Nota de MiauNeko: Odio a Word.


Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~

Fanfic por [Artemis]

Capitulo 26: Aviat... {Pronto...} 

Kyo y Alex salen del bar... el joven ninja no se atreve a decir nada, Kyo tiene una mano en su hombro como si fueran amigos, no como si lo necesitara para poder guiarse. El sol ya ha desaparecido totalmente, las luces de la ciudad iluminan la amplia calle, el frío del invierno se ha hecho más presente ahora que el sol ya no calienta. Alex se voltea un poco para mirar a Kyo... y se queda parado, haciendo que su joven amigo haga un ligero tropiezo pero sin caer... Kyo no esperaba que Alex se detuviera y hace una mueca de desagrado, se supone porque el ninja se ha detenido, cómo no? Sabe perfectamente que ahora sus ojos están húmedos y sabe que Alex lo ha visto... Nunca se había sentido igual, nunca ha sentido miedo con Yagami... y ahora... ahora, se había asustado al notarlo tan cerca, tenía miedo de... de... Siente unas manos en su cuello, rodeándolo y una cabeza en su hombro... Alex... Por qué tiene que ser tan bueno? Por qué tiene que ser cariñoso? Por qué si él no hace más que gritarle? Sonríe débilmente... mientras pasa sus brazos por la cintura del joven y siente como una lágrima baja por su mejilla... por qué tiene que sentir miedo? Más aun... por qué ha tenido que quedarse ciego!? Todo por culpa de ese maldito Azumi...

Los dos jóvenes se quedan abrazados durante un rato, decenas de ojos curiosos observan la escena, dos chicos... abrazados en plena calle... o son un chico y una chica? Algunos se detienen para intentar saber si el joven medio rubio es chica o chico puesto que con la poca luz y los rasgos tan femeninos que tiene el joven hacen dudar a los curiosos.

Pero a parte de todos ellos un par de ojos también observan la escena, algo molestos, con mechones rojizos encima de ellos... Iori no puede creerse esto... cómo se atreven a quedarse así en medio de la calle? Cómo puede Kyo abrazar a alguien así? Por qué ha salido a ver como se iba Kyo? Por qué ha sentido esa necesidad? ... recuerda lo sucedido hace pocos segundos... el rostro de Kyo... con el miedo reflejado en él... Cierra los ojos y aprieta los puños con fuerza... “Te odio”... unas palabras tan frías... por qué tienen que afectarle tanto? Vuelve a abrir los ojos y ve como los dos jóvenes ya se han separado y se dirigen hacia una moto aparcada no muy lejos de allí.

Iori no puede evitar sentirse algo extraño... no sabe lo que es... siente como... si Kyo lo hubiera traicionado... No entiende bien porque... pero... Iori siempre había creído que él era el único que podía comprender al joven Kusanagi, los dos tenían que luchar por culpa de sus clanes... esto les unía, y ahora... verlo así con ese rubio... ese ninja que parecía entender a Kyo tan bien, que parecía que sabía qué tenía que hacer y cuando hacerlo... En el hospital, el primer día, cuando los vio abrazados... ahora, estando igual... Iori puede ver que algo une a Kyo y a Alex pero... qué? Acaso ellos son...? Pero... y Kushinada? La chica estaba con otro... quizás se separaron? Lentamente levanta su mano para posarla en su cuello, donde esta el kanji... el regalo de Kyo, lo roza levemente y lo pone debajo de su ropa.

-          Oye pelirrojo, me prestas el cuerpo? – Iori siente una voz en su cabeza, una voz que le resulta vagamente familiar pero no sabe de qué, tampoco tiene tiempo para mucho más... su consciencia se pierde rápidamente para dejar paso a otra consciencia algo molesta, enfadada – Orochi – murmura Azumi entre dientes, controlando el cuerpo de Iori. Ve como Alex sube a la moto y Kyo detrás... se acerca con pasos rápidos hacia ellos. El ninja lo ve y está a punto de encender la moto, Kyo nota que su compañero se tensa – Oi pequeño, préstame la moto – dice Azumi al lado de la moto, hablando con Kyo, este no puede evitar sorprenderse... es Yagami el que está a su lado... pero... su voz está algo cambiada... y... Yagami jamás le llamaría pequeño.

-          Tu... – susurra Kyo, no puede entenderlo bien pero no puede ser Iori... así que tiene que ser...

-          Bueno, me la prestas o qué? – dice Azumi intentando mantener en algo la calma... pero sabe que Orochi ha hecho algo... pero está demasiado lejos como para llegar a él, algo le impide saber lo que ha hecho el dios y, además, está demasiado cansado... Aun que también le está cansando tener que mantener el cuerpo de Iori, es demasiado rebelde...

