Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~
Fanfic por Artemis
Capitulo 51: Tot Igual, però diferent
Somies,
desperta
Tanques els ulls
però es tot igual.
Dels núbols
t'allunyes,
No saps on el cor et durà.
Et busco
i no et trobo.
Et crido
i no em pots escoltar.
Els dies t'anyoro
Caliu que no es pot apagar.
Cels de paper cremat.
Secrets que avui fan mal.
T'estimo i et seguiré esperant.
No se si m'enfonso
però és que tot se'n va volant al meu pas
No se si ara ploro
però demà tots podrem riure més alt
Tot passa
Tot queda
Paraules que no morirant
La vida apreta,
però no ens deixarem ofegar
Avui tot sembla cert,
ja no puc perdre més.
T'estimo
i t'anirè a trobar.
No se si m'enfonso
Però és que tot se'n va volant al meu pas
Pot ser ara ploro
Però demà tots podrem riure més alt
Cels de paper cremat
Secrets que avui fantan mal.
Avui tot sembla cert,
ja no puc perdre res.
- Kaiji... si no me ayudas... vamos a caer Kyo sujeta a Kaiji con una mano, mientras con la otra se sujeta a un pequeño saliente. El ninja cuelga casi inerte en su mano, no intenta sujetarse o buscar pie para intentar subir, solo se queda quieto, sin decir nada.
Kyo siente como no va a poder aguantar más, siente sus uñas rasgadas intentando sujetarse como puede al saliente, Kaiji pesa demasiado, si lo dejara ir... pero no lo va a hacer, por muy terco que se ponga el ninja no lo va a soltar, subirán los dos.
- No te voy a ayudar, suéltame ofrece Kaiji en una voz completamente desinteresada, como si fuera ajeno a cualquier cosa que este pasando. Como si no fuera a morir si Kyo decide soltarlo. Bajo ellos hay treinta metros de caída hacia las rocas donde el mar choca sin cesar.
- Maldita sea... Azumi susurra Kyo, no le queda más remedio que pedir ayuda al demonio, cierra los ojos un segundo para que Azumi abra sus ojos rojos y mire hacia Kaiji quien le devuelve la mirada, fríamente. ¿Namae te ha ofrecido curar a Shikai? pregunta el demonio en voz suave mientras con un pie golpea la roca para hacer un pequeño peldaño para poder sujetarse mejor, sus uñas clavándose firmemente en las rocas. Kaiji no dice nada, pero Azumi sabe que está en lo cierto No lo hará, lo sabes, lo sabes tan bien o mejor que yo. No intentes engañarte pensando en que sí lo hará. continua Azumi en voz suave, tranquilizadora.
- Calla, no te metas en mis asuntos Kaiji deja de mirarlo para mirar hacia abajo, sus ojos clavados en el mar, intensamente azul a sus pies. Un azul como el que se refleja en los ojos de Shikai cada vez que lo mira, pero no, ni el mar puede imitar el color de los ojos de ese rubio Si no hubiera aceptado el trato de Namae ahora estaría en coma y Shikai estaría cuidando de mi hasta que no le quedaran fuerzas, ¿por qué no te has ofrecido tu a salvarme? Dime ¿por qué? de nuevo alza la mirada para encontrarse con los ojos rojos de Azumi ligeramente sorprendidos. El demonio parece meditar lo que acaba de oír.
- Creo... que Shikai hubiera estado más feliz cuidándote hasta el fin que tener que ver como te pones en nuestra contra, y tener que sufrir lo que está sufriendo los ojos de Kyo vuelven a aparecer, ese color amarillento, pero tienen un ligero brillo de comprensión. Le haces daño Kaiji, ¿o no lo ves? No sabe porque haces esto, no entiende que te pasa... cuándo sepa que has muerto por él... ¿qué crees que hará? Se sentirá culpable hasta el fin de sus días, quizás nos deje porque no se atreverá a mirarnos a la cara. O... se suicidará tan pronto como sepa que estás muerto porque, Kaiji, Shikai no puede vivir sin ti, lo sabes. Le estás haciendo sufrir y lo sabes, maldita sea ¡lo sabes! ¿y aun así sigues? Kyo nota como pierde el pie y quedan de nuevo colgando, la mano le duele y oye como Kaiji saca el cuchillo y se maldice en sus adentros.
