Nota de MiauNeko: Odio a Word.


Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~

Fanfic por [Artemis]

Capitulo 23: Trobades {Encuentros}

Un joven de cabello largo, negro y sumamente despeinado va maldiciendo mientras se dirige a una puerta y se dispone a llamar. Maldice el frío que hace fuera, puesto él lleva una camisa muy corta y solo un abrigo, también sumamente corto.

-          Hey estás  ahí!? Abre! – grita el chico muriéndose de frío y también molesto por que el timbre no funciona y tiene que ir golpeando la puerta. Si está aquí es para ir a buscar a su compañero... para su desgracia... Lo echaron a suertes... perdió. Oye unos pasos lentos que se aproximan a la puerta y ve como esta se abre lentamente – Ya era... – calla, el joven a quien ha venido a buscar no hace la mejor de las caras, está frío y distante, quizás acabe de despertar... pero no lo cree. El joven moreno traga saliva mientras da un paso hacia atrás... asustado.

-          Qué es lo que quieres? – dice el joven que ha abierto la puerta, sus ojos fríos como el hielo... realmente en estos momentos lo único que NO necesita es que lo molesten, está cansado y bastante confuso, enfadado y con ganas de matar a alguien, y el chico de delante de él está disponible para matarlo.

-          Ah... es que... no... no has... aparecido en el ensayo... – dice el moreno torpemente, viendo claramente que si no convence al joven de enfrente suyo de que sus motivos son validos no le queda mucho tiempo de vida - ... creíamos que te habías olvidado... que... – se detiene un momento sintiendo su garganta seca -... que dentro de unas horas tenemos que ir a tocar... Yagami – todo esto lo ha dicho sin atreverse a mirar en ningún momento los ojos de su compañero de grupo, ha pasado el rato observando los pies del pelirrojo... descalzos.

-          Id vosotros, yo no voy – dice Iori fríamente mientras vuelve a cerrar la puerta con sumo desinterés, dándole la espalda al joven moreno... que le importa a él tener que ir a tocar? Lo único que ha estado en su cabeza durante todo el día ha sido Kyo... Kyo... como ha podido él, todo un Yagami, llegar a hacer algo tan estúpido? Dejarse llevar, enfadarse, por un regalo que en verdad... toca su cuello, el colgante está allí. Una mano temblorosa le coge el brazo, haciendo que se detenga, el pelirrojo se voltea, furioso – Que quieres? – sisea en voz cruel viendo a los ojos de su compañero, realmente ahora mismo le gustaría ver al molesto chico ardiendo en llamas púrpura... pero por desgracia es un buen teclado... le costo mucho encontrar a alguien de su agrado, que tocara medianamente bien...

-          Ti... tienes que venir... – dice el moreno apartando la mano rápidamente – tú... tú eres el cantante... – su voz es floja... asustada, muy asustada. Yagami lo mira fijamente, como un animal hambriento a su presa, pero lo piensa mejor... quizás si va a tocar podría sacarse al joven Kusanagi de la cabeza, sonríe cruelmente... siempre lo ha tenido en la cabeza... pensando en como podría matarlo de la manera más cruel y dolorosa posible... y ahora... ahora ya lo ha hecho... Kyo está muerto en vida...

