Título:
Six roses, one treason
Autor: Kanashii Tenshi / tenshi_kanashi@yahoo.com.mx
Categoría: Birthday-shortfic / Angst / Deathfic / Shounen-ai
Publicado: IorixKyo Archive
Resumen: Una cruel broma del destino (¿o de Kyo?) hace que Iori
pase el peor cumpleaños de su vida al perder a la única persona
que ama.
Disclaimers: Iori Yagami, Kyo Kusanagi, Yuki Kushinada y KOF, son propiedad
de SNK/Playmore/NeoGeo/Eolith or whatever, osea, no son míos.
Warning: Unbeta-ed. Todos los errores corren por mi cuenta.
Six roses, one treason
Crucify
my love
If my love is
blind
Crucify my love
If it sets me
free
Never know Never
trust
"That love should
see a color"
Crucify my love
If it should
be that way
Amor, ¿qué es el amor? Es una simple palabra que no tiene significado para mí, algo que nunca ha existido en mi vida, porque yo no nací para amar ni para ser amado. En el mundo que vivo sólo existe el odio, la venganza, la rivalidad, no necesitamos de estúpidos sentimientos para vivir... sin embargo, ¿por qué no comprendo a qué se debe esta opresión que ahora siento en el pecho? ¿por qué al abrir los ojos, lo único que deseaba era verte? Es ridículo, lo sé, ni siquiera yo lo comprendo.
Recuerdo que la primera vez que te vi , me impactó tu presencia... parecías un niño mimado sin preocupaciones, sin responsabilidades, un muchachito malcriado al que la vida le había dado todo. Una familia que al menos te aprecia, amigos sinceros que están contigo no por tu fama, sino porque realmente te quieren, y una novia que moriría por ti. Entonces te odie. No sabes cuanto te odie. No era justo que fuera yo el que tuviera que cargar con el sufrimiento y el dolor de tantos años... años de entrenamientos despiadados, de golpes, de una infancia llena de soledad, de una vida sin un motivo para vivirla. Deseé matarte en ese momento, envolverte con las llamas que tanto me costó controlar, desgarrar tu piel hasta que no quedara una sola gota de sangre en tu cuerpo... hacerte pagar por la felicidad en que parecías vivir. Eras despreciable... y sigues siéndolo... no entiendo como... que estúpido fui.
El día muere con el anochecer, los pájaros han dejado de cantar, pronto oscurecerá, y mi habitación volverá a hundirse en las sombras. Pero no me quejo, siempre he vivido así, sin luz, me gusta esta oscuridad, soy como un vampiro que no puede exponerse a los rayos del sol, ¿sabes por qué? Porque una vez que lo haga, todos mis secretos serán descubiertos, mis sentimientos, mis emociones, todo. Una vez lo hice, salí de las sombras, y no sabes como me arrepiento de haberlo hecho... aunque no niego que por un tiempo lo disfruté, pero ahora... ahora quisiera borrar esos recuerdos, esa sensación en mi cuerpo. No, no permitiré que vuelva a suceder, nadie va a burlarse de mí otra vez, ¿me entiendes? Nadie.
Swing
the heartache
Feel it inside
out
When the wind
cries
I'll say good-by
Tried to learn
Tried to find
To reach out
for eternity
Where's the answer
Is this forever
Se supone que este sería un día especial, eso es lo que dicen todas esas ridículas personas que cumplen años, pero no es así. Para mí, un cumpleaños no es más que un día que te recuerda que en unos cuantos años perderás la juventud y el sentido de la vida, si es que tienes alguno, envejecerás y morirás siendo una carga para tus seres queridos. Afortunadamente yo no tengo seres queridos que sufran por mi muerte, ni tampoco causaré lástima al hacerlo, porque en mi destino está escrito que moriré joven a causa de mi sangre maldita. No me pesa saberlo, no me pesa que por mis venas corra esa sangre envenenada, al contrario, me alegra que gracias a eso yo tenga semejante poder, que sea capaz de destrozar a alguien con mis propias manos, como tantas veces lo he hecho, ¿y adivina qué? Nunca he tenido remordimientos al hacerlo, nunca me ha importado la vida de esos estúpidos que se cruzaron en mi camino, así que ¿por qué debería preocuparme ahora? Que más da, una vida más o una vida menos, el mundo no va a cambiar por eso.
