Título:
A veces sueño
Autora: Setsuna Yagami - trujano18@hotmail.com
Resumen: (no se entregó un resumen)
Disclaimers: Iori Yagami, Kyo Kusanagi y KOF, son propiedad de SNK.
A Veces Sueño
-Oye, ¿crees que esto es gracioso?... No, no creo que sepas lo que implican tus palabras...Mira, no sé lo que estés pensando ¡sólo quiero que me dejes en paz! – un golpe de aquel aparato fue lo que finalizó aquella discusión.
¿...Por qué, por qué...?
Pasó las manos por su cabello para tratar de relajarse.
¿Por qué juegas conmigo de esa manera?... ¡Pero qué!
El sonido de una puerta siendo azotada, hizo que el joven se sobresaltara y girara en dirección a la figura que irrumpió tan repentinamente en la habitación.
-¿Crees que con colgar la bocina va a ser suficiente para escapar de mi?
-¡¿Cómo llegaste aquí?!
-No quieras evadirme con preguntas inútiles, ya sabes la verdad ahora, y vengo por lo que me pertenece.
-¡Vete! Ya te dije que me dejaras en paz.
-No te hagas el difícil, Kyo... tú bien sabes que esto es lo que quieres...
-¡NO!...no – el moreno despertó repentinamente y se encontró rodeado de la penumbra de su cuarto - ...sólo fue un sueño... – suspiró aliviado. Encendió una pequeña lámpara que se encontraba al lado de su cama y miró el reloj: las 4 de la mañana, demasiado temprano aún. Volvió a recostarse en la cama y se cubrió con las suaves sábanas.
Debes dejar de pensar en eso, Kyo. No debes de pensar en eso.
Cerró los ojos y esperó pacientemente a que el sueño regresara y que, en lo que quedaba de la madrugada, aquella pesadilla no volviera.
Cada noche era lo mismo, despertaba constantemente a causa del mismo sueño que empezaba a volverlo loco, y lo peor de todo era que de un tiempo a la fecha, se volvía más recurrente... e incluso más loco, según él. Todo lo que veía en esos sueños era totalmente irreal. De sólo recordar le daba escalofríos e incluso temor, y cada vez que veía a Yagami, sentía la enorme necesidad de irse corriendo pues se sentía sumamente incómodo con su presencia... con el escrutinio de su mirada... con la voz que siempre oía burlarse de él. Pero hacerlo, sería mostrar debilidad y no estaba dispuesto a eso, así que se enfrentaba orgulloso al pelirrojo...
Si, podía enfrentarse a Iori, a Orochi y a quien fuera... pero no podía enfrentarse a lo que en esos momentos vivía y no podía enfrentar a sus sentimientos que cada vez eran más evidentes...
* * * *
-Hey, Kyo. Últimamente te he notado algo distraído ¿pasa algo? – preguntó el joven rubio.
-...n-no, no pasa nada. Sólo he estado meditando.
-¿Meditando? Mmmm, no pensé que tu hicieras algo como eso – le dijo. Una sonrisa apareció en su rostro.
-¿Qué quieres decir?
-Nada, sólo decía.
-......
-Relájate, amigo. Lo único que tienes que hacer es tranquilizarte un poco y distraerte. Deja los problemas para otro momento, que para lo que nos a pasado en todo este tiempo, es necesario tomarnos un descanso ¿no crees?.
-Tienes razón – le respondió cambiando su expresión antes apagada, por una más animada. ”Aunque esto es algo diferente...”, pensó.
-Tú sólo hazme caso – concluyó Benimaru, quien le dio unas palmaditas en la espalda a su compañero.
No hubo más preguntas en el trayecto. Ambos chicos se la pasaron todo el día de un lado para otro porque, según Beni, había que buscar el lugar perfecto para la fiesta de Kyo, a él le daba igual si lo festejaban o no, si el lugar era un salón lujoso o simplemente su departamento; todo le era indiferente...bueno, casi todo. Antes disfrutaba de las fiestas que le organizaban sus amigos y familiares, de su compañía. Pero después de lo de NESTS, habían cambiado muchas cosas... demasiadas. Se sentía extraño, ajeno a todo lo que le rodeaba, incluso a si mismo, a lo que era y lo que su nombre representaba... Kyo Kusanagi...Kusanagi.