Oye el sonido del cuchillo clavarse, pero no en la piel, sino en la roca. Kaiji deja de ser un peso muerto y se cuelga del cuchillo.
- ¿Y bien? dice el ninja secamente - ¿Subimos o me darás otra charla de las tuyas? se burla el ninja, ya se terminaron las peleas... al menos para él. Que Namae diga lo que quiera.
- Subamos sonríe Kyo buscando con su otra mano un lugar donde sujetarse y encontrándolo con bastante facilidad, ahora que solo debe ocuparse de él mismo no tiene ningún problema en ir subiendo.
- Kyo... susurra el ninja mientras ambos empiezan a subir. Sabe que Kyo lo oye así que continua Jamás vuelvas a darme un discursito como este o te mataré con o sin Namae Kyo empieza a reir alegremente, al parecer... por muchos problemas que tengan... Kaiji no dejara de tener ese 'humor' tan siniestro.
* * *
- Maldita sea, Alex! ¿Se puede saber porque lo has hecho? Shikai levanta a Alex del suelo, sujetándola por el cuello, su mirada está más furiosa que nunca, no la va a perdonar. No tenía ningún derecho en hacer esto.
- Creo que gané una voz viene del acantilado, Kyo aparece, subiendo y quedándose sentado con los pies colgando en el borde, tendiendo una mano hacia abajo, sonriendo tranquilo.
- Tengo una herida profunda en la pierna protesta Kaiji levemente, explicando el porque de haber llegado segundo, mientras acaba de subir pero sin ayuda de Kyo.
- Yo estoy ciego se burla Kyo y le saca levemente la lengua al ninja, este solo frunce el ceño, molesto y se acerca al oído de Kyo.
- Tener a un demonio que te ayude no vale Kyo ríe abiertamente, parece que Kaiji se este comportando como un mal perdedor, como un niño de mal perder. Oye un ligero gruñido por parte del ninja y sus pasos alejándose de él, yendo hacia Alex y Shikai Suéltale, estoy vivo dice secamente y Shikai suelta a Alex automáticamente, bajando su mirada, avergonzado por lo que ha hecho a su amiga... pero en verdad estaba furioso con ella, creía que realmente Kaiji había...
- No importa Shikai susurra Alex con una medio sonrisa para el rubio para luego girar su rostro hacia Kaiji y la sonrisa se borra.
- Tranquilo Alex dice Kyo levantándose y sacudiéndose el polvo de las rocas Kaiji vuelve a estar con nosotros, ne? dice el joven sonriendo hacia donde sabe que está Kaiji. Este solo asiente para que Alex lo vea, su rostro no deja de ser frío, pero no va a poner una sonrisa para que le crean.
Shikai mira confundido a Kaiji, no sabe que ha pasado con él, pero ahora todo parece estar de nuevo bien. Kaiji vuelve a estar con ellos. Mira la herida en la pierna de su compañero y se agacha a su lado, sacando uno de los trozos de tela con que Kaiji lo había atado antes para ponerlo alrededor de la profunda herida. No hay queja por parte de su compañero.
- ¿Ya has acabado de hacer el estúpido? la ronca voz de Iori se deja oír, cansada, irritada. Como si solo con hablar quisiera acabar con el joven Kusanagi. Está molesto con él, por haberle hecho eso con Alex, por haberle mentido, por haberle hecho creer que había muerto despeñado... no... Será él quien lo mate, nadie más que él.
No deja que Kyo responda, se lanza hacia él con sus púrpuras llamas encendidas en sus manos, y dejando que se extiendan por su cuerpo. El joven Kusanagi solo puede alcanzar cubrirse con una sola mano. Sus ojos, amarillos, entrecerrados con rabia. No va a perdonar a Iori ¿Cómo se ha atrevido a dañar a Alex? Jamás se lo perdonará. Alex es su hermana, la debe proteger como ella hace con él. No soporta ver como Alex se derrumba por culpa del maldito pelirrojo.
