Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~

Fanfic por Artemis

Capitulo 49: Boig

- ¡Responde! ¿Se puede saber en que estabas pensando? – Kyo realmente está furioso, no puede creer que todo esto esté pasando y todo en menos de una semana, no puede creer que Kaiji sea capaz de haber hecho eso.

- ¿En esos momentos? – pregunta Kaiji con voz indiferente – Pues... en que tenía que comprar cigarrillos... y al final no me acordé – explica tranquilo, es verdad... se olvido de los cigarrillos... Que Kyo se altere si quiere, a él le da igual.

- Kaiji... ¿has... matado a Benimaru-san? – pregunta Shikai sin poder creerlo... debe haberlo hecho la primera vez que salió... ni tan solo se le ocurrió que Kaiji pudiera hacerlo... tendría que haberlo pensado.

- Sí, ¿qué tiene? – su rostro como si no entendiera el porque de tanta pregunta sobre lo que ha hecho.

- ¡No puedes matar a la gente así! ¡Benimaru era mi amigo! – le grita furioso – Creía que tu también – su tono disminuye.

- Yo no tengo amigos – responde fríamente, haciendo que Kyo se sorprenda un poco – Además... fue en defensa propia y... siempre puedo alegar locura transitoria – se encoge de hombros, sin darle más importancia al tema que para él no tiene ninguna.

- ¿¡Pero se puede saber que dices!? – realmente Kaiji lo está exasperando hablándole así.

- Tu amigo Benimaru se acostó con Shikai – explica separando las palabras, como si Kyo fuera un niño y necesitara una explicación clara.

Kyo se queda en silencio... sorprendido por lo que acaba de oír... ¿Beni y Shikai...?

Ha oído la voz de Shikai antes, al menos a él no lo ha matado... Sabe que esto le va a doler al ninja rubio pero...

- ¿¡Entonces porque no has matado a Shikai!? ¡Ha sido él quien te ha engañado! – Shikai baja su rostro cerrando los ojos con fuerza, sí... tendría que haber muerto él y no Benimaru.

- Ya lo he intentado... pero no se puede – responde secamente Kaiji – Además... Benimaru-san también engaño a Alex – explica tranquilamente.

Kyo calla... Alex a su lato también baja su rostro... Si, empezaba a sentir algo por Benimaru... no sabe si era amor o que... pero sí, sintió como si la hubiese traicionado pero... ella misma le dijo que no se ilusionara con su relación...

- Kaiji... – susurra Kyo suspirando – No es eso... ¡No es tan simple! – acaba gritándole, reprochándole su actitud.

- Otro – murmura Kaiji, refiriéndose a que Shikai le ha dicho lo mismo minutos antes.

Avanza hacia Kyo, pero no se dirige hacia él sino que abre la puerta del pequeño armario de la sala y, con un movimiento rápido que nadie esperaba, se coloca tras de Alex, rodeando los hombros de la ninja con uno de sus brazos mientras con su pistola apunta la sien de la joven.

- ¡Kaiji! – le gritan todos, asustados por lo que el ninja está haciendo.

- Dime Kyo... ¿puedes imaginar lo que hago? – el tono cruel, burlón – Deja que te lo explique... tengo a Alex sujeto y le apunto directamente a la cabeza – explica fríamente. Alex no se mueve, no esperaba que Kaiji le hiciera esto nunca... no, ya no lo esperaba.

- ¡Suéltalo! – le grita Kyo, se lo ordena, no quiere ni pensar en que Kaiji es capaz de... no, no puede estar tan loco.

- Sh, escucha – susurra Kaiji, una sonrisa cruel en sus labios mientras saca el seguro de la pistola. Kyo puede oírlo, esto no va bien, Kaiji no está bien. – Trai... esbai... ain {tres... dos... uno} – lo dice en alemán y aprieta el gatillo.

- ¡Kaiji! – grita Kyo con todas sus fuerzas, pero no ha oído el sonido de la bala salir del disparador, solo ha oído el sonido del gatillo.

