Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~
Fanfic por [Artemis] x [MiauNeko]
Capítulo 6 ~ Somnis I Malsons
{Sueños y Pesadillas}
Que? Ah no, otra vez no! Otra vez un maldito sueño. A ver... ¿dónde estoy? Esto parece un valle... a unos metros, no muy lejos de aquí, hay un pequeño poblado, bien este no parece el mismo sueño. Que raro, nunca había sabido cuándo estaba soñando, ¿por qué ahora estoy tan convencido de que lo es, si es el sueño más real que he tenido? Puedo oler el perfume de hierba mojada que me trae el viento que sopla haciendo que ondule mi cabello. Todo es tan real y a la vez no puede serlo.
Avanzo hacia el pueblo, en la entrada no hay nadie, pero veo algo de humo en lo que debe ser el centro. Me dirijo hacia allí y un niño viene corriendo hacia mí, parece que no me ve, pasa a través de mí como me pasó con el otro sueño, este niño parece no tener más de diez años y además esta muy asustado... ¿por qué?
- ¡Detente! ¡No podrás huir! gritan cinco jóvenes que lo persiguen, son mayores que él, deben tener de trece a quince años y realmente se ven muy enfadados, todos parecen muy furiosos con el niño, yo me decido a correr detrás de él.
Es muy rápido para ser tan joven, pero los otros jóvenes también lo son, yo voy a unos metros por delante de ellos. El niño se gira para mirar a sus perseguidores mientras sigue corriendo, y veo... veo que esta llorando, tiene miedo y por lo que se refleja en sus ojos tiene mucho. Pero de pronto se golpea contra algo... no, es alguien, ha chocado con otro joven, este tiene el cabello negro y corto. Ahora está sonriendo al niño, quizá se conozcan y lo ayude a huir. Pero el niño empieza a gritar que lo deje, intenta levantarse pero el joven no le deja y lo empuja contra el suelo. Los otros cinco acaban de llegar y rodean al niño, el joven que lo ha detenido se aparta y los cinco jóvenes empiezan a golpear al niño sin piedad.
- ¡Soltadle malditos! ¡Esto no es justo! grito yo, aunque sé que es inútil, no me oyen, los golpes continúan.
- ¡Shun! No quieres divertirte un rato? pregunta uno de los cinco muchachos al joven que ahora esta cerca de mí, supongo que se dirige al poblado, pero cuando llega a mi lado se detiene y se gira para mirar a quien lo ha llamado.
- No gracias, prefiero mirar sonríe dulcemente el joven, como si esto fuera un juego inocente.
El niño intenta golpearlos pero sus brazos y su cuerpo son demasiado pequeños. Empieza a sangrar por la boca, está demasiado cansado y yo no puedo hacer nada por ayudarle, ¡maldita sea! Supongo que debe ser lo mismo que en el otro sueño, unos malditos Yagami golpeando a un Kusanagi.
- Malditos Yagami... murmuro entre dientes viendo como el niño empieza a perder fuerzas y a caer al suelo mientras los otros continúan golpeando sin mostrar ningún tipo de piedad.
- No son Yagami dice el joven de mi lado y yo me sorprendo, se gira para mirarme a los ojos, los suyos son verdes y claros, los míos son oscuros y se ve mi enfado y mi incomprensión, en los suyos lo único que se ve... no se ve nada, me sonríe, su expresión es la misma que vi cuando me encontré en el otro sueño con aquel muchacho que también podía verme.
- Touya digo flojo al fijarme en que sus rasgos son muy parecidos.
- Ahora me llamo Shun dice mientras continua sonriéndome.
- Que quieres...? intento decir pero oigo la voz del niño en un grito ahogado, levanto la vista para verlo, el niño esta envuelto en llamas anaranjadas, sus gritos de dolor son horribles.
- Lo ves, no son Yagami, estos chicos son Kusanagi dice Shun y me mira aun sonriendo, aun oigo los gritos de dolor, no puedo creer que estos sean Kusanagi.
- Mientes! No es verdad! le grito tan fuerte como puedo para no oír los gritos del niño.
- No miento, los Kusanagi son igual o peores que los Yagami me dice y yo caigo de rodillas, no quiero mirar al niño, no quiero oírlo, no quiero saber qué está pasando, no, no quiero.
