Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~

Fanfic por [Artemis] x [MiauNeko]

Capítulo 7.- Massa Tard Per un Perdó
                  
{Demasiado Tarde Para un Perdón} 

Kyo se ha quedado completamente sorprendido "Lo siento" en su mente vuelve a oír las palabras que ha dicho Iori.

- Ya es tarde... es demasiado tarde... demasiado tarde... ahora ya da igual... ahora todo da igual – dice Kyo en un susurro, entrecortadamente.

- Kyo... – Alex pone su mano en el hombro de Kyo y se sienta en la cama, el joven Kusanagi gira su rostro, Alex se sorprende. Sí, en verdad sus ojos están igual que siempre, aunque este ciego, sus ojos demuestran sus sentimientos, ahora están húmedos por lagrimas que piden salir – Llora si es lo que necesitas – pasa su mano por el rostro de Kyo y en ese instante las lagrimas le empiezan a bajar por sus mejillas.

- ¿Qué haré, Alex? ¿Qué voy a hacer ahora? – dice mientras las lagrimas siguen bajando incontroladas. Alex solo puede hacer una cosa, lo abraza con fuerza contra si, no tiene respuesta para su pregunta.

***

Iori cierra la puerta tras de si, y se apoya en ella unos momentos.

- ¿Por qué le he dicho que lo siento? ¿Por qué? Qué me importa a mi que Kusanagi esté ciego por... por... – las palabras se pierden en el pasillo del hospital. Decide no pensar más en ello, no es su culpa, se va repitiendo una y mil veces.

Se dirige a la habitación donde le han dicho que se encontraba su padre, está bastante cerca de la de Kusanagi, en el mismo pasillo. La encuentra y se detiene, la puerta está cerrada, levanta su mano para golpearla, se detiene, ¿qué importa llamar o no? Pone su mano en el pomo y abre la puerta lentamente, sin hacer el menor ruido "¿Kusanagi lo hubiera oído?" se pregunta con una sonrisa triste en su rostro, sacude su cabeza, ya está bien de pensar en ese estúpido se dice. Al entrar se queda parado... no puede creer lo que sus ojos están viendo. Su padre dormido en una cama con agujas clavadas en su brazo y... el padre de Kyo sentado en la misma cama cogiéndole la mano... Este no se ha dado cuenta de que Iori ha entrado pues esta mirando por la ventana, viendo como el viento sopla sin cesar, pensando en su hijo, pensando en si ya habrá despertado, en cómo va a reaccionar, en qué podrá hacer él... un fuerte portazo hace que salga de sus pensamientos.

- ¿Se puede saber qué haces tú aquí? – Saisyu se gira y ve a Iori en la puerta con ojos furiosos y brillantes de odio.

- Ssh, tu padre está durmiendo, no hagas ruido – dice Saisyu en un tono de voz suave, sin preocuparse por lo enfadado que esté Iori. Un mocoso no lo va a asustar. Se gira para ver si Koji ha despertado con el ruido, y al ver que aun está durmiendo le suelta la mano despacio, intentando que sus movimientos sean lentos, para no despertarlo. Se levanta y se dirige hacia la puerta, donde se encuentra el pelirrojo, algo sorprendido pero también enfadado. – Ven conmigo – le dice mientras abre la puerta y deja que el joven Yagami pase primero, este sale pero con algo de recelo, no le gusta mostrar la espalda a un Kusanagi. – Vamos allí, esa habitación está vacía – le indica una puerta cercana y entra, luego lo hace Iori pensando en lo que está pasando, todo le parece una locura... su padre enfadado diciéndole que no atacara a Kyo... Kyo tumbado en la cama del hospital... ciego... pero con los ojos normales... brillantes... su padre también en una cama del hospital... agonizando... Saisyu cogiéndole una mano...

- ¿Qué quieres? – pregunta Iori mirando con recelo a Saisyu, este se sienta en una silla de la habitación y con una mano le indica al joven que haga lo mismo – Prefiero estar de pie – dice Iori secamente y se pone enfrente de Saisyu a tres metros de él, cruza sus manos por delante de su pecho y se queda esperando que Saisyu le responda.

