Fanfic por Raziel
IKKIICHIYÛ
PRIMERA PARTE:
Como Romeo y Julieta
Capitulo IV: Shiai wa omoshiroi
Cinco treinta de la mañana en la Mansión Yagami...
Riiiiiiiiiiiiiiing, riiiiiiiiiiiiiiiiing - el despertador de la habitación de Iori no deja de sonar, por lo que el pelirrojo se enfurece, de un solo puñetazo destruye completamente el reloj, pero es muy tarde ya como para volver a conciliar el sueño, que mala suerte, por primera vez desde hace ya algunos meses, no tiene la pesadilla del dragón, y su maldito reloj lo despierta a mitad de un maravilloso sueño; en el cual misteriosamente Kusanagi es el protagonista.
Aaaaaaaaaaahuuuuuuum - al levantarse de su cama Yagami bosteza con ganas, mientras se estira igual que un gato que acaba de despertar de una bien merecida y reconfortante siesta.
Por debajo de sus ropas se rasca un costado con la mano derecha, echándose para atrás los mechones rojizos con la mano izquierda. Enciende la pequeña lámpara que esta encima del buró junto a su cama, la luz alumbra la habitación, aun esta oscuro afuera, ni siquiera se ven rastros del alba, que debe estar a punto de llegar puesto que casi son las seis. Con un poco de problemas a causa del sueño que aun lo invade, tambaleante va hacia el baño, cierra la puerta, antes que nada atiende la imperiosa necesidad de cada mañana; sale del baño dirigiéndose hacia la cómoda donde se guardan las toallas, toma una y regresa al baño, puede escucharse como cae el agua, la cual le ayuda al pelirrojo a despejarse un poco, a terminar de despertar, regresándole los ánimos olvidados la noche anterior.
Después de unos momentos sale de la ducha, se pone ropa interior, busca
su uniforme, según recuerda lo había dejado aventado en la cama,
pero cuando llego ya no había nada, revuelve las sabanas, pero nada,
pasea la mirada por su habitación, encontrándolo al final, lavado
y planchado en la silla que esta frente a su escritorio; se viste rápidamente
cuando se da cuenta que son las seis con veinte minutos, solo tiene un cuarto
de hora para desayunar y hacer todo lo demás antes de salir al colegio.
Como de rayo baja las escaleras, tropieza, estaba apunto de caer pero alcanza
a sostenerse firmemente del barandal con ambas manos. Llega rápidamente
al comedor, como de costumbre no hay nada que le apetezca, así que se
lanza a la cocina, donde para su suerte esta uno de sus sirvientes, Suzuna-san
(la cocinera de la familia)...
- Hi Iori-san, o-genki desu ka (hola joven Iori ¿cómo esta?)
- pregunta sonriente la señora Tadami a un agitado pelirrojo
- Hi, hi Suzuna-san, estoy bien gracias - decía Iori sin aliento
- ¿Puedo ayudar en algo al joven? - Tadami-san es muy amable con todos
los Yagami, puesto que a trabajado con ellos desde hace ya muchos años,
conoce a todos los chicos desde que estos eran unos "lindos y adorables
bebes" como ella dice siempre
- Hai, ¿podría por favor prepararme algo que lleve....carne? -
la comida favorita del pelirrojo es la carne, y para su mala suerte en el desayuno
que preparan, NUNCA ponen algún platillo que contenga el ingrediente
"secreto" de Yagami, solo fruta, cereales, y todas esas cosas que
dicen que fortalecen durante el día
- Claro que si Yagami-san - la cocinera puso manos a la obra, por lo que al
poco tiempo el pelirrojo desayuno un suculento platillo elaborado con la más
exquisita y jugosa carne de todo el universo (o por lo menos eso era lo que
pensaba el sonso de Iori en esos momentos), tiempo después el hambriento
joven había terminado con todo lo que se había preparado
- Arigato gozaimasu Suzuna-san (muchas gracias señora Suzuna), gochisosama
