Irresistible

Fanfic por Min@

Capitulo 1 : Sucumbiendo a los deseos.

La pelea había terminado sorpresivamente. El Riot Blood de Iori, lo había decidido todo, Había sido el causante de que Iori, bajara su guardia en el ultimo momento . Y de que el ultimo golpe de Kyo se proyectara sobre el pecho del pelirrojo.

¿Cuánto tiempo habían luchado?. Kyo no lo sabía. Su noción del tiempo se había perdido justo cuando esa noche había encontrado al pelirrojo en ese callejón. En el momento, en que lo había retado, aun último duelo a muerte.

Y ahora....Iori estaba moribundo a sus pies. Solo tenía que terminar lo que había empezado. Seria muy fácil, no podía oponer resistencia. Finalmente había ganado.

Kyo miró la sangre brotar de los labios entre abiertos de Iori. Como calientes ríos vivos ,surcando su rostro, hasta su cuello.

Ahora sí, Iori Yagami era suyo. Le pertenecía. Para hacer lo que quisiera con él. El pelirrojo no podría resistirse. No tendría fuerza para impedirle nada. Kyo sonrió con malicia.

Tenia a su rival, a sus pies, como siempre quiso tenerlo, le había demostrado quien era el mejor. Quien era el mas fuerte. Ahora había cumplido el deseo de sus padre, el deseo de su clan. Solo tenía que terminarlo.

Kyo encendió su mano, en llamas carmesí, como si su propio brazo fuera una antorcha viviente. Terminar con el pelirrojo estaba resultando muy sencillo, seria un golpe, solo uno, pero que seguro lo mataría, pensó Kyo con satisfacción.

Su pelea lo había cansado demasiado, pero no tanto como para no poder evocar a sus fieles llamas, una vez mas.

Kyo miró el rostro de Iori por última vez , no despertaba, sus ojos no se habrían, la sangre no dejaba de brotar de su boca y de su pecho. De pronto una punzada vibro en su corazón, Iori realmente estaba muriendo. No despertaría jamás, ni siquiera parecía que seria necesario, que él le diera el golpe final. De todos modos parecía morir cada instante que pasaba.

Kyo quiso alegrarse por ello, ya no estaría ese pelirrojo tras él, fastidiándolo, retándolo, obligándolo a pelear. Por fin, lo dejaría vivir en paz. Pero Kyo simplemente, no podía, no imaginaba sus vida sin él.

Sin él...

¿Qué seria de su vida ahora, que ya no estuviera él?.

Kyo no lo podía soportar, los sentimientos encontrados que se revolvían en su alma, lo odiaba... realmente lo odiaba. Kyo se lo repitió mas de diez veces. Pero su corazón que hasta ahora había parecido un témpano de hielo cuando pensaba en el pelirrojo, estaba confundido. No sabia que hacer. Ni que pensar, ni que sentir.

Sin fuerzas y aturdido calló sobre sus rodillas al lado de Iori.

-Ya demostré quien es el mas fuerte, ¿Para que matarlo? ¿Para que matarte?...-Kyo apretó fuertemente sus puños, cerrando sus ojos. ¿¡Porque no puedo!?. Se pregunto una y otra vez en su mente. En ese instante una mano rozó levemente la suya. Kyo volvió la mirada hacia Iori, parecía que el lo había tocado, quería creer en el fondo, que era así, pero no era así. El no se había movido.

Kyo busco entonces a su alrededor. Encontrando a una mujer de cabello largo y traje blanco. Kyo la reconoció de inmediato. Sus ojos estaban consternados, seguramente, por el estado de Iori. Kyo lo pensó. Pero no se explicaba como es que los había encontrado.

-Kyo, no te tortures más...-Murmuró Chizuru, con una afligida voz, que Kyo nunca le había escuchado antes, ni siquiera cuando se enfrentaban a Orochi.

Kyo suspiro con cierto alivio, cuando miraba a Chizuru salir de la habitación, donde se encontraba Iori. Kyo quiso preguntar como estaba, pero cerro sus labios, antes de emitir algún sonido. No quería rebajarse a preguntar por él. Su orgullo era demasiado grande.

-Iori esta mejor.- Dijo Kagura con una pequeña sonrisa, como adivinando los pensamientos del joven Kusanagi.

-No quería saberlo- Dijo Kyo con un gruñido, casi inentendible para Chizuru.

-Lo se.-Respondió ella, dándole la razón. Mientras caminaba rumbo al pasillo, con el montón de paños, bañados en sangre.

Kyo, quería ignorar lo que pasaba en su corazón, no entendía que la simple sensación de poder perderlo, había despertado él un sentimiento, que se negaba a admitir. Pero la angustia de verlo...

La angustia de saber como estaba. Era mas grande que su razón. Mas poderosa que su sentido común.

Esa angustia por ver que aún respiraba, por escuchar que su corazón aún latía, era mas fuerte que su orgullo...

Kyo abrió lentamente, la puerta que lo separaba del pelirrojo, casi al instante pudo sentir su respiración , su cuerpo desnudo, se dibujaba bajo las sabanas. Kyo sintió un escalofrió recorrerlo de pies a cabeza, al pensar en ello. Pero ahora, justo ahora, para Kyo, era como verlo por primera vez, como si fuera una persona diferente, y no fuera su eterno rival. Como si no fuera Iori Yagami. Como si no existiera ningún motivo para odiarlo. Para aborrecerlo. Nada que le pudiera impedir su deseo de apartarlo de todo.

Chizuru abrió, la puerta, había llevado ropa limpia para Iori. Y algunas sabanas limpias para Kyo. Pero al abrir la puerta , se encontró con la habitación completamente vacía. Ni Kyo , ni Iori.

