Nota de MiauNeko: Gomen... No consigo cambiar las horribles viñetas por guiones. Odio a Word.

Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~

Fanfic por [Artemis] x [MiauNeko]

CAPITULO 18: Trobades en un Bar ~ Destins Decidits
                       {Encuentros en un Bar ~ Destinos Decididos}

Orochi llega al lugar donde le ha dicho su amo, un edificio de departamentos, no muy alto.

- Maldita sea, tendré que subir por las escaleras de emergencia, el Señor de la Muerte podría haberme dado también los poderes... – dice, pero se detiene al pronunciar esas palabras -¿...Por qué no me los ha dado? - se pregunta. Aun cuando no fueran todos sus poderes, el simple hecho de volar le ayudaría mucho. Maldición, es como si su Señor deseara hacerle difíciles las cosas - De todos modos él es más fuerte que yo - gruñe, con rabia contenida - ¿Qué estará pasando? – se dice mientras encuentra las escaleras y empieza a subir, si bien no tiene sus poderes es muy ágil y bastante más fuerte que un humano corriente. Sube rápidamente y llega al piso indicado, es justo la ventana de la habitación que le ha dicho El Asesino. Mira dentro despacio y puede ver a 'su encargo' tumbado en el suelo y al pelirrojo en la cama, durmiendo. Abre la ventana sin hacer ruido y entra en la habitación, está a punto de coger a Kyo del suelo pero su instinto es más fuerte, se dirige hacia Iori – Vas a pagarme por repudiarme – coloca su mano en el cuello de Yagami y cuando está a punto de apretar...

- Se puede saber qué haces? – una voz, la voz de su amo.

- Él y Kusanagi me encerraron, no entiendo porqué no he de poder matarlo, al menos a él – dice entre dientes, furioso y apartando su mano.

- Coge a Kyo y deja al pelirrojo en paz! – la voz de El Asesino suena furiosa e implacable pero a la vez a Orochi le parece algo cansada, pero aun así no va a arriesgar su vida... tendrá otras oportunidades.

- Kyo... – la voz de Iori lo sorprende, el pelirrojo está despertando lentamente, Orochi no puede evitar apretar los puños de pura rabia, se gira y coge a Kyo cargando el cuerpo en su hombro y saliendo de nuevo por la ventana tan rápido como puede.

- Y ahora... se puede saber como llevo a este sin que nadie nos mire? – murmura Orochi para si, no puede estar yendo de callejón en callejón, alguna vez tendrá que pasar por una calle... baja el cuerpo de Kyo de su hombro y se coloca una de sus manos en sus hombros, mientras él lo sostiene de la cintura –. Bueno creo que así lo tomaran por una borrachera matutina – sonríe y empieza a arrastrar el cuerpo saliendo del callejón. Camina unos cien metros, en verdad la gente cree que Kyo esta o borracho o herido por una pelea porque no hacen mucho caso, todos pasan por el lado de los dos jóvenes sin prestar atención, pero Orochi empieza a hartarse, no es una mula de carga! Está a punto de dejar caer el cuerpo de Kyo cuando ve a dos jóvenes rubios dentro de un bar... Uno es un desconocido, un hermoso extranjero de ojos verdes. El otro le resulta familiar. Es el luchador que tantos problemas le dio durante la batalla en que Yagami, Kusanagi y Kagura se unieron para vencerlo –. Vaya... pero si es el compañero de Kyo – murmura para sí mientras sonríe malignamente. Tiene una idea que no va con los planes de su Señor pero al fin y al cabo Kyo llegará a su mansión tanto si lo lleva él como si lo lleva Benimaru – Bien Kyo... esto te va a doler... y a mi me va a gustar – dice mientras ríe apagadamente, coge el cuerpo de Kyo con una mano puesta en el cuello de la camisa del joven y lo lanza con todas sus fuerzas contra la ventana de cristal del bar.

