Nota de MiauNeko: Odio a Microsoft Word. Me
pone de mal humor darle formato a estos capítulos. Lo siento. Sé que se ven
pésimo.
Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~
Fanfic por [Artemis]
CAPITULO 30: ASSAIG D'UNA NOVA ETAPA EN DO
MAJOR (ENSAYO DE UNA NUEVA ETAPA EN DO MAYOR)
- ¡Hey! ¡Yagami! ¿¡Estás aquí!? una voz hace que
el pelirrojo despierte sin saber en donde se encuentra, cierra y abre los ojos un par de
veces intentando adaptarse a la luz de la sala donde se encuentra. Reconoce el lugar, es
su casa, está tumbado en el sillón. Se sienta lentamente, intentando recordar. Lo
último que vio fue... fue... Kyo! Kyo había ido donde él tocaba, habían hablado...
¿de qué?... las últimas palabras de Kyo antes de irse... 'Te odio' un susurro, tan
cruel, sincero... Luego... Kyo y Alex abrazados y... nada más, su mente está
completamente en blanco. Pone una mano en su frente, está fría, como si acabara de
llegar... Mira el reloj, abre los ojos sorprendido, han pasado tres horas desde que vio al
joven Kusanagi ¿Qué ha hecho durante estas tres horas? Intenta recordar y solo consigue
que la cabeza le dé una fuerte punzada - ¡Oi! ¿Yagami, estás allí? una voz
grabe, la que lo ha despertado, al otro lado de la puerta de su casa, golpeándola. La
reconoce, es la de un componente de su grupo... Seguro viene a pedirle que le explique
porque los ha dejado solos, no tiene ganas de hacerlo... además... ¿Cómo podría? Si ni
él mismo sabe que le ha pasado, ni donde ha estado.
- Iori, por favor abre, soy yo, Meu una voz suave,
dulce, sin rabia. Iori la reconoce y se levanta. Siente sus piernas entumecidas, como si
hubiese estado caminando toda la noche. Se dirige hacia la puerta, abriéndola despacio.
Viendo al batería de su grupo junto a una chica, alta, de pelo rojo y mirada como la de
él mismo pero algo más dulce y a la vez puede notar que algo tristes.
- ¿Yagami qué ha pasado? pregunta el batería algo
furioso, claro está, Iori los ha abandonado y con duras penas se las han arreglado sin
él. Pero después de decir esto ve una mirada profunda y penetrante, una mirada asesina,
por parte del joven pelirrojo, el batería decide cambiar de tema - Esta chica dice que es
tu prima, te estaba buscando dice señalando a la pelirroja. Yagami lo ignora
completamente y mira a la chica.
- Entra dice secamente haciendo que la joven entre a la
casa dejando al batería fuera, sin saber que hacer, sorprendido. Suspira con enojo, al
fin y al cabo es Yagami, se puede esperar cualquier cosa de él. Se va.
Dentro de la casa Yagami deja pasar a Meu quien se sienta
en el sillón algo cansada, puede ver que en sus ojos hay unas ligeras ojeras. Coge una
silla que tiene alrededor de una pequeña mesa que casi nunca usa para comer. Se sienta
delante de Meu mientras saca un paquete arrugado de uno de los bolsillos y saca un
cigarrillo, prendiéndolo seguidamente con una de sus llamas púrpura. Puede ver la
impaciencia de Meu pero se mantiene tranquilo. Recuerda la ultima vez que la vio... ya
hace bastante, no recuerda bien. Ella había ido a su casa en una especie de celebración
de la cual no recuerda el motivo... ¿Navidad? Quizás. Habían estado juntos todo el
día... bueno más bien ella no lo había dejado en todo el día. No era que le
desagradase, era con una de las pocas personas con quien podía hablar, pero a veces
estaba... demasiado cerca de él. Recuerda que cuando eran niños se veían casi cada
semana, se pasaban horas juntos, Meu era muy dulce y no parecía una Yagami. Como él era
el encargado de hacer frente a los Kusanagi Meu no tubo un entrenamiento tan duro como el
suyo, y si se entrenó fue porqué ella quiso. Aun que no se había entrenado tan
duramente el odio hacia los Kusanagi que ella sentía le parecía exagerado, cuando él
hablaba de alguna batalla que había tenido con Kyo ella siempre decía que, si alguna vez
se lo encontraba, acabaría con él. Nunca entendió el por qué de tanta obstinación.
- Iori la voz de Meu saca a Iori de sus recuerdos,
levanta la vista mientras saca el humo de sus pulmones para dar una calada nueva para
reemplazar el humo perdido.
