Fanfic por Ikyori Yagami
El Rojo y el Púrpura
Capitulo 2. - Obsesión
- ¿Vas a acabar tu malteada, Kyo-kun? - Preguntó Benimaru que se encontraba sentado en la mesa de una cafetería frente a Kyo y a Yuki.
- Uuh... Adelante Beni, tómala si gustas - dijo Kyo saliendo de su distracción. Luego volvió a mirar hacia fuera a través del vidrio, observando a los autos pasar velozmente, como esperando, buscando a alguien.
- Kyo... noto que hoy estás algo distraído, ¿acaso no te dan risa mis chistes?- Rió Benimaru haciéndole una mueca graciosa. Kyo lo miró y sonrió.
- No quiero preocuparme, cariño, pero has estado así desde tu último enfrentamiento con Yagami-san.- Dijo Yuki preocupada por la expresión de la cara de Kyo.
A Kyo sólo le vinieron las imágenes de todos sus encuentros anteriores con Iori, pero este último enfrentamiento le dejó más que pensativo, solo recordó la expresión de Iori cuando Kyo le dijo que ya estaba harto de pelear con él y Yagami le respondió: - "Esta es la única forma en la que puedo verte"- No entendió si trató de decirle que lo veía como un enemigo, una amenaza para su clan, ó que simplemente quería verlo de cualquier forma.- "Tal vez malentendí lo que dijo o no escuché bien"- Pensaba confundido. Miró de nuevo hacia la ventana los autos dejaron de pasar un momento, y vio al otro lado de la calle a un sujeto pelirrojo que miraba fijamente hacia él.
-¿Yagami?- Kyo se levantó de la mesa y saltó a Benimaru, corrió hacia fuera intentando cruzar la calle, los autos comenzaron a pasar de nuevo y eso le impidió cruzar a tiempo, cuando Kyo levantó la vista, Yagami ya no estaba.
- ¡Cobarde! Huye de mí- Pensaba furioso. Kyo sabía que cada vez que veía a Iori era para buscarle pelea. -
¿Por qué huye?.
- ¡Kyo! - Gritaron Benimaru y Yuki que corrieron detrás de él.
- ¿Qué te pasó? Pensé que me romperías el cráneo con un puntapié en la cabeza- Le replicó Benimaru a Kyo.
- Lo siento... pensé haber visto a Yagami. - Kyo evitaba las miradas de sus amigos y buscaba impacientemente a su alrededor.
Yuki se acercó, lo abrazó de la cintura y apoyó su cabeza en su pecho.
- Exageras con esa cuestión de Yagami, sólo piensas en pelear con él.
Kyo tomó a Yuki de los hombros, ella se preparó para el dulce beso de los carnosos labios de Kyo,
esperando esa sensación que solo un Kusanagi podía darle. En cambio Kyo no hizo caso del gesto y se separó de ella empujándola suavemente hacia atrás. Ni siquiera la estaba mirando, seguía concentrado en el callejón oscuro que estaba al otro lado de la calle.
- ¡Shimatta! ( Maldición, "clásico" ¿no creen? ) - Kyo miró a Benimaru y éste le respondió encogiendo sus hombros, con expresión de resignación.
Yuki se quedó parada, pensando en el gesto de Kyo, realmente no era para tanto, pero el rechazo de Kyo en ese momento, la había lastimado mucho.
Kyo siguió molesto toda la tarde, no hablaba y sonreía forzosamente.
Toda la semana había estado pensando en las palabras de Iori, no lo había visto desde aquella tarde en la cafetería. Salía de clases y paseaba un rato por el parque cercano a la mansión de los Yagami. Estaba invadiendo su terreno a propósito, buscaba como provocar que Iori saliera a enfrentarlo, pero la imagen de Iori siempre se parecía a la de un fantasma, aparecía cuando menos se esperaba.