-          Qué pasa? Por qué tanta prisa? – pregunta el joven Kusanagi sabiendo que está hablando con Azumi y no con Iori... y por lo que puede notar tiene prisa. Alex mira la escena, no ve nada anormal... bueno, quizás... le parece que Kyo está más relajado... como... si estuviera hablando con... un amigo? No puede entender bien lo que está pasando pero no le gusta... Ha descubierto los sentimientos de Kyo... sentimientos que quizás ni Kyo sabe que tiene... pero aun así... Es muy extraño el comportamiento de su amigo... en general ha estado bastante extraño desde que todo empezó...

-          No creo que... hng – Azumi siente una fuerte presión en su pecho... – Maldición... – dice mientras se encoge un poco hasta que una de sus rodillas toca el suelo y pone su mano en el pecho, no esperaba aguantar tan poco... Siente unas manos en sus hombros... Kyo... ha bajado de la moto y ahora está frente a él.

-          Se puede saber que diablos está pasando... Azumi? – dice Kyo algo flojo para que Alex, que también ha bajado de la moto, no lo oiga. El ninja está bastante, por no decir muy, sorprendido. No entiende qué está pasando... ha oído hablar de los ataques que suelen sufrir los Yagami... el Riot... pero si es eso... si es el Riot... No puede creer que Iori se dejara tocar así por Kyo... que se dejara sostener tan... gentilmente. Por su parte Kyo también está algo sorprendido, ha podido ver como Azumi es capaz de hacer lo que le plazca, pero también vio, en sus sueños como algo pasaba con el diablo... pero no sabe si solo fueron trucos...

-          Maldita sea... tengo que salir... – un poco de sangre sale de los labios de Azumi y su respiración se acelera – ... de este cuerpo – acaba diciendo mientras cierra fuertemente los ojos... Kyo pasa sus manos por la espalda del diablo que ahora está en el cuerpo de su rival... se le hace extraño... sentir el cuerpo de Iori, su aroma tan penetrante y saber que está con Azumi... es algo extraño, nota algo en sus dedos... algo húmedo y espeso... sangre?

-          Qué pasa? – dice lentamente... preocupado... ha visto sangre una vez en la espalda de Azumi... pero era un sueño... no puede ser que ahora... Siente unas manos aferrándose a sus hombros, clavándose en ellos... apoyándose para levantarse, así lo hace y Kyo con él – Azumi... qué...? – continua susurrando Kyo, Alex se acerca un poco más, solo para recibir un golpe en su estomago mientras Kyo recibe otro en la cara que le hace perder el equilibrio.

-          Nunca te fíes de mí, pequeño – dice Azumi mientras sube a la moto después de haber golpeado a los dos jóvenes, arranca y se aleja rápidamente por la calle.

-          Maldito! – grita Kyo, oyendo como la moto se aleja e incorporándose mientras se maldice por preocuparse tanto por alguien que lo ha dejado ciego... – Alex, estás bien? – pregunta al oír a Alex toser... el ninja está encogido sobre sí mismo... con un hilo de sangre en su boca... realmente ha sido el golpe más fuerte que jamás le han dado, ni tan solo cuando lucho con Saisyu había recibido un golpe así... intenta incorporarse, pero casi le resulta imposible... pone un brazo rodeando su estómago.

-          Si... – dice algo lentamente... con voz muy rota... realmente le ha dolido... Kyo intenta centrarse un poco, la cara le duele... Siente la respiración cortada de Alex y se le acerca – Qué... le pasa... a Yagami? – pregunta el joven ninja, casi no puede respirar, pero no entiende nada de lo que ha pasado.

-          Olvídate de esto... será mejor que vayamos al hospital – dice Kyo poniendo una mano en el hombro de Alex haciendo que el joven ninja tenga que incorporarse un poco más... mira a los ojos de Kyo, parecen vivos... y preocupados, mirando hacia el lugar donde el ruido de la moto desapareció al confundirse con los ruidos de la ciudad. En verdad el joven Kusanagi está algo preocupado... pero no sabe bien por quien... si por Azumi, porque en verdad no puede evitar pensar en que realmente el demonio se encuentra bien aunque este ya le ha dicho que nunca lo crea; o por Iori, porque ahora Azumi está en su cuerpo y a saber lo que pretende el demonio. Sería capaz de matar a Iori? En los sueños ha visto como Azumi puede ser despiadado, aunque no lo haya demostrado, él ha visto como el diablo dejaba que la gente muriera... Yagamis, Kusanagis... la madre y el amigo de Raike... Los vio morir y ni tan solo se inmutó... Solo espera que con Iori no haga lo mismo... pero... porque debe pensar eso? Tendría que odiarlos a los dos y no puede! Sacude su cabeza intentando quitarse estos pensamientos – Alex puedes llamar a un taxi? – dice al fin, sabe que Alex está mal, que el golpe ha sido fuerte y claro que está preocupado por él... pero... al menos con el ninja se va a mantener firme, si tan solo Alex se hubiera estado callado...

