Fanfic por Artemis

Buscando la Muerte

Capítulo 1: Sentimientos

Y aquí esta: el arrogante, fascinante y fuerte... Kyo Kusanagi!!

Capaz de tapar sus sentimientos con una enorme capa de arrogancia!!

Si, así soy yo, arrogante por fuera y como un niño que necesita amor por dentro. Pero el niño tiene que estar callado.

Ssh, no llores Kyo-chan, porque si lo haces la gente verá como eres y esto te hará daño.

No, Kyo-chan, no; la gente no quiere conocerte, no quiere saber que existes, quieren verme a mi, al arrogante Kyo Kusanagi, descendiente de un poderoso clan.

Ni Benimaru sabe de tu existencia.

No Kyo-chan, no; ni él quiere conocerte, prefiere al no tan arrogante Kyo Kusanagi. Si, a veces puedes salir para reír con él, pero nunca podrás llorar frente a él.

Ssh, no llores Kyo-chan...

***

Ahora estoy aquí paseando con Beni y Shingo.

Shingo nos ha pedido que le acompañáramos porque quiere comprar material y ropa para entrenarse y quiere nuestro consejo. Bien, más bien quiere el mío. Me imita como una mona, no me molesta, él solo imita al personaje que yo he creado. Pero aun dentro de su imitación, no deja de ser él, tiene la inocencia de un niño pequeño... quizá tendría que imitarle yo a él...

- Kusanagi-san, que le parece si entramos aquí?- Shingo nos señala una tienda de ropa de deportes.
- Bien, entremos, así comprare algo para mi- dice Benimaru sonriendo. Él si que es sincero, o al menos eso parece. Augh, tengo que dejar de pensar tanto en esto.

La tienda no esta mal, hay todo tipo de ropa y instrumentos para el deporte.

Mi vista se desplaza hacia una puerta medio escondida ‘Especial KOF’ que debe ser?

Shingo y Benimaru están ocupados viendo muñequeras y gel para el pelo respectivamente, así que entro solo, y me quedo parado con lo que veo.

Lo primero que veo son dos maniquíes vestidos igual que Andy y Terry Bogard, hasta tienen pelucas que imitan su cabello. Al lado de cada maniquí esta la ropa colgada en percheros para que la gente pueda cogerla.

Continua avanzando, veo más maniquíes, uno de Shingo, uno de King, de Benimaru, Blue Marry y muchos más, al final de todo hay dos maniquíes, el de Iori y el mío, su maniquí no le hace mucha justicia.

Miro sus ropas, el collar, la camisa, los pantalones y ese cinturón atado a sus rodillas...

- Cómo lo debe hacer para que el cinturón no le moleste al luchar?- me agacho para ver mejor el cinturón.
- Es cuestión de practica- dice una voz a mi espalda, muy familiar, demasiado familiar.

Me giro y aparece Yagami con su típica sonrisa de superioridad, yo aun estoy agachado y me levanto despacio para verlo frente a frente.

- Oh, genial. Lo que me faltaba para hoy. Que haces aquí Yagami? Perseguirme?
- No seas tan egocéntrico, Kusanagi. Solo he venido a ver esta tienda.
- Bien, me importa poco lo que hagas o dejes de hacer.
Me giro para ver mi maniquí dándole la espalda y mostrándole mi arrogancia, le muestro que no me importa.

- Pronto estarás frente a mí como frente al maniquí... agachado y pidiéndome que té mate.- dice con una voz muy arrogante.
- Mh, quizás – digo flojo, estoy tan cansado de luchar... que no me importaría que alguien me matase... a veces he pensado en hacerlo yo mismo... y tiemblo ante la idea de pensar que estoy tan cansado de la vida.
Perdido en mis pensamientos no he oído como Yagami se ha marchado y al girarme vuelvo a estar solo, solo, solo, como siempre, rodeado de amigos y enemigos pero siempre estoy solo.

Salgo de la parte de Kof, miro alrededor y no veo a Yagami, pero tampoco veo a Beni ni a Shingo.

Me acerco al mostrador para preguntarle a la dependienta si los ha visto.

