sabores), exquisitos (y me consta porque me compre una caja en la TNT 7)
*GO: Juego tradicional de Japón proveniente de China, aproximadamente de 4000 años de antigüedad.

***

Los chicos ya estaban dentro de la limusina, Yuki se había sentado junto a Kyo, frente a Iori y Athena quienes le estaban dando la espalda al conductor. Por un momento platicaron los cuatro, sin embargo; al ver que el moreno le prestaba más atención al pelirrojo, Yuki decidió hacer lo imposible para que Kusanagi solo se concentrara en ella. Así que sin la menor consideración hacia Asamiya comenzó a coquetearle al chico descaradamente. Por lo cual Kyo dejo a un lado la platica con los otros dos jóvenes y bebía del refresco que le estaba dando Kushinada en la boca (el cual por cierto, era de las provisiones que Iori tenía en el pequeño bar de la limusina). Mientras veía aquello un sentimiento desconocido y una opresión en el pecho hicieron sentir extraño a Yagami, el cual volteo hacia otro lugar y cual fue su sorpresa el encontrar a la pobre chica de cabello morado con los ojos vidriosos, apretaba fuertemente sus puños encima de sus piernas; las lagrimas prontas a salir por ver esa escena.
Ciertamente Yagami sabia de los sentimientos de Athena hacia su hermano, y ya fuese por querer consolarla o por algún otro motivo, comenzó a charlar con ella en un tono un poco mas romántico.

- Athena-chan - exclamo Iori al mismo tiempo en que tomaba entre sus manos las pequeñas y suaves manos de Asamiya, la chica se sorprendió mucho por aquella extraña situación, y volteo nerviosa hacia donde Yagami - ¿sabias que tienes unos hermosos ojos? - decía Iori sin quitar su mirada de la de la joven; ella se sonrojo mucho y no pudo exclamar nada mas que un leve y casi imperceptible "gracias" - vamos no te apenes es la verdad, además, unos ojos así solo pueden pertenecer a una niña igual de linda

Aquella palabras provocaron que Athena se sonrojara mas; pero también, al ser pronunciadas volaron como el viento en una tarde de primavera hacia los oídos del moreno, quien al escuchar aquello y ver la escena tan tierna que en esos momentos sucedía entre el pelirrojo ojiazul y la chica de cabellos morados, no pudo evitar estar extrañamente celoso; aunque nunca supo el porque o el por quien.

Después de unos minutos más, llegaron a la cafetería "Nyûyôku", lugar ameno donde varios jóvenes y no tan jóvenes pasaban ratos divertidos y tranquilos. Cuando todos bajaron de la limusina, el pelirrojo dio ordenes a su chofer de que fuese a dar una vuelta, y que se verían frente a la escuela en una hora; Furuyahitomi obedeció y partió rápidamente. Al entrar a ese lugar Iori le cedió el paso a su compañera, reían alegres sin notar que a la distancia, justo en la esquina de la cuadra un extraño sujeto miraba detalladamente a la pequeña Asamiya, al tiempo que una sonrisa se dibujaba en sus labios y su mirada brillaba en forma de triunfo.

Los estudiantes tomaron asiento en una de las mesas del fondo; eran unas mesitas circulares de madera, cuyo centro estaba pintado de azul, las sillas igual de madera y asientos acolchonados, bastante cómodos para cualquiera. El ambiente era tranquilo, un sitio acogedor que brindaba diversión para todo tipo de personas. Al otro extremo del local algunas maquinas de videojuegos entretenían a varios clientes, más al frente unas tres o cuatro mesas exclusivas para jugar GO, ocupadas en su mayoría por personas de edad avanzada y alguno que otro joven espectador que trataba de aprender algo sobre dicho arte. Diversos aromas invadían el lugar, chocolate, fresa, café, vainilla, pizza recién horneada; al centro de las mesitas, aparte de los típicos floreros, el azúcar y la sal, se alzaban gloriosamente varios palitos de Pocky acomodados en pequeños y coloridos recipientes para el deleite de todo aquel que quisiera comer algo mientras llegaba su orden.

Iori miraba encantado todo aquello, era la primera vez en mucho tiempo que entraba a un lugar así; mientras tomaba un Pocky de coco, su mente recordaba vagamente un lugar parecido, pero el habrá tenido unos tres o cuatro años cuando mucho. Al poco rato la orden de los chicos llego: helados de fresa y vainilla para Yuki y Athena respectivamente, y malteadas de chocolate para los hermanos, agradecieron el servicio a la camarera y se dispusieron a saborear aquellas golosinas. Y tal como se había comportado en la limusina, Kushinada comenzó a engatusar nuevamente al moreno, so pretexto de compartir la cereza de su helado con el guapo Kusanagi. Aunque esta vez sobrepasando los limites de descaro, ya que al tiempo en que Kyo probaba la cereza ella rápidamente junto sus labios a los de él.