-          Está bien – el ninja se incorpora totalmente, manteniendo una de sus manos en su estómago y se dirige hacia la calle para intentar llamar a un taxi, con Kyo a su lado, aun manteniendo una mano en el hombro del ninja. Este levanta su otra mano y un taxi se detiene al verlo. Alex abre la puerta trasera y deja pasar a Kyo que pone una mano en la puerta y la otra en el techo y lentamente va entrando, procurando no parecer ciego, solo adolorido, y en verdad lo está, su mejilla le duele, el golpe ha sido realmente fuerte. El joven ninja entra en el taxi tras de él con un ligero quejido de dolor. Cierra la puerta algo torpemente porque el dolor le impide moverse como debería, no entiende que ha pasado con Yagami, pero Kyo no parece interesado en contarle nada. Da la dirección al taxista y empiezan a dirigirse hacia el hospital.

* * * 

El viento hace ondular el cabello rojo sin control, las luces pasan rápido a su lado, iluminando momentáneamente su rostro para volver a oscurecerse y seguidamente otra luz lo ilumina, las sombras aparecen y desaparecen, sus ojos molestos, el rojo cabello pasa por ellos en un furioso compás debido a la velocidad.

Gira la moto para ir a una calle más oscura, con menos luz, los coches pitan furiosos a quien se ha saltado el semáforo. La calle más estrecha, las casas y pisos gastados por el paso de los años, viejos, la pintura, en ciertas partes ya ha desaparecido para dar lugar al tétrico gris bajo los colores.

La gente ha desaparecido casi por completo, solo para dejar paso a grupos de adolescentes vestidos de cuero, principalmente negro, con pendientes y collares, observando al joven pelirrojo que se detiene justo enfrente de un callejón completamente oscuro, solo ligeramente iluminado por la luz muy tenue de una pequeña tienda de licores aun abierta pero con el dependiente dormido en la barra.

El joven pelirrojo entra en el callejón, sin importarle los ojos de los adolescentes que lo miran curiosos. Sus ojos se adaptan  a la oscuridad rápidamente y puede ver a un joven de cabello blanco sentado encima de un contenedor cerrado, muy pensativo mirando hacia el suelo, enfrente de él. Hay un cuerpo allí, pequeño, de una chica.

-          Orochi – la voz hace que Orochi salte del contenedor y se pone en posición defensiva, mientras en las sombras puede ver un cuerpo alto y unos ojos rojos y molestos.

-          Yagami... – dice entre dientes al reconocer al joven, debe haberlo descubierto y seguido... Se prepara para atacar, maldiciendo tener el pelirrojo enfrente suyo... si tuviera sus poderes... le hubiera encantado ver el rostro de Yagami enfrente suyo... agonizando, muriendo. Pero en estos momentos no le gusta nada habérselo encontrado... es fuerte... pero las llamas, sus llamas, no vienen a él... si tan solo tuviera sus poderes o una parte de ellos...

El pelirrojo se acerca más, sus ojos se ven furiosos. Se para justo enfrente de Orochi y este le mantiene la mirada, pero siente un golpe en su rostro, un golpe dado con el dorso de la mano, que le hace voltear la cara, sintiendo el dolor en ella.

