Llegendes de Foc
~ Històries del Passat ~
Fanfic por Artemis
Capítulo 4: El Pitjor Dels Yagami
{El Peor de los Yagami}
Kyo despertó cuando el sol empezaba despuntar, no podía creer lo que él había hecho, él, El Asesino... por que diablos lo había hecho?
Se levanto de la cama sin hacer ruido. Observó a Saisyu aun dormido y tomo una gran decisión, no quería volver a ver más a Saisyu y al mismo tiempo no quería separarse de él.
Había muchas cosas que los separaban: Saisyu estaba prometido... pero podían huir juntos, él era El Asesino... él podía mantener el secreto, Saisyu envejecería... que importaba? Saisyu moriría y él no...
Una ráfaga de viento empezó a envolver a Kyo, haciendo que su largo cabello ondulara. Poco a poco iba desapareciendo, uniéndose al viento.
Saisyu despertó pocos minutos después, el sol ya entraba por la ventana. Se levanto lentamente, Kyo no estaba. Se dirigió al comedor, solo encontró el almuerzo y una nota: 'Adiós'.
Para Saisyu su vida, lo que pasaba a su alrededor, todo dejo de tener importancia. Se quedo unos minutos inmóvil sin creer que Kyo se hubiera marchado, le dijo que le amaba, compartieron una noche... porque se había marchado? Reacciono.
- No puede haber ido muy lejos -
Saisyu busco a Kyo durante días, semanas, meses... no encontró nada, incluso uso los ninjas más fieles para que buscaran a Kyo, pero nada... desapareció... ni tan solo dejo nada para recordarle, ninguna foto, ni su ropa... nada, desapareció como había aparecido, de golpe.
Pero El Asesino no había desaparecido, ni tan solo se había ido del Japón.
Su aspecto era el mismo, solo que ahora llevaba coleta y dos mechones caían a cada lado de su cara, estos eran de color blanco pero el resto de su cabello era igual, negro, sus ojos eran aun azules, más claros quizá. Claro que había cambiado su nombre...
***
- Quien eres tu? - preguntó el muchacho arrodillado en el suelo de una sala de entrenamiento. Por su boca corría un pequeño río de sangre. Se levanto con algo de esfuerzo. Sintió sus piernas ceder y volvió a caer, la sangre salía con más fuerza - Lárgate!- dijo casi sin poder respirar al notar que el chico se le acercaba.
Pero el muchacho no se inmuto. - Me llamo Iori Nagashima, Yagami-san, encantado - se presento el chico formalmente ante Yagami que intentaba tragarse su propia sangre y mirar a ese chico que había aparecido de repente en la puerta de la sala de entrenamiento y ahora estaba arrodillado frente a él ofreciéndole una mano para ayudarle y sonreía sin miedo. Yagami sintió que su respiración se calmaba y su sangre dejaba de salir. Golpeo con su mano la del joven y se levantó por si mismo.
- No necesito tu ayuda!! - dijo firmemente - a que has venido? -
- A darle el pésame Yagami-san, siento mucho la muerte de su padre - Iori seguía sonriendo.
- Pues yo no lo siento!! Se puede saber de que conocías tu a mi padre?- grito el joven Yagami empezando a ponerse en guardia para acabar con ese tal Iori.
- Mi padre y el suyo eran amigos - le dijo aun sonriendo pero algo preocupado ya que Yagami no parecía querer hablar.
Con los Yagami le había costado mantener una cierta amistad, eran muy cerrados, pero este... no parecía querer razonar, así que decidió ir por otro camino.
- y también le he venido a pedir que me deje trabajar para usted - dijo sonriendo tranquilamente esperando que esta vez funcionara.
- Jajaja, que te has creído!? Que te voy a coger solo porque nuestros padres eran amigos!? Para tu información yo detestaba a mi padre - grito Yagami empezando a encender una llama púrpura en su mano.
- Yagami-san, yo no se pelear, así que espero que no me ataque - dijo sin moverse ni un pelo soportando estoicamente la mirada de Yagami.
- Si no sabes luchar porque quieres trabajar para mi estúpido? - dijo Yagami maliciosamente manteniendo aun la llama en su mano pero relajándose un poco.
- Quizá no se luchar, pero los negocios se me dan muy bien, usted aun es demasiado joven para llevar los negocios de su padre, y yo podría ayudarle - Iori volvió a ver que Yagami se volvía a tensar, y es que estaba furioso, nunca antes nadie le había hablado así, además, como podía decir que él era demasiado joven si el chico parecía tener su misma edad? lo que más le molestaba era esa estúpida sonrisa, tan tranquila, parecía que él no le daba miedo y eso lo irritaba... la única persona que tampoco le tenia miedo era Saisyu, pero tenía un carácter mucho más fuerte que Iori...