Asamiya e Iori quedaron estupefactos, y el moreno ni se diga, la mirada de sorpresa que tenia no era para menos, ya que nunca se imagino que la chica los besaría a él. Siempre pensó que su deseo se vería realizado hasta mucho tiempo después; pero no, ahí estaba Yuki besándolo cariñosamente, todo hubiese estado perfecto si no lo hubiera hecho frente a sus amigos. Y principalmente frente a la pobre Athena cuya rabia no pudo ocultar.

Sorpresivamente y sin razón los floreros y demás cosas que estaban en su mesa y en las mesas contiguas comenzaron a moverse, tal como si estuviese ocurriendo un temblor. Mientras mas se enojaba Asamiya el movimiento era más notorio. Hasta que la chica no pudo contenerse mas, las lagrimas corrían por sus mejillas y se levanto de la silla rápidamente. Todos los que estaban en el lugar veían asustados la escena y los dos jóvenes se separaron al notar el extraño suceso, Yuki alzo la mirada hacia su amiga quien la miraba con odio y resentimiento; al tiempo en que Athena le gritaba a Kushinada - ¡¡TE ODIO!! - un florero salio volando en dirección a la joven, la cual si no se hubiese hecho a un lado le hubiera dado de lleno en la cabeza. El florero se estrello contra la pared y se rompió en diminutos pedazos. La chica de cabello morado tomo su portafolios del suelo y salio corriendo del lugar hecha un mar de lagrimas.
Yuki comprendió su error por lo que inmediatamente salio corriendo tras su amiga, no sin antes cargar consigo su portafolios también, tenia que aclarar todo. Los muchachos se quedaron ahí sin hacer nada, saben perfectamente que en asuntos de mujeres es mejor no meterse si no se quiere salir perjudicado. Así que mejor continuaron tomando sus malteadas, Kyo miro de reojo a Iori, el cual no le quitaba la vista de encima, parecía reprocharle lo sucedido. Cuando terminaron pagaron la cuenta y se fueron del lugar, no tenia caso quedarse mas tiempo allí, ya que consideraron que se veían extraños tomando malteadas frente a frente y ellos solos, mas que otra cosa parecería cita romántica. Además de que la mayoría de la gente que aun se encontraba allí (puesto que varios salieron corriendo de la impresión) los miraba con ojos de inquisición. Al tiempo que el pelirrojo iba a pagar la cuenta, noto que no traía consigo su cartera, cosa que lo sorprendió, pero afortunadamente ahí estaba su hermano menor, el cual tuvo que pagarla; por tal razón Yagami no le dio importancia al incidente de la cartera. Grave error, si en esos momentos hubiera sabido los problemas que ese detalle insignificante le iba a traer, seguramente la hubiese comenzado a buscar con desenfreno y suma preocupación. Pero no, los jóvenes solo salieron y empezaron a platicar como siempre.

****

Unas cuadras lejos de la cafetería podía verse a dos chicas corriendo rápidamente una tras de la otra, eran Yuki y Athena. Kushinada le gritaba a su amiga que la esperara, que no había sido su intención herirla, todo fue la emoción del momento y se que se dejo llevar por la situación. Pero Asamiya no la escuchaba solo oía unos gritos tras de ella; palabras huecas y sin sentido se agolpaban en sus oídos. La otra chica iba alcanzándola poco a poco, ya cuando estaba a una corta distancia, Yuki alargo su brazo y tomo por un hombro a Athena jalándola hacia atrás y haciéndola parar en seco; sin embargo la chica de cabello morado al sentir el contacto de Kushinada en su hombro se volteo de repente y con la mano derecha le dio una bofetada. Sin decir ni hacer nada mas comenzó a correr de nuevo, no se detuvo ni siquiera a mirarla, la otra joven se quedo paralizada ya no hizo el esfuerzo por alcanzarla otra vez, esa bofetada le había demostrado que aun era muy pronto para hablar con su amiga, esperaría hasta mañana para intentarlo de nuevo.