-          Está bien, iré – dice entrando a su casa nuevamente – Dentro de una hora estaré allí – cierra la puerta lentamente, no sin antes oír un suspiro de alivio de su compañero, lo mira de reojo y el moreno lo ve y su mirada cambia, asustada de nuevo, nunca ha visto a Kyo con ese tipo de miradas... ni cuando le dejo... ciego... cierra del todo la puerta tras de sí. Se dirige lentamente hacia su habitación para cambiarse de ropa – Donde estás? – dice mientras cierra la puerta de la habitación y abre la puerta de su armario, viendo el espejo que está en ella, su imagen reflejada... su blanca piel... más de lo normal, un tono enfermizo, con unas ligeras ojeras, como si le hubieran golpeado, sus ojos rojos, cansados... casi no ha dormido y tampoco quiere hacerlo, al cerrar los ojos, al ver la oscuridad, solo consigue pensar en Kyo, en como soporta estar ciego... Que haría él en su lugar? También intentaría suicidarse? Cómo se portaría Kyo con él si fuese al revés? De seguro le estaría encima todo el rato, sintiéndose culpable, ah! El bueno de Kyo... sonríe cruelmente al imaginárselo. Siempre ha sabido que Kyo quería ser su... amigo, una risa sofocada escapa de los labios del pelirrojo. Sí, de seguro Kusanagi no podría evitar hacer su papel de ‘bueno’, querría que lo perdonara, querría ser su ‘amigo’, ayudarlo para que no tuviera problemas y él... él... lo mataría... y luego... luego se encerraría en su casa y no saldría nunca más, esperando a su muerte, tranquilamente, sin miedo... Sonríe, no se lo cree ni él, no podría matar a Kyo... estaría ciego... pero sí lo alejaría de él, no querría que el joven Kusanagi le viera en ese estado. Es lo que debe querer Kyo? No volver a estar cerca de él? Sería lo lógico... y después de lo que ha hecho... no cree que nunca pueda volver a acercarse al joven castaño. Cierra los ojos... pasando distraídamente la mano por sus rojos cabellos, cansado. Saca la ropa para ir a tocar, unos pantalones negros ajustados y una camisa negra de cuello largo, también ajustada, se  la pone y deja algunos botones desabrochados por la parte de arriba, dejando ver su pecho y... el kanji, lo mira distraídamente... levanta una mano sin darse casi cuenta, rozando con sus dedos el delicado colgante – Eres un estúpido... – murmura algo distraído, sin saber si sus palabras van dirigidas a Kyo o a él mismo. Por qué  lo lleva? No lo sabe... pero, no sabe porque, tampoco se lo va a sacar. Cierra la puerta del armario, su reflejo desaparece, hace un suspiro, cansado. Coge su guitarra, que está tirada por el suelo. Va a salir de casa pero antes se pone un abrigo largo que estaba tirado por encima de una silla, le llega hasta casi los pies, también es de color negro... está algo arrugado... pero eso no le preocupa... hace frío.

* * *

-          Que diablos ha pasado? – se pregunta un joven mientras despierta de un sueño bastante largo. Se levanta para mirar a su alrededor, está en un callejón estrecho y sucio, como todos – Señor de la Muerte... – murmura Orochi entre dientes, recordando que Azumi le había cogido ‘prestado’ el cuerpo y lo había mandado a dormir sin que él pudiera hacer nada para evitarlo. Estira su mano con la palma hacia el cielo, intentando que sus llamas se enciendan... nada, ni una simple chispa... Maldice a Azumi en su interior, él es poderoso, no hay derecho en que Azumi le haya quitado todo su poder, tener que andar, tener que soportar a los humanos... aprieta su mano en un puño... odia encontrarse en esta situación tan... denigrante para él. Empieza a salir del callejón distraídamente, siguiendo con sus maldiciones, choca con alguien, haciendo que él tenga que dar un paso hacia atrás mientras la otra persona cae al suelo con un ‘Ought’ seco – Mira por donde vas estúp... – Orochi se detiene en sus palabras al ver con quien ha tropezado... una muchacha... sonríe cruelmente cuando una idea pasa por su cabeza.

-          Lo... lo siento – dice la joven pasando las manos por sus ojos, Orochi se puede figurar que seguramente debía estar llorando...

-          No pasa nada, discúlpeme señorita – dice en voz suave y melosa. Le tiende una mano a la joven mientras intenta averiguar si Azumi está cerca. La chica ve la mano y la acepta levantándose, levanta también la mirada para ver quien la ha ayudado tan amablemente y al ver el rostro del joven palidece – Orochi! – grita, haciendo que alguna de la gente que pasa por su lado se gire para mirar la escena, siempre curiosos a cualquier cosa que haga variar la monotonía de sus vidas, siempre iguales. No es nada fuera de lo normal... solo un chico y una chica, continúan su camino decepcionados, algunos resignados a tener que volver a su monotonía...

