Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~
Fanfic por Artemis
Capitulo 52: Nova vida, Nova Energia
La leve brisa sopla entre las ramas de los arboles, haciendo sonar las hojas como si de un canto se tratara. Sería hermoso si alguien lo estuviera escuchando, pero nadie presta atención.
En el parque no hay tiempo para oír eso. Unos jóvenes pasean sus perros tranquilamente mientras otros pasean cogidos por la cintura sonriéndose o riendo de lo que el otro dice.
Unos niños juegan con un balón animadamente, gritase unos a otros para ver quien consigue mantener el esférico entre sus piernas más tiempo. Mirando pero sin verlo, hay un hombre elegantemente vestido, como si de un gran empresario se tratara.
- Te está bien merecido ninja, te dije que no jugaras conmigo una sonrisa en sus labios, su cabello medio blanco medio negro cayéndole a los lados de su rostro pero la amplia y maligna sonrisa puede verse claramente.
- ¡Akui! ¡eh! ¿qué te pasa? ¿a dónde vas? los chicos que estaban peleándose por la pelota empiezan a llamar a su amigo que se aleja de ellos sin darles explicación alguna. El muchacho corre hacia donde se encuentra sentado Namae.
- ¿Sabes? el chico empieza a hablarle a Namae suavemente, este solo mira con menosprecio al joven humano que se ha atrevido a hablarle de esta manera y con tanta falta de respeto Aprendo rápido
Namae no puede decir nada, el chico se va corriendo dejando también a sus amigos sin entender lo que ha pasado con el chico. Namae solo lo ve alejarse, curioso por las palabras del muchacho, aunque no les encuentra mucho sentido, no piensa más en ello, tiene otras cosas en mente.
Kyo despierta en el frío suelo de una casa. Al trasladarlos Azumi los ha dejado inconscientes a los dos.
Se levanta lentamente observando donde se encuentra, intentando recordar si ha estado antes en ese lugar, cree que si, pero no sabe cuando. Un sillón amplio en medio de la sala, en frente de un televisor, al lado opuesto una mesa y justo al lado de la mesa, tendido en el suelo, Yagami.
Kyo frunce su ceño, recordando lo que hace poco había pasado, mira de nuevo la casa, hay una guitarra justo al lado del mueble que sostiene la televisión. ¿La casa de Yagami? ¿Cómo es que Azumi los ha llevado aquí?
Oye un ruido, el pelirrojo se está despertando e intentando levantarse lentamente y algo torpe. Puede ver como pone una mano en sus ojos, quemados... él los ha quemado.
Puede ver, de nuevo, es extraño, se dice, volver a ver los colores, ¿quién hubiera dicho que echaría tanto de menos ver los colores? Qué tontería ¿ne? Pero es así, pasar de ver todo negro a volver a ver... la luz. Tenia tantas ganas de poder disfrutar de los colores, de ver los objetos que tiene frente a él, las caras, los contrastes entre las sombras de los distintos lugares. El juego de luz y sombras que hay en la casa lo aturde por unos segundos, tan hermoso. Jamás se había fijado en la belleza de las cosas que lo rodeaban, ahora lo disfruta lentamente, cualquier cosa es interesante y merece ser vista, desde el viejo sillón granate hasta en la guitarra apoyada en la pared, su forma, las curvas de esta suaves como las de una mujer. Alex... se sintió tan bien volver a ver esos ojos verdes, llenos de preocupación por él, le encanta el color de ojos de la joven ninja. Los ojos azules de Shikai aunque no los pudo ver de cerca debido a que Kaiji los atacó, pero los vio, angustiados y desorientados, hermosos ojos azul cielo, el cielo que pudo contemplar al recuperar la vista. Los ojos negros de Hiroshi, tan profundos y oscuros, igual como la oscuridad que él veía cada vez que abría los ojos, pero en Hiroshi, esa negrura, lo hace hermoso, porque, aunque sean oscuros están vivos, cada mirada de Hiroshi es una mirada hacia algo bueno, algo divertido. Pudo ver también los ojos de Syo, castaños como los de Kaiji aunque parecen más claros, pero no lo son porque él no los oculta bajo un manto de largos mechones, cada vez que ve los ojos de Syo puede ver el gran aprecio que el ninja le tiene, esta no fue una excepción aunque con las circunstancias que los rodeaban no lo esperaba, allí estaba esa mirada. No pudo ver los ojos de Kaiji, solo había un brillo rojo en ellos y se lamenta de no haber visto esa fría mirada, que aunque siempre era distante hacía que él se sonriera y, por raro que parezca, se sintiera seguro.
Tampoco pudo ver los de... Yagami, cuando él volvió a ver Iori ya los tenía cerrados... muertos.
Kyo se siente más culpable de lo que creía, él solo quería ver, quería volver a ver... pero... ¿a este precio? A dejar a otra persona ciega solo para él poder recobrar la vista? No, ni aunque esta persona sea Yagami... no puede creer que haya caído tan bajo, que se haya dejado tentar tanto, tenía el poder para poder volver a ver y lo ha usado, y se arrepiente. ¿Cómo ha podido caer tan bajo?
No dice nada al ver como Iori se pone en pie, no se atreve, ¿qué dirá el pelirrojo? Seguro lo odiará, si es que se puede llegar a odiarlo más de lo que hace. Se siente tan mal... tan culpable.
Iori apenas se tiene en pie, no sabe donde está, solo sabe que ya no está en ese barranco, no hay hierba o tierra bajo sus pies. Ahora tiene un suelo firme y frío hecho de baldosas. ¿Dónde esta? ¿Cómo ha llegado aquí? Sus ojos le arden, nunca hubiera imaginado que una quemadura en los ojos doliera tanto. Maldito Kusanagi! Y ni tan solo puede abrirlos, ¿Kyo lo habrá dejado ciego a él? Ese maldito...
Siente que no puede mantenerse en pie y va a caer, pero antes que lo haga una mano se posa en su hombro, una mano gentil que lo sujeta sin hacer daño. Su cuerpo se tensa, ¿quién es el que se atreve a acercarsele? Intenta alejarse, pero no puede, está demasiado débil.
Solo le queda intentar averiguar quien debe ser el que está con él, aunque no le gusta mucho.
- ¿Quién diablos eres? no hay respuesta, lo suponía, pues si el que está con él hubiera querido hablar lo habría hecho desde el principio.
Levanta una mano y toca con la punta de sus dedos el pecho de quien lo sostiene, al menos no es Alex. Hubiera sonreído de no sentirse tan mal y tan humillado. Sube por el pecho con sus dedos, el cabello es corto, no es ni uno de sus compañeros de grupo ni tampoco ese rubio que estaba con Alex y Kaiji. Sigue con la punta de sus dedos, ¿dónde tenia la cicatriz Kaiji? Resigue primero una mejilla, luego, suavemente, pasa sus dedos por encima de los labios del desconocido y toca la otra mejilla, no hay cicatriz en ninguna. Ha notado como el joven frente a él, al pasar los dedos por sus labios se ha tensado, ¿le tiene miedo?
Ya ha descartado posibilidades, nadie de su grupo, ni ese rubio de pelo largo, tampoco Kaiji ni Alex. Pero había más gente allí, otros ninjas seguramente. Recuerda haber visto a un chico de ojos ámbar y pelo corto y también estaba el que le había hecho eso a su capo. ¿Sería uno de esos dos?
- ¿Eres un ninja de Kyo? dice al fin apartando la mano y manteniéndose tenso, pero una mano sujeta la suya y la atrae hacia el rostro del desconocido, nota como lo mueve negativamente - ¿Entonces quien diablos eres? ¿A caso eres mudo? un asentimiento que nota al tener la mano aun en la mejilla, aun con otra mano sujetandola. No esta muy seguro de que eso sea verdad, pero esperara una oportunidad más propicia para saber quien es este chico frente a él.
- ¿Dónde estamos? Kyo se siente mal al no querer decirle nada a Iori, pero no se atreve y prefiere mantenerse así, al menos podrán estar en calma un tiempo aunque no sabe cuando Iori descubrirá la verdad.
El joven Kusanagi se aparta de Iori lentamente, acercándose a la guitarra del suelo, tocando los hilos una sola vez, esperando que Iori lo entienda. Este al oír las notas reconoce el sonido de su guitarra ¿está en su casa? ¿cómo ha podido llegar aquí? ¿Lo ha traído el chico?
- Mi casa... murmura confundido, Kyo se acerca a él, no puede creer que Iori pueda llegar a verse tan indefenso, pero es así, casi está a su merced, si lo atacará ahora Iori no tendría como defenderse.
De nuevo se acerca a él, mirando los ojos quemados, los párpados tienen un color oscuro que no le gusta, así se veía él? Pasa un brazo por la cintura del pelirrojo quien tensa de nuevo su cuerpo. No importa. Suavemente lo empuja para que empiece a andar hacia el sillón y hace que se siente allí aunque el pelirrojo no parece muy contento hacia las atenciones del desconocido.
Kyo mira a su alrededor de nuevo, la puerta que da a la cocina está abierta, justo al lado del televisor, al otro lado hay un pasillo. Se dirige allí y busca el baño, entra y coge una toalla que esta allí colgada de cualquier manera y la moja para volver de nuevo donde Iori.
Se encuentra al pelirrojo de pie, una mano alzada y dando pasos cortos hacia más o menos la cocina, no tarda mucho en ponerse a su lado y cogerle la mano para volver a ponerla en su mejilla y hacer un gesto negativo con la cabeza. No, no debe intentar moverse, no estando como está.
