Nota de MiauNeko: Odio a Microsoft Word. Me pone de mal humor darle formato  a estos capítulos. Lo siento. Sé que se ven pésimo.

Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~

Fanfic por [Artemis]

CAPITULO 29: PERDUES (PERDIDAS)

• Creí que había dejado claro que ya no eras bienvenido a esta casa – dice Saisyu saliendo lentamente por la puerta principal mirando fijamente a Kyo, ve sus ojos furiosos, pero sabe que están muertos, ve las llamas brotando furiosas en la mano del joven. Levanta un poco la mirada y ve a Alex, sujetándose un brazo y a uno de sus compañeros cerca de su hijo, los dos parecen estar algo preocupados o... asustados.
• Clarísimo... – se burla Kyo jugando con su fuego, está demasiado furioso como para saber lo que hace o a quien piensa atacar, solo siente que necesita desahogarse con alguien y su padre es el único rival que puede ser digno en estos momentos, ni tan solo piensa en si logrará luchar sin ver nada, solo piensa en que ha de desahogarse, como sea, al precio que haga falta – Por eso he venido – una sonrisa algo maligna se asoma en los labios de Kyo – Ven, atácame, e intenta matarme si es que puedes ¡Ataca Saisyu! – le grita al final dejando que sus anaranjadas llamas le rodeen feroces, sedientas de sangre. Saisyu se sorprende al ver a su hijo así, parece dispuesto a luchar, pero esto solo sería una tontería, si no ve nada... ¿Qué va a hacer? ¿Dejarse matar?
• Como quieras... – dice Saisyu, al fin encendiendo sus llamas en la palma de su mano y avanzando hasta quedar a pocos metros delante de su hijo. Kyo lo puede notar los pasos de su padre acercándose, oye la crispación de las llamas, tanto las suyas como las de él mismo. Lanza las llamas que se arrastran por el suelo furiosas buscando algo que atacar y Saisyu logra esquivar rodando por el suelo. Le parece increíble que su hijo haya acertado el sitio donde se encontraba. Se incorpora, solo para encontrarse con Kyo corriendo hacia él con las llamas encendidas en su mano derecha, echándola hacia atrás. Saisyu detiene el golpe cogiendo el puño de Kyo con una de sus manos, nota el terrible calor que emana del fuego de su hijo y enciende sus llamas para intentar hacerlo soportable. Ve como en la otra mano de Kyo también se encienden llamas y va directa hacia su rostro. La detiene con su otra mano y quedan los dos cogidos, haciendo fuerza, uno enfrente del otro, ninguno piensa dejar que el otro tome ventaja. Sus llamas arden furiosas en las manos de ambos, Kyo casi no puede notarlas, esta tan sumido en sus sentimientos que solo se deja llevar por su instinto. Solo sabe que ha de luchar, que siente la extraña necesidad de luchar sin parar hasta acabar con su rival, matarlo, quemarlo vivo para sacarse todo lo que ha estado acumulando durante estos días.

Los dos Kusanagi continúan haciendo fuerza, sin dejar que el otro tome ventaja de la situación. Alex e Hiroshi no se pueden creer lo que ven, no es tanto por ver a Kyo luchando con su padre, sino como lucha el joven... parece tan... salvaje. Alex aprieta su brazo con fuerza, le ha dolido bastante el golpe que Kyo le ha dado, pero aun así puede entender que ahora su amigo está muy confuso, ha perdido a la persona que más quería y ha perdido la vista, le ha pasado de todo y en poco tiempo. Nota una mano en su hombro y gira su rostro, Shikai y Kaiji han llegado al ver el fuego. El primero mira preocupado el hombro de Alex y este niega con la cabeza para asegurarle que no es nada importante, pero Shikai no le hace caso y desgarra un trozo de la ropa que lleva, ropa de ninja, oscura, y la empieza a poner en el brazo de Alex, quien sigue mirando el combate, como si el dolor fuera lo último que notara.

Kyo y Saisyu continúan sujetos, pero Kyo usa su rodilla para golpear el estomago de su padre y así acaban separándose. Saisyu se roza el estómago, realmente el golpe de su hijo ha sido muy fuerte, en verdad no se puede creer que su hijo pueda notar donde está... Enciende sus llamas y las lanza por el suelo haciendo que vayan en busca del cuerpo de su hijo. Kyo está de pie con sus llamas encendidas aun, oye como las llamas de su padre se le acercan y casi no tiene tiempo de esquivarlas y así recibe una fuerte quemadura en su pierna, pero es soportable, Yagami se las ha hecho peores. Rueda por el suelo para levantarse en el acto poniéndose a la defensiva y intentando oír algún movimiento y así lo hace, nota el aire silbando a su derecha y logra detener un golpe de su padre que iba dirigido a su rostro, siente llamas en su brazo, quemándole... Siempre que ha luchado contra alguien que tenía llamas ha sido con Yagami. Aprieta los puños con fuerza.