Su nombre siempre lo llevaba al mismo sitio, al recuerdo de quien suele llamarlo así: Yagami. Estaba harto de que en todo lo que pensara, siempre estaba él. Pareciera que su vida estaba conformada estrictamente con su presencia... y cierto era que le debía bastante, ya que de no ser por él, quizá no estaría en esos momentos acompañando a su amigo que estaba eufórico por prepararle la fiesta de cumpleaños perfecta.
-Bueno, Kyito. Parece que finalmente hemos encontrado el sitio perfecto – dijo el joven rubio, interrumpiendo sus pensamientos.
El moreno dio un vistazo al lugar, era bastante amplio y también era elegante. Se notaba que Beni tenía buen gusto al elegir, aunque claro, ésta vez quiso acompañarlo para dar su opinión, pues en otras ocasiones, recordaba que su amigo a veces no se limitaba en lo que le preparaba y casi organizaba un evento para casi todo Japón.
-Y bien ¿qué te parece?
-Mmmm... bastante bien. Pero ¿estás seguro que podrás organizar todo en dos días?
-Claro que si, no te preocupes. Tú sólo espera y verás que tendré todo listo, pues yo soy un experto en estas cosas.
-Si, te creo... y ¿ahora a quién vas a invitar? – había cierto aire de desconfianza en la voz de Kyo.
-¿Por qué lo dices en ese tono? Ya aprendí a limitarme. Ésta vez sólo mandé invitaciones a los participantes del torneo y a algunos amigos míos – el joven castaño le lanzó una miradita al rubio -... no me mires así, sólo son unos cuantos amigos.
-Está bien. Pero espero que no hayas invitado a todos los del torneo.
-Descuida, tomé todas las precauciones y me aseguré de que Yagami no estuviera en la lista de invitados. Me extraña que pienses que haya olvidado ese detalle.
-No, no es eso, únicamente es precaución.
-Vamos, no seas tan quisquilloso. Además, ¿crees que aún recibiendo la invitación, asistiría? Lo más seguro es que pensara que es una mala broma y nada más.
-Si, quizá... – dijo indiferente-, bueno, ya está decidido. Todo lo demás lo dejaré a tu cargo, así que, nos vemos luego.
-¿Qué, ya te vas? ¿No quieres que te lleve?
-No, iré a caminar un rato. Además tienes que apurarte con los preparativos.
-Pues si así lo quieres....entonces, nos vemos.
Kyo se fue y Benimaru se quedó en el lugar, suspiró un poco para relajarse después de la presión que su amigo le daba con tanta pregunta. Sacó su celular de la chaqueta que llevaba puesta y se disponía a marcar. “Espero que lo que dije se cumpla, pues no quisiera morir quemado”, pensó.
* * * *
Finalmente el día tan esperado llegó...
Todo estaba listo y había quedado justo como Benimaru lo planeó: la decoración, el servicio, la comida...sólo faltaba que llegaran los invitados y el festejado. Pero eso ya no dependía de él, así que lo único que podía hacer era esperar y ver el fruto de su esfuerzo.
-Aahh, no cabe duda que soy el mejor... - dijo triunfalmente -. Ahora iré a cambiarme de ropa y cerciorarme de que Kyo venga.
Tomó su teléfono.
-Moshi moshi?
-Hola, Kyo ¿Estás listo para la fiesta?
-Eh? En estos momentos estoy arreglándome y ya casi estoy listo ¿Pero porqué se te ocurrió que fuera una fiesta de disfraces?
-¿Qué no te agradó la idea?
-Bueno, no es que no me gustara, es sólo que... me siento raro.
-Pues ya te acostumbrarás, vas a ver que es divertido.
-Espero que así sea.
-Bien, te dejo. Que yo también tengo que disfrazarme y no quiero llegar tarde – dijo emocionado -. Y espero que tu tampoco - agregó.
-Si, llegaré a tiempo.
-Bueno... – dio una pequeña pausa que duró un suspiro -. Me muero de ganas por que veas mi disfraz, estoy seguro de que te sorprenderás, pero como no quiero arruinar la sorpresa, mejor me despido. Nos vemos.
