IorixKyo Archive - Artemis - Llegendes de Foc

Nota de MiauNeko: Odio a Microsoft Word. Me pone de mal humor darle formato a estos capítulos. Lo siento. Sé que se ven pésimo.

Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~

Fanfic por [Artemis]

CAPITULO 33: NEGRA NIT (NEGRA NOCHE)

El auto negro, rasgado por el capó se detiene frente al bar. Yagami baja del coche sin decir nada, ni mirar a la chica, quien sonríe de forma extraña al ver el comportamiento del pelirrojo, y lo sigue.

Iori puede ver como su banda sí está tocando, hay menos de una docena de personas en todo el bar.

Bonito – dice Noir viendo todo el local, sus gafas oscuras aun enfrente de sus ojos aunque la iluminación del local es escasa.
Buenos días Yagami – dice el amo del local contento de ver que el pelirrojo no ha desaparecido y esperando que toque o cante esta noche o ahora mismo.
Esta busca empleo – dice Yagami señalando con el pulgar a la chica morena a su espalda, quien pasa por su lado y tiende, sonriente, su mano al propietario.
Oh, yo no llamarme Esta, mi nombre ser Noir, Noir Nuit – Yagami se sorprende un poco, la chica tiene el rostro volteado hacia él, le sonríe alegremente pero... esa... Otra duda viene a su mente, ¿Cómo es que la chica no ha besado al propietario y en cambio a él si? Malditas francesas, piensa sin dejar de observar a la joven, molesto viendo que la chica es 'selectiva' a la hora de saludar.

El propietario y ella empiezan a hablar sobre el trabajo así que Iori decide ir a tocar un rato con su banda. Empiezan a tocar, la voz grave de Yagami se expande por el local y hace que algunos clientes entren para oírlo, llenándose un poco más el local, en general de parejas jóvenes escuchándolo tranquilamente mientras sus manos están juntas acariciándose mientras él sigue cantando y mirando a cada persona que hay... y... quizás envidiándolos... Siempre ha estado solo, no ha dejado que nadie se le acercara demasiado, las únicas que lo han hecho han sido Mature y Vice... y... Kyo, las únicas personas que... le hablan, con las que puede tener una conversación, aunque con Kyo sean escasas siempre ha pensado que ambos se comprendían mutuamente... Pero, siempre ha pensado que lo mejor es mantenerse aislado, y podía hacerlo centrándose en su banda y en las peleas con el joven Kusanagi, pero ahora... ahora ya no habrá más peleas... ¿Cómo llenar ese hueco? No puede estar todo el día, los siete días de la semana tocando o ensayando. ¿Cómo llenar el vacío? ¿Cómo...? Su mirada se desvía hacia donde está Noir... la mira fijamente mientras la chica aun sigue hablando con el propietario, no sonríe como siempre hace... esta seria mientras habla, sus gestos no son tan infantiles como cuando habla con él, viéndola así... parece una mujer que sabe lo que se hace y lo que quiere, y... ¿por qué no admitirlo? Es sumamente atractiva.

Al terminar la canción ve que el propietario y Noir ya parecen haber acabado de hablar y decide ir a ver como ha acabado el asunto. Al llegar a ellos Noir se le tira encima, abrazándolo por el cuello.

¡Merci Iori! Ya tener trabajo y todo gracias a ti – dice la chica sin soltarlo, cosa que incomoda al pelirrojo ya que tiene el rostro de Noir muy cerca del suyo, su cara sonriente, sus labios pintados demasiado cerca... demasiado tentadores. Mira a su alrededor y ve que todos los del bar están mirando la escena... una feliz pareja de enamorados abrazándose. Iori pone sus manos en los hombros de Noir para alejarla un poco, aunque debe admitir que no es desagradable sentir el cuerpo de alguien abrazándole. Quizás era lo que necesitaba desde hacía días o años más bien. Noir se separa ante el gesto de Yagami pero deja las manos en los hombros de Iori mientras una deliciosa sonrisa está en sus labios – Yo empezar esta noche, pero... mi necesitar encontrar un apartamento – dice la chica sonriendo pícaramente – Tu... ¿saber de algún sitio? – Yagami abre los ojos sorprendido. ¿La francesa lo está tomando por una agencia de trabajo y buscador de pisos en sus ratos libres? Le va a responder algo pero... – Oh, un momento, tengo que ir a la toilette a retocarme – dice la chica, la segunda vez que corta a Yagami en un día de conocerse.

Noir entra en el baño y Iori se queda parado, molesto, y... esperándola sin saber porqué, claro, ¿por qué tendría que esperarla? Pero no se mueve.

La morena sale del baño en pocos minutos, Iori se queda viéndola, se ha pintado los labios con un rosado más oscuro que el que llevaba, sus párpados están ligeramente pintados de púrpura, delineados ligeramente con lápiz de ojos, sus pestañas negras y largas y unos ojos azules... intensos. Nota como se ha quedado mirándola y la chica lo sabe. Aparta la mirada como si no fuera con él.

