Fanfic por Tanzanite

The Rainbow Tour

Capítulo 10.- Destiny Ends

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Y ahora si, nos vamos con el último capitulo de esta saga YAOI de The King Of Fighters.

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-Tu hija o la mía, tu decides -Le dijo Yagami-sama a Masato Nanakase, mientras apuntaba con el arma a la cabeza de Leona.

La joven militar se quedó paralizada por la sorpresa; aunque en otro momento le hubiera sido muy fácil apartar el arma de su cabeza, en ese instante no lo hizo: sabía que el hombre no iba a dispararle.

Gabriel analizaba la situación desde donde estaba: desde su posición, no había mucho que pudiera hacer sin poner en peligro a las chicas. Intercambió miradas con los demas. No había nada que hacer; incluso los dos recien llegados estaban inmoviles mirando lo que ocurría.

-Dispara, de cualquier forma, no importa cual de las dos muera mi poder se incrementará -dijo Masato, apretando más a Sahori.

Kianu contuvo un grito, cuando, por detrás de Masato, una flama púrpura, acompañada de una figura que se lanzaba desde el aire para darmun golpe desde arriba, alcanzaban al hombre. Después del estallido sonó un disparo y el grito de una joven. Aquí acabó todo para Leona pensó el moreno cubriendose el rostro.

Cuando todos recuperaron la vista, pudieron ver a yashiro, cuyo golpe había impactado en el suelo a escasos metros de Sahori, quien ahora yacía libre. Iori estaba de pie detrás de ellos con la mirada fija en el espacio. Yagami-sama apuntaba el revolver hacia ellos, y no había señal ni de Masato ni de Leona.

-Asi que no era a Sahori a quien estaba buscando después de todo -comentó Gabriel- Claro, ¿Quién mejor para ayudarlo con su "utopía" que su própia hija?

-Increible que Leona y Yashiro hayan sido hermanos todo este tiempo y nunca se dieran cuenta -respondió Chris.

Yashiro, levantó la mano que tenía contra el suelo; le dolía, probablemente se la había roto al impactar su golpe. Buen momento para lesionarte se dijo en silencio. Lentamente se volvió y se encontró con la mirada de Iori que le hacía una observación silenciosa, una que probablemente él ya se había hecho, incluso antes de romperse la mano.

-No puedes seguir peleando así -le dijo el pelirrojo, y no se refería a su lesión.

-No -respondió el platinado- pero no me gustaría que Shermie y Chris tuvieran tambien que...

-Hmmm... eso también hay que considerarlo -comentó Iori- Porque si la cosa se pone seria, también Leona y yo vamos a...

-Y ustedes dos no se pueden controlar llegado ese momento -Yashiro intercambió miradas con su compañero.

-Ni se les ocurra invocar el poder Orochi -dijo Yagami-sama, intuyendo lo que se proponían- Siempre existe otro método para seguir peleando.

-Aunque con su mano así -comentó Gabriel- Yashiro no nos será de mucha ayuda.

-No te preocupes -comentó el platinado- Siempre puedo usar la otra.

-Y siempre puedes usar esto -Yagami-sama le lanzó el revolver- Eso si recuerdas como se dispara un arma. Escuchen bien, ese hombre es peligroso; puede estar en cualquier parte del edificio y entre más nos tardemos en encontrarlo, menos probabilidades tiene Leona.

Yashiro e Iori permanecieron en la arena, junto con Sahori, Shermie y Chris; en ese momento era mejor no tentar al poder Orochi, y si enfrentaban a Masato, era muy probale que alguno de ellos perdiera el control.

-Sé que este no es momento para hablar de cosas personales -comenzó Yashiro- Pero Shermie, creo que debo decirte algo.

-Dejame adivinar -dijo la chica mirandolos a él y al pelirrojo- Ya volvieron juntos, ustedes dos, ¿No?

-De hecho...

-No hay problema, Yashiro, de cualquier forma ya estaba cansada de ser sólo un sustituto de él -Shermie les dirigió una sonrisa- Sólo espero que esta vez si sea para siempre.

-Tenlo por hecho -respondió Iori agachando la mirada- No permitiré que Yashiro se vaya de mi esta vez.

Gabriel caminaba por el pasillo con el resto de la comitiva; el lugar estaba demasiado oscuro y era dificil ver por donde iban.

-Debiste de haberlo matado hace años, Yukio -murmuró Sagano con visible resentimiento.

Yagami-sama simplemente le dirigió una mirada furtiva, para indicarle que no se metiera en sus asuntos.

-Y si ustedes dos van a insistir en seguirnos lo mejor será que no lo hechen a perder todo con su afan de "heroes" -dijo el organizador a Kyo y Benmimaru, quienes los seguían desde hacía rato, aunque a considerable distancia.

-¿Tienes idea de que tanto crédito me daría con Iori llevarle la cabeza de Masato? -le dijo Kyo en voz baja al rubio.

