Nota de MiauNeko: Odio a Microsoft Word. Me
pone de mal humor darle formato  a estos capítulos. Lo siento. Sé que se ven
pésimo.
Llegendes de Foc 
~ Jocs Perillosos ~
Fanfic por [Artemis]
CAPITULO 32: ESTRANYS (EXTRAÑOS) 
Kaiji baja por las escaleras, detrás suyo está Kyo, con
una mano en la pared, intentando concentrarse en los peldaños, lentamente bajándolos. El
ninja se detiene al llegar a bajo, Shikai se ha quedado dormido, tumbado en uno de los
sillones, solo lleva una camisa y unos viejos pantalones, y hace frío, así que Kaiji
coge un abrigo que estaba tirado dentro de un pequeño armario ropero al lado de la
puerta. Lo pone encima de Shikai procurando no despertarlo, pero el rubio abre sus azules
ojos. 
  - ¿Ya os vais?  pregunta incorporándose y sonriéndole
    a Kaiji quien aparta su mirado algo turbado  Será mejor que te la lleves tu - dice
    ofreciéndole el largo abrigo, puesto que Kaiji solo lleva una camiseta negra de manga
    larga y ajustada, por debajo de un jersey gránate de media manga y que justo le tapa el
    pecho, y unos pantalones también negros, ajustados a sus caderas y piernas. Su cabello
    está suelto y algo despeinado, no se ha preocupado mucho y un cabello como el suyo se
    debe cuidar, piensa Shikai mientras le ofrece el abrigo, negro también y coge otro para
    Kyo. Puede ver que el joven Kusanagi ahora está algo más relajado, animado incluso,
    acepta que Shikai le ayude a ponerse el abrigo, puesto es una cosa que Shikai siempre ha
    hecho, ayudar. El rubio mira a Kyo, el abrigo le va algo largo, puesto que es suyo, de
    color blanco, pero no le queda mal. Luego vuelve a dirigirse a Kaiji, que no se ha movido,
    el abrigo negro puesto y sus brazos cruzados, su largo cabello escondido bajo el abrigo.
    Shikai se pone detrás de él y, con cuidado, saca el cabello castaño para dejarlo caer
    libre por los hombros y la espalda de Kaiji hasta llegar a sus caderas. El rubio pasa su
    mano por entre el sedoso cabello, a modo de peine  Sería mejor que te lo ataras
     dice distraídamente mientras su vista está fija en el cabello, suave, castaño
    oscuro, brillante. Kaiji pone una mano en el bolsillo de su pantalón y saca una pequeña
    cinta negra, de seda, suave, va a atarse el cabello con ella pero Shikai la coge. 
 
  - Hn... No te entretengas que nos hemos de ir  gruñe el
    ninja castaño al ver que Shikai le empieza a trenzar el cabello. 
 
  - Tranquilo, no hay prisa  sonríe Kyo andado despacio
    hasta el sillón, con una mano delante de él para encontrar el respaldo, lo hace y se
    sienta tranquilamente. En verdad, piensa, Kaiji se ha portado bien... le resulta extraño
    su comportamiento pero no le molesta en absoluto. Sonríe al imaginarse la escena delante
    suyo, Shikai trenzando el largo cabello de Kaiji mientras este pone cara de... de... nada,
    esperando a que termine. 
 