El fuego de Iori lo alcanza levemente en el pecho, pero una simple herida como esa no va a detenerlo... De nuevo sus llamas anaranjadas lo cubren. Siente la presencia de Iori tan claramente como si lo estuviera viendo, sus movimientos los siente claros, el calor de las llamas Yagami...
Corre hacia donde está el pelirrojo para dejar ir su puño hacia delante y soltar una intensa llamarada para tocar a su rival. El fuego se aproxima a Iori, voraz, pidiendo su sangre para arder más. Este solo logra lanzarse hacia un lado para evitar el fuego pero ese lado... es donde está el acantilado.
Da una vuelta en el suelo y nota que cae, pero logra sujetarse. Él no tendrá a un Kyo para que se lance a salvarlo, ni lo quiere. No lo necesita. Queda a un metro por debajo del acantilado, sujetándose de una mano, no hay puntos de apoyo e intenta buscar alguno en sus pies, no va a caer.
Mira hacia arriba para buscar un surco en las piedras para poner su mano, pero lo que ve lo deja parado, sin saber que pensar durante unos segundos.
- Coge mi mano Kyo esta arrodillado en el acantilado, ofreciéndole la mano para ayudarlo a subir. Lo mira desconfiado... ¿qué pretende este estúpido Kusanagi? Se pregunta mirándolo con odio No voy a dejar que esta pelea termine tan tontamente los ojos de Kyo parecen reír burlonamente y lo refleja en sus labios. Iori suelta una pequeña y sarcástica risa. Bien, si es lo que Kyo quiere... Ahora Kyo... ahora... vuelve a ver la voz de Azumi en la cabeza de Kyo, quien sonríe más ampliamente. Iori no se da cuenta y acepta la mano, pero Kyo la aparta en el último momento para ponerla ante el rostro del pelirrojo quien oye unas extrañas palabras y luego siente las llamas Kusanagi entrar en sus ojos.
Iori, por el dolor, suelta la mano de la roca y va a caer, pero el joven Kusanagi lo coge y tira de él fuertemente para acabar tirándolo al suelo, bruscamente. El pelirrojo pone sus manos en sus quemados ojos mientras Kyo lo observa. El cabello rojo, su ropa de combate, todo... vuelve a verlo, con claridad.
- Maldito Kusanagi logra gruñir Iori, el dolor es demasiado intenso, no logra apartar sus manos de los ojos quemados, como si eso le hiciera sentir menos dolor.
- No Iori... ahora... estamos en paz la voz suena cruel en los labios de Kyo y una sonrisa aparece en ellos. Se siente bien, ahora puede volver a ver... Alza su mirada al cielo observando el azul intenso, pensaba que no volvería a verlo, pero allí está, ante él. Imposible de alcanzar. Hermoso. De pronto, como si despertara, oye los leves quejidos que escapan de los labios de Iori y recuerda el sueño que tubo hace poco. Donde él dejaba ciego al pelirrojo... se sintió culpable... y ahora empieza a sentirse igual... ¿qué...? ¿qué ha hecho?
Se agacha levemente hasta donde está Iori, intentando tocar su hombro... y ahora... ¿se siente mejor así? No. No, no, no y mil veces no. Ver a Iori así... es como verse a él en el cementerio. No lo soporta.
- Maldición... lo has dejado vivo... mátalo... cumple tu parte del trato la voz de Namae retumba en la cabeza de Kaiji, haciéndole doler y haciendo que se tape los oídos ¡¡Ahg!! un grito gutural escapa de los labios del ninja, cierra los ojos con fuerza. Kyo levanta la cabeza para verlo como los demás. Kaiji siente un fuerte dolor en su cabeza y cae de rodillas al suelo, sin sentir el dolor de su pierna.
- Problemas Azumi dice esto en la mente de Kyo y este abre más los ojos. Kaiji se levanta y abre los suyos, completamente rojos, no hay pupila ni iris... solo... un par de ojos rojos y brillantes. El ninja mira hacia Kyo y un sonido inhumano escapa de sus labios, como un animal salvaje se lanza sobre el joven quien se prepara, sorprendido.
- Kaiji, ¡no! Shikai se interpone, poniéndose justo en el camino de Kaiji, sin dejarlo avanzar. Este se detiene y de nuevo un rugido sale de su garganta y se lanza a atacar al rubio pero antes que se le lance encima alguien lo sujeta por los brazos desde la espalda.
