Nota de MiauNeko: Odio a Word.


Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~

Fanfic por [Artemis]

Capitulo 24: Descobriments ~ Abandonament ~ Agonia
{Descubrimientos ~ Abandono ~Agonia}

 En la habitación de invitados de la casa de los ninjas un viento sopla ligeramente, entrando por la ventana, haciendo ondular ligeramente las sabanas de una cama vacía. Un pequeño remolino se forma en la habitación, insistente, girando alrededor de nada... en un principio. Luego una silueta se forma... un cuerpo que cae desmayado en la cama, dejándola aun más deshecha.

En la parte de a bajo los ninjas están comiendo. Kaiji les ha contado a todos quien ha llamado y que por lo visto se trataba de algo referente al hospital... Alex quería subir a ver a Kyo pero al final todos lo han convencido que es mejor dejar que descanse... Kyo, y también él. Así que ahora todos están comiendo, Hiroshi va diciendo alguna que otra tontería, Kaiji solo lo escucha con paciencia y Shikai se dedica a sonreírles y a decir algo de vez en cuando, mayormente para decirle a Hiroshi que no hable con la boca llena. Por otra parte Alex aun queriendo disfrutar del momento de tranquilidad, le resulta imposible, sus ojos verdes están todo el tiempo perdidos... en un pasado lejano o en el presente... un presente que no quiere admitir, pero que está ahí, frío, oscuro... no entiende porque Kyo se mostró tan frío con él, bueno, de seguro hay un motivo... tiene que haberlo... pero no sabe cual... no lo sabe y se preocupa... puede haber hecho algo mal? El que? Su hermano pequeño lo está culpando de algo, pero de que!? Por que!? Se levanta de la mesa bastante bruscamente. Benimaru ya ha visto que Alex estaba bastante tenso todo el rato y los chicos también...

-          Me voy a mi habitación – dice Alex distraídamente mientras se levanta y se dispone a irse, no es tarde como para dormir, es media tarde, pero necesita descansar y pensar a solas en todo lo que está pasando. Se detiene antes de subir y se gira un momento para ver a los chicos – Hiroshi que Benimaru duerma en tu habitación si quiere quedarse, de acuerdo? – su voz suena cansada, como si las palabras salieran arrastrándose, una ligera sonrisa en sus labios y sus ojos medio cerrados, algo rojos de agotamiento, pero la sonrisa es dulce, para que no se preocupen por él. Benimaru va a protestar... porque tiene que dormir con Hiroshi? Ya le ha dicho a Alex que no va a hacer nada... intenta protestar – Si quieres quedarte a dormir lo harás en la habitación de Hiroshi que es  donde hay dos camas, pero si prefieres dormir con otro de los chicos, que no sea yo, dilo – dice Alex viendo a donde quería ir Benimaru, no se piensa arriesgar a dejarlo dormir con él, no, demasiado peligroso. Empieza a subir sin dejar que Benimaru proteste, Kaiji empieza a sacar los platos.

-          Prefiere dormir con otro, Benimaru-san? – dice Hiroshi con su peculiar sonrisa en los labios, como si se burlara siempre de todo y de todos... no, no le apetece dormir con él... demasiado... raro... y gritón... no, con él no quiere dormir, pero aun lo quiere hacer menos con Kaiji, por mucho que le haya pedido perdón, no, no quiere encontrarse un puñal en su espalda... entonces? Shikai? Bueno, parece el más normal... y... es una buena manera de mantenerlo alejado de Alex y poder controlarlo... quizás todo sean imaginaciones suyas pero no le gusta ver a ese rubio tan cerca de Alex... demasiado hermoso.

-          Prefiero que Shikai esté conmigo, si no te importa – dice al fin mirando a Hiroshi, puede notar un pequeño respingo de sorpresa por parte de Shikai, pero con una inclinación de cabeza ambos aceptan.