- Está descargada – explica Kaiji – Le dije a Alex que no lo mataría... te lo dije a ti, los locos no recuerdan las promesas. Yo se lo que me hago... sino... Alex ya estaría muerto – se acerca hacia Kyo, Alex no puede evitar sonreír cuando la suelta, Kaiji le dijo que no la mataría, es verdad... a Kyo también se lo dijo... nunca los ha atacado... nunca. – No estoy loco... – una risa seca - ... solo me lo hago – sonríe el ninja frente a Kyo, este no puede evitar suspirar con alivio al saber que Alex está bien.

- Aun así... no estás bien, Kaiji, no lo estás – le dice, su cabeza baja mientras niega tristemente, esta bien... Kaiji sabe a quien mata y a quien no... pero no puede ir matando a todos los que no le gustan, no puede.

- ¿Ah no? – sonríe cruel ante la afirmación de Kyo – Bien Kyo,... enderézame... llévame por el buen camino... si te atreves – la voz burlona se convierte en un siseo. Kyo levanta la cabeza... ¿Kaiji lo esta... retando?

- Kaiji... no puedes – le dice Shikai, sabe que Kaiji prometió no matar a Kyo, pero... si el joven Kusanagi acepta... la promesa ya no cuenta y Kaiji puede matarlo... y viéndolo parece que es lo que piensa hacer.

- ¿Y bien Kyo? – dice ignorando a Shikai, se acerca más al joven Kusanagi – Al fin y al cabo... es lo que querías ¿ne? Morir – susurra para que nadie más lo oiga. Kyo se cortó las venas y no hace mucho le dio la espalda después de ordenarle que pidiera perdón a Benimaru, sabe que quería morir y sabe que él no lo mató... no entiende porque este joven le resulta tan difícil de matar.

- No ¡Lo que quiero es que entiendas! – le grita, quiere que Kaiji entra en razón pero si lucha... no está muy seguro de salir con vida. Pero para Kaiji esto es suficiente, lo ha retado y Kyo ha aceptado. Lanza una patada en el estómago del joven Kusanagi y este golpea la puerta, rompiéndola y cayendo sobre ella en el suelo. Kaiji salta sobre él quedando en pie esperando, haciendo cierto ruido al caer. Kyo se levanta con algo de esfuerzo y da unos pasos titubeando hacia donde ha oído el sonido, ha sido claro como para saber más o menos donde está Kaiji.

- Kyo ¡no! – lo llama Alex, todos salen de la casa... Si hay una pelea... no pueden intervenir. Son asuntos entre Kyo y Kaiji, pero Alex está dispuesta a meterse si Kyo tiene problemas.

- Kaiji ¡Por favor! – grita Shikai. Kaiji no puede luchar contra Kyo... es su amigo, no puede matarlo.

- Esto será interesante – murmura Orochi sonriendo, a su lado está Hiroshi que lo oye y lo mira curioso – Ya entiendo por que te atrae – le comenta con una sonrisa algo cruel. El moreno parpadea confuso.

- ¡Oh! ¡Perro! – dice viendo al perro corriendo en sus pies – Hola guapo ¿tienes hambre? – lo coge en brazos sonriéndole, como si lo que pasa o lo que puede pasar con esos dos no tuviera importancia, como si fuera más importante el perro.

Syo solo mira sorprendido. Kyo parece perdido y confuso, nunca lo había visto así... y no le gusta... no puede creer que este sea el Kyo que él conoció hace años.

- ¿Preparado? – pregunta Kaiji solamente y, sin esperar respuesta, se lanza a atacar con un grito.

Kyo enciende sus llamas, Kaiji lo ataca por delante así que se cubre con el fuego para protegerse, oyendo como Kaiji gruñe algo deteniéndose a poca distancia de él antes de quemarse. Al saber donde está, Kyo invoca su fuego e intenta enviarlo hacia Kaiji que lo ve venir pero esta desviado así que solo debe apartarse ligeramente para esquivarlo.

- Muy mal – casi grita, burlándose de Kyo, este aprieta sus puños con fuerza por la impotencia - ¿Qué pasa Kyo? – continua burlándose, de nuevo frente a él, aprovechando que no hay fuego y lo coge por el cuello del negro jersey para agacharlo y golpearle el estómago con una rodilla. Kyo se curva más ante el golpe pero puede sujetar una de las manos del ninja.