Benimaru y Alex estaban hablando tranquilamente cuando de pronto el joven ninja se vuelve hacia la ventana. Fue una décima de segundo lo que le toma sentir una presencia extraña y luego ver una sombra ir contra el grueso cristal. Es imposibl que haga nada, pero mientras los miles de fragmentos de vidrio continúan en el aire, reconoce que es un cuerpo. Un joven, cabello castaño, los labios entreabiertos, los ojos fuertemente cerrados como reacción al dolor producido por la violencia del golpe.

"¿¡Kyo!?", exclama en su mente. Demasiado sorprendido como para reaccionar, sin embargo, su institno lo obliga a moverse, salta hacia la ventana, en medio de los vidrios, y extiende sus manos para amortiguar con su cuerpo la velocidad con que el joven va a caer contra la mesa.

El impacto es profundamente doloroso, pero Alex consigue mantenerse de pie. Como si el tiempo volviera a avanzar, los fragmentos de vidrio caen a su alrededor, una hermosa lluvia de plata. Alex siente que sus piernas ceden, y cae también, sin dejar de sostener al joven.

• Kyo!! – exclama Alex sorprendido. Lo había reconocido, pero ahora puede ver su rostro, puede ver el dolor que siente. Oye su agudo gemido, y lo abraza contra sí, sin comprender qué ha sucedido.

Benimaru reacciona y salta por encima del cristal roto para ver quien ha tirado a Kyo pero no ve a nadie, Orochi ya ha desaparecido riendo.

• No hay nadie, quienquiera que sea, se ha ido – dice Benimaru volviendo a entrar en el bar.
• Kyo... – el ninja está arrodillado, mirando el cuerpo de Kyo La mesa se ha volcado, y están en medio de vidrios quebrados. Alex no comprede qué hace Kyo allí, ¿acaso no debería estar con su padre?
• Alex, ¿como se encuentra? – le pregunta el rubio al ver que Alex está tan ensimismado. Benimaru sabe que un golpe como ese no será mortal para Kyo, pero se siente intranquilo al ver que continúa incosciente. ¿O quizás estaba incosnciente cuando lo lanzaron?
• Yo... – el ninja sigue sin reaccionar. Aparta los mechones castaños del rosto de Kyo, sus manos están temblorosas. El joven está inconsciente, sí. Sus ojos cerrados, sus mejillas cortadas por el cristal roto -. Kyo... - llama, como si sirviera de algo. ¿Quién ha hecho esto? ¿Quién pudo hacerle esto a Kyo? Alex no comprende cómo alguien se atrevió a hacerle eso a un joven que no puede defenderse, ¡a alguien que no puede ver! - Kyo... - vuelve a llamar. Sus ojos siguen fijos en el cuerpo del joven Kusanagi, tiene tantos cortes por el vidrio... No nota nada extraño, los cortes se confunden con las marcas que le ha hecho antes Iori.

Benimaru al ver que Alex no reacciona, se acerca al cuerpo de Kyo, la poca gente del bar a quedado en silencio des pues de gritar al ver el cuerpo entrando por el cristal. Nikaido coge al joven Kusanagi de brazos de Alex y lo lleva despacio hacia uno de los sillones del bar, estos son de color rojo apagado y están hechos para que puedan sentarse dos personas de lado cómodamente. Luego de tumbar a Kyo aparta la mesa de en medio y mira las heridas del joven, rápidamente, buscando alguna de gravedad.

