Llegendes de Foc
~ Jocs Perillosos ~

Fanfic por [Artemis] x [MiauNeko]

Capítulo 9: Riures i Plors
                  {Risas y Lágrimas}

"Que haré? Ahora... ahora todo está oscuro... ahora no hay más que oscuridad a mí alrededor, fría oscuridad... Maldito... Yagami... te... Oscuridad... Él... él me ha dejado en la oscuridad... me gustaría que estuviera aquí para... para... Él me ha dejado así... entonces... porque no... Es su culpa... es su culpa... no... no es su culpa... es mía, soy un idiota"

"Es un idiota, todo es por su culpa... esta ciego... no ve nada... es su culpa... esta asustado... es su culpa, ¡su maldita culpa! ¿Qué me importa a mí? Ya no volveré a verlo más... entonces... porqué quiero... ¿porqué necesito verlo?... ¿porqué...? Está ciego... es mi culpa... no ve nada... está asustado... maldita sea! Soy un imbécil!"

Estos dos pensamientos invaden las mentes de Kyo e Iori respectivamente mientras se dirigen a sus casas. Kyo, en coche, al lado de Alex y su padre, va hacia su gran mansión, su fría y gran mansión.
Iori, a pie, solo, va hacia su piso {departamento}, a una hora de camino del hospital, ¿qué importa andar? El aire es frío y juega con su cabello dulcemente, su cara se siente fría, su alma también.
- Kyo... - el nombre queda perdido en el aire. Mientras el pelirrojo anda con las manos en los bolsillos, cabeza baja y pasos lentos.

* * *

- Iori...
- ¿Qué has dicho Kyo? - pregunta Alex sentado al lado del joven Kusanagi, mientras el coche sigue avanzando.
- Oh, nada, Mr. Gaunier -dice Kyo sonriendo hacia Alex.
- Kyo... sabes que no me gusta que me llames así - murmura Alex. En verdad Kyo siempre usa este mote {sobrenombre} para molestarlo, cosa que consigue, pero ahora Alex intenta mantenerse en calma, no puede creer que Kyo tenga ganas de bromear en una situación como esta.
- Oh, excuse moi, mon ami - dice Kyo, mal puesto que sabe que es una de las cosas que más molesta a Alex, que hable francés y que lo hable mal.
- Kyo, por favor, para - dice Alex, no entiende a Kyo, no puede entender porqué dice estas tonterías estando como está.
- Oh, perdona, se me dona millor el cátala - dice Kyo, mal y con un acento horrible. Sabe que Alex esta a punto de estallar.
- Kyo, ¡ya basta! Se dice: se'm dona millor el catalá y no las aberraciones que tú pones, y no, no se te da bien, nada bien, ¡lo hablas pésimo! - dice Alex estallando. Ante esto Kyo no puede evitar echarse a reír, le encanta molestar al joven de ojos verdes... Aun que ahora no los vea... Al pensar esto deja de reír y solo sonríe.
- Perdona, es que me gusta molestarte, no te enfades - dice Kyo con una dulce sonrisa. Saisyu por su parte ha decidido no decir nada, no sabe qué decirle a su hijo y prefiere dejar que haga la suya. Kyo puede notar que Saisyu y Alex están preocupados por él y no quiere, no va aceptar que se compadezcan de su suerte, le parece que no lo va a soportar, se siente como un inútil y no va a permitir que la gente lo haga sentirse como tal.