La verdad es que me dan lástima todos aquellos que se desviven por una tonta fiesta de cumpleaños. Pobres idiotas, son tan superficiales e ignorantes, tratando de ganar o conservar una buena posición en la sociedad cuando hay mejores cosas de las que se puede disfrutar... ver sangre correr entre mis dedos, sentir la piel del enemigo desgarrarse lentamente, observar el hermoso espectáculo de fuego púrpura al hacer estallar un lugar... gozar del placer que un cuerpo desnudo me puede dar, pasar una noche disfrutando del calor de una bella jovencita y la otra con un inexperto jovencito. Por lo menos de eso debo estar orgulloso, siempre he disfrutado de lo que me ha venido en gana, si quiero algo, simplemente lo tomo sin preguntar... y así lo hice, tomé la vida de todos aquellos que se interpusieron en mi camino, y el cuerpo de quienes me lo ofrecieron. Sé que ninguna de las personas con las que he estado me ha amado, yo tampoco lo he hecho, y sé que lo único que deseaban era pasar una noche conmigo para presumir con sus amigos. No es que sea vanidoso, pero ¿acaso no es todo un reto lograr algo con el poderoso Iori Yagami? Sin embargo, tengo que aceptar que era agradable sentir la calidez de alguien a mi lado, compartir un lecho frío con algún desconocido... pero no era lo que yo quería, ese no era el calor ni el cuerpo de quien yo deseaba.
Mi habitación ha comenzado a enfriarse, las ventanas abiertas permiten que el viento entre libremente, sacudiendo las delgadas cortinas que ya se han desatado. Mi cuerpo tiembla ligeramente, pero sé que no es por el frío. La gruesa alfombra que cubre el piso se siente cálida y suave, pero me he cansado de estar aquí, sentado, mirando fijamente hacia la nada. Me levanto lentamente, sin romper el sepulcral silencio que envuelve la habitación, y me dirijo a la ventana, mi cabello ondulándose al igual que las cortinas. Miro hacia fuera, a la gente que pasa conversando alegremente, y me detengo en una pareja que va tomada de la mano, sus dedos entrelazados mientras se detienen para besarse, una tonta sonrisa se posa en sus labios al separarse... ¡estúpidos! Que idiotas son al creer que el amor existe, al creer que sus vidas serán felices si las comparten con alguien, ¿acaso no saben que ese ridículo sentimiento sólo trae dolor? ¿qué sólo sirve para pasar noches enteras llorando por alguien que no vale la pena?
El amor es cruel, un día te hace reír y al otro desear morirte de tristeza, y olvidar todo lo que algún día te dio. Por eso es mejor estar solo. La soledad siempre ha sido mi mejor compañía, con quien siempre he vivido. Ella no me molesta, no me reclama, no se enfada y siempre tiene tiempo para escucharme, aunque no me responda. Ojalá nada hubiera cambiado. Ojalá nunca hubiera permitido que entraras en mi vida, porque sólo lo hiciste para destruirla... ¡Maldito seas!... pero esto no se quedó así, te hice pagar por todo lo que me hiciste, e hice que te tragaras cada una de las palabras que dijiste.
Like
a river flowing to the sea
You'll be miles
away, and I will know
I know I can
deal with the pain
No reason to
cry
Hasta hace unos meses, mi vida era igual que siempre, llena del odio y rencor que mi padre me inculcó, lo único que deseaba era encontrarte para matarte de una vez por todas, terminar con esa rivalidad para que me dejaras vivir en paz... claro, si es que pudiera encontrarla. Sin embargo, ¿qué fue lo que sucedió? Me dejé arrastrar por tus acciones, por tus actitudes, por tus palabras, y me confié... confié en todas esas tonterías. ¿Por qué lo hice? ¿tanto deseaba sentirme amado por alguien? No, eso no puede ser posible, ¡ya dije que no necesito a nadie a mi lado! ¡soy feliz con mi soledad! Pero... ¿por qué te fuiste? ¿por qué me abandonaste?... ¡¿por qué te burlaste de mí, de mis sentimientos?! No entiendo como llegaste a ser tan cruel, eso no va contigo, es más propio de mi... la crueldad, la falta de sentimientos.
