Fanfic por Setsuna Yagami

~ Antes de este momento ~

Capítulo 6.

La calle era poco concurrida, el dulce aroma de la tierra mojada inundaba todo el lugar. De la lluvia sólo quedaba un pequeño rastro que era el rocío, el cual provocaba una ligera sensación de frialdad. Pero el joven sabía perfectamente que no sólo el clima era el que le provocaba un poco de calosfríos, era algo más...

Cuando salió a caminar todo parecía estar bien, pero después de un rato, una sensación extraña lo invadió. No sabía exactamente el qué lo puso nervioso tan repentinamente. Además de que ya era bastante extraño el estar en ese estado, pues siendo un peleador, no tendría de que preocuparse; pero a pesar de haber pensado en eso varias veces, no dejaba de sentirse intranquilo. Por un momento pensó en que quizás lo estaban siguiendo, pero de ser así, habría notado una presencia, o al menos ver al sospechoso, pero nada... sólo estaba presente la sensación de alarma que le hacía sentir como un niño indefenso.

Aceleró el paso. No ganaba nada con seguir preocupándose, lo mejor sería volver.

Se había alejado bastante del lugar en donde había estado unos días atrás con su compañero, pero en cuestión de minutos, llegó al pequeño terreno donde había un departamento bastante simple. Rápidamente se dirigió a la entrada y, como si su vida dependiera de ello, entró dando un portazo tras de sí. Esto llamó la atención de los que se encontraban dentro y enseguida se volvieron hacia él.

-Hola, K’ – dijo uno de ellos dándole la bienvenida.

-¿Whip... qué haces aquí?

-¿Es lo único que me dices después de venir a visitarlos?

-¿Qué tienes? Te ves algo agitado – preguntó Máxima.

-Creo que alguien me persigue. Tenemos que irnos de aquí.

-¿No crees que estás exagerando? – replicó su compañero -. Éste es el mejor lugar que hemos encontrado ¿y sólo porque de repente algo te asustó quieres que nos vayamos así como así?

El muchacho de cabello gris se quedó pensando un poco. Su amigo tenía razón, estaba exagerando. Lo mejor era tranquilizarse y olvidar lo de momentos antes. Relajó un poco sus músculos y sus facciones; y calmadamente fue directo a un lugar donde sentarse.

-Tienes razón. Quizá sólo fue mi imaginación – dijo, ya un poco más tranquilo.

-Seguro que si – agregó la muchacha, que le sonreía cariñosamente -, verás que dentro de poco esa sensación desaparecerá – concluyó. El joven le sonrió, sin embargo, esa sonrisa no duró mucho, ya que repentinamente se oyeron pequeños golpes en la puerta. Nuevamente K’ estaba alerta y miraba fijamente la entrada, pero nada sucedía.

Después de un pequeño lapso, Máxima fue hacia la puerta para ver quien había tocado, pero no había nadie. Ahora si le parecía sospechosa la situación, así que dio un rápido escrutinio al exterior. Se detuvo en un punto por un momento, pues le pareció ver una silueta que en instantes desapareció. Iba a cerrar la puerta pero, segundos después se encontró en el suelo sintiendo un repentino dolor en el abdomen.

-¡Máxima! – K’ se levantó inmediatamente e iba a ir donde su amigo, pero entonces, una persona apareció en la entrada -. Tú... – dijo, denotando algo de rencor en su voz. Pero al intruso no pareció importarle y sonrió burlonamente.

-Al parecer no te da gusto verme – comentó - ¿o sólo te estás haciendo el difícil? Pues por la actitud que tomaste el último día, diría que deseabas que volviera.

Al oír esto, la muchacha se volvió hacia K’ y lo miraba interrogante. No entendía muy bien lo que Yagami quería decir, pero suponía que tenía que ver con el extraño comportamiento que su amigo tenía para con él.

-¡Cállate! ¡Estoy harto de que siempre te estés burlando de mi!

Iori lanzó una risa apenas audible. Dio un paso para entrar, pero no pudo avanzar más porque Máxima le había tomado del tobillo, pese a eso, se zafó bruscamente y empujó al otro con una patada.

-¡¿A qué viniste?! – reclamó el joven.

-No me hagas preguntas estúpidas. Es obvio que voy a matarte... y no me importa si tengo que llevarme de paso a éstos dos – dijo, al mismo tiempo que los veía despectivamente.

Ahora K’ sabía bien el porque sintió ese inexplicable miedo...¿Cómo es que no se había dado cuenta de la presencia de Yagami? Sin embargo, ya era demasiado tarde y lo peor de todo, era que sus amigos ya estaban involucrados...

Sumido en sus pensamientos, no se percató de la peligrosa cercanía del pelirrojo, ni de que iba a recibir un golpe suyo; sólo pudo reaccionar por el aviso de ¡Cuidado! de su compañera. Entonces él apenas pudo detener el golpe, pero no fue lo mismo con el segundo y fue lanzado hacia atrás. Iori iba a continuar con su ataque, cuando de pronto algo lo detuvo: su muñeca era rodeada por un látigo... el cual tomó con su mano libre y lo jaló bruscamente haciendo que su dueña perdiera un poco el equilibrio, pero ésta logró mantenerse de pie, sujetando el brazo del pelirrojo. Él iba a tirar más fuerte, pero en ese momento fue sujetado y rodeado por Máxima, teniéndolo ahora inmóvil.

Pero aún con todo, Yagami parecía poco turbado y, para sorpresa de los otros, tranquilamente dijo:

-¿Creen que pueden detenerme, estúpidos?

-Intenta cuanto quieras, pero no te soltaremos.