-¿Pero que has hecho Kyo?-Murmuró Chizuru. Pensando en que Kyo, quizás había decidido dar por terminada la guerra de clanes. Iori no podría defenderse, pensó ella, esta fuera de peligro, eso era cierto, pero no estaba en condiciones de pelear otra vez, y menos con Kyo.

Kyo mientras tanto , iba sin rumbo, por la extensa autopista, Iori aún permanecía inconsciente, estaba en el asiento de atrás, Kyo no sabia lo que quería. Ni sus razones para actuar de la manera tan irracional en que lo hacia, solo sabía una cosa...

Quería alejarse de todo y de todos . De todos, excepto del pelirrojo. Tenerlo, para él solo, solo para él, sin testigos sin nadie que pudiera impedirle, tomar lo que era suyo por derecho.

El sol ardiente, devorando a la luna, en una noche sin estrellas , envolviéndola en sus rayos. En sus flamas carmesí.

Y me muero por llevarte

al rincón de mi guarida

en donde escondo un beso

con matiz de una ilusión

Iori abrió los ojos, cuando una oleada de sensaciones estremeció su cuerpo, la sensación de un calor frotándose contra su cuerpo. Una presencia conocida, tan familiar para él.

Las manos de Kyo resbalaban por el contorno del cuerpo de Iori, suavemente, sintiendo, su mas mínimo detalle. Como si deseara dibujarlo, con ellas. Y luego, sobre su pecho, hasta bajar por su vientre buscando, algo que jamás soñó buscar. Kyo sintió, de pronto, como entre sus manos, comenzaba a endurecerse, sus ojos se abrieron de sorpresa, Iori estaba dormido, eso se suponía.

Pero no era así. Rápidamente alzo la vista encontrándose con los ojos rojos del pelirrojo. Quien comenzaba a revolverse entre las sabanas, en las que lo había traído Kyo, desde el templo. Pero las recientes heridas, aún lo mantenían débil. Kyo sonrió entonces, no se podría resistir.

-¡Suéltame, maldito Kusanagi!-Gritó Iori, pero su voz, no sonó, lo suficientemente convincente.- Y Kyo empezó a apagar sus reclamos con un ardiente beso. Empezando con suavidad a recorrer los labios de Iori, saboreando la boca del pelirrojo, como si fuera el mas delicioso manjar que había probado.

Kyo estaba extasiado por el sabor que encontraba en esa boca, mientras mordisqueaba el labio inferior del pelirrojo, lleno de placer.

Iori no sabia distinguir la realidad, de lo que sucedía, le parecía como algo ajeno, como si no fuera Kyo. Pero era él, era él quien lo tocaba de ese modo, quería resistirse, pero cada vez que lo intentaba, su cuerpo se estremecía de dolor, por las recientes heridas. Se sentía débil, tan débil que era incapaz de alejar al joven moreno.

Quería que Kyo se detuviera, que lo soltara, pero el joven Kusanagi, parecía estar poseído, por algo, que ni el mismo parecía comprender.

Y es que no sabes lo que tu me

haces sentir

si tu pudieras un minuto

estar en mi

tal vez te fundirías

a esta hoguera de mi sangre

y vivirías aquí y yo abrazado a ti.

Iori trato liberarse, pero Kyo ya estaba sobre de él, alzando sus piernas, poniéndolas contra su pecho, mientras sujetaba con una sola mano ambas muñecas, del pelirrojo. Iori sabia lo que haría, lo que estaba haciendo, ese maldito Kusanagi estaba violándolo. A él. A Iori Yagami.

Su orgullo estaba destrozado, el pelirrojo lo sabia, pero no era lo único que esa noche se había perdido.

Su voluntad, sus propios deseos lo habían traicionado. Al sentir a Kyo penetrarlo con pasión. Y él gimiendo, gimiendo incontrolablemente. Sin poder evitarlo. Gemidos llenos de pasión y deseo. Siguiendo el ritmo, que Kyo le dictaba a su cuerpo.

No eso no debía de estar pasando. No estaba bien. ¡¿Acaso Kusanagi se había vuelto loco?! .

¡¿Y él mismo, no estaba uniéndose a su locura?!. Sintiendo ese placer por sus caricias, por ser poseído por Kyo. Por que era eso lo que sentía. Un placer tan intenso. Tan ardiente.

Era placer lo que sentía no había ninguna duda. Era eso lo que lo hacía gemir acompasadamente, al mismo compás de Kyo. Deseándolo más y más, sentirlo hasta el fondo. Tan profundo, como pudiera ser posible. Como nadie había llegado. Como a nadie, nunca le hubiera permitido llegar. Kyo se aferraba a su cuello, devorándolo con besos, mientras los labios de Iori solo gemían , junto a la oreja de Kyo. Como una suave melodía que lo invitaba a continuar.

-Iori..Iori....- Murmuraba entre sus propios gemidos Kyo.- ...Iori...- La voz de Kyo, nunca había sonado mas necesitada. Iori jamás la había escuchado en ese tono, no de esa forma. Nunca.

Esa noche el sol devoraba a la luna en sus ardientes flamas. Era el hechizo de un eclipse. Kyo se había dejado sucumbir por sus deseos.

El pelirrojo era suyo, totalmente suyo.

Y es que no sabes lo que tú

me haces sentir

que no hay momento que

yo pueda estar sin ti

me absorbes el espacio

y despacio me haces tuyo

muere el orgullo en mi

y es que no puedo estar sin ti.

* * *

Continúa

[ Capítulo 2: Cuando amas a alguien ]

Los personajes pertenecen a SNK
"Yuuhi to Tsuki" es propiedad de Min@ &
IorixKyo Archive
Agosto, 2002

Free Web Hosting