Irresistible

Fanfic por Min@

Capítulo 4: Deseos

Seishiro no había caminado ni tres metros, cuando en el fondo del pasillo, vio la figura de Kyo caminando como zombie hacia su hogar. Sus ropas estaban limpias, su cabello recién lavado, pero su cara, estaba realmente demacrada, como si no hubiera podido dormir en días.

Kyo solo podía pensar en su error más grande, haberse quedado dormido, justo después de haber tenido al pelirrojo entre sus brazos, haberse dormido y no haber podido evitar que se fuera, retenerlo lo mas que pudiera.

-Cuanto tiempo sin vernos Kyo- Dijo Seishiro con una gran sonrisa. Kyo enmudeció.

-¡Tu! ¿Qué demonios haces aquí?- Pregunto Kyo con los ojos como dos enormes platos.

-No es obvio- Río Seishiro acomodando el cabello de su frente.

-No sé de que hablas.- Dijo Kyo mientras fruncía el ceño.- Yo no tengo nada que ver contigo.

-Te crees muy listo, no Kyo. Creíste que me iba a quedar tranquilo, mientras me arrebatabas lo que más amo en esta vida.

-No sé a que te refieres.- Murmuro Kyo, clavando sus ojos avellanas en los esmeralda de Seishiro.

-Ya te olvidaste de Beni- chan.

-Por favor, no vas a seguir con eso. ¿Verdad?-Río sin ganas, mientras su mano subía por su frente con hastío- Ya te dije miles de veces que Benimaru no me interesa, jamás me intereso y nunca me va a interesar.

-Pero apuesto a que ese sensual pelirrojo no te es indiferente.-Fue entonces Seishiro quien reía.

Los ojos de Kyo obscurecieron y la sonrisa se borro de su rostro.

-No sé de lo que hablas- Murmuro Kyo, dándole la espalda a Seishiro, tratando de disimular su orgullo herido.

-Yo creo que si lo sabes Kyo, pero lo que no sabe es que me interesa... - rió Seishiro, observando como el joven moreno se detenía y esperaba a que Seishiro continuara.

Kyo conocía muy bien a ese hombre, sabia que todo lo que se proponía conseguía con mucha facilidad, pero Iori. Ese era un imposible para él y para cualquiera, incluyéndolo a él. Pensó Kyo lleno de dolor al recordar el vació que le había quedado después de la partida de Iori.

-Iori Yagami... - Murmuro Seishiro sacándolo de sus pensamientos- es simplemente... Irresistible...

Eso fue suficiente para Kyo, no iba a permitir que Seishiro se acercara a Iori, jamás.

-Ni siquiera intentes acercarte a él. Me oíste.-Exclamo Kyo sujetando a Seishiro por los hombros, oprimiéndolo contra la pared.

-Yo puedo defenderme solo, Kusanagi.-La voz helo la sangre de Kyo. Era Yagami. Yagami estaba ahí. ¡Pero que hacia el ahí? ¡Acaso había ido a buscarlo?¿A él?.

-Humm el mismísimo Iori Yagami.-Dijo Seishiro sacudiéndose a Kyo.-¿A qué debemos el honor de su visita señor de la Luna?

Iori ni siquiera miro a Seishiro, y se dirigió solo a donde estaba Kyo, quien lo miraba como un pequeño niño asustado. Eso divirtió al pelirrojo, que sin darse cuenta sonrió divertido.

-Tenemos un asunto pendiente Kusanagi.

-¿Asunto pendiente?-Pregunto Seishiro, otra vez entrometiéndose de nuevo.-Pero la gélida mirada de Iori lo silencio de inmediato.

-Yagami yo... -comenzó a decir Kyo con la mirada baja.-Lo que sucedió, yo. -Kyo trataba de articular palabra pero no podía, no podía tratar de explicarle a el que lo único que había hecho era dejar salir todo lo que sentía por el, por su hermoso pelirrojo.

-Quiero hablar contigo Kusanagi.-Dijo Iori mientras traspasaba el umbral de la puerta, del departamento de Kyo.

-Hablar conmigo... -repitió Kyo, mientras su rostro se iluminaba.

-Vaya Kyo, que suerte tienes.-Dijo Seishiro alejándose por el pasillo, disfrútalo mientras puedas. Ah, por cierto me olvidaba que Kushinada te espera.

Kyo sintió que el alma le abandonaba el cuerpo, un frió lo recorrió de pies a cabeza, Yuki, estaba en su apartamento. Casi sin pesarlo se lanzo al departamento, Yuki estaba petrificada mientras observaba al pelirrojo delante de ella, no sabia que decir, la presencia de Iori era muy imponente, sobre todo para alguien como esa pequeña chica.