-Hasta luego, Beni.
Colgaron. Kyo dejó el teléfono sobre una mesita de centro y se dirigió nuevamente a su habitación para terminar de componerse el atuendo que llevaría. Cuando finalmente lo logró, tomó los complementos y se los llevó en el brazo, pues se los pondría al llegar. Así que salió de su departamento, lanzó las cosas dentro del auto y se dispuso a ir al salón.
* * * *
Cuando llegó, el joven castaño se sorprendió de lo bien que había quedado todo. En esos momentos la fiesta ya había comenzado y la música se podía oír desde fuera. Kyo se estacionó y tranquilamente se puso su máscara y un sombreo de copa.
Dentro del salón, ya se encontraban varios invitados que disfrutaban de la fiesta y charlaban animosamente con los otros curiosos personajes, que eran los participantes del torneo mostrando su creatividad con cada uno de sus disfraces.
El moreno caminó entre las personas que allí se encontraban, cuando uno de ellos lo interceptó.
-Felicidades, Kyo – le dijo –. Vienes muy elegante.
-Gracias, King. Tu también te ves muy bien, deberías de ponerte vestidos más seguido.
-Pues, sólo me lo puse para esta ocasión, pero la verdad me siento un poco extraña – dijo, sonrojándose un poco – Pero en fin... oye, que bien quedó este lugar. Se nota que le pusieron empeño.
-Que bueno que te guste; Benimaru fue el que se encargó de todo esto.
-¿En serio? Pues tiene muy buen gusto.
-Si, se lució como siempre... Por cierto, ¿no lo has visto?
-No, no lo he visto. Pero quizá se encuentre por aquí.
-Tendré que buscarlo – dijo, el moreno. Comenzó a mirar a todos lados para ver si reconocía al rubio entre la multitud, pero se quedó helado cuando vio una persona familiar.
-¿Sucede algo? – preguntó King, que a pesar de la máscara que llevaba Kyo, notó su preocupación. Pero el joven castaño no le respondió y con un ligero toque, la apartó del frente suyo y dio unos pasos algo inseguro.
La persona a la cual veía, inmediatamente se volvió hacia él y sin titubear, se fue acercando. Cuando estaban a unos pasos de distancia, el Kusanagi iba a decir algo pero el otro lo interrumpió:
-Vaya, tu disfraz no es muy original, pero al menos lo intentaste.
-B-Benimaru?
-¿Pues quién más creías que era? ¿Yagami?.
-Pues... si.
-¿Ves? Te dije que mi disfraz te iba a sorprender. ¿No es genial? – dio un giro completo -. Además me quedó espléndido – agregó.
-Si que me diste un susto, Beni. De verdad me engañaste.
-Ah, gracias por el cumplido. Eso quiere decir que me quedó bien, aunque no llegó a convencerme del todo la imagen final, y eso que me pinté el cabello e hice todo lo posible porque el peinado me quedara igual. Y como sabía que eso no bastaría, me puse este antifaz para que no me reconocieras tan fácilmente.
-Si que sabes dar sorpresas, pero no vuelvas a hacer algo así, por favor.
-Esta bien, sólo quería hacerte una pequeña broma. Ahora... disfruta de la fiesta y diviértete, que para eso la hice.
-Gracias – el moreno le dio un pequeño golpe en el hombro a su amigo y se dispusieron a pasar un rato agradable.
* * * *
El tiempo pasó sin mayores contratiempos y realmente el Kusanagi se la estaba pasando bien, hacía mucho que no se sentía de esa manera. Pasaba una noche tranquila en compañía de sus amigos y compañeros del torneo, en medio de la música y el ambiente tan agradable que se respiraba. Hacía buen rato que el rubio lo había dejado en compañía de algunas damas que no dejaban de coquetearle y preguntarle cosas al joven castaño que, con su característica arrogancia, les respondía todo para sorprenderlas y hacerse el importante. Estuvo así un largo rato, hasta que repentinamente fue interrumpido por un llamado. Sin darle mucha importancia, Kyo se disculpó con las muchachas diciéndoles que no tardaba y se dirigió hacia el lugar donde le habían dicho que lo esperaban. Al llegar, no hizo más que desconcertarse.
