Fanfic por Raziel

IKKIICHIYÛ

PRIMERA PARTE:
Como Romeo y Julieta

Capitulo I: ¿Iori Gakusei?

La luz de la luna se filtraba por una pequeña abertura entre las cortinas que cubrían el gran ventanal, afuera de la mansión el viento movía las ramas de los árboles en una majestuosa danza, provocando leves murmullos, y haciendo que algunas hojas cayeran al suelo por no sujetarse bien; la noche estaba en calma, algún perro ladraba a lo lejos de vez en cuando, el canto de los grillos podía escucharse con claridad, todo el barrio se veía tranquilo al igual que el resto de la ciudad.

Y, dormido en su cama, un joven de aproximadamente 15 años descansaba placidamente de un largo y exhaustivo día, se notaba en su rostro que la paz y la calma invadían sus sueños, abrazaba su almohada con ambos brazos, algunos mechones rojizos caían en su rostro, respiraba entreabriendo sus labios, mientras las sabanas que lo cubrían subían y bajaban con el suave ritmo de su respiración.

Yagami - una voz de ultratumba empezó a resonar en la habitación, aquella voz era tan sepulcral y profunda que el joven abrió sus ojos rápidamente, se sentó en su cama sobresaltado, buscaba a un lado y otro a la persona que decía su nombre, pero en la habitación no había nadie excepto él - Yagami - de nuevo esa voz, se oía por toda la recamara, como si todas las paredes hablaran al unísono y susurraran entre si el nombre de aquel muchacho.

- ¿Qui... quien anda ahí? - pregunto el pelirrojo asustado

Y en un abrir y cerrar de ojos todo a su alrededor se obscureció, ni siquiera podía ver la punta de su nariz, todo había desaparecido, ya no estaba en su cama sino en el suelo, de pronto, al fondo de toda esa oscuridad dos rojas luces se encendieron, al tiempo que pronunciaban su nombre una vez mas, pero con mas fuerza - ¡¡¡Yagami!!! - el miedo del chico creció, se levanto poniéndose en guardia al ver que otros seis pares de luces rojas aparecían frente a el - he venido a entregarte el poder - decía la voz desconocida, mientras una llama púrpura aparecía frente al chico, al mismo tiempo que la oscuridad disminuía.

Cuando el pelirrojo alzo la vista su corazón se paralizo un momento, ahí, justo frente a sus ojos, un gigantesco y majestuoso dragón de siete cabezas lo veía fijamente, lo que había confundido con luces, eran los ojos de esa criatura, ardiendo como llamas infernales...

- No tengas miedo - las cabezas hablaban al mismo tiempo - he venido a entregarte el poder, toma ahora, el fuego de los Yagami
- Kono wa....Yagami no honô desu ka (¿Este..... es el fuego de los Yagami?) - decía el joven pelirrojo mientras veía y acercaba su mano a la pequeña llama púrpura que había aparecido frente a su rostro, la cual aumentaba a cada momento
- Con él serás invencible, nadie te podrá superar, tus poderes sobrepasaran a los del clan Kusanagi, podrás destruirlos con facilidad - las cabezas del dragón se acercaban al chico - tú has sido el elegido para portar el poder de Orochi, puesto que llevas su sangre en tus venas - Yagami tomo la llama entre sus manos, era más doloroso que el fuego que estaba acostumbrado a manejar, pero debía soportar el dolor, por su honor de Yagami, en un instante ese fuego fue absorbido por el muchacho
- ¿Qué...que paso? - pregunto asombrado, estudiaba su mano por ambos lados, no se explicaba que había sucedido con la llama
- Ahora esta dentro de ti - el joven alzo la vista hacia el dragón cuando este comenzó a hablar - es parte de tu ser, de tu vida, de tu alma - los ojos del dragón se encendieron aun más - tu obtendrás el poder que necesitas, y yo.... - el dragón hablaba con una sonrisa, veía al pelirrojo detalladamente, de repente su tono de voz cambio, se volvió aun mas fiero - ¡¡¡haré cumplir la maldición de Orochi!!! - sus fauces se abrieron completamente mientras se dirigía al pelirrojo como una serpiente que pronto devorara su alimento, el chico abrió sus ojos completamente
- Iieeeeee (Noooo) - grito asustado.