-          Oro? – dice Orochi dulcemente y con una sonrisa en sus labios, que no es en nada cruel – Orochi? – finge no entender lo que dice la joven, y lo hace muy bien. Ella se relaja, claro, no puede ser que Orochi esté libre y mucho menos que lo encuentre en medio de la calle, una calle llena de gente.

-          Perdón – se disculpa bajando un poco su cabeza y con un ligero rubor en sus mejillas, sintiéndose ridícula por haber confundido al chico con Orochi, pero en verdad se le parece mucho, su cabello blanco que cae delante de sus ojos que parecen de un color rojizo... pero no son como los de Orochi, piensa, esa sonrisa no es de Orochi.

-          No te disculpes, siempre es bueno tropezar con una chica tan hermosa como tú, te has hecho daño? – pregunta intentando comportarse como un humano normal y... no lo hace del todo mal. La chica se sonroja ligeramente ante lo que parece una preocupada mirada por parte del joven de enfrente suyo, solo atina a mover la cabeza afirmativamente – Mmm me gustaría invitarte a tomar algo para compensarte, quieres? – dice con una dulce sonrisa en sus labios, con ella nadie pensaría que él era quien hacía poco había querido deshacerse de la humanidad para controlar el mundo a su antojo. Pone su mano en el bolsillo de su pantalón, sabe que Azumi se ocupó de dejar algo de dinero, disimuladamente nota que si tiene alguno... lo que no está seguro es de cuanto.

-          Oh... yo... verá... es que... – dice la joven torpemente, en verdad en estos momentos le gustaría estar sola consigo misma, pero el muchacho, que no parece más mayor de 25 años, le parece muy simpático y amable, considerado.

-          Por favor... además... – levanta una mano para pasarla por las húmedas pestañas de la joven, secándolas - ... creo que necesitas hablar con alguien – dice sonriendo pacíficamente mientras aparta su mano.

-          Yo... está bien – acaba aceptando la joven sonriendo también, sabe que no debería hablar con alguien al que acaba de conocer... pero necesita tanto hablar de lo que le está pasando – Oh! Perdón, no me he presentado, me llamo Kushinada Yuki – hace una ligera inclinación a modo de presentación.

-          Encantado, Yuki – sonríe Orochi, esto se está poniendo muy interesante para él... la chica le ha creído... Ah, pero ahora necesita un nombre... intenta recordar alguno que pueda usar... recuerda haber conocido a un joven... o eso cree... cuando estaba con Azumi... cuando acababa de conseguir sus poderes... como se llamaba el muchacho? Los recuerdos están borrosos en su mente, quizás solo es su imaginación eso del chico... pero un nombre... sí, había un nombre... – Yo soy... Raike, tanto gusto – se inclina un poco, sonriendo al recordar el nombre – Vamos a ese bar? – acaba diciendo señalando un bar a pocos metros de ellos, un par de mesas fuera del local. Orochi deja pasar a Yuki gentilmente y se dirigen ambos a una de las mesas exteriores, sin importarles mucho que el tiempo esté frío. Una mesa pequeña de color blanco con una pequeña flor en medio y con dos sillas bien decoradas también de color blanco. Ambos se sientan, el uno frente al otro. Un camarero que aparenta unos treinta y tantos años se les acerca para coger su petición.

-          Un refresco – dice Yuki algo más calmada, ha hecho el camino en taxi, des de la mansión, pero al final ha decidido bajar, andar un poco, necesitaba... necesita despejar su cabeza. Se siente muy mal por haber dejado la mansión sin decir nada, pero... que tenía que decir? Que ella no es tan fuerte? Que no es capaz de estar con Kyo? Sí lo quiere, pero se siente tan impotente al verlo... ciego... que puede hacer ella? Nada...