- Déjame en paz, hago lo que quiero es la respuesta de Yagami al ver a ese quien sea meterse en su camino, no va a permitir que alguien lo vea así y menos sin saber quien es. Tienes nombre, no? la mano aun sigue sujeta en la mejilla y una evidente afirmación es dada con un movimiento de cabeza Pero no vas a decírmelo, ¿ne? un gesto negativo Entonces te llamaré como me dé la gana la mano que sujeta la de Yagami hace que este la mueva para que quede en el hombro del desconocido, Iori puede notar como este levanta los hombros, seguramente diciendo 'Bueno' o algo parecido Eres japonés supongo ¿no? de nuevo la mano en la mejilla y una afirmación. Iori descarta definitivamente a Alex y también a un par de chicos de un grupo alemán que tocaron con él alguna vez. Pareces un perro... creo que te quedará bien que te llame Inu dice secamente. Kyo no se enfada por eso, es más el comentario le hace gracia y ríe muy bajo, pero Iori puede oírlo No lo dije para que te rieras dice secamente algo molesto con el desconocido.
Aparta su mano de la mejilla de Kyo, soltándose y da un paso, de nuevo intentando ir a la cocina pero Kyo lo detiene con una mano en su hombro.
- Tengo sed, ¿algún problema? el joven Kusanagi se pone delante del pelirrojo con sus manos en el pecho de Iori, en señal de que espere allí. Bien Inu, trae cerveza Kyo entra en la cocina y abre el frigorífico, no es que haya mucho dentro. Un pack de cervezas, un poco de carne a punto de caducar y algunas verduras. Coge una de las cervezas y se la lleva a Iori, quien no se ha movido del sitio y se mantiene erguido con los brazos cruzados sobre su pecho, esperando.
Kyo le toca ligeramente la mano con la lata y Iori la coge. El joven Kusanagi ve como Iori la abre y empieza a beber, no puede evitar mirar sus ojos y recuerda la toalla que ha acabado dejando en el sillón y va a cogerla.
Yagami se termina la cerveza de una vez, tirando la lata al suelo sin remordimientos. Es su casa, hace lo que quiere en ella.
Kyo lo mira de reojo y siente como sus remordimientos son cada vez más fuertes, no entiende como pudo pensar en hacerle eso a Iori. Una cosa es lo que Yagami haga y la otra es caer tan bajo como él, y, aun así, no está seguro de que, de cambiar las tornas, Iori lo hubiera dejado ciego a él. Justamente a él. No. No lo hubiera hecho. Que estúpido ha sido, que rematadamente imbécil ha sido.
Se acerca de nuevo a Iori y levanta la toalla, aun está húmeda. El pelirrojo no esperaba un contacto así y da un paso atrás sin saber que es lo que le esta poniendo en la cara, nota como de nuevo el desconocido vuelve a tocarlo, por su mejilla, suavemente, se siente húmedo, como un paño mojado ¿Le limpia las heridas?
Kyo va sacando la sangre que tiene el pelirrojo por el rostro, suavemente. Hay pequeños cortes por casi todo su cuerpo, su ropa esta muy manchada con el color escarlata. Sube un poco más, solo para rozar los dañados ojos y ve como Iori hace una mueca de dolor, aunque no dice nada, ni tan solo se aparta. Sabe que debe dolerle... ¿tan grande es su orgullo como para no dejar que él lo oiga quejarse?
- Déjalo ya un murmullo seco y molesto Esto no tiene remedio - ¿Es resignación lo que sale de los labios de Iori? Kyo abre los ojos con sorpresa, extrañado de oír esas palabras de Yagami.
El pelirrojo aparta la toalla de su rostro, sacándosela a Kyo de entre las manos y oye un suspiro de molestia y que... seguramente desencadenara unas palabras de reproche del extraño... al fin sabrá quien está con él.
- N... -
- Calla, Inu es lo único que dice Iori. Kyo abre los ojos sorprendido, poniendo una mano en su boca, quería decirle que no tenía que decir eso, que se curaría... pero... ¿cómo hubieran sonado esas palabras en oídos de un Yagami? Pero... ¿por qué Iori no le ha dejado hablar? Recuerda que eres mudo palabras secas y cortantes, en estos momentos no quiere saber quien está con él, no quiere pensar que sea uno de los ninjas de Kyo, tal vez sea ese moreno que le pintó el coche, pero ahora no quiere saberlo, porque si lo sabe tendrá que matarlo, y no está de humor para eso.
Gira un poco su cuerpo y avanza unos pasos, lentamente y siente como se clava la punta de la mesilla que está frente a su sillón justo en la pierna. Maldice en su interior, maldice esta oscuridad que lo rodea constantemente, aquí no hay un interruptor para prender la luz, aquí la oscuridad es... eterna. De nuevo siente como su silencioso acompañante lo sujeta por detrás de la cintura y lo lleva suavemente.
Kyo supone que Yagami debe querer ir a su habitación a descansar y allí lo dirige, lentamente, intentando que el pelirrojo no se moleste con él por este gesto. Llegan a ella, Kyo ve las sabanas revueltas y deja a Yagami unos segundos para ponerlas algo más decentemente para que el pelirrojo se tumbe en ella. De pronto una ola de recuerdos viene a su cabeza al sentir el fuerte aroma que desprenden las sabanas... fue aquí... aquí es donde Yagami lo... El aroma de Alex... lo puede oler... Su querida Alex estuvo aquí. La Alex que antes se estaba desmoronando, a la que oyó decir, suplicar, que Iori no la tocara. Aprieta las sabanas fuertemente en su mano, hasta que nota como, a trabes de ellas, se esta clavando las uñas.
- ¿Qué pasa, Inu? la voz de Yagami lo hace voltear muy rápido, un acto reflejo adquirido con los años cada vez que oía esa voz a su espalda. Lo mira, furioso, con ansias de ver al pelirrojo prendido en un mar de llamas anaranjadas.
'Puedes matarle si quieres' de nuevo la voz de Azumi resonando en su cabeza, parece divertido ante esta escena. Kyo sigue mirando a Iori con creciente odio al pensar en todo lo que el pelirrojo le ha hecho.
- No se quien eres, pero te diré algo la voz de Iori lo saca por un momento de sus pensamientos Quizás ya lo sepas o tal vez no estés enterado de nada, pero... Yo deje ciego a un tipo la voz firme, no parece que se arrepienta mucho de lo que hizo Por eso he dicho antes que esto... señala sus ojos con la punta de sus dedos, sin tocarlos pues aun siente que le arden - ... no tiene remedio. Digamos que... me parece... ¿justo? encoge sus hombros ligeramente con una cruel sonrisa en sus labios. Kyo sacude la cabeza al oír esas palabras de los labios de Yagami. Si ese... tipo... consigue recuperar la vista, quizás vaya a algún medico para saber si lo mío tiene remedio, pero... mientras él siga estando ciego no pienso dejar que nadie me examine el joven Kusanagi aprieta los dientes con fuerza, ¿qué dice ahora Yagami? En verdad está dispuesto a hacer tal estupidez? A no dejarse visitar... a permanecer... ciego solo por él. Los largos mechones de cabello rojo cubren uno de los quemados ojos de Yagami, el otro está cerrado, oscuro, no parece sentirse como una carga o una molestia.
'Azumi... Yagami, ¿puede curarse?' la pregunta la hace en su cabeza, Azumi debería oírla igualmente aunque no la diga en voz alta, está tan confuso. Oír a Yagami decir esto lo ha dejado sin saber que hacer.
'Claro' es la única respuesta que recibe, resonando claramente dentro de su cabeza. Pero no es la voz risueña de antes, parece... ¿fastidiada? Quizás la pregunta que le ha hecho no es de su agrado, pero Kyo quiere saber... Si hay alguna posibilidad de devolverle la vista a Yagami, de enmendar su error, hará lo que sea.
- ¿Sabes? No confío en nadie... Tampoco confío en ti, no se quien eres la voz del pelirrojo de nuevo suena, clara, pero parece muy distante, como si estuviera lejos, tal vez perdido en recuerdos. Hace poco confié, o tendría que decir que más bien acepté, a una chica Kyo ve como Iori aprieta los puños, como si de ellos estuvieran punto de salir esas llamas púrpura que caracterizan a los Yagami. Esa chica... era agradable, sabía mi pasado, sabía, como tu ahora, que había dejado ciego a ese y... me acepto, me pareció muy raro. las manos se abren, lánguidas, tranquilas. Creí que, tal vez, alguien en este mundo me aceptaría como soy y no le importaría mi pasado. Pero no fue así, esa chica... me traicionó, era amiga del tipo al que yo había dejado ciego un largo silencio, Iori está hablando de Alex, Kyo baja su rostro, esta es la versión de Yagami. Alex no le ha contado mucho, por no decir nada, solo sabe que el pelirrojo la... Pero ahora está oyendo la versión de Iori, y le parece... muy triste. No tener a nadie que te comprenda debe ser duro. Asustar a todos los que tienes a tu alrededor solo por tu reputación y tu pasado debe serlo. Cuando lo descubrí quise hacerle daño a la chica, mucho. Matarla no sería suficiente, pero tan solo de acercarme a ella, de tocarla, se puso a chillar. Creo que... debe tener muy malos recuerdos. Al final, al verla de esa manera... la solté, no pude vengarme quizás fue por lastima, no se. Pero creo que esa chica cree que realmente paso algo. Mejor que lo crea a que haya pasado, ¿no crees? silencio de nuevo, los ojos de Kyo no pueden estar más abiertos, ¿son palabras sinceras lo que sale de los labios de Yagami? Así... no toco a Alex, ella misma cayó de nuevo en los recuerdos, el tener a Yagami demasiado cerca la hizo ver de nuevo a esos hombres, a sentir de nuevo el dolor.