(he disfrutado) - Iori tenia cara de satisfacción total, pero después
recordó que debía llegar a tiempo a la escuela, así que
de nuevo emprendió carrera
Salió de la cocina de inmediato, subió las escaleras, termino
de prepararse, pero pese a todos sus esfuerzos, salió de la mansión
a las siete diecisiete, esta ves no se despidió de su padre, ¿para
qué?, si a Yume-sama de todos modos lo que hiciera su hijo lo tenia sin
cuidado. Iori subió a la limusina, su chofer lo estaba esperando con
el motor en marcha, partieron a la preparatoria; el pelirrojo pensó que
ya no iba a encontrar a Kyo a la entrada de la escuela, puesto que iba a llegar
demasiado tarde, de pronto al dar una vuelta en una esquina, cerca de la preparatoria,
frente a ellos salió un chico montado en una bicicleta, por poco lo arrollan,
pero gracias a la habilidad del chofer de los Yagami, solo le dieron un "pequeño
empujoncito"; tanto Iori como su empleado bajaron como de rayo para ver
en que estado se encontraba el joven. El pelirrojo quedo sin aliento cuando
se dio cuenta que aquel muchacho era.. - ¡¡¡KYO!!! - grito
Yagami arrodillándose junto al cuerpo, sabia un poco de primeros auxilios,
así que vio si Kusanagi aún respiraba, tomo su pulso, y cuando
el pelirrojo tenia su oído pegado al pecho del moreno, este abrió
los ojos....
- ¿Mhh?, ¿Nanda? (¿Que pasa?), haaaa mi cabeza - Kyo puso
su mano en la sien sobandola con cuidado - hola Iori - dijo sonriente cuando
se aclaro su cerebro y vio la cara de su amigo frente a él
- ¿Oi daijôbu? (¿Estas bien?) - pregunto Yagami, su rostro
lleno de preocupación
- Hi, hi, solo tengo un poco de dolor de cabeza, ¿qué ocurrió?
- Kusanagi se levanto del suelo, sacudiendo su ropa con las manos, Iori se dio
cuenta de que en el brazo derecho de su amigo comenzaba a salir sangre, volteo
a ver a su chofer que en esos momentos se sentía aliviado por no haber
matado al chico
- ¡¡¡¡Eres un estúpido!!!! - dijo Yagami tomando
a su empleado por la camisa, Kyo al ver esta reacción se sorprendió
bastante - pudiste haberlo matado, eres un idiota - el moreno veía incrédulo
la escena, reacciono cuando el pelirrojo estuvo a punto de pegarle a Furuyahitomi-san,
por lo que lo detuvo justo a tiempo
- Yamero Iori - dijo Kusanagi interponiéndose entre el pelirrojo y Kamiko-san
- oi, no te alteres, estoy bien, fue solo un accidente - la expresión
de Yagami se tranquilizo un poco, mientras Kyo retiraba las manos del pelirrojo
de encima del asustado Furuyahitomi - además yo tuve la culpa, no me
cercioré si alguien venia cuando iba a cruzar la calle
- Pero pudo matar.... - trato de hablar Iori pero el moreno le corto
- Tú lo has dicho, "pudo", tiempo pasado, del verbo estoy vivito
y coleando - ese comentario sarcástico hizo sonreír a Yagami -
opsss - comento Kyo mirando su reloj
- ¿Oi nanda? - pregunto el pelirrojo con incertidumbre
- Vamos a llegar tarde a la gakko - Kusanagi tomo del suelo su bicicleta montándose
en ella hábilmente
- Demo (pero), estas sangrando debemos atender la herida - Iori lo sostuvo del
brazo - podría infectarse - su rostro se notaba preocupado
- Ike Iori, solo es un pequeño rasguño, anda súbete - Kyo
movió su cabeza a un lado para indicarle que debían irse
- Demo, ¿adonde? - pregunto confuso el pelirrojo
- ¿Adónde que? - respondió el moreno, debía apurarse
o no encontraría a Yuki a tiempo, ya que esta solo lo esperaba unos cuantos
minutos después de que tocaran el timbre
- ¿Adónde me subo? - a consecuencia de que su padre nunca lo dejaba
salir, ni convivir con nadie, Yagami no supo jamás como dos chicos montaban
una bicicleta al mismo tiempo
- ¿Ves los dos tubos que sobresalen del eje de la llanta trasera?