-          Otro para mí – dice Orochi distraídamente mirando a la joven sentada frente a él, realmente siempre le ha parecido... bonita?... bueno, no lo sabe, simplemente le parece interesante. El camarero va a coger lo que han pedido, ninguno de los dos dice nada hasta que el camarero deja las bebidas y se aleja para atender a los otros clientes – Quieres contarme que té pasa Yuki? – dice el joven de cabello blanco poniendo sus codos encima de la mesa y apoyando su cabeza en las manos, mirando fijamente a la joven.

-          Oh, no es nada, eres muy amable, no tienes que preocuparte – dice la joven bajando su mirada hasta su vaso, no sabe porque se siente tan intimidada por el joven, quizás es por su mirada, tan penetrante.

-          Problemas con tú novio? – dice sonriendo Orochi. Claro que son problemas con Kyo, que más podría ser? Está seguro de ello.

-          Sí – dice la joven débilmente, su mirada aun sigue baja y no puede ver como los ojos de Orochi se entrecierran, dejando que su cara se oscurezca... haciendo que todo su rostro coja su expresión cruel de siempre – Yo... es que... mi... mi novio tubo un accidente... y... – la chica se detiene un momento, pensar en Kyo, su querido Kyo ciego, no puede evitar que las lágrimas vuelvan a bajar por sus ojos, nota como una mano se posa encima de una de las suyas, levanta la mirada para encontrarse con una sonrisa dulce y amigable, la sonrisa más dulce que nunca ha visto.

-          Y...? – le insiste Orochi para que la chica le cuente, la verdad ya sabe lo que ha pasado... Azumi le contó, bastante por encima eso sí, pero no es que le interese mucho... aun así, esto le resulta divertido.

-          Él... se... se ha quedado ciego – la chica aparta su mano de la del joven y la pone en su rostro, cubriéndose la cara, destrozada.

-          Yuki... y porque no estás con él? – dice acercándose hacia el rostro de la chica y apartando la mano.

-          Yo... tengo miedo, no le soy de ayuda, me parece que solo lo molesto... no, no es que él me lo haya dicho, ni mucho menos – dicen entre lágrimas – Se porta bien... casi como antes... pero ya nada volverá a ser como antes y yo... no... no puedo soportarlo, sé que no puedo... – Orochi se levanta de su silla y se pone al lado de Yuki, haciendo que esta se levante. Lenta y gentilmente, pasa sus brazos por la cintura de la joven quien empieza a llorar sobre su pecho, mientras una sonrisa cruel se posa en sus labios, Azumi no es el único que tiene derecho a divertirse. En la calle de enfrente anda un pelirrojo con las manos en los bolsillos, una guitarra en su espalda, siente como si alguien lo estuviera observando y gira la cabeza, no ve nada, solo una pareja abrazada en un bar, un chico de cabellos blancos y una chica castaña... ese chico... le resulta algo familiar... la joven no la puede ver pues está de espaldas a él. Se detiene para ver mejor, la chica se aparta del joven de cabellos blancos y este le ofrece la silla para que se siente... Un momento... esta chica... la novia de Kyo, la reconoce Iori. No sabe lo que esta pasando... evidentemente Kyo no debe estar cerca y mucho menos debe saber lo que está haciendo su novia... más sufrimiento para él, se dice Yagami con una sonrisa irónica pero algo triste. Decide que no es asunto suyo y continua su camino, no sin antes mirar por última vez a ese joven que le resulta extrañamente familiar y que ahora también lo mira de reojo. Iori continua con su camino, necesita despejarse, alejarse de todo.

* * * 

Benimaru abre la puerta y él y Alex entran en la casa de los ninjas. Ven a Hiroshi sentado en uno de los sillones, escuchando música y tarareándola, Shikai y Kaiji están en la pequeña cocina preparando algo para comer, ya es muy tarde y todos tienen hambre. Kaiji sale de la cocina sin mirar a los recién llegados poniendo un mantel blanco, muy limpio encima de la pequeña mesa, Shikai detrás de él pone los platos.

