Yuuhi to Tsuki
(El sol del atardecer y la luna)
Por Min@
Capítulo III: Mi deseo
(Kyo)
Sora o somete-yuku akane-iro
Nazeka yasashisa o kanjiteru
Dare mo ga mina daiji na hito mune ni tomosu
Maru de yuuhi no you ni...
Yoru ga kite fukai yami ga machi ya hito o tsutsunende mo
Sou keseya-shinai kokoro no nukumori dake wa...
El cielo se tiñe de rojo tras el atardecer
¿Por qué siento esta gentileza?
Estas son personas importantes, encienden mi propósito con
La perfecta forma del sol del atardecer...
Aunque la noche ha llegado y la oscuridad envuelve todo
La calidez del corazón nunca desaparecerá.
Kyo volvió a ver el video una y otra vez, pero el sueño no llegaba. Desesperado camino a la ventana rota para sentir el aire fresco, sus ojos brillaron de repente, frente a él, estaba el pelirrojo, caminando forzadamente bajo la fuerte lluvia, tambaleándose. Su gabardina chorreaba por completo, su camisa blanca se pegaba a su pecho. Y sus ceñidos pantalones moldeaban su imponente figura.
- ¡Iori! Exclamo Kyo, sin poder contener su sorpresa al verlo caer sobre la acera, que estaba justo frente al edificio donde el vivía.
Sin pensarlo salió corriendo. Y casi al instante ya estaba al lado de un inconsciente Iori. Lo tomo entre sus brazos, para llevarlo a su apartamento.
Iori estaba ardiendo en fiebre, quizás por el alcohol o por estar, quien sabe cuantas horas bajo la lluvia.
Kyo sabia lo desconsiderado que era Yagami con todos, pero no sabía que también lo era con el mismo.
Kyo lo recostó en el sofá mas cercano que encontró, al abrir la puerta. Estaba temblando, ¿por qué?.
¿Por qué me siento así?. Se pregunto una y otra vez. Mientras secaba el cabello rojo con una suave toalla, era tan brillante y sedoso, se dijo Kyo acariciando unos mechones, los cabellos de Iori se deslizaron seductoramente por sus dedos, entonces se inclino para respirar su aroma...
a hierba, así olían . Kyo no pudo evitar suspirar aguantándose las ganas de hundir el rostro en esos mechones rojos.
Comenzó a desabrochar la camisa, sus manos temblaban, la piel de pecho de Iori, era de un color bronceado pero parecía tan firme y tersa bajo esas húmedas telas. Kyo mordió sus labios reprimiendo las sensaciones urgentes que demandaban su cuerpo y su piel. Sacudió su cabeza tratando de controlarse, para después dejar desnudo al pelirrojo, las ropas estaban escurriendo tanta agua, que Kyo tuvo que sacarlas de la habitación corriendo.
Pero al volver tuvo que contener el aliento, la imagen de Iori postrado en su propia cama, desnudo, inconsciente, indefenso, absorbió su mente y su corazón por completo.
Tanto tiempo había deseado tenerlo así. Su mente lo reprimía, pero siempre lo había deseado. Y ahora lo tenia para el solo, sin miradas de odio, sin pelear, sin palabras burlonas, era increíble que ese rostro tan perfecto pudiera expresar tanto odio.
Kyo tomo entre sus manos temblorosas el rostro del inconsciente pelirrojo hundiendo sus labios en su entreabierta boca. Al principio de una forma suave y tierna, después de una forma que solo sus deseos urgentes y desesperados podían hacerlo.
Kyo estaba tan absorto es su deseo que no noto que Iori estaba despertando , pero la intensa fiebre le impedía darse cuenta de lo que ocurría o de con quien estaba. Su vista estaba nublada, solo notaba sombras y luces sin forma a su alrededor.
Pero entonces poco a poco iban tomando forma, un rostro sobre el suyo, unos ardientes labios, dulces y suaves, unos labios deliciosos pero no eran los de una mujer, no.
Un joven moreno, cabellos castaños y de ojos color avellanas.
Kyo. Era Kyo el poseedor de esos labios, Iori entonces lo empujo con toda la fuerza que pudo, quizás solo como una reacción de inercia.
Entonces Kyo se hecho hacia atrás alejándose del pelirrojo, no por la fuerza de iori, sino por el sentimiento de rechazo.
Iori miró con incredulidad al joven , pero a la vez con una confusión tal en su mirada que Kyo pensó que había cometido el error mas grande de su vida.
Iori lo mataría , claro que sí y Kyo lo sabía bien.
-Tu...-Murmuró Iori iba a levantarse para irse pero el esfuerzo lo hizo marearse y caer de la cama.
-Iori! Exclamo Kyo corriendo a alcanzar al pelirrojo que caía. Lo sostuvo entre sus brazos inconsciente.
Kyo pensó en lo fácil que sería aprovechar la situación y tomar lo que mas había deseado en su vida, pero también pensó en lo ruin que sería tomarlo de esa manera.
-No....-murmuró Kyo así no. Te quiero y te deseo, pero así no. No de esta forma. Te quiero para mi pero no solo una noche, te quiero para siempre.
Kyo lo besó de nuevo.
* * *
Continúa
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Marzo, 2002