Irresistible
Fanfic por Min@
Capitulo 5: Una promesa
Parecía un sueño despertar en los brazos del pelirrojo, Kyo suspiro entre sueños tratando de encontrar con sus manos temblorosas el cuerpo de Iori. Pero otra vez n o pudo hallarlo, y casi al instante abrió sus ojos, sin poder creerlo, de nuevo había salido huyendo.
-¡Maldición!- Exclamo Kyo mirando hacia todos lados de su habitación.
El poco tiempo que había dormido, le había servido al pelirrojo para marcharse, Kyo se incorporo un poco y de inmediato un agudo dolor, recorrió su cadera, la noche, de amor pasional que paso con Yagami, volvió a su mente de inmediato.
El dolor no le provocaba demasiadas molestias, pero prefirió quedarse en cama un poco mas de tiempo. Eran casi las 6 de la tarde.
Fue entonces cuando un delicioso aroma lleno el ambiente.
"¿Iori cocinando?"Pensó Kyo, la sola idea parecía ridícula. Sin embargo como pudo, se vistió y se puso de pie, camino sigilosamente hacia la cocina.
Cuando por fin llego, se paro de puntitas para poder ver por la pequeña ventanilla de la puerta.
El delicioso olor de la comida inundaba el ambiente, aún así no podía ver al pelirrojo, y cuando quiso alzarse mas, la puerta se abrió de golpe, dejándolo caer sobre el frió piso.
-Ahhhhhhhhhh!!-El fuerte golpe y el grito de Kyo resonaron por toda la cocina.
-¡Kusanagi-San!¿Esta usted bien?¡Se ha hecho daño?
Los ojos de Kyo se abrieron como platos."¿Qué demonios hace Shingo aquí?¿Y Iori?¿Dónde esta?". Kyo solo se quedo mirando sin poder comprender lo que había sucedido. Mientras Shingo lo ayudaba a levantarse.
-Yuki-San me llamó, dijo que estaba muy preocupada por usted, desde que Yagami había venido a hablarle. Cuando llegue la puerta estaba abierta, así que entre.
-Así que Yuki te llamo...-Kyo lanzo un largo suspiro, sentándose en una silla, y descansando los brazos en la pequeña mesa blanca.
-Le he preparado la cena, espero que le guste.- Dijo Shingo sirviéndole un plato de sopa a Kyo.
"Sabia que Iori no podría estar haciéndome la cena"Pensó con decepción Kyo."Donde demonios se ha ido?.
El departamento estaba vacío, pero eso era usual, nunca había nadie en ese lugar, Iori se lanzo prácticamente a la cama, estaba cansado, no sabia que estaba pasando con su maldita cabeza. Ni porque esa tarde había estado decidido a matar al Kusanagi y en vez de hacerlo termino haciéndole el amor.
Él lo había humillado, de la manera mas ruin, y en vez de aplastarlo por ello. Le había jurado poseerlo para siempre.
-Para hacerle pagar...-Murmuro Iori, observando el roído techo.-...¿Qué clase de castigo es ese?.
El pelirrojo río sin ánimos, burlándose quizás de si mismo.
De pronto el teléfono sonó, Iori dejo que sonara hasta que por fin se digno a contestarlo. Una voz femenina algo dulce y agresiva, se escucho al otro lado de la línea.
-¿Acaso no piensas venir?¿Tengo mas de dos horas esperándote?-La chica se escuchaba realmente furiosa, pero no era nada que pudiera intimidar al joven heredero del clan Yagami.
-Se me olvido que hoy llegabas.-Dijo simplemente.
-¿¡Qué?!¿Cómo se te olvido?-La voz de la chica estallo con mas furia.-¡Eres un desconsiderado!¡Yo confiando en ti!¡Eres un estúpido!¡Un completo estúpido!.
Lo último que el pelirrojo escucho fue el crujir del teléfono,. Cuando la chica colgaba.
-Diablos...-Murmuro Iori, levantándose sin ganas. Pero sin siquiera haberse molestado por los insultos recibidos.
Tomo una gabardina roja, que estaba colgada en el perchero, junto a la puerta, tomo las llaves que estaban sobre la mesita de la sala y salió del departamento.
En el estacionamiento estaba un hermoso convertible rojo que parecía estar esperando al joven pelirrojo.
-¿a dónde vas con tanta prisa?-Pregunto una voz femenina.
Iori no respondió, solo miro a la chica de cabello azul con apatía.
-Me parece que eso no debe importarte.