- Lo siento – susurra y enciende sus llamas haciendo que los envuelvan a ambos. Se oye un fuerte grito de dolor de Kaiji quien cae al suelo ante Kyo que sigue en pie, las flamas apagándose. – Ya se acabó Kaiji - Kyo oye la risa de Kaiji y no lo entiende.

- Muy bien, Kyo – dice riendo cruelmente – Dime... ¿cómo harás para atacarme si me callo? – se levanta, siguiendo con la risa que hiela la sangre de Kyo... Kaiji le estaba hablando, hacia ruido... por eso ha podido encontrarlo, Kaiji lo hacía a propósito. La risa se acaba y todo queda en un profundo silencio.

- ¡Kaiji! – un grito de Alex y Kyo se voltea pero sin entender lo que pasa.

Kaiji ha aparecido ante Alex y le ha quitado el cuchillo y luego ha saltado hacia arriba... ocultándose en las sombras, quizás Kyo no lo ve... pero no se va a arriesgar a que los otros le digan donde está.

Solo se oye el viento entre los arboles, moviendo las hojas. Un sonido más fuerte de estas y Kaiji aparece, por detrás de Kyo, justo a su espalda, cortando de abajo a arriba, pero el joven Kusanagi logra esquivarlo por muy poco, cayendo al suelo. Su rostro molesto mientras siente la punta de un cuchillo en su cuello.

- Y... se acabó – dice Kaiji burlón, colocando el cuchillo en posición para cortar. Las vendas de los ojos de Kyo caen, por haber quedado quemadas al encender su fuego y por el corte de Kaiji que las ha rasgado, ahora se sueltan, cayendo de sus ojos cerrados. Su rostro sin miedo aun cuando siente la fría hoja del cuchillo empezar a clavarse muy lentamente.

Kaiji solo observa. No, Kyo no es como los demás, por mucho que clave el cuchillo, que le corte el cuello, ese aire de superioridad no desaparecerá. No habrá miedo, no morirá con esa cara tan patética que ponen todos, se mantendrá.

Nunca ha entendido lo que siente por el joven, no lo ama, ni tan solo siente que lo quiere, ¿entonces? ¿qué es? ¿qué es lo que no deja que clave el cuchillo?

Algunos recuerdos vienen a su mente...

Habían ido a un lago en un pueblo pequeño, allí alquilaban botes y Kyo quería subir en uno. Bien, solo eran críos en ese tiempo, no hacía un año que lo habían conocido.

'Ne... Yo con Kaiji' había dicho Kyo y lo arrastró con él hacia uno de los botes, los otros tres ninjas fueron en otro. El joven Kusanagi remaba mientras él solo lo observaba. 'Kaiji' lo llamó, dejando de remar, los otros estaban algo lejos como para poder oírlos. Kyo se acercó a él y lo miró directamente a los ojos 'Somos amigos ¿verdad?' preguntó, él no entendía a que venia esa pregunta y Kyo pareció ver la incomprensión en sus ojos oscuros. 'Es que...' había reído tontamente como si lo que quería decir fuese ridículo '... a veces creo que te molesto... por la manera en como me miras y eso...' le explicó el joven Kusanagi, sonriéndole.

'Estás vivo, ¿no?' esa fue su respuesta, para él más que clara y Kyo pareció entender. Al fin y al cabo no lo había matado y le había dicho que no lo haría... el haberlo dicho significaba algo para Kaiji, simplemente soportaba a Kyo, no le molestaba tenerlo cerca o incluso hablar con él.

Luego llegaron los otros tres y Hiroshi mojo a los dos jóvenes castaños, cosa que provoco un intento de asesinato.

Y ahora Kaiji se encuentra observando, en silencio. Kyo siempre ha sido especial.. sí, Kyo es... un amigo, su amigo. Este joven frente a él... le cae bien, siempre lo ha hecho, su sonrisa y su presencia le gustan.

Ve como Kyo abre lentamente los ojos.

- La operación no ha salido bien – comenta Kyo. Sabe que tiene los ojos abiertos, lo sabe, pero no ve nada, nada en absoluto, sigue en esa profunda oscuridad que lo envuelve, fría.