- Detente maldito energúmeno Hiroshi sujeta con fuerza al ninja castaño, acaba de despertar y ha visto la escena, no sabe bien que pasa, pero Kaiji parece haber perdido cualquier capacidad de razonamiento... si alguna vez ha tenido alguna.
No hay respuesta de Kaiji, solo un nuevo rugido y un movimiento brusco y oye como un hueso se rompe. Se queda parado al ver como Kaiji se libra de él... rompiéndose un brazo. Shikai intenta detenerlo mientras Alex y Syo se acercan rápidamente a Kyo.
- Kyo, debemos irnos, no se que le pasa a Kaiji... dice Alex mirando hacia donde esta su compañero comportándose de modo salvaje. Kyo la mira... sus verdes ojos fijos hacia delante, su cabello, ahora viéndose completamente rubio ahora, con el sol. Es hermosa, no quiere pensar en que puede no volver a ver la perfección de los rasgos de Alex y, durante un segundo, duda si en verdad hay alguien que pueda creerse que Alex es chico... le parece... tan femenina. Alex voltea su rostro para mirar a Kyo que parece que no la escucha y se encuentra con unos ojos castaños mirándola fijamente. Kyo... tus ojos... ¿qué...? ¿puedes ver...? la respuesta de Alex se queda en el aire cuando oyen un fuerte rugido, muy cerca de ellos. Syo está delante intentando detener a su hermano.
- Kaiji, detente, por favor intenta decirle, pero Kaiji no parece reaccionar a nada ni a nadie y golpea a Syo como un animal haciéndolo caer al suelo con un golpe seco.
- Parece como si alguien hubiera entrado en el Riot se burla Iori aun con el profundo dolor que siente en los ojos aunque una punzada más fuerte lo invade y le hace perder por completo el sentido, cayendo al suelo desmayado.
- Mientras tu sigas aquí... Kaiji seguirá intentando matarte la voz de Azumi dejando claro lo que Kyo ya suponía. El joven gira su rostro hacia Iori y se agacha a su lado viendo como está inconsciente. El pelirrojo tiene razón... es como si Kaiji hubiera entrado en el Riot, esos ojos parecen los de Iori cuando entraba en él... salvajes, sin reconocer a nadie. Debe irse de aquí si así es la manera como Kaiji vuelva a la normalidad. El joven Kusanagi pone una mano en el hombro de Iori suavemente Vámonos susurra flojo y una brisa envuelve a los dos luchadores del Kof haciéndolos desaparecer ante los ojos de Alex quien no entiende nada de lo que acaba de suceder allí.
La joven se gira y ve a Kaiji detenido, los ojos oscuros mirándola fijamente, como siempre, como si no hubiera pasado nada.
- Creo que tengo mucho que contar... susurra Kaiji mirándola y viendo como Syo se levanta despacio, algo débil y aturdido. Shikai se acerca ayudando a Hiroshi, que aun esta algo aturdido por la anterior caída, y más habiendo tenido que sujetar a Kaiji.
- ¿Kaiji? pregunta cauto Shikai, sin saber bien si su compañero vuelve a ser el mismo o no, temiendo haber perdido al ser que más le importa en este mundo.
- ¿Qué? contesta secamente Kaiji mirando de reojo a Shikai, con desdén casi.
- Me... alegro que hayas vuelto sonríe el rubio, satisfecho de ver a Kaiji de nuevo... frío, quizás, pero... así es Kaiji, así que todo esta de nuevo bien.
- Espero que nos des amplias explicaciones susurra Alex molesta, sus brillantes ojos verdes observando a el ninja castaño desconfiadamente Pero supongo que es una historia larga... así que mejor vamos dentro sonríe levemente señalando hacia la casa y empieza a andar, más tranquila ahora. Syo la sigue, algo aturdido y mirando a su hermano mientras anda tras la rubia, más por instinto que por querer hacerlo.
Shikai suelta a Hiroshi quien empieza a andar algo tambaleante tras Syo y Alex, alejándose de los otros dos, dejándolos unos minutos a solas. Quizás se los merecen, aunque las dudas los embargan a todos. Ninguno entiende nada de lo que esta pasando.