Ahora, de nuevo, Iori está siendo engañado no sabe quien es el silencioso chico que ahora le coge una mano suavemente y Kyo ya no sabe que hacer, ¿tendría que hablar? ¿decirle que es él? Pero... ¿cómo se lo tomaría Yagami? Seguramente encendería sus llamas púrpura y, aunque no lo viera, haría arder toda la habitación.
Kyo separa sus labios, él no es un cobarde, ni tampoco un traidor, debe decírselo a Yagami aunque eso le cueste unas quemaduras seguramente muy profundas.
- Perdón... Kyo parpadea, eso es lo que quería decir pero... no ha sido él quien lo ha dicho, la voz proviene de la ventana de la habitación. Puede notar como la mano que sostiene entre las suyas se tensa y él hace lo mismo, volteándose hacia la ventana para ver al intruso.
En ella hay un chico, joven, no debe tener aun quince años. Su pelo es largo y negro como el carbón y tras los largos mechones se pueden ver unos ojos grisáceos que los miran a los dos con seriedad.
- ¿Quién...? Yagami sabe que eso no ha sido la voz de su silencioso acompañante, la voz venia de otro lado y no le gustan las visitas inesperadas y menos las que no llaman a la puerta.
- Ore wa Akui desu, para servirle Yagami-san la voz suena demasiado burlona como para que el chico sea del agrado del pelirrojo.
- ¿Qué haces aquí? la voz ronca y molesta de Yagami de nuevo mientras Kyo observa al joven.
- Solo he venido para confirmar una cosa la vista del chico se fija en los ojos de Kyo quien no está entendiendo nada... aunque esa mirada... conoce la mirada de ese chico le es tan familiar... Verá, Yagami-san, es que Kyo ha desaparecido... Kyo mueve negativamente la cabeza, completamente sorprendido, si este chico dice que él es Kyo... Yagami lo odiará aun más. Creía que quizás usted sabría donde puede estar, ¿lo sabe? el suspiro del joven Kusanagi es suave y silencioso, creía que este chico lo iba a delatar, por suerte ha sabido callar, pero ¿quién es? ¿para qué lo busca?
- No se nada de Kusanagi la fuerte voz de Iori suena molesta, Kyo no sabría decir si es por la mención de su nombre o porque no le gusta que la gente entre sin avisar a su casa.
- mmm Si lo ve una corta risa, muy seca y burlona que hace que Yagami prenda sus llamas Dígale que Kaiji le está buscando... o mejor... que Namae es peligroso y lo mejor es que se mantenga escondido Kyo abre los ojos mirando fijamente al chico ante él, Akui solo asiente, su rostro frío y su mirada distante.
- ¿Kaiji? ¿vienes de parte de ese loco? se burla Yagami apagando sus llamas.
- Podríamos... decirlo así es la única respuesta. Kyo se acerca a Akui, este no se mueve. Cuando llega a su altura solo logra mover los labios diciendo '¿Tu?'
'¿Tu eres Kaiji? El ninja de Kyo?' la voz resuena en la cabeza de Kyo pero Akui también puede oírla claramente, parece dudar unos segundos en contestar.
'Si' Kyo abre los ojos con sorpresa ¿cómo diablos puede ser este chico Kaiji? 'Cuando Namae me usó puse atención a las palabras que usaba para hacer ciertos... trucos' sus labios no se mueven pero las palabras resuenan claramente en la cabeza de Kyo 'Noté que no eran simples murmullos o palabras sin sentido, sino que era un idioma. Así que me apliqué un poco y fui compilando palabras y conseguí aprender las suficientes como para poder meterme en otro cuerpo'
'¿Por qué cogiste otro cuerpo?' es la única pregunta que le pasa por la mente a Kyo de tantas que podría hacer.
'Al acabar con el trato que hice con Namae este volvió a poner en mi cuerpo todas las heridas que tenía antes. Contando con que estaba en coma y que Alex me clavó su cuchillo en la pierna y las diversas heridas que me hice trabajando para Namae mi cuerpo no aguantó' encoge los hombros, sacándole importancia al tema, era lo único que podía hacer para sobrevivir, sabe perfectamente que al entrar en el cuerpo del chico llamado Akui lo ha matado, pero no le importa la vida de un chico, tampoco le hubiera importado mucho morir de no ser porque tiene que dar muchas explicaciones e intentar ayudar a Kyo y a los demás, aunque esto suene muy raro viniendo de él.
'¿Has podido usar la primera lengua?' de nuevo la voz de Azumi, suena asombrada, sin poder creérselo 'Esa lengua solo la pueden usar...' la voz se detiene, Kyo no entiende nada y Kaiji parece que tampoco sabe muy bien de qué está hablando Azumi. 'No debes dejar que Namae sepa que has podido hacer esto! Deja a Kyo en mis manos y tu vete lo más lejos que puedas lo antes posible' la voz suena muy preocupada, incluso angustiada por Kaiji, este solo muestra su desconcierto arqueando muy levemente sus cejas 'Eres una parte... Namae no debe saberlo' son las últimas palabras que se oyen de Azumi dejando a los dos jóvenes algo confusos, por no decir muy confusos.
'Haz lo que te dice Azumi, no se porque, pero creo que es lo mejor' Kyo solo espera que aunque Azumi haya desaparecido Kaiji pueda oírlo, no piensa hablar alto para que Yagami lo descubra.
'Está bien, pero antes he de ver a alguien' si, Kaiji aun puede oírlo, y Kyo a él.
'Shikai...' es el pensamiento de Kyo mientras sonríe a su ninja. 'No les digas a los otros donde estoy, o al menos dame un tiempo antes de decírselo... ¿de acuerdo... Kaiji?' se le hace extraño llamar a Kaiji y verlo con ese cuerpo, aunque la voz que oye en su cabeza es la de Kaiji, cuando el muchacho habla la voz es algo más aguda... además... es un cuerpo muy joven.
El joven solo asiente con la cabeza para mirar luego hacia donde se encuentra Yagami, el pelirrojo parece algo aturdido y lo está, hace rato que no oye nada, ni tan solo pasos que le indiquen que aun hay alguien en la habitación, sabe que está justo en la entrada, por tanto nadie puede haber salido por allí sin que él lo notara, pero por lo visto el chico ha entrado por la ventana, bien podrían haberse ido los dos y el solo se está manteniendo en pie como un estúpido esperando y sin nadie en la habitación.
Kyo mira también a Yagami, lo ve firme, no parece tener miedo, y si lo tiene, lo esconde muy bien. Erguido frente la puerta, los largos mechones rojos cubriendo parte de su rostro, el ojo visible cerrado. No parece que lo mantiene así por las quemaduras, sino por estar pensando en algo.
- Yagami-san... hasta pronto el pelirrojo oye la voz del intruso de nuevo, así puede darse cuenta que aun siguen aquí los dos, ¿qué hacían? ¿hablar por señas o algo así?
Oye un ligero ruido, como de un salto, el chico ha saltado por la ventana, es lo más probable.
- Inu no sabe si su silencioso acompañante se ha ido con el chico o no, si no hay nadie en la casa nadie sabrá que ha hablado con la pared, y si ese está pues lo más probable es que dé señales de vida.
Siente una mano en su hombro, apoyada suavemente que lentamente lo guía, haciéndolo entrar más en la habitación y llevándolo hacia la cama.
Con un ligero gesto Kyo le indica a Yagami que se tumbe pero solo logra que el pelirrojo se siente en ella. Suspira, era mucho esperar que Iori se tumbara estando un desconocido ante él.
- No se que diablos ha pasado... un murmullo del pelirrojo pero sé dos cosas: no me gusta que entren desconocidos en mi casa y... que Kyo tiene serios problemas. su rostro esta cubierto por los mechones rojos por lo que Kyo no puede ver su expresión, solo ha oído las palabras y no sabría descifrar con que entonación las ha dicho ¿preocupado? Tal vez. Es extraño... hay algo que no sé, algo extraño le está pasando a Kyo, no se comporta como un ciego normal... Estando ciego no puedes hacer las cosas tan bien como las hace él. Kyo ve como Yagami levanta la cabeza, una sonrisa torcida en sus labios, ahora es el pelirrojo el que sufre... y más que él, pues al menos él tiene a Azumi ayudándolo quiera o no.
Kyo pasa una mano suavemente por la mejilla de Yagami quien no se lo esperaba, estando como esta bien podrían golpearlo que no se daría cuenta hasta haber recibido el golpe. ¿Así debía sentirse Kyo? Tan... desamparado.
El silencio invade la habitación, Kyo puede notar el cansancio de Yagami, su rostro se ve cansado, aun con los ojos cerrados por las quemaduras puede notar que el cuerpo de Iori está muy mal. Se levanta de la cama lentamente y coge una de las manos de Yagami entre las suyas, el pelirrojo hace un gesto para soltarse pero Kyo mantiene la mano firmemente sujeta. Cuidadosamente pone la mano de Yagami en su pecho.
- ¿Qué...? Yagami intenta comprender lo que el Inu le 'señala' pero cuesta un poco y menos si no habla. - ¿Quieres decir Tu? se siente ridículo, pero más ridículo le parece lo que hace su acompañante sin querer hablar. Kyo se agacha y esta vez lleva la mano de Yagami a su rostro para asentir una sola vez - ¿Tu, qué? Kyo suspira... ¿cómo decirle? Pone la mano de Yagami encima de la suya y señala con su dedo hacia la puerta, esperando que Yagami este lo suficientemente centrado como para saber lo que señala - ¿Te vas? - ¿qué ha sido ese extraño tono en la voz de Iori? Parece... ¿angustia? ¿miedo? No, debe haber oído mal pero Iori tampoco lo ha entendido del todo, no quería decir eso. De nuevo pone la mano en su rostro, negando con una suave sonrisa, que quizás Iori no vea, pero espera que la 'note' - ¿Entonces? Ah! ¡Seria mucho más fácil si abrieses tu maldita boca! dice Iori exasperándose por momentos. La mano guía la de Yagami hacia los labios de Kyo, puede sentirlos, suaves, húmedos... y lentamente el joven Kusanagi mueve sus labios pronunciando 'Salón' pero sin que ni tan solo un susurro escape de ellos. Ahg! Yagami se desespera, no puede entender lo que le quiere decir este tipo No te vas de la casa, ¿no? dice luego de un corto silencio.
