Llegendes de Foc
~ Històries del Passat ~

Fanfic por Artemis

Capítulo 5: Fotografies
                  {Fotografías}

Pasaron algunos días y Iori se iba ocupando de los negocios de su jefe, evidentemente siempre con Yagami delante para ver lo que hacía y como lo hacía. Algunas veces Yagami no entendía por que Iori hacía cierto tipo de inversiones pero nunca preguntaba el motivo, un Yagami no debe mostrar que hay cosas que no sabe! Pero aun así cuando Iori notaba que no entendía alguna cosa él mismo se ponía a explicárselo sin necesidad de que Yagami preguntara, no quería ofenderle.

Cuando terminaba el trabajo Iori se iba a su habitación y no salía hasta el día siguiente. Cenaba, comía y almorzaba en su habitación. Por suerte Yagami no había sido muy cruel con él en el aspecto de la habitación, era amplia y tenia baño propio, incluso un pequeño refrigerador, aunque las paredes eran un color tierra no muy agradable, pero en fin, estaba bien. Algunos días ni tan solo salía de su habitación por que sabía que Yagami había ido a buscar a Saisyu para pelear. Él usaba su energía para saber que pasaba en el combate, a fin de cuentas no quería que Yagami matará a Saisyu, por suerte no ocurría nada nuevo: peleaban hasta quedar exhaustos, sus energías estaban demasiado igualadas para que uno de los dos pudiera vencer. Eso en cierto modo relajaba a El Asesino. Cuando Yagami regresaba Iori tampoco iba a trabajar porque sabía que el joven necesitaba descansar, luchar contra Saisyu era agotador y su sangre se lo hacia recordar en cuanto regresaba a casa.

Pero un día...

Iori estaba trabajando observando como iban las inversiones que había hecho en la bolsa para Yagami, este estaba justo a su lado observando también las inversiones. Eran ya las tres del mediodía así que Iori dijo:

- Será mejor que vayamos a comer y continuemos después, con el estomago vacío no puede pensarse con claridad, no cree? – su sonrisa continuaba en su rostro, nunca esperaba mucha conversación por parte de su jefe.

- Tienes razón, vamos- dijo Yagami levantándose y estirando su cuerpo para destensar los músculos, este gesto era normal para alguien, pero a Iori le cogió de sorpresa, siempre que Yagami estaba con él estaba tenso y su cara no era nada amigable. Ahora el gesto que había hecho Yagami lo sorprendió, como también le sorprendió que le hubiera dirigido tres palabras seguidas en un tono más suave del que usaba normalmente.

Iori también se levanto y se dirigieron hacia la puerta, cogió el pomo y la abrió dejando pasar primero a Yagami como era su costumbre desde que había empezado a trabajar para él. Luego de salir cerro la puerta y espero a que Yagami pasara la llave, pero este no lo hizo, cosa que también lo asombro ya que desde el principio Yagami cerraba su despacho para que él solo pudiera entrar cuando estuvieran los dos (eso tampoco era un gran problema porque El Asesino podía entrar cuando quisiera no le hacían falta llaves).

- Yagami-san, no piensa cerrar la puerta con llave? – preguntó amablemente y algo sorprendido.

- Hn, no hace falta, hoy comerás conmigo – gruño Yagami, algo molesto pero siempre con el tono de voz de orden.

- Con usted? Puedo preguntarle por que? – Iori aun no creía que Yagami le ofreciera comer con él, empezó a pensar que quizá había decidido matarle, pero no era probable ya que aun tenia cosas por aprender. Yagami se molesto un poco con la pregunta ya que no le agradaba dar explicaciones de lo que hacia y además la respuesta tampoco era fácil de decir para él.

- Primero: deja de llamarme Yagami, puedes llamarme Koji – Iori abrió los ojos con sorpresa, su boca medio abierta, Yagami le dejaba que lo llamara por su nombre? Eso no era una sorpresa... eso era un milagro! Además que casi nadie sabía como se llamaba, sus sirvientes le llamaban Yagami-san, como él, Saisyu le llamaba Yagami a secas (si es que lo llamaba claro...). La voz de Yagami volvió a la realidad a Iori – Segundo: cierra la boca que pareces un pez – esto aun lo dejo más sorprendido, pero no fue solo el comentario, sino una pequeña sonrisa que se había formado en los labios de Yagami. Al contrario de lo que este le había pedido Iori abrió aun más la boca, y es que Koji le sorprendía por momentos. Y al parecer esto le hizo gracia al joven ya que su sonrisa se amplio un poco, levanto su mano derecha para ponerla bajo la barbilla de Iori y le cerro la boca gentilmente – y tercero: me... gustaría que... bueno... me gustaría que fuésemos... amigos – incluso Dios se sorprende cuando el diablo hace una buena acción, así que es de esperar que El Asesino se quedara de una pieza al oír esas palabras de Yagami, quien lo había dicho flojo, entrecortadamente y con la cabeza a un lado. El rostro de Iori se volvió más blanco que la nieve, Yagami lo miro, en estos momentos parecía que Iori iba a caer muerto.

