Título:
Un Invierno en Nagano (Fragmentos del Diario Intimo de Kyo Kusanagi)
Autora: Kassandra Mitsouko - kass_gautier@infovia.com.ar
Rating: Extremo Yaoi
Genero: Epistolar [en forma de Diario Intimo]
Caracter: Dramatico
Pareja Central: Iori Yagami[activo] y Kyo Kusanagi[pasivo]
Un Invierno en Nagano
I
(Nagano, Enero 3, 2007)
Seguramente, jamas podre comprenderlo.
Seguramente, jamas podre concebir de una manera clara y racional todo este dolor
desmesurado, toda esta angustia infame que se obstino en invadir mi cerebro,
en sacudir mi alma, desde el instante mismo en que te cruzaste en mi camino.
Mi consigna ultima era matar muriendo, o morir matando.
Y la tuya era identica a la mia.
[Entonces...por que?]
Si llegara a enfrentar alguna vez cara a cara el descarnado rostro del destino,
y pudiera desafiarlo a responder a la unica pregunta distinta del silencio!:
POR QUE???!!!
El odio hubiera sido mas facil, mas obvio, mas ligero de soportar.
Porque el odio no supone este estigma de verguenza.
Pero, ya lo ves, no ha sido asi.No es asi.Y no sera asi jamas, aunque ahora
tu seas tan solo un rastro informe de huesos y cenizas, pudriendote por fin
en paz bajo la tierra.
Y quizas es esto lo unico que no logro admitir.
Si bien el hecho de tu proxima, segura y temprana muerte era algo inevitable
e irreversible, [al menos de que mi propia muerte se interpusiera, lo que-te
lo juro!-procure mil veces por innumerables medios], mi cuerpo vacio de ti no
puede aun aceptarlo, porque tu definitiva e irremediable ausencia no ha relevado
el dolor, no ha aniquilado la angustia, no ha eliminado el sufrimiento.
Muy por el contrario.
Y por ello es que estoy aqui otra vez, en el unico lugar del ancho mundo donde
puedo decir que alguna vez roce, sin advertirlo, algun jiron de felicidad, enredado
en tu cuerpo, retorcido bajo tu vientre como una trepadora absurda, gimiendo
entre tus manos con todo el clamor de mi rendida sangre.Gritando.Amando.
Muriendo.
II
Despues de que me hablaste de aquella tregua obligada en nuestra eterna reyerta,
producto del sueno morboso de un pasado ajeno y absurdo, vivo muestrario de
eso que llaman "honor"[y que inmediatamente murio en mi la primera
vez que tus manos rozaron mi piel], no pude menos que mofarme de lo que supuse
un atisbo de cobardia, y que estaba tan lejos de serlo como para poder decir
con certeza que fue nada menos que tu jugada maestra.
Claro...Eras mayor que yo...Poco[tan solo cuatro anos], pero con un abismo de
por medio, con un oscuro universo vivido, huyendo y rondando callejones y suburbios,
hablando la jerga de los condenados, de los desheredados, de los malditos.Tu,
que habias nacido, como yo, para ser el ultimo guerrero de tu casta, para demostrar
al mundo que aun se guardaba el honor...hasta en el seno mismo de la maldad
y la vileza.
Por eso, aquel dia, alce mi mejor gesto desafiante , y me acerque, confiado.
Pero basto que me tocaras.Basto que insinuaras tu golpe mas artero en la virginidad
desprevenida de mi cuerpo, para ensenarme el camino del delirio.
-Existen mil y una cosas interesantes que podriamos explorar juntos, mi pequeno
Kyo-dijiste, encendiendo tu enesimo cigarrillo del dia, dejando que el humo
volara desde la llaga de tu boca hasta el oscuro oceano de tus ojos de noche
eterna, sin que se moviera uno solo de los musculos de tu cara para expresar
algo de aquello que el resto de los mortales llamamos "sentimiento".
III
Yo sabia de tus amores sucios.Conocia la leyenda que rodeaba a tu persona, desde
la sombra de aquel padre al que siempre aborreciste, llegando incluso a declarar
que el habia sido tu unico y verdadero enemigo.Ese padre que te enviaba dinero
y prostitutas para envilecer aun mas tu naturaleza, de por si viciosa.Sabia
que tu tomabas el dinero, pero que entregabas las rameras a tus amigos[debo
llamarlos asi?...], yendote a buscar lo inconfesable por los rincones mas oscuros
y abyectos, pagando por el placer infinito del goce contra natura, por el acto
infame, por el furtivo encuentro con otros como tu.
Tu sangre era demasiado fuerte, demasiado hirviente para lo que la generalidad
del mundo llama "normalidad".
Entonces...buscabas otra cosa.
Todos lo sabiamos, aunque nadie se atreviera a pronunciar la palabra "sodomita"
en tu presencia.
Pero tu no te preocupabas en ocultarlo.
Yo me asome a la sentina de tus vicios, confiado en que jamas podria caer en
ella, porque...Yo era un Kusanagi!Que diablos!Y sabia muy bien que cosa era
el honor!
[El honor...El honor...Acaso existe palabra mas inutil y vacia de sentido?]
-Por que me llamas "pequeno"?...No soy mucho menor que tu...-me atrevi
a preguntar en medio de mi inocente, estupido orgullo.
-Porque tu eres pequeno , y siempre lo seras.Mirate.Pero mirate de veras...por
fuera y por dentro.
Las palabras salian de tu boca con la misma acostumbrada indiferencia.Yo era
un Kusanagi, maldicion!Y estaba frente a ti escuchandote decir que siempre seria
pequeno, sin que pudiera atinar a hacer el mas minimo movimiento!
