Yuuhi to Tsuki
(El sol del atardecer y la luna)
Por Min@
CAPITÚLO V : LAGRIMAS.(KYO)
Fukai yami ga
La profunda oscuridad(IORI)
Yami no naka de yurete-iru Sou
Temblando en la oscuridad Y(KYO)
Sou
Y(IORI)
Hitori de ii
Es sólo...(KYO)
Keseya-shinai
Nunca desaparecerá
- ¿ Qué haces Iori, mi amor? Preguntó Mery, mirando al pelirrojo, sentado frente al televisor, pasando uno a uno los canales de la televisión. Estoy cansada de estar encerrada, vamos a pasear.
- Puedes ir a donde quieras Respondió el pelirrojo, sin mirarla siquiera.
- Sí, pero da la casualidad que quiero ir contigo. Replicó la hermosa rubia, sentándose en las piernas de Iori. Mientras sus largos brazos rodeaban su cuello.
Iori la miró con frialdad, apartándola con disgusto.
- No estoy de humor, mujer. Dijo Iori, mirándola fríamente.
- ¿Cómo que no estas de humor?¿Qué rayos significa eso? Gritó Mery.
El pelirrojo no respondió. Solo se levanto rumbo a la puerta, para salir, sin tomar en cuenta a la chica.
- ¿Iori? Llamó ella inútilmente. Iori ya había salido del departamento.
* * *
La brisa acaricio el rostro de Iori justo, al salir del enorme edificio, en donde se encontraba su departamento, hacía casi un mes que la rubia vivía con el . Su novia, Iori río al recordar lo que Mery era en su vida. Una novia elegida por su madre, según ella la mas adecuada, pero Iori solo la veía como un objeto más, para usar y desechar cuando a él le pareciera.
Es verdad que era hermosa, sobre todo esa rizada cabellera rubia, y esa piel blanca, que también combinaba con sus azules ojos. Era diestra en la cama, pero a Iori no le agradaban los platos de segunda mesa. Por muy finos y deliciosos que fueran.
Iori camino por las solitarias calles. Hasta el Pao Pao café, un lugar que le servía de distracción, cuando necesitaba olvidar y dejar de pensar en las razones que movían su existir.
Algunos conocidos estaban en el bar, pero a Iori eso, no le importaba en lo mas mínimo solo se sentó en la barra sin siquiera mirarlos.
- ¡Qué gusto verte Yagami! Dijo King sonriéndole tras la barra.
- Hn Iori solo gruño
- ¿Qué te sirvo? Pregunto King, sin prestarle atención a la respuesta tan seca, él siempre era así.
- Lo de siempre. Respondió Iori sin siquiera mirando a su izquierda, encontrándose sin querer con la mesa, en la que se encontraban Benimaru y... ¡Kyo!
La sangre subió rápidamente a su cabeza, los recuerdos y la hullación encendieron la sangre Yagami que corría por sus venas.
- No quiero peleas en mi bar. Dijo King sirviendo su bebida.
Iori volteo a mirarla, como si quisiera borrarla de la tierra, pero King ni siquiera le prestó atención.
- Ya no vale la pena desafiar a Kusanagi. Respondió el pelirrojo con una marga sonrisa.
King, lo miró entonces extrañada y después volvió sus ojos al joven moreno, que estaba sobre la mesa, cubriendo su cabeza con sus brazos abatido.
Ella sabía que no era debido al alcohol, su aspecto, porque ni siquiera había tocado su copa.
Bajo sus hermosos ojos castaño claro se dibujaban unas oscuras ojeras, mientras sus compañero lo miraba con fastidio.
- Kyo. Tómatelo y te sentirás mejor Le dijo Benimaru, con insistencia, sabiendo que dentro de esa bebida había, mezclado momentos antes un fuerte afrodisíaco.
Benimaru siempre había sido un oportunista, interesado solo, en él mismo y en lo que deseaba, incluyendo personas. Y esta vez no iba a desaprovechar la oportunidad de tener algo, que siempre había deseado. No ahora que lo tenía en sus manos.
Kyo miró al rubio, a través de sus mechones negros, Benimaru le sonreía con hipócrita amabilidad, Kyo comenzó a sentirse mas seguro, con el respaldo de su "amigo".
- No tengo ánimos Murmuró Kyo con voz entrecortada.
- Solo un poco, vamos. Insistió.
Entonces se incorporó y tomo el vaso entre sus manos, para beberlo.
Benimaru sonrió entonces con malicia. Un gesto que no paso desapercibido por Iori, quien los estaba mirando detenidamente mientras bebía su copa.
Casi media hora después Kyo sentía que su cabeza daba vueltas, y su cuerpo ardía como si tuviera la peor fiebre del mundo.
- Benimaru me siento un poco mal Dijo Kyo sujetando su frente con ambas manos.
Pero Benimaru solo sonreía, acercándose a Kyo.
- No te preocupes, pronto te sentirás mejor Le dijo mientras deslizaba su brazo por su cintura, para atraerlo junto a él.
Kyo quiso empujarlo, pero las fuerzas le fallaron.
Después todo se nublo.
* * *
Un suave calor...
Unos brazos rodeándolo...
Kyo al sentir los brazos cálidos que lo sujetaban, alzo su rostro cubierto por decenas de perlas de sudor, era Iori, quien lo sujetaba. Iori.....su Iori.
Kyo se sintió envuelto en un ensueño pero hizo un esfuerzo por alcanzar los labios del pelirrojo, y al lograrlo se aferró con sus temblorosos brazos al cuello del pelirrojo, como una suplica para que no lo apartara.
Iori abrió los ojos sorprendido, e iba a lanzarlo lejos de él cuando...
- No me rechaces.... por favor no me rechaces.... Dijo Kyo, casi en un gemido. Déjame estar contigo aunque sea solo por esta noche.....después, puedes matarme si quieres.
Iori enmudeció de pronto, pero no alejo a Kyo, deslizo su mano por su espalda atrayéndolo contra su pecho, con una fuerza tal, que Kyo se quedo sin aliento por un momento.
Iori comenzó a desnudarlo, mientras sus labios recorrían el pecho de Kyo, mientras el pobre muchacho lanzaba incontenibles gemidos de placer, causados por el afrodisíaco, o por estar con Yagami.
El temor a que el pelirrojo lo volviera a dejar, hizo que Kyo se esforzara por quitarle a su amante todas sus prendas, esta vez, no dejaría que se fuera.
Entre besos y caricias Iori tomo entre sus brazos a Kyo, para poder poseerlo, Kyo sentía que todo era como algo irreal como si fuera un sueño al sentir a Iori en su interior, reclamándolo como suyo, como siempre había sido, desde el primer momento que lo había visto. Su corazón latió de prisa, sus mejillas se enrojecían cuando sintió que Iori eyaculaba dentro de él, su cabeza giraba sin control.
Mientras el pelirrojo lo colocaba sobre la cama, solo por unos minutos, porque después Iori comenzó a besarlo concienzudamente desde su cuello para bajar rumbo a su vientre.
- Iori no.. Gimió Kyo, pero eso mas que una negación, parecía una suplica, para que continuara.
- Mentiroso Dijo Iori sonriendo con Ironía.
Cuando Iori encontró lo que buscaba comenzó a succionar rítmicamente, hasta hacer explotar a Kyo dentro de su boca.
Kyo era suyo ahora, para matarlo para hacer con él, lo que quisiera. Pero curiosamente, matar a Kyo Kusanagi ya había perdido el chiste, para Iori Yagami.
* * *
Continúa
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IorixKyo Archive
Julio, 2002