- No me importan los negocios! Solo quiero acabar con Saisyu! - le dijo muy molesto y empezó a ponerse en posición para saltar hacia Iori y quemarlo vivo. Pero este puso una mano enfrente para que Yagami esperase a que él pudiera terminar de hablar.
- Lo entiendo, pero su lucha, la lucha de sus clanes, puede durar muchos años, y si no se ocupa de los negocios acabará arruinándose, su padre gasto mucho dinero para acabar con el padre de Saisyu, si no vigila usted acabará de gastarlo... y no creo que le guste la idea de arruinarse por culpa de los Kusanagi, no les dará esa satisfacción, verdad? No puede dejar que los Kusanagi lo vean arruinado - Iori dio justo en el clavo, el plan de El
Asesino funcionaba, Yagami apago su llama con un gruñido, sabía que ese estúpido muchacho tenía razón, los fondos de su clan no eran muchos.
- Y que querrías a cambio de ocuparte de los negocios? La mitad de mi fortuna? Por que si lo que quieres es hacerte rico a mi costa... - decía Yagami muy enfadado, si, necesitaba a alguien que se hiciera cargo de su herencia, pero tener que pedirlo, eso jamas, tener que estar pagando a alguien porque hiciera las cosas que debería hacer... eso le desagradaba en grado sumo.
- No quiero nada, no necesito dinero tengo alguno ahorrado, además tampoco espero de usted el mínimo agradecimiento, lo hago por que quiero y lo ultimo que quiero es que usted piense que me estoy aprovechando - su sonrisa había desaparecido levemente mientras hablaba pero no del todo.
- Ja, crees que voy a creerte?- Dijo Yagami en tono burlón.
- Pues espero que lo haga porque le estoy siendo completamente sincero - la sonrisa de Iori desapareció completamente y hablaba con absoluta seriedad.
- De acuerdo, puedes trabajar para mi, pero nunca me pidas nada o acabaré contigo - dijo amenazante.
- Gracias - Iori se inclino formalmente ante Yagami, y se giro para irse pero Yagami dijo:
- Donde crees que vas?- su tono era molesto pero no amenazante.
- Perdón? Que quiere decir? Voy a mi casa - dijo algo sorprendido ante la extraña pregunta.
- Si trabajas para mi tendrás que vivir aquí - dijo seriamente, no pidiendo, estaba ordenando.
- Ya le he dicho que no necesito nada - dijo saliendo de su sorpresa y, claro, volviendo a sonreír.
- No quiero que lleves mis negocios desde tu casa, prefiero vigilarte de cerca cuando te ocupes de ello, por lo tanto vivirás aquí-
- Usted me vigilará? No sería mejor decir que usted mirará todo lo que yo hago para aprender a llevar sus negocios y luego poder matarme? -dijo Iori sonriendo y descubriendo las verdaderas intenciones de Yagami, quien se quedo algo sorprendido de que el muchacho supiera de sus intenciones. - Bien, me parece perfecto, me quedaré - Yagami se sorprendió aun más aunque intentaba disimularlo, Iori sabia lo que pretendía y aun así aceptaba?
- Bien, dame tu dirección y enviaré a los ninjas a buscar tus cosas - dijo Yagami saliendo un poco de su asombro pero aun sin entender que quería ese chico... morir?
- No hace falta - dijo renunciando a la oferta de Yagami.
- Tienes miedo de que mis ninjas descubran algo?- dijo Yagami desconfiado, y mirando bien al muchacho, no le parecía que alguien tan joven supiera algo de negocios. Sus ropas tampoco parecían decir que el joven supiera algo de estos, llevaba pantalones negros no muy ajustados y una camisa también negra, llevaba una americana por encima con las mangas replegadas hasta los codos y el cuello alzado, su cabello negro y largo recogido en una cola, con dos mechones blancos a los lados de su cara.
- Casi nada me da miedo Yagami-san. Lo que pasa es que no me interesa volver a mi casa. Si he de quedarme aquí me iré a comprar ropa nueva - dijo seguro de si mismo Iori. En verdad de dinero no le faltaba, en sus muchos años de vida había recolectado una gran suma para poder vivir lujosamente.
- Casi nada? Dime que es lo que te da miedo? - dijo Yagami burlón.
- Quizá algún día se lo diga Yagami-san... - dijo Iori divertido al ver que Yagami buscaba sus puntos débiles.
- Esta bien, ven conmigo, te enseñaré tu nueva habitación - dijo Yagami pasando por su lado, Iori lo siguió hasta la mansión.
***
Continúa...
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Abril, 2001