***
- ¡No! ¡No es cierto! ¡¡No es cierto!!
- ¡Kyo! ¡Kyo! ¡Despierta! Alex está intentando despertar a Kyo zarandeándolo. Él y Yagami han entrado en la habitación al oír los gritos, aun no han visto a Saisyu pero se figuran que no está muy lejos.
- ¡NO! grita Kyo y se despierta sentándose en la cama haciendo que Alex tenga que apartarse . Maldita sea, otra pesadilla dice Kyo más para si mismo que para las personas que están con él. Pone su mano en la cabeza y nota la venda que le cubre los ojos.
- Kyo, ¿estás bien? le pregunta Alex sentándose en la cama y poniendo su fina mano en la muñeca de Kyo, apartándola de la venda.
- ¿Alex? ¿Que haces aquí? ¿Estamos en un hospital? pregunta Kyo algo alterado, con la respiración acelerada, si el primer sueño hizo que se molestase con Iori y su clan este último hace que odie al suyo propio.
- Sí, estamos en un hospital, tranquilo, será mejor que te tumbes y duermas un rato le dice poniendo las manos en los hombros de Kyo empujándolo con suavidad para que vuelva a tumbarse, pero éste le coge las muñecas y hace que lo suelte.
- Ya he dormido suficiente, ahora me dirás qué me pasa dice Kyo elevando un poco su tono de voz, recuerda vagamente que su padre le había dicho lo mismo pero no está muy seguro. Luego siente algo extraño, se concentra bien, nota una respiración que no proviene de Alex, puede notar que es algo acelerada, pero no mucho, no entiende como puede notarlo, pero lo hace. Se concentra en intentar averiguar de donde viene la respiración.
Alex, por su parte, tiene la cabeza baja, sus castaños cabellos cubriendo sus ojos, no sabe si debe decirle a Kyo que no podrá volver a ver, es demasiado duro, no sabría cómo empezar. Mientras, Iori observa a su joven rival con una extraña mirada en los ojos. De pronto el pelirrojo nota cómo Kyo gira la cabeza hacia él, como si a través de las vendas pudiese verlo y es que Kyo ya ha situado al tercer ocupante de la habitación, un aroma muy peculiar emana de él, un aroma que le es muy conocido, un aroma muy...
- Yagami... dice y Alex y Iori abren los ojos sorprendidos, los dos se fijan que en verdad Kyo esta girado como si pudiera verlo.
- No debes estar tan mal como me han dicho si puedes verme, Kusanagi dice Iori algo enfadado, cree que Alex le ha tomado el pelo y eso no le gusta, no le gusta nada.
- ¿¡Cómo quieres que te vea!? ¿¡Cómo!? Dime, cómo he de poder verte si tu... si tu... Kyo se detiene en sus palabras, no puede creer que esto le este pasando a él, aunque no se lo hayan dicho puede imaginarse lo que le esta pasando a sus ojos, no, no es que pueda imaginárselo, es que está seguro de que ya no puede... es muy duro, ni tan solo puede pensarlo... pero decide continuar, no es un cobarde, y si Iori lo mata tanto mejor . ¿¡¡Cómo he de poder verte si tú me has dejado ciego!!? acaba gritándole sin girar la cabeza, Iori nota como Kyo esta muy molesto y en verdad parece que está ciego, se queda callado mirándolo.
- Kyo, tranquilízate, por favor le dice Alex saliendo de su asombro y poniendo una mano en el hombro de Kyo para que se calme, y al ponerla nota como éste está temblando, no sabe si de rabia o de miedo, pero tiembla.
- ¡Lárgate Alex! ¡Largaos los dos! grita el joven sacándose la mano de Alex de un golpe.
- Kyo... dice el ninja con voz suave completamente distinta a la que oyó Iori cuando Alex se le presentó.
- ¿Qué pasa? ¿Estás sordo? ¡He dicho que te vayas! le grita el joven molesto.
Alex se levanta de la cama y se dirige a la puerta saliendo de la habitación, se gira para ver si Yagami le sigue, pero este se ha quedado dentro y le cierra la puerta. Alex está como para volver a entrar pero recuerda la cara de Yagami cuando le dijo que Kyo estaba ciego y decide esperar un rato.
