ATENCION!!! Este capítulo contiene un lemon


Llegendes de Foc
~ Històries del Passat ~

Fanfic por Artemis

Capítulo 6: No Vull Matar-Te
               {No Quiero Matarte }

- Bonitas fotos – dijo Iori fríamente, su mirada seria.

- No tienes nada que decir? – dijo Koji mirándolo burlonamente y algo molesto. Iori lo miró a los ojos y Yagami se sorprendió al verlos, eran completamente inexpresivos, como si las fotografías no le importaran.

- Que quiere que le diga? Que fui al instituto con Saisyu Kusanagi? Que éramos amigos? Que era mi mejor amigo? Que me enamore de él? Dígame... que quiere que le diga? – Iori había empezado a mostrar furia, sus ojos azules mostrando una rabia que Yagami nunca había visto.

- Largaos!! – dijo Yagami a sus ninjas, estos obedecieron de inmediato al ver sus manos con llamas púrpuras encendiéndose. Iori no se movió, no tenia por que, podía vencer a Yagami fácilmente. Por culpa de estar tanto tiempo entre humanos casi nunca usaba su poder y a veces le dolía el cuerpo al usarlo, pero no era tanto comparado con el dolor que él podía llegar a infligir.

Para su sorpresa Yagami apago sus llamas en cuanto los ninjas salieron, hizo un suspiro y fue a sentarse en su sillón enfrente de una chimenea que estaba ahora encendida. Pasaron algunos minutos en silencio, Yagami sentado y Iori observándole aun molesto.

- Entonces... era esto lo que me habías ocultado? – dijo Koji de repente, en su voz se notaba... pesar? – tendrías que habérmelo dicho y nos hubiésemos evitado problemas. Mis ninjas tomaron estas fotos hace algún tiempo pero no le dieron importancia, luego llegaste tu y tu cara les sonó, pero no parecían muy convencidos de que les sonabas. Yo les dije que se mantuvieran callados y no se lo contaran a nadie hasta que te recordaran. – iba explicando Yagami con el mismo tono de voz.

- Y que piensas hacer? – Iori continuaba serio pero le resulto curioso que Yagami no dijera nada en tono molesto.

- Matar a alguien – dijo en tono seco sin mirar a Iori. Este sonrió, no como siempre lo hacia, sino malévolamente.

- Piensas matarme? No creo que puedas – dijo en tono burlón Iori, sus ojos empezaban a coger un color rojizo. Pero Yagami no se movió solo sonrío un poco.

- No podría matarte? Quizá tengas razón... pero tampoco pensaba matarte a ti...- los ojos de Iori volvieron a coger su tono azul y estaba sorprendido.

- Cómo dices? – Iori estaba sorprendido pero no por eso cambio su tono de voz.

- No tenia pensado matarte a ti, sino a esos dos. No sería nada bueno que se fueran de la lengua, muchos querrían deshacerse de ti y yo tendría que estar de su lado. Eres amigo de Kusanagi, fuiste su novio, no estaría bien que yo fuera tu amigo, no crees? – dijo Yagami esta vez mirando a Iori directamente a los ojos y sonriendo pacíficamente.

- Quieres matar a tus ninjas por mí? Por que? – pregunto Iori sin acabar de creerle.

- Por que eres mi amigo... nada más... – Yagami sonrió aun más

- Y no me vas a matar... por que soy tu amigo... por qué? – Iori no acababa de comprender bien, Koji era malvado, muchas veces lo había visto matando a cualquiera de sus ninjas durante un entrenamiento, y no parecía importarle.

Iori siempre había creído que si no molestaba a Yagami este no tendría intención de matarle, por que aunque fueran amigos sabía del comportamiento del joven y sabía que cualquier cosa lo hacía estallar en llamas. Por eso no entendía que Koji no quisiera matarlo sabiendo que él y Saisyu eran amigos.

No, no lo entendía.

- Por que tu aceptaste mi amistad, y al hacerlo yo acepte cualquier cosa que pudiera pasar entre nosotros, al fin y al cabo no te conocía, pero acepte el riesgo de mostrarme como la persona que siempre he querido ser, delante de ti. – mientras decía esto Yagami se levanto del sillón y se acerco a Iori, se detuvo cuando estuvo a medio metro de él. – Quiero confiar en ti, quiero continuar siendo tu amigo, no quiero matarte, no lo entiendes? – en estos momentos Iori vio que los ojos de Yagami brillaban, no de rabia, sino porque unas lagrimas amenazaban con salir. Koji levanto su mano y la paso suavemente por la mejilla de Iori. – Quiero creer en ti... quiero... quiero... te quiero – Yagami balbuceó estas palabras manteniendo la mano en la cara de Iori pero bajando la suya para que este no se la viera.

