Título: Irresistible
Autora: Min@ - neko_carmina@hotmail.com
Betareader: MiauNeko -
Notas: Todos los personajes son propiedad de SNK. Shiori Yagami es propiedad de Min@.
Irresistible
Capitulo 8: Viejos Sentimientos
—Me sorprende que no vinieras antes —sonrió el joven rubio mientras ponía una taza de espumeante café en las manos de Kyo.
—¿Te lo dijo Shingo?
—No, fue Yuki-chan...
—Yuki... —murmuró Kyo, sin saber a ciencia cierta lo que Yuki le había contado.
—Y bien... ¿quién es la afortunada? —sonrió Benimaru.
Kyo sólo bajó la cabeza tratando de reunir valor para contarle a su mejor amigo “quién era la afortunada”. Pero la sola idea le arrebató una sonrisa a medias.
—Ya-ga-mi... —deletreó Benimaru, disfrazando con una sonrisasarcástica sus celos.
El joven Kusangi desvió la mirada, y Benimaru supo la respuesta.
—Veo que Seishiro tenía razón...
—¿Seishiro? ¿Y qué tiene que ver ese idiota en todo esto?
—Pues al parecer vio algo que yo fui incapaz de ver —rió Benimaru sirviéndose una taza de café—. Él vio claramente tus sentimientos hacia Yagami. Dime, Kyo, ¿cuándo comenzó toda esta locura?
—La primera vez que lo vi.... —suspiró Kyo.
—¡¡¡¡¡Qué!!!!!
Kyo rió con un dejo de amargura.
—Sé que suena ridículo, pero así fue... Ese día comenzó esta locura... Yo no podía dejar de mirarlo... Su cabello... su rostro... su maldita sonrisa, la furia de su mirada... todo... Todo en él me atrajo, era... No, “es irresistible para mí...”
La mano del moreno se deslizó de repente, y las palabras se perdieron en el silencio. Benimaru no dejaba de mirar la respiración pausada de su amigo, pero en lo profundo de su mirada había odio, odiaba al estupido de Yagami, y odiaba aun más a Kyo.
Seguramente los pastillas que había puesto en el café de Kyo ya estaban haciendo efecto.
Poco a poco deslizó su mano por las piernas abiertas del joven Kusanagi...
—Kyo... ¿Por qué no fue de mí? ¿Por qué no te enamoraste de mí...? Mi adorado Kyo, voya demostrarte cuánto te amo.
Los ojos de Kyo se entreabrieron al sentir una humedad en su vientre, un ir y venir que lo succionaba, la sangre bombeando incontenible.
—¿Beni-chan? —Los ojos de Kyo se abrieron plenamente y se vio en la cama de Benimaru, totalmente desnudo, al igual que éste. Su primera reacción fue levantarse, pero los labios de Benimaru que succionaban ferozmente su miembro lo hicieron retorcerse de placer.
—No... por favor, Beni... —gimió Kyo mientras los dedos de Benimaru buscaban una entrada en su cuerpo. Era innegable la habilidad del rubio para el sexo y el placer que le proporcionaba. Pero resultaba ser de lo más bizarra esta situación.
—Basta —gritó Kyo aventando a Benimaru.
—Yo no quiero esto...
—Parece que no lo has entendido bien, Kyo. No estoy pidiendo tu consentimiento.
—¿De qué diablos hablas?
—Si ya te has acostado con Yagami, qué más te da que yo también te goce — dijo Benimaru acercándose a Kyo.
—¿Te has vuelto loco? Eres mi amigo —exclamó Kyo poniéndose la camisa que había encontrado tirada por ahí.
—¡Yo no quiero ser sólo eso en tu vida! —gritó Benimaru explotando una bola de energía en el estomago de Kyo que lo dejó sin aliento.
El cuerpo de Kyo cayó sobre la cama. El golpe imprevisto le había sorprendido y, cuando quiso levantarse, Benimaru apretó su cabeza sobre el colchón.
—No, Kyo-chan, aún no termino contigo.
—¡¡Suéltame...!!!
Kyo sintió cómo Benimaru lo penetraba de lleno y con total crudeza, tanta, que lo hizo sangrar. Un grito se ahogó en la garganta de Kusanagi cuando las caderas del rubio comenzaron a moverse con desesperación.
—¿Tienes idea de todos los años que he deseado tenerte en mi cama? De hacerte gozar...
—Aaaah...
—¿Y todo para qué? Para que ese maldito de Yagami te convirtiera en una más de sus conquistas....
—Beni... no...
—¿Eh, Kyo? Ese mal nacido... sólo te tronó los dedos... y te revolcaste de inmediato con él...
—¡¡Bastaaaaaa!! No fue así... ¡aaaaaah! —gritó Kyo reuniendo fuerza para levantarse y empujar a Benimaru con un puñetazo en plena cara—. ¡Déjame, maldito!
Aún sintiendo el cuerpo adolorido comenzó a buscar sus ropas, mientras Benimaru, aún desnudo sobre la cama, lo miraba enfurecido y con los labios rotos por aquel golpe.
El dolor no cesaba...
—¿Estuvo divertida la noche?
La voz dura de Yagami hizo que Kyo volteara.
—¿Iori...?
El pelirrojo estaba de pie junto a la puerta de la habitación y por un momento Kyo deseó que fuera sólo un sueño, un espejismo.
Iori frunció el ceño, no era la respuesta que esperaba. ¿Pero qué respuesta esperaba entonces? Quizás un “esto no es lo que parece”, un “perdóname, no quise hacerlo” o un “te lo puedo explicar”.
Pero las ropas regadas por la habitación, el cuerpo desnudo de Benimaru, su propio cuerpo a medio vestir y ese olor a sexo destrozaban cualquier explicación.
Aun cuando aquel maldito rubio lo había llamado y pensó que se trataba de una broma producto del despecho de Kyo, había ido, y lo que veía en esa habitación no era un juego, era una realidad.
Kyo deseaba descifrar aquella mirada distante, leer sus pensamientos. Saber lo que pensaba Yagami.
El silencio se volvía insoportable hasta que finalmente Iori lo miró una última vez, soltó una sonrisa de completa decepción y, por primera vez, Kyo vio en sus ojos dolor... Iori desvió la mirada y se dispuso a salir de la habitación.
—Iori... espera...
—Pensé que tú harías la diferencia...realmente lo pensé.
El joven moreno no pudo más que maldecir mientras veía con impotencia cómo se marchaba.
¿Por qué diablos tenía que pasar esto? ¿Por qué ahora?
Mientras Beni sonreía, observó al pelirrojo subir a su auto y marcharse, mientras Kyo lo miraba desde la acera de enfrente. Después de todo, ahora con el pelirrojo fuera de la jugada, los padres de Kyo disgustados y sin Yuki, su Kyo-chan ya no tenía a nadie.
Continuará
Los personajes pertenecen a SNK
"Irresistible" y Shiori Yagami son propiedad de Min@
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Septiembre, 2006