-Y por eso nosotros estamos aquí, en estos inmundos pasillos, mientras Yashiro está con él -comentó Benimaru- Si me matan, sólo te pido que veas que mi cuerpo quede en una posición digna.

-No seas tonto, Benimaru -Kyo volteó a ver a su compañero -Cuántas veces no nos hemos enfrentado al peligro y siempre salimos ilesos.

Si claro, Y siempre por tu maldita culpa penzó el rubio sin siquiera mirar a su amigo.

-No puedo creer lo de Leona -comentó Yashiro al fin- No me cabe en la cabeza que pueda ser mi hermana.

-Pues será mejor que te acostumbres, van a ser hermanos toda su vida -dijo Sahori.

-¿Qué creen que haya sido de Ambar y Rubí? -preguntó Chris algo pensativo- digo, sabemos que Esmeralda tuvo a Yashiro y a Leona, y que luego ella la mató. Pero eran tres chicas...

-Ambar era mi madre -comentó Shermie- murió de cancer no hace tanto. Y me imagino que tu, Chris, seas hijo de Rubí...

-Y de Gabriel, probablemente -Sahori rio suavemente- Ahora, que a juzgar por las flamas púrpura de su estado Orochi, Chris también podría ser primo nuestro.

-¿Oyeron eso? -dijo Kianu a los demas- Creo que estamos cerca.

El moreno adelantó unos pasos hacia una puerta, un vestidor; de ahí provenían ruidos. Se quedó parado frente a la puerta, que Yagami-sama abrió con un golpe.

Leona miró al hombre que acababa de tirar la puerta; increible que hace sólo unos minutos le hubiera apuntado a la cabeza con un arma. La chica estaba ilesa, y su experiencia de guerra la mantenía en calma, simplemente miró al grupo que entraba a la habitación y se volvió a mirar el mensaje escrito en la pared.

Los volví a engañar.

Yagami-sama leyó el escrito y volteó a ver a los otros.

-Creo que estabamos bien desde un principio -comentó con una preocupación imperceptible- Si está tras Sahori.

Al oír esto, Kyo jaló a su compañero del brazo y echó a correr hacia la arena: era su momento de ser heroico frente a Iori y recuperar el corazón del pelirrojo.

El grupo de chicos Orochi seguía conversando en el lugar donde les habían ordenado quedarse. Yashiro sostenía el revolver con su mano izquierda. El dolor era mayor cuando reparaba en que no iba a poder tocar en mucho tiempo debido a la mano lastimada. Su cabeza descansaba en las piernas del pelirrojo, quien jugaba con su cabello.

Sahori fumaba un cigarrillo sentada a un lado de ellos, mientras Chris y Shermie también estaban espectantes.

De pronto un extraño olor llenó las fosas nasales del platinado: gas. Una fuga... ¡¿Una fuga?! Se dijo mentalmente, levantandose de golpe...

-¡Sahori, apaga eso! -gritó, y la pelirroja apagó el cigarrillo rápidamente- ¡Hay una fuga de gas!

Todos se levantaron rápidamente.

-Excatamente, hay una fuga de gas -dijo una voz a sus espaldas- lo cual, querido hijo, inutiliza a dos de tus peleadores completamente y a otro más en estado Orochi.

Yashiro se quedó paralisado al escuchar varios clicks que venían de las paredes; algo no estaba del todo bien.

-Por cierto -continuó Masato- este viejo edificio fue diseñado por un norteamericano el los 50, cuenta con una protección antinuclear, todo el edificio se sella hermeticamente; pero no se preocupen, hay un suministro de oxigeno que puede durar hasta un mes, una semana, si contamos que ya pasó tiempo... Oh, pero que tonto soy, el gas.

Kyo y Benimaru caminaban por los oscuros pasillos, de pronto se habían cerrado todas las ventanas y casi no podían ver. Benimaru fue el primero en notar el olor, que estaba expandiendose por todo el edificio.

-Kyo, creo que tu intento heroico se verá frustrado -comentó el rubio- hay una fuga de gas bastante grande, tenemos que salir de aquí y ni se te ocurra prender ni una flama.

-Al diablo con iori, si tanto quiere, que se asfixie junto con Yashiro -dijo el trigueño y los dos comenzaron a buscar una salida.

-Ah, por cierto, tampoco puedes usar tu juguetito -comentó Nanakase-sama mirando el revolver que llevaba en la mano Yashiro.

El platinado miró a sus compañeros; era la primera vez que estaban practicamente impotentes. Su padre podía vencer a Chris y a Shermie sin ningún problema, probablemente a cualquiera de los ahí presentes, pero Iori, Sahori y él estaban completamente fuera de combate.

El padre de Iori y el resto no tardaron mucho en llegar; la mirada de Yagami-sama refulgía con rabia, desesperación por sentirse impotente frente a un enemigo que los estaba venciendo con tan sólo su astucia.

Gabriel miró hacia las paredes, necesitaban abrir espacio, y hacerlo pronto; él mismo comenzaba a sentirse aturdido por el gas. En su estado Orochi, Yashiro podía ser capaz de derribar el muro, aún con la mano fracturada; pero tentar al poder Orochi era demasiado arriesgado.