No puedo borrar de mi memoria aquella fría tarde en que comenzó todo, tu cuerpo malherido por mis llamas, cubierto de sangre que manchaba las trizas en las que se habían convertido tus ropas, tus ojos fuertemente cerrados por el dolor, aunque ya estabas inconsciente. Esa vez logré vencerte, y me encontraba en mejor estado que tú. Tuve todo el tiempo del mundo para acabar contigo, estabas en mis manos, completamente indefenso, ni siquiera te darías cuenta de tu muerte... pero no pude, no pude darte el golpe que terminaría con nuestro odio, y en lugar de eso, te levante entre mis brazos y te traje a mi departamento, curé tus heridas y cuidé de ti. Mal, todo estuvo muy mal, porque no pude evitar que mis sentimientos salieran a flote, porque no pude mantener mi postura frente a ti, porque no pude evitar alegrarme cuando abriste los ojos y me miraste a tu lado. Tú no dijiste nada, pero pude darme cuenta del temor que recorrió tu cuerpo al verme tan cerca, tal vez pensaste que aprovecharía la oportunidad y te mataría en ese momento... pero esa expresión cambió cuando me incliné lentamente a tu rostro para terminar besando tus labios, cálidos y suaves. Te sorprendiste e intentaste apartarme, pero estabas muy débil para lograrlo. Cuando me separé, tu rostro mostraba una mueca de desagrado, y levantaste un brazo para golpearme, fuiste demasiado lento, y te detuve tomando tu muñeca con mi mano. Una sonrisa burlona se dibujo en mis labios mientras te miraba, dándote a entender que no lograrías hacerme ni un rasguño.
Los días pasaron y te ibas recuperando bien. Una noche no pude soportarlo más... tenerte tan cerca, bajo mi propio techo, tu aroma impregnándose en mí cada vez que iba a verificar que estabas bien... era simplemente irresistible. Entré a la habitación sin hacer ruido, tú dormías placidamente, tal vez soñando con esa niña medio rubia que decía ser tu novia. Me acerqué a la cama y me senté a tu lado, un quejido salió de tus labios al sentir el movimiento del colchón, pero no despertaste. Me incliné hacia ti y volví a besarte, esta vez obligándote a abrir los labios para introducir mi lengua y deleitarme con tu sabor, tus ojos se abrieron de golpe ante semejante atrevimiento, y forcejeaste conmigo para apartarme, pero yo ya estaba sobre tu cuerpo, sentado a horcadas sobre tus piernas para evitar que continuaras moviéndote. Toqué tu piel por debajo de la ropa, tus músculos se tensaron ante el contacto, tu mirada firme en mi rostro. Empezaste a maldecirme por lo bajo, pero yo callé tu boca con otro beso, y entonces, lo que parecía imposible pasó... levantaste tus brazos y rodeaste mi cuello con ellos, perdiendo tus manos en mi cabello rojo me acercaste más a ti, ahondando el beso... me correspondiste, cada caricia, cada beso, cada mirada... era tan irreal, tan hermosamente irreal, que por un momento pensé que estaba soñando... pero cuando sentí mi cuerpo entrando al tuyo, cuando escuché tus gemidos ahogándose al pronunciar mi nombre, cuando percibí tu aroma mezclándose con el mío, supe que todo era real. Tú, Kyo Kusanagi, el enemigo de toda mi vida, se rendía ante mí de la forma más humillante que podría hacerlo, aunque realmente yo no lo estaba haciendo para humillarte. El momento del clímax se acercaba, y finalmente, una explosión de calidez entre nosotros me hizo saber que habías llegado al punto máximo de excitación. Lo mismo pasó conmigo después de unos segundos, y todo tu interior quedó cubierto por mi semilla. Me separé un poco para besar tu mejilla, y tú me correspondiste con una sonrisa.