Recuerda una vez en que él y Kaiji estaban solos en esta
misma sala, esperaban a los otros que estaban entrenándose. Kaiji no había ido porque el
día antes se había lesionado el tobillo por un mal movimiento mientras se enfrentaba a
Shikai, por lo que supo fue por culpa de Hiroshi que le hizo una zancadilla para que
tropezara al ir a atacar al rubio de ojos azules. Al tropezar e intentar no caer, puso el
pie mal y el resultado fue una torcedura de tobillo y un intento de asesinato, que por
suerte no resultó gracias a que Alex y Shikai lo sujetaron. 
  Kaiji y él estaban sentados el uno frente al otro, él con
  una cerveza, y Kaiji observaba un vaso de agua y unos calmantes. Kyo vio claramente que
  los calmantes se quedarían allí eternamente o acabarían en la basura.
  El silencio no era desagradable pero hacía tiempo que Kyo
  quería preguntarle "Kaiji... ¿por qué siempre atacas por la espalda?" Hacia
  tiempo que le rondaba la idea por la cabeza, no lo había visto nunca atacar a alguien por
  delante a no ser en los entrenamientos. Noto como Kaiji cambiaba un poco su expresión
  neutra por una cara extraña, como respondiendo '¿No es evidente?', el ninja cerró los
  ojos un instante, parecía que la pregunta le había hecho gracia "¿Has visto la
  cara de estúpido que pone alguien cuando lo matas?" pregunto el joven a Kyo, este no
  entendía bien "No me gusta ver esa estúpida cara... es ridículo" Kaiji
  parecía molesto con la gente que se dejaba matar, parecía como si les recriminase poner
  caras extrañas, pero bien... ¿qué tenían que hacer sino? ¿sonreír? "Antes
  mataba de frente, pero era demasiado ridículo,... además... recuerda que yo era un
  asesino a sueldo... y... solemos matar por la espalda" Kyo se sorprendía cuando
  Kaiji hablaba de esta manera, Kaiji hablaba como si fuera lo más normal del mundo matar,
  como si fuera lo más normal del mundo quitar una vida... Matar o preparar un té ¿qué
  diferencia había para Kaiji? Ninguna, es una cosa que se ha de hacer.
  Vuelve a la realidad cuando oye una ligera tos proveniente
  de Shikai. La trenza de Kaiji ya está terminada y este mira como su compañero tose
  ligeramente.
  - ¿Estás bien?  pregunta Kyo levantándose del
    sillón. Shikai pone una mano en sus labios mientras tose e intenta relajarse para que se
    detenga. 
 
  - No he dormido muy bien esta noche  se justifica el
    joven cuando la tos cesa y sonríe a ambos jóvenes. 
 
  - Hn  Kaiji pone una mano en la frente del rubio sin que
    este pueda evitarlo  Tienes fiebre  dice sin apartar la mano y mirándolo
    fijamente, parece algo molesto porque el rubio no le haya dicho que se encontraba mal. 
 
  - ¿Tu como estás?  pregunta Shikai, cogiendo con su
    mano la muñeca de Kaiji y apartándola suavemente de su frente. Lo mira fijamente
    mientras sonríe al ver como Kaiji no aguanta la mirada, siempre le ha costado aceptar las
    miradas de Shikai. 
 
  - Yo, al contrario que cierto rubio, he dormido toda la noche
     dice sarcástico mientras suelta su mano que aun estaba sujeta a la de Shikai y se
    dirige hacia la puerta Vamos  le dice a Kyo quien empieza a andar lentamente,
    intentando recordar los muebles que hay en la sala y dirigirse hacia donde oye la voz de
    Kaiji, en otros momentos esto le hubiera puesto de mal humor pero le preocupa que Shikai
    se encuentre mal. 
 
  - Kaiji, yo...  intenta decir Shikai pero detiene sus
    palabras, su cara es algo triste y su mirada está baja. 
 
  - ¿Qué?  dice el ninja castaño viéndolo directamente
    y con cara de enfado  Dilo rápido, tenemos que irnos, ya hemos perdido suficiente
    tiempo con lo de hacerme la trencita  su tono de voz varia ligeramente, no tiene
    ganas de oír nada que venga de Shikai, es un estúpido, piensa, está enfermo debería ir
    a dormir. 
 
  - ... yo... me ocuparé de preparar la comida mientras estés
    fuera, haré tu plato favorito  dice primero algo cortado y luego levantando la
    vista sonriente. Kaiji abre la puerta y tocando ligeramente el hombro de Kyo lo guía
    hacia fuera. 
 
  - Haz lo que quieras, si te quieres morir a mí me da igual
     dice al salir, su tono es neutro pero se puede ver su enfado, claramente, cuando
    cierra la puerta y el portazo retumba por toda la sala, el fuerte ruido hace que Shikai
    cierre los ojos. 
 