-Ya veremos... – murmuró Iori, e inmediatamente todo su cuerpo se cubrió de fuego. La muchacha cayó de espaldas debido a que su látigo fue consumido por aquella energía.

-¡NO! – gritó K’, pues sabía que su amigo corría peligro. Así que sin pensarlo dos veces, se lanzó hacia ellos para poder ayudarlo, pero estando a escasos centímetros, la energía de Yagami lo alejó.

El joven no lo podía creer...¡ni siquiera pudo tocarlo! Y su sorpresa fue mayor, cuando vio su brazo derecho quemado... si con ese breve contacto pudo sufrir tal daño, entonces...Máxima..

-¡Suéltalo, Máxima! – exclamó desesperado. Era imposible que el otro pudiera resistir mucho tiempo, además... el fuego que expedía Iori era diferente a como lo recordaba... ya que ahora tenía una tonalidad diferente, era como... el fuego de Kusanagi.

-¡No, no lo haré, tienes que escapar! – dijo, y apretó más al pelirrojo haciéndolo gritar. Sin embargo, no notó que éste había podido zafar un brazo.

-Deberías hacerle caso a tu amigo...- dijo el pelirrojo entre dientes y, con su brazo libre atravesó el pecho del que lo aprisionaba. El cuerpo cayó pesadamente al suelo y K’ no pudo hacer nada... después de eso se quedó inmóvil, con los ojos muy abiertos. Y no pudo reaccionar hasta que escuchó un grito.

Era su compañera, que se había lanzado hacia Iori en un fallido intento de ataque. Él hubiera querido ayudarla, pero no pudo... se convirtió en un simple espectador, víctima del miedo que en esos momentos lo embargaba. Y no hizo nada... ni siquiera tuvo reacción alguna cuando los quejidos de Whip fueron acallados al haberle cortado la garganta. Únicamente se quedó allí, de pie...

-Ahora es tu turno – dijo el pelirrojo -, espero que seas mejor contrincante que esos dos -. Se fue acercando lentamente al joven, en su mano derecha ya tenía lista una de sus llamas.

K’ pareció recobrar el sentido y no apartó la vista del otro, no obstante, no parecía que tuviera la intención de pelear, al contrario, se veía que no opondría ninguna resistencia.

-Puedes hacer conmigo lo que quieras – dijo, resignado.

Entonces, Iori se paró en seco y ahogó la flama que llevaba en su mano. Todo había sido una pérdida de tiempo... se dio la vuelta dándole la espalda al muchacho y en un tono mezcla de decepción y enfado, dijo:

-Pensé que eras diferente... pero ya veo que no vale la pena luchar contigo. No eres más que un cobarde -. Se retira finalmente, dejando a K’ con una sensación de vacío que jamás había sentido. No valía nada...

~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~ * ~

......¿Cuánto tiempo había pasado? No lo sabía, pero eso era lo de menos. Nunca se ponía a pensar en el tiempo que gastaba en sus caminatas, sin embargo, ya era momento de ponerle fin a eso... K’ se detiene y alza la vista al cielo, se queda unos instantes en esa postura y, sonríe con algo de tristeza al ver la luna. No puede evitarlo, sencillamente no puede...

“Éste es el momento...”, se dice mientras dirige la vista al oscuro firmamento. Una corriente de aire proveniente de la nada que en esos momentos se encontraba frente a él, es lo único que le hizo sentir algo de alivio. Repentinamente, K’ siente una presencia... y en cierta forma está sorprendido, aunque desde el principio sabía que no estaba solo... pero eso ya no importaba. ¿Para qué alegrarse? Si sabe que Él no está ahí para darle lo que quiere...

Así que, sin esperar nada más, el joven cerró los ojos y se dejó ir hacia enfrente, pero algo detiene su caída. Una mano le sujeta por el pecho e inmediatamente abre los ojos. Entonces el que lo sostiene le dice:

-No dejaré que mueras... al menos no de ésta manera.

De pronto, K’ siente un inmenso dolor y entonces comprende lo que pasa. Por un momento creyó que finalmente Iori lo aceptaba, pero al parecer no era así...

Yagami retiró su brazo, dejando caer al joven de cabello gris, quien ahora tenía una gran herida en el pecho. Aún así, en su rostro apareció una sonrisa. Pues si Iori había ido hasta allí, significaba que valía algo para él, y eso era más que suficiente... Ser alguien tan importante, para haber sido asesinado por Iori Yagami.

~ Owari ~

Notas del autor: aahh... finalmente lo terminé, estoy feliz ^__^. Y no es por que haya estado largo, como todos ustedes habrán notado, sino porque, ya tenía bastante tiempo que escribí este fic (en una libreta que estuvo por ahí arrumbada) y dejé pasar bastante tiempo antes de pasarlo a limpio... y más que nada, fue porque en esos momentos no encontraba la manera adecuada de poner el final, pero bueno, ya lo hice. Espero que les haya gustado este fanfic y que las admiradoras o seguidoras de Kyo no quieran matarme por haberlo excluido de la historia, pero al menos digan que tuvo una pequeña participación. Y bueno... no se que piensen de la pareja Iori x K’, pero al menos a mi si me gustó, aunque a decir verdad, no le di mucha oportunidad a K’ ¿verdad?... ja ja ja... soy muy mala.... en fin. Se despide por ahora de ustedes: Setsuna Yagami, la siguiente leyenda de la sangre perfecta y próxima pesadilla de Kyo Kusanagi (luego se enterarán por que), esperando con ansias (aunque no muchas porque luego no me escriben) sus comentarios, dudas o quejas. + Dewa mata +

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Noviembre, 2004