****

En un movimiento impulsivo provocado por el susto, se sentó en la cama, abrió sus ojos rápidamente, respiraba agitado, su cuerpo estaba lleno de sudor a causa de la impresión recibida, miro a su alrededor, estaba en su cuarto, en su cama, a salvo, todo estaba en calma, el silencio invadía la habitación, se podía escuchar el tic-tac del reloj al marcar cada segundo, con su mano derecha aparto los mechones que caían en su rostro, limpiando después el sudor de su frente, miraba las sabanas, recuperándose un poco del miedo. Otra vez esa pesadilla, desde hace ya varios días era lo mismo, el fuego, el dragón, sus enormes fauces, era angustiante porque no podía hacer nada, no podía defenderse.

Dio un hondo suspiro y volteo hacia el ventanal cubierto por cortinas azules, aparto de sí las sabanas blancas que cubrían sus piernas, se levanto con cuidado, dirigiéndose hacia el balcón, hizo a un lado las pesadas cortinas y abrió de par en par el ventanal. Salió, observo maravillado el amanecer, como los rayos del sol comenzaban a salir, haciendo que toda la ciudad pareciese un espejismo en el desierto, o un reflejo en el mar, los colores se mezclaban dando un espectáculo colorido y maravilloso; era un amanecer igual a los que solía admirar junto con su mamá, cuando era feliz y podía componer hermosas melodías con su piano, o pintar amaneceres igual de bellos o mas que este. Aquellos amaneceres cuando se sentía amado. Se quedo en el balcón, recordando varias cosas...

- Yagami-san - unos golpes en la puerta hicieron que el pelirrojo regresara al mundo real
- ¿Nani? (¿Qué?) - dijo con desgano
- Su padre esta en el estudio y quiere verlo en 15 minutos
Enseguida bajo - decía Iori con pocas ganas, ya se imaginaba el porque de la entrevista, regreso a su alcoba dejando abierto el ventanal para que entrara la brisa matinal, haciendo que las cortinas ondearan un poco. Se tiro en la cama pensativo, la luz que entraba daba en su rostro, para Iori era una tibia y reconfortante caricia, miraba hacia el techo de su alcoba.

Era lunes, y eso solo significaba una cosa: "Nuevo Tutor", odiaba eso, cada semana era lo mismo, el viernes salía uno pero el lunes llegaba otro, que lata, se preguntaba ¿cuando desistiría su padre de esa estúpida idea de los tutores?, él no necesitaba estudiar, de todos modos para lo único que le iba a servir a su papá era para acabar con un sujeto llamado Kusanagi, así que, ¿qué importaba si estudiaba o no?, cerro sus ojos un momento, debía planear el cómo se desharía de este nuevo profesor, pero sin querer al poco tiempo se quedo profundamente dormido, enroscado en su cama como un tranquilo gato.

Tiempo después unos fuertes golpes en la puerta lo hicieron despertar rápidamente...

- ¡¡¡Yagami!!! - la voz que se oía afuera era fuerte, autoritaria, la única persona que tenia ese tono de voz en la mansión era su padre "Yagami-sama", eso puso nervioso al chico - ¿qué demonios haces que no bajas? - Iori no sabia que decir, lo que era seguro es que no quería recibir una golpiza, tenia que idear una excusa rápidamente
- Môshiwakenai (Perdón), es que..... - trago saliva - no...no encuentro mi zubon (pantalón) - un momento ¿qué había dicho?, se golpeo con la palma de su mano derecha en la cabeza, que excusa tan más estúpida, pero ya era tarde, ya lo había dicho
- Si no bajas en itsutsu (cinco) minutos atente a las consecuencias, ¿entiendes? - el pelirrojo miraba la puerta, esperaba que en cualquier momento su padre entrara por ahí y le propinara una paliza, pero los gritos afuera cesaron, Iori se levanto rápidamente y comenzó a vestirse lo más rápido que pudo, por poco cae al suelo, cuando su pantalón se enredo en sus piernas, haciéndolo tropezar por la habitación.

Al poco tiempo bajo, se dirigió al estudio, toco la puerta con los nudillos de la mano izquierda, después de unos momentos, como no obtuvo respuesta abrió lentamente, asomo un poco la cabeza y miro el interior, recorriendo el lugar con su mirada...

- Ohairi nasai (adelante)- la voz lo sobresalto, dirigió su mirada hacia el ventanal, y ahí estaba su padre, observando el paisaje

Yagami entro, se sentó delante del escritorio de su padre, paso la vista por el sitio, todo el lugar estaba sombrío como siempre, la única luz que entraba en ese momento era la que se filtraba por las cortinas del ventanal que su otousan había abierto para mirar hacia fuera, la luz aterrizaba sobre el escritorio, pulcro, ordenado, con un estuche de cigarrillos al lado izquierdo, el retrato de su mamá al lado derecho, una pequeña lámpara de escritorio que estaba encendida y en medio algunos documentos, el estudio era uno de los cuartos mas grandes de la mansión, con estantes llenos de libros por todos lados, mas que estudio, parecía biblioteca publica....