Alex se mantiene firme mientras anda hacia la casa, y aunque sus ojos estén fijos y entrecerrados, por el reflejo del sol en su rostro... en su interior empieza a preocuparse. No, ya lo está. ¿Qué diablos ha pasado? ¿Cómo es que Kyo ha desaparecido? ¿Cómo puede alguien desaparecer con el viento? ¿cómo? Necesita saberlo y esta segura que Kaiji puede darle una explicación, sea lógica o completamente absurda, se la dará y será la verdad por muy extraño e imposible que parezca. Sabe que Kaiji no miente y sabe que la explicación que su compañero le va a dar parecerá mentira... porque... ¿acaso no parecería mentira si alguien le dijera que Kyo se ha esfumado delante de sus narices? ¡Maldición! No sabe lo que está pasando, solo sabe que no va a quedarse mucho más sin saber la verdad. Y... además ¿por qué ha desaparecido con Yagami? Y... ¿ha sido una impresión o Kyo la ha mirado? Esta segura... ella ha visto los ojos castaños del joven y ahora sus ojos no tendrían que ser castaños, porque... se habían vuelto amarillos antes de la operación.
Maldice una y otra vez dentro de su cabeza... maldice no saber, maldice no entender... maldice esta situación en si.
Pero no es la única, los pensamientos de Syo no están muy lejos de los suyos... Kyo-sama ha desaparecido... con Yagami-san... Kaiji se ha vuelto medio loco, por no decir del todo, y ahora... vuelve a estar normal... No le gusta no entender las cosas. Cada cosa que pasa, todo, por absurdo que sea, tiene que tener una explicación lógica. Él no ha sido entrenado para ver como los cuerpos se disuelven en el aire... ¿Kyo-sama... estará bien? ¿Cómo saberlo?
Hiroshi por su parte decide no preocuparse mucho de eso. Kyo ha desaparecido junto con Iori... bueno... él ha visto cosas peores estando drogado... Encoge sus hombros como si todo lo que acabara de pasar no tuviera mucha importancia, ya se enterará más adelante, así que... ¿para que molestarse en pensar mucho en ello?
Shikai se queda al lado de Kaiji mientras observa como los otros se alejan lentamente, en su rostro hay una sonrisa que no puede evitar, pues parece que, dentro de todo lo malo, Kaiji ha vuelto... Si, es muy extraño que Kyo haya desaparecido así como así, pero... Kaiji parece saber el porque ha desaparecido y no parece darle mucha importancia a ese hecho y el rubio solo espera que sea porque Kyo esta bien.
Gira su rostro para ver al castaño, ahora con el pelo corto, no es que no le quede bien... solo que esa larga melena era la que él gustaba de acariciar, y Kaiji se la cortó por él...
- Kaiji... ¿estás bien? dice observando la profunda herida de la pierna. Hay bastante sangre y por el resto del cuerpo se ven pequeñas heridas causadas por la pelea con Alex y por haber caído por el precipicio. Kaiji solo lo mira con cierta indiferencia para luego ver su propia herida en la pierna y hacer un pequeño gruñido de molestia al verla. Como si aquella herida fuera una pequeña molestia en su camino a la cual se le da demasiada importancia.
En eso ve como Shikai se le acerca aun más, sonriéndole y, con un movimiento demasiado rápido e inesperado lo alza en sus brazos, colocando uno bajo las rodillas de Kaiji y el otro en su espalda, cargando al, ahora molesto ninja.
- ¿Qué crees que estas haciendo? sisea el castaño con los ojos entrecerrados por la molestia y con una mano cogiendo a Shikai por el cuello, amenazante. Aunque no logra nada con esto, pues Shikai solo le sonríe suavemente.
- Tranquilo, ¿si? Nadie nos ve y la pierna te duele... creo que es mejor que yo te lleve dice el rubio que no deja de sonreírle, hablando suavemente Venga... no te enfades, por esta vez... deja que te cuide acaba diciendo mientras empieza a andar hacia la casa, Kaiji en sus brazos, en silencio, mostrando su molestia que va en aumento. Si alguien, quien sea, lo ve así... no va a dudar en hacerlo pedazos en menos de un segundo.