Alex acaba de subir, su habitación es la del final del pequeño pasillo, la de invitados... justo enfrente de las escaleras. La puerta de madera, lisa, oscura, pasa su mano por ella acariciando la textura y llegando, despacio, al pomo y girándolo lentamente, haciendo un mínimo ruido. Entra en la habitación con pasos silenciosos, es un ninja, es lo que hace siempre. Kyo esta echado encima de la cama, Alex lo ve raro, es como si se hubiera tirado o hubiese caido desmayado. Se le acerca, está profundamente dormido, su respiración es tranquila y relajada y su rostro también parece relajado, como si no estubiera pasando nada, como si fuera un día de tranquilidad y reposo. El joven ninja coge una manta del armario y la coloca encima de su amigo, despacio, para no despertarle. Se sienta a su lado observando, mira las manos de Kyo... ve las vendas algo ensangrentadas... no había recordado más lo del incidente. Va al pequeño baño que hay en la habitación, abre el pequeño armario y saca algunas vendas.

Con sumo cuidado de no despertar a Kyo, el ninja empieza a sacar los vendajes. Mira las muñecas, hay sangre, sí, pero no se ven los cortes... se ve... como si lo hubieran quemado... quizas Kyo... Decide no pensar mucho en eso, lo que importa es que ahora Kyo ya no lo volverá a hacer... pone las nuevas vendas en las muñecas de su amigo. Cuando termina se queda viéndolo, su rostro sereno, tan tranquilo, pasa su mano por el cabello de Kyo apartándolo para dejar al descubierto sus ojos cerrados, ve que el oscuro color que tenia en los parpados al principio ha desaparecido, toca ligeramente las cejas y los parpados de Kyo con la punta de sus dedos, es tan increible pensar que cuando estos ojos se abren no ven nada, baja su mano... acariciando la mejilla de Kyo y los suaves labios de su amigo. Una sensación agobiante invade el cuerpo de Alex... no sabe porque Kyo esta molesto, necesita saberlo. Sin darse cuenta acerca su rostro al de su amigo, observándolo, notando su respiración pausada en su rostro, acariciándolo dulcemente. Su cabeza baja más, sus labios a milímetros de los de Kyo.

-          Iori... – un sonido apagado sale de los labios de Kyo y Alex se detiene, que iba a hacer? Sonríe tristemente, para que quiere besar a Kyo? Por qué? Une sus labios a los de su amigo ligeramente y se aparta sentándose en la cama sin dejar de ver el rostro de Kyo... por qué lo ha besado? Simplemente... porqué sí, no siente nada por Kyo salvo una profunda amistad, quizás también admiración... quien lo sabe? Pasa su mano acariciando dulcemente los cabellos suaves de Kyo, su querido hermano... haría cualquier cosa... cualquier cosa, lo que fuera por él, para hacerlo feliz, para volver a verlo sonreír. Cierra los ojos, algo pesadamente, los vuelve a abrir al oír de nuevo la voz de su amigo – Iori... – repite lo mismo que ha dicho al princípio... Alex sonríe.

-          O sea que es eso... como no me he dado cuenta antes... – dice Alex sonriendo, quizás un poco más feliz comprendiendo lo que le pasa a Kyo, su obsesión por el pelirrojo... es tan evidente, tan claro, pero quizás ni Kyo se ha dado cuenta de ello. Yagami... sí, Kyo perdonó a Iori, lo ha perdonado, siempre lo ha hecho... nunca se ha molestado con él por tener que pelear... lo sabe, siempre que ha visto a Kyo después de que este había peleado con Yagami decía lo mismo “Todo es culpa de su maldito clan”... del clan, nunca de Iori... siempre del clan. A veces si había mencionado que odiaba al pelirrojo... pero luego se volvía a contradecir... Si lo odiaba tanto... por qué comprarle un regalo? Para qué? No, está seguro de que Kyo aun no lo sabe... o no lo admite – Mi pequeño hermano – dice ducemente acariciando la mejilla del joven. Pero... si lo que dijo ese pelirrojo... si lo que dijo Azumi era cierto... Kyo lo había negado rotundamente... pero, aun así, conoce suficiente a Kyo, sabe que jamás admitiría algo como eso... Entonces... si es cierto... Kyo será capaz de perdonarle de nuevo? Alex suspira profundamente, si lo que él piensa es lo cierto el joven Kusanagi es capaz de perdonarlo. Se levanta sin hacer ruido y sale de la habitación... está tan cansado... entra en su habitación, cierra la puerta tras de sí y se tumba en la cama, quedándose profundamente dormido en pocos segundos.