- Iori - Yume-sama cerro las cortinas lo que provoco que la penumbra cubriera el cuarto, su padre regreso a su escritorio - ¿sabes porque te he mandado llamar? - pregunto Yagami-sama mientras tomaba asiento
- Ii...iie - contesto el chico nerviosamente, su padre le provocaba temor, no sabia en que momento recibiría un golpe o una bofetada, su papá era impredecible
- Pues bien, en este momento tengo frente a mí, la renuncia de Akari-sama - Yume-sama levanto del escritorio unos papeles y se los dio a su musuko, quien los tomo y observo detalladamente - ¿sabes cual es la causa de su renuncia? - Yagami-sama junto sus manos, las acerco a su boca al tiempo que miraba a su hijo
- Iie - dijo Iori titubeante, quitando la vista de los documentos, y encogiéndose de hombros, Yagami-sama cerro los ojos asentando con la cabeza, respiro profundamente

De repente se levanto de su asiento, la molestia estaba presente en su mirada, golpeo en el escritorio con ambas manos...

- ¿¡¡¡Acaso crees que soy un estúpido!!!? - dijo gritando y acercándose a su hijo - sabes muy bien la razón por la que tu profesor se fue - Yume-sama le dio una bofetada a su hijo tan fuerte que Iori cayo de la silla, miraba con miedo a su padre, temblaba de pies a cabeza - maldición Yagami, ¿cuándo demonios vas a dejar de darme problemas? - el joven se levanto, limpiaba con su muñeca la sangre que broto de sus labios, mientras su papá continuaba hablando - todas las semanas es lo mismo, ¿cuándo vas a madurar? - Yagami-sama regreso a su asiento, se calmo un poco y continuo - debes estudiar, no quiero tener a un estúpido e ignorante en mi casa - eso hizo enojar a Iori, que aunque sabia que si hablaba aseguraba una golpiza, no le importo
- ¿Y para que me va a servir estudiar? - dijo enfadado, lo que hizo que su padre alzara el rostro - ¿acaso no solo me tienes para que mate a Kusanagi?, ¿No estoy destinado solo para eso?, porque sé muy bien que quien va a manejar tus negocios es mi hermano Kaoru, así que.... ¿porque no me dejas en paz con todo esto de los tutores? - el pelirrojo se iba a retirar pero su padre le hablo, por lo que se detuvo a medio camino
- ¿A donde crees que vas?, aun no he terminado de hablar - Iori volteo, su mirada era de odio - es cierto, tú solo me sirves para matar a ese bastardo Kusanagi, pero ya te dije que no quiero a un ignorante en mi casa, por lo que vas a seguir estudiando quieras o no
- ¿A sí?, ¿Y ahora quien va a ser mi tutor? - el tono de voz de Iori era de indiferencia - ¿va a ser otro maestro japonés?, o ¿talvez uno de América?, ¿Un francés como el de hace dos semanas?, a ya sé, un alemán - de pronto cambio a sarcástico - no, no, espera, creo que no hemos probado con un tutor Africano - Yagami-sama lo veía molesto, pero Iori seguía con la sonrisa en su rostro - si, eso es, tráeme uno africano, a lo mejor ese me dura mas que los otros, puesto que ya he acabado con profesores de varios lugares, pero ninguno africano, quizás esta ves tengas mejor suerte otousan

El pelirrojo camino hacia la puerta, en el rostro de Yume-sama se dibujo una amplia sonrisa y cuando Yagami tenia la mano en la perilla de la puerta...

- Ve a tu cuarto, ponte el uniforme que esta en tu cama - Iori volteo - dentro de una hora Furuyahitomi te llevara a la gakko (escuela) - Yagami-sama comenzó a revisar otros documentos
- ¿Nani? - los ojos de Yagami se abrieron completamente, al oír la pregunta su padre levanto el rostro mirándolo con malicia
- Lo que oíste, ¿ya no querías tutores no?, ahora acudirás a una preparatoria como todo el mundo - Yagami-sama rió - lárgate ya o se te va a hacer tarde - la furia del pelirrojo creció y salió azotando la puerta
Subió las escaleras rápidamente de dos en dos, llego a su habitación y dicho y echo, en los pies de su cama encontró un uniforme azul de colegio, lo tomo mirándolo con fastidio, se iba a ver ridículo vestido así - ¡¡shimatta!! (maldita sea) - exclamo sin ganas, aventó el uniforme en la cama, lo hubiera hecho pedazos en ese momento, pero no quería discutir mas con su padre, con ir al colegio era mas que suficiente ese día, como para recibir una tremenda golpiza.
Se metió a la ducha, abrió completamente la llave del agua caliente, dejando que esta lo relajara, se sentía bien el agua casi hirviendo corriendo por toda su piel, sus músculos se destensaron, y disfruto del baño.

