Título: "Cosas que suelen pasar"
Autor: Setsuna Yagami - trujano18@hotmail.com
Pareja: Iorixkyo


Cosas que suelen pasar...

-Hoy es un hermoso día -,se dijo aquel joven.

Esa mañana despertó con un entusiasmo algo fuera de lo común, aunque ciertamente ya gozaba de muy buen ánimo desde hacía ya bastante tiempo y , aunque de vez en cuando rondaban en su mente pensamientos fugaces de que algo pudiera pasar, ese día sería la total excepción.

Así, el joven Kusanagi se levantó muy tranquilamente de la cama, pues no quería despertar a su compañero, a quien no podía dejar de ver tiernamente. Se alejó teniendo cuidado de no hacer ruido, tomando igual cuidado al vestirse y salir de la habitación. Ya estando fuera, dio un pequeño suspiro de alivio y, con una sonrisa en el rostro partió pensando en lo que haría aquel día.

Por otra parte, dentro de la habitación, el timbre del teléfono despierta al pelirrojo que no se da cuenta aún que su acompañante no se encuentra a su lado, pues la única reacción que tuvofue el estirar un brazo y alzar la bocino del aparato. La llamada no durómucho y, segundos después de colgar fue cuando notó el vacío del otro lado de su cama, pues volteó unos instantes para cerciorarse de que el otro no había despertado aún. Sin embargo, esa falta de compañía no le extraño en nada y sin más, se levantó dirigiéndose al cuarto de baño para tomar una ducha. Al cabo de unos minutos, Iori ya estaba listo para irse, pero antes de eso, dejó una nota sobre la cama.

* * * *

Todo parecía estar tan tranquilo... todo parecía ser perfecto. Incluso cuando la ciudad no dejaba de ser un mar de gente, el joven castaño andaba como pez en el agua. No tardó mucho en hacer las compras para lo que tenía planeado y, viendo que tenía tempo de sobra, decidió buscar algo más. Aunque tampoco quería demorar demasiado pues, sabía que Yagami le estaría esperando.

Cuandofinalmente encontró lo que buscaba, no perdió más tiempo y regresó al apartamento en donde ahora vivía junto con Iori. Estaba ansioso por ver la expresión del otro cuando le diera su obsequio; en cierta forma la imaginaba pero quizá ésta vez pudiera haber un cambio, uno nunca sabe. Pues en ocasiones anteriores el pelirrojo nunca mostró gran interés en recibir algo, pero de todas formas lo aceptaba, únicamente porque Kyo era el que se lo daba. Sin embargo, todos esos anteriores obsequios más parecían ser para el propio Kyo que para Iori; y éste siempre se los daba ya que a él le gustaban más. Pero esta vez el Kusanagi cuidó un poco más ese detalle y procuró no cometer el mismo error. Estaba seguro que ahora si sería diferente.

Llegando al apartamento, el moreno pensó encontrar a su compañero sentado en algún sofá de la sala, como era su costumbre cuando solía esperarlo. Pero en vez de eso, sólo estaba el vacío de la habitación. Fue a la cocina y ahí dejó las cosas que compró para después dirigirse a la recámara, pero en ella únicamente encontró una pequeña nota sobre la cama.

Al leerla, en su rostro pudo verse algo de desilusión, pero en fin... a esas alturas ya debería estar más que acostumbrado a que Iori le hiciera ese tipo de cosas y, aún sabiendo que el otro no tenia la culpa directa, se sintió molesto pues se habían estropeado sus planes.

Pasaron dos horas aproximadamente después de que Kyo regresara de las compras. En ese tiempo, viéndose solo y sin ninguna intención de salir, no encontró otra cosa mejor que hacer, que limpiar. Pero no había demasiado desorden y no tardó mucho. Así que terminando con las labores domésticas se puso a leer unas revistas que había comprado, pero rápidamente se cansó de eso. Dejó las revistas en el sillón en que se encontraba y fue nuevamente a la recámara. Por un instante sólo se quedó observando aquel espacio para después fijar la mirada en la nota que le había dejado el pelirrojo. La leyó nuevamente...