- ¿A que has venido? pregunta algo lejano, demasiado
tiempo sin verla, encontrársela así, de golpe, no debe querer decir nada bueno.
- Iori... tu padre... ha muerto, esta noche dice la
joven pelirroja bajando la mirada al suelo, apenada por la muerte de su tío, si bien Koji
trataba mal a su hijo a ella siempre la había tratado con más consideración. Meu vivía
en la otra punta de Japón para ir a ver a su tío y su querido primo. Cuando supo de la
existencia de Kyo Kusanagi y supo que su primo tenía que luchar contra él su odio hacia
los Kusanagi fue en aumento, y aun creció más al ver que su primo no podía matarlo,
siempre temía que Kusanagi lo hiriera, sabía que los poderes de los dos eran iguales,
pero tenía, tiene, fe ciega en su primo y si ese Kusanagi le pusiera las manos encima
ella misma se ocuparía de matarlo.
Iori se queda en silencio, intentando asimilar las
palabras, su padre... muerto. La última vez que le vio fue en el hospital, donde estaba
con una transfusión de sangre, ni tan solo habían podido hablar... ¿Hablar? ¿Para
qué? Se dice, sonriendo, si hubieran hablado se hubieran discutido como era lo normal,
pero... allí en el hospital... se veía tan... débil. Pero aun así el pelirrojo pensó
que no sería para tanto, su padre era fuerte... Una ligera risa escapa de sus labios,
sí, era fuerte, pero ¿Cómo escapar de una maldición? Es normal que haya muerto... es
normal, se repite en su cabeza. Recuerda los duros entrenamientos con su padre, su sonrisa
maligna cada vez que le golpeaba sin parar hasta dejarlo inconsciente en el suelo.
Inconsciente... un vago recuerdo viene a su mente, un entrenamiento... las llamas de su
padre acercándose y él sin poderlas esquivar, era un niño. Un duro golpe y luego... la
inconsciencia, el único lugar tranquilo para él. El despertar, medio inconsciente, una
mano en su frente, un rostro con una sonrisa pacífica, ¿Su padre? Sí, era él, ahora lo
recuerda, siempre creyó que era un sueño, pero no lo fue. Su padre estaba a su lado,
sonriendo, tranquilo al ver que él abría los ojos y luego, cogiéndolo en sus brazos,
levantándolo lentamente 'Tranquilo, no ha sido nada, descansa' las últimas palabras que
oyó antes de volver a caer desmayado, fue su padre quien las dijo, siempre había creído
que fue un sueño, ¿Cómo podía creer que su padre le había dicho eso? Pero ahora,
cuando ya es demasiado tarde, se da cuenta que no lo fue, que realmente pasó, que en el
fondo su padre... se preocupaba por él.
Pone otra vez el cigarrillo en sus labios, ahora ya no
importa eso, no va a sentir que su padre se haya muerto, a fin de cuentas... era lo que
siempre había deseado ¿No?... Se levanta intentando ahogar ese nudo en su garganta, el
cigarrillo se ha vuelto amargo y lo apaga tirándolo al suelo y pisándolo ¿Qué más da
algo más de suciedad?
Meu se lo queda mirando, intentando, en vano, saber que es
lo que piensa.
- ¿Y qué? A ese viejo ya le había llegado la hora
dice Iori fríamente y siente como el nudo en su garganta le aprieta más.
- Iori... Meu se levanta poniéndose frente a su primo
Mañana lo entierran, por favor, asiste. Tu madre está muy afectada, ha sido ella
quien lo ha encontrado aparta la mirada dejando que sus mechones rojos tapen parte
de su rostro Estaba en su viejo despacho acaba diciendo levantando de nuevo
la mirada para encontrarse con los fríos ojos de su primo Por favor, ve al
entierro dice en un susurro sin apartar la vista después de unos minutos de
silencio.
- Está bien acaba diciendo Iori solo para que su prima
deje de mirarlo como lo hace, le molesta y se siente incomodo. Irá al entierro -
¿Dónde? pregunta secamente, sin querer hablar más de lo necesario.
- Tu madre me ha dicho que es el mismo cementerio donde
está... el amigo de tu padre dice algo confusa Meu No sé si sabes donde
es... Será a las 11 de la mañana le explica finalmente.