• ¡Shine! – grita lanzando un fuerte golpe de fuego en la cara de Saisyu quien no se lo esperaba y lo recibe de lleno. Cae al suelo con un golpe seco mientras Kyo siente como sus llamas lo consumen a él, toda la rabia que siente, toda la que ha acumulado durante estos días lo está consumiendo.
• Oh pequeño deberías ser más respetuoso con tu padre – dice una voz risueña y burlona en la cabeza de Kyo, este se sorprende y abre más sus ojos, dejando la guardia completamente baja. Y esto hace que Saisyu ataque con su fuego y un golpe certero en el estómago. Kyo se repliega sobre sí mismo poniendo sus manos en el estómago y cayendo de rodillas en el suelo, tosiendo algo de sangre.
• Maldito... – dice mientras la sangre sigue brotando de sus labios, su padre puede oírlo y se supone que estas palabras van dirigidas a él, pero no es así - ... Azumi – acaba de oír Saisyu, y no entiende porque ahora Kyo habla de ese chico que vieron él y Alex en la salida del piso de Nagashima. Saisyu se incorpora mirando a su hijo aun arrodillado.
• Vete Kyo, aquí ya no eres bienvenido – dice con voz fría pasando al lado de su hijo sin mirarle. Este cierra los ojos con fuerza y nota como lágrimas de rabia bajan por ellos, si Azumi no hubiera aparecido tan de golpe... si pudiera ver... esto no le habría pasado. Oye unos pasos muy silenciosos acercándose a él, cuatro personas... una de ellas andando algo mal... herido... Alex... sí, ha herido a Alex en un brazo. ¿¡Como diablos ha podido ser tan estúpido!? Ni tan solo se ha dado cuenta de lo que hacía, pero de solo pensar en que Iori ha matado a Yuki... es como si todo el razonamiento se le hubiera perdido, como si hubiera perdido el control de sus actos... y ahora... se encuentra aquí, arrodillado, tosiendo sangre y siendo humillado por su padre.

Una mano se posa en su hombro, parece delicada... pero no puede creer que sea...

• ¿Alex? – pregunta levantando su rostro, con los ojos abiertos y rojos por lágrimas de rabia y desesperación e impotencia. El joven ninja se agacha al lado de su amigo.
• ¿Estás bien? – le pregunta con voz dulce y una sonrisa tranquila en los labios, pasando una mano por la hilera de sangre que desciende en la boca de Kyo. Este se queda quieto, dejando que Alex haga... no entiende como el ninja lo puede soportar, lo ha herido y aun así... Alex sigue a su lado – Venga Kyo vámonos a casa – acaba diciendo el ninja ayudando a su amigo a levantarse. Ve que tiene algunas heridas, unas de más consideración que otras pero ninguna de ellas demasiado grabe. Aun así, algunas partes de la ropa se han quedado completamente destrozadas – Kaiji ve a buscar la ropa de Kyo en su habitación – dice Alex levantándose con mirada seria, Kyo se levanta pero sin apoyarse en el joven ninja, sabe que está herido, y lo peor, es que es por culpa suya. Oye como Kaiji da un par de silenciosos pasos para, después, desaparecer y no dejar rastro de su presencia.
• Y... ahora... ¿qué hacemos? – pregunta Hiroshi algo inquieto, Saisyu sabe que Kyo está en su casa y ahora le ha vencido, estar cerca de la mansión se ha vuelto demasiado difícil.
• Iremos a casa... no creo que nos ataquen hoy... Mañana planearemos donde ir – explica Alex con voz fría mientras pone una mano en el codo de Kyo. Este no puede creerse que Alex lo siga aguantando y no le eche nada en cara...