Dentro de la habitación Kyo sigue sentado en la cama, puede notar que Yagami aun esta en la habitación, aun huele su aroma, fuego y sangre mezclados en un cuerpo lleno de rencor hacia él, un rencor impuesto a base de años por su padre.
- ¿Qué pasa Yagami? ¿Quieres quedarte a ver cómo me derrumbo? dice sarcástico. Yagami se acerca a él con pasos silenciosos, pero no lo suficiente como para que Kyo no los oiga. Respiraciones aceleradas, entrecortadas, odios, pesadillas, fuego, naranja y púrpura, sol y luna, rivalidad, todo está mezclado ahora.
El joven Kusanagi nota cómo, ahora, Iori está justo al lado de su cama, puede oír claramente su respiración. Kyo no se mueve del sitio, aunque no le agrada nada tener a Yagami tan cerca y sin poder defenderse, está furioso pero no sabe si con Iori o consigo mismo, no lo sabe, todo ha pasado tan rápido. La pelea podía haberse evitado, sabe que Iori, aunque sea un Yagami, respeta en algo los lugares sagrados, poco, pero los respeta. Que idiota fue al lanzarse primero contra él en vez de intentar evitar la pelea... pero no pudo evitarlo, ese sueño estaba tan claro en su mente, como si hubiera sido real... Un escalofrío recorre su cuerpo al pensar en sus últimos sueños. Iori lo nota, no puede creer que Kyo se haya quedado ciego, pero no es su culpa, fue él quien empezó a atacar... ¡por primera vez en su vida Kyo ataco primero! Si Kusanagi hubiera dicho algo seguro que él no habría luchado, los cementerios son lugares sagrados y hubiera esperado a encontrarlo en otro sitio, pero justamente tenía que tener ganas de pelear. "Es un estúpido" piensa Yagami mientras lo mira pero en realidad se culpa a si mismo, aun no sabe el porqué se siente mal por haberle hecho eso, fue él quien le quemó los ojos, en verdad no sabía muy bien qué estaba haciendo, sólo estaba molesto con su padre y Kyo estaba cerca para desquitarse.
Se quedan callados largo rato hasta que Iori levanta una mano y la pone en la venda de Kyo arrancándola sin miramientos, sin que el joven pueda hacer nada para evitarlo.
Kyo baja su cabeza y pone una mano en sus ojos pero sin tocarlos, aun le arden un poco, puede notar el fuego de los Yagami en ellos.
- ¡Levanta la cabeza y mírame, Kusanagi! le dice Iori furioso, no va a creerse que Kyo está ciego hasta que no lo vea con sus propios ojos.
- ¡Imbécil! le grita Kyo a su vez pero sin levantar la cabeza. Esto hace que Iori empiece a molestarse y él mismo coge la barbilla de Kyo sin ninguna compasión y la gira para ver su cara y en cuanto la ve lo suelta de inmediato. ¿Tan mal estoy? dice Kyo burlándose, ya no tiene otra cosa que hacer que reírse de su suerte e intentar mostrarse fuerte ante Yagami, no puede ser débil delante suyo, no debe.
Iori no puede moverse, se ha quedado viendo los ojos de Kyo, estos están cerrados, sus párpados tienen un color morado oscuro, como si se los hubieran golpeado.
- Estás horrible intenta decir Iori en un tono de voz sarcástico pero no acaba de quedar muy convincente . ¿No puedes abrirlos? le pregunta fijándose bien en ellos, no es médico pero parece que este color solo es temporal.
- ¿Para que quiero abrirlos si voy a quedarme igual? dice Kyo aun sarcástico y sonriendo burlón.
- Hazlo dice Iori molesto, no le gusta que no le hagan caso.
- No pienso le replica Kyo ahora enfadado y con un tono de voz muy duro.
- ¿A qué le tienes miedo Kusanagi? ¿Crees que manteniéndolos cerrados aun podrás conservar la esperanza de que los puedas abrir y volver a ver? dice Iori en tono sarcástico y nota cómo Kyo se sobresalta . ¿Es eso verdad? Crees que si ahora los abres y no ves nada tu mundo se acabará y prefieres vivir de esperanzas, eso es de cobardes le recrimina Iori con su voz fría, adivinando porqué Kyo no abre los ojos, la verdad es que tiene miedo, no puede creer que al abrir sus ojos no vea nada más que oscuridad. No puede replicar, baja su cabeza, sus cabellos tapándole los ojos dañados por el fuego.
