Por Triste Iori
Un día, ó más bien, una noche; el Yagami se infiltró sigilosamente en la mansión de los Kusanagi, pudiendo llegar sin ser notado hasta la mismísima habitación de Kyo. Poco a poco se fue acercando, con ese sigilo que caracteriza a los yakuza. Kyo, dormía profundamente como resultado ineludible del cansancio de desveladas anteriores consistentes en sendas fiestas con sus amigos y, por lo mismo, no despertaba.
Ya se encontraba el Yagami semi- arrodillado junto a la cama encendiendo en sus manos aquellas purpúreas flamas mortales con las que se disponía a cercenar la vida del Kusanagi y terminar de una buena vez con aquella ridícula disputa entre generaciones, pero al verlo con su cara inocente e indefenso, con ese rostro tan sereno, dulce y lleno de paz mientras dormía Iori Yagami pensó:
- Esto no puede ser más que una emboscada, pues si yo asesino al Kusanagi dormido, que se ve tan pequeño, dulce y débil, en vez de enfrentarle a plena luz del día, la gente va a pensar que hice mal, y este sentimiento de culpa hará que me sienta tan miserable y lleno de vergüenza que, seguramente el espíritu del Kusanagi podrá venir después sobre mí, y sin desperdiciar oportunidad alguna, tomaría venganza, con la diferencia de que, entonces; la gente pensará que él si hizo bien, pues es difícil sacarla de sus moldes mentales consistentes en que lo que hace el mal está mal, y lo que hace el bien, está bien.-
Luego entonces, cual sombra sin ruido el Yagami salió del lugar, y así fue como Kyo Kusanagi se salvó una vez más.
Los personajes pertenecen a SNK
Este fic es propiedad de Triste Iori
IorixKyo Archive
Noviembre, 2003