- Ya has visto a tu padre, está muy grave, no me esperaba que fuera tanto... pero lo es. No puedo decir que me sienta triste por él, en verdad no lo hago, no me apena en nada su situación... es más... me alegra. Pero hoy es un día bastante especial y estaré a su lado – dice Saisyu con voz dura, en verdad Koji no le ha importado mucho y no va a empezar a preocuparse por él ahora.

- ¿Qué demonios significa que hoy es un día especial? ¿Por qué le dais tanta importancia a que un amigo vuestro muriera justamente hoy? – dice Iori irritado, en verdad no encuentra ningún significado lógico a hacer tantas tonterías este día.

- Era más que un amigo, tanto para mi como para tu padre – dice Saisyu mirando fijamente a Iori.

- Qué... ¿qué quieres decir? – dice Iori algo sorprendido, no comprende bien lo que le esta diciendo.

- Espero que no le cuentes esto a tu padre... bueno en verdad me da igual, pero él no quiere que nadie lo sepa... – Saisyu se detiene observa la habitación con su mirada, es una habitación con una cama de hospital, pequeña, con dos sillas y un sillón, las paredes totalmente blancas, nada más, ni maquinas, ni sueros, ni nada – Verás, Iori, Nagashima fue la única persona a quien tu padre amó – dice Saisyu secamente, recuerda perfectamente la muerte de Nagashima, cuando Koji se mostró tan apenado... No comprendió bien el porque hasta el día del entierro donde él y Koji hicieron su pacto de no atacarse, él le había preguntado porqué aceptaba hacer un pacto como ese y Koji simplemente dijo: "Porque lo amo". Esto caló hondo en el cuerpo de Saisyu haciendo que un temblor lo recorriera, quiso saber más pero Koji se fue.

- ¿Que mi padre qué? ¡Mientes! ¡Mi padre en su vida se ha preocupado por nadie, no te creo! – dice Iori estallando, este día ha sido demasiado para él y que Saisyu le diga esto... ha sido la gota que ha colmado el vaso.

- Tranquilízate, ¿quieres? Es verdad, aunque entiendo que no quieras creerme, lo único por lo que te lo digo es para que sepas porqué tu padre te gritó que no atacaras a mi hijo, es todo – dice Saisyu levantándose y dirigiéndose a la puerta.

- Un momento, ¿no vas a decir nada más? – inquiere Iori un poco más calmado pero aun sorprendido por saber que su padre sí tiene sentimientos.

- Me parece que ya lo he dicho todo – dice Saisyu girándose para mirar al joven pelirrojo.

- ¿No tienes que decirme nada? Venga, no te hagas quien no sabe. ¿Acaso no recuerdas lo que le he hecho a tu hijo? – dice sarcástico con una sonrisa de superioridad en la cara.

- ¿Qué quieres que te diga? ¿Que te odio? Eso es más que evidente, pero yo respeto este día tanto como tu padre y hoy no voy a hacerte nada, pero... ten cuidado Iori, por que en cuanto el día termine vas a lamentar haber dejado ciego a mi hijo – dice Saisyu en tono molesto y amenazante. Sí, va a contenerse, aunque le cueste, aunque tenga ganas de quemar vivo a este joven hipócrita, va a contenerse. Abre la puerta y empieza a salir.

- Tu hijo ya esta despierto, por si te interesa – dice Iori al ver que Saisyu sale, lo dice en un tono de voz sarcástico y burlón. Kusanagi-sama se gira para ver al joven.

- ¿Cómo lo sabes? – dice desconfiado y empieza a preocuparse – ¿!Qué le has hecho!? – y lo coge por la camisa.

- No le he hecho nada, Alex esta con él – dice apartando las manos de Saisyu bruscamente. Este se dirige a la habitación de su hijo sin hacer caso al gesto del joven Yagami.

Iori le sigue, pues es la misma dirección para salir del hospital. Saisyu abre la puerta de la habitación de su hijo y se queda parado en el marco de la puerta, Kyo esta abrazado a Alex llorando. Dos pensamientos opuestos inundan su mente, uno es irse, no puede soportar pensar en su hijo como un pobre ciego, el otro es entrar para calmar a Kyo.