- Hai
- Pues subes tus pies arriba de cada uno de ellos, tu pie derecho en el tubo
derecho y el izquierdo en donde corresponde, té sujetas de mí,
y nos vamos, ¿entiendes? - el tono de voz de Kusanagi no era nada cortes,
siendo que ya se le había hecho mas tarde que de costumbre
- Furuyahitomi - exclamo Yagami mientras se subía a la bicicleta sosteniéndose
del moreno
- Diga señor - su empleado se acerco hacia los chicos, le tendió
a Iori su mochila
- Vete a casa, y por favor ten mas cuidado quieres - el "vehículo"
del moreno comenzó a andar
- Hai Iori-san - Kamiko-san subió a la limusina regresando a la mansión
Iori se aferra a su compañero con todas sus fuerzas, nunca antes había
hecho algo así, sentía un poco de nervios, pero disfrutaba del
viento que daba en su rostro, y más que nada, disfruta de la compañía,
contrariamente a lo que había pensado la primera vez que vio a Kyo como
un "hombre", el muchacho en verdad tenia fuerzas, pedaleaba la bicicleta
como si solo uno estuviese arriba; rápidamente llegaron al colegio, pero
Kyo ya no encontró a Yuki, eran ya las siete cuarenta y cinco, hora en
que todos los alumnos "debieran" estar en clases. El moreno se resigno,
los chicos bajaron de la bicicleta, mientras Kyo la acomodaba y aseguraba con
la cadena, comenzaron a charlar....
- Y dime Iori.... - comento Kusanagi - era broma lo de hace rato ¿verdad?
- ¿De que hablas? - pregunto extrañado el pelirrojo, sosteniendo
en su mano la mochila de Kyo
- Sobre que no sabes montarte en la parte trasera de una bicicleta - el moreno
se veía divertido
- No, no era broma - Yagami se sonrojo
- Lo sabia, eres un gran brom.... - cuando Kusanagi reflexiono sobre la respuesta
sudo una gota - espera un momento, ¿oi bien? - con su dedo meñique
el moreno limpio su oído - ¿acaso dijiste que no sabes andar en
una bicicleta?
- Se andar en bicicleta - dijo presurosamente Iori - lo que no sabia era como
montarme atrás de una - el pelirrojo le tendió su mochila al moreno
- ¿Qué nunca compartiste tu bicicleta con alguien? - Kyo tomo
su mochila echándosela al hombro, comenzaron a caminar, observo que su
amigo negaba con la cabeza - vaya, parece como si nunca salieras de tu casa
- Kusanagi rió alegremente
- De hecho no lo hacia - el rostro de Iori se entristeció, lo que hizo
que el moreno se sintiera gusano
- ¿Naze? - pregunto intrigado
- Mi otôsan no lo permite, quiere que siempre este en la casa entrenan.....
- opss el pelirrojo esta hablando de mas, logro darse cuenta a tiempo y se quedo
callado
- ¿Entre....? - su amigo esperaba el final de la frase
- Entre...tanto el esta arreglando sus negocios - una boba sonrisa adorno el
rostro de Yagami
- Pues que mala onda de tu otousan - el rostro del moreno se puso serio, como
era posible que el padre de su amigo fuese tan malo, ahora comprendía
el porque el chico era extraño.
No dijeron mas hasta que llegaron al salón, tocaron la puerta - Ohairi
nasai - escucharon y abrieron, la persona que les daba clases era la profesora
Nyoko, la maestra de ingles, una mujer atractiva, que siempre usa trajes sastre
con minifaldas, por lo que tenia a los alumnos varones bastante atentos "a
la clase", pero que aun siendo una persona dulce y comprensiva, no le agradaba
para nada que los jóvenes lleguen tarde...