Recibí una llamada ésta mañana. Iré a tocar con la banda en el

‘Stormy Scream’. Regreso en la noche.

- Y justamente tenía que ser hoy...- reprochó el joven.

¿Qué se supone que haría todo ese tiempo estando solo? Iori regresaría hasta la noche y viendo que su partida se debía a una tocada, seguramente sería casi en la madrugada... “Qué desperdicio...”, pensó.

* * * *

Silencio...

Después de haber ensayado por un buen rato, finalmente había algo de silencio y tranquilidad. A todos los miembros de la banda se les dijo que podían hacer lo que quisieran durante el descanso que, ciertamente no era mucho. Sin embargo el pelirrojo aprovecharía ese tiempo para relajarse un poco. Por un instante cruzó por su mente la idea de llamar a Kyo pero no lo consideró muy necesario, aunque de pronto sintiera que se le había olvidado algo... Pensó un poco en eso y, cuando se dio cuenta, ya le estaban llamando nuevamente, pero ésta vez para acomodar las cosas e instrumentos.

¿Habían adelantado la presentación?

A Iori realmente le daba igual, así que sin decir algo al respecto encogió los hombros y se dispuso a guardar su bajo y ayudar con las demás cosas. En ese momento recordó... y pensó que fue bastante oportuno el adelanto y así regresaría temprano, o al menos a tiempo.

* * * *

 

¡Bien, ya estaba decidido! No se quedaría solo viendo como pasaba el atardecer, iría a ese lugar a encontrar al pelirrojo. Además, si él había dejado el nombre del lugar en el que estaría, sería porque talvez quería que fuera ¿cierto? Y si no era así, no importaba, de todas formas iría. No perdía nada.

Así, tomó su chaqueta y las llaves de su motocicleta y, saliendo decidido a recibir el aire de primavera en su cuerpo, se dirigió hacia la primera persona que vio y le preguntó en donde quedaba aquella discoteca...

Cuando llegó a su destino, el moreno se sorprendió un poco al ver aquel sitio. No era un edificio muy grande ni mucho menos lujoso, pero a pesar de eso, el lugar estaba lleno de gente. Kyo se preguntó si sería por que la banda de Yagami tocaría en esa ocasión y también, el cómo es que se enteraban de eso, ya que se trataba de algo imprevisto.

- Todo mundo se entera menos yo – se dijo.

Y lo peor de todo era que aún había bastante gente fuera, así que sería algo tardado el que él pudiera entrar. En fin... ya estaba ahí, además no tenía nada mejor que hacer. aunque de pronto se desesperaba pues no veía cuanto tiempo iba a estar allí esperando y ya se podía escuchar la música que provenía de dentro. Pensó que el concierto iba a comenzar más tarde, pero al parecer cambiaron los planes.

- Vaya... y ahora esto – agregó. E igual que hace unas horas, se dedicó a esperar.

Dentro del lugar, la gente gritaba por aquellos que se encontraban sobre el escenario. Las luces tenues inundaban aquel espacio, dando el ambiente perfecto para la canción que en ese momento se interpretaba. Un pequeño momento de silencio reinó durante el transcurso de la música y al finalizar, todo volvió a ser el monótono sonido de la agitación. Las luces se normalizaron y los miembros de la banda se retiraron por un momento antes de tocar la última melodía de la noche.

“Finalmente”, pensaba el pelirrojo. El día se le había hecho bastante largo y ya faltaba poco para retirarse y respirar la tranquilidad que solía darse después de noches como esa.

Tranquilamente fue a su camerino, pero en el trayecto, uno de sus compañeros le ofreció ir a la barra por un trago. Iori lo rechazó y siguió su caminopor aquel estrecho pasillo en el que se encontraba. Siempre se preguntó el porque esos lugares eran así, aunque realmente no le importaba demasiado. La única ventaja que ofrecían era que eran bastante tranquilos.