- Ko... Koji... – Iori se quedo de piedra, no quería que volviera a pasar, no lo deseaba. Pero sabía que los sentimientos que tenía por Koji no eran tan fuertes como los que tubo por Saisyu... para él Iori era... era... como un hermano pequeño, al cual quería hacer feliz, pero no podía darle su amor, no, no podía...

- Iori... sé que no puedes corresponderme, lo sé, pero me gustaría que... al menos unas horas... pudiéramos... estar juntos no como amigos, sino como amantes – Yagami no levantaba la cabeza, se había jurado a si mismo ser sincero con Iori y lo estaba haciendo aun que no le gustara, pero era sincero, lo era.

Una mano se poso en la barbilla de Koji haciéndole levantar la cabeza y mirar a los ojos a Iori, el joven se perdió en los ojos tan azules del chico en frente suyo. Eran unos ojos preciosos, no mostraban mucho los sentimientos... pero eran hermosos, pero ahora sí mostraban algo, dulzura, ternura, comprensión...

- Esta bien Koji – Iori se acerco a sus labios y lo beso tiernamente, dulcemente. Koji sintió una ráfaga traspasar su cuerpo que fue hacia su boca y salió con un pequeño gemido, abrió sus labios para dejar que la lengua de Iori se adentrara y saboreara todos los rincones.

Koji empezó a desabrochar los botones de la camisa de Iori, mientras seguían besándose. Cuando se la hubo sacado empezó a acariciarle el estomago, le pareció raro que tuviera un estomago tan fuerte y firme, con todos los músculos marcados, ya que desde que estaban ahí nunca había visto a Iori hacer ejercicio.

Iori puso sus manos en los muslos bien formados de Koji e hizo que sus cuerpos se acercaran más, sin dejar nada de espacio entre ellos, y empezó a moverse sensualmente haciendo que el cuerpo de Koji y el suyo propio reaccionaran. Sintió un escalofrío recorriendo el cuerpo del joven Yagami.

Con sus manos aun en los muslos del muchacho lo empujó hacia arriba, Koji se sorprendió pero puso sus piernas alrededor de la cintura de Iori que lo llevó, aun besándose, hacia la chimenea. Ahí se arrodilló y dejo a Koji sobre la alfombra, enfrente del fuego que luchaba por conseguir oxigeno para seguir quemando.

Partieron el beso, Iori sabía que Koji era muy posesivo y querría llevar él el control, pero no lo dejaría, al fin y al cabo él era El Asesino y él dominaba siempre...

Iori vio que Koji no era virgen, al contrario que Saisyu, lo noto con los movimientos que el muchacho hacía al desabrocharle los pantalones. Sí, no era virgen, pero Iori sabía que nunca había compartido una noche con un hombre, porque, a pesar de saber lo que hacía se notaba que estaba nervioso.

Iori se levanto mirando a Koji y fue bajándose los pantalones, tranquilamente, sin prisas, haciendo que Koji disfrutara de la vista que le estaba ofreciendo. Cuando termino con los pantalones hizo lo mismo con los boxees, ante esta vista Koji quiso levantarse pero una mirada de Iori lo detuvo, se quedó quieto observando al joven. Cuando el joven de ojos azules terminó se quedó enfrente de Iori quien lo mirada extasiado, su cuerpo era perfecto, sus piernas, sus caderas, su abdomen, su pecho, sus brazos, su cabello... el cabello que ahora Koji dejaba suelto dejando que cayera sensualmente rozando todo su cuerpo, recubriéndolo como un fino tejido, acariciando el cuerpo del joven, Koji quería hacer lo mismo que el cabello de Iori, acariciarlo.

Iori miro a su joven amante viendo en sus ojos la desesperación por tocarle, por sentirle. Ante eso el muchacho se arrodillo encima de la cintura de Koji, una pierna en cada lado. Empezó a quitarle la camisa, botón a botón, despacio, haciendo que Koji se desesperara por tenerlo, pero cada vez que quería tocar el cuerpo que estaba encima suyo él hacia un movimiento negativo con la cabeza y Koji intentaba obedecer, aun que cada vez le costaba más.

Iori acabo de sacarle la camisa y dejo que sus cabellos cayeran hacia delante rozando el estomago del joven quien gimió al notar las suaves caricias de ese sedoso cabello. Iori sonrió y bajo su cabeza y empezó a lamer el vientre de Koji, sus cabellos esparcidos por todo su cuerpo, metió su lengua en el ombligo del joven y le arrancó otro gemido. Mientras tanto con sus manos empezó a quitarle los pantalones, junto con los boxees. Se los bajo hasta las rodillas mientras seguía lamiendo, dejo de lamer el vientre del joven para ir hacia su entrepierna y lamerla también, sensualmente.