  - Kaiji... creo que te has excedido con Shikai  dice el
    joven Kusanagi cuando ambos están fuera, enfrente de la puerta. 
 
  - Lo sé  dice el joven, Kyo puede oír que la voz es
    débil, casi un susurro mientras el ninja empieza a andar hacia su moto, aparcada a pocos
    pasos de la puerta. Kyo lo sigue en silencio. Sabe que en realidad se preocupa por Shikai,
    aunque a veces... bueno, nunca lo demuestre. Kaiji sube a la moto y Kyo hace lo mismo
    poniendo las manos en su cintura para saber donde tiene que ponerse. 
 
  - Kaiji... ¿en verdad te encuentras bien?  le pregunta
    al notar que la respiración de Kaiji es acelerada, además... se está comportando
    extrañamente. 
 
  - No  dice al fin el ninja después de unos segundos de
    silencio, pero no da tiempo a que Kyo diga nada más porque arranca la moto rápidamente,
    acelerando haciendo que la rueda trasera arranque trozos de tierra para crear una nube de
    polvo mientras se dirigen a la salida. Kyo tiene que agarrarse fuerte a la cintura para no
    caer hacia atrás, notando todos los músculos de Kaiji en tensión. Cuando están a punto
    de llegar a la puerta de salida Kaiji ve los cuerpos de unos ninjas tirados por el suelo,
    todos muertos... o casi todos... ve que uno se mueve ligeramente en un intento para
    levantarse pero no puede y se queda tendido en el suelo tosiendo sangre  Aguántate,
    hay un bache  dice Kaiji a Kyo mientras con la moto pasa por encima del ninja
    acabando así con él. Sabe perfectamente quien ha hecho esto, Alex, pero por lo visto con
    las prisas no ha revisado si alguno aun respiraba y lo ha dejado agonizando toda la noche.
    Sonríe. Tampoco ha estado tan mal. Todos estos ninjas nunca los han aceptado. A Alex por
    ser extranjero, a Hiroshi por ser drogadicto y a Shikai y a él... Llega a la puerta de
    salida y coge la carretera haciendo que la moto se incline hasta que sus rodillas casi
    tocan el suelo. Kyo se agarra más fuerte... eso no era un bache... se podía oler el olor
    a sangre... 
 
La luz se refleja en el asfalto, el viento generado por la
velocidad roza sus rostros, es frío, pero soportable. Kaiji entrecierra sus ojos, el
viento le molesta. 
  - ¿Pasa algo Kaiji?  pregunta Kyo al notar que Kaiji
    hace un 'Hn' seco, molesto. Ha de poner sus labios cerca del oído del ninja para
    decírselo, sus labios rozan la suave piel de la mejilla de Kaiji cuando este se incorpora
    un poco sobre la moto sin que Kyo se lo esperara. Nota como Kaiji... suelta el manillar
     ¡Kaiji!  grita al notar que las manos de Kaiji están fuera del manillar y
    ahora se dedican a buscar algo en los bolsillos. 
 
  - Estate quieto  murmura Kaiji algo molesto, esta
    sacando sus gafas de sol para evitar que el aire le entre tanto en los ojos, molesta. Se
    las pone y devuelve las manos al manillar justo a tiempo de evitar un fuerte choque contra
    el suelo debido a una curva muy pronunciada. Gira invadiendo el carril contrario, por
    suerte es temprano aun, así que no hay muchos autos. Kyo se relaja, debe confiar más en
    Kaiji, al fin y al cabo... es un ninja y debe saber lo que se hace, mantiene sus manos en
    la cintura del ninja y coloca su rostro tras su cuello, sintiendo el aroma del castaño
    cabello del ninja, suave, agradable. Kaiji por su parte nota los movimientos del joven y
    sonríe, no es que le guste admitirlo... pero Kyo le cae bien. Nota que el joven Kusanagi
    lo envuelve más con sus brazos mientras apoya la mejilla en su espalda, encima de su
    trenza. Continua sonriendo. Quien sabe, piensa el ninja, quizás... si no tuviera
    pareja... Kyo es alborotado, impulsivo y muy sensible aunque generalmente no lo demuestre
    o no quiere parecer débil. Es agradable hablar con él... y... ¿por qué no admitirlo?
    Muy atractivo  Hn, lástima que yo ya tenga pareja  murmura Kaiji con una
    sarcástica sonrisa en sus labios. 
 