-          Cómo está Kyo? – pregunta Alex a Kaiji acercándosele.

-          Lo deje en la habitación de invitados... le llamaron por teléfono – dice Kaiji indiferente, volviendo a entrar en la cocina, está molesto con Kyo... 

* * *

flash back
Kaiji ayudaba a Kyo a subir hacia la habitación, le parecía que el joven estaba mal, que ya no soportaría mucho más sin estallar... quizás prenderlo todo en llamas. Llegados a la habitación el ninja dejó a Kyo sentado en la cama, no había dicho nada... tampoco le importaba mucho pero cuando Kaiji se disponía a salir para dejar al joven Kusanagi solo...

-          Kaiji – le había llamado Kyo en casi un murmullo, ante la llamada el ninja se giró para mirar al joven sentado con la cabeza baja, de golpe la levantó, sin abrir los ojos – Quiero que le vayas a pedir disculpas a Benimaru – su voz sonó tan fría y distante en esos momentos que Kaiji se quedó callado sin saber que decir, unos segundos, hasta que reaccionó.

-          Que? – dijo incrédulo y con cara de no entender, Kyo le había pedido que se disculpara con Benimaru? No, no podía ser. Debía haber oído mal.

-          Que le pidas perdón a Beni por haberlo atacado – Kyo estaba firme, frío... sus palabras ni mucho menos parecían suplicas... no, no eran suplicas, ni tan solo era un favor... solo eran una orden, fría y directa.

-          Ni lo sueñes – dijo fríamente el ninja mirando fijamente a Kyo, quizás se comportaba así por miedo, pero él no estaba dispuesto a pedir perdón por algo que volvería a hacer tantas veces como fuera necesario... quizás Benimaru era más fuerte... pero por la espalda todo el mundo es igual, sonrió cruelmente al pensar en eso.

-          Hazlo! Ya! – dijo, no, gritó Kyo, más que furioso... colérico, levantándose de la cama y apretando sus puños.

-          ... – Kaiji no supo que decir... en su vida había visto a Kyo así, pero era de esperarse que estuviera furioso, pero porque se ponía así por una tontería como esa? Sí, una tontería... para Kaiji no era más que una tontería. Suspiró – Dame un motivo – dijo volviendo a su estado natural frío y distante, vio como Kyo sonreía, no era su sonrisa de siempre, esta era amarga.

-          No quiero problemas Kaiji, suficientes tengo ya como para que ahora vosotros os descontroléis – dijo al fin Kyo, girándose, dándole la espalda al ninja – Para que tú te descontroles – se corrigió el joven, Kaiji pudo notar que la voz de Kyo ya no era tan dura, más bien parecía... rota. Se acercó al joven y puso una mano en el hombro del joven Kusanagi, noto un pequeño respingo proveniente de este... cerró los ojos... Kyo no había oído como se le acercaba... y podía notar que un ligero suspiro de disgusto salió apagadamente de los labios del joven, claro, ahora lo entendía, no le había dado la espalda para esconder su rostro o para que no le viera... no, había otro motivo, era tan evidente... le daba la espalda... a él... a él que solo atacaba por la espalda, estaba tan claro, tan sumamente evidente... pero no haría nada, no, él no atacaría a Kyo.

