Nota de MiauNeko: Odio a Word.


Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~

Fanfic por [Artemis]

Capitulo 28: Només Records ~ Venjança {Solo Recuerdos ~ Venganza}

 Alex continua abrazado a Kyo, con su cabeza hundida en el pecho del joven. Kyo no sabe a que viene todo esto, puede pensar que quizá se trata del golpe que es más grabe de lo que él se ha imaginado.

-          Kusanagi-san – el doctor Matsuda entra con los resultados del TAK dentro una carpeta, la enfermera lo sigue solicita, cerrando la puerta sin hacer ruido, dejando la habitación aislada sin dejar que los ruidos entren en ella. Alex se aparta lentamente de Kyo para ponerse a su lado y mirar al doctor con rostro serio y calmado pero sus ojos están algo rojos debido a las lágrimas. El doctor pasa por su lado para ir a sentarse detrás de la amplia mesa, lentamente observa a Kyo y a Alex por encima de sus gafas para, acto seguido sacárselas con un movimiento algo cansado dejándolas encima de la mesa pero sin soltarlas del todo, sujetándolas con la punta de sus dedos y observándolas ensimismado. Kyo posa su mano en el respaldo da una silla y se sienta, realmente la pasividad con que el doctor hace las cosas le está poniendo enfermo, la poca paciencia que tiene se está acabando, los nervios, todo se le acaba. Le gustaría cerrar los ojos y al abrirlos ver que todo ha sido una horrible pesadilla, pero no puede, cerrarlos, abrirlos, no hay diferencia alguna... Le gustaría poder ver... aunque solo fueran siluetas, aunque solo fuesen manchas borrosas y no toda la oscuridad con la que tiene que enfrentarse.

-          ¿Y bien? – dice Alex algo nervioso al ver que el doctor parece estar sumido en sus pensamientos, la enfermera ha cogido una silla y se ha sentado a su lado... Alex los va mirando, primero a uno, luego al otro. Intenta mantenerse calmado, frío, pero se esta desesperando, los segundos le parecen trozos de eternidad.

-          Ejem... verán, podríamos decir que tenemos buenas noticias – dice el doctor levantando la vista para enfrentarse a unos ojos de un color verde intenso que lo miran interrogantes, pero fríos – Bueno... – continua el doctor mientras saca las placas del TAK y se levanta para colgar una en la pared, enfrente de un cuadro de luz blanca muy fuerte – En el TAK que le hicimos la primera vez, Kusanagi-san, vimos una extraña mancha en una parte de su cerebro, para ser más exactos en la parte del cerebro que podríamos decir que controla el sueño – se detiene un momento para mirar las caras de los dos jóvenes, los dos parecen estar expectantes para saber la continuación, aunque solo lo aparentan ligeramente, Alex mira las placas mientras que Kyo tiene los ojos ocultos tras su oscuro cabello, pero puede ver que ambos están nerviosos por el movimiento de sus manos – Pero con este TAK hemos visto que la mancha... fuera lo que fuera ya no está, puede estar tranquilo – acaba diciendo y sacando la placa de la fuerte luz para volver a dejarla en su lugar. Se sienta tranquilamente, reclinándose en el respaldo de su silla.

-          ¿Hay algo más verdad? – dice Kyo levantando la mirada al fin, el doctor Matsuda puede ver los oscuros ojos y se incorpora un poco de su silla para verlos más de cerca mientras se coloca sus gafas.

-          Sí, lo hay, pero quisiera hacerle una revisión antes – dice lenta y pausadamente observando detenidamente los ojos de Kyo.