-          Estúpido... se puede saber en qué estabas pensando!? – a Orochi la voz de Iori no le parece la misma, duda un momento y lo mira extrañado, pero también muy furioso, si tuviera sus poderes... se repite una y otra vez en su mente. El pelirrojo se aparta para ir a ver el cuerpo de la joven, pone una mano en su cuello... no hay pulso y la joven está fría, le mira el rostro, Kushinada... Esto solo significa una cosa: Problemas. Se voltea hacia Orochi, aun habiendo matado a Kushinada no ha recuperado sus poderes pero solo hace falta un ligero paso en falso por su parte para que Orochi los recupere completamente – Esto nos... te va a traer problemas – dice molesto, levantándose y señalando a la joven. Orochi ya se ha dado cuenta que, aunque sea el cuerpo de Yagami el que le habla es Azumi, El Señor de la Muerte... y aun se molesta más, cierra sus puños con fuerza y lo mira directamente a los ojos, esperando encontrar esa sonrisa que siempre lleva Azumi en el rostro, pero no es así... Azumi no sonríe, está molesto, furioso... Orochi ha acelerado las cosas y sin su permiso. Enciende las llamas de Iori, púrpuras y se acerca hacia Orochi quien da un paso hacia atrás golpeando su espalda en el contenedor donde estaba sentado, no puede evitar sentir miedo de Azumi, tiene motivos para tenerlo. Sus rostros quedan a solo un palmo, Orochi puede sentir la llama púrpura a un lado de su cintura, el calor le llega e intenta mantenerse firme.

-          Me dijo que no tocara a Iori y a Kyo, y no lo he hecho – dice con voz firme y convencida, solo esperando que Azumi no se moleste más. Oye una ligera risa y ve como la llama se apaga en la mano, mano que se dirige a su rostro y se posa en su mejilla.

-          Claro... te dije que no los tocaras a ellos... mi pobre Orochi... – dice Azumi, con una sonrisa pacifica en su cara, sonrisa que jamás Iori ha usado, Orochi se relaja un poco, sintiendo como la mano acaricia su mejilla, mira algo desconfiado a Azumi y ve como este acerca su rostro al de él hasta no dejar espacio entre ellos, siente unos labios en los suyos, suaves. No puede evitar abrir más los ojos debido a la sorpresa, que él recuerde jamás Azumi le había besado, ve como este tiene los ojos cerrados, su mano sigue en su mejilla y desciende lentamente, hasta posarse en su cuello. Orochi no puede evitar poner una de sus manos en el hombro de Azumi, le parece raro, pero no le desagrada estar besando a su señor. De pronto siente que la mano del diablo se cierra alrededor de su cuello y lo aparta bruscamente para levantarlo – Sabes perfectamente que Kushinada estaba incluida!- le grita mientras aprieta más fuerte el cuello de Orochi y este solo logra poner las manos sobre las muñecas del poseído Iori, intentando alejarlas, en vano. Azumi lo tira al suelo bruscamente, haciendo que Orochi no pueda evitar emitir un quejido, el diablo se acerca a él y lo mira furioso – Vuelve a hacer algo así... y te mataré – susurra cruelmente mientras se agacha para ver a Orochi más de cerca. Este está aun en el suelo sin poder incorporarse casi por culpa del dolor mirando a Azumi furioso pero también con algo de miedo en su rostro, el pelirrojo levanta una mano distraídamente y la pasa por el cabello blanco – Orochi, Orochi, que voy a hacer contigo? – dice sonriendo pacíficamente y mirándole a los ojos, mientras con su mano acaricia el sedoso cabello. El dios no puede evitar sentirse extraño... está molesto con su señor, mucho pero a la vez tiene miedo de él... pero hay algo más... no sabe el qué. Se incorpora pero al intentar levantarse siente que le duele el costado y se queda arrodillado enfrente de Azumi, este baja su mirada y pone su mano en el costado adolorido de su sirviente... levanta la ropa para mirar, hay un rasguño no muy grande y le parece que se va a formar un morado... a parte de eso y del fuerte golpe no cree que sea nada más, no lo ha tirado tan fuerte como para romperle nada. Orochi observa algo ingenuo como Azumi mira su herida, no entiende el comportamiento de su señor, en verdad nunca lo ha entendido, a veces puede llegar a ser amable... mucho y es capaz de matar al primero que se le cruza por capricho... su comportamiento es tan extraño... pero le parece como si ahora hubiera cambiado, no sabe en qué pero le parece distinto.

-          Por qué... no coge su cuerpo? – pregunta algo cortadamente Orochi, no entiende por qué Azumi ha de ir poseyendo los cuerpos de otros cuando él mismo tiene uno. No sabe como va a reaccionar su señor ante la pregunta y se tensa un poco para, quizás, recibir un golpe.

-          Pronto lo sabrás... pronto... – dice Azumi algo sorprendido por la pregunta, levantando la cabeza para mirar a los ojos de Orochi y encontrarse con que no hay rabia en ellos, solo ha sido una pregunta inocente... igual que un niño preguntaría porque el cielo es azul. Sonríe y pasa una de sus manos por el rostro de Orochi, acariciando su mejilla.

-          Pero mi señor... – intenta decir Orochi, pero Azumi pone un dedo en sus labios... se le hace extraño ver a Azumi tan... cariñoso? con él. Se le hace extraño ver el rostro de Yagami con una sonrisa.