Kaiji observa los ojos de Kyo, su rostro medio confuso. Esos ojos con ese color castaño... ahora son de un tono amarillo, muy claros. Esos médicos no han sabido hacer nada bien.

- Tranquilo – susurra, indiferente – Igual vas a morir – comenta clavando más el cuchillo en el cuello del joven.

Alex intenta ir hacia ellos, detener a Kaiji antes que mate a Kyo, pero una mano la coge del brazo: Shikai. El rubio no puede ver el rostro de Kyo, pero sí ve el de Kaiji y cree saber lo que hará el ninja castaño, o al menos... eso espera.

Kaiji sigue con la mirada fija en los ojos de Kyo, quizá estén muertos, pero mantienen algo del brillo que siempre ha estado en ellos, ese orgullo. Kyo está preparado para morir, no le da miedo.

- Estúpido niño mimado – susurra Kaiji entre dientes, apartando el cuchillo del cuello, un pequeño hilo de sangre baja de él.

Kyo baja su rostro, los ojos quedan escondidos tras los castaños mechones, una ligera sonrisa, triste.

- ¿Tan mal están mis ojos? – susurra. Kaiji no lo ha matado... no era su intención dejarse matar, no esta vez, solo quería hacer que el ninja entrara en razón y ahora... ahora sí quiere que lo mate... La operación ha salido mal. Se decía y repetía a si mismo que no había esperanzas, pero... aun así no podía evitar pensar en que quizás... tal vez... con un poco de suerte... pero no... ha sido un estúpido.

- La pupila esta bien pero suerte esos estúpidos doctores no te han dañado la retina, pero el iris ha perdido pigmentación – responde Kaiji, ya ha estudiado eso, no es que quiera que todos sepan que está estudiando pero no puede evitar observar. Tira el cuchillo a Alex que lo coge por instinto, observándolos confusa. – Puede ser permanente o momentáneo... si es lo último el color podría volver por si solo, pero tendrías que cubrirte de la luz del sol o al menos que no te diera en los ojos. Si es permanente no hay mucho que se pueda hacer... pero si es temporal... creo que en una semana podría recuperarse, siempre que hagas lo que te he dicho, claro. – su voz neutra, explicando como si realmente ya fuera médico, sabiendo lo que dice.

Kyo parpadea, levantando el rostro ¿Cómo puede saber Kaiji esto? ¿Cómo puede decirlo tan seguro?

- ¿Q-que? – pregunta confuso por las palabras, sus ojos completamente perdidos en la oscuridad.

- Que tienes los ojos claros, amarillos – resume secamente el ninja. Kyo pone una mano en ellos, rozándolos levemente como si eso le sirviera para saber si lo que dice Kaiji es cierto – Pero tranquilo... – siente la voz de Kaiji cerca suyo. El ninja se agacha, apartando la mano de Kyo, cogiéndola y tirando suavemente de él – ... igual te ves bien – lo ayuda a levantarse, quedando ambos en pie, uno frente al otro.

- ¿Bien? ¿¡Como voy a quedar bien!? – no puede ser, simplemente no entiende como le puede estar pasando esto. Al menos antes estaba ciego, pero sus ojos mantenían el color... ahora sí va a parecer ciego.

- Claro... como yo siempre miento... – se burla Kaiji molesto por el comportamiento de Kyo. Él siempre ha sido directo y ahora ¿Kyo le viene diciendo que miente?

- ¡Maldita sea Kaiji! ¡Estoy ciego! ¡Tu no lo entiendes! ¡No sabes! ¡No puedes entender como me siento! – grita furioso, estallando al fin. Nadie puede entenderlo, está ciego, sumido en la oscuridad y lo odia, odia esta situación con toda su alma, le desespera.

De pronto una mano golpea su rostro con fuerza.