Empiezan a andar hacia la casa de los ninja sin mucha prisa. El joven Kusanagi no puede evitar pensar en Yuki, aun no puede creerse que jamás volverá a oír su voz, a sentir la suavidad de su piel... de sus labios. Pero... ¿Ha sido realmente Iori quien la ha matado? La manera de hacerlo es típica de él, quemar los cuerpos para solo dejar cenizas volando en el viento... sin dejar nada, ni un trozo de ropa, nada que recordar... pero... ¿Por qué tendría que hacerlo? ¿Qué motivos tendría para matar a Yuki? ¿Y si ha sido Azumi? Ese diablo quiere molestarle pero... no ha visto que Azumi matara de una manera tan... cruel, salvaje. Cierra los puños con fuerza, tiene que descubrir la verdad... como sea.

Llegan a la casa, Shikai abre la puerta solícito, dejando pasar a Kyo y a Alex y después a Hiroshi.

Kaiji baja de la parte de arriba, ha ido rápido cogiendo la ropa y ya la ha dejado en la habitación de invitados.

• Será mejor que te curemos estas heridas Kyo – dice Alex viendo que Kyo cojea ligeramente.
• Y la tuya – dice Kyo en tono de burla pero con una sonrisa triste. Sabe que atacar a Alex fue una tontería, que atacar a su padre lo fue... pero no era él. No sabía lo que hacía... ¡Dios! Yuki está muerta y lo último que quería era compasión. ¡ Quería matar a alguien!

Todos suben las escaleras, Alex se dirige a su habitación solo, diciéndoles a los chicos que se encarguen de las heridas del joven Kusanagi mientras él se va a vendar las suyas.

Shikai ayuda a Kyo a sentarse en la cama mientras Hiroshi va a buscar vendas. Kaiji desaparece, no le gusta estar allí sin hacer nada. Shikai mira como Kaiji se va de la habitación, sabe que esta molesto con Kyo, pero también sabe que está preocupado por él aunque lo niegue o lo disimule. El rubio ninja sonríe levemente, ve como Kaiji se gira en el marco de la puerta y se quedan mirando unos segundos, una muy leve sonrisa aparece en los labios de Kaiji, y Shikai acaba de confirmar sus sospechas, sí, Kaiji se preocupa por Kyo, por todos... aunque siempre lo disimule. Sale de la habitación al instante en que Hiroshi aparece con vendas y alcohol para curar a Kyo. Este está perdido en sus recuerdos... cuando luchó con Orochi para salvar a Yuki, su querida Yuki, era la última doncella para el sacrificio... cuando derrotó a Orochi y volvió a tener a chica en sus brazos no pudo evitar preguntarse que hubiera hecho si Yuki hubiera muerto... pero estaba tan contento de tenerla, viva, sana y salva... en sus brazos. Recuerda que la estrechó en sus brazos fuertemente, no la quería soltar, no quería volver a perderla, olió su cabello, su perfume, beso sus labios... no quería separarse de ella, en esos momentos se sintió el hombre más feliz del mundo pero... ahora... Ahora ha perdido a Yuki... está perdiendo todo lo que él quiere... ha perdido a Yuki, su padre no lo quiere, no puede hablar con su madre... y... Iori, en verdad necesita saber si ha sido él. Pero... ¿cómo hacerlo? No puede preguntarle... no se atreve.

• ¿Cómo estás Kyo? – una voz suena desde la puerta, algo fría y distante, Alex. En verdad esta vez no lo ha oído, ha entrado en completo silencio, mostrando así lo silencioso que puede llegar a ser, uno de los mejores ninjas cuando no está dejándose llevar por los sentimientos.
• Bien... Quiero hablar contigo Alex... – dice el joven Kusanagi, notando que Shikai ya termina de vendarlo - ... A solas – acaba de decir, Shikai se levanta de la cama donde estaba sentado acabando de vendar el brazo de Kyo e Hiroshi se pone a su lado, ambos lo miran preocupados, luego se giran para mirar a Alex que asiente con la cabeza para que los dos salgan. Hiroshi se gira de nuevo y abre los labios para decir algo, pero luego los vuelve a cerrar, piensa que es mejor no decir nada - ¿Qué pasa Hiroshi? – dice Kyo, que ha notado como Hiroshi suspiraba al cerrar los labios.
• Nada Kyo – dice el moreno con una sonrisa en sus labios y pasando una mano por el cabello del joven Kusanagi – Solo... no hagas nada que yo no haría con Alex – dice al final dejando escapar una leve risa, Kyo también sonríe débilmente, agradeciéndole a Hiroshi el intento de hacerle subir el animo.
• Venga Hiroshi, vamos a bajo – dice Shikai también sonriendo levemente mientras pone una mano en el hombro de su compañero. Pero antes que pueda hacer nada Hiroshi se lanza y besa los labios del joven Kusanagi separándose rápidamente.
• Oigh, que guapo eres Kyo! – grita mientras acaba de separarse, Alex y Shikai miran con los ojos muy abiertos la escena, ven como Kyo mueve su mano por encima de las sabanas.
• ¡Asqueroso! – grita al fin Kyo tirándole un cojín a Hiroshi quien lo recibe de lleno en la cara. Lo aparta rápidamente para ver la sonrisa de Kyo, eso era lo que quería, una sonrisa, por solo un momento al menos.
• Oh, ¿Eso quiere decir que no me quieres? – dice el chico fingiendo tristeza y haciendo un falso sollozo.
• Lárgate, estúpido – dice Kyo aun sonriendo. Agradece a Hiroshi que intente animarlo, aunque a veces se pase con lo que hace... pero... lo agradece.
• ¡Hai! – grita el joven saliendo de la habitación con Shikai, cerrando la puerta tras de ellos. Kyo cambia su rostro, deja de sonreír para ponerse serio.
• Alex... tenemos que hablar...

