Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~

Fanfic por Artemis

Capitulo 44: S'ha acabat

- Sería mejor que lo siguieras – dice Alex justo al lado del rubio – y te disculparas – concluye, su voz algo cansada, no es una orden ni nada, solo es un consejo.

- ¿Disculparme? – su rostro se oscurece bajo sus cabellos. ¿Por qué tiene que disculparse? Kaiji se acostó con Hiroshi... él solo ha hecho lo mismo con Benimaru, Alex no sabe nada... Alex no puede entender - ¿Qué te ha pasado? – pregunta, su voz fría - ¿Ya han vuelto a violarte? – pretende herir y lo consigue, Alex lo mira sin entender, sin comprender esa frialdad, mientras siente que las lagrimas piden por volver a salir.

- Hey, hey, hey – grita Hiroshi acercándose y viendo que Shikai esta demasiado frío y eso... es peligroso, muy peligroso, cuando se pone así... mejor calmarlo; se vuelve tan hiriente, se olvida de con quien está y solo hay crueldad en su voz – Tranquilo ¿si? – le sonríe, pero Shikai solo puede ver al moreno que se acostó con su Kaiji; no es su compañero, ni su amigo... es una presa.

Da un paso hacia él, una sonrisa que hiela la sangre, nada de amable, una sonrisa torcida, sus ojos brillando, su presa ante él; lame sus labios como si fuera a saborear el momento pero una mano en su brazo lo detiene... Alex; sus ojos humedos pero sin dejar caer las lagrimas, intentando mantener su rostro calmado, intenta controlar todas las emociones que ahora la golpean con fuerza.

- Shikai... – susurra el nombre de su compañero, su mejor amigo, el que siempre la ha ayudado; siente que sus piernas no la sostendrán por mucho más. Shikai siempre ha tenido dos caras... dos personalidades completamente opuestas... una dulce, amable, comprensiva y cariñosa... la otra cruel, sin piedad, hiriente completamente, fría y calculadora – Shikai... ahora no – cae inconsciente. Shikai como si despertara de un sueño profundo, la sugeta, levantándola en sus brazos.

- Hiroshi – lo llama Shikai, su rostro vuelve a ser el de siempre, sus ojos ya no tienen ese brillo... ese brillo loco en ellos. Su rostro ahora preocupado, viendo a Alex. Hiroshi se acerca a él - ¿Qué ha pasado? – le pregunta.

- Por lo que yo sé... Kyo ordenó a Alex que averiguara si Yagami realmente ha matado a Yuki... – explica el moreno mientras Shikai empieza a subir las escaleras y él lo sigue – Que tontería – murmura para si, evidente para él que fue Yagami – Bueno... luego se fue y se puso ese vestido, una peluca y lentes azules... Intentó encontrar a Yagami sola, pero no pudo – llegan arriba y Shikai entra en el baño principal – Así que llamó aquí, yo cogí el telefono cuando Kaiji... – duda un momento al decir el nombre – salió a buscar ropa, para no ver como me pinchaba – Shikai le da a Alex para empezar a llenar la bañera, Hiroshi mira su rostro inconsciente – Queria hablar conmigo, que la ayudara a encontrar a Yagami, por eso me vestí de gala... – ríe tenuemente, Shikai tocando el agua mientras la bañera va llenándose - ... y salí. Fuimos a ver a mis contactos, a todos, Alex estaba muy guapa de morena – comenta. Shikai se levanta y empieza a sacar el vestido de Alex pero ve que es algo complicado – y yo muy contento – ríe de nuevo – ya sabes que siempre me invitan – Shikai se agacha, tocando las piernas de Hiroshi y sacando la corta katana, con cuidado corta el vestido – Descubrimos que el padre de Iori había muerto y que lo enterraban por la mañana, así que fuimos allí, al cementerio – sostiene el cuerpo inconsciente y desnudo ahora – Alex fue a buscarlo mientras yo me entretenía con el coche de Yagami – pone lentamente el cuerpo de Alex en la bañera, sumergiendo el esbelto cuerpo suavemente, primero las largas piernas, para luego dejar que el agua cubra la cintura, estrecha y firme, de suave piel; el agua sigue cubriendo hasta llegar a su pecho, Hiroshi aparta sus manos lentamente, apartando unos mechones rubios en el rostro de la hermosa mujer que es su compañera y jefe, ese rostro con los labios entreabiertos, sus ojos ligeramente apretados por la angustia que siente, aun estando inconsciente el dolor sigue reflejado – Luego ya no la vi más – observa el agua teñirse de rojo, empezando por la parte superior. Mientras, Shikai, suavemente, pasa un paño por las heridas.