Bien, ya estar. ¿Tu conocer algún sitio? – pregunta la chica acercándose al pelirrojo y con sus azules ojos clavados en Iori, observando cada movimiento que hace.
No – dice secamente, apartando la mirada de la chica pero puede ver, de reojo, como la cara de la chica cambia la sonrisa por tristeza.
¿Tu estar casado? – pregunta la chica de golpe mirándolo directamente a los ojos.
Claro que no – dice molesto ante lo que él cree una absurda pregunta, ¿Cómo va a estar él casado?
¿Tener novia? – sigue Noir con su interrogatorio
No – vuelve a responder Yagami sin saber a que vienen tantas preguntas de golpe... y sin saber tampoco porque las está respondiendo.
Entonces... tú deber vivir solo. Seguro necesitar a alguien para ayudarte a hacer comida o limpiar – sonriendo ampliamente y dando a conocer sus intenciones.
Y esa persona serías... – empieza Yagami entrecerrando sus ojos ¿qué se ha creído esta francesa? Piensa el pelirrojo malhumorado.
Moi, oui – salta la chica cortando a Yagami por enésima vez en este día.
¿Y que te hace pensar que necesito a alguien que me ayude con el piso? – dice cruzándose de brazos y mirando a Noir como si la quisiera matar.
Ser un hombre – dice la chica como si la respuesta fuera la cosa más evidente del mundo – Los hombres siempre necesitar ayuda en casa – acaba diciendo y mirando a Iori fijamente mientras levanta una mano y la pasa por el sedoso cabello del pelirrojo para arreglarlo un poco, en un gesto muy cariñoso, Iori en un principio se molesta ante tal afirmación, aunque no puede negar que él no se cuida de mantener el piso arreglado. Pero al sentir la mano de Noir por su cabello, sentir una caricia, mira los ojos de la joven quien lo mira fijamente, tiernamente y directamente a los ojos.
Está... bien... – murmura Yagami entredientes, su rostro molesto pero en realidad, compartir la casa con alguien le sentará bien y si ese alguien es una chica atractiva tanto mejor. Noir sonríe feliz y le da otro beso, otra vez en la mejilla, otra vez cerca de sus labios.
Gracias Iori – dice la chica, pero nota que Iori pone un brazo en su cintura, rodeándola y haciendo que se acerque más a él. Yagami la mira fijamente y pone una mano en la barbilla de la joven notando la suavidad de su piel. Noir abre los ojos sorprendida por el gesto del pelirrojo. Sonríe levemente y con sus manos coge la de Iori – Eres muy guapo Iori – dice en un susurro y Yagami sonríe, ya la tiene – Pero yo... – se detiene como si estuviera pensando en que decir, Iori la mira algo curioso – Mi novio acabar de morirse... por eso yo estar en el cementerio – concluye la chica bajando su mirada y soltando la mano de Iori. Este se queda mirándola sin entender... si su novio ha muerto ¿por qué tanto coqueteo con él? Sonríe ligeramente... es una forma de olvidar, coquetear con alguien solo para olvidar, pero sin querer nada más. Bueno, lo entiende... y... quizás estando juntos... ambos puedan olvidar.
Vámonos a casa – dice el joven empezando a andar hacia la puerta de salida del bar.
Iori... – Noir ve como el pelirrojo empieza a andar y se queda parada sin saber bien que hacer, seguirle o no. De pronto ve como Iori se detiene en señal de que está esperándola, así que ella empieza a andar hasta llegar al lado del pelirrojo y para su sorpresa él le cede el brazo. La chica le dedica una muy dulce sonrisa y pasa su brazo alrededor del de Iori. Al llegar al auto Yagami le abre la puerta, cosa que vuelve a sorprender a Noir no puede creerse tanta amabilidad. Se sienta mientras Iori sube también y arranca el auto. Pero antes que pueda ponerlo en marcha ve una moto que frena justo a su lado.
Vaya, vaya – dice el joven que va delante de la moto - Quién me iba a decir que nos encontraríamos con Yagami-san – Iori gira su rostro hacia el joven algo irrespetuoso sin saber quien es, no lo reconoce, mira al joven que va detrás de la moto y lo está mirando fijamente... maldición! ¡No lo está mirando! ¡Es Kyo!
¿Es que siempre nos tenemos que encontrar? – murmura el joven Kusanagi. En verdad esta vez él no lo ha oído simplemente ha notado que la moto frenaba algo bruscamente, y se ha dado cuenta de que era Yagami solo cuando Kaiji lo ha dicho. ¡Maldición! ¿Por qué ha tenido que pararse? Kaiji puede notar lo tenso que está Kyo puesto siente como le clava las uñas en su cintura.
No he sido yo quien se ha parado Kusanagi – murmura entre dientes Yagami molesto por haberse encontrado con Kyo justo ahora que estaba medianamente bien con Noir. Noir... voltea a mirarla y ve como ella mira fijamente a los chicos en la moto, parece sorprendida, debe estar entendiendo lo que dicen... no quiere que Noir sepa lo que ha hecho... lo que le ha hecho a Kyo... está harto de él.