No era el hecho de que me trataras con la misma fria llaneza con que hubieras
tratado a cualquiera, no.
Era el hecho de ser quien era yo, y de ser quien eras tu...y era el hecho de
que, mirandote, empece a sentir que mi virginidad dolia, que todo mi ser dolia,
que necesitaba imperiosamente que me tocaras, que te acercaras aun mas, que
me hicieras sentir el acre olor de tu cuerpo, la humeda realidad de tu sudor,
el espeso velo de tu saliva asomandose a traves de la abertura fria de tus labios,
duros como un tajo hecho a traicion...viciosos como tu sexo profundo, que no
podia evitar con mis ojos cuando separabas tus largas piernas, sujetas en las
pantorrillas por aquella absurda correa.
Cada boton de tu larga camisa era como un pasaje a la nada.Peor aun que al infierno:a
la nada!Alli justo donde se abria, partiendose en dos como un camino sin retorno,
afloraba la razon de mi locura, nacia la mano invisible que aferraba mi garganta,
como algo quemante, espeso...denso...
Como cenizas.
Cenizas mostrandome la inutilidad del tiempo, la terrible verdad de nuestro
destino final.
Y cai.Mi garganta avida de ti me traiciono.Mis miembros entumecidos por el frio
de tu indiferente presencia, me traicionaron tambien.
Me traiciono el fondo mismo de todas las impresiones que brutalmente herian
mis sentidos:desde el sabor acerbo de tu piel y de tu boca, hasta la oscuridad
profunda de tu voz, que pocas veces revestias de palabras, estallando como cataratas
de aguardiente en el herido espasmo de tu risa.
Tu risa...
Puedo escucharla todavia en medio del silencio nocturno, cuando tiendo la mano
para buscar tu cuerpo ausente, cuando apoyo mi cabeza en el sitio en donde tendria
que haber estado tu pecho.
Tu pecho...
El paramo de tu pecho...La inmensidad desnuda de tu pecho...
Otro dia mas sin ti ha pasado ya.
Mira como se recuesta el Sol.
[Voy a buscar los mendrugos para nuestro pajaro de invierno].
IV
[Nagano, Enero 5, 2007]
Hoy fue un dia particularmente frio en esta solitaria cabana junto al lago de
hielo azul oscuro[exactamente como eran tus ojos].
Hoy hizo mas frio que de costumbre.Nevo por la manana, y al mediodia la ausencia
del Sol se llevo la poca luz que aun habia en tu ventana.
[Porque sigue siendo TU ventana).
Cuando volvia de cortar la lena para tostar las almendras que jamas comias,
pero que tanto te alegraban con su aroma intimo y fugaz, recorde los dias previos
a nuestra huida.
Cuatro anos llevaba ya ahogandome en el lago cenagoso de tus besos, duros pero
indispensables, como aquel ultimo trago de sake que alegra[llevandose las penas
como el viento], de tanto en tanto, la garganta de un viejo.
Cuatro largos anos escondiendo la verguenza atroz de ser tu amante.
Fingiendo[en realidad fingia?...]que te odiaba, maldiciendo tu nombre bajo el
Sol.
Pero, cuando asomaba la Luna...y mas aun si su creciente tragico se orientaba
con sus cuernos prestos a clavarse en mi pecho...todo lo olvidaba...todo lo
dejaba...y corria a tus brazos!...
No se por cuanto tiempo me sumergia en tus besos antes de dejarme caer para
recibir la adorada carga de tu cuerpo en el mio, bebiendo de tu urgencia de
macho perpetuamente en celo, saboreando la amargura que llevabas en cada gota
de tu ser, trasegada en sudor, en vaharadas que se escapaban por tus poros,
calientes mensajes que tu sangre maldita enviaba secretamente a la mia.
Y me gustaba repetir y gritar tu nombre simple, breve, escueto como tu vida
y como la extrana austeridad que te rodeaba.
En tu casa, la casa del hijo de una de las castas mas nobles y antiguas del
pais, no habia ningun lujo superfluo:solo una discreta, modesta sencillez.Una
mesa, dos o tres sillas, el divan...Tu lecho, y un gran espejo de luna entera.Nada
mas.
Tu cuarto de ensayo, con tus papeles de musica revueltos en el piso, y un ventanal
que daba a ninguna parte.
Solo eso...y tu.
Para que mas?
Yo he visto mil veces como preparabas, con tus propias manos, tu sencilla comida:un
trozo de carne, pan, algo de vino.Un sorbo de sake para decir adios al dia,
un cafe, un cigarrillo...
Me maravillaba tu sencillez casi espartana, mas aun sabiendo que, para muchos,
eras una estrella que congregaba a miles de fanaticos que vivian colgados de
la Luna creciente que llevabas a la espalda, freneticamente asidos de la correa
que amarraba tus piernas, adorandote...Como yo.
[ Como yo?...No!!!...JAMAS COMO YO!!!)
Aquella noche previa al tiempo de nuestra huida fuiste particularmente cruel.El
dolor y el placer se fundian en mi con cada embestida de tu urgencia, de tu
precipitado viaje hacia cada uno de tus brutales orgasmos, que te agitaban y
me sacudian en un paroxismo de bestialidad y de gloria.
Locura, desesperacion y plenitud.
El territorio mas oscuro de la angustia.
Fuiste cruel, cruel hasta hacer brotar mi sangre, mis lagrimas, las llagas en
carne viva de mi amor, sin ningun tipo de piedad...
***
Continúa
[ Segunda parte ]
Los
personajes pertenecen a SNK
"Un Invierno en Nagano" es propiedad de Kassandra
Publicado en IorixKyo Archive
Diciembre, 2002