Ambos saben que hacer esto puede hacer que Alex los odie, jamás la han visto desnuda... bueno... Hiroshi sí, que a veces entraba en el baño cuando ella estaba mientras se hacia el despistado.

Las heridas quedan limpias mientras el agua queda de un color rojizo.

Shikai limpia todo el cuerpo de Alex, pequeños rasguños y quemaduras en él. Lo recorre suavemente, tratándola con sumo cuidado, limpia su brazo herido, cuatro marcas de uñas bajando por el brazo tan delicado, la mano suave. Con cuidado hecha el cuerpo de su amiga hacia delante, apoyándolo en un brazo mientras observa la profunda cicatriz en la espalda, larga y sangrando ahora. Mira sus hombros, tan delgados, tan hermosos, pareciendo que una leve presion los puede romper. La espalda, aun con la cicatriz, es delicada, suave piel, blanca y más aun por la parte del profundo corte. Limpia con cuidado, casi con miedo de hacer que se abra más; bajando lentamente por ella, limpiándola cuidadosamente. Vuelve a inclinar el cuerpo de Alex hacia atrás, tan libiano, dejando que él lo guie, se siente extraño; nunca había visto a Alex desnuda y no sabía cuan hermoso podría ser su cuerpo; pensando en como puede ser que la chica lo haya ocultado siempre, cubriendolo con ropa de hombre, haciendose pasar por uno; tanta belleza... y toda oculta, cuando tendría que mostrarla, hacer su vida, pero siendo lo que es... una hermosa mujer, no un ninja. Pasa el paño por el rostro inconsciente, limpiando algun rasguño, por un momento deteniendose a mirar... esos ojos, cerrados, apretados, como si aun sufriera, como si no pudiera escapar del dolor ni estando inconsciente, su cabello algo húmedo, viendose completamente rubio ahora... y esos labios, ve que estan ligeramente pintados de un color rosado, haciendolos resaltar timidamente... pareciendo dulces y suaves, distraidamente los roza con la punta de sus dedos, casi sin darse cuenta y al notarlo sonríe, es tan hermosa.

Se aparta de ella lentamente, aun observando el cuerpo medio sumergido, aun sintiendo la suave piel de Alex en sus manos.

Coge una toalla mientras que Hiroshi vuelve a cogerla en brazos, sin importarle que la joven este mojada y que sus ropas queden igual... es Alex y por ella... lo haría todo y matara a quien sea que le haya hecho esto, aunque está seguro que ha sido Yagami...

Shikai tiende la toalla sobre el cuerpo de Alex, secándola gentil, intentando no apretar y no tocar las heridas, aunque son muchas por suerte ninguna es de gravedad, lo que le preocupa es que Alex debe haber perdido mucha sangre, su rostro está demasiado palido, una blancura excesiva.

La llevan a su habitación, al final del pasillo, tumbándola en la cama. Shikai tiene que vendar toda la herida de la espalda de Alex, de la cintura hasta su pecho. Vigilando no moverla en exceso la visten, poniendo unos pantalones negros para cubrir las largas piernas y un ancho jersey, también negro para que esté tan comoda como sea posible.

- ¿Kaiji lo sabía? – pregunta de pronto el rubio, refiriendose a si Kaiji sabía que Alex estaba con Yagami. Se sienta en la cama junto a la rubia ninja.

- No lo sé – responde el moreno y se agacha frente a él – Shikai... Kaiji volverá - su voz suave, no pregunta, afirma – Él... te quiere mucho – susurra, sin ganas de reír ya, se coloca entre las piernas de Shikai y lo abraza por la cintura, apoyando su frente en el pecho del rubio quien, distraidamente, empieza a acariciar el rebuelto cabello.

- ¿Me quiere? – se pregunta en voz alta – Entonces ¿por qué se acostó contigo? – su voz no suena molesta, solo monotona mientras baja su cabeza, mirando a Hiroshi que la levanta sorprendido, y... aunque la voz suene monotona... los ojos están húmedos.

- ¿Qué? – no entiende a que viene el comentario ¿Kaiji acostarse con él? Eso quisiera - ¿Pero que dices Shikai? ¿Yo y ese? Que asco – dice haciendo muecas de desagrado.

- Hiro... no mientas – susurra Shikai dulce, acariciando el cabello aun, sonriendole tranquilo, sus ojos continuan húmedos.