-          ¡Ya estoy harto de revisiones! – le grita Kyo al doctor, harto ya de tantas pruebas - Dígame lo que tenga que decirme y acabemos de eso de una vez! – acaba diciendo, que el doctor le hable tan despacio y que no aclare nunca nada le molesta, toda la paciencia que podía tener ha desaparecido, se ha ido consumiendo en estos días de oscuridad. Alex lo mira algo preocupado, pero entiende que Kyo esté harto de todo, tantas pruebas, tantas preguntas, miles de preguntas, la gente mirando, rostros apenados compadeciéndose de un pobre niño rubio, dándole el pésame, miradas de falso pesar, policías, sirenas de los coches patrulla, de ambulancias... Alex se pone las manos en la cabeza, los recuerdos de su pasado están volviendo a su mente, donde creía que los tenía olvidados... Pero ahora, con todo lo sucedido a Kyo, no puede evitar recordar.

-          Tranquilícese Kusanagi-san – la voz de la enfermera suena algo distante y fría, algo molesta por el comportamiento del joven.

-          Verá Kusanagi-san... no le quiero dar falsas esperanzas – dice el doctor Matsuda haciendo una mirada a su enfermera para que esta se calme mientras él se vuelve a reclinar en el respaldo de la silla, sacándose las gafas de nuevo y jugueteando ligeramente con ellas. Ve como Kyo empieza a estar ya harto de tener que esperar una respuesta y está nervioso – Podría ser... que... recuperara la vista – dice pausadamente, para añadir – Pero es una posibilidad muy pequeña, aunque tenemos a un gran cirujano que ha venido de EUA y estará aquí durante una semana... - acaba diciendo el doctor mirando la reacción de los jóvenes, ambos han abierto los ojos sorprendidos durante un segundo. Alex cambia su mirada del doctor a Kyo quien está algo sorprendido... Podría ser que recuperara la visión?  Se pregunta, no quiere tener falsas esperanzas y más sabiendo que Azumi es el causante de su ceguera... ¿sería posible volver a ver? Suena tan irreal... poder volver a ver la luz del sol... las caras de sus amigos... y... enemigos... Iori, siempre acaba pensando en él, no puede sacárselo de la cabeza. Azumi le habrá hecho algo?

-          ¿Qué posibilidades tengo? – dice Kyo al fin, saliendo de su ensimismamiento, su voz suena tranquila y relajada, pero en verdad no está en nada tranquilo, y mucho menos está relajado, pero debe mantener las apariencias, no quiere parecer alguien desesperado, pero en verdad... lo es, quiere, necesita ver, todo es oscuridad para él y ya se ha cansado de esto.

-          Bueno... el tanto por ciento es algo bajo... un 20% - dice el doctor que parece estar pensándolo detenidamente – Pero... y siendo completamente franco, si me lo permite... si la operación sale mal se quedaría como ahora, pero si sale bien podría recuperarla casi al 100% - Kyo se queda algo turbado, la voz del doctor Matsuda se ha tornado como la de cualquier doctor que ha conocido en su vida, si bien antes era cálida y amable ahora se ha tornado algo más fría, distante y especializada, como todos los doctores que ha tenido que visitar en su vida por culpa de las heridas.

-          Entonces... no tengo mucho tiempo para decidirme, ne? – dice Kyo con una sonrisa sarcástica, intentando aparentar sentimientos que no siente, no quiere que nadie más lo vea nervioso o asustado.

-          La verdad es que no demasiado – le corrobora el doctor – Un día... como mucho dos, ese doctor llegó ayer noche se estará aquí seis días más pero hay otros pacientes a los que debe atender y su operación, Kusanagi-san, corre algo de prisa – acaba diciendo el doctor observando fijamente el rostro de Kyo, esperando pacientemente una respuesta, apoyando los codos en su mesa y juntando las manos para apoyar ligeramente la cabeza en ellos.