- Konnichiwa chicos - decía la profesora mientras escribía algunas
cosas en el pizarron - ¿Otra vez llegando tarde Kyo-san? - la chica movía
negativamente la cabeza
- Shitsurei shimashita (discúlpeme) - el moreno sonreía, rasco
su cabeza sonrojándose un poco
- Veo que ya cambiaste de cómplice ¿ne? - Tsuzumi-san veía
con disgusto a Iori - maa, por lo menos esta vez es seguro que Yabuki-san llego
a tiempo a su clase
- Sô desu (así es) Nyoko-san, con permiso - Kusanagi estaba a punto
de entrar al aula cuando....
- ¿Adónde cree que va Kyo-san? - una mano se detuvo frente a los
ojos del chico - sabe muy bien cual es el castigo por llegar tarde, así
que tanto usted como su amigo deben ir a cumplirlo
- Demo, kyoju (profesora) Nyoko, Iori-san es nuevo aquí, dele una oportunidad
- a los compañeros de Kyo les sorprendió eso, era la primera vez
que veían al moreno abogar por alguien
- Sumanai (lo siento), demo Iori-san debe saber que la puntualidad esta primero
- esa fue la ultima palabra de la profesora hacia los dos jóvenes
El moreno volteo a ver al pelirrojo quien lo miraba confusamente, y esperaba
en la puerta como si fuese un niño pequeño que debía ser
guiado por alguien....
- Ikuse (vamos) Iori - pronuncio Kusanagi mientras cerraba la puerta
- ¿A donde vamos Kyo? - pregunto Yagami un poco desconcertado al ver
el rostro de su amigo sin una pizca de la alegría de hace unos momentos
- A cumplir nuestro castigo my friend - el chico le dio unas palmadas en el
hombro a Iori, mientras suspiraba hondamente
******
Poco tiempo después, los dos jóvenes se encuentran en uno de
los pasillos de la preparatoria, cerca de la oficina del director, con baldes
llenos de agua en la cabeza....
- Sô... - exclamo el pelirrojo - que esto es el castigo por llegar tarde
- miro a Kusanagi de reojo, ya que si volteaba podría perder el equilibrio
y darse un buen baño
- Hi - una sonrisa en el rostro del moreno
Un incomodo silencio invadió el lugar, incluso se podría decir
que si estuviesen cerca de un estanque se hubiera podido escuchar el croar de
las ranas, cerca de ahí no había ni un alma, la escuela parecía
cementerio, totalmente callado, debían estar ahí parados las dos
horas que tenían con la profesora Nyoko, no debían moverse, no
podían descansar, porque si lo hacían el castigo aumentaría,
y no solo sostendrían un balde en la cabeza, sino aparte dos mas, uno
en cada mano, con la frente en alto estaban lo dos amigos, esperaban ansiosos
que el tiempo pasara rápidamente, pero el reloj de pared que se encontraba
cerca de ahí, los estaba volviendo locos con su insistente marcha, cada
segundo era un suplicio, mas para el moreno, quien aunque de vez en diario tenia
que soportar el castigo, aun no se acostumbraba......
- ¿Li otenki desu na? (hace buen tiempo no) - Kusanagi rompió
el silencio
- Sâ (que sé yo), no puedo salir - un aire de molestia apareció
en el rostro de Yagami - pregúntame dentro de dos horas y te contesto
- Ike Iori, es solo un pequeño castigo, no te eno.... - ese comentario
enfado aun más al pelirrojo, que no pudiendo aguantar mas le dijo a su
amigo unas cuantas cosas
- ¿Pequeño castigo dijiste?, ¡¡¡¡Por tu
culpa estoy aquí parado, sin poder moverme, angustiado al saber que el
más mínimo movimiento provocará que me empape totalmente!!!!