  - ¿Cómo?  pregunta Kyo que ha oído lo que el ninja ha
    dicho al estar tan cerca de él. 
 
  - Hn, nada  dice, no esperaba que Kyo lo oyera y su
    sonrisa desaparece, en verdad Kyo tiene un oído muy fino. 'Lástima que tenga pareja,
    lástima que quiera a mi pareja' piensa mientras entran de lleno en la ciudad, viendo que
    el tráfico se hace más denso. 
 
  La luz del sol ilumina el césped del cementerio,
  haciéndolo brillar con luz propia. Reunidos, un grupo de unas diez personas, alrededor de
  un ataúd a punto de ser enterrado. Iori los ve en la distancia. No tiene prisa por
  llegar, las manos en los bolsillos del largo abrigo negro, por respeto a estos lugares o
  quizás a su padre se ha vestido completamente de negro. Un cigarrillo en sus labios va
  consumiéndose lentamente. Su cabello contrasta con la ropa. 
  Todos los del grupo lo ven llegar. Se fija en ellos, los
  más representativos jefes del clan, y, junto a ellos, Sakura, con kimono negro, su negro
  cabello recogido, Iori no puede evitar ver que su madre, ahora, parece haber envejecido,
  unas ligeras ojeras bajo sus ojos le hacen suponer que ha estado toda la noche en vela con
  el cuerpo de su esposo. Meu está a su lado, una sonrisa triste se asoma en sus labios al
  verlo llegar al fin. No dice nada, solo se sitúa al lado de su madre. Saca lentamente su
  mano del bolsillo y coge el cigarrillo para hacer una calada y luego lo tira al suelo
  pisándolo. 
  Girando el rostro puede ver la tumba donde vino a dejar las
  rosas, la tumba de Nagashima. No puede evitar que los recuerdos vuelvan a su mente, la
  lucha contra Kyo, el enfado que mostró el joven Kusanagi al verlo... Atacó primero...
  Kyo atacó primero y... el final, los gritos de dolor de Kyo aun clavados en su mente, tan
  claros, como si aun los oyese... Si pudiera volver atrás, si ahora estuviese luchando
  contra el joven Kusanagi...
  El ataúd desciende, entrando en la tierra, se oye un
  ligero golpe cuando toca el fondo. El sepulturero empieza a cubrirlo con tierra.
  Oye como su madre solloza débilmente, ve sus ojos
  húmedos, ¿acaso lo quería? No tiene porque... su esposo siempre la ignoraba, no le
  hacia nunca caso, entonces... ¿por qué llorar? ¿Por qué sentir pena por la muerte de
  una persona tan cruel? No puede evitar pensar en su muerte... ¿acaso cuando él muera
  habrá alguien llorando? ¿Meu quizás? Sería la única, ella y nadie más... Kyo...
  ¿qué haría el joven Kusanagi? ¿Venir a reírse en su tumba? Kyo venir a visitarlo...
  Kyo ante su tumba... Kyo bajo él... Kyo atado... Kyo intentando liberarse de las ataduras
  de la cama... Kyo sollozando... Kyo... Kyo, Kyo, Kyo! Sacude su cabeza con fuerza mientras
  pasa una de sus manos por su rojo y sedoso cabello ¿Por qué no puede dejar de pensar en
  el joven Kusanagi? ¿Tan obsesionado está?
  Ya no hay nada más que ver, así que los jefes del clan
  empiezan a irse sin decir nada, silenciosos.
  - Vámonos  dice Meu pasando su mano por el brazo de
    Sakura, realmente ve que su tía no está bien. Ha pasado la noche en la mansión y ha
    podido ver como Sakura se pasaba la noche en vela. Ella se ha encargado de dar la noticia
    al resto del clan y hacer los preparativos para el entierro, se ha ido a dormir tarde pero
    Sakura continuaba al lado de su difunto marido - ¿Vienes Iori?  pregunta la joven
    pelirroja al ver que su primo aun no se mueve. 
 