En una media hora llegan a la mansión, fuera, esperándolos, están Shizu, Yuki y Benimaru; las dos mujeres están intentando contener las lágrimas que no han dejado de derramar desde que han sabido la noticia. Saisyu, al llamar, ha pedido, por favor, que no lloraran enfrente de Kyo y ellas van a intentar cumplir. Benimaru por su parte también ha quedado muy sorprendido, Yuki le ha llamado en cuanto ella lo ha sabido, en un principio creía que era una broma pero al oír los llantos de la joven por teléfono ha cogido su coche y ha corrido a la mansión. Es curioso, se dice Benimaru, justo el día anterior había visto a Kyo, sonriendo, feliz, y también medio dormido y ahora... ahora esta ciego. Benimaru aprieta los dientes, no sabe bien qué hacer en cuanto Kyo baje del coche que ya esta detenido. Saisyu baja primero y se dirige hacia ellos con una expresión que Shizu puede entender como un: no montéis ningún escándalo.
Alex baja también, abre bien la puerta para que Kyo pueda salir. Este lo hace despacio, pone una mano en la parte del capó para no darse un golpe; si bien la pelea no ha resultado muy dura, algunos golpes le duelen y no puede moverse como le gustaría.
Acaba de bajar, Alex cierra la puerta y el coche empieza a irse. El rubio se dirige hacia Kyo y pone una mano en su codo para que este le siga, pero el joven Kusanagi no se mueve, está quieto, concentrándose, olores familiares le envuelven, el suave perfume de su madre, el perfume de rosas que él le regalo a Yuki y... el horrible olor a laca que es siempre presente en Benimaru, sonríe al pensar en esto, que tonterías, se dice, si él nunca se había dado cuenta en cuan desagradable era el olor a laca que desprende Benimaru.
Todos están quietos, esperando a que Kyo se mueva. Saisyu ya les ha dicho que sus ojos están normales, aunque aun tiene un color morado en sus párpados, pero no lo pueden ver porque el cabello de Kyo esta justo delante de sus ojos. Un soplo de aire y el cabello sigue el movimiento, los ojos quedan al descubierto, abiertos, oscuros, brillantes... todos se quedan sorprendidos, aunque Saisyu se lo haya dicho, les parece imposible que Kyo esté ciego. Este empieza a andar con Alex aun sujetándole el codo para, más o menos, guiarle.
- Cuidado, ahora vienen tres escalones - dice el ninja algo flojo pero lo suficientemente fuerte como para que Kyo lo oiga y empiece a subirlos. Ahora se encuentran a tres pasos de Saisyu y las tres sorprendidas personas, están justo delante de la puerta.
- Si no os movéis no podré entrar - dice Kyo sonriéndoles - y... Beni - Benimaru al oír su nombre aun se sorprende más, ¿cómo ha sabido Kyo que esta aquí? - ... hazme un favor y no te vuelvas a poner esta laca, huele a rayos - dice sonriendo y empieza a andar, todos se apartan para dejarle pasar, lo hacen mecánicamente puesto aun no dan crédito a lo que ven y oyen.
- Kyo... - logra articular Benimaru - ... Oye... en verdad... estas... quiero decir... no parece que estés... - pero no logra que las palabras salgan de un modo coherente para no ofender a Kyo.
- Sí Beni, estoy ciego - dice Kyo y acaba de entrar en la sala.
- ¡Kyo! - dice ahora Yuki y va corriendo hacia su novio quien se gira para recibirla, ésta se abraza con fuerza contra él y Kyo le devuelve el abrazo, Yuki empieza a llorar - Lo... lo siento... había prometido no llorar... perdona... - dice la joven ocultando su rostro en el pecho de Kyo, este le acaricia tiernamente el cabello. Shizu no puede evitar llorar también y Saisyu le pone una mano en el hombro rodeándola protectoramente.
Alex por su parte se queda viendo como Kyo abraza a su novia "¿Cómo puede ser tan cruel...? Es Kyo quien necesita consuelo no ella" piensa mientras sigue mirando a la chica que no deja de llorar.
- Perdona, me parece que no nos han presentado - dice una voz suavemente a la espalda de Alex, este se gira y ve a Nikaido sonriéndole amablemente - Soy Nikaido Benimaru - dice el rubio tendiéndole una mano y hablando algo despacio, puesto que se ha dado cuenta que el joven no es japonés y no sabe si lo entiende.