* * *

-          Maldita sea! Queréis hacer el favor de no desafinar tanto – grita Iori a los componentes de su banda... está tan molesto! Tanto! Necesita descargarse con alguien y ellos son los que más cerca están, cualquier cosa que hacen mal, una simple nota desafinada de cualquiera de ellos puede desencadenar una rafaga de ira por parte del pelirrojo. Están ensayando dentro de un bar, ahora cerrado, pero dentro de unas horas abrirá para que ellos puedan tocar. Está no muy lejos de donde ha visto a la novia de Kyo y a ese peliblanco, por suerte para todos el bar está insonorizado, sino los gritos del pelirrojo se oirían des de bastante lejos.

-          Qu... que os parece si descansamos un poco? – se atreve a decir uno de los chicos del grupo, el mismo que ha tenido que ir a buscar al pelirrojo. Iori asiente, casi tirando la guitarra al suelo. Creía que venir a tocar le ayudaría a sacarse a Kyo de la cabeza, pero no, no podía, aun veía a Kyo con las manos en los ojos en el cementerio, a Kyo en el hospital abrazado a Alex... llorando, a Kyo en el balcón, a Kyo en su casa, a Kyo en su cama pidiendole que no lo hiciera... pero tenía que hacerlo... Iori siente un escalofrío al recordarlo, la suave piel del joven Kusanagi, aun que estaba llena de marcas seguía siendo suave, sus musculos completamente tensados intentando liberarse, su delicada boca, su gusto, el olor de Kyo... la extraña sensación de calidez al estar dentro del chico... sacude su cabeza en un brusco movimiento, que demonios está pensando!? Qué le está pasando!?

-          Voy a fuera – dice secamente el pelirrojo, saliendo del bar sin dejar que nadie le replique. El viento helado hace que su piel se erice durante unos segundos, solo es una rafaga, el sol ayuda a que el frío no sea tan insoportable, aunque faltan pocas horas para que se oculte. Dirige su mirada hacia un bar lejano... el bar donde vio a la novia de Kyo... no está muy lejos de donde él está tocando.

* * *

-          Estás mejor? – pregunta el joven de cabellos blacos a Yuki quien se seca las lágrimas con sus manos.

-          Siento haberme puesto así... ni tan solo me conoces no se porque te lo cuento – dice Yuki con una sonrisa apacible en su rostro, agradeciendo que el joven la haya escuchado pero sin entender porque se lo ha contado.

-          Está bien... me gusta escucharte, puedes contarme lo que quieras – dice Orochi con una dulce sonrisa que hace que la joven tenga que desviar su mirada solo para gritar – Yagami! – el pelirrojo está justo en frente de ella, detrás de Orochi quien baja su sonrisa y una sonrisa cruel en sus labios. El pelirrojo no dice nada, pero Yuki se levanta de golpe – Cómo te atreviste a hacerle eso a Kyo!!?? Cómo pudiste!? – le grita la joven sin miedo, Yagami mantiene su mirada fría e impasible, haciendo oídos sordos a los gritos de la joven y bajando la mirada para ver al joven que está sentado con ella. Orochi puede notar la mirada de Yagami en su espalda así que se levanta lentamente, sin prisas, volteándose para ver a Iori, para mirarlo fijamente a los ojos, este no puede evitar reflejar la sorpresa al ver la cara del joven de cabello blanco... este le sonríe, durante un segundo le parece que es con crueldad, pero luego ve que es una sonrisa pacífica.