- ¿Y qué si no quiero abrirlos? dice Kyo con un hilo de voz ¿Y qué si no quiero ver la realidad? su voz se corta, no puede decir más, siente que si continua hablando no va a poder contener las lágrimas que ahora quieren salir, pero no quiere mostrarse débil ante Yagami, no puede mostrarse débil ante Yagami se repite a sí mismo una vez tras otra para intentar contenerse. Sonríe, piensa en como debe verse, tumbado en una cama de hospital con los ojos destrozados. Por suerte no hay máquinas conectadas a él, si bien está ciego no está grave, sólo tiene ligeros rasguños en su cuerpo, nota que hasta hace poco debía tener suero inyectado en sus venas pues siente un ligero dolor en su brazo derecho, debido seguramente a una aguja mal clavada por una enfermera novata.
- Puedes vivir de esperanzas, Kyo, no de milagros dice el pelirrojo en un tono duro.
Kyo levanta la cabeza sin abrir los ojos.
- ¿Se puede saber qué dices? ¿¡Por qué no te largas de una vez!? le recrimina Kyo y es que no va a poder contenerse por mucho más.
- Si abres los ojos... tanto si los abres ahora como más tarde va a pasar lo mismo, no vas a ver nada le explica Yagami sin quitarse la frialdad que lo caracteriza.
- Jaja, ¿y eso te gusta, no? ríe abiertamente Kyo Esto te hará más fácil el acabar conmigo y nuestra rivalidad, ¡la rivalidad de nuestros clanes terminará! continúa diciendo Kyo en tono burlón mostrando falsa felicidad.
- ¡Idiota! grita Iori y le da un fuerte golpe con la palma de la mano en la cara, esto hace que el joven la voltee y ponga su mano en la mejilla golpeada . ¿Cómo quieres que yo te ataque? ¡No soy tan cruel como piensas Kusanagi! le dice furioso y ofendido, no le gusta que le hablen en ese tono, no le gusta que Kyo piense eso de él, siempre se ha mostrado frío y distante con el joven Kusanagi, demostrando el odio que debe mostrar pero esto ... esto es completamente diferente.
Iori espera a que Kyo le responda pero este no lo hace, continúa con la mano en su mejilla y los cabellos le cubren la cara, el pelirrojo no le puede ver los ojos de esta forma, pero nota una pequeña convulsión en los hombros de Kyo que le hace sorprenderse.
- ¿Te compadeces de mí? ¿Te compadeces porque estoy ciego? ¿Tanta lástima doy que incluso tú, todo un Yagami, te compadeces? ¿¡Ahora sólo soy un pobre ciego y sólo merezco que me compadezcan!? Kyo levanta la cabeza furioso pero sigue sin abrir los ojos, Iori ve como las pestañas del joven Kusanagi están húmedas pero también ve cómo Kyo está muy enfadado . Pues escúchame bien, Yagami, ¡¡no quiero tu compasión!! ¡No la necesito! ¡¡No quiero que nadie se compadezca de mí!! ¿¡¡Me oyes!!? ¡¡¡Nadie!!!
- ¡¡Kyo!! Alex entra en la habitación al oír los gritos de Kyo y se encuentra con un furioso Kyo sin venda en los ojos y... ¡los tiene abiertos! Mira a Yagami fijamente y éste está parado a su lado y con los ojos mostrando la gran sorpresa, y es que en verdad está sorprendido; Kyo tiene los ojos abiertos y lo está mirando furioso, lo extraño es que no parece que se los haya quemado nunca, están igual que antes, oscuros y llenos de vida demostrando todos los sentimientos de rabia del joven.
Hay un largo silencio, Iori y Alex no se lo pueden creer y Kyo sigue con la mirada fija en Yagami.
- Kusanagi... es lo único que logra articular Iori, esta demasiado sorprendido, ¿ha sido todo una mentira para hacer que él viniera al hospital? Pero no puede ser... Kyo realmente creía que estaba ciego, pero ahora tiene los ojos abiertos, del mismo color de siempre, sin ningún rastro de que hayan sido quemados, excepto por sus párpados.