  - Vendré más tarde, tengo cosas que hacer  dice Iori
    secamente, sin moverse ni tan solo para mirarlas. 
 
Sakura y Meu empiezan a irse dejando solo al pelirrojo.
Este empieza a andar, mirando las tumbas, viendo los nombres escritos en ellas, las
dedicatorias. Se puede ver como algunos familiares deben venir cada día a limpiar y como
otros no vienen nunca, tumbas llenas de hierba a su alrededor, sin cuidado, tumbas llenas
de flores, limpias y cuidadas. Levanta la vista y ve a una chica dejando una rosa en una
de las tumbas. Pasa por su lado sin fijarse mucho en ella, solo es una joven vestida de
negro. 
  - Perdón  oye la voz de la muchacha y se detiene
    mecánicamente, volteándose para verla, se fija bien en ella... Su cabello es largo y
    completamente negro, ligeramente ondulado, suelto, cayéndole delicadamente por sobre los
    hombros. Lleva unas gafas oscuras con montura muy fina así que no puede ver el color de
    sus ojos. Su vestido es completamente negro, largo hasta los pies, escotado acabando en
    punta insinuante. Es ceñido por la parte de arriba y por las caderas para luego dejar que
    la falda no estreche las piernas  Siento molestarle, pero yo acabar de llegar a
    Japón  dice la joven con una sonrisa y un acento muy marcado pero intentando
    pronunciar correctamente las palabras. Iori la mira con desprecio  Verá, yo no
    conocer bien esto y voy algo...  se detiene un momento, como si intentara pensar en
    algo - ¿Cómo se dice?... ¿Perdida?  pregunta más a sí misma que a Iori pero
    aclarando así lo que le pasa. Se acerca hacia el pelirrojo, sus labios están pintados de
    un color rosado, bien marcados. 
 
  - ¿Y que?  dice el joven sin mucho interés,
    reconociendo que la chica tiene acento francés. 
 
  - Yo saber que ser... fuera de lo normal pedir esto a
    desconocido... pero mi no conocer a nadie en esta ciudad... Además... necesitar trabajo
     explica la joven que al parecer no le importa el modo en que Yagami la está
    mirando. 
 
  - ¿Y qué quieres? ¿qué te lo busque yo?  dice algo
    irónico, molesto, seco. Le irrita tener que hablar con alguien justamente ahora, le
    irrita tener que hablar con gente a quien no conoce. 
 
  - Sería bueno  sonríe la chica  Pero solo
    quería saber si haber algún lugar que conozca para ir a mirar  no deja de sonreír
     Ah, que mal educada, mi nombre ser Noir  continua la muchacha recordando que
    no se ha presentado - ¿Y usted ser? 
 
  - Yagami Iori  dice secamente el pelirrojo, ve como la
    chica ignora su tono de voz que cada vez es más seco y distante. 
 
  - Encantada  dice Noir acercándose más al pelirrojo y
    dándole un beso en la mejilla, muy cerca de sus labios. El pelirrojo se sorprende un poco
    pero recuerda que es costumbre en Francia saludarse así, aunque eso no quiere decir que
    le haya gustado el gesto, demasiado cariñoso para su gusto. 
 
  - Hn, ¿Y de que quieres trabajar?  dice despótico,
    esta chica no le parece capaz de hacer nada, ni tan solo le parece que sea capaz de
    pensar. 
 
  - Pues... yo en Francia, cantaba, pero poder trabajar en
    tiendas o bares  dice mientras pasa un dedo por la mejilla de Yagami y saca algo de
    carmín que le había quedado marcado con el beso. 
 
  - ¿Cantas?  pregunta el pelirrojo después de tener que
    soportar que la tal Noir le saque el carmín de la mejilla y ver la sonrisa de la chica. 
 
  - Oui  le contesta Noir sonriente, poniendo las manos
    tras su espalda con gesto algo infantil - ¿Conocer algún grupo? ¿O algún bar donde yo
    poder trabajar? 
 