Iori ya se había dado cuenta de que Kyo lo buscaba, estaba decidido a darle la cara, pero lo haría esperar más de la cuenta. Kyo estaba obsesionado con las palabras de Yagami, no le encontraba un verdadero significado y quería saber si lo que le dio a entender era que quería estar junto a él, y las peleas eran la única forma de verlo. -"No, no creo... que estúpido sería eso de parte de Yagami".
Pasaron los meses y se acercaba el torneo The King Of Fighters, una larga espera llegaría a su fin en esos días. Kyo estaba ansioso de ver a todos los competidores del los anteriores torneos, a Terry, Andy, Kim, Ryo, Yuri, Athena, y a todos los demás, pero sobre todo a Yagami. Hace varios meses que lo dejó de ver, en cierta forma lo extrañaba, estaba aburrido de tener peleas que no valían la pena, quería pelear con los más fuertes pero lamentablemente ellos se encontraban lejos y el único peleador a su altura que se encontraba más cercano era Iori Yagami, por suerte era el mejor de todos, sus peleas siempre lo animaban a esforzarse más, sin embargo no habían tenido encuentros hacía mucho. Se acercaba el momento de enfrentarse de nuevo con su rival de toda la vida.
Llegó el día de la competencia, comenzaron las peleas y los viajes de un lugar a otro, Kyo siempre acompañado de Benimaru, Goro y su novia Yuki, mientras que por otro lado estaba Iori, siempre solitario, esperando con paciencia su enfrentamiento con su... ¿enemigo? Iori se reía de sí mismo, aún no entiende como ha podido... vuelve a reírse sin contestarse. Es culpa de su obsesión.
Llega el día tan esperado por todos, al fin los dos ídolos del torneo van a enfrentarse de nuevo. Kyo sale al ring, el público le aplaude con entusiasmo, la emoción corre veloz por su sangre, por fin vería a Iori de nuevo.
Saluda con ánimo al público. Las luces apagadas y solo un reflector lo alumbra desde arriba, aparece de pronto otra luz de otro reflector apuntando a la salida contraria de la arena. Se ve la silueta de un hombre parado y unas luces rojas de las pupilas furiosas de un Yagami ansioso. Kyo siente su corazón agitado y la respiración se le va por la emoción, su estómago se revuelve y le da una sensación de cosquilleo nervioso que le eriza la piel.
Yagami por fin sale a la luz, no le a quitado la vista de encima a Kyo, se dirige hacia él, se paran frente a frente y sus miradas chocan en el espacio restante.
- Cuanto tiempo sin verte, Yagami- Dijo Kyo con tono arrogante.
Iori sólo sonrió de forma despectiva cerro los ojos, metió sus manos en los bolsillos, se alejó un poco y se puso en guardia.
La pelea comenzó, hubo gran alboroto de parte del público, sudor, golpes, sangre, fuego, polvo y cenizas corrieron por el ring. Kyo lanzó un golpe al rostro de Iori y éste lo esquivó agachándose y dándole una patada a las piernas para que pierda el equilibrio, Kyo cayó al suelo y Yagami lo agarró de la cabeza, sin embargo algo hizo dudar a Iori y antes de que pueda reaccionar Kyo lo tomó del brazo y lo jaló llevándolo al suelo.
Kyo se montó sobre de él y lo agarró del cuello, Iori hizo lo mismo, los dos se sujetaban del cuello, cualquiera de ellos podía dar el último golpe, pero ninguno lo hizo. Sonó la alarma del reloj y terminó la batalla, declararon el empate y el público aplaudió a sus héroes.
Iori y Kyo aún no se soltaban y se miraban fijamente, nadie sabía lo que pasaba en sus cabezas en ese momento. Varios de lo peleadores entraron al ring para separarlos, Iori empujó a todos para que lo dejaran, miró a Kyo de nuevo y luego se fue sin decir nada.
Yuki entró corriendo a los vestidores para ver como se encontraba Kyo.
- Estaba muy preocupada por ti - Le decía Yuki mientras le ayudaba a curar sus heridas.