Kyo duda un segundo en volver a cogerle la mano al pelirrojo, no parece muy dispuesto a seguir aguantándolo, pero vuelve a cogerla, rozándola primero suavemente para elevarla luego hacia su rostro, sintiéndola muy cálida, es... agradable, piensa mientras mueve la cabeza negativamente, no, no se va de la casa.
- ¿Te vas de la habitación? un asentimiento - ¿Dónde? Yagami no acaba de confiar en su extraño acompañante aun con sus delicados movimientos hacía él - ¿Necesitas descansar? Kyo asiente muy levemente, tanto que Iori casi no ha podido notar Quédate aquí Kyo abre los ojos con sorpresa No quiero que un desconocido ronde por mi casa mientras yo descanso la voz grave y precisa, dura. Su mano pasa del rostro a los hombros del joven, de nuevo nota como vuelve a elevar los hombros con un 'Bueno'.
Iori aparta la mano finalmente y él también eleva sus hombros en un acto reflejo y oye una suave risa contenida. Baka susurra mientras se deja caer en la cama, relajando levemente sus músculos. Sí, se siente muy cansado. Kyo mira el rostro de Iori algo confundido, ¿qué debe hacer? ¿Tumbarse junto a él... junto a Yagami? Lentamente se sienta en la cama, algo desconfiado para ir tumbándose despacio esperando que Yagami no lo convierta en un Kyo envuelto en fuego púrpura.
Pero nada pasa, Yagami está tumbado boca arriba, respirando suavemente, tranquilo. Quizás el pelirrojo cree que no necesita preocuparse por él, que es alguien débil. Kyo se pone de lado para observarle, que tranquilo parece, si no fuera porque lo conoce diría que es un joven calmado, viéndolo con ese rostro tan pacifico, los músculos relajados y no contraídos por una mueca de odio.
El joven Kusanagi empieza también a sentirse cansado, ha sido un día agotador, el aroma de Yagami, el calor de su cuerpo a su lado hacen que, lentamente, empiece a cerrar los ojos y caiga en un profundo sueño.
* * *
Ah! Qué bien se está tumbado al sol sin tener que preocuparse de nada. Me encanta. Hace mucho tiempo que no me dedicaba simplemente a estar tumbado, sin pensar.
- Kyo una suave voz y una sombra cubre el sol que viene directamente a mis ojos, lentamente los abro.
- Alex mi voz también es suave, una sonrisa se posa en mis labios sin querer evitarlo. Ella está hermosa, sus cabellos cortos, rubios bajo el sol, una pequeña flor blanca colgando a un lado de su rostro, embelleciéndolo aun más. Preciosa con esa camisa blanca, algo holgada pero que deja ver la forma de su busto y que no le acaba de llegar hasta su cintura, dejando ver si plano vientre. La falda, larga y de un color blanco semitranslucido que le llega hasta los tobillos, sus pies descalzos sobre la hierba verde.
No dice nada, solo se sienta a mi lado lentamente, muy elegante, doblando sus piernas y sentándose de lado. Tan apacible.
Me quedo mirándola y ella solo me sonríe, no le molesta.
- Kyo otra voz, Shikai. Su suave sonrisa en esos suaves labios, su cabello aun más rubio que el de Alex, finas hebras doradas cayendo al lado de su rostro.
No sabría decir que azul es más intenso, cual es más claro y hermoso, si el de sus ojos o el del cielo encima de él. Su ropa totalmente holgada y blanquísima como la de Alex. La luz del sol pasa por su lado, pareciendo que hay una aura brillante a su alrededor, igual que un ángel. Él también se sienta, sus piernas medio dobladas para dejar descansar los brazos en ellas mientras sigue mirándome con la sonrisa en sus labios.
- Kyo otra voz y esta vez es Hiroshi. No me he incorporado para recibirles, sé que no hace falta, demasiado tiempo juntos como para hacerlo. Hiroshi lleva las mismas ropas que Shikai, su cabello negro contrasta enormemente con las blancas ropas. Sus ojos no están maquillados, su rostro tampoco. Su suave rostro visto al natural es muy hermoso, no le hace falta ponerse nada llamativo para que su belleza llame la atención de la gente que le envuelve. ¿Quién no podría quedarse mirando esos profundos ojos negros durante horas? Sonríe, abiertamente como él siempre suele hacer, y se sienta también, cruzando sus piernas y cogiéndose los tobillos con las manos, su mirada al suave azul del cielo. Hermoso.
- Kyo una voz, no tan suave como las otras, pero la conozco bien. Miro a Kaiji con una sonrisa y él me la devuelve. Sus cabellos largos hasta más allá de la cintura, castaños, la luz filtrándose a través de ellos suavemente.
Sus ojos castaños claro se ven perfectamente pues no hay mechones que los cubran, es increíble lo claros que pueden llegar a ser esos ojos. Su ropa la misma que sus compañeros. Hace una leve inclinación, muy suave como saludo y sus cabellos se ondulan ligeramente con un pequeño soplo de brisa. Su rostro suave, sin marcas de luchas. No hay cicatrices. Él también se sienta, encima de sus piernas, y cierra sus ojos, dejando que el sol acaricie su rostro.
- Kyo otra voz y es Syo quien se presenta, una sonrisa tranquila en sus labios, pequeños mechones de cabello caen sobre sus ojos, cubriéndolos ligeramente, pero a través de estos puedo ver la cálida mirada que me ofrece. Su cabello castaño, corto. Algo más oscuro que el de Kaiji, pero viéndose hermoso y suave. Siento ganas de acariciarlo, apartarlo suavemente de su rostro. Me encanta su sonrisa, es como si su rostro resplandeciese con solo sonreír.
- Kyo una nueva voz hace que deje de mirar a Syo para girar mi vista levemente.
- Iori digo su nombre y sonrío, como él me sonríe a mi. Lentamente me incorporo para quedar sentado apoyando mis manos en el suelo, tras mi espalda, solo para ver mejor su rostro, los mechones rojos aun lo parecen más con la luz del sol rodeándolos. Los mechones cubren uno de sus ojos, el otro puedo verlo claramente, dorado, tranquilo. También va vestido como los demás, completamente de blanco, y no puedo negar que se ve realmente hermoso así. Su cuerpo perfecto, sin que las ropas puedan llegar a cubrir tal perfección, sus amplios hombros, sus largas piernas. Se sienta frente a mi, doblando sus piernas y observándome tranquilo.
Todos me rodean y me siento feliz. Feliz como nunca en mi vida. El vasto campo de verde hierva rodeándonos y extendiéndose hacia el horizonte, como si no tuviera fin.
- ¿Sabéis? mi voz un suave susurro audible para todos Os quiero mucho digo mirándolos uno a uno - , a todos digo finalmente, mi mirada posándose en la de Yagami, viendo su sonrisa.
Siento tanta paz ahora. Pero sé, en lo más profundo del corazón, que algo no está bien. Una lágrima solitaria cae por mi mejilla.
- Alex digo, mi voz triste tu nunca has vestido como una chica, jamás te has comportado como tal veo ante mis ojos como la imagen de Alex cambia, ya no lleva nada blanco. Toda ella vestida de negro, la falda ya no está substituida por unos pantalones anchos. Su cuerpo ya no puede notarse bajo esas amplias ropas negras. La flor en su pelo desaparecida. En sus ojos puedo ver viejos recuerdos que nunca desaparecerán.
- Shikai continuo, esta vez mirando al rubio - eres el único que no cambia en la realidad, aunque, realmente, aunque siempre estés sonriendo, muchas veces he notado que tu sonrisa es triste, no como ahora Shikai se levanta lentamente, sus ropas cambian para volverse como las de Alex, su sonrisa no desaparece, pero ahora sí veo esa tristeza reflejada en ella.
- Hiroshi me duele ver la realidad Te ves tan puro ahora, tan inocente. En realidad eres un... drogadicto, siempre sonriente, pero no puro. una risa corta pero aguda y Hiroshi se levanta de un salto, una enorme sonrisa, unos ojos delineados con negro, su traje negro también, pero ajustado, el jersey suficientemente corto como para dejar ver su tatuaje.
- Kaiji la sonrisa en su rostro -, tu jamás me sonreirías así, al menos no con gente delante. No te gusta sonreír, no te gustan los sentimientos y... tu tienes una profunda cicatriz, y malos recuerdos ocultos, como todos la suave sonrisa desaparece, los mechones cubren sus ojos, la cicatriz aparece en su mejilla, profunda y sus cabellos se vuelven cortos. Siento su indiferente mirada mientras se levanta, su ropa negra.
- Syo me siento tan mal Nunca me has llamado Kyo solamente. Tu no me consideras tu amigo aunque sé que soy una de las personas que más quieres y que harías cualquier cosa por mi, pero, por mucho que he insistido siempre me has llamado 'sama'. Creo que no me merezco que me llames así unas suave risa escapa de mis labios -, tu te lo mereces más que yo veo como él también se levanta, cubriéndose de negro y haciendo una profunda reverencia.