-          Está bien, deme un día para pensarlo – dice Kyo fríamente aguantándose de gritarle al doctor, no es que este sea antipático, ni mucho menos, pero la lentitud de sus explicaciones le desespera. El joven se levanta de la silla y tiende la mano al doctor, más o menos donde cree que se encuentra este. El doctor le aprieta la mano firmemente para despedirse, y hace lo mismo con el joven rubio quien también se levanta. Kyo y Alex salen de la habitación casi sin despedirse, ambos necesitan salir rápido del hospital, demasiadas cosas rondan por la cabeza de ambos jóvenes. En la de Kyo una ligera esperanza, y mucha preocupación... si está ciego porque Azumi así lo quiere... ¿la operación va a servir para algo? ¿Podría ser poder volver a ver? Le gustaría tanto pensar que sí, que mañana podría volver a ver... pero no quiere darse falsas esperanzas... el doctor ha dicho que hay un 20% de posibilidades y eso no es mucho pero... si saliera bien...

Alex por su parte también piensa en que le gustaría tanto que Kyo volviera a ver... pero también le gustaría que Kyo se sincerara con él, al fin y al cabo es su amigo... y él se sinceró con Kyo a su tiempo, le explicó su pasado...

Salen del hospital casi sin darse cuenta, sus pasos son rápidos y Kyo agradece el aire frío al salir. Alex levanta su mano para detener un taxi y uno se para casi al instante, ya es completamente de noche y casi toda la gente está feliz en sus casas y por lo tanto los taxis ya no están tan solicitados. Alex ayuda a Kyo a entrar y él hace lo mismo. El motor se enciende y el ninja da la dirección al taxista, solo espera no tener problemas al  llegar.

Ambos jóvenes se acomodan en el asiento trasero del coche, Kyo tiene los ojos cerrados intentando no pensar en nada, está demasiado cansado de tener que estar pensando continuamente en los movimientos que debe hacer, cansado de tenerse que concentrar para saber donde está la gente, donde están las cosas...

Alex lo mira durante un segundo, preocupado, luego gira su rostro hacia la ventanilla, las luces de la ciudad pasan rápido a su alrededor, tan rápido como vuelven los recuerdos a su mente, recuerdos que quiere olvidar pero que aun así siguen allí, cada vez, insistentes, repitiéndose en su mente. Una casa, casi una mansión, su padre, un hombre alto, de anchas espaldas y cabello negro, de ojos verdes, como él; su madre, una mujer delicada de cabello rubio y ondulado, sus ojos de un azul intenso, siempre vistiendo elegantemente, con una dulce sonrisa. Casi no puede acordarse de mucho más... murieron cuando era muy joven... No, no murieron. Una noche... fría como esta... ya hacía una hora que se había ido a dormir cuando oyó unos ruidos en la parte baja de su casa... No pudo evitar ir a mirar que pasaba bajando lentamente los escalones, un grito por parte de su madre hizo que acabara de bajar corriendo para encontrarse con la escena que estaría en su cabeza el resto de sus días...

En el amplio salón de su casa se encontraban cuatro hombres vestidos de negro, con unos cuchillos en su mano, sus caras tapadas con pasamontañas, solo se podían ver sus ojos. Sus padres en el suelo... sangrando... no pudo evitar gritar y los hombres la vieron y la cogieron... Su padre estaba atado en el suelo, las manos tras su espalda, un hilo de sangre en su boca. Su madre también en el suelo con la parte de arriba de su vestido completamente rasgada, sus brazos llenos de cortes que sangraban abundantemente. Él estaba siendo sujetado por uno de esos hombres, sus manos, cubiertas por guantes, grandes, fuertes y su voz... completamente ronca y rasgada.

-          ¿Les importa si enciendo la radio? – Alex se asusta al oír la voz del taxista, y se queda sin saber que decir, como si no hubiese asimilado aun la realidad con los recuerdos.

-          No – la voz de Kyo es la que da la respuesta al taxista, ha podido notar que Alex está algo distante, pero no puede imaginarse el por qué, le gustaría no tener que preocuparse tanto por todo el mundo... pero le resulta imposible, tendría que estar molesto con tanta gente... y le es imposible, y se maldice por ello.