Kyo aún seguía obsesionado con las palabras de Iori y quería aclararlo todo. A Goro le preocupaba que Kyo haya dudado en el momento que tenía a su merced el cuerpo de su rival, pudo haber acabado con él en ese instante o viceversa. En eso estaban cuando de pronto alguien tocó a la puerta. Benimaru abrió y se le entregó una nota. Lo leyó y supo que era para Kyo.
- ¿Qué pasa Beni? - Preguntó Kyo.
- Es para ti, amigo. Es de Yagami- Beni extendió su brazo con el papel, Kyo se levantó de golpe y se lo arrebató desesperado por leerlo. La reacción asustó a Yuki.
- Quiere terminar la pelea de hoy, ¿ no es así?- preguntó Yuki preocupada.
- Iré a enfrentarlo, no puedo faltar. - Kyo sonaba seguro de su decisión, pero su estómago se agitaba con el nerviosismo que sintió en el ring.
- ¡No vayas Kyo! ¡Es peligroso!- Gritaba Yuki desesperada.
- ¡¿Cuántas veces me he enfrentado con Yagami y siempre he regresado a tu lado?! ¿Eh?- Gritó Kyo con rabia a la chica que se cohibía ante su enojo.
- Muchas veces... Pero esta vez me temo que no regresarás a mi lado nunca más.
Kyo se dio la vuelta y salió del camerino, buscó la salida de la arena y se fue dejando a Yuki con las lágrimas amargas del desconsuelo.
Benimaru miró a Goro que mantenía su cabeza baja, sin decir nada se acercó a Yuki y la abrazó para consolarla.
- Beni-kun... Tu leíste la nota... ¿No decía dónde sería su encuentro?- Benimaru bajo la mirada y asintió para calmarla.
- Llévame, por favor.- Suplicó la niña al amigo de su novio.
- Es peligroso cariño, será mejor que esperemos. - Dijo el rubio tratando de convencerla.
- ¡No! Quiero ir a esa pelea, no voy a dejar que Yagami me arrebate a Kyo con la muerte.- Gritó Yuki aferrada a la camisa de Benimaru.
- Esta bien, es una mala idea, pero esta bien- Beni alejó a Yuki, le secó las lagrimas con sus dedos y le sonrió para calmarla.
- Gracias Beni... gracias.- Yuki lo abrazó y trató de calmar su respiración en el pecho del atractivo rubio.
***
Esa misma noche Kyo caminaba por las calles de la ciudad, buscando el lugar del encuentro. Quería ver a Yagami de nuevo, escuchar su voz amenazante y ver sus ojos que siempre lo miraban con furia. Estaba tan sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que Yuki y Benimaru lo seguían.
Kyo caminaba rápido, no quería llegar tarde al encuentro, Beni y Yuki le seguían el paso con mucho esfuerzo y aún así Kyo los dejó atrás muy fácilmente.
- Regresemos... - Dijo Benimaru en forma amanerada.
-¡No! Tú sabes donde va a ser el enfrentamiento, así que sigue caminando. - Yuki jaló a Benimaru de la manga de su camisa y comenzó a correr para alcanzar a Kyo.
Kyo llegó al callejón donde Iori lo había citado. Yagami aún no llegaba. Kyo comenzó a inspeccionar el lugar, mientras esperaba a su rival.
- Llegaste temprano, Kusanagi- Kyo oyó la voz profunda de su rival y volteó lentamente a verlo.
- Yagami... -Kyo sonrió, tanto tiempo de esperar y al fin podrá saber que le quiso decir aquella noche.
Kyo se acercó iba a darle un ligero golpe en el hombro, pero Iori lo tomó de la muñeca sujetándolo fuertemente, sin apartar su mirada en los ojos cafés de Kyo.
Kyo sentía mas fuerte el cosquilleo en su estómago, se le erizaba la piel, pero tampoco podía dejar de ver a Iori.
- Hace mucho tiempo que he estado pensando en lo que me dijiste en nuestro último encuentro- Kyo no apartaba la vista del pelirrojo, Iori no le soltaba la muñeca y estaba muy cerca él. - ¿Qué fue lo que me diste a entender?- Preguntó el joven nervioso por la calidez de la mano de Iori.
