Fanfic por Kamila

El Invierno del Dragón

Capítulo 5: Despertar

La sonrisa se transformó en un gesto de sorpresa, Kyo sintió que había dejado de respirar, su cabeza era un remolino de ideas y pensamientos y preguntas que exigían respuesta y a la vez que no deseaban conocer esas respuestas.

¡Dios Mío! Que significa esto? Qué estoy haciendo aquí? Con Él!. Involuntariamente su cuerpo se estremeció, lleno de ansiedad y miedo. Se sentía aferrado al cuerpo de Yagami y a pesar de su miedo se dio cuenta que no había hecho nada por separarse de él; ni por romper el abrazo que también correspondía. Bajó los ojos, apoyó la cabeza en el pecho de su rival y trató, trató con todas sus fuerzas de liberarse del abrazo. No pudo, era como si sus músculos se negaran a obedecerlo. Cerró los ojos con fuerza.

¿Qué hago? Cómo me separo de Iori sin despertarlo?! Dios, por qué me pasan estas cosas!. La cabecita de Kyo bullía de preguntas sin respuestas y antes que pudiera hacer algo una varonil y peculiar voz lo saludo.

- Veo que despertaste, Kusanagi.

¿Veo? Eso quería decir que cuando él despertó, Yagami también estaba despierto. Con un gran esfuerzo levantó la vista hacia su rival y con un esfuerzo aún mayor intentó responder sin parecer nervioso, que lo estaba y mucho.

- Sí ... yo ... desperté hace un momento ... disculpa no quise molestarte. - Yagami enarcó las cejas. A pesar de todo, Kyo seguía aferrado a él y con el evidente nerviosismo había ceñido más aún el abrazo. Reprimió una sonrisa y por toda respuesta colocó la mano sobre la frente del muchacho.

- Mmm! Al parecer ya no tienes fiebre.

- ¿Fiebre?

- Así es, los últimos cuatro días te lo has pasado delirando y sudando a mares - le informó.

Yagami acomodó la cabeza de Kyo sobre las almohadas. No pudo evitar notar el suave rubor que cubrió las mejillas del joven Kusanagi cuando sus rostros se acercaron demasiado.

Vaya! Vaya! Quién lo diría Kyo. Te sonrojaste, me pregunto si sera de vergüenza, o quizás por timidez o de inocencia. Hm! No, la inocencia no se sonroja. Salió de la cama y se dirigió al baño, volvió  con el termómetro en la mano y sin una palabra se lo puso a Kyo en la boca. Regresó al baño y al salir traía consigo gasas, apósitos y desinfectantes.

- Listo para el cambio de vendas - preguntó.

Kyo sabia que era una simple pregunta de relleno. Listo o no, Yagami le cambiaria los vendajes; por lo tanto, lo mejor era poner buena cara y hacerse el tonto.

Todavía con el termómetro en la boca, solo pudo mover la cabeza en señal afirmativa, confirmando que estaba listo para ser curado. ¿Curado? Un oscuro pensamiento cruzo su cerebro. ¡¿Y si Yagami lo que quiere es dejarme lisiado de por vida?!. Prácticamente, al instante de haber cruzado su cabecita semejante pensamiento, el mismo fue desechado. Si Yagami quisiera lastimarlo, lo habría dejado en la carretera, en medio de la nada, para que el clima se encargara de él. Se sintió un poco avergonzado por estar pensando de esa forma. Pero, es que las actitudes de Yagami siempre lograban desconcertarlo, nunca sabia bien a que atenerse con el pelirrojo, era todo un enigma. Años recordándole que iba a matarlo apenas sus pupilas se encontraban y esos mismos años evitando hacerlo. Lo miró de soslayo.

Yagami Iori ¿Qué deseas de mi?, es tan difícil entenderte. Un suspiro involuntario escapó de los labios de Kyo mientras pensaba en su rival. 

Totalmente ajeno a los pensamientos de Kyo, Yagami le había sacado la camiseta y estaba retirando con sumo cuidado los apósitos que cubrían sus heridas, cuando escuchó el suspiro del joven.

- Te sientes bien - preguntó

- ¿Eh! Ah!? Ssí ...sí me siento bien ...es que ...yo...

- ¿Tú que? - lo miró esperando la respuesta del joven, pero, Kyo solo bajó la mirada mordiéndose ligeramente el labio inferior. - ¿Y bien? Vas a responder o debo adivinar. - La mirada de Yagami se endureció de pronto - Si es lo segundo te advierto que no estoy de humor.

