Fanfic por Ryo
Realidad
Prólogo.
-¡Mamá!, mira...
La joven mujer acudió presurosa al llamado de su pequeño retoño. El niño observaba con sus enormes ojos avellanas el crepitar de las llamas que flameaban en la chimenea de su casa.
-Es fuego le dijo ella, mientras le ponía un chal encima- No debes tocarlo.
-¿Porqué no?
-Porque quema. Y las quemaduras duelen mucho.
Ella se alejó hacia la cocina, mientras el niño continuaba mirando las llamas desde prudente distancia.
-Jamás entenderé su gusto por el fuego murmuró su madre cuando llegó frente al refrigerador-
-Ni yo. ella voltea a ver y ve que su marido hace arribo a la casa usando la puerta trasera-
-Saisyu
-¿Qué tal Shizu?
-Aquí, sin grandes novedades.
Los adultos comenzaron a conversar mientras degustaban una taza de café bien negro. El día había sido largo y duro, y pasaban poco tiempo juntos. Así, debían aprovechar todos aquellos momentos en donde podían hablar o compartir, ya que el trabajo de él exigía mucho más tiempo del que ambos estaban dispuestos a entregar.
La noche ya estaba avanzada cuando todo comenzó. Ninguno de los dos se dio cuenta que su pequeño hijo se había quedado dormido frente a la chimenea, pronto el chal que lo cubría hizo contacto con las llamas que aún vibraban vivas. Rápidamente el fuego se extendió por todos lados, evadiendo el pequeño cuerpo durmiente. Las cortinas, los sillones y toda la alfombra ya estaban envueltas en fuego cuando el calor extremo alertó a los dueños de casa.
Las sirenas sonaron en ese instante, ya que un vecino, viendo el resplandor que salía por las ventanas de la sala, había llamado ya a los bomberos quienes acudieron rápidamente, sacando a Saisyu y a su esposa.
-¡Mi hijo!, ¡mi hijo!
El niño despertó adentro ahogado y asustado. El fuego lo rodeaba completamente sin dejarle una sola salida. Las llamas ya eran altas y lamían frenéticamente el cielo de la habitación, abalanzándose sobre él a cada instante.
Las puertas cayeron rotas bajo el hacha de los bomberos, quienes vieron aterrados al niño casi envuelto en escarlata y calor. Mientras, él observaba con embeleso el avanzar de las implacables flamas, tocándolo sutilmente, provocando leves y punzantes dolores... Entonces miró sus manos... y le dio la impresión de que todo el incendio nacía de ellas. Cayó hacia un lado y el fuego lo cubrió como una manta. Cerró los ojos por el dolor y se dejó llevar, sintiendo hervir sus venas y su sangre... Como si el fuego entrara en su cuerpo...
*** ***
Continúa
KOF
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"Realidad" es propiedad de Ryo
Publicado en IorixKyo Archive
Diciembre, 2002