– Hey, te encuentras bien? – preguntó algo preocupado al ver la piel blanca y los ojos con la mirada perdida. Iori volvió en si al notar que Koji le daba algunas palmadas en la cara y con la otra mano lo sujetaba del hombro.

- Cla... cla...Claro que podemos ser amigos! Será todo un placer – dijo al fin recuperando el color y su sonrisa de siempre. Koji sonrió un poco y se aparto de él.

- Bien, me alegro. Eso sí, delante de la gente no te esperes que me comporte como me comportare cuando estemos solos – dijo en tono serio.

- Lo entiendo – dijo aun sonriendo, pero de pronto su sonrisa se borro, empezó a pensar en Saisyu, con él todo había empezado como amistad y le había ido cogiendo cariño, empezó a angustiarse... y si le pasaba lo mismo con Koji? No quería volver a sentir eso, le gustaba sentirlo, pero era doloroso, ahora había empezado a olvidarlo y se encontró con que había cogido cariño a Yagami, de momento no sentía nada más, pero... y si ese cariño se transformaba en algo más... no, él no quería volver a sentir lo que en su momento sintió por Saisyu.

Yagami observó el repentino cambio de Iori, ahora tenía su cabeza baja y echada a un lado, sus mechones blancos le tapaban la cara, tenía los puños cerrados fuertemente, hasta que Koji vio como sangraban.

- Iori... que té pasa?- pregunto en un tono algo preocupado, realmente lo estaba mucho pero tenía que aguantarse. Se acerco un poco a él y puso una mano en su hombro. Ante esto Iori reacciono, volteo su rostro y sonrió a Yagami.

- Lo siento, nos vamos? – su sonrisa había vuelto pero sus ojos estaban brillantes, por las lagrimas que querían salir. Empezaron a andar hacia el comedor, no decían nada hasta que Koji hablo.

- Cuando quieras decirme que té pasa puedes decírmelo, mientras tanto solo quiero que sepas que... somos amigos y puedes confiar en mi. – dijo sin mirarle con la vista fija al frente, Iori lo miro sorprendido y sonrió.

- Gracias, Koji –

Pasaron unas semanas desde que Koji y Iori se hicieran amigos. Yagami demostró ser un gran amigo, hablaban durante horas en la oficina y mientras comían, pero, al contrario que hacia Saisyu, Koji no le hablaba de sus batallas con Kusanagi, nunca se quejo de tener que luchar contra él.

Cuando estaban los dos solos Yagami no parecía el mismo, sonreía, reía, incluso bromeaba... por otro lado Iori se volvía algo cerrado, no quería arriesgarse, pero aun así escuchaba todo lo que le decía Yagami y a veces se sorprendía con algún que otro comentario ridículo del joven y no podía evitar reír.

Pero un día...

- Iori! Ven! – Iori estaba en su habitación descansando cuando oyó la voz de Koji llamándolo. Se levanto y salió de su habitación, bajo las escaleras y entró en el salón

donde se encontraba Yagami y un par de ninjas.

- Que pasa? – preguntó Iori sonriendo pero algo desconfiado, no le gustaba nada ver a los ninjas, siempre traían problemas. Yagami se le acercó y le dio unas fotografías.

Iori las cogió y las miro.

En la primera vio a Saisyu solo en el patio de su instituto, parecía una foto del ultimo año. Iori no se inmuto o al menos eso aparento.

Continuó con la siguiente fotografía, Saisyu, en esta, estaba sentado bajo un árbol y alguien de pie a su lado pero solo se veían las piernas, Iori ya sabía que venia después, pero siguió con la siguiente foto. Saisyu sonreía al chico que estaba arrodillado también sonriendo, dándole un bocadillo. Era un muchacho moreno de cabellos largos y ojos azules.

***

Continúa...

[ Capítulo 6:No Vull Matar-Te ]

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Abril, 2001

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