• No parecen cortes profundos – dice suavemente inspeccionando los rasguños de la cara de Kyo, son pequeños y no son graves. Alex se coloca a su lado, cogiendo un pañuelo de su bolsillo y lo pasa suavemente por los cortes, quitando un poco de la sangre que brota de ellos – Alex... – Benimaru no puede evitar quedarse mirando al ninja, este parece que se mueve maquinalmente, con su mirada perdida en el rostro de Kyo.
• ... Ya... Yagami... – esta débil palabra sale de los labios de Kyo quien empieza a reaccionar despacio y Alex finalmente reacciona.
• Kyo! Que te ha pasado? No estabas con Kusanagi-sama? – dice al ver que empieza a abrir los ojos, no tiene importancia si están abiertos o cerrados pero al menos sabe que está despierto y, a pesar de todo, siente un alivio al ver el cálido castaño de sus ojos. No se da cuenta que está abrumando al confundido joven con demasiadas preguntas.
• Mi... padre...? do... donde... donde estoy? – dice Kyo en un estado de semi-consciencia. Tiene los ojos entrecerrados, y extiende sus manos a los lados, sintiendo la texura de la superficie del sillón, intentando reconocerlo. No sabe con quien habla y está completamente perdido.

A Alex no le gusta ver a Kyo tan indefenso. Nota como sus ojos se mueven despacio, como si lo observara, recorriendo el bar en la más completa oscuridad. Es un gesto inútil, lo sabe, y eso le duele aun más.

   - ¿Quién eres? - pregunta Kyo en un murmurllo, como si se avergonzara de preguntarlo. Su cuerpo está en tensión, mientras lentamente se ubica. Sabe que hay alguien con él, cerca, y el bar está lleno de gente. Oye los murmurllos, los comentarios. Siente el viento que entra a través de la ventana destrozada -. ¿Dónde estoy? - insiste, al no recibir respuesta.

• Alguien te ha tirado por la ventana de un bar... Alex y yo estabamos dentro – dice Benimaru con voz lenta, rozando suavemente el brazo de Kyo,   intentando no poner nervioso a su amigo y compañero de luchas – ¿Sabes si ha sido Yagami?

Kyo se vuelve bruscamente hacia quien ha hablado. La voz... sabe que es alguien cercano, pero en ese momento no puede saberlo. No imagina en dónde está, ni quienes podrían estar allí.

- Somos nosotros, Kyo - dice Alex, inclinándose sobre él, limpiando la sangre con su pañuelo -. Benimaru, y yo, Alex.

