La Espera
por Kamila
- Yagami!...- Kyo despertó sobresaltado en medio de la noche, su cuerpo cubierto por una fina capa de sudor, su corazón latiendo como loco en su pecho.
Que diablos le estaba sucediendo, esos sueños se repetían nuevamente, creía que los había dejado enterrados en su pasado, pero no, volvían a él, atormentándolo con sus sentimientos más ocultos, su admiración, su necesidad de él. Donde demonios se habría metido esta vez, desde que despacharon a Orochi no había tenido noticias de Yagami. No lo había buscado, como otras veces en que su "enemigo" esperaba por el a la salida del instituto. Ahora era distinto, un año sin tener noticias de Yagami lo habían puesto frenético, soñaba con él cada noche y cada vez sus sueños eran más comprometedores o en todo caso más reveladores...Ja, Ja, Ja, ..como si el necesitara de sueños para saber cuales eran sus sentimientos hacia el maldito pelirrojo. Pero de lo que si necesitaba era de su presencia y en Osaka no estaba, lo sabía, algo en su interior le decía que Iori Yagami no estaba aquí, y lo necesitaba, maldición, lo necesitaba tanto. Su pecho sufrió un espasmo y solo en ese momento se dio cuenta que estaba llorando, limpió las lagrimas con el dorso de su mano y se prometió a sí mismo que lo buscaría y no pararía hasta encontrarlo, con ese firme propósito en su cabeza volvió a recostarse tratando de conciliar el sueño y sus propios temores.
La madrugada entera sin dormir lo ayudaron a decidirse, terminada las clases recogería un poco de ropa y buscaría a Yagami hasta encontrarlo, si era necesario iría al infierno, pero no pasaría su vida llorando como una niñita, debía enfrentar sus sentimientos y de ser necesario el rechazo de su "enemigo".
Al fin! las clases han terminado, recogeré mis cosas lo más rápido posible e iré a casa y luego...... luego...... ¿Qué es lo que estoy sintiendo esta presencia, esta energía, acaso.... Dejo todo en el salón y salgo disparado al patio, cuando llego, no hay nadie ni siquiera una señal , no puede ser, no puedo equivocarme a ese extremo, es cierto que lo extraño, pero jamás mis sentidos me han engañado de esta manera, busco con la vista a mi alrededor algún indicio de él, algo que me diga que no me equivoque, que sí lo sentí, que era él, que .....que....que..., sin darme cuenta empiezo a sollozar mientras pronunció su nombre muy suavemente.
- ¿Por lo que veo me extrañaste? - Una conocida voz respondió a mis espaldas, sorprendido volteo lentamente esperando encontrarme con un fantasma de mi imaginación, pero esta vez es real, Yagami está ahí, nos separan apenas unos pasos. No sabía que responder, solo lo miraba fijamente sin parpadear temiendo que al hacerlo y abrir los ojos desapareciera otra vez; entonces se acerco y con su dedo índice recorrió mi mejilla por donde resbalaba una lagrima.
- Espero no ser el causante de tus lagrimas, Kyo - Casi me derrito al escucharlo hablarme en ese tono tan íntimo y familiar como si nunca hubiéramos sido enemigos, además, su mirada era tan cálida, tan sincera, no había en ella ese toque de malicia con la que solía mirarme en el pasado. Tomé entre mis manos la suya y dolido le reclamé su ausencia.
- Pues sí lo eres, que esperabas después de todo este tiempo - a continuación me tiré en sus brazos llorando y diciéndole todo lo que sentía por él y cuanto lo necesitaba y ...y....
Antes que pudiera seguir reclamando su falta de atención fui sorprendido por un apasionado beso que acalló mis protestas. Cerré los ojos y me entregué a este sentimiento, correspondí con la misma pasión o al menos intenté acompañar la avidez con la que era besado, intento inútil , Yagami es posesivo y exigente, su lengua inunda mi boca recorriéndola hasta en sus mas íntimos rincones, juguetea con la mía, mordisquea sensualmente mis labios, todo, todo al mismo tiempo, no puedo pensar tan solo siento, siento su mano detrás de mi cabeza presionando para profundizar, más aún si es posible, el beso ; siento su boca totalmente dueña de la mía, mi cuerpo se estremece y él me estrecha más aún en sus brazos, estoy a punto de quedarme sin aire y entonces me libera, lo miro tímidamente, los ojos brillantes, los labios enrojecidos debido a la exigencia con la que han sido tomados, el pecho agitado tratando de recuperar el aliento, a punto estoy de decir algo cuando su dedo índice se posa en mi boca. Su mano se desliza detrás de mi cuello tomándome por la nuca, su brazo izquierdo vuelve a rodearme pegándome a él, su voz grave, profunda me susurra en el oído.
- Sabes que eres toda una sorpresa, eh, jamás creí que te entregarías de esa forma.
- Yo también estoy sorprendido - le respondí, entre risueño y sonrojado, sin saber como mirarlo o que más decirle. Dicen que ante la duda lo mejor es el ataque. Sin pensarlo mucho pasé mis brazos alrededor de su cuello y lo bese apasionadamente, sentí que me estrechaba con más fuerza y poco a poco fue tomando el control del beso, tornándolo posesivo, exigente, apasionado, sensual. De pronto se detuvo, pero no me soltó ni apartó su boca de la mía, empezó a juguetear con mis labios, mordiéndolos suavemente mientras me decía cuan deliciosa era mi boca, creo que me puse de mil colores, jamás en mi vida me habían dicho semejante piropo, al parecer se dio cuenta de la situación tan incomoda por la que pasaba, porque me estrechó en sus brazos mientras reía suavemente.
- Si te pones así con un simple beso ya me imagino lo que me espera cuando te haga el amor dentro de poco - ante semejante confesión de cuales eran sus intenciones me estremecí y oculté la cara en su pecho avergonzado. Sin dejar de reír debido a mi reacción tan poco madura, me abrazó fuertemente y acarició mis cabellos susurrándome seductoramente.
- Creo que ya esperamos bastante Kyo - me obligó a levantar la cabeza, a mirarlo a los ojos mientras me preguntaba - ¿Tienes alguna duda? Crees que te estoy engañando, que quiero burlarme de ti ¿Piensas eso Kyo?
Había angustia en su voz por lo que moví frenéticamente mi cabeza negando semejante barbaridad.
- No, Iori , no tengo ninguna duda, se que te amo y que te pertenezco hoy, ahora y siempre - Lo abracé y llene su rostro de besos tratando así de borrar cualquier duda que mi estúpida inmadurez le haya hecho pensar. Me veo reflejado en sus ojos violetas y el temor se disipa, me atrae para besarme, abro mi boca sin miedo, dispuesto a disfrutar de la maravillosa sensación que es estar en sus brazos y espero con ansia la entrega total de nuestros cuerpos y almas. Después de interminables besos, de gemidos ahogados, de caricias cada vez más osadas, del temor que siento por si alguien nos está espiando, le pido - sí yo le pido - que me lleve a otro lugar donde podamos rendirnos mutuamente al amor, al deseo, a la necesidad que sienten nuestros cuerpos por conocerse, mi piel pide a gritos las caricias que solo sus manos pueden darme, él lo sabe, sabe lo que siento pues siente lo mismo que yo, me deja libre para recoger mis cosas y al regresar al patio está ahí, esperando por mí, cuelgo la mochila de mi hombro mientras me rodea con su brazo y así abrazados caminamos hacia su auto entre besos y caricias que tornan más excitante la espera.
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Kamila
Octubre 2001
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Los personajes pertenecen a SNK
"La Espera" es propiedad de Kamila
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Febrero, 2002