Yuki y Beni llegaron al callejón y se escondieron tras unas chatarras de auto. Yuki acechó para ver lo que pasaba y luego Benimaru asomó por una ventanilla. Vieron a los dos platicando de forma seria. Parecía que estaban a punto de estallar.
- ¿Por qué he de decirte lo que significa? ¿Es que no te das cuenta?
- No me vengas con esas cosas, y acláramelo- Kyo insistía de forma que a Iori parecía hartarle.
Iori dio pasos atrás y levantó los brazos, estaba furioso. - ¿ No lo entiendes? Eres un idiota, nunca entiendes nada.- Le apuntó bruscamente con el dedo y luego se dio la vuelta.
- Estoy confundido, ya no quieres pelear al igual que yo, pero no quieres dejar de verme. ¿Por que?- Kyo se acercó a Iori, éste lo miró con rabia.
- Creo que ya sé porqué. - Kyo lo tomó de la mano, se acercó y lo besó.
Yuki vio con sorpresa la escena, esto era demasiado para su pobre corazón, Benimaru solo miró a verla y vio las lágrimas de decepción que corrían por su blanco rostro, Beni bajo su mirada y no dijo nada.
Iori no podía creer que Kyo lo estaba besando, sintió por primera ves su respiración ardiente en su rostro, esos labios que por tanto tiempo le mostraron la furia de sus dientes, las largas y tupidas pestañas de los bellos ojos de su adorado Kyo, Iori suspiró y abrazó con fuerza a su eterno rival y sus largos mechones rojos cayeron en la suave piel de la cara de un Kusanagi enamorado de un Yagami. El beso era tierno pero al contestar ese beso por parte de Iori, se volvió apasionado y salvaje. Kyo podía sentir la dulzura de los labios de Iori, y sentía la lengua del pelirrojo juguetear en el espacio húmedo, sus cuerpos temblaban de excitación y los suspiros inundaban el lugar.
Yuki no dejaba de verlos, por el momento parecía haberse calmado. Benimaru le tocó el hombro y ella miró a verlo, entonces, el rubio vio las lagrimas secas y la sonrisa de Yuki.
- Les dije que esta noche Kyo no regresaría a mí. Tenía razón, ¿verdad?- Yuki sonreía y de pronto las lágrimas comenzaron a brotar de nuevo, su rostro se transformó en una mueca de llanto y sus ojos se entrecerraron, Benimaru trató de abrazarla para calmarla, pero Yuki reaccionó, se levantó y corrió para salir del callejón, lejos de ahí Yuki se dejó caer y lloró fuertemente para consolarse ella sola. Benimaru no hizo ni el menor intento de ir tras ella, en cierto modo Yuki no le simpatizaba mucho, pues Beni también se sentía atraído por Kyo desde que lo conoció y al saber que él tenía novia se sintió algo incómodo. Sin embargo esa noche al verla llorar de esa forma lo conmovió, siempre pensó que las mujeres lloraban por debilidad, pero en ese momento entendió lo que cada mujer tenía que sufrir, no era nada agradable. Beni miró a Kyo que se encontraba a lo lejos, en los brazos de Yagami.
Kyo se estremecía con el suave tacto de los labios de Iori en su cuello. La lengua del pelirrojo contorneaba el esbelto y bien marcado pecho del joven Kusanagi, Kyo echaba su cabeza hacia atrás, para darle mas espacio al placer que poco a poco iba subiendo hasta llegar a su boca. Las manos de Kyo tomaron el rostro de Iori, le inclinó la cabeza de lado y le besó suavemente.
- Debo estar loco. No entiendo como pudo pasarme esto. - Decía Kyo al oído de su rival amante.
- Era la obsesión y el odio que me trajeron hasta aquí. Se volvieron en un sentimiento tan profundo que comencé a amarte inexplicablemente. - Iori le susurraba mientras besaba la parte de atrás del cuello de Kyo.