- ¡Yo si puedo entenderte, estúpido! ¡Yo también lo estaba! – le grita Kaiji, todos mirándolo sin entender que dice, sin entender que ahora grite. Kyo sorprendido con una mano en su mejilla. - ¡Sé lo que es no ver nada! ¡Se lo que es sentir que vas a chocar con todo lo que se te cruce! – Kaiji realmente grita ahora, con todas sus fuerzas, completamente furioso, sus ojos brillando en rabia, sin contenerse. - ¡Estuve ciego, maldición! ¿¡Sabes que fue lo primero que vi!? A mis padres desangrarse ante mis ojos – hace una pequeña pausa para seguir – Por un maldito accidente de coche yo recuperé la vista y ellos murieron – su voz bajando de tono – y... ¿quieres que te diga la verdad? ¡Preferí que se murieran ante mis ojos que no que vivieran y yo quedar ciego! – un ligero bufido al final.

Esto no lo había contado a nadie, ni a Shikai... Sí, él nació ciego y sus padres lo mantenían encerrado en la casa, casi no lo sacaban. Para ellos un hijo ciego era una carga, una molestia, algo que no debía saberse.

Aun que era muy niño, recuerda perfectamente la ansiedad que sentía cada vez que andaba por la casa cuando sus padres lo dejaban solo.

Recuerda el día del accidente, algo cruzó en el camino que seguía el auto y se estrellaron contra una pared de una montaña. Él iba detrás y paso por entre los asientos delanteros dándose un fuerte golpe en la cabeza. Se incorporó, abriendo los ojos y vio, por primera vez pudo ver, y lo primero que sus ojos observaron fue a su madre con medio cuerpo fuera, sangrando por todos los lugares, entre los cristales del parabrisas, algunos clavados en su cuerpo. Heridas muy profundas, ya estaba muerta. Luego vio a su padre al otro lado, estaba inclinado sobre el volante, aun vivo. Se hecho hacia atrás, tosiendo sangre, brillante, escarlata debido a que venia directamente de los pulmones, seguramente agujereados por las costillas totalmente rotas.

Recuerda que sonrió, sí, lo hizo, estaba feliz de poder ver y... si la muerte lo había hecho feliz... entonces la muerte no era mala.

Se quedó observando a su padre morir, ahogado en su propia sangre, gritando por ayuda, para que lo salvaran a él... en ningún momento suplicó por su esposa o por su hijo, ni tan solo se dio cuenta que Kaiji lo miraba sin dejar de sonreír hasta que la sangre se terminó, hasta que ya no quedó ninguna gota del rojo líquido dentro de su cuerpo. A él le pareció un hermoso espectáculo, hermosa sangre roja llenando los cuerpos de sus padres. La probó. Manchó sus dedos con la sangre de su padre y le encantó el sabor que tenía. Hermosa sangre roja.
– Kaiji... – susurra Kyo sorprendido ante lo que Kaiji acaba de contar, jamás hubiera imaginado... Kaiji ciego... y ¿lo primero que vio fue a sus padres morir?...

Levanta su mano algo titubeante, no sabe si Kaiji sigue frente a él, ni tan solo oye la respiración del ninja, quizás por el viento que hace que las hojas se muevan haciendo ruido o tal vez porque el ninja no está ya frente a él. Su mano avanza lentamente en lo que él cree una profunda oscuridad pero siente que una mano sujeta la suya y la guía, Kaiji la lleva allí donde Kyo quería llegar, a su pecho, desnudo nota, un poco de sudor, pero está frío.

- Me gusta matar – susurra el ninja – Disfruto ver la sangre caer porque eso me hace recordar que ahora puedo ver – su voz con un ligero tono de... ¿felicidad?

Aparta la mano de Kyo para tirar de él y hacer que se acerque. Kyo puede sentir el cuerpo del ninja cerca de él y lo abraza, sintiendo una mano de Kaiji en su espalda un suave roce proveniente de un frío asesino – Maté a Benimaru porque se acostó con Shikai, disfruté haciéndolo porque era mi venganza, pero no lo hice pensando en que te dolería – susurra suavemente – No lo hice para hacerte daño, no fue por eso, lo sabes – su voz suena tan suave que Kyo casi no puede creer que el que le esté hablando sea Kaiji. Lo abraza con más fuerza, un ligero asombro al no encontrar el largo cabello. Se siente extraño... Kaiji también estuvo ciego...

- Kaiji, ¿cómo lo aguantabas? ¿cómo podías soportar esto? – pregunta, él se siente tan perdido en medio de la oscuridad, ¿cómo lo soportaba Kaiji?