• Alex!? – exclama Kyo al notar, al fin, quien esta pasándole el pañuelo por las heridas. Se levanta de golpe, ajeno al dolor que siente su cuerpo, y el profundo mareo que lo envuelve, y agarra las muñecas del joven ninja con fuerza y violencia.
• Kyo! Que... que pasa? – balbucea Alex sin comprender porque Kyo lo agarra tan fuerte, haciéndole daño. Ha sido un movimiento sorpresivo, algo que el ninja no pudo preveer y evitar. El joven Kusanagi fue rápido y certero, a pesar de no poder ver, no titubeó ni un segundo en sujetar las muñecas del ninja rubio.
• Que fue lo que le dijiste a Yagami!!? – le grita Kyo a Alex, sin soltarlo. No piensa nada más, sólo quiere recriminarle lo que ha hecho, lo sacude con fuerza, pero el ninja no parece reaccionar. Sólo observa esos ojos llenos de furia fijos en él. Kyo nunca había parecido tan molesto, y Alex no puede soportar esa expresión dirigida a él.Benimaru reacciona y pone sus manos en las muñecas de Kyo para que suelte al joven ninja.
• Kyo, se puede saber que dices, suelta a Alex... – el rubio calla al notar sangre en sus dedos, las vendas de Kyo están rojas – Que significa esto!? – le dice apartando, al fin, las manos de Kyo de las muñecas de Alex y ahora es él quien sujeta fuertemente las muñecas del joven intentando no tocar los vendajes. Kyo sabe a que se refiere Benimaru, aunque no lo vea... sabe que sus muñecas están sangrando.
• Yo... – baja su rostro, no les puede decir lo que le ha pasado, no, tiene que buscar otra cosa... recuerda que oyó a Azumi en su cabeza pero no recuerda nada más, casi no sabe donde esta, Benimaru le ha dicho que en un bar y puede oír algunos murmullos de fondo, pero no sabe ni en que parte de la ciudad se encuentra, quizá ha sido Yagami quien lo ha llevado aquí, no lo sabe... pero al pensar en el pelirrojo... en lo que le ha hecho... no puede evitar un ligero temblor - ... me he enfrentado a Yagami... – dice al fin.
• Pero como...? - pregunta Alex. ¿Yagami ha sido capaz de atacar a Kyo, sabiendo que no puede ver ni defenderse? - Y Kusanagi-sama? – dice luego tocándose las muñecas, realmente le duelen y tampoco entiende lo que dice Kyo, pues cree que Kusanagi-sama estaba con él.
• Que diablos pasa con mi padre!? – pregunta Kyo molestándose de nuevo ya que no entiende porque meten a su padre en todo esto.
• Kyo... no te fuiste con tu padre ayer noche? – pregunta Benimaru quien parece empezar a comprender la situación.
• Claro que no! Porque tendría estar con mi padre!? Ayer noche estaba en el balcón y fue cuando apareció Yagami – dice más que molesto el joven Kusanagi.
• Yagami? Pero Kusanagi-sama dejó una nota, decía que estabas con él... – dice Alex en tono bajo.
• Yo no he estado con mi padre desde que llegamos a la mansión, ayer noche mientras el médico me miraba fue la ultima vez que lo vi... - una ligera pausa - quiero decir, la última vez que estuvo conmigo – dice Kyo, no le gusta recordar que no puede ver, pero no puede evitar usar ciertas expresiones... como si aun viera, al pensar en ello... en su vista perdida, baja su cabeza, sin notarlo lleva una mano a su mejilla, rozando sus propios párpados.
• Pero la letra era de Kusanagi-sama... porque tendría que haber mentido? – pregunta el ninja sin comprender ni aceptar que Saisyu haya sido capaz de abandonar a Kyo en manos de Yagami.
• Por que te odia, porque ahora que estás ciego te desprecia – dice una voz en la cabeza de Kyo, es Azumi, pero el joven Kusanagi puede notar que a parte de ser su voz cruel también suena algo cansada.
• Porque me odia, porque ahora que estoy ciego me desprecia – repite Kyo, no sabe porque, pero le parece que Azumi dice la verdad... que su padre realmente ahora ya no lo aprecia...
• Kyo! No digas eso! – le recrimina Alex sin creerse las palabras de su amigo.
• Que vayan a una casa de esta misma calle... la... numero 205... el cuarto piso... puerta dos... allí verán que... dices la verdad – dice la voz entrecortadamente, como si le costase mantenerse. La verdad es que Kyo no sabe porque le hace caso a Azumi pero aun así...
• Id por esta calle hasta el numero 205, subid al cuarto piso y llamad a la puerta dos, entonces veréis que no miento – dice Kyo con voz convencida.
• Pero que...? – intenta preguntar Benimaru, pero Kyo no le deja, el joven pierde la consciencia súbitamente, sabe que si ha aguantado tanto rato consciente es gracias a Azumi, pero la verdad es que no puede entender el comportamiento de este extraño ser – Kyo! – el rubio lo aguanta antes de que el joven caiga al suelo – Maldita sea... Oi Alex, yo llevaré a Kyo a su casa en mi coche, tu ve a mirar el piso que ha dicho Kyo, a ver que encuentras allí – le dice al ninja, espera que Alex haga algún reproche, como que quiera estar con Kyo pero no es así, el ninja asiente con la cabeza y salta por el cristal roto, corriendo rápidamente hacia el numero que ha dicho Kyo. Benimaru carga al joven inconsciente.
• Pe... perdone... quiere que llamemos a una ambulancia – dice un camarero atreviéndose a acercarse al extraño joven rubio.
• No, muchas gracias, siento todos los desperfectos – dice sonriendo pacíficamente y, sujetando a Kyo con una mano, le da al camarero algo de dinero – Creo que esto será suficiente para pagar los desperfectos y las bebidas – dice y empieza a salir, el camarero queda sorprendido puesto es mucho dinero el que le ha dado.
• Gra... gracias – dice levantando su vista e inclinándose, pero Benimaru ya no lo oye, está dejando a Kyo en el asiento delantero de su coche, le pone el cinturón de seguridad y de un salto se coloca detrás del volante, mira un momento a Kyo y luego arranca el coche desapareciendo por la larga calle en dirección a la mansión.