- Mi nombre es Alex Gaunier, Benimaru-san, y no se preocupe entiendo bien el japonés - dice el joven aceptando la mano del rubio e intentando sonreír, aunque no le sale del todo bien.
- Me alegro de que me entiendas, ¿puedo llamarte Alex? - dice Benimaru con una sonrisa, mientras se fija bien en el joven, su cabello le parece muy sedoso y debido al color, tanto puede parecer que tenga brillos dorados como parecer totalmente oscuro. Le parece un chico muy atractivo, aunque sabe que no es el mejor momento de pensar en ello, pero le sorprende que Kyo nunca se lo haya presentado ya que parece que son buenos amigos.
- Como quiera Benimaru-san - dice Alex indiferente y se gira para continuar observando a la pareja.
- Hey, Yuki... ya está... ¿Me oyes?... Estoy bien... ¿De acuerdo? - dice Kyo intentando calmar a la joven.
- Perdóname Kyo, lo siento - dice la joven secándose las lagrimas con las manos y separándose de Kyo - Ven al salón, estaremos mejor allí - dice la joven empezando a tirar de él.
- Yuki, verás... estoy algo cansado... - intenta excusarse el joven Kusanagi.
- Hijo... - dice Shizu separándose de su marido y dirigiéndose hacia donde se encuentra Kyo.
- Tranquila, mamá, estoy bien, solo necesito descansar un poco... nada más - dice Kyo sonriendo, necesita estar solo, ¡necesita estar solo ahora mismo! No puede evitar sentirse muy mal con tanta gente conocida a su alrededor. Su madre pone una mano en su mejilla y lo acaricia tiernamente.
- Está bien, hijo, descansa tanto como quieras... pero... ¿no quieres comer algo antes? - dice Shizu en un tono muy maternal que hacia tiempo que no usaba con Kyo.
- No, gracias, no tengo apetito - dice Kyo y se gira hacia donde siente la respiración y la esencia de Alex, no se ha dado cuenta hasta ahora pero el aroma de Alex es hermoso, como si con sólo olerlo pudiera describirlo perfectamente, no usa nada de colonias ni perfumes como hacen Yuki y Benimaru, quien, a veces, se hecha botes enteros del mejor perfume que encuentra, no, su aroma es natural y agradable, el perfume es él, huele muy bien... Sólo en este instante recuerda el olor a Yagami y esto hace que su sonrisa se borre, el olor de Iori, olor a sangre y fuego, suena tan irreal al decirlo... pero así es como huele Iori... a sangre... a fuego... mezclados... No es desagradable, piensa Kyo y luego se saca todas esas tonterías de la cabeza - Alex. ¿me acompañas a mi habitación? No quiero darme contra todo - dice volviendo a sonreír, Alex no tarda más de un segundo en ir hacia Kyo y volver a cogerlo por el hombro guiándole hacia su habitación.
Cuando llegan Alex abre la puerta y enciende la luz ya que el sol ya hace rato que ha desaparecido, la habitación de Kyo es bastante grande pero cálida, tiene un baño propio y un gran balcón con cortinas de seda blanca, su cama es de matrimonio y está justo en medio entre la puerta de entrada y el balcón, con el cabezal contra la pared, a cada lado hay unas pequeñas mesillas de madera, al otro lado de la habitación es donde esta la puerta del baño y al lado hay un gran armario lleno de ropa inservible, ya que en su mayoría esta quemada. Alex ayuda a entrar a Kyo, luego lo dirige hacia la cama donde el joven Kusanagi se sienta y empieza a quitarse el jersey.
- Ehm... Kyo, ¿quieres que hablemos? - dice Alex medio nervioso al ver que Kyo parece haberse olvidado de él.
- No, puedes irte - dice algo fríamente el joven Kusanagi mientras se saca el jersey completamente, debajo lleva una camiseta, negra, como el jersey, y bastante ajustada, se pueden notar todos sus músculos. Alex se pone más nervioso.
- Kyo no te va a ir bien quedártelo todo para ti, somos amigos... y estaré a tu lado si me necesitas - dice el rubio sentándose a su lado.
- Lo sé, Alex, lo sé... - dice Kyo sonriendo, Alex ya lo ha visto destrozado una vez, no va a dejar que lo vuelva a ver... Ya ha sufrido bastante como para tener que preocuparse por un joven ciego.
- Kyo... - Alex saca el anillo que le ha dado Iori, pero duda en dárselo a su amigo.