Kyo y Benimaru notaron una habitación iluminada y caminaron hacia allá; para su mala suerte llegaron justo a la arena, donde el encuentro se desarrollaba en silencio y sin mayor movimiento.

-Pues bueno -comentó Kyo- tal vez si podamos hacer algo heroico.

El trigueño miró de reojo a Masato.

El español miró al platinado; si tan sólo pudiera comentarle su idea, pero con la ventaja que llevaba Masato cualquier palabra dicha podía significar la muerte de todos.

-R.E.D. KICK -se oyó el grito y Kyo le lanzó una patada a Nanakase-sama.

Ahora o Nunca se dijo Gabriel.

-¡Yashiro, Transformate! -Gritó al platinado.

Yashiro asintió y comenzo a hacer funcionar la energía Orochi de su cuerpo. Iori se apartó rápido de su posición al lado del platinado, justo cuando la tierra comenzaba a simbrarse por debajo de ellos.

Masato interceptó al trigueño y lo soatuvo por el cuello, a punto estaba de lanzar una descarga de energía a los demás, cuando un golpe lo alcanzó directo en el vientre y otro en la cabeza: Chris y Shermie intentaban distraerlo en lo que Orochi Yashiro derribaba el muro de concreto. Al sentir el aire de la noche, los que se encontraban adentro procuraron abandonar el edificio, saliendo al último Shermie Chirs y Kyo.

Ya sólo estaban dentro de la arena Masato, Gabriel , Sagano y Yagami-sama.

-La habitación está lo suficientemente ventilada ahora, para que pueda utilizar mis flamas -dijo el padre de Iori mirando fijamente a su adversario- Será mejor que te rindas, porque esta vez pienzo terminar lo que dejé pendiente hace quince años.

-No lo creo, Yukio -comentó Masato con una sonrisa- estas demasiado viejo y ya nisiquiera recuerdas como pelear.

Yagami-sama le lanzó una flama, que él esquivo con facilidad.

-Es lo mejor que puedes hacer -Nanakase-sama formó en sus manos una gran bola de energía; probablemente la más grande que cualquiera de ellos hubiera visto- Yo en cambio he mejorado bastante desde la última vez.

Gabriel vio el revolver que estaba tirado en el piso. Con toda la agilidad que le permitían sus años, se lanzó para agarrarlo y lo apuntó hacia Masato.

-¡Nanakase! -le gritó- Comete esta.

Y dicho esto le descargó siete balazos en la cabeza.

Yashiro estaba sentado en la cama de Iori en las villas mientras el pelirrojo empacaba; habían pasado dos semanas desde la muerte de su padre y el platinado sentía por primera vez en muchos años que era totalmente libre; bueno, casi totalmente. Durante ese tiempo, Iori y él habían hablado de muchas cosas, y aunque una sombra negra aún se vislumbraba en su futuro lo mejor era ser felices el tiempo que les quedaba.

Dejando a su hermana como representante en el torneo, Iori había decidido desertar ese año e irse a viajar con Yashiro.

Kyo entró en la habitación justo cuando ellos dos salían; miró al pelirrojo con resentimiento.

-Y yo que estuve a punto de dar la vida por ti, bastardo -le dijo.

Iori se acercó y lo abrazó con fuerza.

-Pequeño, Kyo -le dijo con ternura- Fuiste tan ingenuo al creer que en verdad yo te amaba, que ahora realmente me has conmovido.

-¿Qué quieres decir, Iori? -preguntó el trigueño desconcertado.

-Todo esto fue parte de la vieja tradición familiar -le dijo al oído- tenía que matarte, pero no quería hacerlo de una forma violenta, y como tu sabes, no tengo mucho tiempo...

-¿A que te refieres? -Kyo sintió miedo ante la forma tan tierna con la que Iori le hablaba, como si le estuviera dando el pésame.

-Kyo, lo que tu no sabes -le susurró al oído antes de depositar un beso en su frente- es que lo que yo tengo es SIDA.

El trigueño se quedó petrificado en la puerta, mientras el pelirrojo y el platinado salían de ahí tomados de la mano.

EL FIN

***

Pues esto es todo.

Quiero en principio dar los créditos por las canciones utilizadas en este fic

En el capítulo 2: But I still haven´t found what I'm looking for de U2
En el capitulo 3: Cenit de La Castañeda

En el capítulo 5. Lower de Slash´s Snakepit

En el capítulo 8: Dime store rock de Slash´s Snakepit

Y Ahora si los agradecimientos:

En primera quiero agradecerle a Angel, por prestarse a si mismo para hacer el personaje de Gabriel.

A Miauneko por publicar este fic en su página.

A Hiperflexia por enseñarme todo el ambiente de la música

Y a todos los que leyeron este fanfic hasta el final.

Dedicado a Angel.

KOF pertence a SNK
Los otros personajes son propiedad de Tanzanite
IorixKyo Archive
Febrero, 2003

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