Ya estando en su espacio reservado, tomó un cigarro de la cajetilla que se encontraba en el tocador de esa pequeña habitación y se tomó su tiempo para fumarlo tenia quince minutos aproximadamente antes de que lo llamaran para tocar de nuevo. Tiempo suficiente para cerrar los ojos por un momento y pensar en la nada. Ya que ahora no tenía mucho de que pensar, pues su vidaera relativamente tranquila al lado de Kusanagi y no tenía de que preocuparse. Al menos nopor su parte. Sin embargo, últimamente había notado algo rato en su antiguo rival, pero siempre que le preguntaba acerca de eso, él le respondía que no tenía nada. Y como suponía cual era la preocupación del otro, optó por no volver a preguntar.

Ya había pasado bastante tiempo...

Repentinamente, unos golpecitos en la puerta interrumpieron el ligero sopor en el que se encontraba Iori. La última llamada. Se levantó sosegadamente y caminó hacia donde le esperaban como solía hacer siempre: de manera silenciosa pero siempre dándose a notar.Pues apenas puso el primer pie sobre el escenario y todo el mundo dirigió su mirada hacia él. En ese momento el joven castaño, que ya estaba dentro, se sintió extraño al notar de pronto tanto silencio y que casi todos voltearan al unísono.

“Qué gente más rara”, pensó. Y para no sentirse incómodo por más tiempo, hizo lo mismo que todos los demás y posó su mirada sobre su amado Iori Yagami e inmediatamente sonrió al ver la expresión de éste. Hacía tanto tiempo que no lo veía de esa manera, con una seriedad tal en su rostro que daba miedo. Pero con él era tan diferente que le daba gracia.

La música comenzó y la voz del pelirrojo empezó a acompañarla. Kyo buscó una mesa en donde estar, pero no halló ninguna vacía, así que mejor fue hacia la barra y desde allí vio el espectáculo. Aquel sonido llenó sus oídos e imaginó que lo que Iori cantaba lo hacía únicamente para él. Sólo bastaba con cerrar los ojos y olvidar el lugar en el que se encontraba. Estuvo sumido en ese trance mientras duró la canción; y maldijo cuando ésta cesó, pues le pareció muy corta y estuvo aún más inconforme cuando vio que ya se despedían. Vaya día, justo cuando comenzaba a disfrutar de algo, éste ya terminaba.

- Bueno, ¿qué mas da? – dijo.

Caminó entre la multitud, teniendo como único objetivo encontrar al pelirrojo, pues no quería que partiera sin él ahora que se había tomado la molestia de ir a verlo. Buscó con la mirada alguna salida que diera acceso a la parte trasera del escenario y sonrió triunfal cuando finalmente la encontró, pero cuando intentó cruzar, alguien a sus espaldas lo detuvo.

El moreno ya estaba bastante cansado y el que lo interrumpieran una vez más estaba a punto de fastidiarlo por completo, así que, con cara de hastío se giró dispuesto a encarar al guardia o a quien fuera que lo haya detenido, pero justo cuandoiba a decir algo, una voz resonó detrás de él.

- No hay problema, déjelo pasar -. El guardia sólo se encogió de hombros y se alejó del lugar.

Kyo se dio la vuelta y siguió al tipo que le ayudó. No tenía idea de quien era ni a donde lo llevaba y, como no quería perder más tiempo, decidió hablarle:

- Oye, te agradezco el que me ayudaras a pasar, pero yo tengo que ir a ... – pero el sujeto se detuvo y le dijo:

- Espere aquí un momento, pronto vendrá el señor Yagami.

El joven castaño se sorprendió un poco por eso, no pensó que Iori lo hubiera visto, ya que cuando lo vio cantar se veía muy concentrado. Pero bueno, eso le había facilitado las cosas. Aquel sujeto se fue y entonces él se quedó solo entre aquellos pasillos que bien podían causarle claustrofobia. Después de un rato, finalmente se oyó una voz.

- No pensé que vinieras.

- ¿Te sorprende? – fue la inmediata contestación del Kusanagi.

- Realmente no – Iori se acercó al moreno y rozó su rostro con la mano -, ya que nunca puedes soportar mi ausencia – y rápidamente detuvo un golpe con la otra.