• ¿Crees que Kyo estará bien? – dice Hiroshi bajando las escaleras, mirando como el rubio cabello de Shikai, en frente suyo, se mueve con cada paso que da, levemente ondulándose por el aire para volver a caer en la espalda del ninja.
• No lo sé... supongo que todo es cuestión de dejar pasar el tiempo – dice Shikai cuando al fin llegan a bajo, allí Kaiji les espera con unas tazas de té. Ha oído como Kyo les pedía que bajaran así que ha tenido tiempo de bajar para poder preparar algo caliente para beber. Los dos jóvenes se sientan, Shikai al lado de Kaiji e Hiroshi frente a ellos.
• ¿Qué haremos ahora? – pregunta Hiroshi moviéndose nerviosamente en el sillón, para luego alzar su mano y pasársela por todo el cabello revolviéndoselo más aun.
• Supongo que... esperar – dice Shikai bajando su mirada al suelo sin saber ya que pensar, pasa su mano por sus ojos, está cansado... todos lo están. Se hecha hacia atrás cansadamente apoyándose en el respaldo del sillón. Mira levemente hacia su lado, donde se encuentra Kaiji observándolo, viéndolo fijamente. El rubio sonríe un poco ante esta penetrante mirada. Él ha sido quien ha visto como Iori hacía arder el cuerpo de la joven... Cuando lo vio pudo fijarse en que el cuerpo de la joven caía flácidamente en el suelo, quizás estaba desmayada, intentó correr hacia ellos pero fue demasiado tarde, la joven ya ardía en llamas púrpura, le extrañó... ahora que lo recuerda, no oír ningún grito. Aunque la joven estuviera desmayada tendría que haber gritado, despertarse por el dolor, o no? Suspira profundamente y apoya su cabeza en el hombro de Kaiji, quien hace un ligero gruñido algo incómodo y gira su rostro hacia otra parte de la sala y se cruza de brazos, no aparta a Shikai pero le incomoda la situación, antes ya ha tenido que abrazar a Kyo, para él eso ya fue suficiente por un día, no le agrada tener que demostrar afecto enfrente otras personas, pero sabe que Shikai está cansado y por lo tanto no dice nada. Hiroshi se levanta para ir a coger su walkman puesto en una pequeña mesa al lado de la puerta de entrada.
• Los tres jóvenes oyen unos pasos silenciosos bajando de la parte de arriba, se giran y ven que es Alex. El joven baja con rostro serio, lentamente, Hiroshi salta a su lado con la mirada algo preocupada.
• ¿Qué tal está Alex? – pregunta Shikai incorporándose.
• No muy bien – dice el ninja suspirando levemente y bajando su mirada al suelo – Chicos... tengo que irme por unos días – dice al fin levantando su mirada para verlos a todos fijamente, todos se quedan algo parados, ¿irse? ¿ahora? – Mañana alguien tendrá que llevar a Kyo al hospital, el doctor le dijo que había una pequeña esperanza que recuperara la vista así que ha decidido que mañana irá a operarse – explica el ninja, su voz suena cansada, sin muchas ganas de dar explicaciones de nada y los chicos lo notan, así que deciden mantenerse callados aunque les sorprende la repentina noticia.
• Pero... ¿Quién...? – intenta decir Hiroshi, pero no sabe bien el qué. No entiende nada de lo que está pasando... ¿Alex se va? ¿Deja a Kyo solo?
• Tengo que irme... lo siento chicos, ya nos veremos – dice sin hacer mucho caso a Hiroshi, pasando en frente de todos casi sin mirarlos, pero Kaiji puede ver que sus ojos están algo húmedos – Adiós chicos, volveré en unos días – dice al fin, abriendo la puerta.
• No coges nada de rop... – intenta decir Shikai pero Alex ya ha desaparecido tras la puerta, Hiroshi y Shikai se quedan mirándose sin entender, oyen un murmullo apagado.
• Ha estado llorando – es Kaiji, quien aun mira la puerta con suma indiferencia. Hiroshi se molesta un poco ante el frío comentario, como también por no haber notado él que Alex estaba llorando o había llorado.
• Kaiji se levanta lentamente, apartándose de Shikai quien también lo mira algo confuso, a veces le cuesta entender el carácter de su compañero, aunque... está casi seguro de que Kaiji está preocupado por Alex, llevan mucho tiempo juntos y sabe que lo aprecia, como él o como Hiroshi.