-          Tú eres Yagami Iori, verdad? – dice Orochi algo furioso por no poder matar ahora mismo al pelirrojo, pero también divertido de poder jugar un poco con él. Iori solo gruñe algo en señal afirmativa, mientras observa al joven increiblemente parecido a Orochi... sumamente parecido, además, de que le conoce? Orochi ve la cuestionante cara de Iori – Me lo suponía, te vi pelear en el King of Fighters – dice con una sonrisa completamente falsa, nunca en su vida se lo había pasado... tan bien. Le resulta tan divertido todo esto... le tiende una mano a Yagami – Mi nombre es Raike – dice educadamente, Yagami simplemente decide ignorarlo, que se parezca a Orochi no quiere decir que le tenga que hacer caso.

-          Veo que has encontrado un nuevo novio – dice Yagami con una cruel sonrisa en sus labios dirigiéndose a la joven Kushinada. Orochi baja su mano viendo la escena, divertido.

-          Eso no es cierto! – grita la chica furiosa, sus ojos brillan por lágrimas de enojo, pero Yagami tampoco está tan equivocado... al fin y al cabo ella ha dejado solo a Kyo, baja su rostro y una lágrima cae al suelo, se gira bruscamente y empieza a correr alejándose de los dos jóvenes. “Maldición!” piensa Orochi, meditando lo que debería hacer... al final se decide y corre detrás de la chica.

-          Yuki! – grita alejándose de Yagami, le hubiera gustado divertirse algo más con él... pero también hubiera preferido matarle... cosa que por el momento no puede hacer. Yagami se queda quieto observando la reacción de la joven... entonces... es cierto, lo que él suponía, la joven ha abandonado a Kyo y lo ha dejado, y solo lo ha hecho porqué Kusanagi se ha quedado ciego... Entonces, piensa Iori, no lo quiere. Nunca entendió que veía Kusanagi en una chica tan simple y frágil, pero le pareció que la quería y que ese amor era correspondido, ahora ve que no. Kyo había ido a luchar por ella, se fue a lo que parecía una muerte segura solo para salvarla... y ahora... ahora Kyo se queda ciego y ella lo abandona, el amor es tan frágil, se dice Iori sonriendo cruelmente mientras se vuelve a dirigir al bar donde estaba ensayando.

* * * 

Dónde estoy? Otro sueño? Todo está muy oscuro... esto... parece el jardín del castillo de Azumi... pero porque esta oscuridad? Todo está muy borroso... casi no puedo ni distinguir el castillo... es extraño, parece como si todo estubiera difuminado... oscuro y difuminado... Ando hacia el castillo... que estará pasando? Dónde está ese maldito diablo?... Él puede hacer que yo pueda recuperar la vista... que diablos querrá de mí? No pienso darle el gusto de suplicarme que me devuelva la vista... no... aun me queda algo de orgullo. Entro en el castillo... es todo muy extraño... bastante distinto al resto de mis sueños... los otros se veían tan claros... Un ruido, dónde? Miro a mí alrededor pero no veo nada, mejor sigo por la dirección donde me ha parecido oírlo. Qué ha sido esto? De pronto todo se ha oscurecido totalmente para volver otra vez a ser como antes... pero sigue todo difuminado, ahora más que nunca parece un sueño... será cosa de Azumi? Ah, el ruido de nuevo... viene de una puerta... ahora se está abriendo... debe ser Azumi, me acerco. Maldita sea! Es ese... ese... monstruo... dios me ha atravesado, ha sido... horrible, su mandivula destrozada, su cabeza abierta... dios! Se va en la dirección opuesta de donde yo he venido... que es lo que lleva en su mano? Un libro? Quizás se lo lleva a Azumi... debo seguirlo... pero... es tan... repulsivo...