Tampoco ha sido él – replica el joven de delante de la moto, Yagami lo mira con desprecio, el joven también lo mira, con rostro serio.
¿No sabes que es de mala educación no presentarse? – le replica Yagami burlón mientras abre la puerta del auto y se pone en pie.
Si, lo sé... ¿Y qué? – dice Kaiji continuando con su mirada fija en el rostro del pelirrojo, este entrecierra sus ojos, ¿quien es este chico? ¿Este es un amigo de Kyo?
Kaiji... se más respetuoso con el pobre Yagami – dice Kyo con una sonrisa burlona en sus labios, cosa que no sienta muy bien al joven pelirrojo.
¿Ya sabes que tus ninjas no te respetan? – dice sarcástico Yagami, no le ha gustado que Kyo hablara así. El joven Kusanagi sonríe medio triste. Baja de la moto junto a Kaiji, Yagami no aparta la mirada de ellos.
Mmm, yo te respeto mucho... ¿verdad Kyo? – dice Kaiji con una medio sonrisa, muy ligera en su rostro. Yagami no entiende bien lo que el ninja quiere decir – Ore wa Seike Kaiji desu, ninja del clan Kusanagi – Yagami se queda sorprendido ¿otro ninja? ¿Y también habla de tú a Kyo? No parece un ninja, al igual que el otro, el aspecto de este es más arreglado, cabello largo, trenzado, castaño, una cicatriz en su mejilla y unos ojos oscuros, casi inexpresivos.
Vaya, pues ya eres el segundo que conozco hoy – dice sin dejar su pose de superioridad, ve como Kyo pone cara de extrañeza, sin entenderlo.
Sí! Nosotros ver a chico, él decir que ser... ¿Ninja? Ser bonito chico... – Noir interrumpe bruscamente la conversación - ¿Cómo decir que llamarse? Hiro... mmm no recordar – acaba diciendo la chica, está arrodillada en el asiento del copiloto, y apoyada en la otra puerta, su esbelto cuerpo pasando por sobre ambos asientos. Su escote se acentúa más y su rostro es sonriente pero ha dicho todo eso de un tirón. Yagami se la queda mirando, su mirada se suaviza un poco al ver a la joven sonriendo, aunque le parece algo alterada... bueno quien no lo estaría si no sabe lo que está pasando - ¿Tu ser Kyo Kusanagi verdad? – sonríe la chica viendo al joven Kusanagi, este le sonríe, ya había notado su presencia antes que hablara. Se acerca donde oye la voz, pasando al lado de Yagami sin prestarle atención. Noir ve como el chico castaño voltea el coche y por lo tanto ella vuelve a ponerse bien en su asiento. Kyo va volteando el coche con su mano resiguiéndolo para, así, estar más seguro de la dirección que debe seguir. Llega a la puerta donde está Noir y la abre gentilmente. La chica baja cogiendo una mano que le tiende el joven Kusanagi, quien le sonríe dulcemente.
Sí, mi nombre es Kyo – le dice presentándose mejor mientras le besa una mano ante una furiosa mirada del pelirrojo quien no se cree lo que está viendo. Kyo sonríe con la mano de la chica en sus labios. Noir también sonríe.
Encantada – dice la chica cuando Kyo le deja la mano y le da un beso, casi como a Iori... casi porque la única diferencia es que cuando Noir va a besarle cerca de los labios Kyo voltea un poco su rostro, haciendo así que sus labios se junten. Noir se aparta sorprendida pero no deja de sonreír. Yagami aprieta sus puños con fuerza ¿Cómo puede Kyo hacer esto delante de sus narices? – Mi nombre ser Noir – dice la chica aun sonriendo al joven, evidentemente está algo sorprendida, pero no molesta.
¿Se puede saber que te has creído Kusanagi? – dice Iori acercándose al joven y cogiéndolo por el cuello queriendo atacarlo, Kusanagi sonríe burlón. Yagami ve como levanta una mano para ponerla en su muñeca, pero no es eso lo que Kyo hace, sino que la levanta a la vista de Iori, enseñándole el dorso.
¿Vas a romper tu promesa Yagami? – dice Kyo con una sonrisa burlona en su rostro, mostrándole un anillo plateado, su anillo – No más luchas – concluye el joven posando su mano en la de Yagami y apartándola lentamente. Iori siente la mano de Kyo en la suya, su sorpresa hace que deje que el joven Kusanagi le guíe la mano hasta soltarle.
Te lo dio... – murmura el pelirrojo por lo bajo mirando la mano del joven y comprobando que Alex sí le dio el anillo.
Mmm, tenga cuidado con lo que le hace a Kyo, Yagami-san – Iori oye la voz del ninja en su espalda y siente algo punzante entre sus costillas. Gruñe algo que no logran entender.
Déjalo Kaiji – dice Kyo con voz firme – Por favor – su voz se suaviza de golpe, su rostro se relaja, una sonrisa cansada en sus labios, Iori se queda viendo este cambio tan drástico de actitud. El ninja retira el cuchillo, que tenía preparado para clavárselo a Iori, con un ligero 'Hn' de desaprobación. Kyo suspira profundamente y... sonríe dulcemente como Iori jamás lo ha visto sonreír – Gomen Yagami – Iori se sorprende aun más... la sonrisa más dulce que le ha visto... y... ¿es para él? – Estoy teniendo una semana horrible y estoy algo exaltado, me altero demasiado – dice mientras pasa su mano por su cabello con gesto cansado. Iori no puede creer que le hable así... como si... no hubiera pasado nada entre ellos. Como si el pelirrojo no fuera el responsable de... haberlo dejado ciego... haberlo... violado... – Me gustaría hablar contigo... a solas – dice el joven Kusanagi, sus ojos abiertos, cualquiera diría que su mirada es penetrante, cualquiera diría que puede ver... pero Iori sabe que no es así.