- Y... Iori... Yagami... mi mirada puesta en esos ojos dorados Me encantaría poder estar así, tranquilamente a tu lado. Pero nunca lo he hecho, jamás te has acercado a mi de este modo. Siempre te has mostrado frío y molesto conmigo. Algunas veces hemos hablado... pero no tranquilamente, no como aquí mi sonrisa está a punto de romperse, me siento triste... triste y solo. Yagami se levanta, sus blancas ropas pasan a ser su traje de combate, los pantalones rojos, esa cinta siempre atada a sus piernas. Su camisa blanca y larga y por encima ese corto abrigo. Su mirada se llena de odio y sus manos de púrpuras llamas. Va a atacarme.
Pero antes que lo haga desaparece. Todos desaparecen.
El campo verde ya no es tal, sino un denso desierto de rocas, Azumi está sentado en una de ellas, cerca de mi.
- Bonito sueño, pequeño dice sin mirarme, sus cabellos cortos y rojos como la sangre.
- Si... pero es un sueño que nunca se hará realidad sonrío, triste.
- Kyo mi nombre... y dicho por Azumi, él siempre me llama pequeño... ¿también está triste? Si esto sale bien... Te prometo que este sueño... será una realidad. se voltea, una suave y reconfortante sonrisa en sus labios. Yo estoy sorprendido, ¿cómo...? Puedo hacerlo... quitarles la enfermedad a Kaiji y Shikai, hacer que Hiroshi deje las drogas, que Alex acepte mostrarse con una mujer y que los recuerdos no la atormenten una suave risa que Syo deje de llamarte 'sama' y... que Iori te tenga, digamos, más aprecio.
- ¿Podrías...? la palabra sale de mis labios, es casi una suplica para que lo haga pero pronto me detengo, pensando bien en lo que me acaba de decir Creo lo que dices sobre Kaiji, Shikai e Hiroshi... quizás también lo de Syo, no sé, pero lo de Alex... lo de Iori. me detengo para organizar mis pensamientos No puedes hacer que Alex deje de lado sus recuerdos, como tampoco puedes hacer que Iori no siga queriendo matarme o al menos herirme.
- No veo tan difícil lo de Yagami me sonríe, parece algo divertido por mi comentario -, evidentemente el problema de Alex es mayor, pero puedo borrarle esos recuerdos, que solo sepa que sus padres murieron pero que no recuerde que ella estaba presente... sus ojos parecen meditar bien lo que dice.
- No... no quiero que Alex sea feliz a costa de borrarle la memoria. No. Ella aprenderá, aprenderá a confiar algún día en un hombre que le hará olvidar sonrío Igual con los demás, creo que ese trato se lo debes ofrecer a ellos, no a mi miro sus ojos, estos se cierran mientras asiente sonriendo.
- Bien. Ahora... será mejor que despiertes, pequeño.
* * *
Kyo abre los ojos lentamente y contiene una exclamación de sorpresa al encontrarse con el rostro de Yagami a pocos centímetros del suyo. ¿Qué ha pasado? Estaba soñando, lo recuerda, recuerda el hermoso sueño que ha tenido... un sueño irrealizable. Azumi... ¿podría hacerlo? ¿En verdad podría curarles a todos de sus males?
Oye la respiración de Yagami, suave y pausada, parece que se encuentra mejor. Lentamente e intentando no hacer ruido se levanta de la cama, quedando sentado en ella poniendo una mano en su castaño cabello y sus dedos perdiéndose en él, lo tiene muy revuelto. Peleas, más peleas, huidas... ¿quién piensa en el aspecto que tiene si está intentando huir de la muerte.
Mira a Yagami, parte de su cabello cubre su rostro y, con cuidado, se lo aparta. Una suave sonrisa se posa en sus labios. Es una lástima que Yagami siempre quiera cubrir su rostro con esos suaves y rojos mechones.
Una mano le agarra de la muñeca de improviso y reacciona casi sin pensarlo. Con fuerza tira para librarse, consiguiéndolo y poniéndose en posición defensiva, en pie, ante la cama.
- Estaba despierto es un murmullo medio molesto de Yagami mientras se levanta de la cama - ¿Te doy miedo? una sonrisa algo sádica en sus labios, notando que su silencioso acompañante se ha asustado ante su gesto, y eso que no parecía que le tuviera miedo.
Kyo da un paso hacia Yagami, acercándosele, su rostro serio, él totalmente erguido y firme. Coge la mano del pelirrojo algo más bruscamente que las veces anteriores y la pone en su mejilla. Puede notar la leve resistencia de Yagami por el brusco movimiento, pero sabe que no lo ha asustado, pocas cosas hacen que Iori sienta miedo. El joven Kusanagi hace una negación también brusca y suelta la mano.
- Vaya... así que eres un Inu de pelea la voz del pelirrojo es dura, sus palabras sarcásticas y confiadas. Kyo entrecierra los ojos, molesto. ¿quién se cree que es el pelirrojo? ¿por qué siempre ha de comportarse de la misma manera? O es que... ¿quizás se comporta así para mostrarse fuerte aun estando ciego? Porque... no quiere que alguien lo vea sufrir.
Kyo baja su rostro, pensativo y sintiéndose algo culpable. No debería estar todo el rato pensando en que Yagami puede atacarlo, sino va a ser muy difícil mantenerse cerca del pelirrojo.
Por un momento Iori no dice nada, una mano en su barbilla como si estuviera pensando en algo.
- ¿Cuánto tiempo hemos estado tumbados en la cama? Iori se siente algo confundido, ni tan solo puede saber como pasan las horas, no puede ver la luz del sol y no puede guiarse de este modo, le molesta, le molesta mucho.
Kyo voltea, buscando algún reloj en la habitación, que no hay.
Sale un momento de la habitación para mirar en la sala, ve un reloj al lado del televisor... han pasado más de dos horas durmiendo... pero es normal, ambos estaban agotados, pero Iori ya estaba despierto cuando él despertó, ¿cuánto tiempo debía llevar despierto sin decir nada?
Se gira y vuelve a entrar en la habitación para ver que Iori da unos cortos pasos en la habitación, son muy lentos, una mano medio levantada para protegerse. Kyo se acerca, haciendo algo de ruido para que Iori pueda oírle y le coge la mano.
El pelirrojo no hace nada para evitarlo, nota como Kyo hace que ponga la mano con la palma hacia arriba y luego pone dos dedos encima de esta.
- ¿Dos horas? no le pregunta a Kyo, sino a si mismo, en voz baja. También algo sorprendido de que haya pasado tanto rato durmiendo. La verdad es que se ha despertado con el roce del desconocido en su cabello, le ha parecido extraño, ¿cómo alguien que sabe que él es Yagami Iori le acaricia de ese modo?
No importa, se dice.
De nuevo todo queda en silencio, el pelirrojo no dice nada, solo busca la cama y se sienta. Kyo solo se sienta en la cama a su lado, observándolo, algo curioso. Se siente algo culpable al no querer hablar, pero tarde o temprano tendrá que decir algo... no puede estar siempre así.
- ¿Quién debe ser ese tal Namae? murmura el pelirrojo de pronto, pensando en lo que Akui ha dicho antes... que Kyo escape de Namae, debe de ser alguien peligroso, Kyo no escaparía de un combate... a no ser que fuera un combate perdido. Namae... no le suena en nada conocer a alguien con ese nombre. Un nuevo enemigo... pero... ¿solo contra Kyo o contra todo el clan Kusanagi? - ¿Tu sabes algo, Inu? por reflejo ya Iori levanta su mano, el chico silencioso esta sentado a su lado en la cama así que más o menos puede saber donde está. Pone la mano en el hombro de Kyo y empieza a subirla para llegar a su rostro. Pero antes que llegue a él Kyo le sujeta la mano. Iori no entiende porque lo hace, el chico solo tendría que asentir o negar, ¿se ha asustado?
- No sé mucho más que tu, Yagami la voz de Kyo se deja oír, suave, casi en un murmullo. Ve como la mano de Iori que tenía sujeta en la suya se suelta bruscamente y Yagami se levanta de golpe.
- Tu un murmullo de odio, como si las palabras no le salieran de pura rabia.
Un silencio asfixiante abarca toda la casa, no se oye nada salvo las respiraciones de los dos luchadores del KOF. Kyo sigue sentado, su cabeza baja, se siente muy mal... Ya es la segunda vez que traiciona a Yagami pero esta vez no es para hacerle daño... es lo contrario, no quería decir nada por miedo a herirlo y sabiendo lo que paso con Alex aun se siente peor. Pero debe explicarse antes que Yagami acabe de reaccionar y lo convierta todo en cenizas, incluso a ellos dos.
- Yagami... escúchame... solo... déjame hablar y luego haz lo que quieras conmigo Kyo ve como Yagami enciende sus llamas púrpura sus manos fuertemente apretadas, de nuevo el Kusanagi lo ha traicionado, ¡maldito sea! Tengo... algo dentro intenta explicarse el joven, pero no encuentra como empezar y menos sintiéndose tan presionado.
- ¿Qué? Iori muestra claramente su confusión, ¿de que habla este ahora? Quizás sea capaz de decir cualquier tontería para sobrevivir.
- Tengo... a alguien dentro se corrige el joven y oye la macabra risa de Yagami expandirse por toda la habitación.
- En verdad Kyo, creía que no eras de esos que se inventan excusas para no morir quemados la voz suena fuerte, hiriente. No puede soportar que Kyo no le haya dicho que estaba allí, que él era quien lo guiaba...
- No me importa morir quemado por tus llamas! Pero si ahora enciendes esto no podrás salir! No... quiero que mueras por mi culpa... no quiero que no te pase nada más por... mi culpa Kyo siente que sus ojos están húmedos, no puede soportar ver a Yagami, aunque este no lo mire, y baja su rostro. Lo siento, lo siento tanto una lágrima solitaria empieza a bajar por la mejilla de Kyo, Iori puede oír claramente que la voz del joven es entrecortada... estará... ¿llorando por él? Yo... no se como disculparme por lo que te he hecho, ha sido ruin y despreciable, no se que me paso... Cuando Azumi me lo contó me pareció buena idea... creía... creía de veras que le habías hecho a Alex lo mismo que a mi las cosas se entremezclan en su mente, haciendo que no sepa que decir, saltando de un tema a otro solo intentando que Iori recapacite por un momento.