Después de esa noche vinieron muchas más, hasta que te recuperaste por completo y regresaste con tu familia. Aún así, nos veíamos muy seguido en mi departamento, tú con el mismo entusiasmo de siempre y yo con la estúpida sonrisa que nunca había tenido. Una noche susurré unas palabras en tu oído, una confesión que nunca debí haber hecho. Tú simplemente te quedaste callado, quizás algo sorprendido. Cuando desperté ya te habías ido, y no volví a verte hasta esta mañana. No sabes como te extrañé, ¡maldición, no sabes como lo hice! Pasé días y noches pensando en alguna razón por la que hubieras decidido no regresar, un motivo que te hubiera alejado de mí, ¿acaso mis palabras te habían herido? No, no fue eso, y hasta hoy lo supe... ¡Maldito Kusanagi!
Crucify
my love
If my love is
blind
Crucify my love
If it sets me
free
Never know Never
trust
"That love should
see a color"
Crucify my love
If it should
be that way
"Ohayo gozaimasu" me sorprendiste esta mañana. Estabas sentado en la orilla de mi cama mientras yo dormía, observándome con una mirada diferente a la que yo había visto días anteriores. "Tanjoubi omedetou, koibito" dijiste y te acercaste para posar tus labios sobre los míos... pero ¿por qué sonreías de esa manera, tan cruel, tan fría? Traté de ignorar ese pequeño detalle, y me incorporé para tomar tu rostro entre mis manos y acercarlo más a mí... que importaba lo demás en ese momento, te tenía otra vez entre mis brazos, dispuesto a entregarte a mí como lo hiciste mientras estabas herido... pero no pude continuar, tu sonrisa cambió por una risa escandalosa que se escuchó por todo el lugar. "¿qué pasa? pregunté estúpidamente mientras me alejaba un poco de ti, mis labios algo separados esperando una respuesta. Te levantaste y caminaste hasta quedar frente a mí, colocaste una mano bajo mi barbilla y levantaste mi rostro gentilmente. "¿En verdad lo creíste, Yagami?" tu voz más cruel que nunca, ni siquiera cuando nos enfrentábamos sonaba así, "¿en verdad creíste que alguien te amaría... que yo te amaría? ¡qué imbécil fuiste! No sabes como me divertí escuchándote decir que me amas", tu voz suavizándose y tornándose sensual, yo no conseguí decir una sola palabra... después de todo tenías razón, ¡que imbécil fui al creerte! Te acercaste a mi oído y murmuraste "no te amo, nunca te he amado y nunca te amaré... pero eres bueno en la cama, de eso puedes estar seguro".
Caminaste hacia la puerta, y antes de que la abrieras te volviste hacia mi para mirarme otra vez. Sonreíste complacido por lo que te habías atrevido a hacer, parece que disfrutabas de mi dolor, porque eso era lo que sentía, dolor. Ni siquiera el que me produce el riot es tan grande como el que se acumuló en mi pecho durante esos minutos, nunca había sentido algo parecido...¡Shimatta!... ¡Nunca nadie me había herido de esa manera!... nadie se había atrevido a hacerlo porque yo nunca lo permití... y tenías que ser tú, justamente tú quien lo hiciera... y es que duele tanto, en verdad duele tanto...pero por supuesto que yo no permitiría que continuaras riéndote de mi, porque nadie se burla de Iori Yagami sin recibir un castigo...
Comencé a reírme de la misma forma en que lo hiciste tú, burlona, sarcástica, pero no me reía de ti, sino de mí, por haber sido tan estúpido al creerte, por pensar que realmente... que realmente me amabas. Tu expresión 'alegre' cambió por una de total sorpresa, tus labios ligeramente abiertos mientras tu mano aún sostenía el pomo de la puerta. "¿Qué pasa, Yagami?" preguntaste, el tono burlón en tus palabras. No respondí, no tenía por que hacerlo, simplemente me puse de pie y me dirigí hacia ti, rápido, sin dudarlo... por un momento mi mente se nubló, perdí el juicio y, sin titubear, coloqué mis manos en tu cuello, ejerciendo presión, para después invocar a mis fieles llamas y provocar una gran explosión que te envió directamente al suelo, de donde ya no pudiste levantarte. No te lo esperabas, no esperabas que yo reaccionara así, ¿acaso pensaste que me quedaría tan tranquilo?, creo que no me conoces... no me conocías bien.
