Yuuhi to Tsuki
(El sol del atardecer y la luna)

Por Min@

Capítulo IV: Tormentos

IORI

Saki-hokoru

(continúo solo).

El verano y yo aquí en esta celda. Pensaba el pequeño Iori. Había sido castigado una vez mas, su padre le exigía un potencial que el pobre chico a sus escasos diez años no podía desarrollar. El potencial de un asesino.

Su padre no le permitía tener amistades de su misma edad, desde su nacimiento lo había recluido en la vieja mansión que tenían en Osaka, donde su vida eran castigos ,entrenamiento y soledad.

Pocas veces había visto a su madre , eso le dolía nunca había sabido lo que era sentirse amado por ella, para el era solo una extraña, y su padre, su verdugo.

Iori comenzó a abrir sus ojos una vez más la fiebre había cedido un poco, se llevo una mano a la cabeza y sobre su frente descubrió un paño, humedeciendo su frente.

Los recuerdos regresaron rápidamente a su mente. Kyo.

El beso...

Iori miró alrededor buscando a Kyo pero no lo hallo. Quería matarlo, por lo que había hecho por burlarse de él. Por humillarlo.

El sol apenas había comenzado a salir, pero la escasa luz que entraba a través de la ventana. Pero después de unos instantes sus ojos ya se habían acostumbrado a la luz del día.

-Kusanagi – Llamó Iori con fuerza.

Kyo tras la puerta, fuera de la habitación apreto fuerte su puño, contra su pecho.

La puerta se abrió, Iori levanto la cabeza. Kyo lo miro con la mas desoladora mirada que se pudiera encontrar. Sin querer mirar esos ojos grises que tanto amaba.

- ¿Qué demonios hago aquí?-Preguntó el pelirrojo. Una pregunta simple pero concreta. Kyo solo bajo la mirada, no sabia que responder, que le diría, que le gustaba como nadie, que por eso lo había traído a su apartamento. Kyo sonrió con amargura al pensar eso."Si te lo dijera seguro que me matarías". Pensó con aflicción Kyo.

- ¿Disfrutaste humillándome?-Pregunto Iori con sarcasmo, llenándose de ira al sentir su orgullo herido.

- ¿Humillarte?-Repitió Kyo levantando sus ojos encontrándose con los del pelirrojo.

¡ Dios cuanto le fascinaban esos ojos!. Ni siquiera ahora que estaban llenos de odio dejaban de envolverlo en esa aura misteriosa que lo había enamorado.

Kyo volvió a reír amargamente.

- Ojalá y hubiera sido solo eso.... – Murmuro, mas para sí, que para contestar al pelirrojo – pero aquí no hay mas que un humillado...

Kyo miró entonces con tristeza a Iori, que no podía entender lo que decía.

- Te amo Iori... – Dijo Kyo, mirando a Iori, su reacción como lo había esperado fue de inmensa

- ...Qué? – Exclamo Iori sin creer lo que había escuchado.

- Te amo – Repitió Kyo – ahora puedes matarme si quieres...

La voz de Kyo estaba cargada de inmenso dolor y sufrimiento. Y el pelirrojo no sabía que hacer, había esperado escuchar las burlas de Kyo, la humillación. Pero amarlo, a él, a su enemigo jurado desde niño. Era inconcebible.

Kyo miró el desconcierto y la confusión en el pelirrojo, sabía que después de ese día nada sería igual.

Kyo camino hasta donde estaba Iori y quiso rozar su rostro con su mano, pero flamas púrpuras la alejaron.

- ...Iori... – murmuro con dolor Kyo.

- Marica – Dijo Iori con desprecio y burla en sus ojos. – ni siquiera mereces que te mate.

- Iori – volvió a repetir Kyo jalándolo del brazo, y besando sus labios.

Las manos de Kyo temblaban, sabía que después de ese acto moriría a manos del pelirrojo, sin embargo, no había marcha atrás o lo tomaba o lo mataba.

Kyo esperaba el rechazo, pero los labios que tomo a la fuerza pronto cedieron a sus solicitudes, abriéndose a los suyos. Su lengua rozo cada cavidad de la boca de Iori, mientras el pelirrojo lo apretaba con fuerza de su cintura.

El pelirrojo comenzó a besar su cuello apasionadamente, después su pecho.

Kyo estaba sumergido en un remolino de sensaciones incontrolables, mientras su ropa comenzaba a caer a los costados, Iori mordisqueaba uno de sus pezones.

Los gemidos de Kyo mostraban el intenso placer que sentía, por las caricias y los besos del pelirrojo. Era muy obvió lo excitado que estaba, cuando de repente no sintió nada mas. Abrió sus ojos buscando a Iori y lo hallo frente a él, burlándose con una cruel sonrisa.

- Iori...qué sucede? – Preguntó Kyo. El pelirrojo soltó una carcajada.

- No eres mas que basura. – dijo finalmente, dando la vuelta para irse.

Kyo lo miró abrir la puerta de la habitación, Iori se iba, lo dejaba ahí, desnudo y con todo ese torrente de sentimientos que el pelirrojo había despertado en él, como en una ardiente llamarada de deseo y amor. Deseo y amor por ese desquiciado pelirrojo.

- Io...ri... – Lo llamó Kyo, con voz entrecortada.

- Eso fue solo, para mostrarte lo que nunca vas a tener, cerdo Kusanagi. – Dijo con burla Iori.

Kyo sintió como si el corazón se le destrozara, mientras veía a su pelirrojo marcharse.

(KYO)

Yoru ga kite

La noche ha llegado

(IORI)

Kodoku na tsuki

La luna solitaria.

* * *

· Nota de la autora: Huí !! Que malo es Iori. ¿No?. Bueno su vida no ha sido muy bonita, no ha sido muy bonita, no lo culpen. Ojala les halla gustado esta primera parte de este fic, espero que estén disfrutando leyéndolo, tanto como yo estoy disfrutando escribiéndolo. Así que hasta pronto.

* * *

Continúa...

[ Capítulo 5: Lágrimas ]

Todos los personajes pertenecen a SNK
"Yuuhi to Tsuki" es propiedad de Min@ &
IorixKyo Archive
Marzo, 2002

Free Web Hosting