Alex parpadea un poco al volver a la realidad pero pronto se vuelve a sumir en sus recuerdos, la voz del taxista también es ronca, como la del hombre que lo sujetaba y lo obligó a... los otros hombres cogieron a su madre y le arrancaron toda su ropa mientras ella suplicaba que dejaran a Alex, que solo era un niño, que lo soltaran. La voz desesperada de su madre... Pero los hombres no le hicieron caso, no, uno de ellos... Alex cierra los ojos intentando que las imágenes no vuelvan a su mente pero es imposible, las ve con tanta claridad como si volviera a estar allí. Uno de los hombres empezó a violar a su madre... delante de sus ojos, sin que él o su padre, que gritaba desesperado, pudieran hacer nada. Mientras uno de ellos la violaba, otro se encargaba de acariciar todo el cuerpo de su madre sin consideración, la golpearon salvajemente hasta que quedó inconsciente... Alex lloraba desconsolado, era una imagen que alguien tan joven no tendría que ver jamás. El hombre que lo sujetaba dijo que él también se quería divertir y recuerda claramente la respuesta de uno de los otros “Con la mujer no podrá ser... ya está muerta” Alex y su padre no pudieron evitar gritar, y por primera vez Alex pudo ver que su padre lloraba y pedía clemencia, como su madre, que dejaran a su hijo, que no le tocaran.

Otro hombre fue a sujetar a Alex mientras que el que lo tenía sujeto se dirigía hacia su padre, los otros también. Alex giró la cabeza, no lo quería ver, pero el hombre que lo sujetaba le cogió por el cabello obligándolo a mirar la escena... los hombres empezaron a desvestir a su padre, mientras lo iban golpeando salvajemente. El que antes lo había sujetado empezó a... violar también a su padre.

-          Ya hemos llegado – dice el taxista deteniéndose a pocos metros de la entrada de la mansión. Haciendo que Alex vuelva a la realidad de nuevo. Kyo baja del coche y el ninja también después de pagar maquinalmente, sus ojos están perdidos aun, entre los recuerdos y la realidad. El taxi desaparece en la oscuridad de la noche mientras Alex sigue de pie mirando a la nada. Kyo espera pacientemente a que el ninja se mueve... está seguro que algo le pasa a su amigo.

-          Alex – lo llama al notar que el ninja no se va a mover – Entremos – le acaba diciendo con voz algo fría. El ninja se gira para mirarle, ve a su joven amigo, con los brazos a los lados, la cabeza alta y sus oscuros ojos mirándolo sin verlo.

-          H... hai – balbucea el ninja dando un paso al frente, pero nota que sus piernas no le sostienen y se da cuenta que está temblando, temblando como una hoja, no por frío... recordar su pasado le resulta tan doloroso, chocante. Nota que sus pies no lo sostienen y se niegan a avanzar. Kyo puede notar lo quebrada que es la voz de su amigo y oye el paso inseguro que da.

-          ¿Alex? – dice acercándose él donde oye que está el ninja, lentamente – Se puede saber que te pasa? – pregunta intentando mantenerse frío, pero realmente se está empezando a preocupar por el joven... No sabe bien la razón por la que Alex se comporta así, quizás es por la herida o quizás...

-          Pare... {Padre} – dice el ninja en un susurro mientras cierra los ojos y unas lágrimas descienden por ellos rápidamente. Nota que sus piernas tiemblan demasiado y que no lo sostienen, se le doblan y empieza a caer pero Kyo le sujeta antes de que esto pase, lo coge delicadamente y desciende hasta que ambos quedan de rodillas en el suelo. Ahora Kyo ya sabe porqué su amigo está así, han pasado tantas cosas y en tan poco tiempo que han hecho que el ninja recordara su pasado, un pasado que sabe que Alex no quiere recordar... Hace tiempo se lo contó a Kyo, recuerda la angustia que vio en esos ojos verdes tan penetrantes. El joven Kusanagi pasa sus manos, con cuidado por la espalda de Alex, acercándolo a él despacio.

