Frozen
CAPITULO I: "..."
La columna de fuego era simplemente magnífica, aunque sentí que mi corazón se encogía por momentos en insidiosa angustia, no era suficiente como para que no pudiera apreciar todo el poder de mi maestro en todo su esplendor.
- Pensé que su poder se vería disminuido en algo después de tanto tiempo. – le murmuré a Nikaido san, con una sonrisa mas bien tonta, pero como de costumbre, ni siquiera me miró. Sin embargo, en sus facciones percibí algo de preocupación, más de la que alguna vez había dejado traslucir, era profunda y sincera, en un momento dado, sus ojos celestes se abrieron demasiado y con una punzada; no se si de culpabilidad o de temor giré lentamente mi cabeza.
Las llamas anaranjadas de Kyo fueron rodeadas por una serpiente de fuego púrpura, en movimientos envolventes y definidos, las llamas se mezclaron y en ese momento deje de ver en el centro las figuras de los dos combatientes y entonces, la columna se elevo y se elevo... tan alto... hasta perderse en el infinito.
- ¿Será como siempre verdad Nikaido San? – mi superior no tuvo que voltear hacia mi, para angustiarme con la negativa de su cabeza.
- ¡¡¡AH!!! Fue todo lo que escuche Daimon, de K` y de alguien mas.
De un momento a otro, la base de tan majestuoso fenómeno explotó, fue simplemente aterrador: miles de chispas inmensas saltaban a todos lados: escarlatas y violetas, algunas alcanzaban a la gente que yacía alrededor. En el centro, el pilar que se alzaba era tan oscuro que casi parecía negro, hecho de intenso calor y rápidamente las flamas volvieron al suelo.
- NIKAIDO SAN!!!!! – Me encontré gritándole con angustia a mi compañero de equipo, tal vez.... si solo tal vez el me asegurara...
- ¡Basta Yabuki! – su mirada y su tono fueron rudos, aun entre el disturbio, pero al observarme directamente se suavizaron.
- ¿....Ni...?!!
- Shingo... – su mirada solo traslucía compasión – Ni Kyo ni Yagami desean ya seguir con esto...
- ¡Que quiere dec....? – Mis palabras se cortaron y sentí que mis oídos se reventaban ante el estruendo de la última explosión. Un haz de luz amarilla y dolorosa nos encegueció y todos fuimos arrastrados como plumas al viento.
~ * ~
- ¡¡¡Yabuki....YABUKI!!! – La sonrisa que se pronunciaba al tiempo de esa suave voz, era radiante, ese simple gesto se ensanchaba, provocando que yo respondiera igual. No se por que, pero el estar al lado de mi maestro me reconfortaba y una vez mas acepte que a nadie quería mas en este mundo que a Kyo... Pasaran todos los años que pasaran y aunque hacia muchos no me entrenaba, sabía que si algo era difícil y el me daba ánimo, todo saldría bien...
- Tu y yo sabemos que no es así Shin – chan. ¿acaso aun sientes a Kyo? – Mis ojos se abrieron por fin ante esa voz inesperada.... y entonces los ojos que creí castaños en la penumbra se volvieron azules... cada rasgo cambio y de nuevo vi a mi compañero de equipo... solo a él.
Mis lágrimas amenazaron salir y no pude hacer nada para evitarlo ¡era tan doloroso! Tener conciencia de algo y no poder aceptarlo. Maldita sea ¡ahora en verdad era huérfano! La energía de quien consideraba mi hermano mayor había en efecto, desaparecido... para siempre.
La sombra de la muerte, inexorable, parecía haber aparecido por fin, después de burlarla por años.
Los últimos rescoldos de simple fuego, que aún bailaban en el suelo, se fueron apagando, aun la gente corría de un lado a otro, incluso muchos de nuestros conocidos buscaban a los demás. Yo, mientras tanto, solo permanecía ahí, en el suelo, desparramado contra un frío trozo de pavimento y a mi lado Nikaido san, acurrucado, con las manos apoyadas sobre sus rodillas, mirando al mismo punto que yo.
- KYOOOOOOOO! – grité al punto de caer en pánico total y trate de correr hacia la zona chamuscada, donde ahora solo quedaban unas cuantas cenizas. Cenizas que el viento se llevaba.... Benimaru me agarro de los brazos y comencé a gritar a gritar... hasta que la mas dulce oscuridad me trago.
Solo escuche una palabras muy cerca de mi oído sangrante, o tal vez fue un sueño delirante:
– Te extrañare tanto, mi amor....
~ * ~
Bueno, esta es una historia alterna (Ay! para que lo repito si ya lo dije) a el otro fic que escribo: Lazos Eternos y en general trata de lo que tanto Shingo como Benimaru san, sintieron después de la "desaparición" de Kyo ... y por supuesto de Yagami.
Por fin! por fin! Es que esos dos me hacen tanta ilusión....>.<
Desde los pensamientos de Shin – Chan: Ne - chan. Arigatô!!!!
~ * ~
Continuará...
Todos los personajes pertenecen a SNK
"Frozen" es propiedad de Tachibana
Netsu &
IorixKyo Archive
Octubre, 2002