Nota de MiauNeko: Odio a Microsoft Word. Me
pone de mal humor darle formato  a estos capítulos. Lo siento. Sé que se ven
pésimo.
Llegendes de Foc 
~ Jocs Perillosos ~
Fanfic por [Artemis]
CAPITULO 31: QUAN CRUEL POTS SER? (¿CUAN CRUEL
PUEDES SER?) 
  - Yuki... Ai shiteru  ah, se está tan bien aquí,
    al lado de Yuki, tumbados en la playa, su mano delicada posada en mi pecho mientras me
    mira, sus ojos son tan hermosos y profundos, estaría aquí eternamente, con ella a mi
    lado. 
 
  - Kusanagi  una voz cerca nuestro, nos levantamos,
    Yagami. ¿Qué hace aquí? Me pongo delante de Yuki, no voy a dejar que la toque. 
 
  - Kyo  eh!? La voz de Yuki, me giro, no está. Miro
    hacia Yagami, Yuki está desmayada en sus manos ¿Cómo...? Me preparo para atacarle,
    gritándole que la suelte, pero es demasiado tarde, veo con horror como el cuerpo de Yuki
    arde en llamas purpuras, sé que grito fuerte, resuena por toda la playa. Mis llamas me
    envuelven. 
 
  - ¡Te mataré, Yagami!  le grito, él sonríe
    cruelmente, el cuerpo de Yuki se ha convertido en cenizas, voy a matarle, él ha matado a
    Yuki. ¿Por qué? ¿¡Por qué?! Yagami no se pone en posición defensiva, me da igual, lo
    mataré. Salto hacia él con todas mis fuerzas, mi fuego ardiendo en mi mano derecha,
    pidiendo sangre con la que avivarse aun más. Recive mi golpe de lleno, en el estomago, su
    cuerpo se encurva y su frente queda apoyada en mi hombro. Oigo una risa. No es la típica
    risa de Yagami, suena distinta. Volteo mi rostro hacia mi hombro, donde él sigue apoyado,
    me sorprendo al notar unas manos en mi cintura que me estrechan, la risa no cesa por eso.
    Levanta su rostro hacia el mío. Los recuerdos golpean mi cabeza con fuerza. 
 
  - Azumi...  siseo al ver que es Azumi quien me rodea
    con sus brazos y ahora me mira fijamente mientras sonríe, su aspecto es el que casi
    siempre le veo, cabello rojo, con dos mechones cayéndole al lado de su rostro, hermoso,
    sus profundos ojos azules, siempre resulta hermoso, maldito. Ahora lo recuerdo todo, sí,
    uno de los dos pelirrojos ha matado a Yuki, mi Yuki. 
 
  - ¿Qué tal, pequeño?  me dice con su rostro muy
    cerca del mío, puedo notar su respiración tocando mi piel suavemente, sigue sin
    soltarme... ¿Por qué no intento zafarme de él? No me está cogiendo tan fuerte como
    para que no pueda sacármelo de encima... pero... - ¿Qué te pasa pequeño? ¿Estás
    triste?  me dice sonriente mientras aparta una de sus manos de mi espalda para
    posarla en mi rostro y apartarme algunos mechones que me cubren los ojos. 
 
  - Tu... ¿Has matado a Yuki?  le digo frío y
    logrando al fin que mi cuerpo reaccione y me aparto de él de golpe, Azumi parece
    decepcionado con mi acción. 
 
  - ¿Yuki? ¿Quién es?  pregunta haciéndose el
    molesto por mi gesto de rechazo hacia él. No me creo que no sepa quien es Yuki, debe
    saberlo, si está continuamente en mi cabeza ha de conocer a las personas que están cerca
    de mi. 
 
  - Sabes quien es, no lo niegues, es mi novia  le digo
    entre dientes y apretando los puños con fuerza para contenerme de golpearle el rostro.
    
 
  - Querras decir que: Era tu novia  me dice ampliando
    su sonrisa... Maldito, sí sabe quien es, y me está echando en cara que está muerta de
    la manera más cruel posible. 
 
  - Tu la mataste  le digo, controlándome, debe
    haberla matado él, al fin y al cabo el cogió el cuerpo de Iori... ¿pero realmente él
    sería capaz de matar así? 
 