-          Ssh, pronto lo sabrás todo y... deja de llamarme señor... – dice el demonio apartando el dedo de los labios de Orochi quien se sorprende con estas palabras... la verdad no recuerda en que momento empezó a llamarle señor... no está en nada seguro de que Azumi se lo dijera... pero era lo único que oía en el castillo – Llámame Azumi – acaba diciendo el pelirrojo.

-          Azumi? – dice Orochi sin comprender bien... el demonio no puede evitar reír ante la cara de incomprensión de su sirviente, claro, Orochi no recuerda como se llama.

-          Aha, ese es mi nombre... A-zu-mi – dice lentamente, sonriendo divertido, en verdad en estos momentos le parece que Orochi se está comportando como un niño, con la ingenuidad de un niño. Pasa una mano por la frente de Orochi, apartando los mechones que le cubren los ojos, este hace un ligero movimiento, echándose hacia atrás sin comprender, sus pensamientos están algo confusos, por no decir muy confusos – Venga, tenemos que arreglar esto – dice Azumi levantándose y señalando el cuerpo sin vida de Yuki... piensa un momento en qué debería hacer... y una idea pasa por su mente... si bien la muerte de Kushinada le puede dar problemas también puede sacar algo de provecho... – Coge el cuerpo y espérame, iremos a dar una vuelta en moto – dice sonriendo algo más cruelmente, Orochi no tiene tiempo de protestar porque Azumi ya se ha ido hacia la moto para llevarla dentro del callejón... El diablo puede ver algún grupo de jóvenes hablando a algunos metros del callejón... deben estar bebidos o drogados, piensa mientras coge la moto y la lleva dentro del callejón. Orochi ya ha cogido el cuerpo de Yuki, sin demasiada consideración, puesto lo ha cogido por el cuello. Lo sube a la moto con algo de esfuerzo porque su costado le duele bastante, después sube él.

-          Qué vamos a hacer, mi señor? – pregunta Orochi algo intranquilo puesto por mucho que Azumi se comporte de una manera amable nunca va a confiar en él... no, no puede confiar en alguien como Azumi.

-          A ti te dejaré en una casa donde antes vivía yo... – le explica tranquilamente – Para ella tengo otros planes – acaba diciendo con una sonrisa en sus labios. No deja que Orochi pregunte más, arranca la moto, no sin antes mirar el tejado de uno de los pisos y ver una sombra en él... “Pronto...” se dice Azumi, su rostro cambia completamente, haciendo que Orochi... por primera vez en su vida, vea a su señor... triste. “Pronto me vengaré... Señor de la Muerte” piensa a su tiempo la sombra en el tejado. Azumi sale del callejón rápidamente, haciendo que Orochi tenga serios problemas para aguantarse y tenga que pasar sus brazos alrededor del cuerpo sin vida de Kushinada para aguantarse en la cintura de Azumi quien conduce a toda velocidad por las calles, como si conociera la ciudad desde siempre. Las calles ya están casi desiertas y puede ir tranquilamente por ellas.

Pasan algunas calles, miles de edificios, altos y bajos, viejos, nuevos... Se detiene enfrente de unos pisos... algo bruscamente.

-          Ung... – se queja Orochi, quien no esperaba la frenada y ha caído hacia delante, se incorpora para mirar el edificio – Donde estamos? – pregunta fríamente.

-          Vas a estar aquí durante un tiempo... ve al cuarto piso, la puerta número dos, nadie vive allí... – le explica Azumi mientras Orochi baja de la moto – y sobretodo... no le abras a nadie que no sea yo – le acaba diciendo cuando Orochi ya ha bajado completamente.

-          No soy un crío – le recrimina viendo que Azumi lo está tratando como tal, y se molesta por ello, cómo se atreve? Quizás es su sirviente pero ya hace mucho que dejó de ser un niño... si es que algún día lo fue...

-          Lo sé... pero hazme caso – dice Azumi pasando una mano por la barbilla de Orochi que no se mueve y lo mira molesto. Al fin arranca la moto y desaparece sin decir más por la ancha calle. A Orochi le resulta muy extraño todo lo que está pasando... muy extraño... demasiado quizás... entra en el piso y sube hacia donde Azumi le ha dicho... está cansado... realmente... desde que tiene el cuerpo igual que un humano también necesita descansar como ellos y se maldice por ello.

 * * *

Continúa

[ Capítulo 27: Abans Del Diagnòstic ]

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Marzo, 2002

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