- Yo... – aparta la mirada ante esos profundos ojos azules - ... estoy... – aprieta los dientes y cierra los ojos fuertemente – estoy enamorado de él – su cabeza baja mientras siente lagrimas también en sus ojos, Shikai es su amigo... pero nunca le ha dicho lo que siente por Kaiji, ¿cómo decirle que esta enamorado de su pareja? No, no podía – Pero no he hecho nada – levanta la cabeza y alza la voz – Kaiji ni tan solo lo sabe – ríe un poco, tenuemente – No quiero que me mate – sonríe, intenta que las lágrimas no se noten en sus ojos.

- Kaiji lo sabe – susurra Shikai, Hiroshi lo mira sorprendido – Tu le dijiste – continua. Hiroshi no puede decir nada, no recuerda haber hecho algo así, no puede haber hecho algo así – En el cumpleaños de Alex, hace un mes, ¿recuerdas?

- Yo... estaba... borracho – el ninja moreno intenta recordar, la imagen de Kaiji tumbado encima suyo vuelve a su mente... estaban ambos tumbados en el sillón... pero no logra recordar nada más... No puede ser que hiciera nada... lo recordaría, no puede ser... – No... recuerdo – dice bajando su rostro, de nuevo apoyando su frente en el pecho de Shikai – No... no vais a dejarlo ¿verdad? – dice en un susurro, el ama a Kaiji, pero sabe que él y Shikai hace mucho que están juntos, sabe que estan demasiado unidos, no puede ser que se separen tan facil, no, no pueden, no deben.

- Ya es hora de terminar con esta farsa, ¿no crees? – dice con una sonrisa tranquila, volviendo a acariciar el negro cabello.

- No puedes – Alex ha despertado y mira a Shikai, sus ojos cansados, sabe lo que han hecho, su ropa es limpia y siente las vendas rodeándola, pero... no va a quejarse... esta cansada... mucho... y... no tiene ganas de discutir sobre su maldito cuerpo de mujer.

- Es lo que debí hacer hace tiempo, Alexandra – le contesta, tocando su frente para comprobar si tiene fiebre. Alex cierra sus ojos ante el contacto... Alexandra... Shikai solo le dice así cuando el tema es serio – Debí haber visto que Kaiji no tiene sentimientos... – su mirada se pierde en algun punto de la habitación – Él... hizo que yo matara a mis padres – sigue diciendo – Sí, mi padre era un borracho que se desquitaba pegando a mi madre y también a mi – sonríe triste – Pero... mi madre era buena, ¡Maldita sea! ¡Y la mate porque él me lo dijo! – grita apretando sus puños, recordando lo estúpido que fue.

Conocio a Kaiji porque iban a la misma escuela, Kaiji entró a mitad de un curso. No era muy distinto a como es ahora, solo que su cabello no era tan largo y no tenía cicatriz, pero su carácter era igual.

Lo hicieron sentar a su lado, pues todos sabían que Shikai era pobre y lo dejaban de banda, asíque el lugar a su lado era el unico libre.

Él lo saludo amablemente pero Kaiji solo gruñó un hola. No dijo nada más en todas las horas de clase, tampoco paraba atencion a lo que decian los profesores. Apoyo su mejilla en su mano e iba mirando, observando, a los alumnos con ojos fríos, según Shikai, demasiado fríos para alguien tan joven. Antes de la última hora Kaiji solo lo miró a él, fijamente, él lo miraba de reojo de vez en cuando y siempre se encontraba con esos ojos mirándolo fijamente, poniendolo nervioso.

Salieron a comer todos, Shikai siempre se ponía a la sombra del mismo arbol, solo, siempre. Vio como todos sus compañeros iban hacia el chico nuevo, rodeándolo y llenándolo de preguntas mientras que a él siempre lo dejaban... su categoria demasiado baja como para poder ser aceptado.

Vio como Kaiji se separaba de ellos, sin decir nada, y yendo hacia él. Al llegar solo se sentó a su lado, silencioso. Un compañero de la clase de Shikai se les acercó y le habló a Kaiji:

'No te acerques a él, es pobre y... un estúpido' lo dijo señalándolo a él quien bajo su mirada, noto que Kaiji lo miraba fijamente unos segundos, luego se levantó para quedar justo en frente del chico, quien sonrió burlón hacia Shikai, pero pronto vió como Kaiji lo jalaba de la camisa acercándolo y beso los labios de aquel chico, soltándolo luego, empujándolo y haciendolo caer al suelo.

'Y a mi me gustan los hombres' fue la primera frase que Shikai oyo de los labios de Kaiji. El chico se fue corriendo e insultando a Kaiji, todos sus compañeros lo habían visto, habían visto el beso... no se acercaron más. Kaiji se tumbó en la sombra del arbol, Shikai estaba muy comfundido, algo nervioso le preguntó si lo que había dicho era cierto y solo recibió un 'Puede' como única respuesta.