  - Yo no he matado a nadie  me dice secamente, parece
    que incluso molesto por lo que le he dicho, su rostro ya no tiene su sonrisa habitual, se
    gira, dándome la espalda y empezando a andar por la playa, una leve brisa sopla haciendo
    mover su cabello, sus mechones rojos, con el sol del mediodía. Las marcas que va dejando
    en la arena van desapareciendo cubiertas por las olas tranquilas. De pronto oigo como sus
    pisadas resuenan... pero no puede ser... miro a mi alrededor y todo se oscurece... y la
    luz vuelve tan rapido como se ha ido... estoy en el castillo, Azumi sigue andando hacia
    delante, hacia el final de un pasadizo. 
 
Estamos en el segundo piso del castillo, lleno de luz por
las decenas de ventanas, miro hacia fuera... el sol brilla, puedo ver los campos verdes,
un verde intenso. Algunos pájaros volando por encima de ellos, blancos, libres de
preocupaciones, solo dejándose llevar por la brisa. 
  - ¡Azumi!  oigo una voz llamando al pelirrojo, este
    está detenido al final del pasillo. Veo como Raike aparece al otro lado, subiendo por
    unas escaleras, corriendo y sonriendo. Lleva algo en sus brazos, cerca de su cuerpo. Oigo
    que Azumi se acerca, andando hacia el joven mientras este está un momento quiero,
    sonriendo e intentando recobrar algo de aliento. Yo también me acerco al chico, parece
    que ha crecido un poco, su cuerpo está más delineado y su voz se ha vuelto un poco más
    grave, pero conserva la mirada de un niño. Azumi y yo llegamos a la altura del cansado
    joven  Mira, es para ti  dice extendiendo sus brazos y puedo ver a un pequeño
    cachorro negro, medio dormido en los brazos de Raike. Azumi lo coge, delicadamente en sus
    brazos poniéndolo comodo mientras esboza una hermosa sonrisa. Cuando está con Raike no
    parece tan... no sé... nunca parece nada, solo que con Raike se ve feliz... quizás...
    ¿lo ame?... pero... ¿qué sabrá Azumi del amor? 
 
  - Gracias  le dice Azumi con el cachorro durmiendo ya
    en sus brazos y agachándose ligeramente para posar sus labios en los de Raike. No puedo
    evitar pensar que realmente quiere a Raike... o... lo quería, por lo que él me dijo esto
    que veo ya pasó hace tiempo. Se aparta y sigue con su sonrisa en sus labios, lamiéndolos
    ligeramente. Los tres oímos un ruido y nos volteamos, es esa... eso... ese monstruo
    descendiendo de unas escaleras al final del pasillo, donde antes había estado Azumi. Se
    dirige hacia nosotros, veo como Raike da unos pasos hacia atrás con cara medio asustada
    medio molesta  Baja, ahora vengo  dice Azumi poniendo una mano en la barbilla
    del chico mientras con la otra aguanta al cachorro que se mueve ligeramente. Raike asiente
    con la cabeza, bajando rápidamente las escaleras, agradeciendo, supongo, alejarse del
    monstruo. Veo como Azumi coge al cachorro por la piel de detrás del cuello y lo levanta
    mirándolo fijamente, el cachorro gime débilmente ante este despertar. 
 
  - Es bonito  digo mirando al cachorro. No se queja
    mucho el pequeño, se acostumbra a estar sujeto, al fin y al cabo es como los lleban las
    madres... bueno quizás no del todo pero hacen algo parecido. El monstruo no se mueve, no
    esta muy lejos de nosotros, no me gustaría que se moviera ahora. Azumi sí lo hace, se
    dirige se dirige hacia una de las ventanas y ¿¡Qué!? Ha... soltado al cachorro, lo ha
    dejado caer al vacio... dos pisos más abajo - ¡Azumi! ¿Qué?  grito al ver lo que
    ha hecho. 
 
  - No me gustan los perros  me dice girándose hacia
    mi y sonriendo - ¡Maldito monstruo!  grita de pronto y yo no entiendo el porqué
    hasta que oigo los pasos acelerados de Raike. 
 
  - ¿Qué ha pasado?  dice el chico asustado al oír
    el grito. El monstruo hace un sonido horrible. 
 
  - Este monstruo... ha tirado al cachorro  dice Azumi
    acusando falsamente al monstruo... aunque no sabría decir quien es el monstruo aquí. El
    monstruo empieza a emitir sonidos desagradables, lo miro... es... horrible, su boca
    abierta, su mandivula cortada dejando ver pequeños hilos de piel que unen la mandivula
    superior con la inferior. 
 