-Yagami. -Murmuro Yuki dando un paso tras de sí, apretando la bolsa de galletas que había preparado para Kyo.

El pelirrojo solo la miro como a un ser insignificante y sin decirle ni una palabra se sentó en el enorme sofá que había en la sala, busco en los bolsillos de su gabardina, hasta que encontró una cajetilla de cigarros, saco uno, lo puso en su boca, después busco en otro bolsillo y saco un encendedor plateado.

Kyo estaba extasiado no lo podía evitar, los simples movimientos de Iori encendiendo su cigarrillo, eran tan comunes y a la vez tan únicos. Kyo no podía apartar los ojos del pelirrojo.

Y el cómo sintiendo la mirada del joven moreno, levanto la vista mientras dejaba escapar un poco de humo, por su boca. Pero no fue el único que lo noto Yuki, miraba a Kyo perpleja, nunca antes había visto a Kyo embelesado de esa forma, nunca ni siquiera cuando la miraba a ella. Los ojos de la chica pasaban de Kyo a Iori sucesivamente, tratando de adivinar, la razón por la que Kyo miraba a Yagami de esa forma, una razón para que Yagami, estuviera ahí, sentado en la sala de Kusanagi, fumándose un cigarrillo.

De pronto una idea salto a la mente de Yuki, y ella se puso entre Kyo y Iori.

-¡No voy a permitir que vengas a molestar a Kyo!

La voz aguda de Yuki saco a Kyo de su sueño.

-Yu... Yuki- Murmuro Kyo.

-Bien Kusanagi, no tengo todo el día-Iori parecía molesto, por la acción de Yuki quizás.-Despídela de una buena vez.- Murmuro Iori entre dientes.

Yuki se quedo muda, pero su asombro fue mas cuando Kyo la tomo del hombro y la encamino a la salida.

-Yo te llamo Yuki.- Le dijo mientras abría la puerta.

-Pero Kyo. Yo. Yo quería. -La chica estaba angustiada de solo pensar que Kyo se quedaría solo con Yagami.

-Estaré bien, no te preocupes.- Dijo Kyo cerrando la puerta enfrente de Yuki, sonriéndole.

-¡Pero Kyo!-Exclamo Yuki.-Olvide darte... -Yuki apretó la bolsa de galletas. Mientras sus ojos se humedecían llenos de lagrimas-... eres un. tonto.

Kyo respiro tras de la puerta, se había desecho de uno de sus problemas pero todavía le quedaba otro muy grande, Yagami estaba ahí y no importaba lo que pasara. Ahora se sentía más tranquilo, porque había sido el pelirrojo el que había decidido venir a buscarlo. Él había sido el que lo busco para hablar con él. Lo que tanto había estado deseando, por fin se le concedía, pero no sabia si ese deseo era el adecuado.

Iori aún estaba fumando, eso le molesto un poco a Kyo, a él no le agradaba el olor del tabaco, Iori lo miro fríamente, sus ojos no parecían expresar nada. Solo miraban fijamente, perdidos e impasibles.

-Tu novia es más mediocre, de lo que recuerdo, Kusanagi.- La voz de Iori resonó en toda la habitación, Kyo no supo como reaccionar ante el comentario, y solo sonrió forzadamente.

-Parece que divertiste mucho anoche... -Volvió a decir Iori, desviando la mirada.

-Yagami. Yo... -Comenzó a decir Kyo.

-¿Vas a disculparte?-Rió el pelirrojo, bajando un poco la cabeza. –No Kusanagi. No puedes solucionar esto con una disculpa -Esta vez Iori había levantado la mirada, estaba mirando profundamente aquellos castaños ojos, su mirada estaba llena de dolor, un dolor que no había visto antes.

-Iori yo lo siento. - Pero Kyo no pudo terminar la frase, cuando Yagami ya se estaba contra él, la cabeza de Kusanagi, crujió contra el piso, envuelta en llamas púrpuras. Kyo pudo percibir el salado sabor de su propia sangre. Quiso ponerse de pie, pero las manos del pelirrojo lo volvieron a levantar, su cuerpo giro por los aires, en un remolino de fuego púrpura, hasta que finalmente se detuvo contra una pared.

-¡Es que no piensas defenderte!-Gritaba el pelirrojo, exasperado.

-Pensé que solo querías hablar conmigo... -Murmuro Kyo levantándose con algo de trabajo.

-¡Hablar, después de lo que has hecho, maldito Kusanagi!-Rugió Iori envolviendo su cuerpo en todo un mar de llamas.