Tu rostro se cubrió de sangre, así como gran parte de tu pecho, tu ropa totalmente destrozada, la piel ardiéndote dolorosamente... me alegré, no sabes como me alegré al verte nuevamente a mis pies, retorciéndote de dolor, sufriendo y sangrando, y tal vez hasta llorando. Lo tenías bien merecido, por burlarte de mí... por jugar con mis sentimientos, con mi corazón. Me senté sobre ti, haciendo que todo mi peso cayera sobre tu cuerpo herido, provocándote más dolor. Abriste los ojos y me miraste fijamente, ahora yo era quien no dejaba de sonreír, ahora yo era quien me burlaba de ti... aunque las lágrimas estuvieran a punto de traicionarme. 'Te lo dije, Kyo, nadie se burla de mí', dije sarcásticamente. Aún no entiendo cómo logré articular esas palabras tan frías sin que se me quebrara la voz.
Una chispa en tus ojos me hizo dudar. No, no eran las lágrimas que en ese momento escapaban caprichosamente de tus ojos, enjuagándote la sangre, era algo más, algo que no supe interpretar... parecías ¿triste?, pero ¿por qué?... ¿por qué estabas llorando? Levantaste un brazo y posaste tu mano en mi mejilla, la rozaste con la punta de los dedos intentando hacer una caricia... ¡Maldito seas! ¡todavía querías reírte de mí!... aparté tu mano bruscamente y comencé a golpearte sin piedad, un hermoso resplandor púrpura brotaba de cada golpe que te daba. Poco a poco vi como tus ojos se cerraban lentamente, incapaces de mantenerse abiertos por más tiempo. Finalmente reaccioné y me detuve. Te veías tranquilo después de todo. Esta vez la sangre había cubierto completamente tu rostro... te veías... aún te ves hermoso cubierto de ese preciado líquido escarlata. Acerqué mi mano y aparté los mechones de tu sedoso cabello castaño para poder observarte mejor, toqué tu mejilla cálida y bajé por tu cuello, fue entonces cuando lo noté... me incliné hacia tu pecho y rocé mi mejilla contra tu piel quemada... no es posible, tan sumiso estaba en mi furia, en mi rabia, que ni siquiera me di cuenta de que... de que te había matado.
'Till
the loneliness shadows the sky
I'll be sailing
down and I will know
I know I can
clear clouds away
Oh is it a crime
to love
Tu sangre ya se ha expandido por toda la alfombra de mi habitación, el olor es cada vez más intenso, penetrante, insoportable. Sigues tirado en la misma posición desde en la mañana, ya no tengo esperanzas de que reacciones, ya es demasiado tarde. Durante unos minutos traté de traerte de vuelta a la vida, de que regresaras... pero no lo hiciste, te aferraste a la muerte y me dejaste más solo que nunca. ¡¿Por qué lo hiciste?! ¡¿por qué diablos hiciste que me enamorara de ti?!... por lo menos ya no seguirás riéndote de mí, ya estás muerto, muerto como mi padre siempre lo ha querido, como yo siempre lo había querido... maldición, a quien trato de engañar, nunca quise verte muerto, ¡y no quiero hacerlo por más tiempo! Empiezo a caminar para salir de esta habitación, en todo el día no me he movido de aquí, pero ya no aguanto más tu presencia, o más bien, el saber que sólo está tu cuerpo sin un indicio de aliento en él. Levanto una pierna para pasar sobre ti, pero no aparto la vista del frente, ya no quiero verte, ni siquiera muerto te soporto.
Pero, ¿qué es eso?, un ridículo adorno de rosas está sobre la mesa del comedor, si de algo estoy seguro es de que yo no las compré. Entonces, eso quiere decir que... ¿Kyo?, pero ¿por qué haría algo tan ridículo?, bueno, después de todo él siempre fue un tonto. Me acerco para mirarlas más detenidamente. Son seis grandes rosas rojas, sus pétalos tan suaves como si fueran de terciopelo. Tomo una entre mis manos, una espina se clava en mi piel pero no hago caso, un delgado hilo de sangre brota de la pequeña herida. Hay algo más en ese arreglo, una tarjetita, seguramente, cortesía de la florería que las envió. La cojo entre mis dedos para leer el mensaje que tiene escrito...