El tono en que fue dicha la última frase hizo que Kyo levantara la vista, un nudo pareció formarse en su garganta y ni siquiera su clásica altanería Kusanagi pudo evitar que esa mirada fría y dura lo hiciera sentirse más débil de lo que en realidad estaba.

- Yagami ... - temeroso de la respuesta dejó pasar unos segundos antes de continuar - ¿Qué hago aquí? - No pudo quitar la vista de sus ojos, la ansiedad lo estaba matando y los nervios hicieron que se estremeciera ligeramente. ¡Oh! Dios espero que no se de cuenta.

- ¿Preferirías estar en la carretera? - preguntó con sorna.

- No. No es eso ... no has entendido ...yo ..

- Acaso sugieres que soy estúpido - La burla de hace unos momentos un mero recuerdo, la voz sonó dura y la mirada que le dirigió fue menos que glacial.

Qué extraño, nunca creí que el rojo fuera un color tan frío - pensó Kyo. Y sin saber el por que sintió un gran pesar en su corazón. - Siempre sabes como lastimarme Yagami, a veces ni siquiera necesitas golpearme. Basta como ahora, unas palabras rudas, una mirada fría.... Y logras que me sienta como un  muchachito indefenso e inútil.

- No. ¡No es eso, Yagami!. Es que... si estaba en la carretera como tu mismo dices, entonces ¿Cómo es que ahora estoy aquí, contigo? - las palabras salieron atropelladas

- Tranquilízate Kusanagi. - por dentro, Iori estaba muy divertido con el nerviosismo del joven. - No es necesario que hables tan rápido, te aseguro que no pienso echarte a la calle, así que puedes respirar entre frases. - Si hubiese podido se habría arrastrado de la risa. ¿Me pregunto como estará tu orgullo pequeño Kyo? Ja! Apuesto que podrías ahogarte con un cabello.

- Estas aquí. - respondió - Por mera suerte Kyo. - mientras hablaba volvió a la tarea de limpiar las heridas del joven.

- ¿Suerte?!

- Así es. - lo miró de reojo - Cuando te encontré no sabia que eras tú, los restos de la moto estaban al fondo del barranco y honestamente creí que el conductor se había ido con ella; estaba por irme - continuó - cuando te vi entre unos matorrales y no supe que eras tú hasta que te vi el rostro.

Ya había terminado de cambiar los apósitos y estaba por ponerle la camiseta cuando Kyo le preguntó lo que no deseaba responder.

- Y cuando vistes que era yo ... - lo miró directamente a los ojos, los labios resecos por obra de la fiebre - ¿Por qué? Me salvaste.

- ¿Realmente desconoces el motivo, Kyo?

- Yo ..yo realmente no te entiendo Yagami. Nunca sé que esperar de ti, tus actitudes son ex....- antes que pudiera terminar la frase, sintió la mano de Iori sujetar fuertemente su barbilla. Los ojos de Yagami brillaban furiosos y  Kyo se arrepintió instantáneamente de haber abierto la boca.

- ¿No me entiendes? - preguntó con rabia - ¿Mis actitudes te parecen extrañas? ¡No me vengas con esas Kyo! Sabes perfectamente que no dejare que nadie te toque. Ni Orochi, ni NESTS, ni muchachitos desmemoriados y mucho menos el clima. - mientras hablaba, aumentaba la presión de sus dedos en las mejillas de Kyo hasta, obligarlo a quejarse del dolor. - ¡Eres y siempre serás MIO! Si algún día te mueres será por mi mano. ¿Te quedó claro?

Con ira mal contenida lanzó al joven Kusanagi contra el colchón. Luego, en completo silencio, le quitó los pantalones del pijama para seguir limpiando las heridas; como si nada hubiese sucedido. Por su parte, Kyo se sentía totalmente apabullado. Se quedó ahí, tumbado, en la cama con los ojos cerrados y aguantando las ganas de llorar. A veces, la personalidad de Yagami se imponía claramente sobre la de él y en esas ocasiones Kyo se sentía el ser más débil del universo.

* * *

Continúa...

Capítulo 6: Un Largo Invierno

Los personajes pertenecen a SNK
"El Invierno del Dragón" es propiedad de Kamila &
IorixKyo Archive
Diciembre, 2002

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