Kyo... hay prisa – dice Kaiji quien se apoya en el coche de Yagami y ve el dibujo que ha dejado Hiroshi en el capó del auto 'Loco' piensa mientras se imagina como Hiroshi ha hecho el dibujo – Tenemos que... –
¡Lo sé Kaiji! – grita Kyo girándose hacia el ninja, molesto de que le recuerde que tienen que ir al hospital... además... ha sido Kaiji quien se ha parado al ver a Yagami. El pelirrojo se sorprende, de nuevo puede ver a Kyo molesto y esta vez no es con él. Sonríe, no está mal al menos mantiene a sus ninjas a raya.
¡Ya estoy harto de que me grites maldito niño mimado! – grita Kaiji, esta situación lo está cansando demasiado, tener que preocuparse por los caprichos de Kyo es algo que no le gusta, Kyo está ciego pero no es el único que tiene problemas... claro que no... Kyo no es el centro de la tierra y nunca lo será. Él tiene otras cosas que hacer a parte de cuidar de Kyo, si lo hace es porque lo considera su amigo y no su jefe – Si no regresas en diez minutos yo me largaré – dice amenazante mientras Kyo se sorprende, Kaiji parece muy molesto y alterable el día de hoy. Kyo abre los ojos más de lo normal... ¿Quizás es porque...?
¿Kaiji acaso tu...? – pregunta el joven Kusanagi algo arrepentido por no haber pensado en eso. Yagami no puede entender nada de lo que está pasando ¿Kyo deja que uno de sus ninjas le grite de esa forma? Si fueran ninjas del clan Yagami... ya estarían muertos.
Sí Kyo, he de ir a una estúpida revisión – dice el ninja levantándose del capó y mirando a Kyo fijamente, este puede notar la mirada de Kaiji y baja su rostro.
¿Ya ha empezado? – pregunta el joven, levantando su rostro. Iori puede ver como el rostro de Kyo muestra una sincera preocupación hacia el ninja y no entiende el porque, no comprende de que están hablando.
¿Se puede saber de que hablan? – gruñe al fin, algo cansado de ver esta escena tan extraña, Kyo parece que tiene una estrecha relación con sus ninjas, demasiado apegado a ellos.
Que tengo el SIDA – dice Kaiji mirando a Yagami sin variar su mirada neutral - ¿Algún problema con eso? – replica el joven ninja, Yagami se queda parado ante una afirmación como esa... el primer ninja admitió ser un drogadicto y ahora este admite que tiene el SIDA... no puede creérselo.
Pero... estaba inactivo – dice Kyo como queriendo explicarle a Kaiji que no puede encontrarse mal – Hace mucho que está inactivo – continua... desde que conoce a Kaiji siempre ha sabido que tenía el SIDA, no puede ser que ahora el virus haya despertado, no ahora, no.
Tú lo has dicho: estaba inactivo, ahora ya no – dice Kaiji indiferente, ¿qué más da? Para alguien como él, que la muerte solo es... nada, algo que pasa en un momento de la vida... que se muera alguien o que se muera él mismo ¿qué importa? Siempre ha creído que la vida de las personas no vale mucho, ¿por qué tiene que importarle la suya propia?
Kaiji... – susurra Kyo. Nunca ha aceptado pensar en que Kaiji algún día moriría... nunca ha pensado en que el virus se activaría en él... lo mismo piensa de Yagami... ¿cómo va a morirse por culpa del Riot alguien como él? Pero... jamas lo había pensado... de ninguno de los dos... ¿Cómo pensar en su muerte si ambos están bien?
Perdón, yo no entender... ¿tu tener SIDA? – pregunta Noir entrando en la conversación y mirando a Kaiji con sus ojos azul intenso de una manera triste y parece bastante afectada por lo que ha oído.
Sí – dice Kaiji secamente, mirándola directo a los ojos.
Francesa, no debería preocuparte eso – dice Yagami en tono duro, no entiende como los ninjas de Kyo pueden ser tan extraños y tampoco entiende la preocupación de los ojos de Noir.
Oh... – dice Noir bajando su rostro – Es... que... mi novio morir de SIDA – acaba diciendo algo titubeante la joven. Iori ve que ha metido la pata por segunda vez con ella, la ve alegre y luego hace que se ponga triste... igual ha hecho con Kyo... desde siempre...
Lo siento – susurra Kyo acercándose un poco donde oye la voz de la joven y dándole el pésame con una ligera sonrisa de condolencia.
Gracias... – Noir se queda observando los ojos de Kyo por un instante – Tu tener unos ojos preciosos – le dice al fin, sonriéndole al joven. Kyo se queda parado, sus ojos abiertos y sin saber que decir, sorprendido ante el comentario. ¿Cómo se atrev...? – Y una linda mirada – continua Noir, sonriente sus ojos entrecerrados haciendo la sonrisa más dulce. Kyo cierra los puños con fuerza. Oyen una risa, es Kaiji, su risa suena fuerte y divertida e incontrolada.
