Fanfic por Yue
Sombras
Libro I
~~ Hangetsu no Mukou ~~
Capítulo 3 ~ El Dragón
Himiko dio varias vueltas en la cama tratando inútilmente de encontrar una nueva posición para dormir; abrió los ojos y observó cómo la luz se filtraba por las delgadas cortinas, solo a su hermano se le ocurría ir a la ciudad tan temprano.
-Iori tonto.-Se sentó sin mucho entusiasmo y un ligero bostezo salió de sus labios. Un sonido abrupto la despabiló: su despertador, una, dos, tres veces más sonó la alarma antes de que se pusiera de pie y de un solo golpe callara al aparato; miro obstinadamente los dígitos que la carátula mostraba.
-Las siete.-Suspiro y se dirigió al baño aun con el despertador en la mano, tendría que estar lista en menos de media hora o su hermano la dejaría.
***
-Con permiso.-Kyo se levantó de la mesa.
-¿Por qué tan temprano hijo?.-Shizu observo curiosa a su hijo salir del comedor. Saisyu suspiró pesadamente.
-Ya han pasado diez días y aun no quiere hacer lo que le digo.
-Ten un poco de paciencia.
-¿Más?, este chico tendrá que ser obligado.
Momentos después Kyo caminaba tranquilamente por las calles de Osaka, para nada pensaba hacerse cargo de los asuntos familiares, no este año por lo menos, además aun debía asegurarse de que Yagami no daría mas problemas; cuando dejó de cuestionarse se dio cuenta que había llegado a una cafetería situada justo a media ciudad.
-Bueno si ya estoy aquí.-Kyo entró en la cafetería pero ni bien había puesto un pie en el lugar vio una sombra negra volar hacia él.
Pero, ¿qué demonios?
Logro esquivar la sombra para notar que se trataba de una mesa que ahora estaba hecha añicos en el suelo.
-¿Qué pasa aquí?.-Observó hacia el frente y miró como una joven golpeaba aun camarero.
-¡BASTARDO!.-La joven se volvió a lanzar esta vez contra un par de clientes que intentaban controlarla.-¡PERO COMO SE ATREVEN A TOCARME!
Expansión de energía que Kyo no pudo evitar sentir; la joven era al parecer de su estatura de cabello cobrizo y largo, venia vestida con normalidad jeans azules y suéter blanco, nada fuera de lo común, aunque la joven era bastante hermosa, pero había algo en ella que le resultaba familiar; la joven estaba impregnada en energía de Yagami.
-¡NO SABEN EN LOS PROBLEMAS EN QUE SE METIERON!.-Un par de patadas y los hombres cayeron al suelo; la joven se acercó a uno de los caídos, lo tomó de la camisa y lo levantó. Se preparaba para golpearlo con todas sus fuerzas, ¿cómo se había atrevido ese cerdo a tocarla? ¡Claro nada mas la vieron entrar sola y pensaron que sería una presa fácil!, estaba a punto de descargar su puño cuando una mano se cerró sobre este.
-¿Qué...?.-Miró a su izquierda y se encontró con que un joven que intentaba detenerla.
-Creo que no es justo...-Se detuvo allí, la forma del rostro y los ojos azul claro de la joven le recordaban a alguien pero, ¿quién?.
-¿Qué tenemos aquí?, de seguro otro de estos patanes.-La forma de pronunciar esas palabras logro que Kyo se estremeciera, la joven se soltó rudamente al mismo tiempo que dejaba en libertad a su cautivo.
-No soy su amigo.-Trató de hacer entender que no era su enemigo.
-Quizá no lo seas, ¿pero quien te dijo que podías meterte en mi pelea?.
Dio un pequeño salto hacia atrás y se coloco en defensa.
Esa es la defensa...se parece bastante a la de...
-¡HIMIKO!.-La voz profunda de Iori congeló a ambos, Kyo se dio media vuelta para encontrar al pelirrojo en la puerta, cuando las miradas se cruzaron Kyo logro captar algo diferente en los ojos grises de Yagami pero no supo ni quiso nombrarlo.
-¡VAMONOS NO QUIERO PROBLEMAS!.-Iori dio media vuelta, mientras Himiko se sacudía la ropa. Sin decir más la joven comenzó a caminar hacia la puerta.
-¡Espera!.-Kyo intentó acercarse, pero de la nada Iori le había cortado el paso y esta vez la mirada era la misma, simplemente decía: Te matare, muévete y estas muerto.
-No hemos terminado con esto entrometido.-Himiko observó sobre su hombro, Iori dio media vuelta y esta vez era la mirada de regaño la que se clavaba en la joven.
-No, ya terminaste.-La voz del pelirrojo fue de autoridad total a lo que la joven simplemente soltó una risilla; Kyo se quedó totalmente sorprendido, se había reído de Iori y seguía viva.
-Vamonos entonces para evitar mas problemas.-Himiko salió por la puerta e Iori la siguió a pocos pasos, los ojos avellanas no perdieron de vista ningún movimiento de la pareja, hasta que esta se perdió totalmente del campo de visión. ¿Quién era esa joven para tratar con tan familiaridad a Iori?.
¿Será una Yagami?...
-¿Ya se fue?. - El camarero que había golpeado apareció tras Kyo.
-Sí, ¿se encuentra bien?.-Kyo dio media vuelta, el joven sólo asintió levemente.-¿Quién era la joven?.