  - ¡¿Por qué haces esto!?  le grito furioso. Veo
    como Raike mira con rabia al ser, con los ojos húmedos por lágrimas, claro, era el
    regalo que él ha hecho a la persona que más quiere. Mientras, Azumi se acerca al
    muchacho que ahora es casi albino. 
 
  - Perdóname, no he podido evitarlo  se disculpa
    Azumi... No entiendo como puede ser así... hacer lo que hace. A veces puede ser tan
    dulce... y luego hace algo como esto y me arrepiento de pensar que tal vez sea bueno, que
    quizás realmente puede amar a Raike. 
 
Todo queda congelado. El castillo desaparece, solo quedamos
nosotros cuatro en medio de la oscuridad. Pero los cuerpos se van difuminando, están
estáticos mientras desaparecen. 
  La luz vuelve, vuelvo a estar en la playa, Yuki a mi
  lado, mirándome con su encantádora sonrisa en sus dulces labios. A lo lejos, sentado en
  la arena, veo una figura, de cabellos rojos, Azumi, está de cara al horizonte, sus ojos
  cerrados, y una ligera sonrisa en sus lábios. El sol en su cara la ilumina, su palidez
  contrastando con el rojo cabello moviéndose suavemente por la brisa marina. Sus rodillas
  dobladas y sus manos en la arena, dejando que el calor del sol lo invada.
  Me volteo a mirar el rostro de Yuki, es estraño... se
  que siento algo por ella... pero en estos momentos... no diría que lo que siento sea
  amor...
  - Descubriré que ha pasado  le digo a Yuki quien aun
    sonríe, le cojo una mano y la beso, está algo fría, levanto mi mirada, y le dirijo una
    última sonrisa  Te lo prometo  digo mientras dejo a la joven y veo como
    desaparece. Ando hacia Azumi y cuando llego hasta él me siento a su lado, él no habre
    los ojos, sé que ya sabe que estoy a su lado, miro al horizonte también... viendo el
    sol... el mar... simplemente... viendo  ¿Mataste a Yuki?  le pregunto,
    realmente no sé porque, pero no estoy alterado, ni tan solo me siento molesto. 
 
  - No, no lo hice  me responde Azumi, y lentamente veo
    como se desliza por la arena hasta quedar tumbado en ella, posando sus manos en su
    estomago, dejando que el sol ilumine todo su cuerpo. 
 
  - Te creo  digo sin saber porqué, solo noto como hay
    una sonrisa en mis labios mientras miro el cuerpo de Azumi, recuerdo como le salieron las
    alas, como cambió... como se convirtio en otro ser... hermoso también. Veo como Azumi
    abre los ojos, su mirada no es como siempre, está... ¿confuso? Sí, no se esperaba que
    dijera esto. Se levanta poniendo su rostro cerca del mío, mirándome algo cuestionante.
    
 
  - ¿Me crees?  me pregunta sin dejar de mirarme, ni
    yo de mirarlo a él... sus ojos, azules... intensos, cuando se transformó eran rojos,
    hermosos. Su cabello corto, rojo, con esos mechones largos a los lados de su rostro,
    cambiando al transformarse para volverse negros, con mechones rojizos, largos y de
    apariencia suave. Sus labios, finos y delicados, ahora separados por la sorpresa de mis
    palabras. Es un monstruo por hacer lo que hace... pero... no lo es... 
 
  - Sí, te creo  digo, se que estoy sonriendo, lo sé,
    y continuo haciéndolo cuando lo noto, estoy bien aquí, estoy bien así. No quiero pensar
    en nada, no quiero recordar nada. Paso una mano por la mejilla de Azumi, me acerco a él y
    pongo mis labios encima de los suyos, son dulces, suaves. Mantengo mi mano en su mejilla
    mientras paso la otra por su cintura hasta llegar a su espalda y atraerle hacia mi. Siento
    una de sus manos por mi cuello, y... 
 