• El ninja castaño empieza a subir las escaleras sin hacer mucho caso a los otros dos, abre la puerta de la habitación de Kyo y lo encuentra tumbado en la cama, su torso desnudo y vendado, su pierna también vendada, los pantalones rasgados. Está de espaldas a él, se acerca con pasos silenciosos para ver el rostro de Kyo, sus ojos están cerrados y también algo húmedos. Se agacha un poco para apartar algunos mechones del rostro de Kyo. Se sienta en la cama dándole la espalda, se desata la cinta de su cabello dejando que caiga libre, los mechones castaños cayéndole hacia delante del rostro, tapándole su cicatriz, en parte, el resto cayendo por su espalda hasta posarse en la cama.
• No te hagas el dormido – dice algo distante, al instante nota un pequeño espasmo proveniente de Kyo, sí, está despierto. Kaiji se voltea ligeramente sin levantarse y ve los ojos abiertos de Kyo, oscuros – No sé que ha pasado... ni me interesa – dice fríamente apartándose algunos cabellos del rostro – Pero recuerda que Alex es más sensible de lo que parece – acaba diciendo al fin, levantándose.
• Lo sé – un pequeño murmullo apagado escapa de los labios de Kyo pero Kaiji ha conseguido oírlo. Baja su cabeza suspirando.
• Alex haría cualquier cosa por ti, lo sabes ¿verdad? – le dice con el mismo tono de voz mientras se voltea para ver al joven, Kyo no se mueve, solo se mantiene tumbado en la cama, sin moverse – Lo sabes – no es una pregunta, lo afirma, se gira y sale de la habitación dejando a Kyo solo. Fuera le esperan Hiroshi y Shikai con mirada cuestionante, Hiroshi lo mira con algo de enfado, mientras que Shikai lo hace con preocupación evidente en su rostro – Está durmiendo – dice solamente, pasando al lado de sus compañeros, sus cabellos se ondulan en el aire con el movimiento, suaves, sedosos. Los otros dos lo siguen silenciosos, no creen que Kaiji haya hecho nada, no creen que haya tocado o herido o... matado a Kyo, así que deciden no decir nada.
• Alex por su parte empieza a andar hacia la salida de la mansión, no tiene prisa por irse, el viento está frío, se ha cambiado la ropa antes de irse y para cubrirse ha cogido un abrigo largo y negro que le cubre todo el cuerpo sin dejar ver la ropa debajo de este.
• Se detiene al ver unas sombras que caen a su alrededor, cinco ninjas lo rodean... le irá bien un poco de ejercicio.
• Tú, extranjero, mataste a uno de los nuestros – dice uno enfadado empuñando una katana. Alex baja el rostro apesadumbrado.
• Si pudiera retroceder en el tiempo... – susurra melancólico - ... lo hubiera matado de nuevo, ¡una y mil veces! – grita al fin lanzándose a atacar al primer ninja, el que le ha hablado quien es cogido por sorpresa y no consigue evitar un afilado cuchillo insertado de un golpe en su corazón. Alex se aparta saltando en el aire y dando una vuelta en él solo para caer y dar una certera patada en el estómago del siguiente ninja haciendo que este tenga que inclinarse sobre si mismo por el dolor - ¿Sabes como se acaba en España con un toro? – dice Alex con una sonrisa maligna al ninja que aun esta replegado sobre si mismo, no tiene tiempo de decir ni hacer nada, un cuchillo es clavado certeramente en su nuca separando las vértebras y acabando con la conexión nerviosa. Los otros tres ninjas están completamente sorprendidos pero deciden atacar los tres a la vez para acabar con el extranjero. Alex se prepara para recibirlos, se alegra de que ellos no sepan que el brazo le duele, sino tendría problemas, casi no lo está usando pero por suerte estos ninjas no lo saben ver. Ve como los tres corren velozmente hacia él, tira el cuchillo hacia uno de ellos que no tiene tiempo a evitarlo y lo recibe de lleno, el cuchillo se clava en su frente.