Kaiji... – dice Kyo completamente sorprendido, jamás, en toda su vida ha oído la risa del ninja y si es extraño que alce la voz aun lo es más que se ponga a reír. Kyo sonríe – No hace gracia – pero no puede evitar reír también, la risa de Kaiji es hermosa y contagiosa... y bueno... lo que ha dicho ella... tampoco es tan grave... y sí... hace gracia. Yagami se queda sorprendido... bueno... Noir no ha notado que Kyo está ciego... pero es extraño que se ponga a reír en vez de decirle... ¿o quizás prefiere que Noir piense que él ve?
Ven chica – dice Kaiji aun riendo, jamás se hubiera pensado que reiría de semejante manera pero en verdad la cosa le ha hecho mucha gracia. El ninja pone una mano en el hombro de la muchacha y la guía hasta dentro del bar – Te voy a contar algo – dice lo suficientemente fuerte como para que Kyo y Iori lo oigan. Ambos jóvenes se quedan solos. Kyo aun ríe aunque más flojo.
¿Vamos a tomar algo Yagami? – dice girándose hacia donde sabe que está el confundido pelirrojo, aun mantiene la sonrisa en sus labios – Tu novia es muy graciosa – le dice mientras se le acerca, deteniédose a su lado.
No es mi novia – replica secamente Yagami viendo al joven, no entiende el comportamiento de Kyo... en un segundo su actitud cambia como del día a la noche.
¿Ah no? Pues es muy guapa... – le sonríe el joven Kusanagi.
Sí, pero... ¿¡Qué!? – se detiene Iori reparando en lo que acaba de decir Kyo, ¿guapa? Claro que es guapa, ese no es el problema... pero... ¿Cómo diablos ha podido saberlo Kyo? ¿Acaso él ha podido ver...?
Es broma, Yagami – dice el joven con una ligera risa escapando de sus labios, sus ojos entrecerrados.
Estás de muy buen humor Kusanagi – dice el pelirrojo, algo molesto por que Kyo se tome estas libertades con él. El rostro de Kyo cambia y se pone serio.
Perdona, no quería molestarte – se disculpa - ¿Hay algún sitio donde podamos hablar? – acaba preguntando, mientras oye que la gente de la calle habla tranquilamente de sus cosas, el sonido de los tacos en punta de las elegantes mujeres, sonido de empresarios con prisa por llegar a sus oficinas...
Creía que me odiabas – susurra Iori con una sonrisa sarcástica y voz burlona. Kyo pone cara de no entender.
Yagami... – sonríe al fin, levantando su mano, posándola en el pecho del pelirrojo para llevarla hasta el cuello de este y acariciando ligeramente con la punta de sus dedos el rojizo cabello – Claro que te odio – le susurra con una sonrisa pero esta es dulce - ¿Cómo no hacerlo? – le pregunta apartando la mano... Yagami entreabre sus labios, sintiendo que no debería haber preguntado pero sorprendido, Kyo parece ser el de siempre... orgulloso, pero algo más sarcástico, un sarcasmo hiriente. Kyo por su parte solo intenta que su mano no tiemble, que no lo haga su cuerpo... dios... solo se está refugiando en el sarcasmo para no ponerse a temblar, esta situación le esta costando tanto de mantener... Yagami... tan cerca de él. Solo espera que en verdad Yagami no le haga nada... porque si lo hace... Dios... solo pensar en tener que enfrentarse a Iori siente un miedo que ni tan solo sintió cuando lucho contra Orochi.
Ven – le dice Yagami empezando a andar hacia un callejón donde está la puerta trasera del local, donde hay un pequeño camerino para él. Se voltea al ver que Kyo no lo sigue, el joven Kusanagi tiene el rostro bajo. Para Kyo es una mala hora para seguir a Iori... hay demasiada gente... demasiados pasos distintos, demasiada gente con la que puede toparse... aprieta sus puños. Levanta su rostro al notar una mano en su hombro – Vamos – le dice Yagami poniéndose al lado de Kyo y bajando la mano del hombro del joven hasta su espalda. Nota un ligero temblor proveniente de Kyo al hacer el gesto pero no por eso aparta la mano, sino todo lo contrario, rodea la espalda de Kyo con su brazo, acercándolo más hacia sí. El joven Kusanagi se tensa, Yagami lo nota, y gira su rostro hacia el lado contrario de donde está Iori con la cabeza gacha y sin saber porque... se imagina la escena que debe ver la gente... un alto pelirrojo rodeando con su brazo la cintura de otro joven. Siente que su rostro se sonroja levemente y no sabe porque, quizá por la vergüenza. Nota que el joven Yagami empieza a andar y por lo tanto él también se ve obligado a hacerlo, andando despacio por entre la gente... oye algunas palabras sueltas de la gente '¿Has visto que chicos más guapos?' una joven '¿Esos dos van abrazados?' una mujer 'Mira mamá, ¿esos dos chicos se quieren?' una niña pequeña, el rubor crece en su rostro... ¿Yagami también lo habrá oído? Dios! ¿¡Pero en que está pensando!?