- No lo hacía, no lo soportaba – responde solamente el ninja – Ahora prepárate – dice separándose del joven lentamente. Kyo no entiende a que se refiere, la voz vuelve a ser fría y dura... ¿volverá a atacarlo? - ¡Alex, Syo, llevaos a Kyo y al otro! – grita de pronto - ¡Shikai, Hiroshi! ¡Es hora de divertirnos un poco! – de pronto Kyo siente como tiran de su brazo, una mano arrastrándolo con firmeza.

- Kyo ven – es Alex, ella está tirando de él. Kyo no entiende nada, ¿por qué tanta brusquedad?

Hiroshi y Shikai están al lado de Kaiji, mirando al bosque. El moreno saca su corta katana de su pierna. Shikai abre la cruz en su cuello, dejando ver el fino y frío cable en él. Kaiji de nuevo tiene el cuchillo de Alex en su mano.

Los tres miran fijamente el bosque, sus ojos brillantes y una sonrisa en sus labios. Ninjas del clan Kusanagi empiezan a aparecer, descendiendo de los arboles. Se acabo el tiempo de estar en la casa, Saisyu se ha cansado.

Syo mira sorprendido al lado de Orochi, que de pronto se ha encontrado con el cachorro en sus brazos, Hiroshi se lo ha dado, pero el movimiento ha sido tan rápido... Miran a los tres ninjas, los tres tienen la misma mirada, la misma sonrisa desafiante en sus labios.

Alex acerca a Kyo a la puerta de la casa, sus ojos verdes brillando intensamente. Todos ellos se han dado cuenta de la presencia de los ninjas y Kaiji lo ha verificado cuando se ha escondido entre las sombras, viendo a algunos de ellos.

- Cuida de ellos, ahora vuelvo – le dice secamente a Syo. Kyo se molesta por el comentario, no esperaba unas palabras tan frías de Alex, tratándolo como a un invalido, odia tener que depender de otras personas y ahora resulta que Syo también está con ellos, el ninja de ojos ámbar también puede verlo en este estado – Si le pasa algo juro que te mataré – los ojos verdes mirando fijamente a Syo, una amenaza seria, no es ninguna broma, no habla por hablar, si le pasa algo a Kyo... matará a Syo. Una última mirada a Kyo... siente haber tenido que ser tan brusca con el joven, pero están en problemas... Empieza a correr hacia el camino que hay en el bosque. Los ninjas, al verla, empiezan a lanzarse a atacarla, pero son detenidos por los compañeros de la joven.

- ¡Kaiji! Te apuesto lo que quieras a que yo mato a más – grita Hiroshi riendo divertido mientras su corta espada atraviesa el cuerpo de un ninja.

- No vas a ganar – gruñe el ninja castaño, mientras el puñal corta el cuello de otro ninja, alegrándose que todos vayan con el rostro cubierto, así puede matarlos de frente también.

- Creo que voy a ganar yo – comenta Shikai, sus azules ojos brillantes mientras pasa su cable por el cuello de un pobre ninja que ha caído en sus manos, aprieta con fuerza.

- Menos hablar y más matar – les grita Alex con una sonrisa mientras esquiva hábilmente a los ninjas que la atacan. Entra más por entre los arboles, perdiéndose en la oscuridad, desapareciendo.

- Hai – responden los tres a la vez, obedeciendo la orden. El suelo se empieza a manchar de rojo.

El trío sabe que hay demasiados ninjas para ellos, que aunque sean más lentos y peores luchando cualquiera de esas sombras puede matarlos.

Los ninjas intentan llegar hacia Kyo pero los van deteniendo, sin dejarlos avanzar, matándolos uno tras otro, cadáveres esparcidos por el suelo.

El joven Kusanagi está completamente tenso, sintiendo que las llamas piden por salir, querría quemarlo todo y a todos... pero ¿como hacerlo?

Syo está unos pasos por delante de él, vigilando atento, preparado por si algún ninja logra cruzar la barrera que han creado.