- Sí, lo sé... Allí estaré corta secamente el
pelirrojo dirigiéndose a la puerta y dando la conversación por acabada, Meu sabe que no
tiene nada que hacer y que es mejor dejar solo a su primo así que se va con un 'Hasta
mañana' y sale del edificio algo preocupada por su primo. Ella ha oído un rumor sobre la
posibilidad de que Kyo Kusanagi este gravemente herido debido a un enfrentamiento con
Iori, pero no está segura de poder creérselo, si Kusanagi estuviera gravemente herido...
Iori estaría contento, ¿ne? Y cuando lo ha visto no estaba así, parecía triste o
confuso o las dos cosas al tiempo. ¿Qué le debe haber pasado?
Iori cierra la puerta y se reclina con su espalda en ella
después de que su prima se ha ido, intenta centrarse en todo lo que ha pasado en tan
pocos días... todo está resultando demasiado extraño... y todo empezó cuando... dejo
ciego a Kyo, ya es la segunda vez que pierde el conocimiento y que no sabe porque. El Riot
no puede ser... no, si lo fuera ya se habría dado cuenta. Pero... si ha perdido la
consciencia... ¿quien lo ha llevado hasta su casa? ¿Kyo? ¿Podría ser que él...?
Sacude su cabeza, negando ¿Por qué tendría que hacer Kyo algo así? Le dijo que lo
odiaba ¿ne? Pues él no puede haber sido, y aun menos ese ninja estúpido, Alex, maldito
ingenuo. Quería volver a enfrentarse a él... Si vuelve a ver a ese medio rubio... lo
matará.
Pero ahora tiene otras cosas en que pensar, necesita
descansar, ha de ir al entierro de su padre... ha dicho que iría y no incumplirá su
palabra... Necesita descansar, está agotado, quizás mañana lo vea todo más claro.
- Quizás se ha ido a buscar un sitio mejor para que podamos
estar, al fin y al cabo ahora esta casa ya no es segura dice Shikai después de
estar pensando en ello.
- ¡Sí! ¡Tienes razón! grita Hiroshi, no tanto por
estar de acuerdo con su compañero, sino más bien porque tiene su walkman a todo volumen
mientras oye a su grupo de Heavy Metal. Kaiji cierra los ojos adolorido por la estridente
voz, buscando fuerzas de algún sitio para no arrancarle la lengua al moreno. Unos golpes
en la puerta lo distraen de sus pensamientos 'Los tontos siempre tienen suerte' se dice
mirando de reojo a Hiroshi mientras va a abrir, este no se da cuenta de la amenazante
mirada por que ha cerrado los ojos para escuchar la música.
- ¿Ho... la? dice Benimaru al ver que le abren la
puerta, pero quien lo hace es un desconocido, se fija un poco más... un chico de cabello
largo, hasta sus caderas, castaño y muy liso, su cara medio tapada por los mechones que
caen al lado de su rostro, una cicatriz medio oculta... ¿Cicatriz? ¿Kaiji?
- Hn dice el ninja dejando pasar a Benimaru que lo mira
de una forma rara, sorprendido. Realmente el rubio no esperaba que Kaiji se viera tan...
bien con el cabello suelto. Al entrar se encuentra con Hiroshi escuchando música, sin
parar atención a que alguien ha entrado. Shikai está sentado enfrente de él, lo mira
con una medio sonrisa, inclinando su cabeza ligeramente para saludarle.
- ¿Qué tal le fue Benimaru-san? dice Shikai al fin,
pero por la falta de golpes en el cuerpo de Nikaido diría que su búsqueda ha ido mal.
- Nada, no lo he podido encontrar... ha desaparecido como si
el diablo se lo hubiera llevado dice el joven molesto y apretando los puños, ha
estado buscando al pelirrojo, primero por lugares cercanos a la mansión, después por las
calles de la ciudad, pero no ha encontrado nada - ¿Aun no han regresado Kyo y Alex?
dice mirando a Kaiji a su espalda, definitivamente no le gusta tener a ese
psicópata allí. Kaiji sonríe al saber lo que Benimaru está pensando, una sonrisa cruel
inclinando un poco su cabeza a un lado, una mirada amenazante en sus profundos ojos.
- Sí, ya han llegado le explica Kaiji sin cambiar la
expresión Kyo ya sabe que su novia está muerta y Alex se ha ido dice
secamente, sin importarle mucho el tono frío que está usando. Benimaru va a replicarle
pero...
- Uha! es Hiroshi que ha abierto los ojos y se ha
levantado quitándose los walkman dejando que la música se oiga de ellos
Benimaru-san, hola, disculpe no lo había visto dice inclinándose un poco a modo
de saludo. Shikai sonríe brevemente, sabe perfectamente que Hiroshi ya sabía que
Benimaru había llegado pero también sabía que Kaiji estaría de lo más frío y ha
hecho bien en esperar a que pasara algo como esto para saludar. Benimaru sonríe
levemente, le parece que Hiroshi es un ninja pésimo. Kaiji suspira levemente, Hiroshi
siempre hace de las suyas para hacer que las cosas se calmen.