Mientras tanto acababa de quitar la ropa a Koji. Este por su parte al sentir la lengua de Iori en su parte más sensible, no pudo evitar gemir y poner sus manos en los hombros del joven apretando fuerte, arañándolos y haciendo brotar sangre de ellos. Pequeños hilos rojos bajaban por la espalda de Iori.

Este sonrió al ver que el joven le clavaba las uñas fuertemente, por la excitación, así que él también le clavó las suyas a la cintura jugando a un juego de sangre. Sintió el jugo de Koji en su boca y se lo bebió como si fuera un gran elixir. Levanto su vista y vio al joven jadeante con pequeños hilos de sangre en sus costados. Levantó su mano y la paso por el estomago de Koji primero suavemente luego clavó una uña en él para hacer un pequeño corte y luego lamerlo. Yagami gimió pero no de dolor, este juego le gustaba y por eso paso sus manos por el pecho de Iori y también le clavo las uñas.

El Asesino lamió la herida que le había hecho a Koji sorbiendo la sangre, cuando hubo acabado se acerco al cuerpo de Koji haciendo que su sangre se esparciera por el cuerpo del excitado joven.

Paso sus manos por su ensangrentado cuerpo y con un dedo, lleno de sangre, bajó hacia la parte por donde quería entrar, usando la sangre para lubrificarlo. Koji al sentir esa invasión en su cuerpo gimió y arqueó su espalda agarrándose a la alfombra. Cuando a Iori le pareció que el paso estaba suficientemente lubrificado se preparó.

- Date la vuelta – dijo suavemente en el oído de Koji, no quería arriesgarse a cambiar y que Iori lo viera.

- No, quiero verte, nadie me hace nada por la espalda – dijo entre la excitación.

- Mmm, si no lo haces tendré que obligarte – dijo Iori con una sonrisa malvada pero bromeando.

- Que vas a hacer?... atarme?- dijo Koji siguiéndole el juego.

- Buena idea! – exclamó Iori, se levanto y cogió la camisa de Koji que estaba cerca. Luego con un movimiento brusco obligó a Koji a girarse, se sentó encima de sus muslos y le cogió las manos atándolas detrás de la espalda – Pero te haré el favor de no 'atacarte' por la espalda – arrancó un trozo de camisa y volvió a girar a Koji.

- No podía imaginarme que fueras tan sádico... Iori... o prefieres que te llame Kyo... – dijo Koji sarcástico pero sonriendo, en verdad le agradaba que, por una vez, él no fuera el dominante. Aunque se sorprendía ante la fuerza que Iori demostraba.

- Llámame como quieras, yo solo hago lo que tu quieres que haga – dijo sonriendo y tapando los ojos de Koji con el trozo de camisa, asegurándose de que no viera nada.

Cuando lo tubo echo se tumbo encima de Koji y empezó a acariciar sus cuerpos, los dos gemían ante el contacto, hasta que ambos no pudieron más.

Iori hizo que Koji lo rodeara con sus piernas, puso sus manos en la cintura del joven y lo empujo hacia arriba, penetrándolo con un movimiento brusco.

Ante esto Koji gritó fuertemente, Iori se detuvo dejando que Yagami se acostumbrara al dolor. Este iba acostumbrándose poco a poco, el dolor iba desapareciendo dejando paso al placer. Cuando Iori noto que ya estaba preparado empezó sus movimientos dentro del joven, lentamente. Sus ojos se volvieron rojos, sus colmillos se afilaron y con ellos mordió el cuello de Koji continuando con el juego, este se sorprendió ya que no se había fijado en cuan largos tenia los colmillos el joven que ahora le hacía el amor de una manera que lo disfrutaba ampliamente. La sangre brotó de su cuello y Iori la lamió de nuevo. Sus dedos también se alargaron al igual que sus uñas, con las cuales rasgo los brazos de Yagami. Este intento inútilmente deshacerse de sus ataduras, pero no pudo, además tampoco era que le molestara. Gemía con cada movimiento que Iori hacía. El tatuaje también se formo en su frente, un tatuaje rojo y negro, no tenía ninguna forma en especial, líneas onduladas esparciéndose. Esta vez Iori no se contuvo tanto como con Saisyu, sus cabellos también cambiaron de color apareciendo algunos mechones rojos, alargándose más. Pero sabía que tenía que controlarse y lo hizo, volviendo a su estado natural. Continuó concentrándose en Koji, acelerando el ritmo, sus cuerpos llenos de sudor y sangre mezclados.

Sus cuerpos empezaron a moverse a un ritmo muy acelerado ambos gemían, el placer era inmenso hasta que llegaron al clímax y sus cuerpos se vaciaron.

***

Continúa...

[ Capítulo 7: Assassinant ]

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Marzo, 2001

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