-¿Qué pasa, Beni? ¿Sucede algo con la fiesta ó sólo me llamas por que tienes envidia de que las mujeres me rodean? Me extraña que estés tan sólo en un lugar así.
-Hmph... – fue lo único que dio como respuesta el otro, que seguidamente tomó su copa y le dio un trago a la bebida -. Se ve que ni el tiempo puede quitarte lo petulante... Kyo.
- ¡!
-¿Apenas notaste mi presencia? Espero que las mujeres que estaban contigo no se hayan percatado de eso, pues pensarían que las estabas engañando.
-Yagami, ¿qué haces aquí?
-¿Porqué lo preguntas? ¿No fuiste tú el que mandó las invitaciones? – preguntó con burla el pelirrojo, pero no recibió respuesta -. Supongo que no – concluyó. Se levantó de su asiento y obviamente la reacción del moreno fue hacerse para atrás, Iori sonrió por esto – Tranquilo, no voy a lastimarte...con esas reacciones cualquiera diría que me tienes miedo – caminó hacia el moreno y al estar junto a él, se agachó para levantar el sombrero que había caído por el repentino movimiento de Kyo.
-¿A qué viniste? – volvió a preguntar el Kusanagi.
-Es tu cumpleaños ¿cierto? Recibí una invitación y hubiera sido una descortesía rechazarla.
-No estés bromeando, Yagami. Se que no hubieras asistido de no ser porque quieres molestarme – el pelirrojo le dirigió una mirada sesgada al moreno e inmediatamente agregó:
-Además de viejo, te estás volviendo paranoico.
-Hmph... esa burla es algo ridícula ¿no crees? Pues tu eres más viejo que yo. Además tu presencia nunca me ha traído muy buenos recuerdos que digamos.
-Bien... sólo había venido a darte mi regalo, pero veo que no me quieres aquí – se giró para poner el sombrero que había en la mesa, al igual que el antifaz que llevaba. Kyo no hizo más que extrañarse de la actitud del pelirrojo.
-¿De verdad estás hablando en serio? – el tono de voz del joven castaño cambió a uno más suave y esto ahora desconcertó a Iori.
-¿Qué te hace pensar lo contrario?
-Tu actitud, obviamente.
-Ya veo – agregó el pelirrojo. Avanzó unos pasos hasta quedar justo frente al joven castaño, quien no pudo ocultar su sorpresa. Entonces, Iori tomó su rostro y le quitó la máscara que lo cubría -. Espero que esto te haga cambiar de parecer... – dijo y lo besó.
Kyo no podía asimilar lo que estaba pasando...era simplemente increíble. No podía creer que Iori en verdad lo estuviese besando, pero pesar de eso, y de la emoción que sentía que haría estallar su corazón, se sobreponía el miedo a saber que todos los que estaban en la fiesta le observaban y juzgaban. Así que inmediatamente se separó del beso, quizá Iori lo tomaría a mal, pero no importaba, ahora lo único que quería era salir rápidamente de aquel lugar junto con el pelirrojo.
-¡Espera! ¿cómo se te ocurre hacer esto aquí?
-¿Qué esto no era lo que deseabas?
-Si, pero...
-Shhh... tranquilízate, nadie se ha dado cuenta – puso un dedo sobre los labios de Kyo – pero si lo que quieres es estar en otro sitio, está bien. Aunque... aquí está lo suficientemente solitario como para que no nos moleste nadie.
-¿Qué?- respondió el Kusanagi, que volteó hacia atrás y se sorprendió de que no había nadie en el salón - ¡¿Qué está pasando aquí?! – dijo sobresaltado y ahora vio que Yagami también había desaparecido.
* * * *
-¡¡NO!! – gritó Kyo, miró alrededor y se dio cuenta de que estaba en su habitación. Se quedó un instante viendo el oscuro vacío que le rodeaba y después de unos instantes, no pudo evitar ponerse a llorar y repetir una y otra vez el nombre de Yagami. Se sentía sumamente desesperado por saber, que todo había sido nuevamente un sueño...
~ * ~
The End
~ * ~
Finalizado el 10 de diciembre de 2003