- Oh, señor Kusanagi , si los señores Benimaru y Shingo, ya han salido, me han pedido que, si lo veía, le dijera que estarán en el primer bar que hay a mano derecha.
- Bien gracias- digo con una sonrisa de indiferente superioridad, viendo como la dependienta se derrite.
- Señor Kusanagi, espere! Tome... esto es para... usted- dice la dependienta torpemente, entregándome un pequeño paquete.
- Que es esto?- pregunto cogiéndolo y observándolo desconfiadamente.
- Oh, esto... verá... alguien lo compro para usted... y me pidió que se lo entregara.
- Quien?
- Um, verá, no lo sé...-
Cojo el paquete y lo abro, hay una venda para la cabeza, de color negro, con un sol bordado. Lo cojo y me voy.

Encuentro a Beni y Shingo en el bar que me había dicho la dependienta.

- Hey Kyo, donde estabas? No te hemos visto en la tienda. Te has ido a ligar con alguna chica?- me pregunta Benimaru riendo.
- No, pero me parece que alguna me ha regalado esto- digo sonriendo, y enseñando la venda a los chicos.
- Oh, es precioso Kusanagi-san- dice Shingo viéndome con ojos de cordero, seria capaz de tirarse en un pozo si yo se lo pidiera, yo me tiraría en el pozo sin que nadie me lo tuviera que decir.
- A ver póntelo- dice Benimaru y rápidamente es él quien me pone la venda en la cabeza. – Te queda muy bien, koibito (querido)- dice mirándome y sonriendo pícaramente.
- Ya sabes que mi koibito es Shingo- digo y miro pícaramente a Shingo quien se queda parado con la boca abierta y sumamente colorado. Beni y yo nos echamos a reír ante esta cara.
- Hey, mira- Beni me señala un cartel donde esta Iori con su grupo de música.
- Yagami...- digo fríamente.
- Aquí pone que va a dar un concierto esta noche, que os parece si vamos a verlo?- dice Beni con una sonrisa de oreja a oreja.
- Ir a ver a Yagami? Eso podría ser peligroso... y si mientras canta ve a Kusanagi-san y empieza a atacarle?- pregunta Shingo preocupado.
- Pse, no pasa nada, si él me ataca yo me defiendo y santas pascuas.
- Bien, entonces quedamos para verlo, el concierto empieza a las 11horas de la noche. Espero que aun queden entradas...- dice Beni pensativo.
- Bien, entonces hasta las once- me levanto y me voy.
Ando por la calle sin un rumbo fijo, pensando en la farsa que representa mi vida, luchar, luchar, luchar... estoy tan cansado de luchar... me gustaría acabar con todo aquí y ahora. De pronto una mano me coge y tira de mi para que no cruce la calle.
- Acaso no ves por donde andas, estúpido?- un coche cruza, si llego a pasar me hubiera atropellado. Giro para ver quien me ha salvado y no puedo creer lo que veo.
- Yagami!
- Si, se puede saber en que estabas pensando? Eres tan tonto que no ves que el semáforo esta en rojo?- dice fríamente y con superioridad. Giro para ver el semáforo.
- Pues no me había dado cuenta- digo con una indiferencia que me sorprende a mi mismo.
- Eres un tarado.
- Quizás...- digo y abajo la cabeza pensando – como debe ser la muerte?- digo flojo, no creo que Yagami me haya oído. Miro la calle pero mi mirada se pierde en el horizonte.
- Nada agradable, seguro.- dice él con una medio sonrisa, parece que... relajada? – Humm, estas temblando Kyo?- dice enseñándome mi mano, que aun esta sujeta con la suya. Y veo que en verdad estoy temblando, me doy cuenta que, aun queriendo morir, me da miedo saber que hay después.
- Ven, vamos a tomar algo- dice Yagami arrastrándome a un bar.
- Nos sentamos en una mesa en la terraza,... bueno, mejor dicho, me obliga.
- Que desean los señores?- dice el camarero, un chico joven y jovial.
- Para mi una cerveza y una tila para mi amigo- dice Yagami... un momento! Amigo! Que amigo? Yo? Yo SU amigo? Le miro extrañado pero él me ignora.
- Qué es lo que pretendes Yagami?- digo manteniéndome frío y distante.
- Cómo?
- No se porqué me has salvado de que me atropellaran, pero si esperas que te dé las gracias, ni lo sueñes. Estaría mejor muerto.