Después de un tiempo de estar corriendo desesperadamente, Athena se detuvo, miro aliviada que su compañera ya no la seguía mas, de cierto modo estaba arrepentida de la bofetada que le había dado, se recargo de una pared; cuando alzo la mirada se dio cuenta de que estaba en un barrio desconocido para ella, a su alrededor se erguían unos altos edificios color arena, cuyas ventanas tenían uno que otro vidrio roto. En las paredes los graffitis se amontonaban unos sobre otros sin poder distinguir alguna forma en especial, los botes de basura estaban al tope y uno que otro animal callejero, en especial los perros, se deleitaba con aquel festín. La joven miraba asustada ese lugar, por alguna razón tenia un mal presentimiento; el cual se hizo realidad cuando cuatro sujetos se acercaron a ella con intenciones mas allá de un simple "Hola ¿cómo estas?". Los tipos la miraban con lujuria, prácticamente la desnudaban con la mirada; asustada, Asamiya solo pegaba hacia su pecho el portafolios que traía consigo, busco con la mirada alguna salida, pero aquellos cuatro le habían cerrado el paso; el mas alto y rudo de ellos, tal vez el jefe, se acerco a la joven recargando de la pared su mano derecha, comenzó a hablar mientras miraba el pecho de Athena, la cual volteo a otro lado ya que el aliento de aquel hombre era asqueroso. De repente, los ojos de la chica se abrieron completamente, la mano de aquel sujeto estaba acariciando sus muslos, ella se resistió y lo empujo, sin embargo eso hizo enojar al tipo, quien la tomo bruscamente del brazo y la jaloneo hasta un callejón aventándola sin consideración contra la pared; del golpe, la joven cayo al suelo y con el impacto soltó su portafolios también. En tanto el jefe se ocupaba en forcejear con Athena los otros tres vigilaban desde la entrada del callejón para dar el aviso si llegaba la policía y poder escapar antes de que los arrestaran.

En el callejón Asamiya trataba de defenderse, pero aquel hombre era fuerte, de un solo jalón rompió la blusa de la joven, su mirada se volvió aun mas lujuriosa al ver los senos de la chica cubiertos solamente por un delicado y aun infantil sostén blanco con encaje rosa, su mano subía lentamente por debajo de la falda tableada color azul; Athena lloraba desesperadamente y trataba de gritar, pero su llanto ahogaba su voz y su grito quedaba atrapado en su garganta. El sujeto estaba a punto de bajar las bragas de la colegiala, cuando los gritos de sus secuaces lo sorprendieron, aquel tipo volteo y miro en la entrada del callejón a un hombre de edad avanzada, aproximadamente de unos ochenta años, el cual le exigía que dejara en paz a la niña. El maleante se levanto, los cabellos azules le caían en la cara, la sonrisa no se borro de su rostro, es mas, ahora reía burlonamente, la joven se quedo en el suelo pero se arrastro hasta la pared y se agazapó allí como conejo asustado. El anciano se acerco a aquel sujeto, su apariencia era enclenque, por lo que confiado el tipo ojiverde saco una navaja y se abalanzo contra el, pero cual fue su sorpresa cuando salio volando debido a una patada que recibió justo en la boca del estomago, con tanta fuerza que llego hasta la pared del fondo del callejón, cayendo inconsciente al lado de Asamiya.

Unas pisadas se acercaban poco a poco a ella, aun asustada miro hacia la derecha y allí frente a ella un pequeño hombre de complexión delgada, bigotes y barba blancos, una vestimenta con un toque estilo Chino, chaleco verde militar, pantalón blanco, con una boina verde también, la miraba fijamente. El anciano le sonrió a la pequeña con ternura, le ayudo a levantarse; Athena por su parte se acomodo la ropa sin embargo su blusa había quedado hecha jirones, el viejo al notar esto se quito el chaleco y se lo tendió a la joven, ella lo tomo agradeciéndole con una sonrisa…