  - ¿Cómo te atreves?  apretando mi cuello y haciendo
    que me tenga que tumbar en la arena debido a la fuerte presión, me suelta suspirando. Y
    poniéndose en pie  Será mejor que te despiertes y definas tus sentimientos,
    pequeño, porqué estás yendo por el camino equivocado  me levanto también, no sé
    porqué lo he besado, no sé porqué le creo, no sé lo que me hago... desde que lo
    conozco mi vida ha cambiado tanto... Pero ¿por qué lo he hecho? A caso Azumi... me...
    ¿gusta? No puede ser... debe ser otra cosa... pero... es tan hermoso...  ¿A caso
    no lo ves?  dice Azumi mirándome fijamente, yo no entiendo lo que quiere decir, me
    levanto lentamente  Es por mi aspecto  dice resignado  ¿Crees que me
    hubieras besado si yo tuviera el aspecto de ese monstruo?  su voz se dulcifica y
    vuelve a tener su acostumbrada sonrisa, ¿es cierto lo que dice? Debe ser eso... su
    aspecto es hermoso, atrayente. Se acerca a mi  Aunque...  dice poniendo un
    dedo en sus labios y pone cara como si estubiera pensando, concentrado - ... quizás...
     posa la mano en uno de los mechones pasando sus finos dedos a modo de peine, los
    mira  es por el color de mi cabello  dice para acabar sonriendo
    abiertamente... 
 
  - ¿Qué?  digo sin comprender lo que quiere decir
    con eso, ¿A que viene hablarme del color de su cabello? 
 
  - Nada  me dice volteándose, dándome la espalda,
    oigo su risa apagada, el viento sopla fuerte, elevando la arena, haciendo que me venga al
    rostro y tenga que cubrirme y cerrar los ojos. 
 
  - Kyo... Kyo... despierta...  Shikai toca levemente el
    hombro del joven para despertarlo, ya es por la mañana y tiene que ir al hospital. Él no
    ha dormido en toda la noche... 
 
  Acababan de entrar en la habitación, Hiroshi se había
  ido, Kaiji se había metido en la habitación y, ahora, él y Benimaru estaban
  cambiándose para dormir. Él ya se había cambiado y Benimaru salía del baño con una
  camisa que él le había prestado amablemente, esta era blanca, cayendo por debajo de sus
  muslos. Se veía bien.
  - ¿No sabes donde puede haber ido Alex?  preguntó
    Benimaru sentándose en la cama y mirándolo fijamente. No sabía porque pero cada vez que
    Benimaru le miraba parecía que lo odiaba, esos ojos... mirándolo furtivamente e
    intensamente. 
 
  - Ya se lo he dicho... suponemos que ha ido a buscar un sitio
    para que podamos ir  le dijo con una sonrisa, intentando mantener la mirada. 
 
  - ¿Va a tardar mucho? ¿Cuándo va a volver?  pregunto
    el insistente luchador del King of fighters. Se veia nervioso y con ganas de ver a Alex,
    preocupado por él. 
 
  - No sé... depende... es difícil encontrar algún lugar para
    que podamos estar todos  explico claramente... y era verdad... pero solo a medias.
    Ya había un sitio donde podían ir, lo había, el problema era que ese lugar era la
    antigua casa de Alex. Estaba abandonada, bueno... no del todo... había un criado que se
    ocupaba de ella... pero murio hacía un año y Alex no quiso poner a nadie más... Hacía
    años que no la pisaba y no quería hacerlo... todo lo que esa casa le daba eran malos
    recuerdos, recuerdos que él, Shikai, no sabía... solo que mataron a sus padres pero no
    sabía nada más... el como o el porque no lo sabían... Lo único claro era que Alex no
    quería volver a pisarla. 
 
Una vez pasaron cerca, en una misión, iban en coche.
Hiroshi conducía, todo un peligro ya que iba drogado. Su misión era simple, llebar a un
Kusanagi a hablar sobre unos tratos, el problema era que el sitio donde tenían que
llebarlo estaba bastante cerca de la mansión de los Yagami, por eso fueron. El Kusanagi,
de unos cuarenta años, iba delante. Detrás iban Alex, sentado al lado de la ventanilla,
Kaiji en la otra y él en el medio. Era mediodía. 
  Para llegar a su destino tubieron que pasar muy cerca de la
  casa de Alex, bueno no se le podía llamar casa... más bien parecía una mansión. Vio
  como Alex abría los ojos más de la cuenta mientras miraba la casa fijamente, como si no
  hubiera nada más... solo la casa. Y cuando pasaron por delante de la valla que no
  permetía el paso a quien quisiera entrar noto el cuerpo de Alex temblando, como una hoja.
  Sabía que jamás había vuelto a entrar desde que murieron sus padres, pero ya era mucho
  tiempo el que había pasado aun así... Alex seguía evitando cualquier conversación con
  lo que a su familia se refería.
  - ¿Dijo algo antes de irse?  preguntó Benimaru, estaba
    sentado, mirándolo fijamente, vio que sus ojos realmente mostraban preocupación y algo
    de nerviosismo, sus manos estaban encima de sus rodillas, unidas, juntándose sin parar de
    moverse. 
 