• ¡Maldito! – grita uno de los otros dos viendo como su compañero cae, pero ahora el extranjero está desarmado, el ninja saca su katana de su cinturón, su compañero hace lo mismo pero lo que saca son unas pequeñas dagas. El primero intenta cortar a Alex pero este da un salto girando en el aire para caer a la espalda de los ninjas, justo al lado del cuerpo del primero, coge la katana del ninja muerto, preparado para recibir a los otros dos, ve como el segundo ninja le lanza un par de dagas pero hace girar la katana y las dagas no le tocan, solo golpean la katana. Sonríe ante el resultado, hacía mucho que no usaba... Kaiji y él usaban katana antes de manejar cuchillos, hasta que vieron que era mucho más practico llevar un cuchillo que no una katana. Recibe al primer ninja haciendo que sus katanas se crucen y el ruido del metal se oye estridente. Ambos saltan hacia atrás separándose, Alex voltea y ve al otro ninja en su espalda preparado para lanzarle más dagas, Alex entrecierra sus ojos maliciosamente, no se mueve y el ninja le lanza las dagas. Justo cuando están a punto de alcanzarlo Alex da un salto y las dagas pasan solo para terminar clavándose en el cuerpo del primer ninja que estaba demasiado cerca de él. Los ojos de Alex brillan con extraña maldad y sus labios se tuercen en una sonrisa cruel. Cae al suelo sin hacer ningún ruido y se lanza con la katana directamente al segundo ninja quien no se puede creer la habilidad que demuestra el extranjero quien ahora está a escasos metros de él. Casi no logra esquivarlo pero lo hace, pero con un profundo corte en su pecho, cayendo al suelo con una mano en su herida, levanta la mirada solo para encontrarse con unos ojos verdes, brillantes y llenos de odio, cabello casi rubio sacudiéndose con el viento que ahora sopla fuerte haciendo que se oigan ruidos tenebrosos cuando pasa por las ramas de los arboles. La luna brilla intensamente y el cielo está cubierto por estrellas haciendo que la piel de Alex parezca totalmente blanca, su abrigo negro haciendo contraste, también ondulándose, en sus labios una sonrisa que haría temblar a cualquiera, mientras se acerca lentamente hacia el herido ninja. Este intenta incorporarse un poco pero su herida se lo impide y solo acaba arrodillado en el suelo sintiendo como la sangre se escapa por su herida, como también su consciencia empieza a desvanecerse.
• Ya he perdido suficiente tiempo – susurra Alex poniendo la punta de la katana debajo la barbilla del ninja haciéndole levantar el rostro para mirarlo fijamente – Adiós – acaba diciendo mientras hace que la katana se incruste en el cuello del ninja lentamente sin que este tenga suficiente fuerza para evitarlo. Alex desclava la katana para dejar que el cuerpo del ninja caiga de un golpe seco al suelo. Mira a su alrededor, los cuerpos de los ninjas rodeados de sangre que a la luz de la luna brilla intensamente dándole un toque extraño. Alex tira la katana al suelo y coge su cuchillo de la frente del ninja, su sonrisa no desaparece, en verdad le ha venido bien luchar con estos ninjas para olvidarse de todo y volver a luchar como antes lo hacía, sin consideración de nada ni de nadie, como Kaiji. Limpia el cuchillo con la ropa del ninja muerto y vuelve a esconderlo por debajo de su abrigo. Su ropa está intacta, ni tan solo una pequeña mancha de sangre, el viento sopla más fuerte aun. Se levanta y se queda parado unos segundos, poniendo una mano en su cabello, apartándolo de sus ojos. Baja la mano y pone ambas en los bolsillos de su abrigo, tiene trabajo que hacer, empieza a andar hacia la salida – Mucho viento – dice pensativo mientras sube a su moto, las llaves puestas en el contacto. La enciende y da gas, la moto se levanta levemente del suelo para empezar a moverse rápidamente por la oscura calle, perdiéndose en la noche.

* * *

[ Capítulo 30: Assaig D'una Nova Etapa En Do Major ]

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Mayo, 2002