- ¿Y ahora qué os pasa? dice Kyo molesto al notar que Yagami no se mueve, como tampoco lo hace Alex.
- Kyo... tus ojos... dice Alex acercándose lentamente hacia la cama para ver bien los ojos de Kyo.
- Se puede saber que... Kyo se detiene en sus palabras, pone una mano lentamente en su cara ¡Kuso! Ni tan solo me he dado cuenta de que los he abierto dice Kyo cerrándolos de nuevo.
- Que... ¿qué quieres decir Kyo? dice Alex sin comprender muy bien, acaso Kyo podía ver desde del principio y no se lo ha dicho?
- ¿Cómo que qué quiero decir? dice Kyo con voz molesta, no sabe porqué Alex le pregunta . Me parece bastante sencillo, sé perfectamente que cuando te quemas los ojos, al abrirlos, si es que puedes, el color ha desaparecido, ni la pupila ni el iris tienen color, todo es blanco... sonríe algo tristemente y continúa, su enfado desaparece despacio, Iori se sorprende ante esta expresión, le parece amargada pero fuera de la natural expresión de su rival, es una expresión nueva que nunca le había visto y le parece, aunque él no quiere admitirlo, hermosamente triste - ... algunas veces escucho lo que dicen los profesores.
- No te entiendo Kyo... dice Alex completamente confuso, no sabe lo que Kyo está diciendo.
- Entonces... ¿al abrir los ojos no has visto nada? pregunta Iori creyendo entender las explicaciones de Kyo, pero aun mantiene su frialdad cosa que no agrada a Kyo.
- ¿¡Se puede saber que diablos dices!? ¿¡Cómo voy a poder ver algo!? ¡No digas estupideces! ¡Ya me has visto los ojos! dice Kyo volviendo a molestarse, no le gusta que Iori juegue con él.
- ¡Maldito idiota! Iori esta furioso, no aguanta que Kyo le hable en ese tono y lo coge por el cuello levantándolo unos centímetros de la cama, el joven Kusanagi pone sus manos en las muñecas de Yagami intentando que lo suelte. Alex se ha quedado parado y aun no puede reaccionar . ¡Ya estoy harto de tu actitud! ¡¡Es justamente por que te hemos visto los ojos por lo que pensamos que puedes ver!! ¡¡Los tienes como siempre!! ¡¡Y no me creo que no me puedas ver porque durante todo el rato que los has tenido abiertos me estabas mirando a los ojos!! Yagami suelta a Kyo haciendo que rebote contra la cama, éste se soba el cuello, en verdad Yagami ha apretado mucho.
- ¿Kyo, estas bien? Yagami-san, no lo vuelva a hacer dice Alex mirando el cuello de Kyo y viendo que tiene marcas rojas de lo fuerte que ha apretado el pelirrojo.
Kyo aparta a Alex de sí con suavidad, gira el rostro hacia Iori y abre los ojos, estos ahora están calmados y serenos, Iori sonríe cruelmente ya que parece que Kyo los ha estado engañando, pero se fija bien... esta vez la mirada de Kyo, aunque sea tranquila y calmada, parece perdida, no lo mira a él, no lo mira a los ojos y es simplemente porque no lo esta viendo, sí, quizá parece que lo este mirando pero no lo ve. Yagami deja de sonreír.
- ¿No puedes verme? dice Iori en un tono que nunca había usado con Kyo, un tono que parece algo... ¿preocupado? Apenado?
- No, no puedo dice Kyo tranquilamente intentando volver a contener las lágrimas y lo mejor es mantenerse calmado para que no salgan, aunque por dentro este hecho un mar de dudas: ¿Cómo puede ser que sus ojos estén como siempre? ¿Cómo puede ser que pueda saber en donde se encuentran Alex e Iori solo con oírlos?
Yagami se gira y se dirige hacia la puerta, Kyo lo oye y sonríe al ver que al fin Yagami se va, pero muy dentro de si no quiere que se marche, no, y no sabe el porqué. Yagami se detiene en el marco de la puerta con el pomo en su mano, a punto de salir, pero antes...
- Lo siento... - dice, suavemente.
***
Continúa
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Abril, 2001