Mientras tanto Alex sigue corriendo ágilmente por entre la gente mientras mira los números... 112, aun le falta un rato para llegar.

En otro piso... no muy legos del bar, Yagami se empieza a despertar pesadamente. Su cabeza le duele como si hubiera cogido la peor de las borracheras y ahora tuviera la consecuente resaca. Se incorpora un poco en la cama y se siente muy mareado, pone sus manos en su cabeza para intentar calmar el mareo... es como si toda la habitación diera vueltas y la cabeza le duele.

• Que ha pasado? – dice pesadamente apartando la sabana que cubre su cuerpo, ve que está desnudo y empieza a recordarlo todo – Kyo! – dice levantándose bruscamente, cosa que hace que el mareo aumente y caiga de rodillas en el suelo haciéndose daño en ellas – Maldita sea... Kyo!! – grita intentando saber donde está el joven Kusanagi... pero no hay respuesta... no hay rastros de él, solo queda la sangre en la cama y el olor de Kyo en su piel. Yagami intenta recordar lo que ha pasado... había terminado, Kyo había quedado inconsciente... que más? Pone sus manos de nuevo en su cabeza... recuerda haber besado a Kyo... y luego... luego... nada... no consigue recordar... de pronto se da cuenta de un ligero dolor en su cuello... como si alguien le hubiera querido ahogar... sí, alguien le había apretado el cuello... pero quien? Está seguro de que no era Kyo y a la vez sabe que no puede haber sido nadie más... sus pensamientos están demasiado confusos. Se sienta en el frío suelo de su habitación – Kyo... – dice en un susurro - ... perdóname – una lágrima solitaria baja por su mejilla. Se abraza las piernas y se queda quieto intentando saber porque se siente tan vacío... tan preocupado por Kyo... pero sabe la respuesta... lo único que pasa es que no quiere admitirlo, pero lo sabe... sabe que es esa presión en su pecho... sabe que es esa angustia que siente por lo que ha hecho... lo sabe muy bien...

Ah, no!

• Azumi esta vez no tengo ganas de que juegues conmigo! Me oyes! – maldición, donde está? Esto es un campo, no se ve nada en kilómetros de distancia, solo hay yerba, si Azumi quiere jugar yo no voy a permitírselo, esta vez no, ahora no! – Azumi! Se que estás aquí! Sal! – grito a todo pulmón, un ligero viento sopla a mí alrededor jugando con mi pelo... realmente es hermoso, el cielo está completamente azul y el campo es de un verde intenso, me pregunto... sino fuera por Azumi tendría estos sueños tan claros? Da igual aun que en estos sueños pueda ver no voy a aceptar que él se divierta a mi costa. Un momento que es eso? Parecen nubes, negras, parece que se acerca una tormenta, voy hacia donde están las nubes, quizá allí encuentre a Azumi...
• El viento corre, una silenciosa tormenta me llama
  Es una señal, la señal de una batalla decisiva

Es la voz de Azumi... cantando? No sé que pretende pero voy hacia donde oigo la canción... una batalla decisiva? A que debe referirse? Nunca he oído esta canción...

• Sí, el día ha llegado
  Cuando el sueño que es más importante que mi vida puede ser realizado

Llego donde se encuentra... está sentado en una roca...