- el joven respiraba agitadamente, los ojos del moreno se abrieron a todo lo
que daban
- Dozo (por favor) Iori, actúas como un akachan (bebé) - Kyo agacho
un poco la cabeza, los ojos de Yagami salieron de sus orbitas al ver eso - además
de todos modos ibas a llegar tarde, así que no te quejes ni me eches
a mi la culpa
- Ky...Kyo - exclamo Yagami mientras el otro joven empezaba a buscar una posición
más cómoda
- ¿Nani? - ahora el moreno era el que no estaba de humor
- Ten cuidado con eso - el balde de agua apuntaba directamente hacia el pelirrojo
- No te preocupes, a comparación tuya, YO si puedo mantener el equilibrio
de esta cosa - ¿mhm?, ¿Qué?, prácticamente le había
dicho a Iori ¿"INÚTIL"?
El pelirrojo no iba a soportar eso, por lo que poco a poco comenzó a
moverse también, a los pocos minutos cada uno de ellos estaba demostrando
su habilidad con los baldes (jajaja), lo que Kyo hacia Yagami lo repetía
y viceversa, ambos querían ser el mejor, pero después de un rato,
sus cuellos estaban cansados, aun faltaban mas de 40 minutos para que terminara
su castigo; el dolor en sus cuellos aumentaba a cada momento aunque no estuviesen
moviéndose, era insoportable....
- ¿Ves lo que provocas? - reprendió el pelirrojo a su compañero
de desdicha
- ¿Ore?, tú empezaste a imitarme - Kusanagi trato de voltear a
ver a su amigo, pero el dolor en el cuello le impidió hacer cualquier
movimiento
- Demo tu me seguiste el juego ¿no?, así que no te quejes, baka
- otra vez a empezar con los líos entre esos dos
- ¿Cómo me dijiste? - el moreno veía de reojo a Yagami
con furia total
El silencio de los pasillos fue remplazado por palabras como imbecil, estúpido,
engreído, baboso, tonto, y otras que no se pueden mencionar, terminando
todo eso con dos chicos empapados de pies a cabeza, secando el pasillo en donde
había ocurrido el suceso. No querían ni mirarse uno al otro, el
disgusto aun estaba muy reciente como para ponerse a charlar, el orgullo era
antes que nada, por lo menos hasta que empezara el descanso; al terminar su
labor esos dos volvieron a su salón, en las cuatro clases que siguieron
aunque se sentaban uno junto al otro, no voltearon a verse, era como si no existieran
para ninguno de ellos. Para el pelirrojo no había Kyo a su lado y viceversa.
El timbre del receso sonó, ambos se levantaron de sus asientos como si
fuese una coreografía perfecta; el moreno se fue como siempre con Yuki
y Athena, quienes lo veían jugar baloncesto con jóvenes de otros
salones, el pelirrojo como no conocía a nadie, fue a uno de los jardines
de la gran preparatoria, tomo asiento en el césped y comenzó a
comer el almuerzo que le habían preparado.
Comió con ganas, y lo acabo todo en un santiamén, ya no tenia
nada que hacer, se agazapo debajo de un cerezo, miraba a lo lejos como jugaba
el moreno, veía y estudiaba cada movimiento, los gestos que hacia cada
vez que realizaba una buena jugada o le quitaba el balón a los demás
chicos, como bailaba su cabello a cada salto, cada que saltaba su camiseta dejaba
ver un poco aquel vientre, esa suave piel morena, el pequeño slip, cada
uno de los movimientos era parecido a un baile sensual, el roce de los cuerpos
de ambos jugadores, como le encantaría ser uno de los contrincantes de
Kusanagi; de nuevo una enorme gota bajando de su cabeza, otra bofetada aun más
fuerte a sí mismo.
¿Porque demonios tenia esos pensamientos?, no le gustaba para nada encontrarse
pensando de esa manera, todo era culpa de ese chico, era culpa de sus ojos,
de su sonrisa, de esa voz tan dulce que cada que decía su nombre hacia
que sus piernas comenzaran a flaquear - Iori - la voz del moreno resonó
en su cabeza, su mirada se había perdido en el infinito, parecía
que estaba viendo hacia las canchas pero no, sus ojos estaban en esa dirección
pero su mirada no se encontraba ahí.