- ¿Qué pasa? - dice Kyo al notar los movimientos de Alex a su lado.
- Nada - dice Alex y vuelve a guardarse el anillo - Por favor, si me necesitas, si necesitas a alguien con quien hablar... - dice Alex levantándose.
- Si se da el caso... te llamare, no te preocupes - sonríe Kyo y tiende una mano para que Alex la coja. Así lo hace, Kyo le sujeta la mano como si fuera una pieza de cristal que pudiera romperse, y es que a veces así parece Alex: delicado. Y, como sabe que no le va a gustar a Alex, le besa la mano, el ninja no tarda ni un segundo en soltarse.
- ¡Estúpido! - dice, pero no enfadado, siempre ha visto a Kyo como un hermano pequeño y no le importa que el joven Kusanagi le haga este tipo de bromas... La verdad es que solo las acepta si vienen de él, por que si provinieran de cualquier otro hombre... Alex sería capaz de matar a cualquiera que le hiciera esto.
- Yo también te quiero Al - dice Kyo juguetón al ver que ha conseguido hacerlo enfadar.
- ¡No me llames Al! - Alex se acerca a Kyo, le pone una mano en la frente y empuja fuerte para que el joven caiga en la cama, cosa que hace ya que estaba desprevenido, pero Kyo puede coger una mano del joven y hace que quede encima de él, los dos ríen, realmente hacia mucho tiempo que no hacían nada juntos. Pero pronto Kyo para de reír, Alex le mira los ojos, estos están brillantes... por lágrimas - Kyo...- Alex, que aun esta encima de él, le aparta los mechones de cabello del rostro.
- Alex, lo siento... - dice Kyo volviendo su rostro a un lado - No quiero que tú tengas que preocuparte por mí - dice en un susurro.
- No me importa Kyo... no me importa... - dice el ninja y lo abraza fuertemente por debajo del cuello, Kyo pasa sus manos por la espalda de Alex y también le abraza intentando no llorar pero no puede evitar que algunas lágrimas bajen por sus muertos ojos. Kyo puede notar que Alex empieza a llorar a también.
- Venga Alex, es suficiente con que Yuki y mi madre lloren, no lo hagas tú también - dice Kyo sonriendo tristemente, haciendo que Alex se incorpore ligeramente para pasarle una mano por la mejilla, secándole una lágrima. Cualquiera podría decir que se están mirando fijamente, pero no es así, Kyo solo puede imaginarse el rostro de Alex, e intentar imaginarse donde están sus ojos.
- Kyo no hagas esto, no intentes animarme... no tienes por qué hacerlo, no merezco que tú te preocupes por mí, ¿me oyes?, tienes que preocuparte por ti, intentar desahogarte - dice Alex en tono molesto y algo protector.
Kyo no dice nada más, sabe que contra Alex no tiene mucho que hacer en un enfrentamiento verbal, no porque Alex sea un cabezota, sino por que, y aun no entiende como lo hace, siempre tiene razón. Quizá en fuerza física él es mucho más fuerte que Alex pero... en lo que a razonamiento se refiere... el ninja siempre le saca ventaja... Bien... al fin y al cabo... para eso es el jefe del grupo especial. Sonríe y vuelve a abrazar a Alex tiernamente. Y se quedan así, tumbados en la cama, abrazados, dejando que las lágrimas bajen, y al final se quedan los dos dormidos.
Saisyu, que ha ido a ver porqué Alex tardaba tanto, lo ha oído todo desde el otro lado de la puerta. La abre despacio al creer que los dos jóvenes están dormidos y entra sigilosamente. Abre un armario de Kyo con cuidado de no hacer ruido y saca una manta, la deja caer suavemente sobre los jóvenes, Kyo se mueve y Saisyu se aparta, pero puede ver que aun esta dormido. Debido a su movimiento, ahora Alex ha quedado recostado a su lado pero aun abrazándolo, están frente a frente. Saisyu sonríe y sale de la habitación, cerrando cuidadosamente la puerta tras de sí.
- Y pensar que yo no quería que Alex entrara a formar parte de mis ninjas... y ahora resulta ser la única persona que comprende a Kyo... - dice Saisyu dirigiéndose a la sala donde esperan los demás.

Continúa...

[ Capítulo 10: Un Noi Irreal ]

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Agosto, 2001

 

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