- ¿Azumi? Iori se relaja, solo un poco, lo suficiente para dejar que Kyo hable Oí que decías ese nombre mientras... no termina la frase, Kyo sabe a que se refiere: Mientras lo violaba. Él no lo recuerda muy bien, hay lagunas en esos momentos pero bien puede ser que llamara a Azumi.
- Él es quien esta dentro de mi, hablándome y haciéndome la vida imposible la voz de Kyo es solo un susurro.
- Una voz? ¿A caso te estas volviendo loco Kusanagi? ¿Ahora oyes voces en tu cabeza? Iori no puede estar más desorientado, que le pasa a Kyo, ¿tanto le afecto que lo dejara ciego como para que empiece a oír voces?
- Kyo no se ha vuelto loco Iori oye la voz de Kyo, pero el tono es distinto y no entiende bien lo que pasa. De repente siente una mano en su espalda y el cuerpo de Kyo pegado al suyo por delante. La otra mano se posa en los ojos de Iori, unas palabras y el pelirrojo abre los ojos para encontrarse de frente con unos ojos rojos y brillantes, un rostro sereno con una sonrisa en los labios. Parpadea un par de veces sin entender que está pasando, el ardiente dolor que sentía... ha desaparecido por completo. Como si nunca hubiera estado allí, pero sabe que estaba, lo sabe y no logra entender como ha podido recuperar así la vista, solo con pasar una mano ante sus ojos y unas palabras extrañas... y vuelve a ver. No ha estado ciego mucho rato, y se alegra que haya sido así... no le gusta la oscuridad por mucho que se acoja a ella en los bares y lugares, no cree que hubiera soportado estar mucho tiempo así, seguramente lo habría acabado... como quería Kyo... ahora entiende, más o menos lo que sentía el joven al no poder ver... tan desamparado. - ¿Quieres más pruebas, pelirrojo? Azumi suelta a Yagami quien no entiende muy bien lo que está pasando y se limita a observar a quien sea que tenga delante.
Azumi pone las manos ante su rostro, o más bien el rostro de Kyo, cubriéndolo. Luego las aparta lentamente para dejar ver su rostro, los cabellos cortos y rojos, un par de mechones un poco más largos a los lados de su rostro, los ojos rojos aun.
Iori no puede evitar dar un paso hacia atrás, ¿qué está pasando aquí?
- ¿Quién eres? susurra con los dientes apretados, sus llamas preparadas para quemar al intruso.
- Mi nombre es Azumi, y... como te ha dicho Kyo, estoy dentro de él la sonrisa apacible en su rostro no desaparece al ver como Yagami está a punto de atacarle.
- Mientes! Tu no puedes ser Kyo Azumi inclina ligeramente su cabeza hacia un lado y arquea sus cejas con curiosidad.
- Yo no soy Kyo, solo vivo dentro de su cuerpo de nuevo vuelve a sonreír Solo me he mostrado porque... Kyo quiere que le creas... y que sepas que se siente muy culpable por todo lo que te ha hecho y que... sepas que una mueca de disgusto en realidad fui yo quien dejo ciego a Kyo, no tu.
Iori se hiergue, esto no puede ser verdad... De nuevo ve como el cuerpo frente a él cambia, Kyo aparece de nuevo y le sonríe levemente al pelirrojo.
- ¿Ahora... me crees? la sonrisa en el rostro de Kyo y empieza a caer, se siente muy cansado.
Iori lo coge antes de que caiga al suelo como un peso muerto, pasando su mano por la cintura del joven y la otra en su hombro. Kyo aun sonríe, su rostro sudoroso, sus ojos entrecerrados, casi no puede mantenerse en pie.
Ya... enmendé mi error Iori frunce el ceño sin entender que quiere decir Kyo, mientras despacio lo tumba en la cama. Cuando Kyo tenga más fuerzas espera que le pueda contar lo que aquí está pasando. El joven se deja hacer, ahora no tiene fuerzas para protestar, pero tiene que aclarar esto. Ya has visto que es verdad lo que he dicho... sus palabras son casi un susurro puesto que incluso hablar le cuesta trabajo Azumi está dentro de mi cabeza por lo que parece desde que me dejaste... un leve titubeo Desde que me quedé ciego, quizás más, no sé... Empezó a hablarme, a jugar conmigo como si fuera un muñeco, me mostró sueños. Vi quien era Orochi antes... ah! Ahora está libre... no sé si es bueno o malo que lo esté, pero el es sirviente de Azumi, él lo convirtió en Orochi, antes se llamaba Raike... era bueno Iori intenta entender todo este cumulo de titubeos y explicaciones a medias de Kyo, además que las palabras del joven son apenas susurros, no entiende esta debilidad repentina que ha aparecido en Kyo... tal vez sea por la aparición de Azumi... sería lo más probable.
- Tranquilízate Iori pone una mano en la frente de Kyo, cualquiera diría que está delirando, pero no le parece que sea eso, aunque si nota que el joven tiene mucha fiebre.
- Yagami... lo siento, de veras Iori se fija por primera vez en los ojos de Kyo desde que ha empezado a dar estas explicaciones que no llega a entender, parecería que los tiene fijos en el techo de la habitación, pero... ¿porque tienen ese color amarillo? La mano que tiene en la frente del joven se aparta de la piel solo para pasar lentamente frente a los ojos de Kyo... no puede ser que... - ¿Yagami? Si lo que haces es comprobar si estoy de nuevo ciego... sí, así he enmendado mi error cierra los ojos, Iori se los debe estar mirando, no quiere que los vea si están amarillos, deben parecer vacíos? ¿muertos? Resumiendo todo lo que ha pasado sería que... Azumi está dentro de mi, Orochi es su sirviente y un tal Namae quiere matar a Azumi. Y por lo que parece... Azumi esta débil, parece que ese tal Namae le inspira algo de pavor y no quiere enfrentarse a él Kyo, algo más recuperado resume mejor la situación, luego quizás haya tiempo de más explicaciones... quizá Así que... no debes preocuparte una suave sonrisa con los ojos cerrados Ahora... puedes matarme y acabar con el problema de golpe... o me voy y no me acerco más a ti para no darte problemas con ese Namae Kyo voltea ligeramente la cabeza, Iori está ahora sentado en la cama, observándolo.
- Ese Azumi... debe ser muy poderoso susurra más para si que para Kyo Si él controla a Orochi debe serlo... y si le tiene miedo a Namae... pone una mano entre sus rojos mechones, siente que la cabeza no le va a soportar más información de ese tipo. ¿Existen seres más poderosos que Orochi? Dios, si casi mueren al intentar vencer a ese... si se enfrentan con Namae... pero es Kyo quien tiene que hacerlo... solo? ¿o con sus estúpidos ninja?
Sería un suicidio, está de acuerdo en que sean buenos pero... no tienen nada más que armas y valor para plantarle cara a Namae, y las armas frente a un ser superior a Orochi no cree que sirvan de mucho y el valor... el valor no sirve para nada si no hay fuerza.
Fija su mirada de nuevo en Kyo, los ojos cerrados, el sudor bañando aun su frente, aunque ya parece estar mejor. Es raro, piensa el pelirrojo, hace unos segundos quería matar al joven por volver a engañarlo y ahora... todas esas ansias asesinas han desaparecido, como si nunca hubieran estado allí, corroyéndolo por dentro. Quizás el ver a Kyo tan... desamparado ha hecho que le dé cierta... lastima... Debe ser eso, tiene que ser eso.
- No podrás estar huyendo de él siempre, ¿o si? no sabe que pensar, tal vez, si Azumi le tiene miedo a Namae logrará proteger a Kyo y ocultarlo.
- No un suave murmullo No, ¿quién crees que soy? la voz mas arrogante mientras Kyo abre los ojos... Azumi No le tengo miedo a Namae como os empeñáis en decir la voz suena molesta y es que Azumi lo está, pero también esta débil, pero eso no lo va a admitir. Apoya una mano en la almohada para quedar medio recostado en la cama y mirar a Yagami fijamente a los ojos No me da miedo la muerte de pronto sus palabras se vuelven un susurro, por primera vez Kyo siente que Azumi no encuentra las palabras para expresarse Kyo... Kyo es débil
- ¿No será que más bien tu lo eres? las palabras secas de Yagami, no siente miedo de este extraño ser.
- ¿Cómo te...? pero no puede seguir, una punzada en su pecho no se lo permite y cae sobre la almohada, su mano fuertemente aferrada a su pecho. Oye una seca risa de Yagami. Maldición... Iori deja de reír cruelmente al ver como esos ojos rojos se llenan de lagrimas Hace poco que he despertado... Mis poderes aun no han vuelto completamente levanta una mano lentamente y la hace cubrir con un brillo amarillento Me estoy acostumbrando a este cuerpo lentamente los ojos rojos están fijos en la luz, los de Yagami en ellos Pero cada vez que intento concentrarme para acomodarme más a él... tengo que salir. Como ahora. una muy suave sonrisa en sus labios Kyo está necesitando de mi ayuda constantemente... No se lo reprocho... Al fin y al cabo, los problemas de Kyo son porque yo los he provocado Iori va a decir algo, pero Azumi apaga esa luz de su mano y sigue... Ni pienses que los dejaré de provocar la sonrisa algo cruel en sus labios Solo necesito tiempo... tiempo cierra los ojos lentamente, Azumi se siente cansado, cansado y amargado, ¿cómo se atreve este humano a hablarle así? Pero no se lo reprocha, todos los Yagami tienen caracteres parecidos.