El camarero lo observo incrédulo, sabía a la perfección quienes eran, siempre comían allí, pero sólo mencionar el nombre le traería problemas.
-¿Y bien?.-La voz de Kyo fue de impaciencia, hasta que el joven cedió ante los ojos avellana.
-Son Yagami, ella es la hija menor de Yagami-sama y el pelirrojo es el heredero del clan.
-¿La hija menor?.-Kyo no esperó respuesta simplemente salió del lugar.-No sabía que tuviera una hermana.
-Me hubieras dejado partirle la cara a ese imbécil.-Himiko acomodó su cabello, mientras Iori conducía el deportivo rojo por la avenida.
-Bien sabes quien es, no eres una niña para que yo tenga que cuidarte.
-Sí, sí, es un Kusanagi ¿y qué?, es un idiota.-Los ojos azules se clavaron en el cielo gris. Iori se detuvo de golpe, la joven tuvo que meter las manos para no golpearse la frente con el tablero. Pero se recuperó rápido de la impresión.
-¡¿Por qué demonios haces eso?!
-Es mas que un simple Kusanagi es...
-Sí es Kyo Kusanagi, el guerrero prodigio del clan, tu oponente para toda la vida y también es el maldito idiota que te cambió de esta forma....-Himiko esperó para ver la reacción de Iori pero este siguió viendo al frente sin hablar, esto molestó aun más a la joven. -¡Ves lo que te digo, si fueras el mismo de antes ya me habrías obligado a callar, lo mismo harías todo lo posible por no cumplir órdenes de nuestro padre y al contrario mañana te irás a Londres a hacer un trato como futuro jefe del clan...TU NO ERES MI HERMANO!.
Eso fue suficiente para Iori, clavó los ojos grises que ahora adquirieron un color rojizo.
-Pues lo siento pero yo soy Iori Yagami, soy tu hermano, además qué planeabas hacer, ese bastardo de Kusanagi te habría vencido fácilmente, entiende algo, el año del dragón no podemos gastar energías en peleas inútiles...-Un claxon interrumpió a Iori que de inmediato continuó su marcha liberando él transito.
-¿Adónde vas?
-A casa, no comentaremos esto con papá.
Himiko se hundió en el asiento y bufó molesta.
-¿Qué es lo importante de este año?
-No lo sé, pero deberías dar gracias de que al menos por un tiempo todo esté tranquilo.
El deportivo rojo tomó el otro camino de asfalto que dirigía a la fortaleza Yagami.
Mientras Iori corría por el asfalto, Himiko seguía hundida en sus pensamientos.
El año del Dragón, es de suma importancia esta vez para mi familia, por primera vez en más de 600 años un Yagami nació en el año del Dragón de fuego, según nuestros propios calendarios; mi hermano nació bajo este designio, ser un Dragón significa mucho y nada, sólo ha habido tres seres con este signo: el Guerrero que combatió contra Yamatano Orochi, el primer Yagami y ahora mi hermano; los dos anteriores marcaron el rumbo de la familia lo mismo se espera de él, quizá por eso fue entrenado con tanta dedicación desde el principio, tal vez esa es la razón de que mi hermano no tenga una vida tan libre como los otros Yagami.
Himiko observo como la fortaleza se comenzaba a levantar, luego fijó su atención en Iori; no es que no lo agradece la forma nueva de actuar de su hermano, pero le irritaba esa carencia de fuego que caracterizaba al pelirrojo, esos deseos infinitos de acabar con todo y todos aquellos que se interpusieran en su camino, pero esto no se quedaría, si no podía reclamarle directamente a sus padres al menos se desquitaría con Kusanagi, porque al fin y al cabo era este quien le había drenado la vida a Iori.
***
-No, no sabia que Yagami tuviera una hija.-Saisyu se puso de pie y se acercó a la chimenea, mientras que Kyo continuó sentado.
-¿Cómo es posible que no sepas eso?.-La voz de Kyo fue de sincero reproche ante la ignorancia de su padre.
-Sólo se centra en el primogénito, al que será el nuevo líder, para nada interesan los segundos hijos.
-No lo entiendo, ¿no es todo el clan Yagami un problema?.-Kyo se puso de pie, Saisyu se sorprendió por unos momentos pero después sonrío a medias.
-El clan Yagami es ahora un nido de serpientes, ¿pero tú sabes quién dirige ese nido?
-El jefe, Yagami-sama.-Kyo no comprendió porqué una pregunta tan obvia.
Kusanagi-sama se acercó a su hijo.
-Quien dirige a las serpientes es el dragón, corta a la cabeza, liquida al dragón y las serpientes no podrán organizarse para atacar y es mucho mejor cuando matas al futuro líder.
-Alguien mas podría tomar el lugar y...
-Una serpiente es una serpiente, pero un dragón es único y puedo asegurarte, hijo, que tanto ese joven Yagami como tú son especiales.
Kyo desvió la vista y se dirigió a la puerta.
-No puedo matarlo.
-Pero tendrás que hacerlo, de lo contrario ellos te mataran a ti.
Kusanagi-sama volvió a sentarse.
-No, el tampoco puede matarme...-Apenas un susurro para sí, una frase que Saisyu no logró escuchar y mucho menos entender.
Enero con sus suaves nevadas apenas comenzaba y aun quedaba una buena parte del invierno por delante, pero el invierno en Londres es muy diferente al de Osaka.
***
Continúa...
Capítulo 4: ¿Rencores? Volver a IorixKyo Archive
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Noviembre 2000