Uno de los ninjas lo consigue, pasa, lanzándose hacia él para luego ir hacia Kyo, una espada preparada para cortar al castaño ninja. Syo se prepara para recibirlo pero antes que eso ocurra el ninja que lo atacaba cae al suelo debido a una patada lanzada a su costado. Syo se sorprende, es el joven de cabello blanco que ahora coge la espada que le ha caído al ninja. Este está en el suelo, intentando levantarse adolorido por el fuerte golpe. Pero antes que se levante Orochi le corta la cabeza, separándola del resto del cuerpo, su rostro salpicado con la sangre, lamiendo la que se encuentra cerca de sus labios.

- Esto será divertido – comenta con una risa sádica. Salta hacia donde están los tres ninjas.

- ¡Yo! ¡Raike! Deja que te presente... ese de allí es Kaiji, ya lo conoces – grita Hiroshi mientras su katana no deja de cortar, clavándose en los cuerpos de los ninjas que se le acercan, su mano libre señalando a Kaiji.

- Ore wa Seike Kaiji desu – inclina un poco su cabeza presentándose y luego saltando hacia atrás para evitar que una larga katana lo corte.

- Watashi wa Tenshike Shikai desu. Yoroshiku onegai shimasu – se presenta el rubio formalmente colocándose a su lado, la sonrisa agradable en su rostro mientras lo mira, para cambiar a una más cruel al lanzarse contra los ninjas que se acercan.

- ¡Maldición! – grita Kyo sintiéndose impotente. Todos están luchando, por él. Puede oír los gritos, las risas de Hiroshi, los comentarios fríos de Kaiji mientras sabe que van matando. Incluso Orochi lucha.

- Kyo-sama... esto es demasiado peligroso – dice Syo mirando de reojo a Kyo para volver a mirar hacia el frente, vigilando que ningún ninja se acerque demasiado.

Hiroshi grita al sentir como le rasgan el brazo, haciéndole una profunda y sangrante herida.

- Eres un estúpido – le grita Kaiji y luego es él quien grita al sentir que algo afilado le rasga la piel de la espalda, cortando la piel y las vendas.

- Mira quien habla – ríe Hiroshi sosteniéndose el brazo. Orochi lo ayuda a su lado, el joven moreno no le disgusta. Shikai se encarga del ninja que ha atacado a Kaiji. Sus ojos azules brillando pareciendo desquiciados.

Un ruido de motor y Alex aparece en el descapotable de Benimaru, lo ha encontrado fuera de la mansión y es el mejor auto que hay. Frena bruscamente ante Syo y Kyo.

- ¡Subid! – les grita y Syo va hacia Kyo, poniendo una mano en su brazo, guiándolo hacia el coche. Siente que Kyo esta completamente tenso, su rostro molesto, debe odiar esta situación, pero no hay tiempo. Hace que se siente en el asiento delantero, al lado de Alex mientras él salta a los traseros, sentándose justo detrás del joven.

Alex da gas de nuevo, bruscamente, pasando por el lado de sus compañeros.

Hiroshi salta tirando de Orochi con su brazo sano y yendo a caer en los asientos traseros, junto con Syo. Shikai coge a Kaiji y también salta, cayendo en el capó del auto sosteniendo a Kaiji. - ¿Cómo estáis? – pregunta Alex acelerando más, huyendo de los ninjas.

- Raike y yo estamos bien – dice Hiroshi sonriendo mientras sangra del brazo. Alex aminora al salir por el portal de la mansión para que Shikai y Kaiji no caigan.

- ¿Shikai como estáis? – le pregunta. El rubio se sienta en el capo, apoyando su espalda en el parabrisas y tumbando a Kaiji con la cabeza en sus piernas.

- Yo estoy bien – una leve sonrisa mientras la mira – Pero Kaiji está muriendo – acaba, las lagrimas bajando de sus ojos. El cuerpo de Kaiji moviéndose en convulsiones, la herida ha sido muy profunda. La sangre sale de sus labios sin control. Shikai acaricia el ahora corto cabello mientras mira los oscuros ojos de Kaiji que lo observa mientras la sangre va saliendo – Por favor... ¡Alex date prisa! – grita y Alex acelera más, Kaiji no puede morir.

* * *

Continúa

[ Capítulo 50: Xiuxiueig de Mort ]

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Noviembre, 2002