  - Por desgracia... sé de un bar  dice Iori, por nada
    del mundo le va a decir que tiene un grupo, además... la chica debe cantar en francés y
    eso no le interesa, a parte que tampoco le gusta su carácter. 
 
  - ¿En serio? Ser fantástico, ¿dónde estar?  pregunta
    la joven alegre y moviendo ligeramente las manos para expresarse mejor. Pero no deja que
    Yagami conteste - ¿Tu poder llevarme? Por favor  dice pasando sus manos alrededor
    del brazo de Iori, este hace un gesto para apartarse pero no puede, la chica lo tiene bien
    sujeto. ¿Cómo se atreve a tratarlo así? ¡Si ni tan solo lo conoce! En verdad sabe que
    los franceses son muy abiertos pero esto ya es excesivo. 
 
La chica empieza a andar y hace que Iori también lo tenga
que hacer, pues no lo suelta, bueno, se dice Yagami, quizás la chica es algo molesta,
pero no es para nada fea, más bien todo lo contrario, y eso es un punto a favor de Noir. 
  Van avanzando hasta el coche de Iori, un descapotable
  negro, casi nuevo. Yagami ve como Noir se detiene en seco y parece algo sorprendida y
  confusa, con la mirada al frente. Iori sigue la mirada de la chica hacia su auto...
  - ¿Se puede saber que diablos...?  dice Yagami con sumo
    enfado viendo a un joven sentado en el capo de su auto. Este levanta la vista y sonríe
    mientras enseña un pequeño cuchillo de bolsillo. Yagami se separa de Noir y va directo
    hacia el chico sin entender que hace con el cuchillo, aunque tampoco le importa mucho pero
    al llegar al lado de su coche ve que el joven se ha entretenido rasgando la negra pintura
    para hacer un dibujo en el capó. - ¡Bastardo!  Yagami intenta coger el cuello del
    joven que parece algo borracho pero este salta, quedando enfrente del auto. Iori puede ver
    bien el dibujo: un sol, la marca de los Kusanagi dibujada justo en medio del capó. Se
    gira sorprendido hacia el muchacho - ¿Un Kusanagi?  murmura, más para sí que para
    preguntar. No entiende quien es el joven, no parece Kusanagi, sus rasgos no lo son y su
    aspecto deja mucho que desear: cabello revuelto y negro, una camisa corta y ajustada,
    dejando ver su vientre con una serpiente tatuada... 
 
  - No soy un Kusanagi. Ore wa Yakuzai Hiroshi desu  dice
    el moreno mirando a Iori por encima de sus gafas, sus ojos están algo vidriosos. 
 
  - ¿Acaso he de conocerte?  pregunta el pelirrojo
    furioso y encendiendo sus llamas púrpura en la palma de su mano, preparándose para
    quemar a quien le ha rasgado la pintura de su coche. 
 
  - Quizás sería mejor decir que soy un ninja del clan
    Kusanagi  dice sonriente Hiroshi mientras hace una leve inclinación con su cabeza. 
 
  - ¿Tu? ¿Un ninja? No me hagas reír  dice Yagami
    riendo sarcásticamente. ¿Cómo va a ser un ninja del clan Kusanagi si más bien parece
    un drogadicto o un borracho? 
 
  - ¡Oh! Ahora recordar, Yagami Iori de... ¿Cómo dice? 
    salta Noir de golpe acercándose a Iori sin darle mucha importancia a que esté molesto, a
    que quiera enfrentarse a un joven extraño o al simple echo que tiene llamas encendidas en
    su mano - ¡Ah sí! King of Fighters  acaba diciendo la chica, parada al lado de
    Iori. Loca, piensa Yagami para sí. 
 