Los ojos se vuelven a abrir lentamente, de nuevo son esos ojos amarillentos, los que ahora tiene Kyo.
- No creo ni que puedas huir de ese ni que Azumi pueda protegerte... susurra Iori fastidiado, Azumi le parece un engreído... quizás tenga poder pero... no parece que tenga mucho más que Orochi y además... ahora está débil según dice... no podrán hacer nada contra Namae.
- No sé porque... pero confío en Azumi Kyo sonríe débilmente, ha oído todo lo que Azumi decía y siente que pude entender al demonio, la frustración de Azumi es evidente y la comprende Pronto nos encontraremos con Namae...
- Y cuando te lo encuentres, ¿qué vas a hacer? susurra Iori lentamente.
Kyo se incorpora levemente, se encoge ligeramente de hombros y sonríe débilmente.
- Saa na {Quien sabe} Iori frunce el ceño al ver la expresión indiferente de Kyo. Siente la rabia acumularse en su interior.
- Eres tan idiota para ir sin pensar si quiera que terminarás muerto? pregunta entre dientes, conteniendo la furia.
El joven Kusanagi se vuelve ligeramente hacia él, sus ojos abiertos amarillos.
- ¿En verdad importa? murmura débilmente, preguntándose si el leve dejo que oye en a voz de Yagami es preocupación o simplemente desprecio.
De pronto el pelirrojo hace un brusco movimiento y al segundo siguiente esta agarrando a Kyo por el cuello de su camisa, su rostro muy cerca del joven Kusanagi, sus ojos dorados brillando salvajemente.
- Eres un estúpido sisea, lanzando a Kyo de vuelta contra la almohada Un estúpido repite, apartándose y poniéndose en pie, alejándose de la cama.
Hay un momento de silencio, en el que Iori ni se aleja, ni regresa junto a Kyo. El joven Kusanagi empieza a pensar que el pelirrojo lo ha dejado solo, y se encoge en si mismo, sintiendo el aroma de las sabanas bajo él.
Iori observa a Kyo durante largo rato, sin decidirse a hacer nada.
Finalmente deja caer la cabeza, sonriendo amargamente para sí antes de volver junto a la cama, sin hacer ni un sonido, y se inclina hacia el joven, para apartar algunos mechones de cabello castaño que habían caído sobre su rostro, cubriendo sus ojos.
Kyo se sobresalta ante su contacto inesperado, pero no se mueve. Iori puede notar el apagado color amarillo a través de sus párpados entrecerrados. Kyo ni siquiera quiere volverse hacia él ¿no quiere que le vea así?
Sin darse cuenta Iori se encuentra acariciando levemente la mejilla de Kyo. Ya no hay más cabello que apartar, pero Kyo no lo sabe, y Iori no quiere detenerse.
Kyo no lo sabe, repite para sí. Algo tan simple, y no puede notarlo. ¿Cómo espera enfrentarse a Namae estando así?
- Sería tan fácil matarte... dice en voz baja, casi dulcemente. Demasiado continua -, pero matarte así no tendría gracia.
- Yagami murmura Kyo, sin comprender el porque de las palabras del pelirrojo.
- Si vas a morir no será en manos de alguien como ese, ¿me oyes? No permitiré que cualquier demonio se dé el lujo de matarte. Antes lo destruiría yo mismo.
- Entonces... ¡Acaba de una vez! ¡Siempre dices lo mismo Yagami! Morir en manos de un demonio o de las tuyas... ¡No me importa! la voz ha empezado como un suave murmullo pero acaba convirtiéndose en gritos coléricos por parte del joven Kusanagi.
Iori retrocede bruscamente cuando Kyo hace un movimiento para apartarlo. El joven Kusanagi se levanta, sus ojos ahora amarillos dirigidos a él, como si lo mirara con rabia, desafiándolo. El eco de sus palabras aun resonando en su mente, que lo mate, dice. Si es tan fácil, no debería tener problemas. Un golpe, una explosión de fuego, una herida mortal... Pero, pese a poder hacerlo... Iori duda.
Kyo camina hacia él, que inconscientemente retrocede un paso. No puede dejar de observar al joven y sentir que confusos sentimientos se arremolinan en su interior. Odia tenerlo aquí, frente a él, y también hubiera odiado que estuviera lejos, enfrentando a ese demonio. Decía que podía matarlo y se regocijaba con el pensamiento, pero el hecho de que Namae también es capaz de hacerlo, e incluso con más facilidad que él, le produce un inexplicable deseo de proteger a Kyo. De Namae, de cualquiera que quiera hacerle daño.
Y Kyo está decidido a ir contra el demonio, a la muerte segura, diciendo que no le importa. No se lo permitirá. No le permitirá que vaya resignado a morir.
El joven Kusanagi avanza otro paso hacia él, y esta vez Iori no se mueve. Cuando Kyo siente su cercanía e intenta detenerse, ya es muy tarde, los brazos del pelirrojo lo atrapan estrechándolo fuertemente.
- Yagami murmura Kyo, sorprendido, pero Iori no le responde
- Dije que no permitiría que un demonio te matara susurra luego de unos segundos, sin dejar ir a Kyo Nunca dije que... deseo matarte ahora.
Kyo intenta decir algo, pero las palabras fallan. No está seguro de haber comprendido
- No permitiré que te hagan daño, Kyo murmura Iori finalmente, apartándose, observando el ceño fruncido en el rostro del otro joven Aunque tenga que acabar personalmente con él.
Hay algo en su voz... un sentimiento indefinible... algo que Kyo no puede reconocer. Está entre el límite entre la preocupación y algo más, de nuevo. Sin embargo, cuando está a punto de preguntarse si Yagami es capaz de preocuparse por él, el pelirrojo agrega con sarcasmo:
- No has escapado de mi todos estos años para ir a dejar que ese demonio te mate. Me encargaré de eso.
Kyo se mantiene en silencio unos segundos, preguntándose que debe pasar ahora por la cabeza del pelirrojo, ¿por qué esas ansias de protegerlo? ¿por ciego? No, no lo parece. Hay otra razón, parece que Yagami simplemente... le acompañará a luchar cuando sea el momento. ¿Se quedará con él mientras esperan que ese momento llegue? Kyo no sabe bien porque, pero espera que así sea.
Se siente extraño... cuando Iori lo ha abrazado... no ha sentido temor, simplemente estaba demasiado sorprendido como para saber lo que estaba pasando.
- Tu tampoco lo vencerás estando solo sonríe débilmente el joven Lo haremos juntos, ¿te parece? su sonrisa se amplia ligeramente y tiende una mano algo titubeante hacia donde está el pelirrojo. Este solo observa la sonrisa de Kyo, ¿quién diría que este joven es el portador de las llamas Kusanagi? Nadie. Su rostro se ve muy atractivo cuando sonríe, aunque sus ojos tengan ese color amarillento apagado.
Coge la mano que Kyo le tiende, pero no la suelta y tira de ella para acercar a Kyo hacia él, sus rostros a milímetros de distancia. Kyo puede sentir el aliento de Yagami en sus labios, suave.
Recuerda cuando se lo encontró yendo con Kaiji, Iori estaba con Alex, bueno, más bien con Noir. Él fue quien le pidió para hablar y Iori lo llevó a su camerino, recuerda el dolor que sintió cuando Azumi le dejó ver solo por unos sendos donde estaba, sus ojos le ardían y Iori lo sostuvo en sus brazos... entonces Kyo sintió como el aliento de Yagami le acariciaba el rostro, justo como ahora...
- Ya... Yagami, ¿qué... qué haces? Kyo solo logra susurrar estas palabras antes de notar los labios de Yagami sobre los suyos, suaves, dulces. Yagami lo mantiene sujeto, pero no hay presión, solo es un suave beso y Kyo no puede evitar poner una mano en el sedoso cabello del pelirrojo, perdiéndose sus dedos allí mientras los mueve suavemente, acariciando.
Iori intenta profundizar el beso, pero antes que pueda hacerlo oye como alguien golpea su puerta sin cesar.
El beso se parte, pero aun con la molestia del ruido de la puerta Iori se aparta lentamente de Kyo. Puede ver el rostro del joven Kusanagi, esta algo sonrojado y su respiración es acelerada. Sonríe para si, no ha habido resistencia.
De nuevo los golpes.
- ¿¡Quien diablos es!? grita el pelirrojo, enojado, estaba bien con Kyo entre sus brazos. Va hacia la puerta, Kyo le sigue, oyendo claramente los acelerados pasos de Iori, no se atreve a decir nada, ¿cómo es posible que haya dejado que Yagami lo... besara? ¿por qué?
El pelirrojo se detiene ante la puerta y la abre bruscamente, queriendo quemar a quien es capaz de molestarlo justo ahora.
- ¡Hola, Iori! una chica de cabello negro y corto hasta los hombros, unas gafas de sol que le cubren los ojos y un vestido negro muy ajustado y corto, un vestido que deja ver claramente su escote y sus largas piernas.
- Tu... sisea molesto al reconocer a la chica, no por el rostro sino por el acento que ha puesto en la última i al decir su nombre.
- Oui, moi la chica da un beso muy rápido en la mejilla del pelirrojo, quien no se esperaba esto y luego se dirige hacia Kyo rápidamente. Syo, Kyo estar aquí la joven pasa una mano por el rostro de Kyo, mirándolo preocupada, de nuevo ve los ojos amarillos, muy claros. Syo entra también en la casa, estaba apoyado en la pared del pasillo, al lado de la puerta y Iori no lo había visto, sus pasos son silenciosos mientras saluda inclinando su cabeza hacia Iori para ir hacia Kyo.