Llegan al callejón y Yagami aparta su brazo de la espalda de Kusanagi para buscar las llaves que el jefe del local le había dado. Las encuentra y abre la puerta, algo corroída por el tiempo y el desuso. Pone su mano en el hombro de Kyo para hacerlo entrar, pero el joven Kusanagi hace un gesto para apartarse, algo brusco.

Aquí ya puedo seguirte sin necesidad de que me toques – murmura entre dientes algo molesto por tener que haber pasado por esto.
Como quieras – murmura a su vez Yagami en tono indiferente mientras empieza a andar hacia su camerino. Kyo ahora puede oír bien los pasos del pelirrojo así que lo sigue por el pasillo, posando ligeramente la mano en la pared ya que no conoce bien el lugar. El pelirrojo se detiene y abre la puerta de su camerino, dejando que Kyo entre, este así lo hace y Yagami cierra la puerta tras de sí con un golpe seco que hace que Kyo se tense ligeramente mientras aprieta sus puños. Iori no se mueve, Kyo no se atreve a hacerlo porque no sabe como es el sitio donde se encuentran – ¿Perdido Kyo? – susurra Yagami malignamente casi en el oído del joven. Kyo siente como su mano le sangra debido a la fuerza con que se está clavando las uñas.
Un segundo – una voz suena en la cabeza de Kyo, de repente como una ráfaga puede ver la habitación, pequeña, con un pequeño sillón verde algo viejo ya, una silla enfrente de un espejo... voltea rápidamente, un pelirrojo con el rostro algo confuso por el movimiento del joven Kusanagi, no sabe que le ha cogido de pronto pero ve que sus ojos están abiertos y parece que lo mira fijamente.
Yagami – susurra Kyo mirándolo, pero siente una punzada en sus ojos y debe poner su mano en ellos y un ligero quejido escapa de sus labios mientras siente que sus piernas se doblan pero no cae... Iori lo sujeta por los hombros. Instintivamente Kyo pone una mano en la muñeca de Yagami, mientras la otra sigue en sus ojos, se aferra al pelirrojo como si eso pudiera aliviar el dolor que siente, sus ojos le arden como lo hicieron cuando Iori se los quemó, siente las llamas quemándolo, es mucho peor que cuando Azumi le dejo ver cuando estaba en el coche con Benimaru.
¿Qué te pasa? – pregunta Yagami confuso, no entiende que está pasando ¿A Kyo le duelen los ojos? ¿Tanto daño le hizo que aun sienta el dolor? Se agacha lentamente junto con Kyo que aun le apresa fuertemente la muñeca, haciéndole daño, pero ahora no es lo que más le importa.
Me arden – susurra Kyo, el dolor se le hace insoportable, su respiración está acelerada, siente como si estuviera a punto de desmayarse por culpa del insufrible dolor. Nota como Yagami aparta la mano con la que él lo tenía sujeto, se resigna a sufrir solo pero de pronto nota como Iori pasa sus brazos alrededor de su cintura y lo atrae hacia él, Kyo siente demasiado dolor como para apartarse, lo único que logra hacer es pasar sus brazos alrededor del cuello del pelirrojo, clavando sus uñas, casi sin darse cuenta, en la espalda de Yagami. Este no dice nada, no se queja, solo aprieta más a Kyo contra sí, esperando pacientemente, acariciando con una de sus manos el cabello del joven, en un vano intento para hacer que se calme. Kyo nota la caricia, en otro momento empezaría a temblar... pero duele demasiado. Se aferra más – Haz que pare – susurra mientras cierra sus ojos con fuerza y siente las lágrimas venir a ellos, no se lo dice a Yagami, sino a Azumi, pero este parece haber desaparecido, no nota su presencia.
Kyo... yo... – susurra Yagami sin saber que más hacer a parte de quedarse con él, abrazándolo, arrodillados los dos – Perdóname – dice al fin mirando el rostro de Kyo en su pecho, el joven Kusanagi levanta un poco la cabeza intentando abrir los ojos a pesar del dolor.
No hay nada que perdonar... no ahora – dice, sus ojos abiertos, sin ver... ardiéndole de forma insoportable, Iori pasa una mano por el rostro del joven Kusanagi.
¿Por qué me haces esto Kyo? – le susurra, pero no molesto - ¿Por qué cada vez que intento olvidarte apareces? – mantiene su mano en el rostro del joven, acariciándolo.
Entonces... perdóname tú a mí – intenta sonreír Kyo débilmente pero el dolor es demasiado fuerte, no lo va a soportar más... ¿no va a cesar nunca?
Estúpido... – susurra Yagami con una sonrisa sarcástica, pasando la mano por la nuca de Kyo y sosteniendo su rostro en alto, la respiración del joven Kusanagi está muy acelerada, su boca entre abierta para poder controlar el aire y cogerlo mejor, sus ojos entrecerrados por el dolor, sus manos aun posadas en la espalda del pelirrojo. Este baja su rostro acercándolo más al de Kyo – Kyo... – susurra con voz dulce, el joven Kusanagi nota el aliento de Iori rozando dulcemente su rostro.
¿Qué... qué haces? – dice entrecortadamente Kyo, tanto por el dolor como por el miedo al notar el rostro de Yagami tan cerca del suyo. El pelirrojo deja escapar una ligera risa.
¿Tu que crees? – continua susurrando, cada vez más cerca del joven, cada vez sus labios más cerca, sus respiraciones unidas ya.