Al día siguiente anunciaron que ese chico, al que Kaiji había besado, había muerto, había caido desde lo alto de un decimo piso, un tragico accidente; pero Shikai vio como Kaiji sonreia con maldad al oir la noticia.

De nuevo la hora de comer y de nuevo Kaiji a su lado, de nuevo tumbándose en silencio.

Hora de irse a casa, Kaiji apareció a su lado como salido de la nada, acompañándolo en silencio, Shikai se sentía extraño y no se atrevia a decir nada. Llegaron a su casa y él se detubo; creía que Kaiji continuaría, siguiendo adelante, creía que debían vivir en la misma dirección, pero para su sorpresa vio como Kaiji lo miraba una última vez y se iba por el mismo camino por donde habían llegado, no se despidió, no dijo nada, solo se fue.

A partir de aquí cada día fue lo mismo, Kaiji siempre lo acompañaba, en silencio, pero él no se atrevía a decirle nada, veía como Kaiji se alejaba indiferente de todos aquillos que le hablaban y no quería que se alejara, aun sin hablar... le gustaba tener a Kaiji a su lado... verlo le hacia sentir bien.

La costumbre cambio, una variación. Kaiji un día no se tumbó a su lado a la hora de comer, sino que se tumbó con la cabeza apoyada en sus piernas.

'Habla' le había dicho mirándolo desde abajo, bueno, más bien sono como una orden.

'Yo...' había intentado decir, pero las palabras no le habían salido.

'No voy a irme si me hablas' su voz tan fría, diciendo eso, adivinando lo que pensaba, y no mintió... al cabo de los días Shikai le hablaba, cada vez algo más, relajándose y encontrándose con que Kaiji le respondía, frases cortas... secas quizás, pero respondía y no se iba.

Tumbado en sus piernas, bajo el arbol, Shikai se sentía feliz, se encontró acariciando el largo cabello castaño, hablándole de los problemas con su familia, dándole parte de su comida...

Lo invitó a su casa un día que sabía que su padre no estaría, le daba algo de vergüenza enseñarle su casa pero... quería hacerlo. Su madre los recibió amablemente y los dos entraron en la habitacion de Shikai, pequeña, con solo una cama y un armario pues no cabia nada más. Tenian una tarea de la escuela para hacer, así que ambos se sentaron en el suelo y empezaron. Kaiji no hacia caso en clase, pero siempre entregaba toda tarea que le ponian, vio como el chico castaño frente a él respondía todas las preguntas, rápido.

'Eres muy listo' le había comentado Shikai sonriendo viendo las respuestas y todas estaban bien.

'Son tonterías' había respuesto el chico castaño, haciendo también la tarea de Shikai sin que protestara, imitando incluso su caligrafia. Se sentaron en la cama al terminar, Shikai sorprendido al ver que su amigo era uno de esos chicos prodigio. Kaiji se tumbó, como era su costumbre, en las piernas de Shikai y este acarició el sedoso cabello, mientras hablaba distraidamente de algo, de pronto se dio cuenta que ya no acariciaba el cabello de Kaiji, sijo que acariciaba su mejilla, su cuello, Kaiji solo lo miraba, siempre con esos ojos tan fríos... le sonrió algo turbado y aparto su mano.

Su madre les dijo que ya era hora de dormir desde fuera, así que Shikai se levantó, sacándose la camisa que llevaba. De pronto notó un dedo en su espalda, apretando un golpe que su padre le había dado, le sonrió a Kaiji, no era nada.

Él iba a dormir en el suelo y Kaiji tenia que hacerlo en la cama, lo iba a preparar cuando: 'Cabemos los dos en la cama' le dijo Kaiji, dudo unos segundos, pero acepto. Kaiji también se saco la camisa, dejando ver su torso, aun era muy joven... pero se veía ya muy maduro, se sacó los pantalones, quedando desnudo frente a él para ponerse unos shorts para dormir. Shikai se había encontrado a sí mismo observando el cuerpo de su amigo y sintió que sus mejillas se sonrojaban, era hermoso, sus piernas delgadas, su cuerpo, los brazos... ese sedoso cabello que disfrutaba acariciando, esos ojos tan profundos, fríos pero hermosos, era una lástima que siempre estuvieran cubiertos por los mechones de cabello merecían ser vistos...

Kaiji se metió en la cama, bajo las sabanas, él también se metio, tumbándose a su lado.

'¿Por qué no haces algo con tu padre?' le preguntó Kaiji mirándolo fijamente.