Qué? Todo se vuelve a oscurecer de nuevo. Qué debe estar pasando? Qué pretende Azumi?

-          Azumi! – grito para saber si está cerca, debe de estarlo. Un poco de luz aparece de nuevo pero todo sigue borroso. No estoy en el castillo, no, hay un suelo bajo mis pies... pero lo hay, la luz es poca, solo para ver mi cuerpo, no más. Pero algo a lo lejos se ilumina, un cuerpo, un cuerpo que conozco... Azumi! Corro hacia él, está de pie, no parece que me esté mirando. Llego a él, a su espalda, me ha oído? Seguro que sí, solo me esta ignorando. Pongo mi mano en su hombro, bruscamente, me gustaría tanto romperle esa linda cara que tiene... pero necesito saber porque me ha dejado ciego y si va a devolverme la vista... hace un respingo, como si no me esperase, pero no se voltea, no se gira para mirarme – Estoy harto de tus juegos Azumi – le digo con voz pausada -  Que quieres? Por qué me haces esto? – estoy enfadado, pero si cabe la posibilidad de que pueda volver a ver... me controlaré, aunque tenga ganas de matarlo ahora mismo, me controlaré. Lo hago girarse, quiero saber que quiere, de segurlo tendrá esa maldita sonrisa... Que!? Dios! Pero que significa esto? Mantiene su rostro bajo, como si no quisiera verme... pero... yo veo lo que hay en sus ojos, bajando por su mejilla... lágrimas... no puede ser, estará  jugando conmigo de nuevo? Pero no creo que sean lágrimas de tristeza... puedo ver que se está mordiendo el labio, sus musculos están completamente tensados... dolor? Veo que abre la boca para decir algo... pero no sale ni un sonido, solo... sangre! – Azu... Azumi? – pregunto tontamente, no se que está pasando y no me gusta para nada. Veo como cae de rodillas al suelo empezando a toser, poniendo una de sus manos en su pecho, que está pasando? Tendría que aprovechar el momento para deshacerme de él... sí... pero... no puedo, es superior a mi... no sé porque, debo ser demasiado bueno, condenadamente bueno... tan bueno que yo mismo me doy hasco, maldita sea! Porque he de preocuparme tanto de todo el mundo!? Por qué he de preocuparme por quien me ha quitado la vista? Me agacho para mirar que le pasa – Oye... que pasa? – digo fríamente... o es lo que intento, no puedo evitar sentirme preocupado. Un quejido ahogado sale de sus labios y más sangre también, sin poderlo evitar pongo mis manos en sus hombros... aguantándole. Está tan tenso, no parece que esté jugando conmigo. No sé porqué... no lo sé... pero paso mis manos por su cintura y lo atraigo hacia mí. Abrazandolo. Su cabeza en mi pecho mientras le acaricio los cabellos rojos... rojos... porqué siempre... por qué todo lo que veo me hace pensar en Iori? Quisiera matarle... quisiera matar a Azumi... quisiera matar a Iori... pero no, no soy capaz... por qué? Por qué estos dos pelirrojos logran que les perdone? No los considero mis amigos... no, no lo son... uno no quiere serlo por mucho que yo lo haya intentado y el otro... no me lo he planteado... Pero los sentimientos que tengo hacia ellos son distintos... no sé que siento por ellos, solo que no soy capaz de odiarlos, maldición! Que debe pasarme!? Azumi empieza a toser, sangre. De pronto me encuentro susurrandole al oído – Tranquilo... pasara – pasará? No sé lo que está pasando y encima le digo que esté tranquilo, me gustaría tanto golpearle hasta dejarlo muerto... pero hay algo... algo que no puedo entender... no puedo matarlo. Noto las manos de Azumi sujetando fuerte mi ropa. Tan... tan mal está? Un fuerte grito por su parte y me asusto... – Azumi! Maldita sea! Que está pasando!? – le grito separándome de él para verle el rostro. Esta sudando y las lágrimas de dolor siguen bajando, su respiración es rápida y entrecortada