  - No... solo se fue  tubo que decir al final, en
    realidad Alex se había ido muy rapido, sin tiempo de despedidas, no habían tenido ni
    tiempo de hablar cuando regresó con Kyo  Solo nos dijo que se iba y que mañana en
    la mañana tenemos que llevar a Kyo al hospital  dijo recordando lo único que les
    había dicho Alex, casi no había dicho nada más. 
 
  - ¿Al hospital? ¿Por qué?  siguió con su
    interrogatorio casi sin dejar pasar un segundo entre la respuesta y la pregunta. 
 
  - El médico le ha dicho que hay una pequeña posibilidad de
    recuperar la vista... no sé mucho más, solo esto  dijo algo apenado puesto
    esperaba poder saber algo más para poder confirmar si las posibilidades eran elevadas o
    no... pero Alex se fue demasiado rápido. Le pareció algo raro que se fuera así, bien
    sabe que estaba preocupado por Kyo pero ¿al punto de no decir casi ni adios? Algo debía
    haber pasado en la habitación, Kyo le debía haber dicho algo para dejar a Alex en ese
    estado, frío y sin querer hablar... pero ¿qué le podría haber dicho para dejarlo así?
    
 
  - ¿Puede recuperarla? ¿Qué tanto sabes? ¿Solo eso? ¿Lo ha
    dicho Kyo?...  
 
El interrogatorio siguió hasta el amanecer... 
  - ¿Quién...?  pregunta Kyo abriendo los ojos, más por
    costumbre que por nada, no está situado aun, ha dado demasiadas vueltas y no recuerda
    donde ha acabado. 
 
  - Soy yo, Shikai  dice el rubio atento, Kyo se incorpora
    en su cama levemente, ha dormido bastante, pero aun así... sus sueños son tan confusos.
    Pone una mano en su frente. ¿Qué diablos ha hecho? Ha besado a Azumi... ¿¡Por qué!?
    Siente que lo odia, él mismo le ha dicho que todas las desgracias que le están pasando
    son por su causa, entonces ¿por qué lo ha besado? Le resulta extraño, cuando está
    despierto o en sueños ve como Azumi mata a alguien o hace alguna barbaridad siente que
    quiere matarlo... que si pudiera lo ahogaría o lo quemaría o cualquier cosa con tal de
    deshacerse de él. Y entonces, sin saber porque, se encuentra con él, solos, sus ojos
    azules, su rostro... y olvida todo el odio y solo está con Azumi, solo lo ve... y se
    pierde en los profundos ojos... su cabello... ¿Su cabello? ¿Por qué le habrá
    mencionado el cabello?  Kyo  la voz dulce de Shikai rompe sus pensamientos, es
    una voz calmada, pausada, parece algo cansada y es que Shikai está realmente cansado, no
    ha podido dormir y era una de las cosas que necesitaba  Venga, tienes que ir al
    hospital, levantate  dice poniendo una mano en el hombro de Kyo para que este se
    levante... Kyo recuerda su visita con el hospital... una operación... ¿Podrá volver a
    ver? No quiere ni pensar en la operación, no quiere admitirlo pero tiene miedo... 
 
  - ¿Sale o no?  dice Kaiji en tono frio entrando en la
    habitación, Hiroshi no ha vuelto y han decidido que sea él quien lleve a Kyo al
    hospital, Benimaru sigue dormido y Shikai está cansado  Nos vamos, levantate de una
    vez  su tono está duro está molesto, pero ni él sabe bien porqué. Kyo se
    sorprende ante el tono de voz, si bien en general es frío no suele levantar la voz para
    nada. Se levanta, se ha dormido vestido... no tiene ganas de vestirse... no tiene ganas de
    que lo tengan que ayudar a vestirse... ¡Maldición! ¡No tiene ganas que lo operen! 
 
  - No voy a ir  dice al fin, no quiere que lo operen,
    ¿para qué? Las esperanzas son casi nulas, ir a operarse es perder el tiempo, tiene que
    esperar a que Alex regrese y hacerlo en el hospital no le gusta. 
 
  - ¿Cómo?  pregunta Shikai confundido sin entender
    porque el joven Kusanagi ha decidido no operarse así como así. 
 