- ¿Qué vamos a hacer ahora?, ¿Qué van a decir nuestras familias? - Kyo se separó del abrazo de Iori y lo miró cuestionante.
- Vamos a darles tiempo, esto es muy difícil y peligroso. - Iori se acercó de nuevo levantó el rostro de Kyo con sus dedos sujetándole la barbilla, Kyo levantó la mano y la pasó por la frente del pelirrojo haciendo a un lado el cabello que le caía en la cara, por primera vez en su vida pudo ver los ojos de Iori no consumidos por la ira. Le recordó a Kyo su infancia cuando lo vio por primera vez en la presentación de los herederos de las familias. Recordó que se había escapado de la fiesta mientras que su padre y el padre de Iori discutían terriblemente por la superioridad de ambos clanes. Kyo jugaba entre las personas y en una de esas chocó con otro niño.
- ¡Hey! ¡Cuidado! - Dijo el otro niño rascándose la cabeza.
- Perdóname... tú también estas aburrido de la fiesta ¿verdad? - Preguntó el pequeño Kyo invitando al otro niño a jugar.
- Sí, es muy aburrida la fiesta. Pensé que habrían mas niños. - El niño a pesar de ser tan pequeño, hablaba con cierta elegancia, digna de una familia importante y rica sobretodo.
- ¿Quieres venir afuera y jugar conmigo? - Preguntó el travieso Kyo, inquieto desde muy pequeño.
- ¡¡Sí!! -Contestó el pequeño pelirrojo.
Ambos corrieron y huyeron de la fiesta, salieron a los jardines de la gran sala del hotel donde se dio lugar a la recepción. Corrieron, jugaron, rieron juntos, se divertían mucho. En eso apareció el padre del pequeño Yagami, lo sujetó de la parte de atrás de su camisa y lo jaló, parándolo junto a él.
- ¡¿Qué haces jugando con el hijo de los Kusanagi, nuestros enemigos?! - Preguntó el padre enojado, mirando al pequeño Kusanagi con odio.
- ¡Kyo! - Grito el líder del clan Kusanagi. - ¿Dónde te habías metido, hijo? - Saiysu, tomó la mano de su hijo y éste se ocultó detrás de él, intimidado por la mirada y la presencia del padre de Iori.
- ¿Qué hacía la escoria de tu hijo con el mío? - Preguntó furioso Yagami-sama al Kusanagi que protegía a su hijo.
- Lo mismo te pregunto yo. - Respondió altanero Kusanagi-sama.
Kyo vio como discutían los adultos y miraba a Iori que de pronto le miraba con odio al igual que su padre.
Kyo comparó esa mirada de aquella vez con la que ahora tenía enfrente, abrió sus brazos y jaló a Iori.
- Yo nunca te odié Iori, nunca lo hice. - Kyo parecía conmovido por la mirada de Iori.
- Toda mi vida fui criado con odio hacia ti, mi deber era odiarte toda mi vida, pero no pude, el odio es ahora... - Kyo tocó los labios de Iori con sus dedos y lo calló.
- No tienes que decirme nada del pasado, lo importante es lo que tenemos aquí, ahora... En cuanto a lo de nuestros padres eso lo veremos después. - Kyo le sonrió y Iori besó sus dedos con delicadeza.
Benimaru ya no quería seguir viendo; se sentía traicionado de cierta forma. A él le gustaba Kyo y pensaba que él estaba mas cerca por la amistad tan estrecha que tenían. - ¿Cómo pudo cambiar a Yuki por Iori, al menos se hubiera fijado en mí?. - Pensaba.
Benimaru se levantó y abandonó el lugar, dejando solos a los amantes que aún seguían en su enredo pasional (¡oye eso!).
***
Ya casi en la madrugada, se podía ver las luces de las calles aún encendidas. Casi estaba amaneciendo, la tenue luz entraba por la ventana del cuarto de hotel que compartían Kyo y sus compañeros, junto con Yuki.