Lentamente llegan a la casa, y Shikai sube las escaleras. Arriba oyen las voces de los otros tres ninjas en una habitación hacia el final del pasillo, así que Shikai decide entrar en la habitación de los padres de Alex que es la primera puerta que encuentran al subir, pues sabe bien que Kaiji no esta dispuesto a que nadie lo vea de esta forma.
Con suavidad deja a su pareja en la amplia cama de matrimonio, sin que Kaiji diga nada. Se sienta un momento, observándolo. Sus ojos oscuros mirándolo fijamente, no hay una expresión definida en su rostro, la molestia ya ha pasado, tampoco hay la acostumbrada frialdad tan característica en él, solo parece estar observando, nada más. Sus labios cerrados con delicadeza, no hay ninguna sonrisa y ningún enfado, al igual que en sus ojos. Algunos mechones caen en el rostro de Kaiji y Shikai los aparta suavemente, pudiendo ver con más claridad esos ojos castaños que lo atrayeron y lo atraen aun.
- Voy a mirar si hay algo de ropa para ti... la tuya esta muy sucia dice solamente mientras se levanta y va hacia el armario empotrado de la habitación. Kaiji lo sigue con la mirada, lentamente volteando su rostro para poder verlo. Una muy ligera sonrisa aparece en sus labios mientras ve como el rubio busca algo de ropa.
Gira su rostro para ver el blanco tejado, inmaculado, sin una mancha, muy elegante. Una muy digna casa, sí. Como lo era la suya, se estaba bien allí con Shikai, los dos en la misma cama, oyendo respirar al rubio por las noches asegurándose que seguía con él. Siente que el cansancio lo vence y cierra los ojos lenta y suavemente con un leve suspiro.
- No se si esta ropa te ira... Shikai voltea su rostro con unos pantalones lisos en sus manos y ve como Kaiji tiene los ojos cerrados y su cabeza volteada, de nuevo los mechones le cubren ligeramente el rostro. Kaiji... susurra suavemente el rubio, acercándose a Kaiji sin hacer mucho ruido y lentamente toca su mejilla, donde esta ese profundo corte. Lo resigue suavemente, apartando los mechones que hay en el camino y se agacha para poner un beso en la marcada piel.
Se aparta de él en silencio, dirigiéndose hacia la puerta, ni el más leve ruido de pisadas, nada. Se detiene un segundo antes de salir para volver a ver al castaño. Lo mira, sus ojos azules fijos en los de Kaiji, ahora cerrados. Cierra la puerta suavemente, solo dejando oír un ruido debido a que la puerta esta ya gastada con los años, un chirrido y se cierra.
Va hacia donde están los demás, hay una puerta abierta y se oyen las voces de sus compañeros al otro lado. Se detiene justo en el marco, para verlos a todos. Es un pequeño salón, no muy grande, un sillón para tres y dos sillones para una persona, hermosos, si, pero ya viejos y gastados por los años y el uso.
Syo e Hiroshi están sentados en el sillón más amplio mientras Alex esta en pie, justo al lado de una pequeña ventana... La sala no parece compaginar con la casa aunque se ve muy bien decorada. Todos lo miran. Alex se ve envuelta por la suave luz que entra por la ventana... hermosa como ella solo puede ser. Sus ojos verdes escrutándolo, pidiendo una explicación.
- ¿Y Kaiji? ¿Durmiendo? se burla suavemente Hiroshi, sabe lo que ha pasado mientras él estaba inconsciente porque Alex y Syo se lo han contado, así que en verdad lo que quiere es pedirle disculpas. La verdad es que se siente mal por haber llegado a odiarlo, por haber llegado a querer matarlo.
- ¿Kaiji? es un susurro en los labios de Shikai, donde hay una suave sonrisa. Sus ojos celestes están cubiertos por el dorado cabello y su rostro está bajo, sin dejar ver la expresión. Pero de pronto, como si acabara de despertar, levanta bruscamente la mirada, dejando que unas lágrimas caigan inesperadamente. Todos se sorprenden al ver los húmedos ojos Kaiji... está muerto...
* * *
Continúa
[ Capítulo 52: Nova vida, Nova Energia ]
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Noviembre, 2002