'¿Qué debería hacer?' pregunto, sonriendo tristemente, era su padre, tenía que aguantarlo, soportar sus borracheras.

'Matalo' le contesto, como si la respuesta fuera evidente, Shikai abrió los ojos con sorpresa, no podía estar hablando en serio 'Yo lo hice... con ese chico que te insulto' su rostro frío, explicándolo como si fuera normal. 'Matalo por pegarte y luego... mata a tu madre para que no sufra' su voz sono tan fría, tan indiferente a lo que acababa de decirle.

'¿Pero que dices? No puedo hacer eso' le contestó sorprendido, no podia ser cierto lo que Kaiji le decía.

'Si puedes... y debes... pero si no... ya lo haré yo' le contestó, Shikai no sabía que decir, estaba helado por lo que Kaiji le decía, quiso levantarse pero se encontró con que Kaiji se le había puesto encima, las manos en su cuello. 'Hazlo' una orden seca sin soltarlo... 'Por ti...' continuó '... por mi' concluyó, y Shikai se encontró con Kaiji besándolo salvajemente, acariciando su cuerpo, gemidos ahogados, dolorosamente placentero, placenteramente doloroso, el sudor bañando sus cuerpos, el placer recorriéndolo, entregándose por completo; caricias, besos, lamidas, pequeños mordiscos...

Kaiji dentro de él, él perdido en un mar de sensaciones nuevas y sumamente placenteras.

'¿Lo harás?' le había preguntado Kaiji en algun momento.

'Sí' había contestado, aferrándose al cabello de su amante, su hermoso amante.

'Júralo' continuó Kaiji

'Lo... jur-oh!' dijo al final, cuando el placer se hizo intenso y lo dejó sin aliento durante unos segundos... Juró, juró que mataría a sus padres mientras estaba en brazos de Kaiji, el único que se le había acercado, que estaba a su lado, un chico como él, pero... ¿qué más daba? podia sentir que no podía estar con nadie más, esos ojos tan oscuros, tan fríos lo habían arrastrado a él, ese chico de rostro indiferente... Lo abrazó con fuerza, empezando a sentir lágrimas bajar, su soledad... rota de pronto por alguien tan misterioso, no sabía nada de su vida, pero esa profunda mirada, ese frío carácter, esa extraña calidez que emanaba de él aun cuando se mostraba frío, no sabía como decirlo pero... dentro de esa fríaldad... se sentía calido, a su lado, se le había acercado des del principio, solo a él, dejaba que le hablara... que lo acariciara, se relajaba frente a él, cerraba sus ojos y dejaba que él dijera e hiciera lo que quisiera... ahora ya no se sentía solo pero... 'Lo haré... pero... no me dejes, no me dejes solo' dijo aun sus lágrimas bajando estando en los brazos de Kaiji, tenía miedo que el chico lo dejara ¿y si solo lo había usado para pasar la noche? No, no podía ser, no debía ser.

'No pensaba hacerlo' le contestó y, quizás al ver que Shikai le pedía con la mirada que necesitaba oír algo más, agrego: 'No lo haré... no te dejaré, nunca' mientras besaba de una manera tierna y dulce los labios de Shikai... tierno y dulce beso probiniente de alguien que lo ha traicionado, acostándose con Hiroshi... ahora todo parece falso.

'Te amo' le había dicho él varias veces, y solo recibia besos como respuesta, jamás Kaiji le ha dicho que lo ama, jamás...

Y él cumplió su promesa... Kaiji le enseñó como hacerlo... observar, ver cuando eran más debiles y atacar.

Su padre borracho, golpeando a su madre, él ofreciendole más alcohol con una sonrisa, dejándolo demasiado borracho como para notar cuando le cortaba las venas... disfruto haciendolo, sintió un extraño placer al ver la sangre correr...

Luego... su madre, en el suelo, inconsciente por los golpes. Dudo y vio como Kaiji estaba allí, observándolo entre las sombras.

'Tienes a tu presa... acabala' le había dicho y lo hizo... la acabo.

Así quedó, ante a los ojos de la policia, su padre había matado a su madre mientras estaba borracho y luego se había suicidado cortándose las venas mientras él estaba en casa de su amigo.

Kaiji era un chico prodigio; rico, por la herencia de sus padres y su tío; un asesino que cada vez mataba más por placer que por negocios o necesidad, que cada vez se volvía más salvage, olbidando observar, en su cabeza solo matar... y alguien seguro de si mismo, que conseguia lo que quería. Todo lo que quería... Y él se lo había dado todo, mató a sus padres por él...

* * *

Continúa

[ Capítulo 45: T'estimava   ]

 

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Noviembre, 2002

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