Flashback
-Flores, unas flores - las palabras del joven castaño se perdían en la nada, una ligera sonrisa adornando sus labios - ¡ahí está! - exclamó al ver una florería exageradamente decorada a un lado de la calle, estacionó su automóvil y bajó. Una muchacha lo recibió con una amplia sonrisa - bara, kudasai - pidió amablemente a la encargada del lugar, quien por cierto, no le quitaba la vista de encima. Le mostró rosas de todos colores, pero fueron una hermosamente rojas las que se llevó - arigatou - se despidió sin hacer caso a las coquetas empleadas -espero que te gusten, Yagami - habló refiriéndose al pelirrojo con quien había compartido su vida durante tantos años... y su amor durante seis meses.
Subió nuevamente a su automóvil, colocando el arreglo de flores en el asiento del copiloto. Buscó un bolígrafo en la guantera hasta que finalmente encontró uno escondido bajo algunos papeles. Tomó la pequeña tarjeta que acostumbran a dar en todas las florerías y garabateó un mensaje, sonrió al volver a leerlo, y lo colocó entre dos rosas. Arrancó a toda velocidad, quería llegar cuanto antes al departamento de Iori.
-Esto será muy divertido - habló para si mismo - espero que no se lo tome muy en serio - continuó, divertido. Tenía un plan para sorprender al pelirrojo, un regalo que tal vez lo haría sufrir por unos minutos, pero que después tendría su recompensa... y vaya que él estaba dispuesto a compensarlo. Finalmente llegó al departamento donde vivía Iori. Estacionó el auto a unos metros de la entrada y bajo, llevando consigo el arreglo de rosas rojas. Subió las escaleras que lo separaban de la acera y se dirigió al ascensor. Seguramente ese perezoso de Yagami seguía durmiendo, siempre era el último en despertar después de una noche tan agitada, bien, pues gran sorpresa se llevaría al ver a Kyo sentado en su cama. El ascensor se detuvo ocho pisos arriba, y las puertas se abrieron para dar paso a quien iba en el interior. Kyo salió presuroso, una sonrisita maliciosa adornando su rostro. Abrió la puerta sin hacer un solo ruido, después de todo, Iori le había dado las llaves de su departamento. Colocó las flores sobre la mesa y se dirigió a la habitación donde descansaba su amado pelirrojo... y donde tantas veces se había entregado a él. Ahí estaba, durmiendo tranquilamente, sin hacer más ruido que el de su respiración pausada y suave, su cuerpo semidesnudo, cubierto únicamente por una delgada sábana de seda... 'hermoso' pensó Kyo. Terminó sentándose en la orilla de la cama, observando detenidamente a su amante. Decenas de pequeñas cicatrices cubrían la piel de su espalda, pero aún era tersa al contacto...eso lo sabía bien, ¿cuántas veces había rozado esa piel con sus manos al tener al pelirrojo sobre él, haciéndole el amor?... cientas, tal vez miles. Poco a poco, Iori abrió los ojos, y él le dio los buenos días con un beso. 'La diversión comienza ahora' pensó para si, 'es sólo una broma, espero que no te enfades'...
¿En verdad creíste todo lo que te dije? Tonto, ya sabes que te amo más que a nada, todo era una simple broma para comprobar que tú sientes lo mismo que yo...y para alegrarte un poco este día
TANJOUBI OMEDETOU, KOIBITO
* ~ * ~ * ~ *
Owari
*Notas de la autora: ¡Pobre Iori!, tendría que haberla pasado bien en su cumpleaños pero lo hice sufrir un poquito. ¡Gomen, Iori-san! Por cierto, lo que está en cursivas son fragmentos de la canción "Crucify my love" del famosísimo exgrupo X JAPAN. Espero que hayan disfrutado este fic. Mata ne.
KOF
pertenece a SNK
"Six roses, one treason" es propiedad de Kanashii
Tenshi
Publicado
en Iori x Kyo - The Birthday Series
Marzo, 2003