- No te hagas el importante – le dijo Kyo. Yagami sólo sonrió y apartándose del otro un poco le dijo:

-Bien, vámonos -. Y dando la media vuelta comenzó a caminar.

- ...Como quieras – concluyó el moreno.

* * * *

- Ahh... es una noche agradable, ¿no crees?

-Si... mucho – agregó Iori.

Y estando ahí, acostados en el pasto de aquel parque, ambos jóvenes se quedaron largo rato viendo hacia el cielo. Contemplando la luna llena.

Cuando salieron del club nocturno, era evidente que tenían que regresar al apartamento pues el pelirrojo no quería hacer esperar más a Kyo y que le diera su pequeña fiesta sorpresa que en realidad no era sorpresa. Pero el joven castaño no quiso y en lugar de eso, lo llevó a ese parque.

-¿No tenías nada planeado en esta ocasión? – preguntó el pelirrojo.

- Si, pero como podrás ver, tú y tus compañeros de trabajo se encargaron de arruinar mis planes – reprochó -. Pero está bien, lo único que me importa es estar contigo – agregó y, giró la cabeza en dirección de su acompañante.

Este sólo emitió un ligero “hmph” y seguía observando la luna. Entonces Kyo se reincorporó y de uno de los bolsillos de su chaqueta sacó una cajita; y fue cuando Iori volteó hacia él dirigiéndole una mirada un tanto interrogante.

- Ya se que ninguno de mis obsequios han sido de tu total agrado – dijo el Kusanagi -, pero creo que esta vez será distinto -. Extendió la mano dándole la cajita al Yagami, quien sólo alzó una ceja como respuesta.

Tomó la cajita y la abrió. Kyo lo miraba impaciente esperando una respuesta o señal. Y después de unos segundos en que elpelirrojo solo veía aquello que le dio y que le pareció una eternidad, finalmente sacó su regalo y se lo puso. Esto puso muy contento al joven castaño y no pudo evitar el abrazarlo casi al instante. Por otro lado, Iori sudó una gota y se quedó viendo nuevamente ese objeto. Era un pequeño reloj con el rostro de Kyo en la tapa... ¿de dónde lo había sacado?Suspiró, pero bueno... que más daba el complacer a Kyo esta vez aunque fuera su propio cumpleaños.

-¿Te parece si regresamos al departamento? – dijo finalmente el pelirrojo. El moreno asintió con una gran sonrisa en el rostro.

Ambos se levantaron y partieron de aquel lugar. Y así... vivieron felices para siempre.....

~OWARI~

Kyo: ¡Un momento, ¿cómo que vivieron felices para siempre?!¡¿De qué se trata esto?! ¿Acaso no va a haber algún lemon?

Setsuna: ehm... pues no. Ésta vez no quise que anduvieras de lujurioso.

Kyo: ¬¬ ... pero al menos hubieras puesto algo más.

Setsuna: Es que ya no se me ocurre nada, además, con el día tan agobiante que tuvieron (¿?) pues ya no quise cansarlos más.

Iori: Eso...

Kyo: ¿tu también estas de acuerdo? O_O(Iori se encoge de hombros)

Setsuna: Bueno, pues... si tanto quieres otro final, puedes hacerlo tú mismo.

Kyo: Claro que lo haré.... (se truena los dedos y se prepara para escribir)

Iori: -_-U

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Bien.... ambos partieron del lugar y como a Iori le fascinó su nuevo reloj quiso recompensar a su adorado Kusanagi con una noche llena de pasión y rosas por todo el sueloy....

Iori: ¡Espera! ¿No crees que estas exagerando un poco? ¡Es sólo un reloj!

Kyo: ¿Pero acaso tu no quieres eso*?

Iori: Bueno... pero mejor déjalo así... no quiero que pongas ninguna cursilería o que tu eres el seme.

Kyo: Está bien..

Setsuna: ahh... bien... entonces creo que mejor yo lo termino.

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......... Partieron del lugar. El pelirrojo le dio las gracias al moreno con un beso y después de esto le dijo:

- Espero que al menos esto convine con mi ropa.

~AHORA SI... OWARI.~

 

Finalizado el 24 de marzo, 2005

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