-Estas molesto por lo de...-Comenzó a decir la chica.
-Eres libre de hacer lo que quieras.-La interrumpió el pelirrojo.
-Me estas diciendo que no te importa.-Leona estaba comenzando a molestarse, la indiferencia ante, su infidelidad, la estaba sacando de quicio. A Yagami parecía no importarle lo que ella hiciera. Y eso le dolía mas que nada. El saber que simplemente había sido una aventura para él. Un juego que llego a su fin.
-¿Qué sucedió con Kyo?
La mirada de Iori se volvió gélida de pronto, y la chica sintió un escalofrió. Un mal presentimiento.
-Kagura me dijo que el se había marchado contigo, que no sabia...
-Esa entrometida-Murmuro Iori-..cuando aprenderá a cerrar la boca.
-Ella estaba preocupada por ti y también yo.
-De eso me di cuenta-Rió Iori con ironía-De que estabas muy preocupada.
Leona trago saliva, sabia que Iori se refería a su acompañante de esa noche. Y no supo que contestar, se quedo un momento en silencio, pero una luz de esperanza ilumino su cara, de repente. La posibilidad de que Iori pudiera estar celoso, él nunca mostraba sus sentimientos hacia ella, pero quizás esa noche, el se sintió desplazado.
-¿Acaso estas celoso?-Pregunto leona con una pequeña sonrisa de satisfacción, que simplemente no pudo ocultar.
-¿Celoso?. ¿Por qué iba a estar celosos? Tu nunca has significado nada para mi.
El convertible rojo, emprendió la marcha, justo cuando la chica del cabello azul comenzó a llorar.
Ya era bastante tarde y la pequeña chica aún estaba, aún sentada en la acera, junto a aquel teléfono, que misteriosamente parecía haber sido destrozado.
- Siempre haciendo alboroto...-La voz era realmente familiar para la joven, que inmediatamente alzo el rostro.
-Tenias que ser tu, porque demonios siempre me dejas esperándote como una idiota!!- La joven ya estaba de pie, gritando en plena calle, llamando la atención de todos los que pasan por ahí, era realmente hermosa, con un cuerpo bien torneado, y una cara preciosa, que ni siquiera con esa expresión de enojo, perdía su belleza, los ojos eran color lavanda, llevaba el cabello muy al estilo Yagami, corto, pero negro y brilloso.
No muy lejos de ahí, Shingo y Kyo caminaban rumba a la casa de los padres de Kyo.
Hacia media hora que su padre le había llamado, diciéndole que era urgente que hablaran.
Kyo aún se sentía cansado y lo que mas deseaba era dormir, recobrar fuerzas para buscar al pelirrojo de nuevo.
El pelirrojo...
Kyo se detuvo como si hubiera visto a un fantasma , Shingo choco contra la espalda de su maestro. "¿Quién diablos era esa chica?".. se pregunto Kyo sin quitarles la vista de encima.
Yagami, tomaba de la cintura a aquella chica y la lanzaba al asiento trasero de su auto.
Kyo prácticamente corrió, hasta donde estaba estacionado el auto de Iori.
-Ioriiii....-Dijo casi sin aliento el joven moreno.
-Parece que no me puedo deshacer de ti tan fácilmente.-En las palabras de Iori había un tono de burla que a Kyo no le agrado, sobretodo con aquella extraña observándolos fijamente.
-Yo creí que...-Quería reclamarle a Iori, por no cumplir su promesa de quedarse con él, pero esa chica, realmente le molestaba verla ahí, y le incomodaba hablar de sus noches con el pelirrojo, enfrente de ella.
-Te veré esta noche.-Dijo el pelirrojo lanzándole a Kyo una llave al aire. Kyo la alcanzo sin problemas. Y una vez que la tuvo en sus manos, abrió la palma de la mano para verla. Sin comprender. Esto divirtió al pelirrojo y en cierta forma divirtió al pelirrojo..
-¿Qué pasa?-Preguntó divertido-¿No querías vivir conmigo?
-¿Cómo que vivir contigo?-Exclamo la chica poniéndose nuevamente de pie.-¿Quién es este tipo?.
Iori no contesto y se subió al auto, encendió el motor, lanzo una última mirada al joven moreno, que no podía borrar la sorpresa de su rostro.
Cuando el auto se puso en marcha la chica tuvo que volver a sentarse, para no caer.
-¿Quién es?¿Quién es?-Seguía gritando la chica, mientras el auto se alejaba...
Continúa
Los
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IorixKyo Archive
Abril, 2004