- Domo arigato (muchas gracias) - Asamiya hizo una reverencia, pero no pudo contener la emoción y con los ojos llenos de lagrimas, pero esta vez de agradecimiento, abrazo al hombrecito fuertemente - do…domo arigato ojiisama (gracias abuelo) - el viejo la consoló
- Do hitashimashite (de nada) - contesto, aparto a la chica un poco de si, seco sus lagrimas de manera paternal - vámonos de este lugar que es muy peligroso - exclamo y se fue con la joven lejos de allí - muchacha, con el poder que tienes pudiste haberte defendido tu sola - Athena al escuchar esto volteo a ver al anciano, este continuo hablando - no te sorprendas - le dijo al ver su rostro - vi lo que sucedió en la cafetería, tienes un talento especial, solo que aún no lo controlas; es por eso que no pudiste hacer nada cuando esos sujetos te atacaron, el miedo bloqueo tus pensamientos y acabo toda posibilidad de defensa
- Demo…(pero) - balbuceo la chica
- Con el entrenamiento adecuado podrías aprovechar muy bien tus poderes - Asamiya aun no podía creer lo que oía - los psicho poderes son difíciles de controlar, pero si pones dedicación y empeño, no hay nada que no puedas lograr
- ¿Psicho poderes? - pregunto con incredulidad Asamiya
- Sô desu (así es), esos poderes te dan la habilidad de hacer que tu mente tenga control sobre los objetos e incluso algunas personas - explico el viejo a la joven - por tal motivo cuando te enojas puedes lograr cosas como en la cafetería, ¿acaso no te ha pasado que cuando te concentras mucho en algo, ese objeto se mueve? - Pregunto el anciano seriamente
- Ahora que lo pienso, creo que si, a.. A veces cuando estoy sola en mi cuarto he llegado a mover algunos objetos, pero siempre creí que eran solo coincidencias - explico Athena sorprendida
- Pues bien, ahora sabes que no es así, y que lo que tu tienes es un don especial, en fin - el sujeto se paro repentinamente - hemos llegado a tu casa - al darse cuenta de aquello Athena sudo una gota ¿Cómo era posible que hayan llegado a su casa sin ella haberlo notado? - cuídate mucho pequeña, y si lo deseas yo puedo entrenarte para que uses tus poderes correctamente
Asamiya movió la cabeza de manera afirmativa, abrió la puerta de su casa pero recordó que aun no sabía el nombre de su salvador…
- Su.. sumanai… (disculpe)- el viejo que ya había caminado unos pasos, se paro y volteo - demo…¿anata no namae wa ojiisama? (¿cuál es su nombre abuelo?)
- Chin. Chin Gentsai, y cuando estés lista para aprender yo vendré aquí joven Asamiya - al terminar de estas palabras continuo con su rumbo

Athena estaba paralizada ¿como era que conocía su nombre?, ¿quien era en realidad? y ¿como es que le regresaría su chaleco?. El mundo tiene misterios que nunca nos podremos explicar, ella lo sabia y decidió dejar así las cosas, se metió a su casa y cerro la puerta tras de si; aun estaba asustada, aquello no había sido para menos y tomo una decisión definitiva, aceptaría la oferta del abuelo y entrenaría para poder manejar esos extraños poderes a su antojo. Les contó a sus padres parte de lo sucedido, omitiendo el intento de violación ya que consideraba que al no haberle pasado nada no debía preocupar a sus padres. Quienes al escuchar sobre su extraño don y la oferta que le hicieron a su hija (pero mas que nada por la emoción que irradiaba al contárselos) decidieron dejar a la chica de cabellos morados tomar aquel entrenamiento especial.

****


Lejos de allí dos jóvenes seguían comentando lo sucedido, trataban de encontrar alguna explicación razonable para que los floreros salieran volando exactamente cuando su amiga estaba furiosa. Platicaban fluidamente cuando de pronto, el pelirrojo se dio cuenta de que su hermano ya no lo seguía y mirando hacia atrás, observó a Kusanagi pegando la nariz en el vidrio de una tienda de videojuegos. Camino hacia donde su hermano, leyó un cartel que estaba ahí, el cual decía:

"Venta exclusiva de SFII Champion Edition
Solo días 16 y 17 de Noviembre
Mercancía limitada a 200 piezas"

THE WORLD WARRIOR
We waiting for you

Y tenia la foto de Ryu lanzando el Hadoken. La saliva de Kyo escurría por toda su boca, pero al momento de leer las fechas su cara se puso triste..

- ¿Oi nanda? (¿que pasa?) - pregunto iori a su hermano mientras veia aquel cartel
- Lo que pasa es que… - el moreno se quedo un poco pensartivo - el juego de Street Fighter me gusta mucho, soy fan desde 1987, tengo todos los juegos que han salido y …
- Pues compra el juego y ya - le corto el pelirrojo, puesto que el no entendía nada de videojuegos y esas cosas
- Se dice fácil, pero esos días no voy a estar aquí en Japón - Yagami se sorprendió al oír esto, una opresión en el pecho, parecida a un dolor profundo llego de repente - mis padres harán un viaje a México, a Acapulco para ser mas exactos y quieren que vaya con ellos - cuando el moreno noto el semblante de su amigo, quedo extrañado
- ¿Dôshita Iori? - el pelirrojo miro a donde Kusanagi
- Iie, nada, y cuantos días vas a estar allá - inconscientemente deseaba que Kyo no tardara mucho en ese viaje
- Mmm, veamos, mas o menos… - la espera era insoportable para Iori, el moreno se quedo un tiempo pensando, tal vez calculando el tiempo del vuelo, y puesto que conocía a sus padres, sabia muy bien que no se conformarían con uno o dos días - aproximadamente dos semanas - la respuesta dejo en shock a Yagami, eso era mucho tiempo
Además, desde aquel rumor que se corrió en la prepa sobre sus supuestas preferencias sexuales, la mayoría de sus "amigos" dejaron de hablarle; el único que seguía a su lado era Kyo, y sin el en la escuela que podría hacer. Se sentiría solo, y no deseaba volver a experimentar ese sentimiento tan triste, el cual lo ahogaba y fastidiaba, sin embargo guardo esos pensamientos para si, y trato de hablar como si aquello no le importara mas de lo normal.