- Entonces Kyo... ¿Cómo está? pregunta Benimaru
volviendo a ponerse serio, preocupado por su amigo.
- Está arriba, durmiendo le explica Shikai mirándolo
algo apesadumbrado ahora, pensando en el joven tumbado en la cama.
- Mmm nosotros también deberíamos dormir dice Hiroshi
estirando todo su cuerpo haciendo que Benimaru pueda ver una especie de tatuaje por debajo
de la camiseta que lleva y que ahora sube un poco al estirarse el moreno. Este mira como
Benimaru lo está observando y baja su mirada, sonríe ligeramente ¿Le gustan los
tatuajes? pregunta sonriente mientras se levanta un poco su camiseta, Benimaru hace
un gesto de desinterés pero se queda observando el tatuaje. Una serpiente, justo por
debajo de sus pectorales, con la boca abierta como para ir a atacar, con el cuerpo curvado
y desapareciendo bajo los pantalones - ¿Quiere ver como sigue? dice Hiroshi
juguetón guiñando un ojo mientras con un dedo se desabrocha el primer botón del
pantalón.
- No, gracias dice Benimaru algo seco - ¿Y Alex?
¿Adónde ha ido? pregunta algo preocupado por el joven ninja, sin hacer caso a
Hiroshi quien no le da importancia.
- Creemos que ha ido a buscar un lugar mejor donde podamos
estar más seguros le explica Shikai levantándose lentamente Pronto
tendremos que irnos... los ninjas no han venido... pero no creo que tarden mucho
acaba diciendo algo preocupado, puesto después de la lucha que ha presenciado puede
esperarse que Saisyu envíe a sus ninjas, el problema es que no sabe cuando. Pero podrán
defenderse.
- Oh... quería verlo... ¿está bien? pregunta
Benimaru apenado, en verdad quería encontrarse con Alex y poder estar con él.
- Eh... sí, está bien miente Shikai, puesto que Alex
estaba herido al irse, pero no es cuestión de hacer que Benimaru se preocupe Ahora
será mejor que nosotros descansemos, venga conmigo le dice al fin empezando a
dirigirse hacia las escaleras, oyen un ruido, como si alguien arrastrara un mueble. Shikai
y Benimaru suben con algo de curiosidad, seguidos por Hiroshi. Cuando llegan ven a Kaiji
salir de una habitación, Shikai sonríe al verlo - ¿Qué hacías? le pregunta
mirándolo a los ojos.
- Poner en orden nuestra habitación explica Kaiji y
luego cambia su mirada, pasándola de Shikai a Benimaru Para que el invitado esté
más cómodo dice sarcástico, entrecierra sus ojos y su sonrisa se vuelve más
cruel. Benimaru pensaba decir que podía ir a dormir en la habitación de Alex, ya que el
joven no está, pero viendo como Kaiji lo mira y por mucho que este le prometiera que no
lo atacaría, piensa que será más seguro si comparte la habitación con Shikai, al menos
si Kaiji intenta algo uno de los dos podrá oírlo, o al menos eso espera.
- ¿Ya has puesto nuestras camas bien juntas? dice
Hiroshi acercándose a Kaiji y pasando su brazo alrededor del de Kaiji y guiñándole un
ojo y llevándoselo hacia una puerta, su habitación. Kaiji se gira antes de entrar para
dar una última mirada hacia Benimaru, pero esta vez no sonríe, es una simple mirada de
odio, irracional, piensa el rubio devolviéndole la mirada aparentando desinterés.
- Entre, por favor le dice Shikai abriendo la puerta de
la habitación. Benimaru se gira y ve que el ninja le sonríe amablemente y le cede el
paso. La habitación no es muy grande, dos camas separadas, cada una en un rincón,
puestas con el cabezal en la pared y un lado tocando la pared, al otro lado de ellas unas
mesillas de noche, pequeñas. Benimaru oye una pequeña risa por parte de Shikai y se gira
extrañado Kaiji ha dejado muy bien la habitación dice mirando a Benimaru.
Este continua con su inspección, una pequeña puerta entreabierta, allí esta el lavabo.