-          Me vas a obligar a hacerlo? Es una orden? – dijo al fin, sonriendo ligeramente – Lo haré – dijo al fin con algo de desagrado. Oyó una palabra que salía de los labios de Kyo, flojo, pero la oyó claramente “Cobarde” sí, Kyo le había llamado cobarde... sabía por qué lo hacía, sabía qué era lo que quería conseguir... aparto la mano del hombro del joven bruscamente – Ningún favor más Kyo, ningún favor más – dijo en un siseo de desagrado y con un claro doble sentido, no iba a pedir perdón nunca más... pero tampoco le haría el favor a Kyo de apuñalo por la espalda... quizás eso sería lo más cruel que haría en su vida... no sacar del sufrimiento a su amigo, pero que importaba? Él era cruel... y también algo egoísta, no se veía capaz, él que había sido criado para matar sin importar a quien ni porque no podía matar a Kyo... realmente había cambiado más de lo que esperaba... todo por culpa de Kyo, de sus amigos, de su pareja... cuantas veces le había dicho su pareja que por favor se calmara? Ya ni se acordaba. Los odiaba a todos por hacerlo cambiar tanto... odiaba a Kyo por haberle llamado cobarde... pero se calmó... salió de la habitación lentamente mientras veía como Kyo descendía girándose para sentarse de nuevo en la cama, su rostro parecía destrozado... pero no se preocuparía por eso.
Fin flash back

 * * *

-          Kaiji, me estás oyendo? Quién lo llamaba? – pregunta Alex al ver que su compañero esta distraído, atareado cogiendo la comida y va poniéndola en los platos

-          Ja, Kaiji está sordo! Se está haciendo viejo! – grita Hiroshi al ver que Kaiji no acaba de reaccionar, estaba sumido en sus pensamientos. Hiroshi ve como da la vuelta por detrás de él para poner la comida en los otros platos, un ruido de vajilla rompiéndose, la punta de un cuchillo en el cuello de Hiroshi, clavándose muy ligeramente pero haciendo que un pequeño hilo de sangre baje. Benimaru se tensa, pero al menos ve que no es el único que corre el riesgo de ser apuñalado por ese psicópata, mira a Alex que solo observa sin decir nada, no comprende porque no se mueve, va a dejar que lo mate? Mira otra vez hacia los dos ninjas.

-          Déjalo, solo estaba bromeando – dice Shikai con una ligera sonrisa, poniendo su mano encima de la de Kaiji, en donde el joven de la cicatriz tiene el puñal. Kaiji se gira para mirar a Shikai y luego aparta su mano con un gruñido, bah, igualmente no lo iba a matar. Entra en la cocina para coger un trapo para limpiar la comida que ha caído al suelo.

-          Kaiji! Solo eres un maldismhpm... – Hiroshi va a gritar a Kaiji pero una mano le tapa la boca, la mano de Shikai. El joven se gira para mirar a su compañero, aun con la mano de este en la boca, Shikai levanta su otra mano y pone un dedo en sus labios mientras le guiña un ojo a Hiroshi,  pidiéndole en silencio que no diga nada, este aparta la mano de su compañero y se levanta parsimoniosamente del sillón, se dirige hacia la cocina, justo para encontrarse cara a cara con Kaiji que en estos momentos sale con un trapo. A Benimaru esto le parece una situación ligeramente tensa, pero no parece que Alex o Shikai estén muy preocupados – Kaiji... – dice al fin Hiroshi con voz dura mirando fijamente a su compañero – Que guapo estás cuando te enfadas! – acaba diciendo tirándose a abrazar a su compañero, mientras su risa se esparce por la sala, los dos caen al suelo, Hiroshi encima de Kaiji – Si te doy un beso me vas a perdonar – dice el joven mientras parpadea tontamente e imitando la voz de una chica.

-          Sal de encima mío, afeminado – dice Kaiji apartándolo y levantándose, no puede evitar reír un poco ante el comportamiento de Hiroshi, a veces hace tantas tonterías... Alex y Shikai también ríen, les sienta bien reírse un poco... a todos, ni tan solo Benimaru puede evitar una ligera sonrisa.

* * *

Continúa

[ Capítulo 24:  Descobriments ~ Abandonament ~ Agonia ]

Todos los personajes son propiedad de SNK
Llegendes de Foc y sus personajes
es propiedad de Artemis
IorixKyo Archive
Marzo, 2002

Free Web Hosting