-No voy a disculparme Yagami, porque no me arrepiento de lo que paso... -Dijo finalmente Kyo, su mirada era la misma mirada orgullosa, que muchas veces mostraba durante sus peleas.

-Maldito. -Murmuro Iori entre dientes.

-¡Quizás la forma en que lo hice, es lo único de lo que me arrepiento, pero no de haberte poseído, porque tú eres mío, tu me perteneces desde el día que te metiste en mi maldita vida, el día que te convertiste en mi verdugo!.

-Estas loco Kusanagi- Murmuro Yagami, sin cambiar la expresión furiosa de su cara. Pero el joven Kusanagi, tampoco dejaba doblegar su orgullo.

-Si estoy loco es por tu culpa.-Respondió Kyo.

-¿Y que esperas que haga ahora? Hacer de cuenta que nada ha pasado.- Río Iori con sarcasmo.

-No.-Sonrió Kyo ante la estúpida idea que cruzo su mente. Era demasiado y si hasta ahora, Yagami no lo había matado, seguramente con esto, si que lo haría.-Podrías vivir conmigo.

-¡¿Qué?!-Exclamo Iori, sin poder creer lo que Kusanagi había dicho.

-Yo te necesito Iori.-Comenzó a decir Kyo, armándose de valor.-Quiero que estés conmigo, y sé que tu también lo deseas, si no fuera de esa forma, porque reaccionaste así anoche, cuando te tenia en mis brazos.

Iori no pudo disimular, su propia confusión. Ante las afirmaciones de Kyo.

-No pienso seguir con tus estupideces- Dijo finalmente el pelirrojo y camino hasta la puerta del departamento.

-No... -Exclamo Kyo interponiéndose entre el pelirrojo y la puerta-. Esta vez no voy a dejar que marches...

-¡Ah!¿No? ¿Y que vas a hacer Kusanagi? Ahora no estoy débil.-Se burlo Yagami.-Ahora eres tu, el que va a perder.

-¿Que?- Pregunto Kyo, cuando sintió las manos de Iori, sujetarlo por los hombros. Y arrastrarlo prácticamente a la habitación.

-Yagami...

-¿Qué pasa Kusanagi, tienes miedo?- Rió Iori, mientras lanzaba a Kyo brutalmente sobre la cama.

-Iori... tu... -Murmuro Kusanagi, cuando vio que el pelirrojo se comenzaba a desabotonar, el pantalón.

-Voy a enseñarte quien es Iori Yagami.- Exclamo Iori, mientras deslizaba sus manos por la ropa de Kyo, un estremecimiento recorrió todo el cuerpo de Kyo, Kusanagi no podía explicarse como es que Iori, con solo tocarlo, podía despertar todas esas sensaciones. El deseo de sentir su piel contra la suya, de sentir su cuerpo estremecerse. Su cuerpo ardía por probar el salado de la piel del pelirrojo, morderla, marcarla como suya. Sentirlo vibrar como aquella noche.

-¡Ha!-Gimió Kyo cuando sintió que Iori doblegaba su cuerpo, inclinándolo contra la cama, el cuerpo del joven moreno tembló, sabia que Iori no seria dulce con él, y que le haría pagar con creces. Pero no quería impedírselo, pertenecerle a Iori Yagami era lo que deseaba.

Los dedos de Yagami se introdujeron en él, estaban humedecidos, seguramente con la propia saliva del pelirrojo.

-¡Ha!-Gimió Kyo, al sentir la fricción de ir y venir, de los dedos del pelirrojo.

-No pensé que fueras tan dócil -Rió Yagami levantando un poco las caderas de Kusanagi, para después penetrarlo sin compasión.

-¡¡Haaaaaaaaaaaaaaaa!!-Grito Kyo. Sintiendo el cuerpo de Yagami poseerlo con pasión.

-¿Que pasa Kusanagi, no querías que me quedara contigo?- Rió Iori burlonamente, mientras aumentaba los movimientos de su cuerpo.-Voy a hacerte mío cada noche, todas las malditas noches de tu despreciable vida. Voy a poseerte para siempre.

-Ha! Ha! Iori!

La cabeza de Kyo se perdía, dentro de sus propios anhelos, pensar que el pelirrojo, hablara de todas las noches que pasaría con él, llenaba de ilusiones su corazón, Iori estaba decidido a hacerle pagar por la humillación. Pero era mas que obvio que también disfrutaba de la situación. La amenaza de Iori, de castigarlo por siempre se había convertido en la realización del sueño de Kyo, tener a ese endemoniado pelirrojo para siempre, a su lado.

Capítulo 5

Los personajes pertenecen a SNK
"Irresistible" es propiedad de Min@ &
IorixKyo Archive
Marzo, 2004

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