Al lado de la puerta está un gran armario empotrado. Se dirige a una de las camas, la
más lejana a la puerta y se sienta en ella con gesto cansado, realmente lo está de tanto
buscar a Yagami por las calles de la ciudad. Mira la mesilla, hay una foto, la coge y
puede ver que es de todo el grupo: a la derecha está Hiroshi, con un brazo pasado por los
hombros de Alex, guiñando un ojo a la cámara, Alex está de brazos cruzados, con la
mirada seria, a su lado está Shikai mirando, con una sonrisa, a Kaiji que parece algo
molesto Oh, esa foto nos la hizo Kyo... le explica el rubio ninja
acercándose Nos la hizo el año pasado, si no recuerdo mal fue por Navidad
acaba diciendo algo pensativo intentando recordar la fecha. Benimaru lo único que ve es a
Shikai demasiado cerca de Alex, aunque Hiroshi le tenga un brazo por los hombros, eso no
le molesta tanto como el hecho de saber que Alex puede estar tan cerca de Shikai, no puede
evitar pensar que entre ellos puede haber algo. El sonido de la puerta abriéndose hace
que Benimaru vuelva a la realidad y levante la mirada, es Kaiji. Nikaido lo mira
fijamente, ¿acaso ha venido pensando que ya estarían dormidos y quería atacarle? Es
imposible, no hace ni cinco minutos que han entrado - ¿Qué pasa Kaiji? le
pregunta Shikai al ver la cara de enfado del joven.
- He venido a buscar algo de ropa mientras espero que ese
acabe de pincharse dice sin mirar a ninguno de los dos rubios y yendo hacia el
armario y abriéndolo para coger algo de ropa.
- ¿Pincharse? pregunta Benimaru algo confuso, sin
entender bien lo que Kaiji quiere decir.
- Es drogadicto le dice Shikai con una ligera y apenada
sonrisa, Benimaru no puede evitar sorprenderse, ¿estarán bromeando? No, no lo cree, la
cara de Shikai no es de bromear y por lo que ha visto Kaiji no es de la broma.
- Espero que no esté toda la noche gritando murmura
Kaiji, maldiciendo la suerte que tiene, Hiroshi más o menos siempre se ha controlado,
pero recuerda que alguna vez él, Shikai y Alex se habían despertado por culpo de las
risas del moreno y se habían pasado toda la noche con él para que se calmara un poco...
Tenían que aceptarlo, al fin y al cabo... es drogadicto desde que tiene uso de razón. Su
madre lo era y empezó a drogar a su hijo como diversión... y, claro, también quería
hacerlo con su hija, pero Hiroshi ya tenía suficiente consciencia como para no dejar que
lo hiciera, huyó de su casa con su hermana, pero él ya no podía estar sin pincharse,
aunque ahora lo hace tan poco como puede es inevitable, no puede estar sin hacerlo más de
una semana.
- Avísame si hay algún problema le dice Shikai
solícito abriendo la puerta para que Kaiji salga con la ropa que ha cogido, solo para
encontrarse de frente con Hiroshi ¿Hiroshi a donde vas? pregunta el rubio
algo desconcertado. Benimaru se levanta y también se dirige a la puerta para ver que
está pasando. No puede creer que Hiroshi sea un drogadicto... su aspecto tampoco es...
Detiene sus pensamientos al ver al moreno, con una ropa completamente distinta. Puede ver
una camisa muy ajustada y corta, que deja ver el tatuaje, lleva unos pantalones gastados y
rotos, y en uno de estos se puede ver el final de la serpiente, su cola retorcida en su
pierna. Lleva una correa en su cuello y una chaqueta de cuero con cadenas colgando de
ella, las mangas replegadas y unas gafas de sol tapando sus ojos.
- Voy a dar una vuelta dice el moreno sonriendo y se
gira para irse, Benimaru también puede ver un pendiente en el oído del joven que antes
no estaba. No puede estar más sorprendido ante el cambio de aspecto de Hiroshi. Lo único
que conserva es su cabello revuelto, a parte de esto todo es distinto en él, hasta su
manera de moverse o de hablar... quizás por la droga, se dice Benimaru Nos vemos
se despide el joven sin girarse levantando una mano y empezando a bajar las
escaleras.
Al menos dormiré tranquilo dice Kaiji más para él
que para los dos rubios y entra en la habitación. Shikai hace lo mismo con un movimiento
negativo de su cabeza, sin saber que esperar de Hiroshi, para él, dar una vuelta
significa, quizás, no aparecer en semanas. Benimaru se queda apoyado en la puerta dentro
de la habitación pensando en donde se ha metido.
* * *
[ Capítulo
31: Quan Cruel Pots Ser? ]
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Mayo, 2002