****

A los 20 minutos salió, una toalla blanca lo cubría de la cintura para abajo, saco de su cómoda ropa interior, al terminar de ponérsela dirigió su mirada a la cama, el traje seguía en el lugar donde lo había dejado, lo miro un momento, lo tomo y comenzó a vestirse, después encontró del lado izquierdo de su cama una mochila negra, la alzo, para cualquier otra persona hubiese estado bastante pesada, pero no para el pelirrojo que se la echo al hombro como si nada, bajo las escaleras y se dirigió al estudio, pero antes de llegar..

- Hola kyodai (hermano) - una linda chica aproximadamente de 13 años, pelirroja de ojos azules le sonrió alegremente, iba vestida con una falda tableada azul, y una blusa estilo marinero
- Ohayo Akane (buenos días Akane)- Iori la miro extrañado - ¿qué demonios haces vestida así? - pregunto un poco confuso
- Eso mismo pregunto yo - su hermana rió con alegría, Yagami se veía muy gracioso vestido de esa forma - ¿acaso a ti también te van a mandar al colegio?
- Hai - el tono de Yagami era de resignación - ¿tu también? - decía el pelirrojo, sus ojos abiertos completamente
- Hai - contesto la chica guardando compostura
- ¿Naze? (¿Por qué?)- Iori aun no entendía porque su papá mandaba a su hermana al colegio, si ella era muy buena con los profesores, ellos quedaban encantados con la chica, y siempre tenia al mismo tutor durante todo un curso
- ¿Cómo que porque? - decía disgustada - pues por tu culpa, ahora TODOS nosotros vamos a ir a la gakko
- ¿También Kaoru y Yukari?
- Si también ellos, mi padre ya no quiere saber nada de tutores, solo porque los tuyos no te soportaron - el pelirrojo se sintió mal porque su hermana lo miraba con molestia - pero ya para que discuto contigo - dijo la chica con un hondo suspiro - me voy, no quiero llegar tarde a mi primer día de clases, nos vemos luego hermanito - la pelirroja beso en la mejilla a su hermano y se dirigió a la puerta
- Akane - dijo Iori con premura, antes de que su hermana saliera de la casa, pero se quedo callado
- ¿Nani Iori? - decía ella, le urgía salir, la chica era la más puntual de todos los Yagami después de su padre
- Genki da (cuídate) - su hermano la miro con ternura, la chica acento con la cabeza, salió de la casa cerrando la puerta tras de sí
El pelirrojo llego al estudio de su padre, toco a la puerta - Ohairi nasai - se oyó desde dentro, por lo que Yagami entro, ahora su padre estaba fumando, recargado tranquilamente en su silla giratoria, disfrutaba también de un poco de whisky con hielo, se sorprendió al ver a su hijo vestido con el uniforme, por lo que rió a carcajadas, eso hizo enfurecer a Yagami
- ¿Qué es lo que te causa gracia? - pregunto el pelirrojo sin poner atención a su tono de voz, el cual había sido retador, esto provoco que Yagami-sama dejara de reír y se pusiera serio
- A mi no me vas a hablar así, ¿wakarimashita? (¿Entendido?)- Iori aparto la mirada cuando noto que su padre estaba molesto
- Lin desu yo otousan (esta bien padre) - su voz más tranquila
- Veo que ya estas listo para ir al colegio - Yume-sama lo miraba de arriba a bajo - muy bien, ahora ve a desayunar para que no te sientas mal a mitad de alguna clase - Yagami-sama se volteo y comenzó a fumar de nuevo dando por terminada la charla

Iori salió del estudio y se fue al comedor, donde el desayuno ya estaba servido, dejo su mochila en una de las sillas, dándose cuenta que en la mesa había un sin fin de alimentos, había leche caliente, mermelada, jugo de naranja, huevo frito, tostadas, mantequilla, mucha fruta, manzana, naranja, fresas, sin mencionar el arroz, queso, y mas, pero nada le apetecía, por lo que fue directo a la cocina; abrió el congelador del cual saco un trozo de carne, poniéndolo encima de la barra donde se preparaban y picaban los alimentos, después abrió la despensa, sacando pan y mostaza, regreso al congelador, saco lechuga, y tomate, abrió uno de los cajones de la gran cocina integral, sacando un cuchillo, y ya al tener frente a él todo lo que necesitaba, se preparo un gran y exquisito sándwich , bebió una cerveza que hacia más sabroso aun su desayuno.