- Fácil, dile a uno de tus sirvientes que venga a comprarlo - la sugerencia del pelirrojo era buena pero lo cierto era que los padres del moreno no mandarían a alguien a estarse dos o tres días frente a la tienda, esperando a que comenzaran a vender el videojuego; razón que le explico Kyo a su hermano y gracias esto Kusanagi se puso un poco decaído - ikuse Kyo-chan, ya veras que vas a conseguir después ese juego - Yagami trataba de darle ánimos a su hermano, aunque todo era en vano
- No es tanto el conseguir el juego o no Iori - su amigo lo observo fijamente, el pelirrojo estaba confundido al oír eso, Kusanagi se dio cuenta y comenzó a explicarle la situación - lo que sucede onî-chan es que las ventas especiales incluyen, además del cartucho, un pequeño Art-book, varias tarjetas originales y un póster oficial del juego, cosa que en venta regular no obtienes, por lo tanto a veces me he quedado días enteros fuera de la tienda para poder conseguir los juegos de lanzamiento
- Ah - exclamo el pelirrojo entendiendo perfectamente, aunque aun le parecía una perdida de valioso tiempo el quedarse fuera de un expendio a dormir y esperar por mas de una hora por un simple cartucho de videojuego

Aunque francamente le hubiese gustado encontrar las palabras para animar al moreno, no obstante estas no llegaron y lo que mas pudo hacer el pelirrojo fue echarle un brazo en los hombros a su hermano, el cual respondió con una sonrisa. Los chicos caminaron hacia la escuela sus rostros irradiaban una gran alegría, tal vez por el clima de la tarde, o porque en verdad les agradaba estar juntos, sea cual fuera la razón, esa felicidad la contagiaban a todo el que pasaba por su camino; las bromas estaban presentes en todo momento, motivo por el cual la risa de ambos no paraba ni por un segundo.

Después de casi una hora de estar dando vueltas y vueltas por todo lugar interesante que se les atravesara en el camino, llegaron a le entrada de la preparatoria Hitsuji; cual fue la sorpresa del pelirrojo al notar que su limusina ya estaba esperándolo, y por lo visto ya tenia un buen rato allí, puesto que Furuyahitomi estaba en las ultimas hojas de su periódico. Los dos jóvenes se despidieron, ya que la escuela estaba cerrada Kusanagi tuvo que irse caminando hasta su casa, Yagami le había ofrecido darle un aventón a su hogar, pero Kyo no acepto, so pretexto de que le encantaba caminar el trayecto que lo llevaba a la mansión. Claro esta que esto era mentira; lo que en verdad quería el moreno era irse directo al centro de arcade mas cercano y quedarse ahí unas tres o cuatro horas mas, ya que los lunes en la tarde no habían muchas personas ocupando los videojuegos.
Por lo tanto el pelirrojo se fue por un lado en su limusina y por el otro su hermano a pie, se fue directo a un lugar que le proporcionaría gran y sano entretenimiento.
Iori se sentía feliz, ese día había sido la primera vez que se fue de pinta en su vida, y si le sumamos a esto la agradable compañía que tuvo (Kyo y Asamiya), no tenia motivos por sentirse enojado o nervioso. Sin embargo alguien no estaba en la misma situación. El profesor Ozubarudokatsumi-sama, fue directo de la escuela a la mansión Yagami para entregarle al pelirrojo su cartera, y de paso saludar a su mejor amigo, Yume-sama, motivo por el cual el padre del pelirrojo se entero que este salio temprano de la institución, así que el coraje en ese lugar estaba al tope. Yagami y su chofer, sin saberlo, estaban a punto de entrar en la boca del lobo.


Continúa

Capítulo 11

Continuara....
*Edición especial para IorixKyo Archive

KOF es propiedad de SNK
Ikkichiyu pertenece a Raziel
IorixKyo Archive
Noviembre, 2004

Free Web Hosting