  - Tú vas a ir al hospital y te van a operar  la voz
    fría de Kaiji resuena por la habitación, más fría de lo normal, exigiendole,
    ordenandole. 
 
  - ¿¡Como te atreves a hablarme así!?  grita Kyo
    furioso  Por no ir al hospital no va a pasar nada! Si me operan voy a quedar ciego
    igual, lo sé!  continua Kyo molesto de que Kaiji se haya atrevido a hablarle así. 
 
  - A mi no me grites mocoso!  grita Kaiji, por primera
    vez en su vida ha gritado, molesto, y tiene motivos para estarlo, Kyo debería saber que
    mientras haya una posibilidad tiene que usarla, no dice que tenga que aferrarse a ella,
    pero tampoco empezar así, diciendo que no va a servir. Kyo y Shikai no pueden estar más
    sorprendidos, Kaiji ha gritado... siempre es tan calmado... que un ligero aumento en su
    tono de voz ya es sorprendente. 
 
  - ¡No me digas lo que he de hacer!  le responde Kyo
    reaccionando. Oye los pasos de Kaiji acercándosele. 
 
  - Kyo...  susurra Kaiji delante del joven, su tono
    suave, como si estubiera... ¿preocupado? Kyo no entiende lo que le pasa a Kaiji  Te
    vienes al hospital!  grita al fin, y dando un golpe certero en el estomago del joven
    Kusanagi, quien no se lo esperaba, tiene que inclinarse un poco hacia delante debido al
    dolor. Quizás Kaiji es solo un ninja, pero sabe donde golpear y la fuerza que debe usar.
    Kyo apoya su frente en el hombro de Kaiji intentando coger aire. Shikai mira la acción de
    Kaiji, no es que la aprueve, pero él también cree que Kyo debe ir al hospital así que
    decide no intervenir  O andas hacia la moto o te llevo en brazos, decidete, pero
    irás al hospital  dice Kaiji recobrando al fin su tono de voz normal, manteniendose
    frío. Shikai sale de la habitación... Kaiji sabe arreglarselas solo. Kyo no se mueve,
    solo se oye su respiración resonar en la habitación, el ninja sigue impasible, esperando
    una respuesta. Nota un ligero movimiento por parte de Kyo, pero no es para levantarse,
    solo es un leve movimiento de sus hombros, un sollozo. Se sorprende al notar los brazos de
    Kyo alrededor de su cintura. 
 
  - Perdóname  susurra Kyo muy flojo, casi inaudible,
    pero puede oírlo  Yo... tengo miedo, Kaiji...  dice con voz apagada,
    avergonzado de decir esto, pero a la vez algo más calmado de poderselo decir a alguien. 
 
  - Lo sé...  susurra también Kaiji y Kyo nota como este
    corresponde al abrazo, acariciando con una mano el cabello del joven Kusanagi, lentamente,
    pausadamente  Pero tienes que ir Kyo  continua susurrando, ahora dulcemente,
    una sonrisa tranquila en sus labios  Sino siempre te vas a arrepentir de no haberlo
    hecho  continua. Kyo no puede creer que sea Kaiji quien le esté hablando, tan
    dulce, tan calmado... ¿es así como debe comportarse con su pareja? Tan... ¿Cariñoso?
    Una mano de Kaiji se posa en su mejilla haciendo que levante la cabeza, sus ojos están
    humedos pero las lágrimas no han bajado  Kyo... sabes que Alex, Shikai e Hiroshi
    harían cualquier cosa por ti, ¿verdad?  le pregunta pero sin modificar el tono
    suave de su voz. Kyo solo baja la cabeza a modo de afirmación  Yo también 
    concluye el joven y se gira para empezar a andar hacia fuera, se detiene en el marco de la
    puerta al ver que Kyo no lo sigue, voltea y ve al joven parado, su mirada se entristece un
    poco... ¿no es suficiente lo que le ha dicho? Si le ha gritado, le ha abrazado! Qué mas
    puede hacer para que Kyo vaya al hospital? Perdido en estos pensamientos no ha notado que
    Kyo ha levantado su rostro y se sorprende al verlo sonreír, con los ojos abiertos, como
    si lo estubiera mirando. 
 
  - Gracias  dice el joven Kusanagi, en verdad se siente
    mejor ahora  Vamonos  acaba y empieza a caminar hacia donde siente la
    presencia de Kaiji. 
 
* * *
[ Capítulo
32: Extranys ]
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Mayo, 2002