Al fin se decide y entra en la habitación.

- Kyo – dice con voz algo dura.

- ¡Padre! – dice Kyo separándose de Alex, con la cabeza baja. Se seca las lagrimas con una mano y gira su rostro, con los ojos cerrados, hacia donde proviene la voz de su padre. – ¡¿Qué haces aquí todavía?! ¡Creía que te había dicho que te largaras! – grita Kyo y Saisyu no lo puede entender hasta que se gira y ve a Iori bajo el marco de la puerta, este no ha podido evitar mirar en la habitación y cuando ha visto a Kyo así, abrazado a Alex, llorando por su suerte, no ha podido evitar que un enorme sentimiento de culpa lo embargara y se ha quedado ahí... mirando... solo viendo al joven... – ¿No me oyes? ¡He dicho que te largues! – Kyo le saca de sus pensamientos, una lágrima vuelve a brotar de sus ojos, resbalando por la húmeda mejilla, Saisyu no acaba de entender cómo su hijo ha podido saber que Iori estaba allí pero decide que preguntará más tarde.

- Kyo, sé que es difícil pero, por favor, hoy no hagas nada que pueda provocar una lucha – dice Saisyu dulcificando su voz.

- ¡Oh, claro! ¡Ya no me acordaba que hoy Yagami y yo no debemos pelear! ¿¡Por qué demonios no me lo dijiste ayer noche!? ¡¡Si me lo hubieras dicho no hubiéramos luchado, si estoy ciego es por tu maldita culpa!! – dice Kyo gritando a Saisyu quien se queda sorprendido ante estas palabras tan crueles de su hijo, pero no es el único sorprendido, Iori no puede creer lo que ha oído. ¿Kyo culpa a su padre? ¿A caso no debería culparlo a él? Es él quien lo ha dejado ciego, no su padre.

- Kyo cálmate quieres, será mejor que descanses, ahora estas demasiado nervioso – dice Alex con voz dulce, intentando calmar al alterado joven.

- ¡Cállate! ¡Estoy perfectamente! – con la alteración no ha podido notar que Iori se le ha acercado y ahora se encuentra al lado de la cama. Kyo, al notarlo, gira su rostro hacia donde oye la respiración de Yagami. – ¿Y tú que...? – Kyo se calla al notar la mano de Iori en su mejilla, secando una lagrima que bajaba.

- Si estás ciego, Kusanagi, es por mi culpa – dice suavemente Iori, una voz tan suave que a Kyo le cuesta imaginar que es de Iori, este aparta su mano y sale tranquilamente de la habitación.

Kyo toca su mejilla, aun nota el calor de la mano de Iori en ella, pero... ¿por qué lo ha hecho? ¿Que le importa a Iori que él culpe a su padre?

- Marchaos – dice Kyo en un susurro.

- Kyo... – dice Alex suavemente, mira a Kyo, le parece que el joven esta realmente sorprendido.

- Marchaos por favor, estoy bien, necesito descansar – dice Kyo con voz dulce y una sonrisa en su rostro.

- Me parece que no es un buen momento para dejarte solo hijo – dice Saisyu, en verdad le ha afectado que Kyo lo culpe a él de su desgracia, aunque en cierto modo lo entiende.

- Por favor marchaos, no pasa nada, estoy bien, de verdad – insiste Kyo tranquilamente.

- De acuerdo, pero si pasa algo nos avisas, vamos, Alex - Alex se levanta y se dirige a la puerta seguido de Saisyu.

- Padre – lo llama Kyo antes de que salga, Saisyu se gira para mirar a su hijo –. Lo siento, no quería gritarte, no es tu culpa, créeme... no te culpo de nada – dice con una dulce sonrisa.

- Culpa a quien quieras hijo tienes derecho a hacerlo – dice Saisyu sonriendo. En verdad estas palabras de su hijo le han quitado un gran peso de encima, aunque no del todo. – Ahora descansa.

***

Continúa

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Junio, 2001

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