- Se puede saber que obsesión te ha cogido? Tanto te gustaría morir?
- Quizás, al menos así no tendría que luchar más contigo.
- Ya veo, solo eres un cobarde... no quieres vivir porque tienes miedo de luchar conmigo.
- No me das miedo Yagami.- digo firmemente, mirándole fijamente a los ojos. El camarero llega y deja las bebidas –lo único que pasa es que... bueno, no sé que sentido tiene vivir, mi vida no vale la pena... estoy cansado de todo, no solo de nuestras luchas.-
- Eres un estúpido, tu vida tiene el mismo sentido que tiene la mía- dice alzando un poco la voz y con un ligero enfado en la mirada.
- Luchar? Ya no le encuentro sentido a luchar- digo bajando la cabeza a la taza. La cojo y bebo un poco.
- No hablo de luchar, quizá he cogido un mal ejemplo... tu vida tiene el mismo sentido como la de este camarero, que la mía, que la de cualquiera que te encuentres, ricos y pobres, buenos y malos... tu vida la tienes para vivirla, tu escoges como hacerlo, pero acabarla de golpe... eso es despreciar lo que tienes- su mirada esta muy relajada y tiene una media sonrisa, lo que me extraña es que no es una sonrisa de superioridad ni rabia. No le queda mal.
- No puedo vivir mi vida si tu no me dejas en paz! No puedo hacer nada porque todo el mundo me conoce y espera ver al Kyo que no soy!- le grito y me levanto, él me coge por la muñeca, con fuerza.
- Esta bien- dice haciendo que me vuelva a sentar.
- El que?- digo molesto.
- No volveré a buscarte para que luchemos, y si nos encontramos solo lucharemos si tu quieres.- abro los ojos con una gran sorpresa.
- Mientes... siempre te ha gustado jugar con mi cabeza-
- Te lo juro- dice seriamente y bebiendo su cerveza, como si no le importara nada luchar con migo o no.
- Tu solo vives para pelear conmigo, que harás sin pelear?- digo irónicamente.
- Yo también tengo mi vida, sabes? Tengo un grupo y cada vez me pide más tiempo. Si dejo de luchar podré dedicarme plenamente a la música-
- Si, tu tienes tu grupo... que tengo yo?
- Que tal se te da la música?-
- Como?-
- Sabes tocar algún instrumento? Sabes cantar?-
- Sé tocar, un poco, la guitarra, y cantar...no lo sé, nunca me he planteado si sé o no sé cantar... ¿Por qué me lo preguntas?- digo desconfiado.
- Quería poner a alguien nuevo en el grupo, hemos hecho unos cuantos castings pero aun no hemos encontrado a nadie, si quieres puedes entrar tu, hablare con mis compañeros para que te acepten y ya esta-
- Qu...Que? Yo en tu grupo? Así por las buenas?
- No, primero tendré que ver si sabes cantar, venga, canta algo-
- Ni lo sueñes Yagami!-
- Que? No te gusta la música?
- Si, pero por qué tendría que entrar en tu grupo?! Porque me lo ofreces si me odias?!-
- Que yo sepa... no te odio- dice indiferente.
- No me odias!? Y las luchas!? Y los constantes "Kyo te voy a matar"!?-
- Eso lo hacia porque nuestros clanes, bueno, mi clan me obligaba-
Me quedo en silencio, no sé que responder y tampoco quiero responder, miro la calle, me sorprende que Iori me hable así, quizá es sincero, o quizá se burla de mí, ya no me importa, lo único que quiero es descansar, descansar de las luchas, de los problemas, de la vida...

- Así que? Quieres probar de entrar en mi grupo o no?
- No – me levanto y dejo el dinero para pagar –ya te invito yo- digo fríamente.
- Y la venda?- dice él de golpe.
- La venda? Que vend... tu me has regalado esto?- digo sacando la venda de uno de mis bolsillos.
- No te gusta?-
- No- digo enfadado y la dejo en la mesa. –adiós, hasta nunca-
- Kyo! No hagas nada, espera unos días antes de cometer una locura, medita lo que quieres hacer- dice y me parece que en su voz hay preocupación, pero no me detengo, si algo sé de Yagami es que es capaz de hacer y decir cualquier tontería solo para humillarme.
- Esta bien- digo y me voy.

***

Continúa...

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