- Azumi! Se puede saber que pretendes?- le grito, y el se gira hacia mi pero sin dejar de cantar, su voz suena dulce y melodiosa.

• Con tu corazón sólo Peleas para no soñar
  No permitiré que nadie se interponga en mi camino

Se puede saber que pretende? Acaso con está canción se está burlando de mí? Me acerco más a él hasta que nos quedamos viendo a los ojos, pero no por eso él deja de cantar.
- Cosas como el destino las decidimos nosotros mismos.
Como el viendo sólo disparamos para soñar
Cortando el dolor del pasado
Ahora escogemos el futuro nosotros mismos
Tienes una oportunidad!

Me mira como si me lo estuviera diciendo, no cantando, como si yo pudiera escoger mi destino... je! Que destino me queda? Que futuro tengo!? Estoy ciego... mi futuro no es más que oscuridad! Y él... Azumi me lo hace más difícil con las pesadillas

• El doloroso sueño te estimula
  La forma en que el fuego en un corazón helado se aviva

Maldita sea! Ya debe estar jugando conmigo otra vez y no hago más que caer en su trampa! Seguro que sabe lo que pienso, está canción...

Intento golpearlo pero su mano coge la mía sin dejar de cantar y ni tan solo me mira, su cabeza esta girada ahora y no veo su rostro, aparta mi mano con fuerza.

• Sí, ardientes emociones resuenan en tu alma como una incesante tempestad
  Como en un campo ahora Peleas para no soñar
  Entierras cosas como la desesperación
  Corres atentamente por el camino de la bestia
  Convirtiéndonos en el viento ahora disparamos para soñar
• Maldita sea, cállate de una vez!! – le grito molesto hecho mi mano hacia atrás y siento como las llamas aparecen, estoy a punto de golpearle cuando él voltea su rostro hacia mí.
• Tu deseo es libertad
  No puedes engañar a tu corazón. Es verdad!

No lo puedo creer... ya ha dejado de cantar, pero su rostro... no tiene su acostumbrada sonrisa en los labios, esta serio y... sus ojos... se ven de un azul intenso... brillante... húmedos por... lágrimas!

Me quedo parado y mis llamas se apagan solas, no entiendo, no comprendo que está pasando... acaso está jugando conmigo?