  - Mmm, bonita novia  dice Hiroshi, no le ha costado
    mucho saber que el padre de Iori había muerto, como tampoco le ha costado saber donde se
    hacía el funeral. Por desgracia no está en sus mejores condiciones. Ha estado toda la
    noche arriba y a bajo hablando con los informadores que conoce, por desgracia, cada vez
    que va a hablar con ellos le 'invitan': cocaína, pastillas... a lo que sea. Sonríe.
    Algún día se va a morir de sobredosis con tanto informador, eso sí, ellos lo han
    ayudado a encontrar al pelirrojo  Y sí, soy un ninja y... amigo de Kyo  dice
    sacándose las gafas y poniéndoselas encima de la cabeza, apartando así algunos mechones
    negros de su rostro. Yagami puede ver bien sus ojos, negros y brillantes, sí, está
    completamente drogado, ve que también están delineados por una línea negra muy fina
    hecha con lápiz de ojos, marcándolos más y resaltándolos, quizás es un drogadicto,
    pero Iori debe admitir que no se ve del todo mal, su aspecto es el de un chico de no más
    de dieciocho años, pero puede suponer que tiene algunos más por su cuerpo, ya bien
    formado. 
 
  - ¿Te ha enviado Kyo?  pregunta Iori con una sonrisa
    despótica en su rostro, aunque aparenta indiferencia, quiere saberlo. ¿Ahora Kyo envía
    ninjas para que lo ataquen? No se ha dado cuenta hasta ahora de cuanto le gustaría que el
    joven en frente suyo fuera Kyo, retándolo para luchar, con su pose de siempre, su sonrisa
    orgullosa en esos labios tan delicados y finos y viéndolo fijamente con sus ojos,
    oscuros, llenos de vida. 
 
  - Mmm... ¿Kyo? No... si lo llega a saber igual me mata 
    dice Hiroshi distraído, sin mirar a Yagami, viendo el cementerio, el césped verde, las
    sepulturas... Una ligera risa escapa de sus labios  Aunque... no sé como lo
    haría... estando ciego  la risa aumenta su volumen es algo chillona igual que la
    voz del moreno, aguda. Iori se molesta, ¿Cómo puede decir que es amigo de Kyo y se burle
    así del joven? El pelirrojo salta para atacarle, sus manos echadas hacia atrás y
    prendidas en fuego púrpura, dispuestas a desgarrar la piel de ese ninja drogado. Hiroshi
    lo ve venir y tiene el tiempo justo para saltar por encima de Yagami y evitar ser quemado
    vivo  Mou... ¿No te da vergüenza atacar a un drogado?  dice Hiroshi poniendo
    cara triste. Iori se sorprende, ¿él mismo admite que está drogado? Eso es algo nuevo,
    nunca ha visto a un drogadicto aceptar que esta a rebosar de cocaína por sus venas 
    Todos tenemos nuestros problemas Yagami-san  dice dándole la espalda al sorprendido
    pelirrojo  Kyo no se va a morir por estar ciego  continua, su voz
    suavizándose, volviéndose algo más grave. Yagami está sorprendido por estas palabras
    que no parecen propias de alguien drogado  Yo puedo morir de una sobredosis en
    cualquier momento y usted, Yagami-san, por el Riot, Kyo no  dice volteándose, su
    rostro serio, baja sus gafas, de nuevo posándolas encima de sus ojos. 
 
  - Parece que desprecias a Kyo, no pareces su amigo  dice
    Yagami, irguiéndose, con gesto de superioridad, es capaz de matar a ese ninja, pero... de
    momento ya ha habido suficientes problemas como para tener uno más. 
 
  - ¿No?  pregunta Hiroshi con una sonrisa en sus labios
     Bueno  se encoge de hombros y luego da un salto para acabar frente a Yagami.
    Este puede confirmar, definitivamente, que es un ninja, pero no entiende como lo han
    podido admitir en el clan Kusanagi siendo un drogadicto. Se mantiene firme pero tensa un
    poco sus músculos al tener al ninja tan cerca, preparado para acabar con él si hace
    falta  Hn... no me extraña que Kyo esté molesto por no poder ver  murmura
    con una ligera sonrisa  Es una autentica lástima que él no pueda ver lo que veo
    yo, es hermoso  la sonrisa sigue en su rostro, no se mueve, más bien se acerca un
    poco más hacia Iori, poniéndose ligeramente de puntillas para estar más cerca de su
    rostro. 
 