-          Alex... ya pasó, son solo recuerdos – le dice mientras con una mano empieza a acariciar el sedoso cabello del joven, intentando calmar al ninja que solloza débilmente en sus brazos.

-          Per què? ... Per què?... {¿Por qué?... ¿Por qué} – susurra el ninja, siempre le afecta recordar el pasado, por eso no le agrada que nadie lo sepa... y ahora... está en los brazos de alguien que sí sabe de su pasado, que lo está consolando... cuando debería de ser todo lo contrario, tiene otras cosas en que pensar y no debería estar consolando a nadie... Alex no puede evitar sentirse culpable por esto, se aferra a la ropa de Kyo, escondiendo su rostro en el pecho de su amigo mientras este lo aprieta más contra sí como si con eso intentara sacar a Alex de sus constantes recuerdos. Se quedan un rato así, Alex sollozando débilmente y Kyo abrazándolo y acariciándole el cabello – Gomen – dice Alex al fin, levantando su mirada y apartándose ligeramente de Kyo, quien ahora tiene una dulce sonrisa en su rostro, siempre le cuesta estar enfadado con Alex... demasiado dulce.

-          No passa res {No pasa nada} – le dice Kyo mientras se levanta despacio. Alex va a decir algo cuando oyen unos pasos acelerados pero muy silenciosos y Alex puede ver a alguien saltando la valla de la mansión. Kyo y él se ponen en posición defensiva, Alex puede ver que es un ninja, con la cara cubierta y pone su mano en su cuchillo, preparado para sacarlo si es necesario.

-          Soy yo Alex – dice una voz conocida por ambos jóvenes. El ninja se saca la parte que le cubre el rostro – Hiroshi – dice al fin con la cara descubierta, ambos se calman y suspiran aliviados pero Alex puede ver que algo malo debe estar sucediendo por la cara seria y fría de Hiroshi. Luego desvía su mirada, y abre los ojos sorprendido, su moto! Su moto está casi en la entrada de la mansión.

-          ¿Qué pasa, Hiroshi? – dice Kyo notando la tensión que se ha producido en unos segundos.

-          Veréis... Shikai ha ido a mirar por la mansión hace un rato... quería ver si había peligro de que alguien nos atacara... – empieza a decir con tono nervioso, sin mirar a ninguno de los dos jóvenes directamente – y ha oído el ruido de la moto de Alex... así que ha creído que regresabais – Kyo no puede evitar sorprenderse... ¿Iori en la mansión? O... ¿era Azumi? Le gustaría poder hablar con ese diablo ahora mismo y saber qué le ha hecho a Yagami, pero no sabe como hacerlo, no sabe si le escuchara, y si es el caso que lo escucha, no sabe si le responderá – Pero no erais vosotros... era... – continua Hiroshi, su voz seria – Yagami... y no iba solo en la moto...

-          ¿No iba solo? – pregunta Alex confuso – Él nos quitó la moto... – murmura algo bajo, Hiroshi puede oírlo, pero en estos momentos no resulta importante que les quitara la moto o que se la dieran.

-          No... oh... iba con Yuki – dice apretando sus puños intentando dar la noticia, pero le cuesta y no sabe como hacerlo.

-          ¿Yuki? – pregunta Kyo con sus ojos como si mirara fijamente a Hiroshi, este no puede evitar girar la cabeza, sabe que Kyo no lo ve pero igual se siente cohibido - ¿Qué pasa? Hiroshi, ¿Qué ha pasado? – pregunta el joven Kusanagi notando la preocupación en la voz del ninja y las dudas que tiene al hablar.