• Azumi? – digo sin creer lo que estoy viendo, no se como ni porque pero levanto una mano y la paso por las húmedas pestañas de Azumi, lo único que hace él es cerrar los ojos.
• Estoy muy cansado Kyo... – me dice en un susurro.
• Que quieres decir? No estarás jugando conmigo de nuevo, verdad? – le digo desconfiado, él se levanta de la roca en donde estaba sentado y se acerca a mí, quedamos a menos de un palmo de distancia, él suspira moviendo sus hombros y cerrando sus azules ojos, luego los vuelve a abrir y su acostumbrada sonrisa vuelve a aparecer, no sé porque pero prefiero verlo sonreír a verlo llorar... no sé... es como si me diera más confianza.
• Quizá si que estoy jugando contigo... quien sabe... – dice levantando sus hombros y luego me mira fijamente pero su sonrisa no desaparece - ... o quizás estoy diciendo la verdad... quizá esté realmente agotado... sin fuerzas... pero dime que mas da como esté yo? – me dice, su sonrisa se dulcifica.
• A mí me importa como te encuentres – maldita sea! De donde ha salido esto!? Yo he dicho que me importa? Pero que diablos me pasa? La verdad es que me siento como si conociera a Azumi desde hace mucho pero no creo que yo haya dicho que me... que me importa! Una mano de Azumi me acaricia le mejilla suavemente mientras sigue sonriendo y yo me sorprendo, no sé porque pero no me aparto.
• De verdad? – me pregunta dulcemente mientras sigue con su mano en mi mejilla, su voz, su carácter, su sonrisa... son tan diferentes a las de Iori pero no sabría decir cual de los dos es él más cruel... Iori... porque pienso en él ahora, será porque el rojo cabello de Azumi me lo hace recordar? – Mi pequeño Kyo... – me dice sacándome de mis pensamientos – Jamas, jamas confíes en alguien como yo... tener poder te hace despiadado, te vuelves un ser sin sentimientos como yo – me dice aun sonriendo y mirándome fijamente.
• No creo que por tener poder te vuelvas un ser sin sentimientos – le digo fríamente, ahora su mano esta en mi hombro, apoyándose ligeramente.
• Oh, sí, sí te vuelves un ser cruel, pronto te lo enseñare pequeño – me dice, porque diablos me llama pequeño? Como si fuera algún pariente... no le entiendo. Voy a reprochar cuando veo que Azumi cierra los ojos fuertemente y su mano aprieta mi hombro, su otra mano la pone en su corazón... si es que tiene, siento que empieza a caer y yo me agacho con él, su respiración se vuelve agitada.
• Que té pasa? – le pregunto algo preocupado, nunca lo he visto así y no sé si todo es una farsa o no.
• Tranquilo, pequeño, no es nada – me dice mirándome a los ojos, uno de los suyos esta cerrado intentando contener el dolor, su mano no se aparta de mi hombro.
• Deja de llamarme pequeño y decirme si esto es uno de tus trucos o no! – le grito, en verdad me estoy empezando a poner nervioso.
• Si fuera uno de mis trucos no te lo diría y... si en verdad no lo fuera... tampoco... además ya te he dicho que nunca debes preocuparte por alguien como yo – abre los dos ojos esta vez y me mira fijamente – Pero piensa que Iori no es como yo – me dice guiñándome un ojo y yo me molesto, porque me habla de Yagami ahora? No quiero recordar lo que me ha hecho! Porque me dice esto? Acaso puedo confiar más en Yagami que en Azumi? Una ligera risa por parte de Azumi hace que vuelva en mi – Mi pequeño Kyo... – dice mientras pasa una mano por mi cabello apartándolo de mis ojos – No te enfades con Yagami, no sabía lo que hacia... estaba molesto consigo mismo, no quería hacerte daño – me dice flojo mientras sigue acariciándome el cabello, yo le aparto la mano furioso.
• Que no quería hacerme daño!? – le grito – que estaba molesto consigo mismo!? Si lo estaba porque me... me... – muerdo mis labios, no quiero recordar nada de lo que ha pasado hoy.
• Tu solo intenta comprenderle y luego perdónale – me dice poniendo una mano en mi barbilla para hacer que lo mire a los ojos.
• Porque quieres que lo perdone? – le digo fríamente, enfadado y sin entender.
• Porque soy más viejo que tú y sé lo que te conviene – me dice y no lo puedo evitar, no quiero hacerlo pero me pongo a reír.
• Pareces mi padre – digo riendo, no se porque pero un comentario así de alguien como él... no puedo evitar reír. Él me mira cariñosamente, con su sonrisa de siempre.