Ya cuando estaba satisfecho salió de la cocina, subió a su alcoba, entro al baño y lavo sus dientes, le gustaba tener impecable su sonrisa, por lo que usaba una pasta dental con fluoruro y mentol (para el momento de estar cerca). De nuevo bajo, caminaba despacio aunque ya era tarde, hacia las cosas como siempre, el hecho de que ahora fuera a la escuela no quería decir que cambiara sus hábitos, o al menos eso era lo que él pensaba. Regreso al comedor y tomo su mochila, fue al estudio de su padre, pero esta vez entro sin pedir permiso....

- Ya me vo..... - antes de que terminara de hablar, dos chiquillos entraron corriendo, uno de cabello negro, mas o menos de 14 años, y otro de cabello morado de 11 años, los cuales graciosamente hablaron al unísono
- Otôsan ya nos vamos - los chicos vestían también un uniforme, Yagami-sama volteo y los vio con alegría, sus hijos se acercaron a el, los abrazo alegremente, depositando un beso en la frente de cada uno de ellos
- Pórtense bien, ¿entienden? - decía mientras los chicos salían del estudio
- Hai otôsan - dijeron y echaron a correr, por lo visto Iori no iba a ser el único que llegaría tarde a su primer día de clases, después Yume-sama alzo la vista y vio que Yagami estaba parado en la puerta, por lo que su gesto se volvió un poco amargo
- ¿Y tú que demonios haces aquí? - indiferencia departe del padre de Iori - ya tenias que estar de camino a la escuela
- Lo sé solo que.... - Iori bajo su mirada
- ¿Nani? - la paciencia no era una de las virtudes de Yagami-sama
- Quería avisarte que ya me voy - el pelirrojo se acerco a donde su padre, tendiéndole la mano para despedirse
- Bueno pues ya vete - Yume-sama le dio al espalda a su hijo dejándolo con la mano extendida, eso hizo entristecer un poco al pelirrojo, que salió del estudio y se fue directo a la puerta.

Salió de la casa pensando en porque su padre era tan diferente con él, a sus hermanos los trataba bien, los consentía, los quería, pero a él no; la verdad era que aunque eso empezó mucho antes de que su madre muriera, aun no se había acostumbrado, puesto que su mamá era la que le prestaba atención, se sentía feliz junto a ella, no le importaba que su padre lo maltratara o lo golpeara, su mamá siempre estaba ahí para consolarlo, no lo podía defender aunque quisiese, porque su padre era o mejor dicho, es muy estricto.

Con paso lento atravesó el jardín de la mansión, el cual era uno de los jardines más bellos de todo el vecindario, lleno de árboles y flores exóticas, Iori paso junto a su árbol favorito, un cerezo, que estaba totalmente cubierto de sakuras, se quedo un rato admirándolo, recordando cuantas veces se había refugiado bajo su sombra cuando era un niño, salió de sus recuerdos cuando tocaron el claxon de su limusina, por lo que continuo caminando, el ambiente estaba impregnado con el olor de las rosas del jardín, uno de sus sirviente abrió la reja de la mansión e Iori salió, subió a su limusina y su chofer lo llevo a la escuela.
En el camino el pelirrojo miraba el paisaje, hacia mucho tiempo ya que no salía de la mansión, su padre era como un carcelero, no lo dejaba ir a ningún lado, lo único que Yagami hacia en todo el día era entrenar y estudiar, excepto los domingos, día en el que su padre llevaba a sus hermanos al parque, al cine, y si llegaba un circo a la ciudad también los llevaba a ver la función, o a cualquier centro de entretenimiento familiar, por lo que Iori podía descansar de su entrenamiento, y como ya era costumbre también se recuperaba de las golpizas que le propinaba el viejo.
Iori observaba a la gente caminando por las calles de Osaka, cada uno hundido en sus pensamientos y preocupaciones personales, señoras que habían ido de compras y cargaban con dificultad sus bolsas, niños corriendo a un lado y otro, grupos de hermosas chicas riendo, platicando entre sí, gente común y corriente, pero que hacia ya tanto tiempo el pelirrojo no miraba.
Por ver el paisaje, Yagami no se percato que ya habían llegado a la escuela, hasta que su chofer lo llamo, el trayecto había sido corto, pero aun así el pelirrojo había llegado retrasado, bastante retrasado.

Continúa…

Capítulo 2

*Edición especial para IorixKyo Archive de Miau-Neko (tuve que corregir todas las viñetas ¬_¬U). Demo… espero que te guste ^_^

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