  - ¿Y que ves? ¿Luces?  pregunta Iori sarcástico,
    claro, ¿qué va a ver un drogado? Hiroshi entrecierra sus ojos divertido y ríe
    ligeramente ante el sarcasmo. 
 
  - Quizás este drogado...  admite Hiroshi acercándose
    más al rostro de Yagami  Pero sé ver cuando alguien es hermoso  acaba
    diciendo acariciando el rostro del sorprendido pelirrojo quien no se mueve debido a la
    sorpresa, Hiroshi acerca más su rostro al de Yagami, las respiraciones de los dos se
    juntan en una y los labios de Hiroshi están a escasos milímetros de los de Yagami 
    Nya!  el moreno le saca la lengua, da un salto hacia atrás de golpe dando una
    vuelta en el aire para acabar dando la espalda a un furioso y sorprendido Yagami 
    Lástima que no me gusten los hombres  dice volteándose ligeramente y guiñándole
    un ojo a Iori, definitivamente, piensa el pelirrojo, los ninjas de Kyo no son normales.
    Hiroshi se aleja, inclinando ligeramente su cabeza para despedirse de Noir quien sonríe
    tranquila, el moreno se dirige hacia una moto, la suya y sube, cuerda su chaqueta. En
    verdad esta visita a Yagami ha sido de lo más entretenida, ahora tendrán que saber
    porque ha matado a Yuki, pero en estos momentos... a Hiroshi le da completamente igual,
    tiene ganas de continuar haciendo locuras, pero esta vez lejos de Yagami si no quiere
    morir quemado  Kaiji se le parece  susurra para si mismo dando un vistazo a
    Iori quien lo mira fijamente, Hiroshi le sonríe y pone dos dedos en sus labios
    besándolos y haciendo el gesto de tirárselo a Yagami. Enciende su moto y esta ruge con
    fuerza y el sonido se expande por todo el lugar haciendo que el ruido invada por algunos
    segundos el sagrado y silencioso cementerio. Pasa al lado del auto de Iori y levanta una
    mano a modo de despedida  Interesante...  se dice y desaparece junto con todo
    el ruido, dejando el lugar en silencio de nuevo. Yagami se queda observando hasta que ya
    no puede verlo, ¿Qué ha sido eso? ¿Por qué ha venido ese ninja? 
 
  - Wow ser increíble!  la voz de Noir a su espalda le
    hace salir de sus pensamientos, la chica le está sonriendo alegremente  Ser
    fantástico encontrarme con famoso luchador de KoF y más aun poder verlo  la chica
    vuelve a coger el brazo de Yagami - ¿Qué decir ese chico? Yo solo poder entender partes
     pregunta la joven sin soltarlo. Yagami se molesta y saca su brazo de los de Noir,
    no está para tonterías, no entiende que ha pasado aquí. 
 
  - Sube  dice secamente subiendo él en el coche. Noir
    hace un gesto de desagrado al ver que Iori se aparta así de ella pero vuelve a sonreír
    de inmediato. 
 
La chica sube al auto. Iori se da cuenta que la falda de la
chica tiene un lado abierto y al entrar puede ver como le llega casi a las caderas,
dejando ver sus largas y hermosas piernas. Noir nota la mirada de Yagami y le sonríe
pícaramente, poniéndose bien la falda al sentarse, cubriendo sus piernas. Yagami ignora
la sonrisa y arranca el coche. ¿Y ahora que va a hacer? Piensa mientras el viento
producido por la velocidad del auto remueve sus cabellos haciendo que se muevan ferozmente
por encima de sus ojos. 
¿Ahora debe buscar trabajo a una tonta francesa? Sabe que
en el bar donde estaba tocando cuando vio a Kyo buscan chicas... además él tiene que ir
de nuevo a tocar allí. Su grupo ahora debe estar ensayando o tocando algo allí, pero es
por la mañana, no debe haber mucha gente. Si los de su banda están se quedará a tocar,
al menos así no tendrá preocupaciones al menos... por un rato. 
* * *
[ Capítulo
33: Negra Nit ]
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IorixKyo Archive
Mayo, 2002