- Kyo-sama, ¿se encuentra bien? el joven no puede creerse que Kyo este en la casa de Yagami, le parece increíble, no hacía mucho estaban luchando y ahora... no hay rastros de pelea.
- Sí, Syo... el joven Kusanagi está algo confuso, claro que esperaba que Alex y el resto lo encontraran, pero... ¿por qué Alex vuelve a ser Noir? - ¿cómo es que has venido con...?
- ¿Moi? interrumpe Alex, solo espera que Kyo no diga nada sobre que ella es Alex, esta segura que no lo hará pero... ¿y Iori? Je encontrarme con tu ninja, Syo, en calle. Él estar buscándote. Mi ayudarle. Noir huele chicos guapos a distancia ríe suavemente y hace que Kyo también lo haga, aunque sigue preocupado por ella.
- ¿Y los otros? pregunta al no oír ninguna presencia más, ¿por qué no están Shikai y Hiroshi con ellos? ¿y Akui... Kaiji?
- Kyo-sama... es... una larga historia Syo baja su rostro, le parece increíble lo que ha podido pasar y en tan pocas horas.
- Pues cuenta la voz de Yagami se oye, grave, molesta. ¿Qué hacen estos dos aquí? ¿Qué hace Alex de nuevo vestida como Noir? ¿burlarse de él?
- Iori, tu calmarte. Nosotros buscar a Kyo, nosotros encontrar a Kyo, nosotros irnos con Kyo ahora Alex pone un brazo alrededor del joven Kusanagi y suavemente lo hace andar hacia la puerta. Pero antes que lleguen a ella Iori la cierra con fuerza, haciendo un fuerte estruendo que hace que Alex cierre los ojos por el ruido.
- ¡No! más que un grito parece una amenaza, los ojos de Yagami miran fijamente a la chica, quien, al ver que Syo está detrás de ella baja las gafas de sol, muy poco, pero lo suficiente para que sus verdes ojos se vean por encima, una mirada furiosa hacia el pelirrojo. Iori no puede evitar una sonrisa sarcástica al ver la furia en esos ojos Vosotros dos no sabéis a lo que os enfrentáis haciendo que Kyo vaya con vosotros continua con su sonrisa mientras mira a Syo, es el chico que vio cuando fueron a la casa de Alex, ¿así que también es un ninja? Al menos este si lo parece, tratando a Kyo con respeto, como tendrían que hacer Alex y compañía. No sois lo suficientemente fuertes como para protegerlo... yo sí la mirada de nuevo posada en los ojos de Alex, puede notar la sorpresa en ellos, pero pronto desaparece. Y el pelirrojo puede ver como se forma una sonrisa en los labios de la chica.
- Bien, mi ya pensar que tu querer mucho a Kyo la sonrisa en sus labios no desaparece mientras ve como Yagami entrecierra sus ojos, molesto Oh, pardon. Mi confundirme, querer decir apreciar. Tu apreciar mucho a Kyo la sonrisa es burlona y eso solo hace que Yagami tenga ganas de prenderla en fuego púrpura... esta maldita...
- Noir, dejalo. Será mejor que me contéis que ha pasado, por favor Kyo puede notar el odio entre Alex y Yagami, y no quiere que se peleen, no ahora... Le parece increíble como el pelirrojo ha dicho que era capaz de defenderle, ¿de verdad va a estar a su lado cuando la lucha contra Namae empiece?
- Es largo, Kyo-sama, sentémonos Syo está algo confuso pero pone una mano en el brazo de Kyo suavemente, guiándolo hacia el sillón de la sala y haciéndolo sentar, él a su lado.
- ¿Tener algo en nevera? pregunta Alex mirando de reojo a Iori, pero antes que este responda la joven ya ha empezado a ir hacia la cocina, pero en el marco de la puerta pierde el pie y tiene que apoyarse en él con una mano.
- ¡Noir-san! Syo se levanta al ver como la joven parece encontrarse mal, parece a punto de caer, pero antes que pueda llegar a ella ve como Yagami la sujeta por la cintura.
- Mi no ser Noir-san, mi ser Noir dice la joven, sigue con la mano en el marco, pero ahora su peso está apoyado en Yagami mientras mira a Syo y le sonríe Mi estar algo cansada Syo solo asiente preocupado, pasa su mirada de Noir a Kyo, quien también parece estarlo. Ve sus manos, juntas encima de las rodillas, apretándolas fuerte una con la otra.
Mientras Yagami puede notar como el cuerpo de la joven empieza a temblar casi sin control. Sonríe para si, Alex está muy asustada. Hace que la joven dé un paso dentro de la cocina y cierra la puerta de esta, dejando a Kyo y a su ninja en la sala.
- ¿Qué te pasa... Alex? su voz es un siseo, pero puede notarse la burla en sus palabras. La joven sigue temblando, no puede contenerse, la mano de Yagami aun en su cintura y no parece querer soltarla.
- No me llame Alex, no con ese delante que contraste tan grande, piensa Yagami, ¿cómo puede alguien temblar así y sonar su voz con tanto desprecio?
- ¿Ese? esta hablando de Kyo o del otro ninja?
- Syo, lo odio -
- ¿Más que a mi? una sonrisa llena de malicia mientras suelta al fin la cintura de Alex y esta se pone frente a él, mirándolo a través de los oscuros cristales.
- ¿A caso no sabe diferenciar el odio del temor? dice, molesta mientras se voltea para abrir la nevera y buscar algo de comida. Yo no le odio Yagami susurra sé que siente algo por Kyo, amistad, compasión, lo que sea y eso me impide odiarlo se voltea con las pocas cervezas que quedaban en la nevera en sus manos Kyo también lo aprecia a usted una suave sonrisa, algo triste mientras Yagami se mantiene serio pero no puede negar que sorprendido ante la confesión Le tengo miedo. Le tengo miedo porque usted me ha hecho recordar, recordar más intensamente que nunca. quizás si no llevara las gafas Yagami podría ver como los ojos de Alex empiezan a humedecerse Unos hombres entraron en mi casa cuando era pequeña, mataron a mis padres. La cicatriz de mi espalda me la hicieron ellos. No tuvieron compasión de una niña pequeña. Y... a parte de la cicatriz ellos me... la voz se pierde, ahora puede ver las lágrimas de Alex bajando por sus blancas mejillas.
- ¿Violaron? acaba Iori y ve como la joven asiente con la cabeza.
- Por eso me hice pasar por chico, por eso me he convertido en lo que soy y... por eso no soporto que los hombres me toquen un largo suspiro mientras se seca las lagrimas con el dorso de la mano.
- ¿Aunque sepas que ese hombre no va a hacerte nada? -
- Sí. El único hombre al que no tengo miedo es a Kyo, el me abrazaba cuando me invadían los recuerdos una suave sonrisa aparece en los labios de Alex Kyo es mi protector, como yo soy el de Kyo Yagami hace un rápido movimiento y le quita las cervezas a Alex de la mano para acercarla hacia él con su mano libre y abrazarla.
Puede notar el cuerpo de la joven completamente tenso, temblando como una hoja. Parece tan delicada ahora, como si pudiera romperse en cualquier momento.
- No voy a hacerte nada es lo único que dice el pelirrojo con voz grave, soltando a la joven que no se atreve a levantar el rostro. ¿Cómo ha sido capaz? ¿Por qué Yagami le hace esto? Está débil, tanto emocional como físicamente, no puede hacer mucho contra el pelirrojo. Ese Syo va a ver que has llorado... las últimas palabras del pelirrojo antes de abrir la puerta.
- Eso... déjemelo a mi susurra con una suave sonrisa - ¡Ah! un grito, muy fuerte. Alex grita tan fuerte como puede y Yagami se la queda mirando, sorprendido. ¿Qué es esto? ¿Un repentino ataque?
Syo se levanta, junto con Kyo. El ninja puede ver como Noir sale de la cocina rápidamente.
- ¿Qué pasa? Syo no entiende a que ha venido ese grito y solo puede pensar que Yagami le haya hecho algo a la joven.
- ¡Una rata enorme! grita la joven señalando a la cocina ¡Una rata fea y gorda en la cocina! Alex cubre su rostro con sus manos y gritando de nuevo.
- Tranquila Syo pone sus manos en los hombros de la joven. Que rara es la chica.
- ¡Matarla! es un nuevo grito y Syo entra un poco en la cocina para mirar si encuentra alguna rata. Iori, desde fuera mira a Syo y luego a la joven. Ve como Alex sonríe al ver a Syo buscando a la rata, una sonrisa burlona. Luego ve como la ninja lo mira a él Sencillo casi un susurro en los labios de la joven pero el pelirrojo puede oírlo, Kyo también lo ha oído. No sabe que ha pasado en la cocina, pero puede oler un ligero aroma a sal, a lágrimas que viene de Alex. No hay el olor característico de la sangre por lo tanto golpes no ha habido, pero no puede evitar preocuparse por su amiga, ¿qué le habrá dicho Iori a Alex para que esta llorara?
- No hay ninguna rata Syo sale de la cocina sin entender
- Yo ver rata, yo no estar cie... ga baja el rostro al decirlo, gran bocaza la suya. Una suave risa de Kyo.
- Tranquila, no pasa nada, no me ofendo Alex sonríe. Solo era un comentario, que se puede hacer en cualquier ocasión... pero que distinto es cuando hay un verdadero ciego justo al lado, suena tan cruel. ¿Y bien? ¿Me contáis que ha pasado?
Syo vuelve a sentarse al lado de Kyo mientras Noir hace lo mismo al otro lado. Yagami coge una silla de la mesa y se sienta en ella para escuchar.
- Bien... cuando usted ha desaparecido...
* * *
Continúa
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Noviembre, 2002