-          Yagami se ha detenido... frente a la mansión, Shikai ha ido a mirar y al ver que iba con Yuki quería salir para ver que podía arreglar... pero... cuando quería hacerlo... – Hiroshi se detiene para mirar fijamente el rostro de Kyo, y ve que en él se refleja la preocupación, pero cuanto antes lo sepa mejor - ... ha visto como... Yagami tiraba a Yuki de la moto y... – aparta la mirada y aprieta los puños, tendría que haber estado Shikai aquí para hablar, no él, a él no se le da bien dar malas noticias.

-          ¿¡Qué!? – dice Kyo que se ha acercado a él y le ha cogido los hombros sabiendo donde se encontraba, Hiroshi nota la fuerte presión en ellos y la preocupación reflejada en el rostro de Kyo. Alex también se ha acercado, temiéndose lo que ha pasado.

-          La... Yagami... Yagami ha... – Hiroshi cierra los puños – quemado a Yuki – cierra los ojos y nota que la presión en sus hombros desaparece, los abre lentamente y levanta la cabeza para mirar el rostro de Kyo. Este esta con los ojos abiertos y la boca también medio abierta, como si estuviera en otro sitio en otro lugar, en su cabeza intenta asimilar lo que ha oído, intenta comprender las palabras. Sus manos caen flácidas a los lados de su cintura. No puede creerlo, Yuki, su querida Yuki... ¿muerta? Debe ser una pesadilla, se dice en su cabeza, debe ser Azumi que está jugando con él. ¡Azumi! ¿Puede ser que haya sido él quien lo ha hecho? Pero... ¿sería capaz de matar encendiendo...? Kyo aprieta los puños con fuerza y cierra los ojos, mordiéndose el labio inferior, intentando que las lágrimas no salgan. ¿Cómo asimilar esto? ¿Cómo puede aceptar que la persona a que él quería está... muerta? Siente sus llamas ardiendo en su interior pidiendo quemar, matar a alguien, pidiendo venganza! Una llama se enciende alrededor de su mano cerrada, algunas gotas de sangre caen al suelo. Alex e Hiroshi miran algo asustados la reacción del joven, ambos no pueden creer que todo lo malo le esté pasando justamente a él. Shikai al ver lo que había pasado intentó ir a ayudar a Yuki pero ya era demasiado tarde y Yagami había desaparecido dejando la moto aparcada al lado de un rastro de cenizas... había ido corriendo a explicarlo a todos, vieron que Shikai realmente se había sorprendido ante la acción del pelirrojo. Kaiji se había ocupado de él, Benimaru había salido con su auto furioso para intentar encontrar a Yagami y Hiroshi había sido el encargado de salir a ver si Kyo y Alex llegaban. Y ahora se encontraba aquí, viendo como Kyo sufría enfrente de él.

Alex mira como Kyo intenta contenerse, contener las lágrimas, las ganas de quemarlo todo, lentamente pone una mano en el hombro de su amigo, pero como respuesta solo recibe un golpe fuerte y cargado de llamas el cual logra esquivar a duras penas, quedándole un brazo algo quemado y adolorido.

-          ¡Déjame en paz Alex! ¡Todos! – dice empezando a correr, solo esperando estar bien situado, y así lo está. Entra en la mansión. Oye como Alex e Hiroshi lo llaman y lo siguen de cerca. Nota sus lágrimas empezando a bajar por sus ojos mientras sigue corriendo, sabe que pronto llegará frente a la mansión. Se detiene cuando cree que ya está lo suficientemente cerca y prende sus llamas con furia – ¡Saisyu! ¡Sal! ¿¡No querías matarme!? ¡Aquí estoy! – grita con todas sus fuerzas mientras una columna de fuego lo envuelve completamente.

Desde una ventana Saisyu puede ver la columna de fuego ardiendo fuera y a su hijo dentro de ella. Lentamente se dirige a la puerta para salir a enfrentar a su hijo.

 * * *

[ Capítulo 29: Perdues ]

Continuará...

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Marzo, 2002

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