en algunos momentos. Levanta un poco su cabeza para verme a los ojos... sonríe... sonríe dulcemente, pero le duele, debe dolerle, lo veo en sus ojos. Los cierra bruscamente hechandose hacia delante, por qué no me dice nada!? Por qué no me dice que esto es solo otra broma de las suyas!? Quiero que me lo diga! Veo, extrañado, como su cabello se alarga, pasa por entre mis manos que ahora estan en su espalda, se alarga y se vuelve más oscuro... que dando solo unos cuantos mechones rojos brillantes. Noto que se agarra a mi, su cuerpo crece, que debe estar pasando? Cambia su aspecto? Bueno, ya le he visto de tres formas distintas... pero... por qué le duele tanto? Eh! Azumi me aparta empujandome y se queda de rodillas en el suelo, abrazándose a él mismo. No sé porqué lo hace... Veo que hay una especie de tatuaje en su frente... unas líneas... negras y rojas... Un profundo grito de dolor sale de su boca junto con más sangre, me quedo observándolo con los ojos muy abiertos, algo en su espalda... oigo como un ruido de piel rasgandose violentamente y veo... unas... alas! Alas negras en la espalda de Azumi, llenas de sangre. Me acerco a él, titubeante, sigue abrazándose a si mismo, no puedo creerlo, alas... sin plumas, negras y brillantes por la sangre, sangre que brota de su espalda... Dios! Las alas le han desgarrado la piel de la espalda por completo, lleva una túnica blanca, pero ya no lo es, no ahora está casi completamente roja. El dolor debe ser insufrible. Me agacho y le arranco la parte de arriba de la túnica... Dios mío... su piel está completamente desgarrada por donde han salido las alas, la sangre brota abundantemente. Con su misma túnica, rasgándola, intento detener la emorragia. Maldita sea... que debe estar pasando? Por qué he de ser yo quien intente curarle? – Azumi... aguanta... – le susurro al oído mientras veo como la sangre empieza a detenerse. Suspiro algo aliviado... pero... no sé que pasará ahora. Veo como Azumi se incorpora o lo intenta, se aferra a mi brazo y se pone en pie... no puedo creerlo, su figura es imponente, aun es mas alto, los musculos están bien formados, sus cabellos largos y negros, con esos mechones rojos... algo brillantes, sus ojos antes azules ahora son rojos y penetrantes... su figura realmente impone, tiene las alas plegadas, colgando en su espalda, por encima de su cabeza... sonríe... unos colmillos asoman. Doy un paso hacia atrás... realmente su belleza no ha disminuido pero un ser así... tan extraño y poderoso... ahora parece algo más maduro, pero igual se podría confundir por alguien de veinticinco años.

-          Tienes miedo de mi, Kyo? – me dice con la sonrisa en los labios mientras se acerca a mí. Miedo? No, no creo que sea miedo. Veo que vuelve a ser el mismo de siempre y me molesto. No entiendo como puede llegar a conmoverme alguien como él... lo odio! Pero... a la vez... no lo odio... que me estara pasando!? Se me acerca, no deja de sonreír, yo me quedo donde estoy, con la mirada fría. Levanta una de sus manos y la pone en mi mejilla... que pretende? Que? – Ya es hora de despertar pequeño – me dice y me besa la frente, como si yo fuera un niño pequeño... maldito...

-          Estás... bien? – maldicion! Yo y mi gran boca, porqué tengo que preguntarle!? El solo me sonríe y desaparece, dejando que la oscuridad me envuelva... no me ha contestado... que debe estar pasando? Quiero saberlo, maldita sea... bueno... tendré más oportunidades... sonrio... noto como abandono el sueño...

* * *

Continúa

[ Capítulo 25: Odis ]

Todos los personajes son propiedad de SNK
Llegendes de Foc y sus personajes
es propiedad de Artemis
IorixKyo Archive
Marzo, 2002

Free Web Hosting