• Ah sí?- me dice entrecerrando sus ojos, así su sonrisa aun se dulcifica más – Bueno, quizás... pero créeme... – deja de sonreír para ponerse serio y yo dejo de reír – Yagami no tiene la culpa de nada de lo que te está pasando – me acaba diciendo.
• Ah no? Entonces quien? – le digo en tono burlón, de quien va a ser la culpa sino de Yagami... él me dejo ciego... él... él me ha... violado... Azumi se acerca a mí y me abraza pasando sus manos por mi cintura y colocando u cabeza a un lado de la mía, puedo oír su respiración en mi oído, yo, no sé porque también le abrazo.
• Mía, la culpa es mía – me dice en un suspiro y yo me sorprendo, se aparta de mí y su sonrisa vuelve a ser cruel.
• Se puede saber que quieres decir!? – le pregunto sin entender nada. Él se levanta y yo también.
• Óyeme bien pequeño estúpido, si estas ciego es porque yo he querido y si Yagami te ha violado ha sido también porque así lo he querido yo – me dice con una mirada cruel que helaría la sangre para luego volver a reír – nunca y óyeme bien, nunca pienses que lo que te pasa es por el destino, no pequeño, no, todo lo que te pasa es porque yo quiero que te pase, tenlo bien claro – acaba diciendo y me da la espalda para irse, yo aun estoy sorprendido, no entiendo el porque de su cambio de actitud ni entiendo como puede él decidir lo que me puede o no pasar.
• Mientes! – le grito al fin sin creerme ni una palabra, el se voltea para mirarme, su sonrisa vuelve a ser dulce.
• Ah sí? Te voy a demostrar que no lo hago... cuando despiertes veras como soy yo quien controla tu destino – me dice con un tono de voz frío y sarcástico, voy a protestar pero no puedo, todo se vuelve oscuro.
• Azumi!! – grita Kyo despertándose de golpe – Ah!! – grita al quedar encegado por la fuerte luz del sol.
• Kyo! Que te pasa!? – le dice Benimaru preocupado al ver que Kyo se tapa los ojos como si le dolieran.
• Maldito Azumi! – grita Kyo apartando sus manos de su rostro y mirando todo a su alrededor, puede ver... maldita sea puede ver! Está en el coche de Benimaru desplazándose a toda velocidad por una calle y Benimaru a su lado mirándolo fijamente, gira la cabeza – Cuidado con ese niño! – grita al ver que están a punto de atropellar a un niño que esta cruzando la calle y que Benimaru no ha visto porque esta mirando a Kyo.
• Maldición!! – grita el rubio y aprieta fuertemente el pedal del freno y el embrague para frenar a menos de un palmo del niño, pero no es eso lo que le preocupa, Kyo ha visto al niño, el cual se ha ido sin decir nada, se gira para volver a mirarlo – Kyo... tu... puedes...
• Yo... agh! – grita de nuevo, pero está vez por un fuerte dolor en sus ojos.
• Se acabo! – es la voz de Azumi un grito suyo y Kyo vuelve a perderse en la oscuridad, todo vuelve a estar negro.
• Maldición! – grita Kyo ya harto de este juego y poniéndose las manos en los ojos.
• Kyo estas bien que ocurre? Me estas preocupando... – le dice Benimaru poniendo su brazo alrededor de los hombros de Kyo.
• No es nada... – dice Kyo apartando las manos de su rostro.
• Pero tus has visto al niño? – le dice el rubio intentando saber que ha pasado.
• No – miente el joven Kusanagi, no piensa decir nada con respecto a Azumi, a parte de que lo tomarían por loco no tiene ningunas ganas de hablar de él.
• Pero... – intenta decir Benimaru
• Cállate! – le grita Kyo y le aparta el brazo de sus hombros.
• Kyo! – dice Benimaru sorprendido ante la actitud de su amigo.
• Que té pasa!? Estás sordo!? He dicho que te calles o sea que no hables para que lo entiendas o tampoco entiendes esto!? Cállate, cierra el pico, no hables, no quiero oírte, tu voz me pone nervioso! Ahora me entiendes o tengo que dártelo por escrito!? – Kyo realmente lo dice todo gritando, esta furioso, muy furioso, odia todo lo que le esta pasando y si todo es por culpa de Azumi... entonces lo odia. Benimaru esta completamente parado... no sabe el porque de la reacción de Kyo, si, estaba alterado en el bar, pero tampoco tanto, pero decide callar y seguir el camino hacia la mansión, Kyo solamente cruza sus brazos delante de su pecho y se apoya en el respaldo de su asiento con sus ojos fijos en la nada, furiosos.

Continúa...

[ Capítulo 19: Lluita, Debilitat ~ Un Dèbil Somriure ]

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Febrero, 2002