Yuki se encontraba acostada boca abajo pensando en lo que había visto la noche anterior. Las lágrimas habían dejado de brotar por el cansancio, pero se le salía una que otra y resbalaba por sus mejillas hasta caer en la almohada donde se quedaba atrapada. En eso escuchó la puerta abrirse, un ligero rayo de luz del pasillo iluminó la cama donde ella estaba recostada. La asustó la luz y levantó la cabeza.
- U.. uh. - Exclamó débilmente.
- Lo siento, no quería despertarte. -Kyo cerró la puerta y caminó de puntillas para no despertar a sus compañeros.
Kyo se sentó sobre la cama y comenzó a desvestirse para acostase cómodo y dormir. Yuki admiró con tristeza la fuerte espalda de Kyo y como sus músculos se movían con los reflejos de la luz.
Kyo se recostó a su lado. Yuki se acercó y lo abrazó sin querer mirarlo a los ojos. Ella se dio cuenta de las marcas en el cuello y en el pecho y todo él olía a Iori, podía sentir la esencia de Yagami que se hacía mas fuerte.
- ¿Cómo te fue en el duelo? ¿No estás herido? - Preguntó con tono bajo, quería saber con que mentira le contestaría Kyo.
- No, no peleamos, solo platicamos, discutimos mucho, uno que otro empujón, pero lo demás estuvo... tranquilo. - Kyo suspiro un poco, tenía los ojos cerrados, pero aún estaba consciente.
Yuki se levantó y besó a Kyo en los labios, él le contestó el beso. ¡Por todos los Cielos!, Incluso sus labios sabían a Yagami, eso enfureció a Yuki y comenzó a besarlo mas fuerte, intentando demostrarle que también ella puede ser salvaje y apasionante.
Kyo se asustó con la acción de Yuki y se levantó de golpe.
- ¿Qué fue eso? - Preguntó Kyo nervioso, casi molesto.
- Pense... que así te gustaría más, Kyo. - Yuki no lo miraba, estaba molesta con él.
- ¿Qué dices? ¿De que estas hablando? - Kyo estaba confundido, ahora estaba más nervioso.
- Te vi Kyo, vi como lo besabas. A mí nunca me has besado así. - Yuki levantó la vista para mirarlo a los ojos; ahora era Kyo quien evitaba su mirada.
- Nunca sentiste nada por mí, entonces... ¿para qué me tenías a tu lado? -Yuki tomó la cara de Kyo en sus pequeñas manos.
- No quise hacerte daño, en serio, pero mis sentimientos hacia ti ya no son los mismos. - Kyo difícilmente podía mirar a Yuki a los ojos.
- ¿Sentimientos?... Tú no tienes sentimientos, solamente son mentiras. Eres insensible, ¿qué no te das cuenta del daño que me has hecho?... ¿No te duele verme llorar?. - Yuki le reclamó, las lágrimas volvieron a brotar iluminando sus ojos con un brillo de amargura.
- Yuki... entiéndeme... yo ya no te amo como antes. Mis sentimientos son diferentes ahora. - Kyo estaba algo molesto por lo que Yuki dijo de él, quería terminar su relación de una buena vez con ella.
Yuki vio directamente a los ojos de Kyo, cambió su expresión y dijo: -El único sentimiento que tienes es el que sientes en tu trasero.
Kyo sintió la sangre hirviéndole y explotar en una bofetada que calmó el enojo de Yuki y la de él también.
Yuki lo miró con odio y tristeza, saltó de la cama y salió corriendo de la habitación. Kyo se quedó solo esa noche, ni Benimaru, ni Goro durmieron ahí, por lo que durmió solo sin nadie que lo acompañara. Ansioso deseaba volver a ver a Iori y así ya no se sentiría solo como aquella noche.
Fin del capitulo 2
Continúa...
[Capítulo 3: Encuentro] a IorixKyo Archive]
Todos los personajes pertencen a SNK
"El Rojo y El Purpura" pertenece a Ikyori Yagami &
IorixKyo Archive
Escrita por Irene Martínez (Ikyori Yagami)
Noviembre 2000