Por Kamila

El Invierno del Dragón

Capitulo 7 : Cenando con mi Enemigo

Su primera semana como cocinero del Yagami había resultado bastante agradable, hacía dos días que también preparaba el desayuno. Lo único malo era que Iori parecía pájaro, se levantaba con el sol, y al Kusanagi siempre le había gustado remolonear en la cama hasta tarde. Aún así, se levantaba a preparar el desayuno para ambos y al terminar se volvía a meter a la cama hasta las once de la mañana.

Yagami lo veía salir de la cama casi sonámbulo a eso de las siete y regresar a ella a las ocho y media, después de desayunar juntos y lavar lo que habían usado; con razón no había terminado la facultad, ese muchacho se la pasaba durmiendo. Habían decidido que mientras Kyo se "ocupaba de los alimentos", él se encargaría de la limpieza de la cabaña. Al principio pensó que estaba de suerte, pues él era muy ordenado y el Kusanagi se sentiría un poco corto en casa ajena y no desordenaría mucho, grave error. Las siestas de Kyo parecían darle nuevas ideas sobre como desordenar una habitación en cinco minutos y sobre lo de sentirse incomodo en "casa ajena" ¡JA! ese muchacho no tenía piel sino costra. ¡Era un pellejudo desordenado y desorejado de primera!.

- ¡Ya está la cena! - un alegre Kyo, con delantal en la cintura ponía sobre la mesa una fuente con carne y un tazón de ensalada. Yagami solo asintió con la cabeza mientras terminaba de guardar los libros que Kyo había estado "leyendo" por la tarde.

¡Leyendo! ...de cuando acá se llama leer a ojear libros - pensó amargado - Al fin, el último!.

- Lávate las manos mientras yo termino de poner la mesa.

Iori arrugó la frente y en completo silencio se encaminó al dormitorio. Esa era otra de las cosas que le disgustaban, el jovencito se tomaba demasiadas libertades, si las cosas seguían así, dentro de poco lo estaría llamando por su nombre ... ¡GGRRRRR! Si se atreve lo aso a las brasas ... secó sus manos, apagó la luz del baño; que el Kusatonto había dejado encendida, y salió a cenar.

Se dejó caer pesadamente sobre la silla y examinó el menú. Realmente lucía apetitoso. El Kusanagi lo había sorprendido, siempre pensó que el muchacho era un bueno para nada, pero estos días le sirvieron para darse cuenta que en lo referente a las aptitudes de Kusanagi Kyo quedaban algunas que le eran desconocidas. Levantó la vista hacía el joven, Kyo comía con avidez y gusto, saboreando cada bocado que se llevaba a la boca, se notaba claramente que disfrutaba la cena. Mejor imitarlo, total, tanto "ordenar" le había abierto el apetito; además, después de lo que le diría, probablemente, esta sería la última de esas exquisitas comidas.

- Dime una cosa Kusanagi, vas a pasar todo el invierno preparando este tipo de comida.

Kyo dejó de masticar para mirarlo; la expresión de sus ojos, de su rostro, delataban claramente que no comprendía el sentido de tales palabras.

- ¿Por qué dices eso? - lo miró confundido - Tus alacenas están llenas y estoy cuidando al milímetro las provisiones. - la confusión se fue al diablo y con un tono más amargo en la voz agregó - Créeme no soy tan tonto como parezco.

- ¿Y el combustible? también lo estas cuidando "al milímetro" - un poco de sorna en la voz grave.

El joven Kusanagi bajó la mirada, el flequillo cubriéndole sus ojos. Burla. Siempre la burla y la ironía en las palabras del pelirrojo, pero esta vez, esa ironía lo había lastimado. ¿Por qué? ¿Por qué siempre debían suceder las cosas así? Se había sentido tan bien estos últimos días, a veces hasta olvidaba con quien estaba conviviendo y con quien seguía compartiendo la cama; sin embargo, unas simples palabras del pelirrojo y volvía a sentirse como un bobo. Sabía que se había tomado algunas libertades, pero como Yagami no le dijo nada él continuó para adelante; igual al pez que come la carnada y le sueltan un poco del sedal, hasta que el pescador se aburre y tira de la caña sacando al pobre del agua y condenándolo a una muerte horrible. Pero esta vez, Yagami tenía razón, estaba cuidando de racionar los alimentos y se olvidó por completo del combustible.

- Entonces ¿Qué es lo que sugieres que haga? - su voz le sonó tan débil que no tuvo el valor de mirar a la cara de Iori.

Yagami no era ningún tonto, se dio perfecta cuenta del desanimo del joven Kusanagi, y de su renuencia a mirarlo; sin querer se sintió culpable, como si hubiese lastimado a un ser indefenso ... ¡demonios, Kyo! Tan orgulloso y tan inseguro, tan fácil de lastimar; al menos para él era fácil. Sintió pena, por un momento no tuvo delante suyo al heredero del clan Kusanagi, sino a un adolescente, sin nombre ni apellido, inseguro, temeroso; tan parecido a cualquier muchachito de la calle, aquellos cuya única carga al nacer era aprobar la universidad y conseguir un buen empleo. Aunque, también tenía cierto parecido con los jovencitos que se desvivían por agradarle en sus conciertos.

Un momento. - sus propios pensamientos lo asustaron - Esos jovencitos y Kyo son muy diferentes; por lo general, esos niños terminan en mi cama y Kyo ...

Kyo también está en mi cama, llevo días durmiendo con él.

Yagami suspiró, era mejor no ponerse a pensar tonterías. En cuanto a Kyo, el joven mantenía su cabeza gacha, esperando.

- ¿Por qué no intercalas el tipo de comida? - respondió simplemente.

- ¿Intercalar? - levantó la cabeza; un poco de incomprensión en su mirada.

- ¡Aja! Un día preparas algo ligero y al día siguiente algo más elaborado - le explicó.

- ¿Crees que sería una buena solución?.

- O es eso o terminas cocinando con tus llamas - agregó Iori en tono ligero, los ojos de Kyo brillaron nuevamente.

- Eso sería divertido ¿No crees?

- Tendría que verlo para opinar.

Una risa suave escapó de los labios de Kyo. La cena continuó sin mayores contratiempos, comentarios ligeros de un lado, respuestas escuetas del otro; pero al menos, sin silencios pesados entre ellos. En fin, la amabilidad no cuesta ¿No Yagami?

No, no cuesta.

¿Aún te sientes un pez fuera del agua pequeño Kyo?

No, ya no. No soy un pez y Iori no es un pescador, es amable y cálido.

* * *

Continúa...

Capítulo 8: Sentimientos

Los personajes pertenecen a SNK
"El Invierno del Dragón" es propiedad de Kamila &
IorixKyo Archive
Julio, 2003

Free Web Hosting