Kusanagi seguía jugando como si nada, sin saber que cerca de ahí,
alguien (aparte de las chicas) lo estaba observando detenidamente, hasta que
el balón salió del área de juego, Kyo fue por el, cuando
alzo un poco el rostro, vio a Yagami, ahí solo, sentado bajo el cerezo,
lo que hizo que sintiera un poco de remordimiento, así que haciendo a
un lado su orgullo de Kusanagi se dirigió a donde estaba el joven, no
sin antes regresar el balón a los que aun estaban en la cancha...
- ¿Oi omae? - la voz del moreno regreso a Iori a la realidad, por lo
que levanto la mirada
- ¿Nani? - pregunto con tono severo, los dos aun seguían un poco
molestos por lo que había pasado minutos atrás
- Me preguntaba si .... - no era fácil para Kyo dejar su orgullo, tuvo
que hacer un esfuerzo sobre humano para lograrlo - ¿te gustaría
venir a jugar con nosotros?
- Arigato demo... - ¿cómo podía decirle que no sabe jugar?
- Demo...
- Watashi…ore..... no sé jugar básquet - el pelirrojo pensó
que aquel chico se burlaría de él pero para su sorpresa no fue
así
- Ikuse Iori, es fácil, nosotros te enseñamos, anda ven - una
de las sonrisas más lindas del universo fue dedicada para Yagami, el
cual al verla no pudo decir que no
Iori se levanto con alegría infinita, los dos se dirigieron a la cancha,
ya ahí Kyo presento a su otra vez amigo, a todos los presentes, rehicieron
los equipos, y por si la pelea de hace rato no había sido suficiente,
Iori y Kyo terminaron en equipos contrarios. Se enfrentaron en el primer lanzamiento
de balón, ambos saltaron a la misa altura, pero quien se llevo el balón
fue el moreno; Yagami era listo, por lo que al poco tiempo entendió perfectamente
el juego, dando gran demostración de sus habilidades como deportista,
muy pronto aquel enfrentamiento de cinco contra cinco, se volvió un juego
de uno por uno, Kusanagi vs. Yagami.
Todos los chicos quedaron asombrados, velocidad, agilidad, fuerza, todo en igual
proporción entre esos dos, poderosos lanzamientos, clavadas perfectas,
pero una jugada por parte del pelirrojo termino todo, un tiro de tres decidió
el encuentro, dejando a Iori como vencedor; tanto el moreno como el pelirrojo
estaban exhaustos, respiraban agitadamente, los cuerpos de ambos estaban empapados
de sudor a causa del ejercicio realizado.
Al oír el silbatazo final, aun viéndose vencido por un novato,
lo que vieron hacer a Kyo, ni siquiera Yuki lo podía creer, Kusanagi,
en lugar de agarrarse a puñetazos con su adversario (cosa que suele hacer
siempre que alguien por pura casualidad le llega a ganar en lo que sea), le
tendió la mano, aceptando su derrota como un caballero....
- Buen juego... amigo - ya no había gesto de resentimiento hacia el pelirrojo,
todo lo contrario parecía que su amistad se había reforzado con
ese partido de baloncesto.
- Lo mismo digo amigo - el pelirrojo correspondió el gesto, apretó
fuertemente la mano de Kyo, como si no lo quisiera dejar ir nunca
Los demás chicos comenzaron a felicitar a los contrincantes, ese juego
había sido bastante interesante, pero esta vez no solo el moreno se llevo
las palmas, Iori también recibió varias felicitaciones y comentarios
halagadores. Para ser un novato no había jugado nada mal.
Continúa
* Edición especial para IorixKyo Archive.
KOF es propiedad de SNK
Ikkichiyu pertenece a Raziel
IorixKyo Archive
Noviembre, 2004