Por favor... Yagami, no... yo... – intenta protestar Kyo entre el dolor y el nerviosismo, cada vez puede sentir el rostro de Yagami más y más cerca del suyo, el miedo que siente se mezcla con algo más... algo que no acaba de entender, miedo a que lo bese junto a un... deseo de volver a sentir sus labios. Cierra los ojos, solo esperando, solo esperando a que todo termine ahí... que Yagami no lo vuelva a... La respiración de Yagami tan cerca de su rostro hace que olvide por un segundo el dolor, que por un segundo olvide el miedo.
Kyo – la voz de Kaiji se oye al otro lado de la puerta, buscándolo.
Maldición – susurra Yagami entre dientes apartando su rostro del de Kyo. Este, por su parte agradece la interrupción, no sabe que le ha pasado, ¿En verdad iba a dejar que Yagami lo besara? No, no puede ser... él lo ha dejado ciego, ha sido por el dolor... Nota que ahora ha cesado, e intenta incorporarse, las manos de Yagami en sus hombros para ayudarlo, su cuerpo se tensa ¿¡Cómo ha podido dejar que Yagami se le acerque tanto!? Hace un movimiento brusco, soltándose así de Iori.
Jamás vuelvas a intentar esto – le susurra cruelmente entre dientes, se siente como un animal atrapado, una presa frente a su cazador, tiene que salir de aquí, necesita alejarse de Iori, da un paso hacia atrás, intentando alejarse del pelirrojo, pero lo único que consigue es topar contra el sillón que antes había visto y caer sentado en él, maldiciendo por lo bajo su suerte, nota sus manos temblar, sus brazos... todo su cuerpo. De nuevo siente ese miedo atroz que sintió cuando Yagami lo estaba... violando.
Tu querías hablar conmigo Kusanagi, no yo – dice el pelirrojo indiferente a las palabras de Kyo, acercándosele. El joven castaño intenta levantarse pero una mano de Iori en su hombro se lo impide, haciendo fuerza para que quede sentado, Kyo alza su rostro, intentando saber donde están los ojos de Yagami, si pudiera verlos... si pudiera saber si están brillando con maldad o solo se está burlando.
Suéltame – le exige, manteniendo su cuerpo completamente tenso, está en desventaja, no puede defenderse bien, el sitio es demasiado pequeño, tiene que salir de aquí, tiene que hacerlo y tiene que hacerlo ahora mismo.
¿Y si no quiero? – dice Yagami cruelmente, cosa que hace que Kyo empiece a sentir auténtico pánico - ¿Qué vas a hacer? ¿Llamar al ninja para que te salve? – se burla cruelmente el pelirrojo. Kyo aprieta sus dientes con fuerza, su orgullo le impide llamar a Kaiji... su maldito orgullo. Baja su rostro y suspira profundamente.
Haz lo que quieras – la tensión en sus músculos desaparece, relajándose. Su orgullo le impide pedir ayuda... así que... ¿para qué esforzarse? Nota que la mano de Yagami se aparta de su hombro y espera cualquier cosa que le haga.
Eso haré – murmura Yagami con voz cruel, agachándose hacia Kyo y besando su cuello y luego lo muerde suavemente, el joven Kusanagi solo cierra los ojos y voltea su rostro esperando a que todo pase pronto. Yagami lo empuja suavemente, haciendo que se tumbe en el sillón quedando encima del joven – Deberías intentar disfrutarlo Kusanagi – le susurra al oído para luego morderlo suavemente sin hacer daño, Kyo nota que Yagami no se comporta de la misma manera que la primera vez, ahora es más dulce pero aun así... ¿cómo olvidar lo que le hizo...?
No puedo – dice el joven en un susurro, su rostro volteado, sus ojos abiertos, húmedos.
¿Y... por qué? No eres el primero que pasa por este camerino ¿sabes? Y todos han quedado satisfechos – le susurra lentamente, haciendo que voltee el rostro con su mano, suavemente.
Todos los que han pasado por aquí lo han hecho por que querían, Yagami – le contesta, una lágrima bajando por su mejilla, una lágrima que no ha podido contener, ¿cómo hacerlo? – Me... me imagino... que algunos serían... más lanzados que otros... – su voz es entrecortada, las palabras no le salen - ... algunos te tendrían enorme respeto mientras los poseías... pero... ¿alguna vez te has encontrado con alguno que te tenga miedo? – acaba preguntando manteniendo los ojos abiertos.
¿Qué quieres decir con eso Kyo? – pregunta Yagami sin entender o más bien sin querer entender, mira fijamente a los ojos del joven bajo suyo, brillantes.
Yagami... yo... te... te tengo miedo – admite al fin, tragándose todo su orgullo por primera vez en toda su vida. Yagami se queda parado, sin saber que decir o que pensar... ¿Kyo le tiene miedo? Se levanta y se sienta en el sillón, al lado del joven Kusanagi que sigue tumbado, sin moverse. No puede creer lo que ha oído... pero... tendría que alegrarse ¿no? Es lo que siempre ha querido... que Kyo le tuviera miedo... entonces... ¿por qué siente como si lo acabaran de golpear? Pone su cabeza entre sus manos, intentando aclarar lo que está pasando aquí, aclarar sus pensamientos y... sobretodo, sus sentimientos. Nota como Kyo se mueve y ve como el joven castaño se sienta a su lado.
Te tengo miedo Yagami... yo... ya no sé que pensar de ti – dice con una ligera sonrisa en su rostro, ahora ya lo ha dicho ¿qué más da repetirlo? – Antes te respetaba... eres un gran rival. Incluso llegue a admirar tus mejoras y a intentar mejorar yo... Llegue a... esperar nuestros encuentros ¿sabes? – le explica Kyo con la mirada al suelo, sin dejar de tener una sonrisa en sus labios, una triste sonrisa – Me gustaba pelear contigo... y aunque sabía que eras un Yagami y que lo que querías era matarme a mi me daba igual... sabía que respetarías los combates, no eras un tramposo o un traidor... pero... pero ahora... ¿qué he de pensar Yagami? – esta vez Kyo voltea el rostro hacia el pelirrojo quien lo mira sorprendido ante las palabras del joven Kusanagi – Admito que el quedarme ciego fue culpa mía... al fin y al cabo... yo te ataque primero, ¿ne? Yo fui el causante de mi propia desgracia – Iori cada vez está más sorprendido, ¿Kyo se culpa a él mismo por haberse quedado ciego? – Pero... ¿Por qué tuviste que hacerlo? – las lágrimas empiezan a bajar por el rostro de Kyo - ¿por qué tuviste que violarme? Todo por un estúpido regalo... – una ligera risa por su parte – Quizá... también tengo la culpa de eso, ¿verdad? – Iori queda asombrado ante la imagen y las palabras de Kyo, su rostro sonriendo mientras las lágrimas caen de sus ojos muertos... muertos como parece estar él, muerto en vida – Pues... perdóname, perdóname por haberte atacado en el cementerio, perdóname por quererte regalar algo por tu cumpleaños, perdóname por querer ser tu amigo, perdo... –
¡Calla! – grita Yagami de pronto, no puede soportar esto, ¿cómo puede Kyo disculparse por eso? Si al menos lo hiciera burlándose, pero no. Lo esta diciendo enserio, sinceramente – ¿¡No ves que nada de lo que ha pasado es tu culpa!? – continua el pelirrojo, mirándolo fijamente – ¡Maldita sea Kyo! Yo te deje ciego, Yo te viole, Yo no tu – Kyo abre más sus ojos, las lágrimas ya han dejado de caer - ¿Cómo puedes ser tan cruel? – acaba diciéndole moviendo la cabeza negativamente sin entender el comportamiento tan sumiso de Kyo, ¿es culpa suya? ¿él ha hecho que Kyo se haya vuelto así?
¿Interrumpo? – dice Kaiji abriendo la puerta de la habitación, haciendo que ambos jóvenes se sorprendan ante la inesperada entrada. Tras él está Noir, mirando por encima del hombro de este.
Ka... Kaiji – dice Kyo algo sorprendido con la cabeza girada hacia la puerta donde se encuentra el ninja. Este mira a Kyo... ve su cabello algo revuelto y sus ojos rojos, húmedos - ¿Cómo nos has...?
¿Encontrado? – corta el ninja adivinando la pregunta, Kyo hace un gesto afirmativo con la cabeza – Fácil, he seguido los gritos – dice Kaiji sin inmutarse y sin cambiar la expresión neutra de su rostro.
Oui Iori, hemos oído que gritabas ¿pasar algo malo? – dice la joven francesa entrando en el pequeño camerino quedando de pie frente a ambos jóvenes. Kyo le dedica una sonrisa a la joven mientras Yagami aparta la mirada, no tiene ganas de hablar. Kyo se levanta, posando su mano en el hombro de Iori quien no puede evitar sorprenderse.
No te culpes por nada – le dice con una sonrisa en el rostro, Yagami levanta la cabeza sorprendido y mirándolo fijamente sin entender – Nada es culpa tuya... te lo juro, créeme – acaba diciendo alegre y le guiña un ojo, cosa que deja a Iori sin saber que hacer o decir – Y tu, gatita... – dice el joven volteándose hacia donde sabe que esta la joven - ... cuídalo – acaba diciendo refiriéndose a Iori y se dirige hasta Kaiji quien lo espera en el marco de la puerta – Adiós Yagami, hasta pronto, gatita... nos... veremos – dice con una ligera risa y sale del camerino junto con Kaiji.
¿Gatita? ¿Por qué llamarme gatita? – dice la chica confundida, pero no molesta.
Eres una gata juguetona y te metes donde no te llaman Noir – dice Yagami levantándose pero sin mirarla.
¿Pardon? ¿Qué querer decir? – de pronto la joven se encuentra envuelta en los brazos de Yagami que la estrecha contra él.
Kyo está ciego – susurra Yagami mientras nota que sus ojos se humedecen... todo lo que ha pasado hace un rato... le parece demasiado...
Lo sé... – susurra Noir, muy flojo
¿Lo sabes? – pregunta Iori algo sorprendido.
... el joven de la cicatriz decírmelo... – explica en voz baja mientras nota que Yagami la estrecha aun más contra sí al decirlo – Iori... ¿qué pasar? – pregunta queriendo saber que ha pasado mientras ella y Kaiji hablaban.
Nada gatita, nada – dice Iori sin querer pensar en lo que ha sucedido, casi lo vuelve a hacer... casi vuelve a violar a Kyo ¿Por que no puede contenerse? Tener a Kyo tan cerca hace que actúe de una manera que ni él mismo creía ser capaz de actuar.
Iori, ¿tu vas a decirme gatita eternamente? – murmura la joven, correspondiendo al abrazo y apoyando su mejilla en el pecho de Iori.
Sí – responde el joven pelirrojo dando por terminada la conversación y abrazándose a Noir oliendo el suave perfume de la joven, olor a lirios.

* * *

Continúa...

[ Capítulo 34: Una Companya ]

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Mayo, 2002